Fanzine deportivo literario. Crónicas caprichosas sobre héroes y villanos del mundo del deporte
lunes, 14 de septiembre de 2009
Serena Williams
Dicen que la primera vez que se usó el término, ya de manera despectiva, fue en Filipinas a principios del siglo pasado. Los marines americanos se dirigían a los filipinos con el término "gook" con intenciones peyorativas. Al parecer, deviene de "gugu", palabra que usaban para imitar con sorna su idioma. Poco después, lo usaron en Nicaragua y Korea, y se usó, hasta convertirlo en una costumbre, durante la guerra del Vietnam. John McCain lo usó, según la Wikipedia, para referirse a sus captores, y después tuvo que retractarse y pedir perdón. Y es que el término "gook" es altamente despectivo, a la par que "nigger" para referirse a los afroamericanos o "spic" para los hispanos.
Bueno, siento mucho no poder ser concreto, pero no puedo decir exactamente quién y dónde. Hoy he leído en la prensa deportiva que, además de lo que aparece en todos los periódicos, que Serena Williams amenazó de muerte a una juez de línea y le dijo que quería ahogarla con una pelota de tenis, además de eso, cuando se volvía, dijo: "fuckin' gook." He intentado rastrear en internet para encontrar el artículo que he leído, pero no he podido hacerme con él. Esta mañana, mientras tomaba café, e hojeado El Correo y el Mundo Deportivo, pero también he visitado la edición digital de El Diario Marca en internet, así que calculó que tiene que ser en alguna de esas publicaciones donde he leído la noticia. Como digo, lamento no ser conciso y deciros dónde y quién lo decía, porque no he encontrado referencias a ello en otros periódicos, ni tan siquiera en el New York Times y el Miami Herald, cuyas ediciones digitales he visitado para cerciorarme de los datos. Todos coinciden en lo de la amenaza y la pelota y no hay duda de que la juez de línea que le pitó la falta de pie y desencadenó toda su ira es asiática, pero en ninguno se decía que Serena Williams la hubiera llamado "gook", un término muy denigrante.
Serena Williams, que al principio negó haber amenazado a la juez, ha aprovechado la aparición pública de su representante para excusarse ante los medios:
``Last night everyone could truly see the passion I have for my job. Now that I have had time to gain my composure, I can see that while I don't agree with the unfair line call, in the heat of battle I let my passion and emotion get the better of me and as a result handled the situation poorly. I would like to thank my fans and supporters for understanding that I am human and I look forward to continuing the journey, both professionally and personally, with you all as I move forward and grow from this experience.''
Traduzco: Anoche todo el mundo pudo ver con qué pasió me tomo mi trabajo. Ahora que he tenido tiempo para verlo todo con tranquilidad, puedo decir que no estoy de acuerdo con la decisión de la juez (no estoy muy seguro de que esté traduciendo esto bien, quizás se refiere a otra cosa), pero en el calor de la batalla me dejé llevar por la pasión y la emoción se apoderó de mí, por lo que no actué de la mejor manera. Me gustaría agradecerles a mis fans y seguidores que hayan entendido que soy humana y deseo con todas mis fuerzas continuar con mi trayectoria, tanto profesional como personal, con todos vosotros, mirando hacia adelante y aprendiendo de esta experiencia."
Habrá que preguntarle a la juez de línea si la excusa le sirve. También, de paso, podríamos preguntarle a John McEnroe si ve peligrar su fama como el tenista peor educado de la historia. Supongo que sería injusto juzgar la carrera de Serena Williams por este hecho aislado, si es que es aislado, porque tampoco entiendo tanto de tenis como para saber si Serena Williams ha sido protagonista de episodios parecidos. Por ahora, ha sido multada con 10,000 dólares y se ha abierto una investigación, expresión que se usa a menudo, pero que no acabo de entender, ¿llaman al FBI para que haga unas cuantas preguntas y sacuda algún árbol, como decían en las películas de mafiosos? Mientras tanto, su rival, que iba ganando, ganó también la final. Kim Clijster, la belga, que también tiene carácter, volvió por lo grande y pasó de invitada a ganadora, llenando los periódicos de preciosos titulares sobre cómo las mamás también pueden ganar torneos de tenis.
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