martes, 31 de agosto de 2010

Javier Gómez


Hace un par de días me encontré de fiesta con un antiguo periodista de una cadena local de mi ciudad. El tío se hizo con un nombre a base de inventarse conspiraciones, soltar peroratas demagógicas, insultar con verbo fácil y hacer un periodismo oportunista, barriobajero y subjetivo que ahora está muy de moda. No lo inventó él, por supuesto, ni tan siquiera lo mejoró. A veces, incluso presentaba la sección de deportes del informativo local y se lucía con su pose tiesa y ese humor tan personal que le llevaba a anunciar la presencia de Iñigo Larrainzar en el once inicial del Athletic Club para el partido dominical con comentarios jocosos sobre la suerte que iba a tener el extremo al que le tocara atacar por esa banda y lo bien que se lo iba a pasar. Periodismo del bueno, del rico, rico, del que hablaba Kapuscinski, de ese que se sirve de la información-espectáculo.
Pero de este tío mejor no digo el nombre.
Bastante tenemos ahora con otros que, encima, tienen más cobertura e incluso reciben muchas loas. Tampoco voy a repetir nombres. Ni voy a volver otra vez con aquello de que no me gustan las secciones deportivas de los servicios informativos de ninguna televisión o de cualquier televisión. De hecho, no querría ni haber escrito esta entrada. Había dejado de verlos. Una vez a la semana, si me acuerdo, cae el de la EITB, pero no he vuelto a ver Cuatro, ni había visto el de La Sexta hasta hoy que no me apetecía levantarme a por el mando a distancia que había dejado sobre la mesa de la cocina.
Y el amigo Javier Gómez me ha chafado el plan. Se ha aclimatado pronto al tono de los videos que presenta (a la larga, qué mal nos hizo el Canal Plus con sus reportajes deportivos) y le ha entrado la inspiración humorística. Hoy ha soltado una perla con la que quería anunciar el interés del Milán por Robinho. Según lo han dicho ellos, que, al fin y al cabo, ni han dado la noticia porque no tenía ni pies ni cabeza, Robinho vendría a ser ya nuevo jugador del Milán y Javier Gómez alertaba de los problemas de intendencia que iban a tener los milaneses cuando salieran de viaje. Su frase ha venido a ser algo así como: "con Robinho y Ronaldinho el Milán va a tener que pedir minibares con candado en los hoteles." Todo un lujo. Su compañera ha soltado una sonrisilla nerviosa. El presentador de la sexta tiene pocos más de treinta años y un currículum que ya luce porque, según la web de la cadena para la que trabaja, desde que se licenció por la Complu, ha trabajado para El Mundo y Canal + Francia amén de otras agencias, periódicos, radios y televisiones. No lo discuto. Ni tan siquiera me importa. Bostezo. Pero, oye, a mí el chiste... No me ha hecho gracia. ¿Seré soso? Probablemente, mucho más que Manolo Lama, qué putada la mía.

Laurent Fignon


Adiós al Profesor. Ya no llevaba coleta, pero cuando lo hacía, y también lucía sus gafas de patilla fina, se ganó aquel apodo. Y sentó cátedra. Una cátedra generacional cuando en 1984 se llevó el Tour y cinco etapas y con ellas arrastró a Bernard Hinault a los libros de historia. Con cincuenta años, tras uno de lucha contra un cáncer de estómago, el corredor francés ha llegado a meta. Atrás quedan más de 50 victorias, muchas de la mano de Cyrille Guimard, otro de famosas gafas, con el que hizo historia en el Renault, el System U y el Castorama, nombres que aún les suenan a gloria a los franceses. Algunos se quedarán con sus declaraciones salidas de tono, su escupitajo a la cámara de televisión, sus dos positivos por anfetaminas o los 8 segundos que le separaron de batir a Greg Lemond en el último momento de gloria que le quedaba. Pero, Fignon tendrá una entrada en la enciclopedia histórica del ciclismo internacional y estará engalanada con 2 Tours de Francia (con 9 etapas), 1 Giro de Italia (más 4 etapas) y 3º en la Vuelta del 1987 (más dos etapas). Y aún queda, porque Laurent Fignon también ganó el Criterium Internacional, el Campeonato de Francia, la Flecha Valona, la Milán-San Remo, la París-Camembert o el Gran Premio de las Naciones por solo decir algunos.
Hoy tendrá otro hueco en el primer lugar del cajón, se le recordará en la prensa escrita y en las televisiones y volverán a aparecer junto a él Greg Lemond, Bernard Hinault, Francesco Moser o Lucho Herrera. Seguro que a él no le hará ni puta gracia.

