No hay nada en la tele, y como aún no tenía ganas de irme a la cama a leer un rato (ahora ya sí) me he puesto a enredar por internet. Echándole un vistazo al blog, me he dicho: ¿habrá que elegir a un equipo para darle algo de emoción a la Final Four de Detroit, no? Y ya lo tengo: Michigan State. Y no voy con los Spartans porque sea el antiguo equipo de Magic Johnson que, de pequeño, siempre fue mi jugador favorito al que nunca conseguí imitar. He elegido Michigan State por su pivot titular, Goran Suton.
Esto es lo que dijo sobre él en una reciente entrevista su compañero de habitación:
"Everybody that thinks they had a hard life, people from the projects, or the 'hood, or the slums, well, Goran was from worse than that," Walton said. "It's funny because some people ask, 'Is he tough enough?' I think it's just that his appreciation for basketball is not life or death, like it is to us. He's seen something that's bigger, that's really life and death."
Y que traducido significa: "Toda esa gente que piensa que han tenido una vida jodida, la gente de los proyectos, del barrio, de los suburbios, bueno, deberían saber que la de Goran fue mucho peor. Me hace gracia cuando alguien pregunta si es lo suficientemente duro. Yo creo que la diferencia es que su manera de ver el baloncesto es diferente a la nuestra para quienes lo es todo, a vida o muerte. Él ya ha visto algo más grande todavía, él sí que sabe lo que significa realmente a vida o muerte."
Goran Suton no ha debido tenerlo muy fácil en sus cuatro años de carrera. Se le tachó de débil, de no ser duro y competitivo, pero su entrenador Tom Izzo siempre tuvo confianza en él. Nación en Sarajevo y, con sus padres, abandonó el país en un avión de las fuerzas militares donde la gente se agolpaba de pie huyendo de la guerra. No empezó a jugar al baloncesto hasta que regresó a Bosnia unos años más tarde. Sus padres hablan ahora de volver y Suton reconoce que se ha acomodado perfectamente a su nuevo país. En las semifinales, 19 puntos y 10 rebotes. Si el equipo está en la fase final es en gran parte gracias a él. Por físico, aunque un poco más pequeño, recuerda a Nikola Pekovic, incluso a Milan Macvan, al que este año vimos por Bilbao. Sigo sin encontrarle en las previsiones de ningún draft, quizás entre en la NBA en un puesto muy bajo, o puede que la fase final de la NCAA le propulse a puestos más altos. Puede incluso que se anime a volver a Europa. Si la perla de la cantera del Barça, Dedovic progresa, Teletovic sigue creciendo, Suton se asienta y el base del Buducnost Gordic, al que también vimos por Bilbao y dio buenas sensaciones, explota, Bosnia podría ser la sorpresa del próximo europeo. Si es que Suton juega con ellos.
El caso, que ya tengo equipo al que animar en la fase final. No sé si es bueno o malo, basta que yo lo elija, para que... Como lo de los tiros libres, ya sabéis. Cuelgo un video de youtube en el que hacen el resumen del partido entre Michigan State y Perdue en el que Suton se despidió de su afición. Con que veáis poco más que tres minutos es suficiente, os da tiempo a ver el vestuario tan exuberante de los Spartans y la charla en la que Izzo motiva a sus pupilos, el gentío en el estadio de la universidad de Michigan State y, aunque había un video grabado desde el público donde se veía y se calculaba mejor, podéis ver la ovación de más de minuto y medio que se lleva Suton cuando es expulsado por faltas y, emocionado, se despide de todos sus compañeros.
Ahora sí, voy a ver si sigo leyendo a Willy Vlautin.
Fanzine deportivo literario. Crónicas caprichosas sobre héroes y villanos del mundo del deporte
lunes, 30 de marzo de 2009
Davide Rebellin
Puede que cuando se retire, y no le falta mucho, solo se le recuerde por la temporada 2004, en la que consiguió algo que parecía imposible, el triplete de la Amstel Gold Race, la Flecha Valona y la Lieja-Bastogne-Lieja. ¿Cómo se le puede llamar segundón a alguien que consiguió eso? Es cierto que probablemente, Davide Rebellin tenga más segundos puestos en su palmarés, que primeros. Pero eso solo quiere decir que tiene muchos segundos puestos. Ha ganado 41 carreras, entre ellas, pruebas importantes de una semana como el Tour del Mediterráneo o la París-Niza. En las grandes, solo ha ganado una vez en el Giro de Italia, pero, a cambio, tiene una de las hojas de trinufos más brillantes de la historia del ciclismo en lo que se refiere a clásicas, donde ha ganado, algunas en más de una ocasión, en Zurich, San Sebastián, Haut-Var, Chiasso, Veneto, Camaiore, Melinda y el triplete que ya hemos mencionado. Samuel le quitó el oro en las Olimpiadas y en la cita por excelencia de nuestra tierra, la Vuelta al País Vasco, también ha logrado más de un triunfo. Este año, con 37 años ya, ha conseguido levantar los brazos dos veces, las dos veces en Andalucía. Pero lo que importan son los segundos puestos, y los terceros, y no porque anuncien a un corredor sin pegada, si no, todo lo contrario, dan fe de un corredor infatigable, con un talento especial para leer las carreras, rápido, incombustible, bregador, que siempre, todas y cada una de las temporadas que ha corrido, ha estado entre los mejores: a veces ha sido el mejor, otras veces, no, pero eso no importa. Silenciosamente, su palmarés brilla con luz propia. Silenciosamente también, se ha hecho querer en el pelotón. Es tan silencioso que se inventaron un pasado como seminarista para él porque no había nada interesante que contar en su biografía. Quizás el año que viene ya no le veamos en el pelotón, y si este año ya echamos de menos a Bettini, el próximo sin Rebellin, habrá que empezar a pensar que nos hacemos viejos.
Magic Johnson
Y la segunda semifinal la disputarán la antigua universidad de Earvin "Magic" Johnson, Michigan State y UConn, la Universidad de Conneticut. Los Spartans son para mí la mayor sorpresa de los cuatro con un equipo liderado por el pivot de 2'08 y nacido en Sarajevo, Goran Suton. Él, junto con Kalin Lucas, un base-escolta de poca estatura pero buen tirador, llevaron a los Spartans a vencer a la universidad de Louisville, dirigida por Rick Pitino. La mayoría de sus jugadores aún tienen años por delante en la universidad y ninguno aparece por ahora en las previsiones del draft, quizás la cosa cambie después de haber logrado colarse en la Final Four de Detroit. Michigan State es un equipo entrenado por Tom Izzo, que lleva ya catorce años en el cargo, con lo que fue el responsable de la última, y segunda vez que los Spartans se hicieron con el título de la NCAA, en 2000, con un equipo en el que destacaban Morris Peterson y el exjugador ACB, Charlie Bell. La anterior, en 1979, fue el año en el que Magic Johnson le ganó la partida a Larry Bird.
Los otros finalistas serán los Huskies de Conneticut. El equipo dirigido por Jim Calhoun, y que ya ganó en 1999 y en 2004, es uno de los grandes favoritos con un equipo fuerte y que se terminará al final de esta temporada, ya que hasta cuatro jugadores pueden dar el salto a la NBA. Conneticut siempre ha sido una universidad muy fuerte y de aquí han salido jugadores como Ray Allen, Ben Gordon, Rudy Gary, Caron Butler, Richard Hamilton, Donyell Marshall, Emeka Okafor, Charlie Villanueva o Cliff Robinson. El año que viene cuatro jugadores seguirán sus pasos: Hasheem Thabeet, pivot de 2'21 en edad junior que apunta al número 2 del draft con Washington; AJ Price, un buen base de 1'88 que puede que viaje hasta Sacramento para intentar calmar un poco al Chapu; Jeff Adrien, alero de 2'00 que dicen que puede jugar en Toronto, puesto 38 del draft; y por último, en el puesto 42, Stanley Robinson, un escolta alto que apunta a Milwaukee Bucks.
¿Serán capaces los Huskies de derrotar a los Spartans? ¿O el viejo equipo de Magic, y de Scott Skiles, Zach Randolph o Erazem Lorbek derrotará a la todopoderosa UConn? En unos días, se sabrá.
Cuelgo el video con los mejores momentos del partido en el que los Spartans derrotaron a Louisville:
Los otros finalistas serán los Huskies de Conneticut. El equipo dirigido por Jim Calhoun, y que ya ganó en 1999 y en 2004, es uno de los grandes favoritos con un equipo fuerte y que se terminará al final de esta temporada, ya que hasta cuatro jugadores pueden dar el salto a la NBA. Conneticut siempre ha sido una universidad muy fuerte y de aquí han salido jugadores como Ray Allen, Ben Gordon, Rudy Gary, Caron Butler, Richard Hamilton, Donyell Marshall, Emeka Okafor, Charlie Villanueva o Cliff Robinson. El año que viene cuatro jugadores seguirán sus pasos: Hasheem Thabeet, pivot de 2'21 en edad junior que apunta al número 2 del draft con Washington; AJ Price, un buen base de 1'88 que puede que viaje hasta Sacramento para intentar calmar un poco al Chapu; Jeff Adrien, alero de 2'00 que dicen que puede jugar en Toronto, puesto 38 del draft; y por último, en el puesto 42, Stanley Robinson, un escolta alto que apunta a Milwaukee Bucks.
¿Serán capaces los Huskies de derrotar a los Spartans? ¿O el viejo equipo de Magic, y de Scott Skiles, Zach Randolph o Erazem Lorbek derrotará a la todopoderosa UConn? En unos días, se sabrá.
Cuelgo el video con los mejores momentos del partido en el que los Spartans derrotaron a Louisville:
Scottie Reynolds
Ya tenemos los cuatro nombres para la Final Four de la NCAA. Por el camino, se han quedado equipos importantes como Pittsburgh, Duke o Louisville. Voy a hacer un par de entradas analizando a los finalistas y empezaremos con esta para la semifinal que disputarán la Universidad de Villanova y la de North Carolina.
Y lleva el título de Scottie Reynolds porque gracias a este base junior, un gran tirador, los Wildcats se impusieron a Pittsburgh por dos puntos. Una canasta del jugador de 1'88 a falta de dos segundos les dio la victoria. Destacaron también Shane Clark, un currante con buen tiro y que juega de alero, Dwayne Anderson, buen defensa, duro, 1'98 y en edad senior como el anterior y, por último, el único jugador de los de Pensilvania que aparece en las previsiones para el draft, Dante Cunnigham, un atlético jugador de 2'03, y que es una de las pocas referencias interiores del equipo. Según dicen, puede llegar al puesto 39 con New York Knicks.
Villanova es una universidad católica que lleva disputadas 28 fases finales de la NCAA y ha ganado solo en una ocasión en 1985. Ha dado 37 jugadores a la NBA... más al grandísimo John Pinone.
Sus rivales serán los Tar Heels de North Carolina entrenados por Roy Williams y que derrotaron a Oklahoma, donde jugaba el que dicen será el próximo número uno del draft, Blake Griffin, que no pudo parar al trío formado por Deon Thompson, Ty Lawson y Danny Green. Ty Lawson, que aparece en las previsiones del draft 2009 con el puesto 20 por Dallas Mavericks, es un base de poca altura que comete pocos errores y busca muy bien a sus compañeros. De esto se aprovechan, entre otros, el ya nombrado Danny Green, un buen defensa al que puede elegir Toronto en el puesto 57 y Wayne Ellington, otro jugador exterior con buena mano y que apunta al puesto 25 con Oklahoma City. El que no jugó tan bien fue Tyler Hansbrough, un ala-pivot blanco de 2'03, que destaca por la brega y la intensidad que pone a su juego.
