jueves, 20 de diciembre de 2012

Carlos Saucedo



Tampoco me voy a poner incisivo porque, me entenderéis, seguro que hay mucho que decir al respecto y yo lo desconozco. Digo yo que Carlos Saucedo no ha salido de la nada y que antes de los 27 bien que andaría dándole a la pelota en algún otro sitio, que todo no nace por implosión, que si se busca se encuentra el inicio, digo yo, pero no lo conozco. Así que la noticia, si le quitas la parafernalia en forma de fuegos de artificio típica del periodismo actual (el nuevo Messi, el Messi boliviano...), me dejó con ganas de más por la sorpresa: al fin y al cabo, disfrutar del estrellato internacional a los 33 años después de debutar en la Primera División con 27, es como para imaginarse que puedes encontrarte con la típica historia de superación que le mola a los productores de Hollywood. Que sí, que todos nos acordamos de que Salvatore Schillaci tenía 26 años cuando Azeglio Vicini lo eligió para el Mundial del 90 y que todo el mundo al que le gusta la bicicleta recuerda que Tony Rominger debutó con 26 años y ganó su primera grande con 31, que tampoco es para tanto, pero tampoco para menos. 
La historia es, más o menos, que Xabier Azkargorta y los jugadores que selecciona para jugar con Bolivia le dieron una alegría a la afición al meterle cuatro goles y solo recibir uno cuando se enfrentaron a Uruguay hace unas semanas en los partidos clasificatorios para el Mundial de Brasil 2014. Dicen que Azkargorta contaba antes con otros compañeros, pero, por diversas razones, acabó por darle su oportunidad a Carlos Saucedo, que matemáticamente se la merecía, y lo celebró marcando tres de aquellos cuatro goles. Un hat-trick que le ha servido para aparecer en más periódicos que los propios de su país.
He dicho lo de matemáticamente porque el año 2012 ya estaba siendo magnífico en el aspecto goleador para el delantero de Santa Cruz de la Sierra. Ya fue máximo goleador del Torneo Clausura de la 2011-2012 y ha acabado por serlo del Apertura de la 2012-2013 también. Un porrón de goles (17 y 23) que no han servido para que su actual equipo, el San José de Oruro, ganara ninguno de los dos torneos, el primero lo ganó Oriente Petrolero y el segundo, The Strongest. Sin embargo, el valor de la hazaña goleadora conseguida por Saucedo se multiplica si se considera que es el primer jugador boliviano en alzarse con esos títulos de goleador desde que hace ocho años lo consiguiera José Martín Menacho, apodado el Loco, en el Real Potosí. 23 goles le sirvieron a Martín Menacho para emigrar en la 2005 a Perú, pero pronto regresó al país. Quién sabe si a pesar de tener ya 33 años y una familia estable que quizás no le invite a tomar aventuras, pueda Saucedo aprovechar sus goles con la selección y con su equipo para viajar fuera del país, que tampoco estoy queriendo decir que tenga que hacerlo por razón alguna. Lo comento porque Osmar Vaca, su representante, ya se ha apresurado a  mencionar a la prensa que "el Caballo", como se le apoda (solo hay que ver sus celebraciones) ya ha recibido ofertas de Chile, México y Arabia Saudí.
Además, Saucedo ya ha jugado fuera de Bolivia. Porque, aunque debutara en el profesionalismo con 27 años, y aunque no haya sido hasta pasar la treintena cuando le ha llegado el éxito, Saucedo ya tuvo que emigrar a Ecuador (Deportivo Quito) y Colombia (Independiente de Medellín). 
Por orden, Saucedo debutó ya talludito en el Oriente Petrolero y no lo hizo mal. Víctor Hugo Antelo, máximo goleador histórico de la liga boliviana, entrenaba por entonces a Oriente Petrolero y le dio la oportunidad de debutar. De todas formas, al año siguiente cambió de equipo y se fue al Bolívar. 18 goles en 33 partidos le llevaron a Ecuador pero la experiencia no salió bien y volvió a casa para jugar con el Blooming, y después con The Strongest, y finalmente con el Club Aurora donde volvió a recuperar el olfato goleador. Eso le llevó a Colombia donde tampoco triunfó como podía haber esperado y en su vuelta a Bolivia para jugar con San José de Oruro ha despuntado por su habilidad para estar donde tiene que estar un goleador. En medio de ese camino, ya le llamó Erwin "Platini" Sánchez para atender al combinado nacional, pero nada como lo que ocurrió hace unos días ante Uruguay. 
Quizás Saucedo aún tenga tiempo para emular a Erwin Sánchez, pero lo veo difícil. La generación boliviana de los Sánchez, Julio César Baldivieso y Marco Antonio Etcheverry puso muy alto el listón en los años noventa. El Mundial de 1994, donde Xabier Azkargorta fue el seleccionador y héroe del país, aún es un hito en la historia futbolística de Bolivia. Por cierto, tanto Etcheverry como otros dos protagonistas de aquella generación, Marco Sandy y Luis Cristaldo, forman parte del equipo técnico del bigotón en esta nueva oportunidad del vasco en el banquillo de la selección boliviana. Aún andan luchando por clasificarse para Brasil 2014, y, seguro que Saucedo lo da todo, pero veremos si da tanto como para seguir ocupando las portadas de las publicaciones internacionales. 
33 son sus años, 40 los goles que ha marcado en 2012, pero, sobre todo, no dejan de ser más que eso, números. Ponerle apellidos que no son suyos probablemente luzca en los periódicos, pero no le creo que le haga ningún favor. Si llega más lejos, que lo disfruten en Bolivia, si se queda ahí, seguro que ya estará disfrutando del momento.


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