lunes, 30 de agosto de 2010

Roko Leni Ukic


Bueno, qué casualidad. Hoy he visto por primera vez Marca TV y, de paso, el mejor partido de lo que va de Campeonato del Mundo según la versión digital de Marca (sin TV). No sé cuántos canales tengo en casa, pero los justos, y creo que mi tele tiene tedeté pero no sé cómo funciona. No tengo teledeporte ni eurosport. El domingo vi la etapa de la Vuelta por Internet. Pero hoy estaba en casa de mis suegros a los que habían traído una tele nueva llena de canales que ni conocía. ¡Tenían hasta Al Jazeera! En fin. El caso es que se ha puesto Marca TV por inercia y nos hemos puesto a ver el Croacia-Eslovenia por inercia y no hemos dejado de verlo por inercia. O porque el partido ha estado emocionante y repleto de jugadas y jugadores muy interesantes.
Vaya por delante que Roko Leni Ukic es una debilidad personal. Estéticamente, me encanta su juego. Si tuviera que elegir ser un jugador de baloncesto, querría ser Roko Leni Ukic pero siendo capaz de llevar mis cualidades técnicas y físicas hasta el nivel más alto, porque creo que el croata no lo hace. Bota como el mejor, dribla como el que más, tiene buen tiro y como decía hoy Peinado (o Loncar, no sé quién era, pero Djordjevic no) probablemente sea el mejor jugador de Europa jugándose la última posesión. Ukic ha conseguido hoy 20 puntos y 7 asistencias, pero su equipo ha perdido. Pasó por Baskonia como si se hubiera quedado a medio camino, y parecido por Barcelona. En Lottomatica no sé lo que hizo pero en los Raptors por lo menos dejó una actuación memorable, de más de 20 puntos y con protagonismo al final, ante Tony Parker. Con los Bucks, 3 puntos de media por partido y 11 en su última temporada en Turquía. Me sabe a poco. Pero bueno, aún tiene 26 años.
El partido ha sido emocionante, con Croacia dominando, Eslovenia remontando, Eslovenia escapándose, Croacia recuperándose y Eslovenia rematando. Ha habido un momento en el que parecía que hasta Josep Vrankovic y papá Becirovic se iban a poner a tirar triples. ¡Triples a tablero!
Por Croacia, además de Ukic, Marko Popovic hacía lo de siempre, ahora la cago, ahora me salgo. Marko Tomas se lucía y luego desaparecía. Ante Tomic se borraba por faltas. Zoric luchaba como un buen pivot bregador balcánico. Y Bogdanovic demostraba que aún tiene 21 años (espero que haya tomado notas de la lección que le ha dado Nachbar). Conocí a Vrankovic como jugador, pero como entrenador no tenía noticias de él. Por ahora los resultados no le acompañan, y no he entendido muchas de las decisiones que ha tomado hoy. ¿Qué le pasa con Banic? ¿Kressimir Loncar ya no vale? ¿¡Dónde estaba Planinic!? Por no hablar del trabajo de juvenil de Davor Kus.
Por Eslovenia, Mehmed Becirovic ha conseguido de sobra que no se noten las ausencias. El carácter fajador y colectivo del equipo es de nota. Jugadores no le faltan. Dragic ya ha demostrado esta temporada en la NBA que puede ser un jugador desequilibrante (hoy: 14 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias). Lakovic se entiende de maravilla con él (hoy: 15 puntos y 4 asistencias). Slokar hace mucho con poco (hoy: 15 puntos y 6 rebotes). Nachbar es algo más que un capitán (hoy: 11 puntos y 5 rebotes). Y Vidmar, Brezec y Zupan tienen movilidad, rebote y compromiso. Samo Udrih ha puesto el resto, sobre todo al final.
No ha estado mal. Hacía tiempo que no disfrutaba del baloncesto por el baloncesto, sin vínculos emocionales, sin querer que ganara el uno o el otro. Además, a pesar del coñazo del Valladolid-Las Palmas, me lo he pasado bien escuchando a Loncar y a Djordjevic, y eso que no han contado nada interesante. Por lo menos, creo que he aprendido a pronunciar Khimki (¿se pronuncia jimki o algo así?) Lo dejo con el recuerdo de aquel medio minuto de gloria de Ukic y Splitter en un partido que ya estaba ganado:

domingo, 29 de agosto de 2010

Yauheni Hutarovich


¿Dónde está Bielorrusia? Joder, yo qué sé, habrá que preguntarle a Freire. Y es que lo mejor de la etapa de hoy en la Vuelta a España ha sido el sentido del humor del cántabro. Ni se ha metido en el esprint, así que cuando le han preguntado por la victoria de Hutarovich, ha contestado que ni le conocía, que no había oído ese nombre en su vida. Qué cabrón el dormilón (yo también lo digo con humor). Sabe de sobra quién es el bielorruso, seguro que en alguna de sus más de quince victorias, Óscar Freire le vio alzar los brazos de cerca. Aún no había ganado en una grande, pero que era rápido ya lo había demostrado en el Tour del Mediterráneo, la Vuelta a Polonia, la Vuelta a Burgos o el Tour de Poitou-Charentes (por cierto, ¡enhorabuena Markel!)
Apuesto a que Freire le importa un pepino dónde está Minsk. Quizás se acuerda de que David, el novio de Phoebe interpretado por Hank Azaria en Friends se iba hasta allí para estudiar la destilación de partículas subatómicas. Aunque en Friends decían que Minsk estaba en Rusia, pero bueno. No creo que Freire haya oído nunca el nombre de estos dos, en fin.
Me pregunto si sabrá quiénes son Kanstantsin Siutsou, Alexander Kuchynski o Vasil Kiryienka. El primero ha ganado ya en el Giro, el segundo se conformó con el de Abruzzo y Kiryienka a parte de trabajar como un burro, también sabe lo que es ganar en el Giro. ¿Le sonarán a Freire? ¿Y Aleksandr Lukashenko? Pues no. Pero si le preguntas, seguro que se le ocurre algo ocurrente.

Mikhail Torrance


No se puede tener un corazón grande en el baloncesto. Hace ya cinco años, con 28 años, Jason Collier falleció por problemas coronarios. Era el segundo jugador en activo en la NBA que fallecía en el siglo XXI después de la muerte en accidente de tráfico de Malik Sealy, cinco años antes también. Según dijeron los médicos, Collier tenía el corazón anormalmente agrandado. Hace un año, el base y estrella de la marea púrpura de la Universidad de Alabama, anunció que tenía problemas cardíacos. También su corazón era demasiado grande. Torrance tomaba el relevo a otro buen puñado de jugadores que habían crecido en Alabama para triunfar en la NBA: Robert Horry, Antonio McDyess, Latrell Sprewell, Gerald Wallace y Maurice Williams. También Richard Hendrix salió de allí. Y Mikhail Torrance aspiraba a jugar el campeonato norteamericano, pero ni tan siquiera le aceptaron los Miami Heat para la Summer League. Su corazón era muy grande, demasiado grande. Aún así, Torrance siguió luchando con los médicos y anunció que tenía su consentimiento para seguir jugando al baloncesto. Sin suerte en su continente, cruzó el charco a Europa, y no a cualquier equipo, al Maccabi de Tel Aviv de David Blatt donde volvía a encontrarse con Richard Hendrix. Sin embargo, la semana pasada, Torrance se desplomó durante un entrenamiento. Sufrió un ataque al corazón. Su evolución es lenta y difícil. Pero ha tenido más suerte que Jason Collier, quizás su corazón era un poquito más pequeño. Puede que, cuando se recupere, aún le quede algo más difícil que conseguir: descubrir qué puede o quiere ser si su corazón no le deja ser jugador de baloncesto.