Ésta será la primera semifinal donde se echará de menos a Griffin y a la buena camada de jugadores de Pittsburgh que seguro que colocará a más de un jugador en el próximo draft. El sábado 4 en Detroit, uno de ellos llegará a la gran final.
Cuelgo el video resumen del partido de Villanova ante Pittsburgh con la canasta final de Reynolds:
Y lleva el título de Scottie Reynolds porque gracias a este base junior, un gran tirador, los Wildcats se impusieron a Pittsburgh por dos puntos. Una canasta del jugador de 1'88 a falta de dos segundos les dio la victoria. Destacaron también Shane Clark, un currante con buen tiro y que juega de alero, Dwayne Anderson, buen defensa, duro, 1'98 y en edad senior como el anterior y, por último, el único jugador de los de Pensilvania que aparece en las previsiones para el draft, Dante Cunnigham, un atlético jugador de 2'03, y que es una de las pocas referencias interiores del equipo. Según dicen, puede llegar al puesto 39 con New York Knicks.
Villanova es una universidad católica que lleva disputadas 28 fases finales de la NCAA y ha ganado solo en una ocasión en 1985. Ha dado 37 jugadores a la NBA... más al grandísimo John Pinone.
Sus rivales serán los Tar Heels de North Carolina entrenados por Roy Williams y que derrotaron a Oklahoma, donde jugaba el que dicen será el próximo número uno del draft, Blake Griffin, que no pudo parar al trío formado por Deon Thompson, Ty Lawson y Danny Green. Ty Lawson, que aparece en las previsiones del draft 2009 con el puesto 20 por Dallas Mavericks, es un base de poca altura que comete pocos errores y busca muy bien a sus compañeros. De esto se aprovechan, entre otros, el ya nombrado Danny Green, un buen defensa al que puede elegir Toronto en el puesto 57 y Wayne Ellington, otro jugador exterior con buena mano y que apunta al puesto 25 con Oklahoma City. El que no jugó tan bien fue Tyler Hansbrough, un ala-pivot blanco de 2'03, que destaca por la brega y la intensidad que pone a su juego.
Ésta será la primera semifinal donde se echará de menos a Griffin y a la buena camada de jugadores de Pittsburgh que seguro que colocará a más de un jugador en el próximo draft. El sábado 4 en Detroit, uno de ellos llegará a la gran final.
Cuelgo el video resumen del partido de Villanova ante Pittsburgh con la canasta final de Reynolds:
domingo, 29 de marzo de 2009
Samuel Sánchez
Segunda victoria de la temporada para el Euskaltel-Euskadi. Primero, fue Koldo Fernández de Larrea y ahora el campeón olímpico. Sánchez se ha impuesto en el sprint del Gran Premio de Llodio - Clásica de Álava al cántabro David de la Fuente. Ya iba siendo hora y como siempre el que mueve las manillas del reloj es el asturiano. Buen día el de hoy, además, para dedicárselo a los seis mil cicloturistas que han visto como al final la lluvia les dejaba disfrutar de los 144 kilómetros de la fiesta de la bicicleta que es la Bilbao-Bilbao.
Hoy que acaban de anunciar la intervención de la Caja de Castilla la Mancha por el Banco de España dicen que empieza a convertirse la crisis en una crisis bancaria. Se ve que hasta ahora, aquí, los únicos que sufrían la crisis eran el obrero y el ciudadano de a pie, que muchas veces, son la misma persona. En la vieja carretera que une Bilbao con Vitoria y por la que ahora conduzco para manejar mejor la crisis y así evitar pagar el abusivo peaje de la autopista, se nota que no estamos en una buena situación: hay más cicloturistas que nunca. Más cicloturistas que nunca entre semana y en horario laboral. Gente de mediana edad, esforzados ciclistas de cuarenta o cincuenta años que parecen dibujar las curvas como si así trazaran un nuevo camino. Van con la cabeza gacha, no miran a la izquierda cuando el coche pasa.
Samuel Sánchez es probablemente uno de los corredores con más talento de los últimos años. Al mismo nivel, o muy cerca, de los Óscar Freire, Alejandro Valverde o Alberto Contador: rápido, inteligente, tenaz: nadie como él descendiendo de la cima, superó su problema con los segundos puestos (que a veces no quitan brillo a una gran carrera, como Davide Rebellin) y siempre ha demostrado una reputada profesionalidad a lo largo de los años. Seguro que el Gran Premio de Llodio no será la única victoria del año.
Cuelgo el pequeño homenaje que le ha hecho un fan en el youtube:
Hoy que acaban de anunciar la intervención de la Caja de Castilla la Mancha por el Banco de España dicen que empieza a convertirse la crisis en una crisis bancaria. Se ve que hasta ahora, aquí, los únicos que sufrían la crisis eran el obrero y el ciudadano de a pie, que muchas veces, son la misma persona. En la vieja carretera que une Bilbao con Vitoria y por la que ahora conduzco para manejar mejor la crisis y así evitar pagar el abusivo peaje de la autopista, se nota que no estamos en una buena situación: hay más cicloturistas que nunca. Más cicloturistas que nunca entre semana y en horario laboral. Gente de mediana edad, esforzados ciclistas de cuarenta o cincuenta años que parecen dibujar las curvas como si así trazaran un nuevo camino. Van con la cabeza gacha, no miran a la izquierda cuando el coche pasa.
Samuel Sánchez es probablemente uno de los corredores con más talento de los últimos años. Al mismo nivel, o muy cerca, de los Óscar Freire, Alejandro Valverde o Alberto Contador: rápido, inteligente, tenaz: nadie como él descendiendo de la cima, superó su problema con los segundos puestos (que a veces no quitan brillo a una gran carrera, como Davide Rebellin) y siempre ha demostrado una reputada profesionalidad a lo largo de los años. Seguro que el Gran Premio de Llodio no será la única victoria del año.
Cuelgo el pequeño homenaje que le ha hecho un fan en el youtube:
sábado, 28 de marzo de 2009
Serge Ibaka
Su nombre completo es Serge Jonas Ibaka Ngobila. Tiene 19 años y es el jugador extracomunitario más joven de la Liga ACB. Mide 2'07 y en lo que va de temporada ha jugado 25 partidos con 16 minutos de media por encuentro, 6'8 puntos por partido, 4'7 rebotes, 1'2 tapones y 8'8 de media en valoración. A principio de temporada, en una entrevista a El País decía lo siguiente: "Cuatro años más tarde, regresamos a Brazzaville y las cosas estaban un poco más calmadas. Mi madre había muerto de una enfermedad y mi padre nos mantenía con su trabajo en el puesto fronterizo de la ciudad a través del río Congo con Kinshasa. Él siempre tenía problemas con los militares de [Joseph] Kabila. Una vez le detuvieron en la otra orilla y llegó a pasar un año encarcelado en Kinshasa."
Y es que últimamente solo hablo de baloncesto, y hoy no quería ni hablar del March Madness donde decenas de miles de americanos medios probablemente con obesidad y pertrechados de palomitas, un cancarro de miller o bud y vestidos con camisetas de 40 dólares con el nombre de su universidad, se apelotonan para soltar la bilis y la agresividad que generalmente moderan o reprimen en su vida diaria.
Serge Ibaka nación en Brazzaville, la ciudad más importante de la República del Congo. El país cuenta con importantes recursos naturales de petróleo, madera, potasa, zinc, uranio, cobre, fosfato y gas natural pero el 95% del comercio del país está en manos de extranjeros o personas de origen extranjero. Sus vecinos de la República Democrática del Congo, antiguo Zaire, son uno de los cinco países más pobres del mundo.
¿Y qué es lo que quería contar? Porque en realidad hoy no me apatece hablar de deporte, solo quería contar algo que he leído hoy en el periódico, algo que un misionero de Hernani, Ángel Olaran, que trabaja con niños huérfanos y prostitutas en Etiopia, contaba en una entrevista:
"el coltán que se produce en el Congo, necesario para los teléfonos móviles, crea esclavitud infantil. Detrás de un móvil hay muerte, drama y corrupción. Para extraer un kilo de coltán, mueren dos niños en esas minas, niños a los que se les paga 0'25 céntimos de dólar al día y que más tarde se vende carísimo. El móvil es el ataúd del Congo. Hay cinco millones de personas que se han muerto allí por este problema. Y sin embargo, hay cantidad de empresas transcontinentales envueltas en ello. Pero esto no revuelve ni una conciencia y ni siquiera es noticia."
Según he terminado de leerlo, me ha sonado el móvil. Y he cogido.
Mi conciencia se ha removido y la voz se quebró al contestar.
No me siento mejor ahora tampoco.
No sé cuándo seré capaz de sentirme mejor.
No quería hoy hablar de baloncesto, ni de Serge Ibaka, pero espero que cuando llegue, porque llegará a la NBA, aproveche todo ese dinero que impúdicamente le pagarán para salvar a tantos niños como pueda. Que cada vez que coja el teléfono, dos niños dejen de recoger coltán en las minas.
Y es que últimamente solo hablo de baloncesto, y hoy no quería ni hablar del March Madness donde decenas de miles de americanos medios probablemente con obesidad y pertrechados de palomitas, un cancarro de miller o bud y vestidos con camisetas de 40 dólares con el nombre de su universidad, se apelotonan para soltar la bilis y la agresividad que generalmente moderan o reprimen en su vida diaria.
Serge Ibaka nación en Brazzaville, la ciudad más importante de la República del Congo. El país cuenta con importantes recursos naturales de petróleo, madera, potasa, zinc, uranio, cobre, fosfato y gas natural pero el 95% del comercio del país está en manos de extranjeros o personas de origen extranjero. Sus vecinos de la República Democrática del Congo, antiguo Zaire, son uno de los cinco países más pobres del mundo.
¿Y qué es lo que quería contar? Porque en realidad hoy no me apatece hablar de deporte, solo quería contar algo que he leído hoy en el periódico, algo que un misionero de Hernani, Ángel Olaran, que trabaja con niños huérfanos y prostitutas en Etiopia, contaba en una entrevista:
"el coltán que se produce en el Congo, necesario para los teléfonos móviles, crea esclavitud infantil. Detrás de un móvil hay muerte, drama y corrupción. Para extraer un kilo de coltán, mueren dos niños en esas minas, niños a los que se les paga 0'25 céntimos de dólar al día y que más tarde se vende carísimo. El móvil es el ataúd del Congo. Hay cinco millones de personas que se han muerto allí por este problema. Y sin embargo, hay cantidad de empresas transcontinentales envueltas en ello. Pero esto no revuelve ni una conciencia y ni siquiera es noticia."
Según he terminado de leerlo, me ha sonado el móvil. Y he cogido.
Mi conciencia se ha removido y la voz se quebró al contestar.
No me siento mejor ahora tampoco.
No sé cuándo seré capaz de sentirme mejor.
