miércoles, 9 de diciembre de 2015

Zmago Sagadin



Esta entrada había empezado a escribirla esta mañana, mientras me tomaba un café, después de hojear el periódico y leer que hoy el Bilbao Basket visitaba Ljubljana. Al final, la publico habiéndose jugado ya el partido, pero, bueno, qué más da, yo creo que funcionará igualmente. 
La idea era hablar superficialmente, y a modo de reconocimiento, del Union Olimpija Ljubljana, un club esloveno, fundado en 1946, reconocido por su cantera, dominador durante años en su país, que recientemente pasó por una crisis económica que redujo al mínimo su capacidad competitiva. Ése era y es el objetivo, más que hablar de un partido en el que el Bilbao Basket se jugaba poco y el Olimpija algo más, pero tampoco se trataba de uno de esos partidos que pasarán a la historia de la Eurocup. 
El Olimpia Ljubljana es un histórico de Europa, seis veces ganador de la extinta Liga yugoslava (la última en 1969-1970), quince títulos de la Liga eslovena (el último en 2008-2009), diecinueve títulos de la Copa eslovena (el último en la 2012-2013), ganador de la FIBA Saporta Cup en la 1993-1994 y de la ABA League (antigua Liga Adriática) en la 2001-2002. Probablemente, el título más destacable sea aquella FIBA Saporta Cup que ganaron contra el Taugrés de Manel Comas. Los eslovenos se llamaban entonces Smelt Olimpija y se enfrentaban a un club que le superaba en presupuesto y nombres: Ramón Rivas, Velimir Perasovic, Pablo Laso, Santi Abad o Ken Bannister. Ganaron los eslovenos por 91-81 en Lausanne, Suiza. Antes habían eliminado al Aris de Salónica de Miroslav Pecarski en semifinales, equipo que había ganado el año anterior en Torino ante el Efes Pilsen. Aquel Olimpija lo lideraban dos tiradores de los de antes, de los que no se pensaban un tiro: Roman Horvat y Dusan Hauptman. El primero hizo 33 puntos en la final y el segundo 27. El primero metió 9 de 14 en triples y el segundo 6 de 18, para un total de 16 de 34 del equipo verde, donde, por cierto, jugaban otros conocidos del baloncesto europeo como Boris Gorenc, Marko Tusek o Vitaly Nosov. Los entrenaba Zmago Sagadin (también entrenador en el KK Zadar, Estrella Roja, Lietuvos Rytas, selección de Eslovenia y cofundador de la Liga Adriática) y, probablemente, como decía, aquel fuera uno de los hitos de este equipo, y la pareja Hauptmann-Horvat, como creo que ya he dicho antes, un binomio que todavía hoy si lo repites veinte veces delante de un espejo a medianoche, a la mañana siguiente encestas todo lo que tires. 

Puede que el equipo, como le pasa a su selección nacional, no haya podido rendir a la altura en competiciones europeas. Ha jugado dos final fours de la Euroliga. La primera en la lejana temporada de 1966-1967. La segunda la jugaron en Roma en la temporada 1996-1997, curiosamente, 30 años después de la primera. Perdieron en semifinales ante el Olympiakos, a la postre ganador final. David Rivers, Dragan Tarlac, Panagiotis Fassoulas o Giorgios Sigalas lideraban aquel equipo que ganaría en la final por 73 a 58 al FC Barcelona de Arturas Karnisovas, Alexander Djordjevic o Andrés Jiménez. El equipo azulgrana era, realmente, de lujo: Manel Bosch, Quique Andreu, Roberto Dueñas, Rafa Jofresa, Roger Esteller, Xavi Fernández o Ramón Rivas. En la lucha por la consolación, el equipo de Zmago Sagadin se impondría a los franceses del ASVEL Lyon de Brian Howard, Alain Digbeu o Delaney Rudd. Aquel Olimpija era heredero del que ganó la FIBA Saporta Cup. Por allí aún andaban Hauptmann y Horvat, y se les habían añadido jugadores como Vladimir Stepania (de ahí se iría a la NBA), Ivica Jurkovic, Marko Milic o Arriel McDonald.

En cualquier caso, la lista de jugadores que han vestido de verde y han jugado como locales en el Gimnasio Tabor, el Dvorana Tivoli o el más reciente Arena Stozice es impresionante. Voy a elegir unos cuantos, por gusto propio y sin criterio, y vosotros me decís luego, si queréis: Sarunas Jasikevicius, Walter Berry, Beno Udrih, Jiri Welsch, Primoz Brezec, Bostjan Nachbar, Radoslav Nesterovic, Marko Milic, Ratko Varda, Damir Markota, Goran Dragic, Damjan Rudez, Danny Green, Sani Becirovic, Gregor Fucka, Mirza Begic, Giorgi Shermadini, Manuchar Markoishvili, Davis Bertans, Yotam Halperin, Vlado Ilievski, Erazem Lorbek, Sandro Nicevic, Vladimir Boisa, Jaka Blazic, Alen Omic, Vladimir Golubovic, Goran Jagodnik, Gasper Vidmar, Jure Zdovc, Luka Zoric, Kresimir Cosic, Teemu Ranikko, Sasu Salin, Sandro Nicevic, Jurica Golemac, Vladimir Dasic, Dylan Page, Ariel McDonald, Ivo Daneu o Radisav Curcic. Vamos, nada. 