Anthonius Johannes "Anton" Geesink


Digo yo que más o menos faltarían 10 minutos para terminar la primera parte. M y A beben coca-cola, yo uno de esos zumos de manzana que no sé cómo pedir, y siempre digo, uno de esos verdes que tienes ahí. Un par de personas más le prestan atención al partido. Empate a cero. El Rico Pérez se ve luminoso y colorido. La música de las máquinas tragaperras es más ruido que melodía. Yo digo:
- Tengo que escribir una entrada sobre Anton Geeeeesink.
- Ése no será el padre de Ge...
- ¿Quién?
- No, no, éste se escribe con dos es.
- ¿Y quién era ése?
- El judoka...
- El que ganó por primera vez a un japonés. En las Olimpiadas de hace tiempo ya ganó a un japonés y luego hubo una ola de suicidios y todo.
- Ah.
- Sí.
- ¿Y de dónde era?
- Holandés.
- ¿Qué deporte era?
- Ka... judo.
- Ah.
- Además era uno de esos que era obrero e intentó ser luchador, pero la federación no le dejó por algo de que era profesional y se fue a Japón y aprendió todo lo que pudo sobre las artes marciales. Vamos, que se podría hacer una película con él.
- Ya.
Final de la primera parte. Ya tengo escrita la entrada. Después, vendría el gol de Llorente al comienzo de la primera parte. Ya no se habló más sobre judo.

sábado, 28 de agosto de 2010

Asier "Piru" Gómez Baños


Yo lo que prometo entre katxis, en medio de una txozna, lo cumplo, qué remedio, sobre todo cuando llega el mediodía del día siguiente y aún estoy de resaca, qué viejo (nos hacemos y bla bla bla).
Si queréis una crónica en serio, detallada y profesional de la Hiri Krosa de la Aste Nagusia de Bilbao, ya sabéis a dónde acudir: pormaratones. Con material videográfico y todo, qué pasada.
El caso, fíjate el dato: ganó Iván Fernández, otra vez, con un tiempo de 18:08... Y, milagrosamente, 12 minutos después, llegó un servidor, en pleno esprint con el protagonista de la entrada, el profesional de la fisioterapia y exportero del Barakaldo (equipos inferiores, sí, sí), amén de autor de frases célebres que no repetiré aquí, Asier Gómez Baños, alias, Piru, y no me preguntes por qué.
Fue un día chulo. Ligero viento, aguantó la lluvia, buena temperatura, y pocas esperanzas de principio en el grupeto. Nos reunimos seis indispensables: el de las Asics y el de la Rosa en cabeza, a su ritmo, nos cruzamos junto al Guggy, y ya no les volvimos a ver. Hicieron en torno a 24 y medio. Creo que estaban contentos. El tercero, R, se perdió por el medio, es lo malo de estar entre dos tierras estoy y no dejas aire que respirar (no, no me gusta Bunbury). Y, por fin, iba el pelotón, M, con su correr saltarín, AGB, sobrado, haciendo de liebre y yo, claro. Me quedé atrás al principio, a lo mío, pero me los encontré antes del Ayuntamiento y se empeñaron en arrastrarme como a un saco de patatas. Lo que no sabían (no lo sabía ni yo), es que al virar en el Euskalduna me iba a sentir pletórico. Llevábamos dieciocho minutos, el ganador ya estaba casi en la ducha y a nosotros nos quedaban casi 3 km. M dijo yo no puedo tira payá cuando ya habíamos dejado atrás el dichoso edificio de Frank O. Gehry (¿era Gehry?, joder). El amigo Piru se cabreaba conmigo: cuando lleguemos a meta te voy a soltar unas ostias, decía, pero yo aumentaba el ritmo en silencio y seguíamos adelantando a peña. Eso sí, llegando a Ripa me pesaba la tripa, ya no era lo mismo, y el cabrón del fisioterapeuta se reía de mí, ya no puedes, ¿eh?, hasta aceleró subiendo la cuesta que lleva al puente del Arriaga, pero yo ya llevo con esta seis carreras y sufro como un jodido gordo que corre, que es lo que soy, así que he aprendido a sufrir como un jodido gordo que corre, apreté los dientes y aguanté la caja y tiré para cogerle, cabrón, se dio la vuelta y cuando me vió se reía, y aceleramos los dos, la gente ya bajaba a trote y nosotros metiéndonos los codos entre risas para ver quién ganaba la patética lucha por el puesto vete tú a saber (¿800, 900, 1000?)... ¿Y quién ganó? Gané yo, claro, pero solo porque nuestro amigo se paró antes, tío, que la meta era el hinchable rojo no el verde, te pasó como a Mauricio Ardila Cano, y el ganador fue Samu, así que el ganador también soy yo, jeje. Cuánta pena.
En fin, eso fue todo, unos treinta minutos. Unos segundos después llegó M, que anda fundido con su pie y le da más a la bicicleta. Sin embargo, en Noviembre, seguro que en la Behobia me espera ya duchado y todo. Ese es el próximo gran objetivo, aunque quién sabe si habrá alguna otra ocasión antes de que llegue. Este rollo está bien, unas risas con los amigos, un poco de sudor, y el valor de superarte a ti mismo, porque lo que es ganar, no ganamos más que para que nos regalen camisetas de talla de niño.
Lo dicho, si queréis una buena crónica, el link de arriba. Y ya que le he hecho protagonista, si tenéis problemas de espalda, visitad la Piruclínica, que es como la llamo yo, pero tiene otro nombre mucho más formal y profesional. Y, que no se me enfade, en el mismo barrio, también tenéis al camarada Enjamio, que estará en la crónica de la Behobia, vosotros elegís, yo ya he hecho suficiente publicidad (y suficientemente el chorra).
A ver si como algo. Salud, gora marijaia y enhorabuena a todos los que salieron y llegaron corriendo al Arenal ayer.
Por cierto, en la foto estoy yo, ¿no?