No quería hoy hablar de baloncesto, ni de Serge Ibaka, pero espero que cuando llegue, porque llegará a la NBA, aproveche todo ese dinero que impúdicamente le pagarán para salvar a tantos niños como pueda. Que cada vez que coja el teléfono, dos niños dejen de recoger coltán en las minas.
jueves, 26 de marzo de 2009
Jodie Meeks
Un triple del base de la Universidad de Kentucky cuando faltaban diez segundos para acabar el partido puso punto y final a la temporada para la Universidad de Creighton. El base de UK, Jodie Meeks, capaz de hacer cosas como las que hace en el video que acompaña a la entrada, se apoyó en Perry Stevenson y en Patrick Patterson (al que, por cierto, algunos mock drafts situan en el puesto 18 por Minnesota para el año que viene) para hacer inútil el buen partido de Booker Woodfox que se despidió de su periplo universitario con 18 puntos. Nuestro amigo Casey Harriman, protagonista de toda esta crónica que terminamos hoy, solo consiguió 1 robo en nueve minutos, el resto fueron tres faltas personales y dos pérdidas de balón. Harriman ha mantenido una línea regular pero una línea muy baja que apenas ha mostrado puntos altos a lo largo de una temporada en la que ha jugado con continuidad pero en los últimos puestos de la rotación. Aún tiene años por delante para demostrar que con su capacidad de rebote y su tiro puede encontrar un hueco en el cinco inicial de Creighton.
miércoles, 25 de marzo de 2009
Xabier Azkargorta
Acabo de venir de comer un pincho y tomarme un zurito, eso es todo lo que voy a comer hoy. El bar estaba hasta los topes pero he encontrado un rincón donde sentarme y a falta de ganas de leer el artículo de Booth he pillado un periódico deportivo de tirada nacional. Los que sois asiduos al blog ya conocéis mi devoción por el tiempo perdido con juegos ridículos sobre curiosidades varias. En dicho periódico había un artículo que me ha servido para alargar el zurito y así retrasar mi vuelta al despacho, vuelta que ya se ha producido, pero ahora retraso la hora de regreso al trabajo poniéndome a escribir esta entrada. Me doy media hora, después, al tajo, así que vamos al tema (de la apotema, que decía un amigo mío cuando éramos fumadores de porros empedernidos).
El artículo versaba sobre un dato que no entraré a valorar pero podría y relacionaría con otros que he tratado en anteriores entradas sobre la globalización del deporte y de nuestras vidas en general: el 44% de las selecciones nacionales tienen un entrenador extranjero. Lo curioso, lo que me ha ayudado a perder el tiempo con gozo, ha sido descubrir algunos seleccionadores aventureros de los que me había olvidado por completo.
A los ya conocidos como Otto Rehhagel en Grecia, Eriksson en México, Capello en Inglaterra, Bielsa en Chile, Hitzfield en Suiza, Hiddink en Rusia o Beenhakker en Polonia o Metsu en Qatar (ya hablé de él y su periplo inverosimil en otra entrada) hay que añadir unos cuantos que ni tan siquiera sabía que eran entrenadores o que, en otros casos, siguieran entrenando.
Por ejemplo: ¿Pacho Maturana en Trinidad y Tobago? Ni idea de que seguía entrenando. ¿Héctor Cúper, ¡Héctor Cúper! como seleccionador de Georgia? ¡Georgia! No tenía ni idea. ¿Y qué me decis de que el campeón de la Eurocopa con Francia, Roger Lemerre, esté entrenando a Marruecos? No tenía ni pajolera idea. Pajolera, qué gran expresión, cuanto tiempo sin utilizarla. Y hay más: el ex entrenador y mánager de equipos como el Everton, el Manchester City o el Leeds United, Peter Reid, anda ahora entrenando a Tailandia. El ex-seleccionador portugués, Humberto Coelho, se fue para Túnez, pero este ya tiene antecedentes, creo, Corea del Sur y Marruecos me suenan como parte de su currículo. ¿Y Berti Vogts? Ahora me entero de que es el seleccionador de Azerbayán. Y Arie Hann, el de Albania. Y Trapattoni, de verdad, ni idea, el de Irlanda. Y Bob Houghton, ex-jugador inglés de los años 70, el de la India, pero este he averiguado que tiene currículo para que lo contrate una editorial de guías de viaje, porque ha trabajado, a parte de para la selección de la India, para Uzbekistán y China y los siguientes equipos: los Colorado Rapids en los USA, Zurich en Suiza, All-Ittihad en Arabia Saudí, los suecos del Malmoe y del Örgryte, el Ethnikos Piraeus en Grecia y el Toronto Blizzard canadiense que juega en la Liga Nacional Americana, además de algún equipo en su país. ¿A vosotros no os flipa (por seguir con expresiones de otros tiempos)? Suena ridículo, pero yo me lo estoy pasando bomba (ya he retrocido hasta el lenguaje que usaba con diez años).
Y lo de los ex-jugadores también es sorpresivo aunque son menos. ¿Alguien se acuerda de Igor Dobrowolski? Jugó en el Olympique de Marsella, Atlético de Madrid, Génova, Servette y Dynamo de Moscú, pero yo me acuerdo sobre todo de él en Castellón, quizás porque tengo una imagen grabada de uno de sus goles que me dolió en el alma. Se ve que del Atlético se fue al Fortuna Düsseldorf y de ahí al, ni puta idea (así ya hablaba con veinte), Tiligul Tiraspol de Moldavia y de ahí se retiró para entrenar después a ese equipo y ahora ser seleccionador nacional de Moldavia. Y el hermanísimo de Koeman, Erwin Koeman, rubio como él pero ligeramente más rápido (y quizás peor jugador) es el seleccionador actual de Hungría. Alain Giresse, aquel gran jugador francés, es ahora entrenador en Gabón. Katanec, aquel espigado central de la extinta Yugoslavia que jugó en la Sampdoria y en el Sttutgart es ahora el seleccionador macedonio. Y por último, el bosnio Halihodzic (al que al principio he confundido con el bético Pepe Hadzibegic, que está entrenando en Francia y también lo ha hecho en Turquía y al propio Betis), que jugó en el Nantes y en el Paris Saint Germain es ahora el seleccionador de Costa de Marfil.
Un barullo lo que acabo de escribir, pues imaginad para mí porque no me he aprendido todo de memoria, lo he escrito en el móvil con abreviaturas y después me he vuelto loco para reescribirlo aquí. Y ya son las 15:32 por mi reloj así que se acabó el break, hay que volver al tajo. No sin antes comentar, claro, que si el título lleva el ilustre nombre del gran Don Xabier Azkargorta es porque el entrenador guipuzcoáno fue uno de los primeros aventureros de este país al atreverse a entrenar a las selecciones de Bolivia y Chile, además de al Yokohama Marinos japonés y al Chivas mexicano. Por supuesto, una columna suya comentando el artículo no faltaba en el periódico.
El artículo versaba sobre un dato que no entraré a valorar pero podría y relacionaría con otros que he tratado en anteriores entradas sobre la globalización del deporte y de nuestras vidas en general: el 44% de las selecciones nacionales tienen un entrenador extranjero. Lo curioso, lo que me ha ayudado a perder el tiempo con gozo, ha sido descubrir algunos seleccionadores aventureros de los que me había olvidado por completo.
A los ya conocidos como Otto Rehhagel en Grecia, Eriksson en México, Capello en Inglaterra, Bielsa en Chile, Hitzfield en Suiza, Hiddink en Rusia o Beenhakker en Polonia o Metsu en Qatar (ya hablé de él y su periplo inverosimil en otra entrada) hay que añadir unos cuantos que ni tan siquiera sabía que eran entrenadores o que, en otros casos, siguieran entrenando.
Por ejemplo: ¿Pacho Maturana en Trinidad y Tobago? Ni idea de que seguía entrenando. ¿Héctor Cúper, ¡Héctor Cúper! como seleccionador de Georgia? ¡Georgia! No tenía ni idea. ¿Y qué me decis de que el campeón de la Eurocopa con Francia, Roger Lemerre, esté entrenando a Marruecos? No tenía ni pajolera idea. Pajolera, qué gran expresión, cuanto tiempo sin utilizarla. Y hay más: el ex entrenador y mánager de equipos como el Everton, el Manchester City o el Leeds United, Peter Reid, anda ahora entrenando a Tailandia. El ex-seleccionador portugués, Humberto Coelho, se fue para Túnez, pero este ya tiene antecedentes, creo, Corea del Sur y Marruecos me suenan como parte de su currículo. ¿Y Berti Vogts? Ahora me entero de que es el seleccionador de Azerbayán. Y Arie Hann, el de Albania. Y Trapattoni, de verdad, ni idea, el de Irlanda. Y Bob Houghton, ex-jugador inglés de los años 70, el de la India, pero este he averiguado que tiene currículo para que lo contrate una editorial de guías de viaje, porque ha trabajado, a parte de para la selección de la India, para Uzbekistán y China y los siguientes equipos: los Colorado Rapids en los USA, Zurich en Suiza, All-Ittihad en Arabia Saudí, los suecos del Malmoe y del Örgryte, el Ethnikos Piraeus en Grecia y el Toronto Blizzard canadiense que juega en la Liga Nacional Americana, además de algún equipo en su país. ¿A vosotros no os flipa (por seguir con expresiones de otros tiempos)? Suena ridículo, pero yo me lo estoy pasando bomba (ya he retrocido hasta el lenguaje que usaba con diez años).
Y lo de los ex-jugadores también es sorpresivo aunque son menos. ¿Alguien se acuerda de Igor Dobrowolski? Jugó en el Olympique de Marsella, Atlético de Madrid, Génova, Servette y Dynamo de Moscú, pero yo me acuerdo sobre todo de él en Castellón, quizás porque tengo una imagen grabada de uno de sus goles que me dolió en el alma. Se ve que del Atlético se fue al Fortuna Düsseldorf y de ahí al, ni puta idea (así ya hablaba con veinte), Tiligul Tiraspol de Moldavia y de ahí se retiró para entrenar después a ese equipo y ahora ser seleccionador nacional de Moldavia. Y el hermanísimo de Koeman, Erwin Koeman, rubio como él pero ligeramente más rápido (y quizás peor jugador) es el seleccionador actual de Hungría. Alain Giresse, aquel gran jugador francés, es ahora entrenador en Gabón. Katanec, aquel espigado central de la extinta Yugoslavia que jugó en la Sampdoria y en el Sttutgart es ahora el seleccionador macedonio. Y por último, el bosnio Halihodzic (al que al principio he confundido con el bético Pepe Hadzibegic, que está entrenando en Francia y también lo ha hecho en Turquía y al propio Betis), que jugó en el Nantes y en el Paris Saint Germain es ahora el seleccionador de Costa de Marfil.
