Fanzine deportivo literario. Crónicas caprichosas sobre héroes y villanos del mundo del deporte
viernes, 2 de abril de 2010
Dusko Vujosevic
La primera para la sorpresa. Los 8,000 espectadores que se reunen en el Pionir Hall, una de las canchas más animosas de Europa, están que se salen de gozo. Después de un año, el anterior, donde el equipo demostró que tenía un porvenir excepcional, pero se temía por una nueva generación emigrada antes de tiempo, el equipo se sobre puso a las pérdidas de los talentos Tripkovic, Pekovic, Tepic y Velickovic y han dejado en la cuneta al Maccabi Tel Aviv para volver a lo grande a la élite del baloncesto europeo.
Ha pasado mucho tiempo desde que aquellos cinco puntos consecutivos de Tomás Jofresa se quedaran en nada con el triple milagroso de Djordjevic. Los de Lolo Sainz, con los dos Jofresa, Pressley, Corny Thompson, el bilbaíno Morales, Ruf y, por supuesto, Villacampa, habían dejado en la cuneta al Estudiantes de Miguel Ángel Martín, pero en la final se encontraron con un puñado de jóvenes descarados, encabezados por el MVP del torneo, Danilovic y Djordjevic que de la mano de Zeljko Obradovic y bien acompañados por Loncar, Rebraca, Nakic, Stevanovic o Dragutinovic se hicieron con el mayor galardón del baloncesto europeo. Era 1992, era Estambul y ya habían dejado fuera al Milán de Dawkins, Riva, Ambrassa, Pessina, Rogers, Pittis, Montecchi y Mike D'Antoni en el banquillo.
Quizás ése es el momento más álgido de la historia de este club, pero por él han pasado, antes y después, grandes jugadores como Dalipagic, Kicanovic, Beric, Drobnjak, Divac, Paspalj, Tomasevic, Kristic o el propio Zeljko Obradovic.
Han ganado 16 Ligas, 13 Copas, 1 Euroliga y 3 Copas Korac.
Ahora, de la mano del mago Vujosevic y del gran Danilovic en los despachos, han superado la pérdida de esos cuatro jóvenes y mantienen una nueva generación que hacen un gran baloncesto. Los Milosevic, Sinovec, Rasic, Lucic, Lesic, Besovic, Maric, Vesely, Dekic o Vranes, el más alto y el mayor de todos con 26 años, son un grupo joven que se complementa con dos veteranos comprometidos, Kecman y Petar Bozic, gran temporada y dos americanos que han sorprendidos, Lawrence Roberts, que estuvo en Baylor en los años del entrenador Dave Bliss, y el sorprendente base McCalebb.
En París tendrán enfrente al Olympiakos, pero seguro que los de Vujosevic se lo ponen difícil a los griegos. Que se lo pregunten a Eidson, si no.
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