domingo, 27 de marzo de 2011

Brady Morningstar

Pues hubo sorpresas y más sorpresas y algunas sorpresas que dejan de ser sorpresas, porque los chicos de Brad Stevens, por segundo año consecutivo, estarán en la Final Four, que, esta vez, tendrá lugar en Houston. Butler volvió a dar la campanada y se cargó a Florida en la final de la conferencia Sureste, así que los de Indiana se clasificaron para la gran fiesta. Y con ellos llegaron los de Conneticut que dejaron fuera a la Arizona de Derrick Williams para hacerse con el campeonato del oeste. Estos dos equipos son los dos primeros finalistas y se enfrentarán entre ellos. La parte de arriba del cuadro vivió sus eliminatorias del sweet sixteen y también hubo sorpresas. Uno de los grandes favoritos, Ohio State, se vio sorprendido por Kentucky y no tendría opción de luchar por viajar a Houston. Por el mismo lado del cuadro, Marquette no tuvo opciones ante North Carolina. Kentucky y North Carolina se jugarán el título de la conferencia este y un puesto en la final four. Igual que por el otro lado, y con el título de la conferencia suroeste en juego, Kansas y una sorprendente Virginia Commonwealth, que se clasificó jugando la primera ronda, disputarán una final, en principio, desnivelada, después de que los favoritos número uno se cargaran a Richmond y la VCU se cargara a Florida State.
Así pues, de lo que quedaba de la sweet sixteen, como decía, victoria de Virginia Commonwealth por 72 a 71 a Florida State. Es la primera vez que la universidad de Richmond, Virgina, alcanza la final de su conferencia. El responsable, el escolta Bradford Burgess, con 26 puntos, 6 de 7 en triples, y canasta del triunfo final incluída. Derwin Kitchen lo intentó para Florida State, con 23 puntos y hasta 12 rebotes del base, pero no pudo darle la victoria a su equipo en los últimos segundos. Tendrán en frente a los favoritos, Kansas, que casi no se despeinan ante otro equipo de virginia y de la capital, Richmond. Veinte puntos de diferencia, 77-57, que reflejan la superioridad de los de Bill Self, que, esta vez, tuvieron otros jugadores acertados además de los gemelos Morris, Markieff y Marcus. De hecho, la estrella fue Brady Morningstar, bonito apellido, un alero blanco que interpreta un papel bastante repetido en la historia del baloncesto, el del hijo de una estrella que nunca tuvo la confianza de los demás pero siempre creyó en sí mismo. Su padre, Roger Morningstar, fue una estrella de los Jayhawks de Kansas que alcanzaron la final four muchos años atrás. Nadie le veía el talento necesario a su hijo para alcanzar los éxitos de su padre, pero, por ahora, ahí está, en el Elite Eight, siendo titular, y anotando 18 puntos para liderar a su equipo. Por Richmond, Justin Harper intentó presentar oposición, pero no hubo forma.

En el otro frente del cuadro, North Carolina sigue su camino triunfal y dejó en la cuneta a Marquette. Los Tar Heels lo basaron todo en tres jugadores, John Henson, con 14 puntos y 12 rebotes en la pintura, Tyler Zeller, con otros 12 rebotes y 27 puntos y otros veinte de una de las estrellas de esta temporada, Harrison Barnes. Nada pudieron hacer los de Marquette, donde jugaron mucho mejor los del banquillo, rompiendo mis estadísticas de la semana pasada, aunque no sirviera para nada. La otra eliminatoria se resolvió con la mayor sorpresa de todas, la derrota de Ohio State ante Kentucky. El escolta Brandon Knight anotó un tiro ganador a falta de un puñado de segundos que dejó en nada los 21 puntos y 16 rebotes de Jared Sullinger. Antes de que Knight acertara con su canasta, Josh Harrellson y DeAndre Liggins mantuvieron al equipo en el partido. Ahora, North Carolina y Kentucky por un lado, y Virginia Commowealth por la otra, se disputarán los títulos de sus conferencias y acompañarán a los dos protagonistas que ya tenemos para Houston.

Ya lo he dicho al principio, Butler y Conneticut, ganaron a Arizona y Florida y se hicieron con los dos primeros puestos. Butler ganó en la prórroga a Florida por 74 a 71. Como dice Zach Hahn, jugador de Butler, es raro que todo ocurra de manera tan feliz en una ocasión, así que en dos, parece ya mentira. Pero ahí están, arrastrando además una afición increíble que, probablemente, no repita los 30.000 seguidores que les animaron el año pasado en Indianápolis, pero, aunque sean menos, darán colorido a la ciudad de Houston. Esta vez la estrella fue Shelvin Mack, con 27 puntos, y le acompañaron los dos de siempre, Matt Howard, con 14, y Marshall desde el banquillo, con 10. Vanzant, Hahn o Andrew Smith también aportaron al equipo. Los gators sobrevivieron gracias al mejor partido de la temporada de Vernon Macklin y a otro doble doble de Alex Tyus, pero no pudo ser para unos gators que deberían estar contentos por su temporada. Y en la otra final de conferencia, otro final apretado y victoria de Conneticut, con 65 puntos, ante Arizona, con 63 puntos. El duelo entre Derrick Williams y Kemba Walker se lo llevó el segundo, porque tuvo a Jeremy Lamb y porque Jamelle Horne, para alegría del entrenador Jim Calhoun, no acertó con el triple que tuvo oportunidad de anotar al final del partido. No fue así, y los Huskies estarán en Houston.

Después de todo esto, poco me queda, ¿un par de entradas más? Una solo si no me animo a contar quien va a Houston junto con Butler y Conneticut y paso ya directamente a la crónica de la final a cuatro. Ya veremos. Todo apunta a que Kansas y Kentucky acompañarán a estos dos, aunque North Carolina aún puede apretar y presentarse en Houston con ganas de repetir los éxitos de una universidad que ya ha visto vestir su camiseta a nada más que Michael Jordan, James Worthy, Vince Carter, Rasheed Wallace, Jerry Stackhouse y Antawn Jamison.

Por ahora, lo dejo aquí, que me duele ya el tarro de tanto escribir. No quiero decir quien quiero que gane porque luego el que quiero que gane nunca gana y yo me quedo con la misma cara de gilipollas con la que me he quedado al escribir este trabalenguas.

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