Un barullo lo que acabo de escribir, pues imaginad para mí porque no me he aprendido todo de memoria, lo he escrito en el móvil con abreviaturas y después me he vuelto loco para reescribirlo aquí. Y ya son las 15:32 por mi reloj así que se acabó el break, hay que volver al tajo. No sin antes comentar, claro, que si el título lleva el ilustre nombre del gran Don Xabier Azkargorta es porque el entrenador guipuzcoáno fue uno de los primeros aventureros de este país al atreverse a entrenar a las selecciones de Bolivia y Chile, además de al Yokohama Marinos japonés y al Chivas mexicano. Por supuesto, una columna suya comentando el artículo no faltaba en el periódico.
lunes, 23 de marzo de 2009
Mark Cavendish
Abdoujaparov (¿quién sabe si está bien escrito?), Van Poppel, Cipollini, Petacchi, Zabel, Kelly, McEwen, Boonen y ahora Mark Cavendish. Tiene solo 23 años y ya cuenta con más de treinta victorias en el campo profesional. Entre ellas, la Milán-San Remo que ganó el domingo, con un sprint final de los que crean afición. El ataque de Haussler fue demoledor y el esfuerzo del británico para coger su rueda y superarle en un último golpe de riñón, espectacular. Si aún no lo habéis visto, pinchad en el vídeo que colgaré al final, porque el esfuerzo que hacen estos dos corredores en 50 metros es digno de admiración. La escena final, que apenas pudo verse en televisión, con Haussler tirado en el suelo víctima del esfuerzo y la decepción y Cavendish fundido en un abrazo con un miembro de su equipo no hizo más que añadirle emoción a 20 segundos de suspense. El británico nacido en la Isla de Man, una pequeña isla frente a la costa irlandesa y que es conocida por no tener límite de velocidad, aún no es una estrella en su país, a pesar de ser, probablemente, el corredor más rápido del mundo. Ha ganado ya 4 veces en el Tour de Francia, dos en el Giro y como ya hemos dicho se llevó este fin de semana su primera classicissima. Sin embargo, cuentan que en Gran Bretaña lo que prima es la pista y conseguir medalla en las Olimpiadas. Por ello, otros corredores como Bradley Wiggins son mucho más reconocidos al amparo de una tradición que ha llevado a Gran Bretaña a conseguir más de sesenta medallas en los Juegos Olímpicos y en la modalidad de ciclismo en pista. Chris Boardman, el del récord de la hora, dijo una vez al parecer que en Gran Bretaña nunca eras considerado un buen ciclista hasta que no tenías medalla olímpica. Según cuentan, Cavendish es consciente de todo esto y tiene en su agenda las próximas olimpiadas de 2012. No le haría falta de todas formas, porque el británico, antes de llegar a ese año, seguramente habrá conseguido para su palmarés mcuhos triunfos y de mucha entidad. Hasta que Koldo Fernández de Larrea consiga competir contra él, nos conformaremos con disfrutar de esas pedaladas llenas de rabia que le impulsan a una velocidad dramática.
¡Ah! Y enhorabuena a Aitor Galdós porque el séptimo puesto, y pudo ser mejor, es un resultado magnífico. Cuelgo tres videos, el tercero grabado por un video aficionado donde se aprecia la velocidad a la que pasan los ciclistas.
¡Ah! Y enhorabuena a Aitor Galdós porque el séptimo puesto, y pudo ser mejor, es un resultado magnífico. Cuelgo tres videos, el tercero grabado por un video aficionado donde se aprecia la velocidad a la que pasan los ciclistas.
Sergio Olmos
Mi hermano me decía el otro día que en un periódico habían anunciado que dos equipos españoles estaban interesados en el pívot español de cuarto año que juega para la Universidad de Temple. Decían en el artículo que uno de esos equipos jugaba en la Euroliga y el otro en la Eurocup. Dimos por sentado que el segundo sería el Pamesa, ya que el chaval es de Valencia y la política de fichajes del equipo valenciano en las últimas temporadas ha sido hiperactiva, y sobre el de Euroliga hicimos cábalas. Olmos ha hecho una gran temporada en la universidad de Philadelphia y ha acabado como pívot titular una experiencia en la que Olmos ha tenido paciencia y ha sabido progresar. Sin embargo, este viernes cayeron ante Arizona State en la primera ronda del torneo final por el campeonato NCAA. Olmos consiguió ocho puntos y cuatro rebotes, y su compañero Dionte Christmas, que probablemente este arriba en el draft, se fue hasta los 29 puntos. Aún así, Arizona State, apoyados en el juego de sus dos estrellas, Jeff Pendergraph y Derek Glasser, con 22 puntos cada uno, no dio ninguna oportunidad a la universidad de Pennsylvania.
El campeonato se encuentra ya en la ronda que los americanos llaman Sweet Sixteen, los dieciséis mejores equipos universitarios del año. Y entre ellos, siguen la gran mayoría de favoritos: Arizona, Kansas, Michigan State, Duke, North Carolina, Syracuse, Missouri, Conneticut, Perdue, Pittsburgh, Villanova, más Oklahoma, Gonzaga, Xavier, Louisville o Memphis.
Se me olvidó comentar en el blog (he estado vago), que finalmente nuestros amigos de Creighton no fueron incluidos en el cuadro final y, en su lugar, fueron invitados al NIT, uno de los campeonatos post-temporada más antiguos de los Estados Unidos pero que muchos consideran como un premio de consolación. En primera ronda, se deshicieron de Bowling Green por 73-71 en un buen partido de P'Allen Stinnett y malo de Booker Woodfox, quien ha aceptado disputar el campeonato de triples durante la fase final del torneo NCAA. Casey Harriman jugó dieciséis minutos, no anotó, cogió dos rebotes y dio una asistencia. En segunda ronda de este campeonato que se decide en una fase final a jugar en el Madison Square Garden, los Bluejays tendrán que enfrentarse a Kentucky.
El campeonato se encuentra ya en la ronda que los americanos llaman Sweet Sixteen, los dieciséis mejores equipos universitarios del año. Y entre ellos, siguen la gran mayoría de favoritos: Arizona, Kansas, Michigan State, Duke, North Carolina, Syracuse, Missouri, Conneticut, Perdue, Pittsburgh, Villanova, más Oklahoma, Gonzaga, Xavier, Louisville o Memphis.
Se me olvidó comentar en el blog (he estado vago), que finalmente nuestros amigos de Creighton no fueron incluidos en el cuadro final y, en su lugar, fueron invitados al NIT, uno de los campeonatos post-temporada más antiguos de los Estados Unidos pero que muchos consideran como un premio de consolación. En primera ronda, se deshicieron de Bowling Green por 73-71 en un buen partido de P'Allen Stinnett y malo de Booker Woodfox, quien ha aceptado disputar el campeonato de triples durante la fase final del torneo NCAA. Casey Harriman jugó dieciséis minutos, no anotó, cogió dos rebotes y dio una asistencia. En segunda ronda de este campeonato que se decide en una fase final a jugar en el Madison Square Garden, los Bluejays tendrán que enfrentarse a Kentucky.
martes, 17 de marzo de 2009
Franck Vandenbroucke
Y sigue corriendo. Después de todo lo que escribió en su biografía, aún tiene ganas de correr uno de los talentos más desperdiciados de la historia. Esta vez, lo está intentando en Australia, en un equipo continental donde tiene a Nico Mattan de director.
Y es que si le echamos un vistazo a la tercera categoría del ciclismo profesional, la llamada Continental, nos podemos encontrar con un divertido juego en el que nos entretenemos buscando viejas glorias y situaciones estrambóticas. El ciclismo ha sido un deporte capitalizado por ciertos paises, tanto a nivel organizativo como hablando simplemente de corredores. Muchos países, si los unimos al mundo del ciclismo profesional, suenan exóticos como cuando el brasileño Mauro Ribeiro ganó una etapa del Tour de Francia en 1991. Sin embargo, si miramos a la categoría continental de la UCI, lo primero que nos sorprende es que hay equipos de Andorra, Australia, Austria, Bélgica, Bulgaria, Canadá, China, Colombia, Croacia, República Checa, Dinamarca, España, Estonia, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Hungría, Indonesia, Irán, Irlanda, Italia, Japón, Corea, Lituania, Luxemburgo, Malasia, México, Holanda, Noruega, Nueva Zelanda, Polonia, Portugal, Quatar, Rumanía, Sudáfrica, Rusia, Eslovenia, San Marino, Suiza, Eslovaquia, Suecia, Taipei, Ucrania y Estados Unidos. Una variedad tan global y cosmopolita que parece no casar con un ciclismo que cuando compite parece que habla solo en francés, español e italiano. Y la mezcla de razas, el cruce de fronteras y la diversidad es aún más compleja si echamos un vistazo a las plantillas. A destacar el archifamoso Amore e Vita que antes era del País Vaticano y que ahora se ha trasladado a Estados Unidos (quizás porque le patrocina McDonald's... ¿McDonald´s y la Santa Iglesia?) y que cuenta en su plantilla con ucranianos, alemanes, americanos, daneses, italianos, australianos, polacos, canadienses y rusos. También destaca el equipo de Doha que cuenta con corredores de Quatar, Chipre, Emiratos Árabes Unidos, Argelia, Túnez o Borneo.
En general, hablando de viejas glorias, sorprende ver a ciertos directores deportivos que antes eran grandes estrellas, como Vicente Belda que ahora trabaja para Boyacá es Para Vivirla en Colombia, donde también corre su hijo o Rudy Pevenage que ahora trabaja para el Rock Racing, un equipo que un millonario americano está intentando levantar a base de nombres rutilantes, porque en la plantilla se encuentra a gente como Mancebo, Sevilla, Quique Gutiérrez, Aaron Kemps, Tyler Hamilton, Fred Rodríguez, David Vitoria o Víctor Hugo Peña. Igualmente, sorprende ver a directores que se estrenan y que hace poco veíamos con el maillot: Maarten den Bakker, Patrick Jonker, Thierry Marichal, Piotr Wadecki, Gabrielle Missaglia, Zbigniew Spruch, Vassili Davidenko, Gordon Fraser o Axel Merckx, que anda dirigiendo a un equipo americano que algo tendrá que ver con Armstrong porque se llama Trek Lifestrong.
A parte de los directores, aún se ven algunos corredores que se resisten a desaparecer, como el ya nombrado Vandenbroucke, Leon Van Bon que corre en China, Mizourov que corre en Irán, Benoit Joachim que corre en un modesto equipo luxemburgués, el polaco Rutkiewicz y su compatriota y ex del Banesto Dariuz Baranowski que aún corre con 37 años, con los mismos Axelsson y Serhey Honchar de 39 años comparten equipo en Polonia, el Corratec, o el australiano ex del Rabobank que se iba a comer el mundo, Rory Sutherland que corre en Estados Unidos, además de Andrea Moletta y Massimo Giunti que corren en San Marino por poner un ejemplo.
España, como se veía en el Rock Racing, se ha convertido en un país de emigrantes ciclistas. Mario García corre en el equipo griego donde está la estrella del país Anastopoulos, Olmo acompaña a Belda en Boyacá, Rodrigo García empezó con el Kaiku y ahora está en San Marino, Torrent, Rovira y compañía se fueron a Andorra, Ventoso y Pardilla corren en un nuevo equipo italiano y la colonia portuguesa es interminable: Bernabeu, Luis Fernández Oliveira, Vidal Celis, Eladio Jiménez, Pablo de Pedro, Isidro y Carlos Nozal, Rubén Plaza, Hector Guerra, Santi Pérez, David Blanco, Tino Zaballa y el argentino Martín Garrido.
Algunos de ellos tendrán oportunidad de ocupar algún espacio en los periódicos, otros apuran sus últimos contratos antes de buscarse otras salidas. En cualquier caso, el ciclismo empieza a abrir sus fronteras y la globalización ya se maneja implacable en todos los deportes.