En la actualidad, como ya había comentado al principio, el equipo intenta superar una crisis económica que le ha repudiado de la Euroliga y le ha dejado con una plantilla corta y poco reconocible para el espectador medio (me incluyo) del baloncesto europeo. No conozco los detalles de la crisis: sé que hubo deudas, impagos, jugadores amenazando con huelgas... En la plantilla actual, destacan jugadores como Blaz Mahkovic, 25 años, alero de 2'01; Sava Lesic, interior serbio de 27 años, ex del Partizan, Estrella Roja y Khimik entre otros; Miha Lapornik, joven esloveno de 22 años, escolta; el veterano Sasa Zagorac, 31 años, con humilde pasado por España (Caja Rural Melilla, Gandía) o Italia; y el norteamericani Zach Wright, otro veterano de 30 años, con pasado por media Europa: Alemania, Francia, Croacia, Rusia, Grecia, Turquía...tanto que es internacional con Bosnia-Herzegovina. Si no me confundo, ya no disputan ni la Telemach pero sí la Liga Adriática, en una edición que lidera el Buducnost y donde el Olimpija ocupa la mitad de la tabla.

Hoy han perdido por 63 a 84 contra un Bilba Basket que llegaba sin Axel Hervelle ni Shawn James, recientemente fichado por el Olympiakos. Debutaba, eso sí, Mirza Begic, quien, además, ha aprovechado los once minutos con los que ha contado: 9 puntos y 2 rebotes. Ha sorprendido el gran partido de Dairis Bertans (26 puntos) y de un Alex Ruoff (14 puntos), que está mejorando su prestación poco a poco. Sito Alonso ha tenido la oportunidad de repartir minutos. Además de Ruoff y Bertans, han destacado Giorgios Bogris (7 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias y 6 robos) y el joven Borja Mendía, quien ha contado con muchos minutos (20), para conseguir 6 puntos, 2 rebotes y 1 asistencia. Por el Olimpija, el mejor ha sido Luka Rupnik, otro joven esloveno (22 años) que ha logrado 11 puntos, aunque, al final, ha sido el pundonor de Gregor Hrovat y Blaz Mahkovic lo que ha mantenido el resultado. 
Con esta derrota, el grupo A, sigue estando liderado por el Bilbao Basket y el Trento italiano, quienes ya están clasificados. Union Olimpija y EWE Baskets ocupan ahora las otras dos plazas que dan acceso a la siguiente ronda, pero el Nanterre francés aún tiene posibilidades de clasificarse. 
Los eslovenos ganaron (80-83) y sorprendieron en Bilbao. Zach Wright hizo un gran partido (18 puntos y 10 rebotes, 36 de valoración) y estuvo bien acompañado por Sasa Zagorac (17 puntos). Blaz Mahkovic, Miha Lapornik y Blaz Mecisek también consiguieron doble dígitos, en un partido que se perdió Sava Lesic, uno de los mejores hombres de Gasper Potocnik. Por casualidad, yo estuve en las gradas del Bilbao Arena. Hacía mucho que no veía baloncesto en directo, y me apetecía ver a un histórico del baloncesto europeo. Me sorprendió el sopor del Bilbao Basket, que entró en el partido dormido y para cuando despertó ya era demasiado tarde (perdieron hasta 16 balones). Por el equipo de Ljubljana, solo quedaron detalles. Blaz Mahkovic tiene ese talento tan de esta cantera, fundamentos estéticamente perfectos y elegancia en los movimientos. Sasa Zagorac sabía meter el cuerpo, clavar las uñas, y mirar para otro lado. Zach Wright dirigió sin dudas. Los primeros minutos de Vasilije Vucetic me sorprendieron, pero después desapareció. Eso es lo que vi: un equipo que no era lo que fue, pero que quizás será más de lo que es. Les costará, pero siempre puede ser. Es difícil cuando Emir Sulejmanovic se te va con 17 años y Luka Doncic con 13 años. Ya no les dan tiempo ni a formarlos. Así, y si la economía no acompaña, es difícil. 
Todo es más difícil. Pero incluso las canastas imposibles son posibles. Y, si no, que se lo pregunten a Blaz Mahkovic, quien, hace solo unos meses, consiguió la canasta más inverosimil de las muchas que he visto en mi vida. Ahí va el vídeo y con esto y una fotografía, nos despedimos. 





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