Decían Usabiaga y Aramendia que el vizcaíno Andrés Gandarias, ciclista profesional en la decada de los sesenta, ganó en Gardeccia. Hoy, ya lo habréis visto, los Dolomitas han sido conquistados por Mikel Nieve. Un ciclista de los de antes, y de los de ahora, que ha dado toda una lección de pundonor y de ciclismo del bueno. Impresionante fin de semana para el ciclismo vasco. Antón coronó el Zoncolan, Nieve se acaba de doctorar en los Dolomitas y los dos siguen entre los diez primeros para mayor gloria del equipo que dirije Igor González de Galdeano.
Gandarias ganó en Gardeccia en 1976. Fue su victoria más grande, la más grande para un ciclista que llegó a ser quinto en el Tour de 1969 (año en el que, por cierto, fue el primero en cruzar La Madelaine). Han pasado muchos años desde entonces, con grandes momentos para el ciclismo vasco y otros no tanto, pero, probablemente, ahora estemos viviendo otra época dorada.
Y no nos podemos quedar en lo local, porque si la demostración de Mikel Nieve ha sido de relumbrón, qué decir del mejor ciclista de la actualidad, un Alberto Contador cuyas hazañas no pueden desmerecer los esfuerzos de sus rivales. La etapa de hoy ha sido el colofón a un fin de semana de ciclismo grandioso. Dejando a un lado las declaraciones de Zomegnan, la polémica por el Crostis, los abucheos y demás, el fin de semana reluce por el talento de Contador, el arrojo de los Euskaltel, la terquedad de Scarponi, la técnica de Nibali, el sufrimiento de Menchov, la ligereza de Gadret, la garra de Arroyo y Joaquim, el futuro de Bakelandts, Kreuzinger o Kruijswijk y la veterania de Garzelli. Todos han dado un fin de semana glorioso a los aficionados al ciclismo en un entorno paradisíaco, porque la etapa de hoy ha sido extraordinaria y parte de culpa la tienen los organizadores que han diseñado un trazado inmejorable para el espectáculo. Ellos sufren y nosotros lo disfrutamos.
Enhorabuena a todos ellos y gracias porque para los que nos gusta el ciclismo ha sido un fin de semana inolvidable.
Posdata: en general, y ya sabéis que este es un blog sentimental, ha sido un fin de semana inolvidable para todas las pasiones deportivas que compartimos asiduos a este blog. Victoria del Athletic, hazaña histórica del Bizkaia Bilbao Basket, victorias de Igor Antón y Mikel Nieve... Lástima que hace ya meses que el Barakaldo renunció a hacernos la fiesta completa. Pero nos conformaremos con esto, como para no. Compensa otras desgracias sentimentales y caprichosas que hemos tenido durante el año. Pero, como cuando las cosas van bien, no puedes olvidarte de los compañeros, obligado es mandar un saludo a los amigos deportivistas de este blog, que haberlos haílos, lo sé, que no podrán decir lo mismo de este fin de semana. Y lo dejo ya porque la entrada me está quedando demasiado ñoña y políticamente correcta.
¡Qué grande fue Andrés Gandarias!
Gandarias ganó en Gardeccia en 1976. Fue su victoria más grande, la más grande para un ciclista que llegó a ser quinto en el Tour de 1969 (año en el que, por cierto, fue el primero en cruzar La Madelaine). Han pasado muchos años desde entonces, con grandes momentos para el ciclismo vasco y otros no tanto, pero, probablemente, ahora estemos viviendo otra época dorada.
Y no nos podemos quedar en lo local, porque si la demostración de Mikel Nieve ha sido de relumbrón, qué decir del mejor ciclista de la actualidad, un Alberto Contador cuyas hazañas no pueden desmerecer los esfuerzos de sus rivales. La etapa de hoy ha sido el colofón a un fin de semana de ciclismo grandioso. Dejando a un lado las declaraciones de Zomegnan, la polémica por el Crostis, los abucheos y demás, el fin de semana reluce por el talento de Contador, el arrojo de los Euskaltel, la terquedad de Scarponi, la técnica de Nibali, el sufrimiento de Menchov, la ligereza de Gadret, la garra de Arroyo y Joaquim, el futuro de Bakelandts, Kreuzinger o Kruijswijk y la veterania de Garzelli. Todos han dado un fin de semana glorioso a los aficionados al ciclismo en un entorno paradisíaco, porque la etapa de hoy ha sido extraordinaria y parte de culpa la tienen los organizadores que han diseñado un trazado inmejorable para el espectáculo. Ellos sufren y nosotros lo disfrutamos.
Enhorabuena a todos ellos y gracias porque para los que nos gusta el ciclismo ha sido un fin de semana inolvidable.
Posdata: en general, y ya sabéis que este es un blog sentimental, ha sido un fin de semana inolvidable para todas las pasiones deportivas que compartimos asiduos a este blog. Victoria del Athletic, hazaña histórica del Bizkaia Bilbao Basket, victorias de Igor Antón y Mikel Nieve... Lástima que hace ya meses que el Barakaldo renunció a hacernos la fiesta completa. Pero nos conformaremos con esto, como para no. Compensa otras desgracias sentimentales y caprichosas que hemos tenido durante el año. Pero, como cuando las cosas van bien, no puedes olvidarte de los compañeros, obligado es mandar un saludo a los amigos deportivistas de este blog, que haberlos haílos, lo sé, que no podrán decir lo mismo de este fin de semana. Y lo dejo ya porque la entrada me está quedando demasiado ñoña y políticamente correcta.
¡Qué grande fue Andrés Gandarias!
La verdad es que nuevamente ha sido espectacular. Etapón. Otra vez el final ha sido el perfecto, pero sin él, hubiera sido una etapa igualmente excepcional.
ResponderEliminarVer a cada lider, sólo, sin compañeros de equipo a falta de 50 km para meta y con dos montañas por delante, ha sido algo que pocas veces se ve. Contador, Nibali, Scarponi... buahh! así da gusto. Sólo hay que fijarse en las palabras de Contador: "la etapa más dura de mi vida", casi nada. Aunque sólo lo haya dicho para encumbrar su gesta, da igual, no estará lejos de ser verad.
Y luego está lo bonito del paisaje. Las gargantas, los saltos de agua, la presa, el lago, los tuneles o galerías -como dicen los italianos-, genial. Enhorabuena a todos.
Horrillo resume mejor para explicar por qué ha acabado en estado de shock después de ver la etapa: "Yo, como espectador, no he visto nada igual en una etapa de una gran Vuelta. Me he quedado con la misma sensación con la que me quedo después de una de las grandes clásicas de pavé. Y es que ya de salida los números globales asustaban: 229 kilómetros, más de 6.000 metros de desnivel acumulado y cinco puertos dolomíticos por el camino. Que el ganador haya tardado casi 7 horas y media en recorrerlos a una media de 30,7 km/h es un dato indicativo de lo que han sufrido todos y cada uno de los que han conseguido llegar a meta." (columna de Horrillo en el diario El Pais)
ResponderEliminarJoder, pobre Xavi TONDO! Que en paz descanse.
ResponderEliminarSí, lo he visto hace poco. Una auténtica desgracia. Además, Beñat Intxausti ha debido presenciarlo en directo.
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