Y es que si le echamos un vistazo a la tercera categoría del ciclismo profesional, la llamada Continental, nos podemos encontrar con un divertido juego en el que nos entretenemos buscando viejas glorias y situaciones estrambóticas. El ciclismo ha sido un deporte capitalizado por ciertos paises, tanto a nivel organizativo como hablando simplemente de corredores. Muchos países, si los unimos al mundo del ciclismo profesional, suenan exóticos como cuando el brasileño Mauro Ribeiro ganó una etapa del Tour de Francia en 1991. Sin embargo, si miramos a la categoría continental de la UCI, lo primero que nos sorprende es que hay equipos de Andorra, Australia, Austria, Bélgica, Bulgaria, Canadá, China, Colombia, Croacia, República Checa, Dinamarca, España, Estonia, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Hungría, Indonesia, Irán, Irlanda, Italia, Japón, Corea, Lituania, Luxemburgo, Malasia, México, Holanda, Noruega, Nueva Zelanda, Polonia, Portugal, Quatar, Rumanía, Sudáfrica, Rusia, Eslovenia, San Marino, Suiza, Eslovaquia, Suecia, Taipei, Ucrania y Estados Unidos. Una variedad tan global y cosmopolita que parece no casar con un ciclismo que cuando compite parece que habla solo en francés, español e italiano. Y la mezcla de razas, el cruce de fronteras y la diversidad es aún más compleja si echamos un vistazo a las plantillas. A destacar el archifamoso Amore e Vita que antes era del País Vaticano y que ahora se ha trasladado a Estados Unidos (quizás porque le patrocina McDonald's... ¿McDonald´s y la Santa Iglesia?) y que cuenta en su plantilla con ucranianos, alemanes, americanos, daneses, italianos, australianos, polacos, canadienses y rusos. También destaca el equipo de Doha que cuenta con corredores de Quatar, Chipre, Emiratos Árabes Unidos, Argelia, Túnez o Borneo.
En general, hablando de viejas glorias, sorprende ver a ciertos directores deportivos que antes eran grandes estrellas, como Vicente Belda que ahora trabaja para Boyacá es Para Vivirla en Colombia, donde también corre su hijo o Rudy Pevenage que ahora trabaja para el Rock Racing, un equipo que un millonario americano está intentando levantar a base de nombres rutilantes, porque en la plantilla se encuentra a gente como Mancebo, Sevilla, Quique Gutiérrez, Aaron Kemps, Tyler Hamilton, Fred Rodríguez, David Vitoria o Víctor Hugo Peña. Igualmente, sorprende ver a directores que se estrenan y que hace poco veíamos con el maillot: Maarten den Bakker, Patrick Jonker, Thierry Marichal, Piotr Wadecki, Gabrielle Missaglia, Zbigniew Spruch, Vassili Davidenko, Gordon Fraser o Axel Merckx, que anda dirigiendo a un equipo americano que algo tendrá que ver con Armstrong porque se llama Trek Lifestrong.
A parte de los directores, aún se ven algunos corredores que se resisten a desaparecer, como el ya nombrado Vandenbroucke, Leon Van Bon que corre en China, Mizourov que corre en Irán, Benoit Joachim que corre en un modesto equipo luxemburgués, el polaco Rutkiewicz y su compatriota y ex del Banesto Dariuz Baranowski que aún corre con 37 años, con los mismos Axelsson y Serhey Honchar de 39 años comparten equipo en Polonia, el Corratec, o el australiano ex del Rabobank que se iba a comer el mundo, Rory Sutherland que corre en Estados Unidos, además de Andrea Moletta y Massimo Giunti que corren en San Marino por poner un ejemplo.
España, como se veía en el Rock Racing, se ha convertido en un país de emigrantes ciclistas. Mario García corre en el equipo griego donde está la estrella del país Anastopoulos, Olmo acompaña a Belda en Boyacá, Rodrigo García empezó con el Kaiku y ahora está en San Marino, Torrent, Rovira y compañía se fueron a Andorra, Ventoso y Pardilla corren en un nuevo equipo italiano y la colonia portuguesa es interminable: Bernabeu, Luis Fernández Oliveira, Vidal Celis, Eladio Jiménez, Pablo de Pedro, Isidro y Carlos Nozal, Rubén Plaza, Hector Guerra, Santi Pérez, David Blanco, Tino Zaballa y el argentino Martín Garrido.
Algunos de ellos tendrán oportunidad de ocupar algún espacio en los periódicos, otros apuran sus últimos contratos antes de buscarse otras salidas. En cualquier caso, el ciclismo empieza a abrir sus fronteras y la globalización ya se maneja implacable en todos los deportes.
viernes, 13 de marzo de 2009
Bobby Hurley
¿Qué tienen en común los siguientes jugadores de baloncesto? Chris Burgess, Shane Battier, Elton Brand, Grant Hill, Christian Laettner, Trajan Langdon, Corey Magette, Crawford Palmer, Cherokee Parks, Carlos Boozer, Luol Deng, Chris Duhon, Daniel Ewing, Mike Dunleavy, Dahntay Jones, Josh McRoberts, Shavlick Randolph, Shelden Williams o JJ Redick. Luego os lo cuento. Cuando llegué a los Estados Unidos se estaban jugando las series finales de béisbol. Jugaban los Yankees contra otro equipo. No me enteraba de nada. Alan intentaba explicármelo y me decía quiénes eran los jugadores buenos y quiénes los duros. La serie fue tan interminable que ni me acuerdo de quien ganó. Antes de irme, me dio tiempo a vivir el March Madness. Prácticamente todos los días había un partido televisado. Daba igual quién fuera la universidad que jugaba, el estadio estaba lleno y la gente animaba como si fuera un Olympiakos-Panathinaikos con el título de la Euroliga en juego. En aquellos días, vi tres partidos seguidos de la misma universidad, y encontré a mi jugador preferido: JJ Redick. Lo curioso es que jugaba en la misma universidad en la que jugó el único jugador de baloncesto al que conocí antes de dar el salto al campo profesional: Bobby Hurley. Los dos jugaron en la Universidad de Duke y eso es lo que tienen en común todos los jugadores que puse en la lista de arriba, una lista un poco caprichosa que solo atiende a que son jugadores, bien porque hayan jugado en la NBA o en Europa, que conozco yo.
Bobby Hurley era un base eléctrico. Siempre parecía que le estaban pinchando por detrás. Aún tiene el récord de asistencias en la Liga universitaria. No era espectacular, pero llevaba el ritmo del partido como le daba la gana. Con él, Duke ganó dos títulos consecutivos. Al poco de llegar a la NBA, con los Kings de Sacramento, la ciudad donde Marshall ocultó el oro que había encontrado porque intuyó que la gente se volvería loca y acabarían con su fructífero negocio, se metió la ostia con el coche. Le quedaron lesiones crónicas y con 26 años tuvo que retirarse después de jugar una temporada sin éxito en los Vancouver Grizzlies. Ahora, creo, se dedica a la cría de caballos de carrera, pero no descarta entrenar en el futuro, seguro que su padre, un reputado entrenador de instituto, podrá darle grandes consejos.
JJ Redick juega ahora en los Orlando Magic. Algún partido bueno sí que le ha salido, pero, en general, está muy abajo en la rotación y ya no le buscan al salir de los bloqueos. En la NCAA era todo un espectáculo verle jugar: pequeño, rápido, inquieto, mortal en la salida del bloqueo, su tiro de tres era letal. Si entraba en racha, podía noquear a cualquiera. Era el típico jugador al que Krzyzewski, entrenador de Duke y actual seleccionador nacional, sabía sacarle todo el jugo.
Bobby se quedó a medio camino, como Cherokee Parks, Grant Hill (en menor medida), Laettner o Burgess. Los próximos, al parecer, serán Greg Henderson y Kyle Singler. Aún están a tiempo gente como Shelden Williams, Luol Deng o incluso Josh McRoberts, que, por lo menos, en el juego de la NBA para ordenador se sale. Lo que está claro es que la cantera de los Blue Devils es inagotable.
Va un video. No he encontrado nada interesante de Hurley, así que cuelgo uno de un partido en el que Redick metió 40 puntos, la emocionante final ante Georgetown.
Bobby Hurley era un base eléctrico. Siempre parecía que le estaban pinchando por detrás. Aún tiene el récord de asistencias en la Liga universitaria. No era espectacular, pero llevaba el ritmo del partido como le daba la gana. Con él, Duke ganó dos títulos consecutivos. Al poco de llegar a la NBA, con los Kings de Sacramento, la ciudad donde Marshall ocultó el oro que había encontrado porque intuyó que la gente se volvería loca y acabarían con su fructífero negocio, se metió la ostia con el coche. Le quedaron lesiones crónicas y con 26 años tuvo que retirarse después de jugar una temporada sin éxito en los Vancouver Grizzlies. Ahora, creo, se dedica a la cría de caballos de carrera, pero no descarta entrenar en el futuro, seguro que su padre, un reputado entrenador de instituto, podrá darle grandes consejos.
JJ Redick juega ahora en los Orlando Magic. Algún partido bueno sí que le ha salido, pero, en general, está muy abajo en la rotación y ya no le buscan al salir de los bloqueos. En la NCAA era todo un espectáculo verle jugar: pequeño, rápido, inquieto, mortal en la salida del bloqueo, su tiro de tres era letal. Si entraba en racha, podía noquear a cualquiera. Era el típico jugador al que Krzyzewski, entrenador de Duke y actual seleccionador nacional, sabía sacarle todo el jugo.
Bobby se quedó a medio camino, como Cherokee Parks, Grant Hill (en menor medida), Laettner o Burgess. Los próximos, al parecer, serán Greg Henderson y Kyle Singler. Aún están a tiempo gente como Shelden Williams, Luol Deng o incluso Josh McRoberts, que, por lo menos, en el juego de la NBA para ordenador se sale. Lo que está claro es que la cantera de los Blue Devils es inagotable.
Va un video. No he encontrado nada interesante de Hurley, así que cuelgo uno de un partido en el que Redick metió 40 puntos, la emocionante final ante Georgetown.
martes, 10 de marzo de 2009
Sergio Algora
El 9 de Julio de 2008 murió Sergio Algora, antiguo componente del Niño Gusano, Muy Poca Gente y La Costa Brava, además de multifacético artista: poeta, escritor, dramaturgo, bloggero y articulista, incluso en el Marca. En una entrevista le preguntaron en qué portada de qué revista le gustaría verse y contestó con su habitual humor: en la portada del Marca al día siguiente de la final de la Copa del Mundo, Algoraaaazo!
Con el Niño Gusano dejó escrita la canción titulada "Vicente del Bosque" aunque el estribillo era una alegre fiesta en el claro del bosque y no tenía nada que ver con el actual seleccionador nacional. En los últimos años, con Fran Fernández de Australian Blonde, cantaban en La Costa Brava aquella canción titulada "El cumpleaños de Ronaldo" pero estaban más preocupados de las invitadas que del cumpleañero.
Algora no era el único futbolero en el mundo de la música indie española. Ya hablé aquí de la canción en la que Jota nos contaba el golazo de Gaizka Mendieta en partido televisado. Los granadinos también cantaban "El Artista Madridista" y le dedicaron una canción a Nikki Lauda, además de irse un dia a las carreras de coches. El asturiano Nacho Vegas escribió una canción titulada "Mark Spitz" aunque hablaba prácticamente de lo mismo de lo que hablaba en aquella que tituló "Cerca del Cielo" y subtituló como "la canción de Juanito Oiarzabal."
Más: Grande-Marlaska, antes Garzón, tienen "Frontón" y "Juegos Olímpicos", pero ni hablan de pelota vasca ni de Usain Bolt. Y los valencianos La Habitación Roja también son bastante futboleros como demostraron con el primer verso que abría su canción "La Edad de Oro": Los chicos ya no se encuentran bien, mira lo que le han hecho a la chica de ayer, Maradona no volverá a jugar, (lo sé, lo sé, Calamero y Manu Chao, ya) o en "Nunca ganaremos el Mundial" que tan bien suena un día soleado intentando buscar aparcamiento en la playa de Ereaga con las ventanillas bajadas y poniendo buena cara al buen tiempo. Además, LHR también hicieron una canción con el título del cuento de Sillitoe La soledad del corredor de fondo u otra a Barcelona 92 en uno de sus discos más recientes. La Granja escribió aquella canción en la que explicaba muy bien el juego del delantero centro del FC Barcelona: "Eto'o (su jugador favorito)"; Las Escarlatinas dejaban claro su conocimiento en "El sueño merengue"; y Deneuve también tenía alguna canción futbolera. Por cierto, ¿qué fue de Los Zinedines?, porque los que sí siguen al pie del cañón y facturando buen rock son los zaragozanos Lavodrama, nombre con el que supongo que homenajean al bueno de Aniceto que ahora trabaja para la FIBA.
