Fanzine deportivo literario. Crónicas caprichosas sobre héroes y villanos del mundo del deporte
sábado, 27 de febrero de 2010
Bernard Kohl
El profesor austriaco Bartholomeus Von Bom realizó un curioso experimento psiquiátrico en los años 70. Pretendía demostrar que ciertas asociaciones cognitivas se reproducían por intervalos de información codificada. Así, a un grupo de pacientes elegidos al azar les ofrecía un grupo de palabras sin orden: CONIAMAUCIAFLDTASDHEAEPOCERA. Sin excepción ninguna, los pacientes, tras intentar memorizar esta serie caprichosa, se comportaban excitados y demostraban una potencia física inusual. Generalmente, buscaban con ansiedad una bicicleta en el patio de la casa del profesor Von Bom y comenzaban a pedalear en círculo, febrilmente, hasta que caían mareados y reposaban intentando recuperar la respiración.
Bernard Kohl está feliz, ¿has leído esto tío? Tiene una tienda de bicicletas. Pues me alegro por él. Dice que la peña va a preguntarle y eso y que él se siente responsable y feliz. Qué bien, ¿no? Lo que más me gusta es esto que dice, escucha... Venga, tío, no me des el coñazo con el Bernard Kohl ese, liáte un pei. Que dice que si no fuese por el positivo vete tú a saber en qué hubiera acabado, ¿sabes? Vale, gracias, ¿te lias el pei? Claro, me lio el pei, droguémonos, tío, que si no nunca sabes en qué podríamos acabar.
¿Qué haces? Leyendo, joder, ¿no lo ves? Ya veo que estás leyendo, ostias, no hace falta ser tan gilipollas, era una pregunta retórica. Era una pregunta estúpida. Tú si que eres un puto estúpido, joder. Bueno, ¿tomas algo? Una cerveza. ¿Una cerveza? Joder, estamos hoy... Pídete un cubata ostias, esta noche nos la pillamos gorda. Joder, estás espléndido hoy, ¿eh? Ponle un destornillador, anda. ¿Y qué lees? Los deportes, mira, qué gracioso, ¿sabes quién es Riccardo Riccó? ¿El corredor? El ciclista, sí. Bueno, eso. Se ha separado de su novia. A qué bien, ¿no? Pero es que su novia también es ciclista, y ha dado positivo. Aaaaah. Entonces, el tío, muy digno, ha dicho: “No habrá reconciliación a no ser que los resultados prueben la inocencia de Vania. Estoy muy decepcionado”, declaró el italiano. Declaró el italiano. Declaró el italiano, sí. Qué bien. Bebe anda. Sí, mejor, brindemos por Riccardo Riccó.
La historia del profesor Von Bom es, sin embargo, mucho más interesante que la de sus propios pacientes o que la eficacia de sus descubrimientos científicos. Tres años después de aplicar en su mujer los conocimientos que consiguió con aquel famoso ejercicio, Donatella, que era como se llamaba, murió al ser arrojada al mar por los vientos huracanados de una cliogénesis explosiva mientras pedaleaba sin sentido y en línea con el acantilado. El profesor Von Bom sintiéndose culpable, pidió el traslado a un centro penitenciario situado en una alejada isla y allí colaboró en los experimentos de los Doctores Cawley y Naehring hasta la llegada de Teddy Daniels le despertó de un largo letargo moral y decidió ayudarle a descubrir el secreto de la isla. Bajo un nombre inventando y con una nueva identidad al abrigo de la policia federal, el doctor Von Bom se trasladó a una pequeña ciudad al norte de Maine. Allí vivió como un eremita hasta que una vecina viuda, la suiza Caramela fue resquebrajando el muro de aislamiento detrás del que se había escondido Von Bom. Parecía que volvía a ser feliz. Tuvieron una niña a la que pusieron Perdita. Sin embargo, el 24 de Junio de 1995, aprovechando el verano para visitar a la familia de Caramela, mientras acampaban en los alpes suizos, cerca del Inn, un corrimiento de tierra enterró vivas a su hija y a su mujer. Von Bom que sufría contínuas incontinencias desde sus pruebas físico-psíquicas de los años 70, salvó la vida al encontrarse a doscientos metros en una zona arbolada de fronda baja donde acostumbraba a defecar. Von Bom ya no se recuperó pero si recuperó una vieja preocupación, pero esta vez de manera enfermiza. Retomó sus estudios de los años 70 y comenzó a ampliar sus experimentos en torno a la serie codificada CONIAMAUCIAFLDTASDHEAEPOCERA. Durante años, no se supo nada de él. Finalmente, en Abril de 1998 se descubrió que el alto ejecutivo de una agencia farmacéutica que había sido acusado de gestionar una red internacional de venta de productos dopantes y que fue encontrado muerto en el interior de su Panamera 4S de 8 cilindros en el garaje de su apartamento en Passy, tras las correspondientes pruebas, correspondía a la identidad del desaparecido profesor Bartholomeus Hilarius Von Bom.
Ya son las diez de la mañana, ya es hora de dejar de hacer el gilipollas.
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