viernes, 27 de agosto de 2010

Julian Dean


El veterano ex-campeón en ruta de Nueva Zelanda correrá este año la Vuelta después de haber hecho también Tour y Giro. Ya sé que Sastre también lo hace, pero ya usé su nombre, creo, y, si no, me lo reservo. Dean, que en 2009 fue el compañero de Freire recibiendo disparos de un rifle de aire comprimiedo en el Tour, me sirve para encabezar la entrada de prolegómeno a la Vuelta a España que empieza mañana.
Y se presenta emocionante. Buen recorrido y buen pelotón. Cambio de maillot y polémicas sobre seguridad. La Vuelta dio que hablar durante el Tour con el anuncio del regreso al País Vasco para próximas ediciones. Una vez acabado el Tour, y con necesidad de noticias, se pasó a hablar de participantes y recorridos. Ha habido entrevistas para parar un carro. Han entrevistado hasta a Valverde. Y mira que ha habido noticias: desaparece Cerveló, Gianetti y Matxin consiguen dinero, también Unzué, las renovaciones de Samuel y Antón, la fallida de Intxausti, la victoria de Raúl Alcalá en el campeonato nacional de México a los 46 años, los rumores sobre el regreso de Manolo Saiz, el nuevo equipo luxemburgues, el nuevo equipo de Contador... Muchas.
El caso es que como decía, la Vuelta regresa mañana con un recorrido que, según los expertos, decidirá su ganador en Asturias. Dicen que la Vuelta es montañosa, y quizás lo digan porque solo hay dos cronos, la primera etapa, y una crono larga en Peñafiel cerquita ya del final. Hay varias subidas en alto, incluyendo el regreso a los míticos Lagos de Covadonga, aunque este año aparecen solos en el perfil. Todo el mundo habla del nuevo Mortirolo, el nuevo Angliru, la Bola del Mundo, un apéndice de Navacerrada que convierte este puerto en una pendiente de 21 km. Sin embargo, el tríptico del norte, con Peña Cabarga, los Lagos y, sobre todo, el final en Cotobello con el puerto de San Lorenzo de aperitivo parece que serán los jueces de la contienda. Y aún hay más, porque el Xorret de Catí y la visita obligada a Andorra, esta vez Pal, pondrán dos cimas más para endurecer las piernas de los ciclistas. A parte de estas, Málaga y Murcia recibirán a la Vuelta con dos puertos a unos 30 km de meta, el de Málaga de primera, el de Murcia de segunda, y la etapa que termina en Alcoy es un auténtico rompepiernas con siete puertos de tercera y segunda, seis de ellos en carrusel hasta final de meta. Así pues, por altimetría que no sea.
Sobre el pelotón, destaca que, a pesar de que sea la vuelta más montañosa de los últimos años, se verá un auténtico duelo de esprinters. A los Bennati, Cavendish y Farrar, hay que unir a Hushovd, Koldo Fernández de Larrea, Freire, Hutarovich, Goss, que viene de ganar en Plouay, Haedo, Weylandt, Van Avermaert, Forster y el trío calavera del Lampre con Bole, Petacchi y Danilo Hondo. Lo mejor de lo mejor para intentar destronar al velocista de la isla de Man.
A parte de los esprinters, el Ag2r pondrá en liza a Riblon, Nocentini y Nicolas Roche, que sigue creciendo. Andalucía intentará dejar el liderato a Marchante y estar en todas las escaramuzas. Astaná viene con seis kazajos, pero sin Vinokourov y con los eficaces Davis, Gasparotto y Jufre. El Bouygues tendrá a Tschopp para la montaña y a Trofimov y Vogondy para las escapadas. Los de Unzué son mis favoritos para la clasificación por equipos con aspirantes como Rubén Plaza, David Arroyo, Luis León Sánchez o Marzio Bruseghin. El Cerveló de Van Poppel cuenta con el número 1, Iñigo Cuesta, y un buen puñado de veteranos, Sastre, Hushovd y Tondo. El Cofidis será Moncoutié. El Euskaltel con las bazas de Antón e Intxausti, más la veterania de Egoi y Txurruka y la posible sorpresa del navarro Nieve. El Footon, antes de crecer y ser Geox, apostará por Durán, el suizo Vitoria para llegadas rápidas y el veterano Cheula. La FDJ, a la que aún le queda por descartar un corredor, pondrá en liza a una pandilla de aventureros encabezada por Meersman, Le Mevel y Offredo. El Garmin trae a Millar, Zabriskie, Vandevelde y el holandés Kreder. El Columbia al susodicho inglés, más los Velits y la promesa americana Tejay Van Garderen. El Katusha a explotar a Joaquim una vez más, junto con Ignatiev, Kolobnev o Caruso. El Lampre revivirá de sus cenizas al kazajo Kashechkin, el Milram le dará otra oportunidad a Fothen y Fröhlinger aparecerá cuesta arriba. El Liquigas tiene dos ases en la manga: Nibali y Kreuzinger. El Omega Pharma seguro que luce con Gilbert y Van Goolen y atención al desconocido veterano francés Peraud. El Quick Step con Barredo y dos italianos rápidos como Cataldo y Tossatto. El Rabobank con un buen equipo para arropar a Menchov con Mauricio Ardila Cano, Laurens ten Dam y Gárate. El Saxo Bank, a lo grande, con Cancellara, Larsson y los dos Schleck, que probablemente, intercambien papeles. El Sky con el indispensable Flecha, más Lokvist, Gerrans y Augustyn. Y, por último, los gallegos, que tienen la mosca detrás de la oreja, y que darán guerra con los clásicos David García Dapena y Veloso, pero sobre todo con Ezequiel Mosquera.
Como el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y yo ya llevo tres con esta, tiro otra piedra y haré otra vez la votación para ver quiénes son vuestros favoritos. Por lo demás, a esperar que todo empiece ya. Fin de semana deportivo: empieza la Vuelta, empieza el Campeonato del Mundo de baloncesto, vuelve la Liga y esta tarde los asiduos al blog del tío de las Asics y un servidor repetimos carrerita por el Guggenheim en la Hiri Krossa de la Aste Nagusia. Ya habrá crónicas. Feliz finde.

