lunes, 28 de marzo de 2016

Buddy Hield



Bueno, pues ya está: la Final Four de Houston tiene a sus cuatro protagonistas. Wildcats, Tar Heels, Sooners y Orange, es decir, Villanova, North Carolina, Oklahoma y Syracuse. Pero vayamos poco a poco. 

La Villanova de Jay Wright cumplió con los pronósticos y se metió en su primera final four desde 2009. No ganan la NCAA desde 1985, con Rollie Massimino como entrenador, y Ed Pinckney en plan estrella, cuando derrotaron a Patrick Ewing y su Georgetown para sorpresa de todo el mundo. También es su único título. Tras quince temporadas en el cargo, le ha tocado el gran momento al entrenador Wright. Se han sobrepuesto al disgusto de perder el título de conferencia ante Seton Hall y han cumplido en cada una de las rondas de esta fase final, derrotando con mucha facilidad a todos sus rivales, UNC Asheville (por 30 puntos), Iowa (por 19 puntos), Miami (por 23 puntos), hasta llegar a su gran duelo con los favoritos principales, Kansas. 
Resultado final: 59 a 64. En esta ocasión, los Jayhawks no sufrieron solo la buena puntería que vienen demostrando los Wildcats a lo largo del torneo, si no también una defensa feroz y una fe inquebrantable en el equipo que ha conseguido que todos los jugadores de Wright aprovechen sus minutos en cancha para aportar al equipo. Si miras a las estadísticas, destacan los cuatro de siempre, los cuatro jinetes que comandan la caballería de Wright y a los que ya hemos mencionado en multitud de ocasiones esta temporada: Kris Jenkins, Ryan Arcidiacono, Daniel Ochefu y Josh Hart. Sin embargo, ayer, un robo de Mikal Bridges (consiguió cinco en total) y dos tiros libres de Jalen Brunson fueron igual de fundamentales para derrotar a una Kansas donde Perry Ellis jugó su peor partido y tuvieron que tomarle el relevo otros como Wayne Selden Jr, Devonte' Graham y Frank Mason III. 
Ya que los Jayhawks han quedado eliminados, despidámoslos comentando algo que tenía pensado haber dicho antes y que siempre se me olvidaba. En el equipo de Will Self, casi sin minutos, hay un banquillo en el que encuentras a gente como el hijo del ex NBA Danny Manning, Evan Manning, al hijo del propio entrenador Tyler Self, a otro hijo de, en esta ocasión Landen Lucas, hijo de una vieja estrella del baloncesto universitario en Oregon y ex jugador profesional en Japón, Richard Lucas, o a una de las grandes promesas internacionales, el malí Cheick Diallo. 

Para llegar a la final, los Wildacts de Villanova tendrán que eliminar en Houston a los Oklahoma Sooners de Lon Kruger. Estos llegarán bien motivados después de eliminar a la favorita de esta parte del cuadro, Oregon. Los de Dana Altman no pudieron redondear su gran temporada y tuvieron que claudicar ante otro buen partido del jugador que mejores actuaciones individuales está realizando hasta ahora, y, por ello, titulante de esta entrada, Buddy Hield. Con 8 de 13 en triples, 13 de 20 en tiros de campo y 37 puntos al final, Hield superó todas las variantes defensivas que le propusieron Altman y sus chicos y plantó a Oklahoma en una Final Four que no visitaban desde 2002 (Hollis Price, Aaron McGhee, Ebi Ere) y con los expertos preguntándose si Hield será suficiente para que los Sooners consigan el primer título de su historia. 
Por su parte, los Ducks de Oregon tendrán que seguir esperando. Elgin Cook, su mejor hombre ayer, y Chris Boucher son los dos únicos seniors, si no me equivoco, de un quintento titular que ha rendido a buen nivel durante toda la temporada. Puede que el año que viene volvamos a ver a los Ducks por aquí. Hace casi 80 años que no alcanzan la Final Four y Dana Altman, en su sexta temporada, antes estuvo como una quincena en Creighton, ha estado apunto de conseguirlo. Quizás a la séptima sea la vencida. 