Y el baloncesto, por cierto, nos trae nuestros dos últimos grupos. Primero, los gallegos Jugoplastika, que no se conforman con el nombre del grupo y firman canciones tituladas "Pop 84" o "Split." Por cierto, por aquí había un grupo llamado Split 77. El caso es que llegaron a tocar en Croacia en el festival Art and Music y se ve que aún hay muchos seguidores del KK Split que, al mismo tiempo, añoran los días de los Kukoc, Radja, Tabak, Perasovic, Ivanovic, Savic, Sobin (a mí me gustaba Ivo Naglic) y compañía y gustan de la música alternativa. Y terminamos con otros zaragozanos que el año pasado publicaron uno de los mejores discos del año y que presentaron en familia pero con mucho calor en el Azkena de Bilbao: Tachenko. Entre sus canciones, aunque poco (nada) hablen de Gonzalo o de Luis Miguel, tienen la que titulan "Arconada" y que está dentro del disco "Las jugadas imposibles."
Por cierto, ¿alguien se pregunta qué fue de Tachenko? Joaquín Reyes y la peña de la Hora Chanante os lo dicen:
Con el Niño Gusano dejó escrita la canción titulada "Vicente del Bosque" aunque el estribillo era una alegre fiesta en el claro del bosque y no tenía nada que ver con el actual seleccionador nacional. En los últimos años, con Fran Fernández de Australian Blonde, cantaban en La Costa Brava aquella canción titulada "El cumpleaños de Ronaldo" pero estaban más preocupados de las invitadas que del cumpleañero.
Algora no era el único futbolero en el mundo de la música indie española. Ya hablé aquí de la canción en la que Jota nos contaba el golazo de Gaizka Mendieta en partido televisado. Los granadinos también cantaban "El Artista Madridista" y le dedicaron una canción a Nikki Lauda, además de irse un dia a las carreras de coches. El asturiano Nacho Vegas escribió una canción titulada "Mark Spitz" aunque hablaba prácticamente de lo mismo de lo que hablaba en aquella que tituló "Cerca del Cielo" y subtituló como "la canción de Juanito Oiarzabal."
Más: Grande-Marlaska, antes Garzón, tienen "Frontón" y "Juegos Olímpicos", pero ni hablan de pelota vasca ni de Usain Bolt. Y los valencianos La Habitación Roja también son bastante futboleros como demostraron con el primer verso que abría su canción "La Edad de Oro": Los chicos ya no se encuentran bien, mira lo que le han hecho a la chica de ayer, Maradona no volverá a jugar, (lo sé, lo sé, Calamero y Manu Chao, ya) o en "Nunca ganaremos el Mundial" que tan bien suena un día soleado intentando buscar aparcamiento en la playa de Ereaga con las ventanillas bajadas y poniendo buena cara al buen tiempo. Además, LHR también hicieron una canción con el título del cuento de Sillitoe La soledad del corredor de fondo u otra a Barcelona 92 en uno de sus discos más recientes. La Granja escribió aquella canción en la que explicaba muy bien el juego del delantero centro del FC Barcelona: "Eto'o (su jugador favorito)"; Las Escarlatinas dejaban claro su conocimiento en "El sueño merengue"; y Deneuve también tenía alguna canción futbolera. Por cierto, ¿qué fue de Los Zinedines?, porque los que sí siguen al pie del cañón y facturando buen rock son los zaragozanos Lavodrama, nombre con el que supongo que homenajean al bueno de Aniceto que ahora trabaja para la FIBA.
Y el baloncesto, por cierto, nos trae nuestros dos últimos grupos. Primero, los gallegos Jugoplastika, que no se conforman con el nombre del grupo y firman canciones tituladas "Pop 84" o "Split." Por cierto, por aquí había un grupo llamado Split 77. El caso es que llegaron a tocar en Croacia en el festival Art and Music y se ve que aún hay muchos seguidores del KK Split que, al mismo tiempo, añoran los días de los Kukoc, Radja, Tabak, Perasovic, Ivanovic, Savic, Sobin (a mí me gustaba Ivo Naglic) y compañía y gustan de la música alternativa. Y terminamos con otros zaragozanos que el año pasado publicaron uno de los mejores discos del año y que presentaron en familia pero con mucho calor en el Azkena de Bilbao: Tachenko. Entre sus canciones, aunque poco (nada) hablen de Gonzalo o de Luis Miguel, tienen la que titulan "Arconada" y que está dentro del disco "Las jugadas imposibles."
Por cierto, ¿alguien se pregunta qué fue de Tachenko? Joaquín Reyes y la peña de la Hora Chanante os lo dicen:
lunes, 9 de marzo de 2009
Booker Woodfox
Por cambiar, también. Como el otro día con Adam Emmenecker, en lugar de iniciar la entrada con el manido Casey Harriman, le doy hoy el privilegio a Booker Woodfox, al que algunos seguidores de los Bluejays de Creighton ya le dan el calificativo de leyenda. Y se merece ser el nombre que vaya en la entrada porque Booker Woodfox ha ganado finalmente el premio Larry Bird al mejor jugador de la temporada en la conferencia MVC. Además, se le incluyó en el mejor quinteto de la temporada y de la fase final y acabó con el mejor porcentaje en tiros de tres de toda la nación. Como os decía, muchos aficionados de los Bluejays le ponen por encima de Kyle Korver, que también ganó ese premio, y ya añoran a un Booker Woodfox que esta temporada acaba su carrera NCAA. ¿Dónde estará el año que viene? Por más que miro en los mock drafts que pueblan la red no le encuentro en los predicciones de los expertos.
Por cierto, que no lo he dicho: Creighton no ganó la fase final. Ganaron en cuartos a Wichita por un punto, sin que Casey Harriman metiera una canasta aunque cogió un rebote en los 16 minutos que jugó. Sin embargo, en semifinales, perdieron contundentemente ante la Universidad de Illinois State que contó con el MVP de la fase final, Osiris Eldridge (tampoco le veo en los mock drafts). Casey jugó 15 minutos y consiguió 3 puntos y 2 rebotes. El título de la fase final se lo llevó Northern Iowa, un buen equipo que ha conseguido un gran éxito. A lo largo de los próximos días, se sabrá si Creighton recibe una invitación para participar en la gran fase final por el título nacional. Algunos expertos apuntan que se lo merece pero por lo que he podido leer hoy (y es un p... barullo esto de la NCAA) los chicos de Creighton están muy cerca de quedarse fuera.
Por cierto, que no lo he dicho: Creighton no ganó la fase final. Ganaron en cuartos a Wichita por un punto, sin que Casey Harriman metiera una canasta aunque cogió un rebote en los 16 minutos que jugó. Sin embargo, en semifinales, perdieron contundentemente ante la Universidad de Illinois State que contó con el MVP de la fase final, Osiris Eldridge (tampoco le veo en los mock drafts). Casey jugó 15 minutos y consiguió 3 puntos y 2 rebotes. El título de la fase final se lo llevó Northern Iowa, un buen equipo que ha conseguido un gran éxito. A lo largo de los próximos días, se sabrá si Creighton recibe una invitación para participar en la gran fase final por el título nacional. Algunos expertos apuntan que se lo merece pero por lo que he podido leer hoy (y es un p... barullo esto de la NCAA) los chicos de Creighton están muy cerca de quedarse fuera.
Nicolás Ardouin
Nunca he hablado de árbitros en este blog. Y prefiero no hacerlo nunca. Tengo mi propia opinión y prefiero guardármela. Esto suena a que podría faltarles al respeto a los árbitros, pero no es así. Hoy he leído en el periódico una noticia curiosa, y me hubiera gustado titular la entrada con el nombre del árbitro belga, pero no lo nombraban en todo el artículo. Al parecer, en el Gante-Tubize de la última jornada de la liga belga, este árbitro pitó un penal a favor del Gante que sentenció el partido con un 2-0 para el equipo local. A poco de señalarlo, el árbitro se percató de que la había cagado. Quizás por, como veréis en el vídeo, la cara que se le queda al jugador del Gante, Crawford, cuando se siente culpable y hasta desorientado ya que no creo que ni él mismo se creyera que había tragado su dramática caída. En el video, entrevistan más tarde al propio Crawford, que no sé lo que dice, y a Ardouin quien, por cierto, es un portero francés de la cantera del Girondins que pasó sin pena ni gloria por el Alavés de aquí mismo, Vitoria, desde donde escribo hoy. Tampoco entiendo a Ardouin pero en el artículo de prensa explican que Ardouin confiesa como el árbitro, consciente de su error, le pide por favor que pare el penalty porque reconoce que la ha cagado y se siente mal. ¿Quién podría ser el cuarto personaje de esta historia? Efectivamente, el tipo del Gante que tira el penalty y que pasa de emular a Fowler y encima se la clava al estilo Panenka. Ahí va el vídeo:
sábado, 7 de marzo de 2009
Gaizka Toquero
¿Y qué nombre pongo en la cabecera? En fin. He tardado varios días en decidirme a escribir la entrada. No he estado de resaca, simplemente, he intentado que pasaran los días, que pudiera verlo todo con más distancia, con sosiego, con frialdad. Hasta hoy ha sido imposible y, aún hoy, es difícil. El día de fue intenso. Después, con tanta crónica, tanta declaración y tanto reportaje especial en televisión, aún peor. El problema es que las imágenes y las palabras todavía duran, así que mucho tiempo tendría que pasar para mirar esto con perspectiva. El mundo no va a cambiar, nada va a ser mejor, pero el alegrón del miércoles, en distintas medidas y demostrado de distintas maneras, no nos lo quita nadie. He pensado de qué hablar o cómo contarlo, pero aún no me he decidido. Así que voy a hacerlo todo muy personal, sin grandes crónicas que para eso ya están los periódicos, sin pretender sentar cátedra, que para eso hay otros con más talento, intentando contener el ánimo y el corazón.
