lunes, 21 de febrero de 2011

Carmelo Anthony


Para aquellos a los que les gusta la NBA (no el baloncesto, en general, como a mí, y por lo tanto, en mayor o menor medida también la NBA, si no aquellos a los que "les gusta la NBA" más que el propio baloncesto), el fin de semana pasado estuvo repleto de emociones. Si me preguntas a mí por el fin de semana de las estrellas, te contestó que lo sé todo: sé que ganó el concurso de mates Blake Griffin y que se permitió el lujo de saltar por encima de un coche que conducía su compañero Baron Davis. Sé que Serge Ibaka emuló a Michael Jordan y que el hombre con uno de los nombres más curiosos, JaVale McGee, acabó segundo tras hacer un mate con tres balones; sé que Jones, de los Heat, ganó el concurso de triples porque debía estar excitado de la oportunidad que se le daba de tirar cuando le diera la gana sin tener que esperar a que James, Wade o Bosh decidieran antes que él. Por último, sé que Kobe Bryant se llevó el MVP del All Star 2011 y que ganaron los del Oeste. Así parece que sé la ostia. Lo de Griffin, Ibaka y McGee lo vi en las noticias, lo de Jones lo he leído, del partido de las estrellas no he visto ni un solo segundo. A mí, el fin de semana de las estrellas, me ciega. Será por la luz de las estrellas que brillan más que el sol, el caso es que no le hago ni puto caso. El último que vi fue allá por 1992, el que terminó unos segundos antes de que lo indicara el reloj porque ya andaban todos despidiéndose de Magic Johnson.
Eso sí. Se ve que los directivos aprovecharon el fin de semana para trabajar y, según se afanan en anunciar los periodistas, la mayor fuente de rumores de la historia de la NBA se corta. Carmelo Anthony ya ha encontrado destino. El dueño de los Knicks, y también cantante de los JD & The Straight Shot le ha ganado la partida a su rival de los New Jersey Nets, el magnate ruso Mikhail Prokhorov. Según informa David Aldridge para NBA.com, Carmelo Anthony, junto a los veteranos bases Anthony Carter y Chauncey Billups, el pivot Shelden Williams y el alero Renaldo Balkman viajarán al Madison a cambio de Timofey Mozgov, Danilo Gallinari, Raymond Felton y Wilson Chandler. El movimiento se completa con el cambio de Anthony Randolph y Eddy Curry que abandonan los Knicks para marcharse a los Wolves a cambio de Corey Brewer. Pero los expertos dicen que este traspaso también traerá consecuencias que se verán allá por el verano, ya que los Nets, por ejemplo, entrarán al trapo de todos los sugerentes agentes libres, Dwight Howard y Deron Williams entre otro, que presentará el mercado este verano.
El cambio entre los Knicks y los Nuggets es cuanto menos arriesgado. Se ve que Jim Dolan, el dueño de los Knicks, ha metido la mano, porque tanto Donnie Walsh, el director o presidente, como Mike D'Antoni han tenido que dar su brazo a torcer y liberar a un Danilo Gallinari en el que tenían puestas muchas esperanzas. También hicieron una apuesta en verano por Mozgov, que empezó de titular incluso, y a las primeras de cambio cambia de costa. Felton había empezado la temporada muy bien y a sus 26 años intentaba relanzar una carrera llena de bajones, ahora se encontrará con la oportunidad de ser titular en Denver. Wilson Chandler se había hecho con un puesto en los Knicks a sus 23 años y promediaba 16 puntos y 5 rebotes por partido. Anthony Randolph y Eddy Curry apenas contaban para D'Antoni pero, al fin y al cabo, estamos hablando de cambiar prácticamente a todo el equipo. Ahora, con Stoudamire, Anthony y Billups llevando el peso, probablemente D'Antoni vuelva a sus rotaciones mínimas y a correr como un loco. Los Nuggets de Karl, por su parte, consiguen algo de un traspaso anunciado, y Gallinari, si consigue cubrir la mitad de las expectativas que estaban puestas en él, podría ayudar a mantener el nivel en Colorado. Quedará por ver si la reconversión en el equipo de Stanley Kroenke sigue, porque los expertos anuncian los traspasos de Al Harrington y Nené Hilario (a Houston Rockets, dicen) para el verano.
A los que nos gusta el baloncesto, y por lo tanto, en mayor o menor medida, la NBA, estos traspasos que los americanos llaman "blockbuster" cuando ya se ha pasado prácticamente el ecuador de la temporada, suenan a locura incomprensible. A veces, da la sensación de que los jugadores son mercancias valoradas a tenor del límite salarial, y, otras veces, parece que los dueños de los equipos juegan a los cromos en lugar de a gestionar equipos. Incluso, a veces, parece que las ansias por ganar lo justifican todo. Pero todo eso, creo que ya lo sabíamos todos, lo sabe Melo y lo sabe Danilo, lo sabe hasta mi vecino el del quinto. Lo dejo con esta ridícula rima.

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