Si los Oregon perseguían su segunda Final Four, los Tar Heels de North Carolina ya rozan la veintena. Los de Roy Williams son, ahora, los grandes aspirantes a repetir un título que ya consiguieron en 1957, 1982, 1993, 2005 y 2009. Son el único equipo que partía como favorito número uno que ha conseguido acceder a la Final Four de Houston. Parecen haber superado el escándalo de los cursos de historia Afro-Americana y tanto Roy Williams como el programa de baloncesto de North Carolina siguen rindiendo sin que el supuesto fraude les haya repercutido en nada. Incluso se comentó que podían recibir una sanción que les impidiera participar en esta edición del campeonato nacional, pues ahí les tienes, jugándola y accediendo una vez más a la ronda final. Los fighting irish de Mike Brey mantuvieron la resistencia gracias al buen trabajo de Demetrius Jackson y V.J. Beachem, pero no fue suficiente porque los de Roy Williams tienen un juego interior muy poderoso y una variedad de argumentos que no tienen otros equipos. Dos datos: todos sus jugadores en el quinteto titular hicieron más de diez puntos. Otro dato: jugaron 4 reservas y consiguieron, entre todos, dieciséis puntos, y créeme, que tanto el número de jugadores como el número de puntos es significativo dada la dinámica habitual en el reparto de minutos que caracteriza a los equipos de la NCAA. Por números, Brice Johnson, como casi siempre, fue el más destacado: 25 puntos y 12 rebotes. 

Si los Tar Heels son los únicos que empezaron como número uno y han llegado a la Final Four, de los cuatro que han conseguido viajar a Houston, precisamente sus rivales, Syracuse, serán quienes lo hacen habiéndose colocado más abajo en los pronósticos iniciales. Los Orange de Syracuse partían como favoritos número diez y, por el camino, han eliminado a Dayton, que empezaba como séptimo, y, sobre todo, en el Elite 8, a Virginia, los grandes favoritos. Curiosamente, también, será una eliminatoria que obligue a recordar asuntos extradeportivos, ya que si Roy Williams y los Tar Heels salieron relativamente airosos de las investigaciones de la NCAA, a Jim Boeheim y Syracuse les costó nueve partidos y una buena sanción. No estoy diciendo que los casos estén relacionados o sean comparables, pero es curioso que dos de los grandes programas de baloncesto de la nación que han sufrido investigaciones se enfrenten ahora en las semifinales por el título. 
London Perrantes fue el mejor de los Cavaliers de Virginia, que también tuvieron apoyo en el banquillo, con Darius Thompson y Mike Tobey. Por el otro lado, no fue esta vez Michael Gbinije el líder de los Orange, si no Malachi Richardson. El freshman consiguió 21 de sus 23 puntos en la segunda parte y lideró la victoria de Syracuse. Nuestro protagonista de la entrada anterior, Tyler Lydon, con 11 puntos, 6 rebotes y 5 tapones desde el banquillo fue otro de los grandes artífices de esta victoria que coloca a Syracuse en una final four que donde pocos la colocaban al comienzo de la fase final. Algunos, ni les colocaban en la fase final. 

Todo, como ya hemos dicho, se resolverá en breve, del 2 al 4 de Abril en el NRG Stadium de Houston. 

Por cierto, que no lo dije en la anterior y ya podía haberlo hecho. Creighton fue eliminada por Brigham Young University en los cuartos de final del NIT 2015-2016. Las semifinales y la final se disputarán mañana y el jueves en Nueva York. Por un lado, lucharán por un hueco en la final del Madison Square Garden, Valparaiso y los verdugos de Creighton, BYU, por el otro, lo harán George Washington y San Diego State. Geoffrey Groselle y Cole Huff fueron los mejores bluejays en el último partido de la temporada. El pívot senior se fue a los 22 puntos y 8 rebotes, mientras que Cole Huff hizo 18 puntos y 11 rebotes. 9 puntos y 9 asistencias añadió Mo Watson Jr y Ronnie Harrell Jr se fue hasta los 10 puntos desde el banquillo. 


Posdata: la imagen, como siempre, aunque viene del google image es aparentemente propiedad de la web hoopshabit.com

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