Lo que recuerdo del miércoles es lo siguiente. La operación de mi abuela fue bien, así que después de volver de Vitoria y charlar con Vickie de cine y del futuro gobierno, me fui al hospital. Aún no me había decidido: ¿en casa o en el bar? Al final, en el bar: calculaba que un paquete de chester podía caer y en casa el tabaco está prohibido. Recuerdo que me senté solo en la mesa que está bajo el televisor. De espaldas, tenía a Enrique, al señor que se compró un cuadro de Iñaki Bilbao, a los que estaban jugando la partida, un marroquí, Charo en la barra y alguno más. Da igual, yo solo miraba al televisor. Recuerdo los goles, que apretaba los puños, que grité. Recuerdo que Charo me acercó un plato con cacahuetes pero no los toqué hasta que Mejuto pitó el descanso. Recuerdo mandarle un mensaje a Emi: espero que hoy seas de los míos, si Capel pasa por tu banda, agárrale del cuello. Recuerdo que en el descanso, le mandé otro a mi hermano: vete a casa de Riki a ver la segunda parte. Había decidido verlo solo en casa: no fuma y no se fiaba del tamaño del disgusto. Pero vino al bar. Y sonreía. Y hablamos sin encendernos y esperamos a que terminara el partido. Nos chocamos la mano, mirándonos a los ojos, con las palmas aún rojas de aplaudir. Recuerdo acercarme a Andoni y agarrarle por los hombros: hace solo dos semanas sufrió un ataque al corazón, los médicos dijeron que pocos podrían haber salido de aquella situación. Recuerdo que le dije: con toda la mierda que nos hemos comido tú y yo ahí sentados, tantos domingos a la basura, ya era hora de una alegría. Le volvió un brillo sano a los ojos que se le había tamizado desde el ataque. Sobrios, pero emocionados. De camino a casa, no callamos. Mi madre llamó por teléfono: habían visto el partido en la habitación del hospital. Mi madre les animó. Quizás el primer partido completo que veía en su vida. Recuerdo que dijo: por los pasillos vacíos del hospital, se oía a la gente gritar. Al llegar a casa, programas especiales, un flipado moviendo la cintura con lujuria detrás de la periodista que cubre las celebraciones en Pozas, los jugadores en el palco, en el balcón, los gritos, la gente, yo qué sé. Todo eso recuerdo: ésa fue mi parte y ésa será mi memoria del partido. Recuerdo: al día siguiente compramos tres periódicos. Leo otros dos tomando un café antes de ir al hospital. En una de ellas se ve a Emi de espaldas a Toquero, que lanzado al suelo celebra el gol que cierra con un lazo la historia humilde y voluntariosa de este jugador. A la tarde, recuerdo, me llega un correo electrónico. Confirmado: en Semana Santa estaré en el paro. De vuelta a la vida real, pero la alegría sigue, como un runrún apenas audible, en el fondo del fondo del fondo del estómago. Quiero ser como Gaizka Toquero, como Koikili que secó a Navas, como Del Olmo que no jugó. Quiero ser como ellos: cuando todo vaya mal, aún pensaré que podría ir peor y lucharé con ganas para que vaya mejor.
Sábado: han pasado dos días, quedan sesenta y siete para la final. Pero da igual. Ya da igual y dará igual. Fue un día magnífico.
Lo que recuerdo del miércoles es lo siguiente. La operación de mi abuela fue bien, así que después de volver de Vitoria y charlar con Vickie de cine y del futuro gobierno, me fui al hospital. Aún no me había decidido: ¿en casa o en el bar? Al final, en el bar: calculaba que un paquete de chester podía caer y en casa el tabaco está prohibido. Recuerdo que me senté solo en la mesa que está bajo el televisor. De espaldas, tenía a Enrique, al señor que se compró un cuadro de Iñaki Bilbao, a los que estaban jugando la partida, un marroquí, Charo en la barra y alguno más. Da igual, yo solo miraba al televisor. Recuerdo los goles, que apretaba los puños, que grité. Recuerdo que Charo me acercó un plato con cacahuetes pero no los toqué hasta que Mejuto pitó el descanso. Recuerdo mandarle un mensaje a Emi: espero que hoy seas de los míos, si Capel pasa por tu banda, agárrale del cuello. Recuerdo que en el descanso, le mandé otro a mi hermano: vete a casa de Riki a ver la segunda parte. Había decidido verlo solo en casa: no fuma y no se fiaba del tamaño del disgusto. Pero vino al bar. Y sonreía. Y hablamos sin encendernos y esperamos a que terminara el partido. Nos chocamos la mano, mirándonos a los ojos, con las palmas aún rojas de aplaudir. Recuerdo acercarme a Andoni y agarrarle por los hombros: hace solo dos semanas sufrió un ataque al corazón, los médicos dijeron que pocos podrían haber salido de aquella situación. Recuerdo que le dije: con toda la mierda que nos hemos comido tú y yo ahí sentados, tantos domingos a la basura, ya era hora de una alegría. Le volvió un brillo sano a los ojos que se le había tamizado desde el ataque. Sobrios, pero emocionados. De camino a casa, no callamos. Mi madre llamó por teléfono: habían visto el partido en la habitación del hospital. Mi madre les animó. Quizás el primer partido completo que veía en su vida. Recuerdo que dijo: por los pasillos vacíos del hospital, se oía a la gente gritar. Al llegar a casa, programas especiales, un flipado moviendo la cintura con lujuria detrás de la periodista que cubre las celebraciones en Pozas, los jugadores en el palco, en el balcón, los gritos, la gente, yo qué sé. Todo eso recuerdo: ésa fue mi parte y ésa será mi memoria del partido. Recuerdo: al día siguiente compramos tres periódicos. Leo otros dos tomando un café antes de ir al hospital. En una de ellas se ve a Emi de espaldas a Toquero, que lanzado al suelo celebra el gol que cierra con un lazo la historia humilde y voluntariosa de este jugador. A la tarde, recuerdo, me llega un correo electrónico. Confirmado: en Semana Santa estaré en el paro. De vuelta a la vida real, pero la alegría sigue, como un runrún apenas audible, en el fondo del fondo del fondo del estómago. Quiero ser como Gaizka Toquero, como Koikili que secó a Navas, como Del Olmo que no jugó. Quiero ser como ellos: cuando todo vaya mal, aún pensaré que podría ir peor y lucharé con ganas para que vaya mejor.
Sábado: han pasado dos días, quedan sesenta y siete para la final. Pero da igual. Ya da igual y dará igual. Fue un día magnífico.
lunes, 2 de marzo de 2009
Endika Guarrotxena
Él fue el último. En el minuto 13 y medio de la primera parte, Schuster rechazó un balón a la banda, le cayó a Argote a los pies, centró y Endika lo bajó con el pecho y remató de puntera con su pierna izquierda para batir a Urruticoechea. Aún le veo con el puño levantado. Recuerdo mi bandera que no era más que una vieja camiseta amarrada por las mangas al palo de una escoba y cómo mi padre me animaba a salir al balcón para ondearla. Aquella fue la última vez.
Echando la vista atrás, creo que en todas las entradas he mantenido cierta prudencia, sin comprometerme, contando alguna que otra intimidad pero muchas veces disfrazada con artimañas de ficción. Me mojé con lo de Walter O'Malley pero no le di la estocada a Ronald Reagan tal y como hice en su día cuando esa entrada fue un artículo. Hablé de Obama y quizás, de vez en cuando, se me ha escapado una opinión hasta encendida, como cuando me levanté con la última "boutade" de Cristiano Ronaldo. Sin embargo, creo que nunca he hablado abiertamente de mis debilidades, que son siempre sentimentales, como las crónicas que pretendía recoger este blog. Una de mis debilidades es la siguiente: soy aficionado del Athletic Club de Bilbao. De manera irracional, con pasión, intentando ser crítico y plural pero sin poder evitar que el corazón se maneje por el capricho de un balón. Con los años, ese sentimiento se ha ido sosegando, de manera natural. Tanto por los buenos momentos, como por los malos, acabas por darte cuenta de que no merece la pena perder tanto tiempo ni tanta energía con el fútbol, pero, aún así, hay cosas que son irremediables.
El miércoles es la vuelta de la final de Copa. Sería muy fácil empezar ahora con una lista de argumentos para justificar que ya nos va tocando la suerte de jugar una final, pero, en el fútbol, la suerte sirve un poco menos que el talento y la actitud de los jugadores y, supongo, que de eso, hemos estado cortos los últimos 25 años, o, nuestros rivales, han estado más sobrados. Ahora tenemos una buena oportunidad. Parece que todo el mundo lo tiene decidido, más aún que cuando hace unos años estuvimos en una situación aún mejor ante el Betis. Parece que es ahora o nunca, y nunca nunca funciona en el fútbol. Habrá más, pero como tengan que pasar otros veinticinco años, a la próxima, no llego con entusiasmo. Lo confieso, nervioso, no, pero cierta excitación sí que siento. Me conformo con jugar la final, con volver a saber qué es eso, con saberlo por primera vez, porque la anterior, tenía poco más de ocho años. Desde entonces, he vivido grandes momentos en mi vida: he conducido un coche sobre un lago helado, me he enamorado, he visto tocar a Brian Wilson en directo, he dado clases en la Universidad, me he despertado en la playa y he vivido durante casi un año en un pueblo perdido en el medioeste americano. También he vivido muy malos momentos que es mejor no ilustrar con ejemplos. Si el miércoles el Athletic se clasifica para la final de la Copa, creédme, lo disfrutaré y lo celebraré como un buen aficionado, pero esa victoria no estará entre los mejores momentos de mi vida. Tampoco si a alguien, ya en la final, se le ocurre marcar un gol y derrotar al Barcelona de Messi, igual que en su día derrotamos al Barcelona de Maradona. Estoy seguro de que me quedan muchas cosas mejores que vivir, pero, aún así, será un gran día. Sería un gran día. No, será un gran día. Ojalá, mañana, se lleve una alegría mi lado más irracional, romántico y visceral que, de vez en cuando, tampoco viene mal. ¡Aupa Athletic!
Echando la vista atrás, creo que en todas las entradas he mantenido cierta prudencia, sin comprometerme, contando alguna que otra intimidad pero muchas veces disfrazada con artimañas de ficción. Me mojé con lo de Walter O'Malley pero no le di la estocada a Ronald Reagan tal y como hice en su día cuando esa entrada fue un artículo. Hablé de Obama y quizás, de vez en cuando, se me ha escapado una opinión hasta encendida, como cuando me levanté con la última "boutade" de Cristiano Ronaldo. Sin embargo, creo que nunca he hablado abiertamente de mis debilidades, que son siempre sentimentales, como las crónicas que pretendía recoger este blog. Una de mis debilidades es la siguiente: soy aficionado del Athletic Club de Bilbao. De manera irracional, con pasión, intentando ser crítico y plural pero sin poder evitar que el corazón se maneje por el capricho de un balón. Con los años, ese sentimiento se ha ido sosegando, de manera natural. Tanto por los buenos momentos, como por los malos, acabas por darte cuenta de que no merece la pena perder tanto tiempo ni tanta energía con el fútbol, pero, aún así, hay cosas que son irremediables.
El miércoles es la vuelta de la final de Copa. Sería muy fácil empezar ahora con una lista de argumentos para justificar que ya nos va tocando la suerte de jugar una final, pero, en el fútbol, la suerte sirve un poco menos que el talento y la actitud de los jugadores y, supongo, que de eso, hemos estado cortos los últimos 25 años, o, nuestros rivales, han estado más sobrados. Ahora tenemos una buena oportunidad. Parece que todo el mundo lo tiene decidido, más aún que cuando hace unos años estuvimos en una situación aún mejor ante el Betis. Parece que es ahora o nunca, y nunca nunca funciona en el fútbol. Habrá más, pero como tengan que pasar otros veinticinco años, a la próxima, no llego con entusiasmo. Lo confieso, nervioso, no, pero cierta excitación sí que siento. Me conformo con jugar la final, con volver a saber qué es eso, con saberlo por primera vez, porque la anterior, tenía poco más de ocho años. Desde entonces, he vivido grandes momentos en mi vida: he conducido un coche sobre un lago helado, me he enamorado, he visto tocar a Brian Wilson en directo, he dado clases en la Universidad, me he despertado en la playa y he vivido durante casi un año en un pueblo perdido en el medioeste americano. También he vivido muy malos momentos que es mejor no ilustrar con ejemplos. Si el miércoles el Athletic se clasifica para la final de la Copa, creédme, lo disfrutaré y lo celebraré como un buen aficionado, pero esa victoria no estará entre los mejores momentos de mi vida. Tampoco si a alguien, ya en la final, se le ocurre marcar un gol y derrotar al Barcelona de Messi, igual que en su día derrotamos al Barcelona de Maradona. Estoy seguro de que me quedan muchas cosas mejores que vivir, pero, aún así, será un gran día. Sería un gran día. No, será un gran día. Ojalá, mañana, se lleve una alegría mi lado más irracional, romántico y visceral que, de vez en cuando, tampoco viene mal. ¡Aupa Athletic!
