Fanzine deportivo literario. Crónicas caprichosas sobre héroes y villanos del mundo del deporte
martes, 19 de enero de 2010
Šarūnas Marčiulionis
Todo lo que da un sábado de heinekens, tú. Hasta nos dio para ponernos patéticamente nostálgicos. Nos dio para hablar de Luis de la Fuente, de Carlos Sainz, de Dominique A, de The Raveonettes, de un par de amigos (sin perversiones), de la investigación académica, de Paniks, de Mark Cavendish, de los callos con alubias, de Ámsterdam y hasta del jugador de baloncesto cuyo nombre he intentado escribir perfectamente arriba pero que para los que no somos lituanos siempre fue Marchulenis. Porque... ¿Quién sabía pronunciar bien el nombre de Danko Cvjetičanin? ¿Quién va a ser capaz de acostumbrarse a llamar a Prigioni Prijioni? ¿Cómo se pronuncia finalmente Mickeal? ¿Maikil, Maikel, Mikil, Mikeal? Tenías razón, tío, Marchulenis empezó jugando en el Statyba Vilnius. Y teníamos razón los dos, probablemente fuera el primer europeo en ser competitivo en la NBA sin pasar por la universidad. ¿Y a qué se dedica ahora? La wiki dice que además de dedicarse durante un tiempo a fundar ligas de baloncesto, se dedica a gestionar una cadena de hoteles, o eso quizás lo he leído en algún otro sitio. Definitivamente, los dos recordamos prácticamente lo mismo, los grandes años que dio en San Francisco junto con Tim Hardaway, Mitch Richmond y Chris Mullin, ¿quién cogía los rebotes entonces? Dicen que en San Francisco también le recuerdan por ayudar en las labores de salvamento del terremoto de 1989. Lo que dio la noche de sí, una noche tranquila, una noche de ruta habitual, con heinekens de dos en dos y un cubata final mientras Javi se despedía con Maggie May. Hasta de Sarunas Marchulenis nos dio tiempo a hablar, hasta de otro que ni dios sabía como llamar, Djamolidine Abdoujaparov. Por cierto, nuestros fines de semana pueden ser... muuuuuucho más divertidos, de verdad.
Y, por cierto, hablabas de este partido, ¿verdad?:
Solo hace falta recordar las plantillas de ambos equipos, equipos que jugaron una de las finales del Eurobasket más apasionantes de la historia y que ganaron los por entonces yugoslavos con un resultado final de 96-90. Por Yugoslavia, Divac, Paspalj, Savic, Danilovic, Djordjevic, Bodiroga, Rebraca, Sasa Obradovic, Tomasevic, Sretenovic, Beric y Koturovic, con Dusan Ivkovic de entrenador. Por Lituania, Sabonis, Marciulionis, Karnisovas, Kurtinaitis, Homicius, Einikis, Visockas, Krapikas, Markevicius, Stombergas, Timinskas y Lukminas, con Vladas Garastas como entrenador. Djordjevic consiguió 41 puntos, Marciulionis, 32. Y con eso no queda retratado el nivel del campeonato, el tercer equipo fue Croacia, contando, entre otros, con Kukoc, Radja, Vrankovic, Komazec, Perasovic, Alanovic o Mrsic, que ganaron a una Grecia encabezada por Fassoulas, Yannakis, Ekonomou, Alvertis, Christodoulou, Sigalas o Rentzias. Te referías a todo esto, ¿verdad?
Sarunas Marculenis, uno de mis nombres lituanos faviritos. Y qué tiempos de basket aquellos...
ResponderEliminarChu, chulenis, digo.
ResponderEliminarParece que no se pueden pronunciar con un tono de voz normal, ¿verdad? Tienes que hacerlo como un speaker, SSSARRRUNASSS MARRRRCHULENIS. Me acuerdo de que cuando Sabonis jugaba en España tuvo un hijo y el periodista decía que aún y así (aún y así) no había decidido ponerle un nombre minimamente cristiano (no decía eso pero casi) al muchacho. Que yo sepa, Sabonis tiene cuatro hijos y se llaman Tautvydas, otro Domantas y otro Zygimantas. El cuarto no me lo sé, pero Zygimantas es insuperable.
ResponderEliminarSon acojonantes los nombres lituanos. Los griegos también: como Panayotis Yannakis (no sé si se escribe así, pero bueno). ¿Te imaginas llamarte Panayotis?
ResponderEliminarPues Panayiotis Mardaras suena de puta madre, suena a autóctono
ResponderEliminarDe hecho pensé en nombres lituanos cuando...
ResponderEliminarNo jodas, no creo que Irenemantas se emocionase con la idea...
ResponderEliminarEl próximo, Panayiotis. Como que me llamo Arvidas.
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