lunes, 23 de agosto de 2010

José María Sanz Beltrán


No sé si decir que muchos, pero, al menos, un número considerable de deportistas se han dedicado luego al asunto de la música. Desde Álvaro Benito hasta nuestro protagonista, el catalán Loquillo, pasando por otros ejemplos poco afortunados como el del Mono Burgos o Julio Iglesias, solo por nombrar algunos de los más conocidos. De todos ellos, por supuesto, no era difícil averiguarlo, me quedo con el Loco.
Ayer acudí a su concierto en el escenario de Botica Vieja, en Bilbao. Bien acompañado por una banda efectiva y experimentada, Laura Gómez-Palma al bajo, que pasó de escondida a tímida protagonista, Igor Paskual a la guitarra, ágil y rítmico como ninguno, un dechado de movimientos clásicos del rock (ganaría un concurso del guitar hero sin duda), Jaime Stinus a la otra guitarra, llevó el camino contrario al de Laura y ponía la rabia sosegada, el francés Laurent Castagnet elegante a la batería, (y presentado por el propio Loquillo bajo el sobrenombre de Zidane)y el más joven de todos, Santi Comet, la parte masculina de Los Peces, que ya fuera músico de acompañamiento de los aragoneses Amaral. Todo esto lo sé porque se dijo allí o porque Internet es un cajón sin fondo.
El concierto, sin mácula, fue un ejemplo de lo que hace la experiencia y la profesionalidad cuando viene sirviendo música bien escrita y ejecutada. Loquillo, con su presencia heredera de frontmen duros y con personalidad, tiró de histrionismo clásico y no rebajó el entusiasmo en ningún momento. Jugábamos a sacarle parecidos, y, por sorpresa, ganó Anthony Blake. El bis final fue mejor que la traca de los fuegos, que nunca veo, siempre miro para el suelo, y se despidió con un cadillac solitario bien aparcado en doble fila, de rodillas y con chaqueta negra y brillos de cabaré rockero.
Nos dejó buen sabor de boca. Y creo que con él, si no hay alguna otra visita sorpresa a Bilborock o algo furtivo en el mismo escenario, se acaban los conciertos de esta fiesta para nuestro pequeño grupo. Ayer fueron los barakaldeses Porco Bravo, con más de lo mismo pero un poco mejor y la Bien Querida en un escenario plagado de bachilleres de ropa de marca, parejas con helados de sabor a tarta de queso con frambuesa y extranjeros que miraban de reojo a un Guggenheim adormecido.
¿Dónde está el deporte?
Pues en el concierto de La Bien Querida vimos pasar a Guillermo Fernández, juvenil precoz que dicen apunta a la delantera del primer equipo de la ciudad. Más: junto a la batería de Castagnet, lucía una camiseta verde con el número cinco de Kevin Garnett. Y por supuesto, nadie olvida que antes de ser Loquillo, José María Sanz Beltrán, nacido hace casi cincuenta años en El Clot, Barcelona, compartió banquillo con Epi en el Colegio Alpe, debutó con el Cotonificio con Aíto García Reneses de entrenador (Loquillo ha dicho: "de él aprendí cosas que luego me han servido en la vida: me enseñó a tener disciplina y a creer en mí mismo") y llegó a ser considerado una promesa del baloncesto español antes de abandonarlo por el rock and roll y la religión de Elvis. Para muestra, el vídeo de "Memoria de jóvenes airados", que cayó también en el concierto de ayer, y donde se puede ver a Epi, Andrés Jiménez, Manolo Flores, Agustí Cuesta y Javier Mendiburu padre.
De bis, dejo al aire la siguiente pregunta: ¿sabrá Nenad Krstic quién es Loquillo?

jueves, 19 de agosto de 2010

Simon Carr


Es lo que tiene el verano, que no enciendo la tele más que para ver ciclismo. No me preguntes que dan en la programación. No tengo ni idea. Si durante el calendario laboral ya la veo poco, en verano ni te cuento. Así que los días que no se alarga la noche por otras cuestiones, toca visita al videoclub y película para anticipar las ganas de irte a la cama. Y esta semana, de casualidad, las dos últimas películas han tenido que ver con el deporte.
Primero, la última, la que más tiene que ver con deporte, en este caso, con rugby. Ayer tocó ver Invictus, la película de Clint Eastwood, con Morgan Freeman en el papel de Nelson Mandela y Matt Damon en el de François Pienaar que toma como base el exitoso libro de John Carlin Playing the Enemy, traducida al castellano como El factor humano. No he leído el libro, a pesar de las insistentes recomendaciones de Segurola. Pero tiene buena pinta. Apuesto a que cumple con la máxima que dice que el libro es siempre mejor que la película. Lo que si he hecho ha sido leer un par de entrevistas a John Carlin, y no cabe duda de que lo que cuenta, y la intensidad con que lo cuenta, me emociona más que la forma y el estilo con el que Clint Eastwood lo ha traducido al celuloide. La historia es arrebatadora y emocionante, forma parte de la historia del siglo XX y trasciende lo meramente deportivo. La historia paralela de Sudáfrica y el apartheid, bien ilustrada por el ámbito familiar de la familia Pienaar y la figura de Chester Williams, el único jugador de color de la selección springbrok, se citaron en un Mundial, el de 1995, que vivió el nacimiento de Jonah Lomu, probablemente el mejor jugador del mundo, en una selección, la de Nueva Zelanda, que maravilló en aquel Mundial pero no pudo con los ensayos de Joel Stansky, incluido el ganador, en la prórroga. Stansky, por cierto, era judío, como dice el mismo John Carlin, uno de los pocos judíos que ha jugado al rugby. En la película, su papel lo cubre el hijo de Clint Eastwood, Scott Eastwood.
Si me pongo a hacer de crítico, la película no me ha convencido. No me ha gustado el ritmo, que parece una crítica abstracta de aquellos que quieren hacerse los entendidos, y me decepcionó la filmación final del último partido. La historia, sin embargo, supera cualquier tipo de error técnico.
El día antes, nos vimos la película Solo ellos, protagonizada por Clive Owen, que hace de alter ego del periodista inglés Simon Carr. (Digresión: diez puntos a la música de Sigur Ros) Simon Carr, que ahora es columnista político de The Independent y es conocido por sus comentarios directos y sin tapujos, comenzó su carrera periodística en las secciones deportivas. Hace un año o así, publicó una autobiografía titulada The Boys Are Back in Town, en las que contaba su experiencia como padre en Australia, tras el fallecimiento de su mujer de cáncer y al tenerse que ocupar del hijo de ambos, de cinco años, y de otro hijo de un anterior matrimonio que le visitaba desde Inglaterra. A lo largo de la película, se hacen comentarios sobre la vida laboral de Carr, un artículo sobre Nadal, comentarios hacia la anatomía de las hermanas Williams y de Michael Phelps... Se ve que fue un comentarista ácido y sin pelos en la lengua, ahora que hace lo mismo pero hablando de Gordon Brown y compañía, no sé si se la morderá un poco más. La película no está mal, pero es irregular, como lo era Shine, el primer éxito del director Scott Hicks que también se hace cargo de la adaptación de la historia de Simon Carr. Carr cuenta con una biografía mucho más intensa de lo que parece en la película, donde es retratado como un excéntrico y malhumorado inglés en una Australia que no se parece a la de los libros de Billy Bryson (guiño en la peli), ya que ayudó a fundar The Independent en los 80, formó parte de la Grumpy Generation y llegó a ser portavoz del gobierno.
Si he de decir la verdad, después de ver las dos, me han entrado más ganas de jugar al rugby que de ser padre.