Adam Emmenecker
Por cambiar un poco, y no volver a usar el nombre de Casey Harriman, he decidido abrir con su ex compañero de conferencia y antiguo rival Adam Emmenecker, luego veremos por qué.
Para empezar, digamos que los de Creighton ganaron su último partido de Liga Regular por 74-70 ante Illinois State con 5 puntos y 1 rebote de Casey Harriman en 20 minutos de juego. Así las cosas, los Bluejays terminan en segunda posición con un récord de 25-6 (14-4 MVC) y disputarán la fase final por el título de conferencia como segundos cabeza de serie, justo por detrás de Northern Iowa, un equipo que ha hecho una gran temporada basándose en el juego de su pívot de 2'16 Jordan Eglseder, el alero Adam Koch y los exteriores Johnny Moran y Kwadzo Ahelegbe.
Así pues, uno de los grandes momentos de la temporada, el State Farm Missouri Valley Conference, dará comienzo el 5 de Marzo y terminará el 8 con la gran final que será televisada a nivel nacional. Todos los partidos de esta fase final se jugarán, como es costumbre, en Saint Louis, Missouri. Creighton se enfrentará ante el vencedor de la eliminatoria entre Missouri State y Wichita State y, si venciera, se enfrentaría en semifinales al ganador de la eliminatoria entre Evansville e Illinois State.
Creighton ha ganado diez veces esta competeción, las seis últimas en los últimos diez años. La última vez fue en 2007. El año pasado, cayeron en semifinales ante Drake que, a la postre, sería el ganador final. Gracias, en gran parte, al trabajo del que fue el MVP de la Conferencia (Premio Larry Bird), Adam Emmenecker, que les metió 20 puntos en semifinales y lograría otros 16 en la final. Emmenecker juega ahora para los Frankfurt Skyliners de la Liga Alemana. A pesar de caer en semifinales, ese año Booker Woodfox, al mejor sexto hombre, y P'Allen Stinnet, al mejor freshman y recién llegado, también fueron premiados entre lo mejor de la conferencia.
Sin embargo, solo hace falta echarle un vistazo a las estadísticas históricas de esta fase final de conferencia para darse cuenta del nivel que ha mantenido en los últimos años. Entre los MVPs de los últimos 25 años, tenemos a gente del nivel de Rodney Buford, que lo ganó en 1999 y que además de jugar para Creighton y para los Heat, los Sixers o los Grizzlies ha jugado en Panathinaikos y Maccabi. Ashraf Amaya, que fue medalla de bronce en el Mundial de Grecia y campeón de la Saporta con el Maroussi y que ganó el MVP de la fase final de la conferencia en 1993. En 2003, lo ganó Kyle Korver. Rico Hill, que jugó en Fuenlabrada, Estudiantes y Clippers lo ganó en 1997. Bob Harstad, que jugó con Creighton, y en España con Cajacantabria, Albacete, Estudiantes, Gijón y Ourense quedó segundo en 1990. Y Hersey Hawkins, gran escolta que era la segunda opción detrás de Barkley en los Sixers de principios de los noventa y una pieza fundamental de los Sonics de Payton y Kemp que llegaron a semifinales, lo ganó en 1988. Y a pesar de que no ganaron el título de MVP, también destacan muchos nombres si miramos las estadísticas históricas del State Farm Missouri Valley Conference. Nombres como el escolta de los Raptors y ex del Maccabi, Anthony Parker, que nació en la capital de Iowa y jugó para Bradley, Troy Hudson, Patrick O'Bryant o aquel rocoso pívot de los Sonics, Benoit Benjamin, que también jugó en los Nets, Lakers, Grizzlies, Clippers, Bucks, Raptors, Sixers, Cavaliers, Peristeri y Argentina y que lideró a la Universidad de Creighton en tapones durante sus años universitarios. Sin olvidar, que en años más lejanos, Larry Bird, que ahora da nombre al título de MVP de la Liga Regular o Xavier McDaniel, se lucieron en las canchas de esta conferencia.
Así pues, empieza lo que llaman el "Arch Madness." En poco más de una semana, sabremos si los chicos de Creighton ganan su decimoprimer título de conferencia y podremos conocer qué equipo de la Missouri Valley disfrutará de luchar por el campeonato de la NCAA. Empieza lo bueno y Casey Harriman seguro que juega sus diez minutillos por partido. Seguiremos informando. Os dejo con un video sobre la última vez que ganaron en 2007:
Para empezar, digamos que los de Creighton ganaron su último partido de Liga Regular por 74-70 ante Illinois State con 5 puntos y 1 rebote de Casey Harriman en 20 minutos de juego. Así las cosas, los Bluejays terminan en segunda posición con un récord de 25-6 (14-4 MVC) y disputarán la fase final por el título de conferencia como segundos cabeza de serie, justo por detrás de Northern Iowa, un equipo que ha hecho una gran temporada basándose en el juego de su pívot de 2'16 Jordan Eglseder, el alero Adam Koch y los exteriores Johnny Moran y Kwadzo Ahelegbe.
Así pues, uno de los grandes momentos de la temporada, el State Farm Missouri Valley Conference, dará comienzo el 5 de Marzo y terminará el 8 con la gran final que será televisada a nivel nacional. Todos los partidos de esta fase final se jugarán, como es costumbre, en Saint Louis, Missouri. Creighton se enfrentará ante el vencedor de la eliminatoria entre Missouri State y Wichita State y, si venciera, se enfrentaría en semifinales al ganador de la eliminatoria entre Evansville e Illinois State.
Creighton ha ganado diez veces esta competeción, las seis últimas en los últimos diez años. La última vez fue en 2007. El año pasado, cayeron en semifinales ante Drake que, a la postre, sería el ganador final. Gracias, en gran parte, al trabajo del que fue el MVP de la Conferencia (Premio Larry Bird), Adam Emmenecker, que les metió 20 puntos en semifinales y lograría otros 16 en la final. Emmenecker juega ahora para los Frankfurt Skyliners de la Liga Alemana. A pesar de caer en semifinales, ese año Booker Woodfox, al mejor sexto hombre, y P'Allen Stinnet, al mejor freshman y recién llegado, también fueron premiados entre lo mejor de la conferencia.
Sin embargo, solo hace falta echarle un vistazo a las estadísticas históricas de esta fase final de conferencia para darse cuenta del nivel que ha mantenido en los últimos años. Entre los MVPs de los últimos 25 años, tenemos a gente del nivel de Rodney Buford, que lo ganó en 1999 y que además de jugar para Creighton y para los Heat, los Sixers o los Grizzlies ha jugado en Panathinaikos y Maccabi. Ashraf Amaya, que fue medalla de bronce en el Mundial de Grecia y campeón de la Saporta con el Maroussi y que ganó el MVP de la fase final de la conferencia en 1993. En 2003, lo ganó Kyle Korver. Rico Hill, que jugó en Fuenlabrada, Estudiantes y Clippers lo ganó en 1997. Bob Harstad, que jugó con Creighton, y en España con Cajacantabria, Albacete, Estudiantes, Gijón y Ourense quedó segundo en 1990. Y Hersey Hawkins, gran escolta que era la segunda opción detrás de Barkley en los Sixers de principios de los noventa y una pieza fundamental de los Sonics de Payton y Kemp que llegaron a semifinales, lo ganó en 1988. Y a pesar de que no ganaron el título de MVP, también destacan muchos nombres si miramos las estadísticas históricas del State Farm Missouri Valley Conference. Nombres como el escolta de los Raptors y ex del Maccabi, Anthony Parker, que nació en la capital de Iowa y jugó para Bradley, Troy Hudson, Patrick O'Bryant o aquel rocoso pívot de los Sonics, Benoit Benjamin, que también jugó en los Nets, Lakers, Grizzlies, Clippers, Bucks, Raptors, Sixers, Cavaliers, Peristeri y Argentina y que lideró a la Universidad de Creighton en tapones durante sus años universitarios. Sin olvidar, que en años más lejanos, Larry Bird, que ahora da nombre al título de MVP de la Liga Regular o Xavier McDaniel, se lucieron en las canchas de esta conferencia.
Así pues, empieza lo que llaman el "Arch Madness." En poco más de una semana, sabremos si los chicos de Creighton ganan su decimoprimer título de conferencia y podremos conocer qué equipo de la Missouri Valley disfrutará de luchar por el campeonato de la NCAA. Empieza lo bueno y Casey Harriman seguro que juega sus diez minutillos por partido. Seguiremos informando. Os dejo con un video sobre la última vez que ganaron en 2007:
domingo, 1 de marzo de 2009
Jack Hobbs
Pregunta: ¿Por qué sigo escribiendo este blog?
Críquet: "...es un deporte de bate y pelota, en el que se enfrentan dos equipos de once jugadores cada uno. Se juega en un campo de hierba, más o menos ovalado (elíptico), cuya extensión no debe ser inferior a la de uno de fútbol. En el centro del campo hay un terreno rectangular al que se le conoce con el nombre de pitch. Originado en su forma organizada en Inglaterra, el críquet es popular principalmente en los países de la Mancomunidad Británica de Naciones. En los países del Subcontinente Indio, es el deporte de masas, mientras en otros países, como Inglaterra y Australia es el mayor deporte veraniego." (Wikipedia)
India: "La India (devánagari: भारत Bhārat), oficialmente la República de la India (devánagari: भारत गणराज्य, Bhārat Gaṇarājya), país del sur de Asia que comprende la mayor parte del subcontinente indio. Es el segundo país más poblado del mundo (después de China), con 1.100 millones de habitantes (estimado en 2004) y más de cien lenguas distintas. Con 3.287.590 km² es el séptimo país más extenso del planeta.
La India limita al oeste con Pakistán;[1] con Nepal, Bhután y China al noreste; y con Myanmar y Bangladesh al este. Próximas a sus costas en el Océano Índico se encuentran las islas de Ceilán o Sri Lanka y las Maldivas." (...) "Los deportes nacionales de la India son el críquet (Campeón del Mundo en 1983) y el hockey sobre hierba (Campeón del Mundo en 1975)." (Wikipedia)
Sir John Berry Hobbs, más conocido como Jack Hobbs, fue uno de los jugadores de críquet más reputados de la historia. Murió en 1963 a los 75 años de edad tras jugar como bateador para Inglaterra y Surrey y coronar su carrera deportiva al ser elegido por un grupo de expertos, junto con Sir Donald Bradman, Sir Garfield Sobers, Shane Warne y Sir Viv Richards, como uno de los cinco miembros del Wisden Cricketers of the Century.
Ricky Thomas Ponting, nacido hace 34 años en Tasmania, Australia, es el actual capitán de la selección australiana de cricket y uno de los mejores jugadores en activo. A lo largo de su carrera, Ponting ha tenido altibajos por motivos de disciplina y forma física, pero hoy en día es uno de los bateadores más finos y se le considera entre los cinco mejores jugadores del mundo.
Pregunta: ¿Qué jugador de críquet ha anotado más veces?
Respuestas: Nunca tires la toalla y... no pierdes nada por ver Slumdog Millionaire.