jueves, 3 de noviembre de 2011

Mehdi Sohrabi


Yo le he leído en la página web biciciclismo.com y si pincháis sobre el nombre, os lleva al artículo, pero parece que, realmente, este artículo de Perico Delgado lo ha publicado primero en su propia página web. Delgado viene a resumir algo que yo deslicé ligeramente en una entrada reciente. Yo tampoco comparto, y apenas entiendo, los criterios deportivos, que los económicos me los imagino, de la UCI para decidir sus planteamientos organizativos.
Y el ejemplo más ilustrativo ha sido el de este ciclista iraní que ha vuelto loco a medio pelotón con su fichaje. Ha sido como un ágil alfil estratégico apunto de hacer jaque mate. Le querían los franceses, le quería Matxin, y, al final, se lo llevaron los del Lotto-Ridley y solo con los puntos que le adjudicó la UCI a sus logros deportivos en la temporada ya terminada, los belgas consiguieron su acceso a la tan deseada World Tour.
Y Sohrabi no tiene culpa ninguna. Él se ha dedicado a correr y ha ganado, a sus 31 años, el UCI Asian Tour con un bagaje de catorce victorias. Ha ganado tres clasificaciones generales, la Vuelta a Azerbayán, el Kerman Tour y la Jelajah Malaysia. En la primera, también ganó una etapa. En el segundo, se llevó, así, sin respirar y de seguido, las cinco primeras etapas. En la tercera prueba, se llevó otras dos etapas. Además, ha ganado etapas en el Tour de Taiwán, la International Presidency Tour y el Tour del Lago Qinghai. Ha ganado tanto o más que Mark Cavendish y Sohrabi debe estar orgulloso y merecía una oportunidad para competir en una categoría distinta, donde pudiera poner su talento en juego.
Lo que queda sobredimensionado es su valor porcentual y matemático en las decisiones organizativas de la UCI que ha convertido valores intangibles en grasas artificiales para fomentar el uso saludable de racionalidades que están creando desigualdades y debilidades varias. En este blog, a menudo, le hemos dado voz a pruebas ciclistas que se alejan de los focos mediáticos porque siempre hemos creído en la variedad, el interés y la belleza de esas pruebas. También el bloguero considera que la globalización es una oportunidad positiva y que la diversidad tanto cultural como ciclística es de interés e interesante, para sonar redundante y contundente. Pero hay algo que falla cuando las razones las marca el mercado y las auditorías, cuando solo quedan reyes y reinas en el tablero y los alfiles ya no cuentan y los peones quedan fuera del pelotón.
Parte de eso dice Perico Delgado en su artículo, pero nada de eso le debe importar a Mehdi Sohrabi que se ha dedicado a lo suyo...

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