domingo, 15 de agosto de 2010

Ezequiel Mosquera


Las 10 y 30 de la mañana de un domingo tímidamente soleado. Ayer la ciudad estaba muerta. Agosto deja las calles como la plaza de Ochate. Vacío. Me aburro. Me ha tocado madrugar. Últimamente solo hablo de baloncesto y ciclismo, ¿verdad? Es verano, y las bicicletas, ya lo decía Fernando Fernán Gómez, son para el verano. Así que ahí va una batería de reflexiones resacosas mientras miro por la ventana como se me seca el geranio: me alegro por Haimar Zubeldia. A los 33 años vuelve a ganar. Le echo de menos con el maillot naranja, sufriendo como el que más para quedar entre los diez primeros, los triunfos sin brillo, los que más me gustan. También me pregunto: ¿Cuántas vueltas a Portugal será capaz de ganar David Blanco? ¿Se nacionalizará colombiano Óscar Sevilla? También me alegro porque el señor César Alierta haya decidido invertir en ciclismo, es una noticia muy positiva. Y también es un misterio: ¿cómo lo consigue Matxin? Otra gran noticia: las zapatillas que respiran participan en el pelotón. Es bueno. También tengo polémica: veamos, hablemos de que la Vuelta regresa al País Vasco. Ajeno a la política: la noticia es cojonuda. Cojonuda para los aficionados, una grande pasa por casa. Cojonuda para la Vuelta, etapas trampa, etapas decisivas, etapas añejas, con olor a hazaña. Pero también pienso: ¿es por el ciclismo? ¿Y la Subida a Urkiola y la Bicicleta Vasca? ¿Solo merece la pena lo grande? Yo echo de menos esas carreras, tanto como a Zubeldia. Si es por el ciclismo, ¿quién les ayudará a ellos? ¿Caerán otras? Ni todas los caminos llevan a París, ni todas las carreras pueden terminar en Madrid. Otra reflexión, Jan, ¿por qué te desgastas? Una dolorosa: estés donde estés, descansa en paz, Víctor Jiménez. Me acuerdo de Ricardo Otxoa. No entiendo a Beñat Intxausti, pero lo respeto. Tampoco entiendo lo de Amurrio, pero no lo entiendo. ¿Decidirá la Bola del Mundo? Dice José Carlos Jaenes que el propio Armstrong le comentó que el maratón es más duro que el ciclismo. Y la última que ya son las once y, el sol, definitivamente, se ha tumbado en el alféizar:
Los peregrinos llegan ya muy tocados a Melide, pero les queda poco. Arzua está cerca y desde Arzua, les queda menos aún. La plaza del Obradoiro y el Santo están a la vuelta de la esquina. En el albergue apenas se oyen voces. Conversan en voz baja, a veces hasta cierran los ojos. Estiran las piernas, se acarician los pies, tienen la piel bruñida por el sol y la lluvia. Solo hay un momento en el que se les ilumina la cara. Buscan las pulperías, se sientan en los bancos corridos, y esperan a que la pulpeira se acerque con el delantal sucio y un plato de madera redondo y colmado hasta arriba. Mastican sin prisa y brindan olvidando que les duelen los kilómetros. Pues bien, mi favorita es A Garnacha, en la esquina, recibidos con el pulpo hirviendo a la entrada. Pero la fama, con los periódicos, se lo ha llevado otra que está un poco más arriba, la pulpería Ezequiel. Un poco más abajo, en la acera de enfrente, hay otra pulpería que, según cuenta la gente, está reñida con la pulpería vecina. Se llama pulpería Mosquera. Ezequiel y Mosquera. Ezequiel Mosquera. Menos mal que él es de Pontevedra.

sábado, 14 de agosto de 2010

Iñigo Cuesta


Si antes hablamos de Sampaio en Portugal... Iñigo Cuesta no está muy acostumbrado a ver su nombre rotulado en los titulares de prensa. Esta semana, sin embargo, le ha tocado atender el teléfono. La organización de la Vuelta decidía otorgarle, a manera de homenaje, el dorsal número 1 para la próxima edición. Y es que ésa será la decimoséptima para él. 17 participaciones en 17 años que lleva como profesional. No ha fallado nunca. Hace ya tres que batió el récord de 14 participaciones que compartía con Eduardo Chozas, Federico Etxabe y Txomin Perurena. Con 41 años, en un par de semanas participará en una más. Y, una vez más, lo hará con un papel parecido, el de gregario de lujo.
Fue allá por 1994 cuando empezó. La Vuelta tenía nombres que ya no figuran en las clasificaciones: Miguel Indurain, Tony Rominger o Bjarne Riis. La Fundación Euskadi de Miguel Madariaga, por entonces sin el naranja de la compañía telefónica, tenía sus esperanzas puestas en Peio Ruiz Cabestany, pero la carretera le hizo un zurzido. Iñigo Cuesta pasó a ser el hombre importante del equipo. Y acabó 15º. Su mejor clasificación, a parte del 13º que consiguió en 2001. Buen escalador, buen contrarrelojista, profesional y trabajador, Manolo Saiz se lo llevó a la ONCE para convertirse en la clave de los triunfos de Laurent Jalabert o Alex Zulle. Con Saiz, consiguió su mejor éxito, la Vuelta al País Vasco que ganó con sufrimiento y suspense. No ha sido su única victoria, pero no tiene muchas más, otra etapa en la Dauphinè Liberè y otra en la Volta a Catalunya.
Con 41 años, Iñigo Cuesta reconocé que el secreto de su éxito es la ilusión que aún pone en su profesión, el amor por el ciclismo. Entrenar, una buena alimentación y descansar bien, ése es su secreto. De joven, aprendió de los buenos, especialmente de Alberto Leanizbarrutia, y es miembro del club de los románticos, de los Flecha, Horrillo y compañía, de los que disfrutan con la dureza de este deporte. En una entrevista de hace unos años a El Correo, comentaba:
«No se puede olvidar lo que es este deporte. Hay que venderlo como un espectáculo. Se pueden recortar algunas etapas, pero tiene que haber otras míticas, duras, con muchos puertos. Eso es lo que quiere la gente. Ver cómo se van quedando los ciclistas, sin necesidad de ataques. El ciclismo como ha sido siempre».
Un ciclista de los que ahora llaman antiguos, de los sufridores: «Cuando veo que el chaval pasa un momento malo, le digo que de los momentos buenos apenas se aprende. Hay que saber asimilar los momentos malos y recordarlos. Son los que te harán más fuerte».
Estoy seguro de que cuando se retire, muchos otros ciclistas guardarán un buen recuerdo del ciclista de Villarcayo, que ya da nombre a una importante marcha cicloturista organizada en su pueblo. A los que ayudó, a los Zulle, Jalabert, Basso o Sastre, les quedará un buen recuerdo del corredor burgalés. Como dijo Carlos Sastre, "Iñigo Cuesta es el que más se parece a mi mujer, sólo por la cantidad de noches que dormimos en la misma habitación." Pero, a parte de ellos, también los buenos aficionados le recordaremos, con su pedaleo tranquilo y su buena planta, al final del pelotón, esperando que cuando se empina la montaña, las primeras rampas le vean a él encabezando el pelotón. Un buen número 1 para empezar la Vuelta de 2010.

martes, 10 de agosto de 2010

Corey Fisher


La noticia es de ayer y ya parece una leyenda. Más o menos este es el resumen: el base de la Universidad de Vilanova, Corey Fisher, anotó 105 puntos en un partido de la Liga de Verano de la ciudad de New York. 105 de los 138 puntos de su equipo, con 72 puntos en la segunda parte y 23 de 28 en triples.
La leyenda consiste en que no hay video, pero la noticia se ha extendido por la red como el fuego. Ya se investiga si es cierto que hay un vídeo privado que, probablemente, se venda al mejor postor. Y la leyenda consiste también en que el partido, jugado a 40 minutos, se disputó en el Watson Gleason Playground, una cancha situada en el mismo centro del Bronx.
Los expertos internautas que se han hecho eco de la noticia tampoco es que se hayan puesto a flipar con las habilidades de Corey Fisher. No es la primera vez que se da una actuación tan espectacular en una liga de verano de este estilo (aunque los números de Fisher sean probablemente los mejores hasta ahora) porque, como comentan los que entienden, en este tipo de torneos brillan por su ausencia las defensas. Aunque los testigos de este partido comentan que el equipo contrario se lo tomó como algo personal e intentaron defensas diversas y múltiples ayudas para parar a un Corey Fisher en estado de gracia, o on fire, como dicen ellos.
El menudo base de Villanova aparece en el puesto 32 de la previsión del draft para 2011 de la página web nbadraft.net por Minnesota Timberwolves. El año pasado promedió algo más de 13 puntos por partido y Villanova cayó en la segunda ronda del torneo final por la NCAA contra Saint Mary's con 9 puntos de Corey Fisher que se quedó en 3-13 en tiros de campo. Es un base sobrio que juega, como dice un amigo, con el culo para fuera (Elmer Bennett, Omar Cook, Shammond Williams, por poner ejemplos de bases que han estado en España), de los que entran a canasta con caña de pescar. Por cierto, Corey Fisher, que destaca sobre todo por su temperamento y capacidad de lucha, es sobrino de Guy Fisher, aún hoy en la cárcel, antiguo dueño del Apollo Theater y miembro de la archifamosa organización criminal The Council, que tenía el control sobre la heroína en el Harlem de finales de los 70 y principios de los 80.
Se hablará más de esto, y cada verano más, porque cada día son más los jugadores NBA que aprovechan el verano para visitar los playgrounds. Aquí os dejo, por ejemplo, un pequeño video de la visita de Kobe Bryant a Rucker Park, la pista por excelencia, la cancha de Harlem donde se juega la liga callejera Entertainers Basketball Classic. Desde Will Chamberlain hasta Brandon Jennings, jugadores como Julius Erving, Ron Artest, Rafer Alston, Allen Iverson, Stephon Marbury,Smush Parker, Tracy McGrady o Sebastian Telfair han jugado en esta cancha. Algún día, si me animo, aunque ahora hay de sobra con acb.com y muchas otras páginas, hablaremos de Earl Manigault, Holcombe Rucker o Richard Pee Wee Kirkland.

lunes, 9 de agosto de 2010

Joaquim Sampaio


Hay carreras deportivas que no salen en L'Equipe, aunque casi que mejor. Si no, preguntadle a Anelka.
Joaquim Sampaio es un modesto corredor portugués que nació en 1970. A sus cuarenta años, está consiguiendo todo un récord. Con la que corre ahora, lleva ya 19 ediciones de la que llaman la cuarta grande, la Vuelta a Portugal. Se dice pronto, pero no es broma. Ahora mismo, ocupa el puesto 55 a 13:00 minutos del líder, el español David Blanco.
Sampaio debutó en 1991 en el Tensai y ha corrido siempre en Portugal, para el Sicasal, Hipermercados Jumbo, Maia, Porta da Ravessa, Carvalhelhos-Boavista, Riberalves-Boavista y Madeinox-Boavista. Digo yo que los tres últimos serán el mismo equipo con patrocinadores distintos. En su palmarés, casi 20 victorias: el Trofeo Agostinho y el Gran Premio Abimota entre las principales, además de etapas en la Vuelta al Alentejo o la Vuelta a Extremadura. En 1999, fue 7º en la Vuelta a Portugal, no sé si fue capaz de mejorarlo en alguna otra edición. Desde que debutó en 1991, han ganado la Vuelta a Portugal Jorge Silva, Cassio Freitas, Joaquim Gomes, Orlando Rodrigues en dos años consecutivos, Massimiliano Lelli, Zenon Jaskula, Marco Serpellini, David Plaza, Victor Gamito, Fabian Jeker, Klaus Michael Moller, Nuno Ribeiro, David Bernabeu, Vladimir Efimkin, Xavier Tondo y David Blanco, que ha ganado las ediciones de 2006, 2008 y 2009. En total, 16 ganadores en 19 años, 19 años en los que siempre ha participado Joaquim Alberto Campos Sampaio.

Lance Allred


Hoy se repetía artículo en algún periódico deportivo aprovechando que España jugaba un amistoso en Vitoria contra Eslovenia. Digo que se repetía porque hace ya unos años que se habló de Miha Zupan, jugador esloveno sordo que intenta convencer al seleccionador esloveno para que cuente con él en el próximo mundial. Ya cuando fichó por el Olimpia de Ljubljana y se disponía a jugar la Euroliga, los periódicos estatales aprovecharon su incapacidad física para llenar una página de la sección deportiva. Ahora, se volvía a lo mismo.
Pero hay un caso aún más sorprendente, el del ala-pivot norteamericano Lance Allred, que se convirtió en el primer jugador profesional de la NBA en tener una incapacidad reconocida, ya que sufre una sordera de entre el 75 y el 80 por ciento. Además de jugar durante un breve tiempo en Cleveland Cavaliers, Allred jugó en la LEB con el Lliria, en Francia, debutó en Italia con el Scavolini de Pésaro y ha hecho la mayor parte de su carrera deportiva en los Idaho Stampede de la Liga de Desarrollo, desde donde consiguió dar el salto a los Cavs. En la Liga universitaria hizo unos números extraordinarios con Weber State (fue tercer máximo reboteador de su conferencia, justo por detrás de Paul Millsap y Andrew Bogut), después de que saliera de la Universidad de Utah tras una polémica con su entrenador, Rick Majerus, al que acusó de acoso verbal, especialmente con contínuos comentarios jocosos e hirientes sobre su incapacidad física.
Todo esto lo cuenta Allred en un libro titulado Longshot: The Adventures of a Deaf Fundamentalist Mormon Kid and His Journey to the NBA y que se publicó el año pasado con enorme éxito de críticas y ventas. Allred, por cierto, sigue escribiendo, y en su página web de internet anuncia ahora la publicación de su segundo libro, un libro de poesía titulado The Pesaro Poems.
Pero en su libro, Allred no habla solo de baloncesto, porque su vida da para más, para mucho más. Y es que Allred nació en el seno de una rama fundamentalista de la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días, más conocida como Iglesia Mormona. Los mormones, que son una iglesia con casi 14 millones de miembros, abandonaron la práctica de la poligamia en 1890. Algunos miembros contrarios a esa medida formaron distintas ramas fundamentalistas que siguieron practicando la poligamia. Hace poco, Warren Jeffs, líder de una comuna asentada en Arizona, fue portada de muchos periódicos por su detención policial. Lance Allred creció en una comunidad parecida pero en Montana. Estaba emparentado con el principal líder de la comunidad, Rulon C. Allred, que fue asesinado en 1977, al parecer por orden de Ervil LeBaron, líder de otra rama fundamentalista. Sin embargo, los padres abandonaron la secta y regresaron a Salt Lake City, Utah, donde había nacido Lance 7 años antes. Todo esto también está en su libro, donde también cuenta su lucha para superar un desorden obsesivo-compulsivo. Casi nada. Como decía, Allred sigue metiendo canastas y escribiendo libros, y además de los poemas de Pésaro, parece que trabaja en dos novelas que publicará más adelante, una novela histórica del siglo XIV y una sátira victoriana.
No sé si Zupan tiene tanto material para una biografía, pero ambos casos son dos buenos ejemplos de superación deportiva.

domingo, 8 de agosto de 2010

Sebastían Fernández


Bueno, se acabaron las vacaciones. Han sido unas vacaciones distintas para mí. Nunca había vivido eso de hotel con piscina y en primera línea de playa en una de las costas masificadas del sur de España. Ni tan siquiera me había imaginado a mí mismo en esa situación. Pero así ha sido. Y aunque, de antemano, no me motivaba nada, no ha sido una mala experiencia. Lo del hotel, la piscina, la primera línea de playa, las colas en el comedor self-service, las pulseritas de todo incluido (que yo no llevaba), los monitores de animación, los alemanes barrigudos y las terrazas pasadas de moda con helados de pajitas inalcanzables se me olvidará pronto, probablemente. Pero, en su lugar, quedará la belleza del paisaje, las calas de Cabo de Gata, el tiempo detenido en la Isleta del Moro, la silueta de las minas con el coche averiado en la cuesta arriba de la salida de Rodalquilar, el castillo de San Ramón, la Alcazaba, la Bien Pagá, la carretera de Aguadulce a Almería, el chiringuito El Nido y el camarero del doctorado en Química, el cazón, Casa Puga, el Cable Inglés y David Bisbal en todos los pósteres de promoción de la campaña de abonados de la Unión Deportiva Almería. Me habría gustado tener a Juan Manuel Lillo de guía, pero no pudo ser, y bastante hicieron nuestros dos esforzados cicerones a los que debemos descubrir una ciudad que siempre nos pasó desapercibida en nuestras ilusiones viajeras.
Luego, como decía, queda la playa, y el tono rojizo de piel, y las peleas por las hamacas y las trenzas africanas de los turistas.
Y el dichoso indalo omnipresente.
En lo que atañe al deporte, he estado al día leyendo los diarios deportivos que compraba por las mañanas en el Margar abarrotado, pero la conexión a internet del hotel, una especia de obsoleto ataque de divinidad arquitectónica, no invitaba a ponerse a escribir entradas. Por mi parte, corrí dos veces por el paseo. Una acompañado de nuestro vecino de las asics, desde la altura de Playa Serena donde se ubicaba nuestro hotel, hasta el castillo de Santa Ana y volver, aunque no llegamos al inicio porque a mí me dio por subir el ritmo y me vine abajo a los cuarenta minutos, por farrucón y porque mi organismo lleva mal el calor, incluso el calor de las nueve de la mañana. La segunda vez salí solo, con el mismo trayecto, driblando a gente de paseo y a otros corredores, y conseguí volver desde Santa Ana hasta el hotel pero con un ritmo mucho más bajo. Esta semana habrá que volver a intensificar los entrenamientos (esto suena ridículamente pseudo profesional) para preparar los seis kilómetros de la festiva Hiri Krosa de la Aste Nagusia de Bilbao.
Sobre las muchas noticias que ha dado el deporte, desde la tranquilizadora renovación de Samuel Sánchez hasta las escuchas telefónicas al señor Ortiz, pasando por el regreso de Calderón a Vitoria o el fichaje de Shaquille O'Neal por los Celtics, ya es un poco tarde para comentarlas. Allí, los periódicos se centraban en el fichaje de Sebastián Fernández, uruguayo de Banfield por el Málaga, el fichaje más caro de la historia del club (para él va el título de la entrada porque el de Bisbi ya lo usé antes), mientras una avioneta sobrevolaba la playa anunciando la campaña de captación de socios del Sevilla al grito de que los de Monchi son el equipo de toda andalucía, chachi. Mención especial para el aniversario de Daniel Jarque, el fichaje de su ex-compañero por la Real, el francés más veloz de la historia o las portadas sobre el fallido fichaje de Cesc que deboraban los catalanes en la playa. Seguro que en agosto hay muchas más que comentar. Si el tiempo acompaña, y no me refiero al climatológico, ya iremos comentándolo en este blog. Buenas vacaciones a los que aún estén con ello, y paciencia a los que ya han regresado. Let's call it the comeback, que decían Shout Out Loud.