lunes, 27 de marzo de 2017

Luke Maye



Esto va tan rápido que casi no me da tiempo a escribir las entradas, por dios. Ya tenemos los cuatro equipos que disputarán la Final Four de Phoenix, pero vamos a ir contándolo poco a poco.

El primero en clasificarse fue Oregon, que dejó en la cuneta a la gran favorita, Kansas. Lo hizo además con solvencia, 60 a 74, para acceder a la Final Four por primera vez desde 1939, cuando, precisamente, fueron campeones de la mano de Bobby Anet, Lauren Gale y Slim Wintermute. 78 años pasan pronto. De todas formas, desde que el equipo lo dirige Dana Altman (temporada 2010-2011), quien, como ya hemos dicho en anteriores entradas, entrenaba antes a los Bluejays de Creighton, los Ducks han jugado por el título nacional en cinco de esas siete temporadas con Altman, alcanzando el Sweet Sixteen en 2013, el Elite 8 en 2016 y la Final Four este año. Es decir, se nota una progresión de la mano de Dana Altman que había hecho creer a los seguidores de los Ducks que pronto le pondrían un fin a esa racha de 78 años. Y ha llegado con una enorme victoria ante Kansas. Cogieron las riendas del marcador a falta de dieciséis minutos y ya no las soltaron. Demostraron tener más argumentos que unos Jayhawks que se encomendaron al que ha sido su líder durante todo el campeonato y que se presenta como uno de los principales candidatos a jugador del año, Frank Mason III, quien, en su partido de despedida, se quedó en 21 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias. Le hizo compañía en la lucha, sobre todo en el rebote, Josh Jackson, 10 puntos y 12 rebotes, pero no fue suficiente. No lo fue porque Tyler Dorsey sigue de dulce y esta vez lideró a los de verde con 27 puntos y 5 rebotes. No estuvo solo, sin embargo, porque Dillon Brooks estuvo más acertado y sus 17 puntos fueron importantes, igual que lo fue la completa actuación de un Jordan Bell que se lució tanto en ataque como en defensa (suya es una de las mejores jugadas del partido, que, además, ilustra lo que hemos dicho fuera del paréntesis, una jugada en la que empieza con un espectacular mate a una mano cortando por el centro de la zona y termina con un tapón después de bajar corriendo a defender), aportando 11 puntos y 13 rebotes. Por cierto, un dato que suelo dar siempre que llegamos tan lejos: de los 134 puntos que hicieron entre los dos equipos, solo 12 vinieron de jugadores del banquillo (y 7 de esos 12 los hizo Lagerald Vick para los Jayhawks).
Es la primera semifinal por el título para un Dana Altman que a pesar de dejar buen recuerdo en Omaha nunca llegó tan lejos con Creighton. Es una oportunidad en casi 80 años que no deberían dejar pasar. Si Brooks y Ennis se apuntan a la buena forma e inspiración de Dorsey y Bell, sus nombres pueden pasar a la historia de la universidad de Oregon.
En las semifinales por el título se encontrarán como rivales a North Carolina, que no se dejó sorprender en el partido más disputado del Elite 8 y derrotó a Kentucky por 75 a 73. El final fue de aúpa en un duelo que enfrentaba a dos de los programas deportivos más competitivos del país. Malik Monk había empatado el partido a 73 para los Wildcats de John Calipari después de que una remontada de los Tar Heels llevara el partido a un final de infarto. Fue entonces cuando apareció Theo Pinson para subir el balón a todo correr, penetrar por el centro y atraer al defensa de Luke Maye, un reserva de segundo año que realizó el mejor partido de su corta carrera (17 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias), quien aprovechó la oportunidad para lanzar a canasta con 0.3 segundos en el reloj y meterla, dando una agónica victoria al equipo de Roy Williams. Un equipo donde destacaron Justin Jackson (19 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias) y Kennedy Meeks (7 puntos y 17 rebotes), aunque los grandes protagonistas fueran, finalmente, Theo Pinson (9 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias) y el héroe inesperado Maye. Por los Wildcats, que sufrieron en sus carnes lo que los Tar Heels sufrieron en la final el año pasado (Kris Jenkins de Villanova estaba viendo el partido en el estadio y se acordaría), hasta cinco jugadores, dos de ellos reservas, superaron los dobles dígitos, destacando Edrice Adebayo (13 puntos y 7 rebotes) y un desconsolado De'Aaron Fox (13 puntos y 4 rebotes), quien confesa que no dejaba de ver repetida en su cabeza la jugada de la canasta final. John Calipari se lamentaba de que no pidió tiempo muerto en el momento adecuado, pero seguro que, con el paso de los días, con más frialdad, le de importancia a un dato que no debe dejar pasar nadie: De'Aaron Fox, Edrice Adebayo y Malik Monk, tres de sus titulares, son jugadores de primer año, mientras que Isaiah Briscoe, también titular, e Isaac Humphries, su mejor hombre de refresco, juegan su segundo año. Los Wildcats de Kentucky podrían tener un futuro inmediato de lo más halagüeño. Los Tar Heels han sido campeones nacionales en cinco ocasiones. La última fue en 2009 (Wayne Ellington, Ed Davis, Danny Green, Tyler Hansbrough, Ty Lawson, Deon Thompson, Tyler Zeller) pero ya el año pasado jugaron la final y para jugadores como Kennedy Meeks, Isaiah Hicks, Joel Berry, Justin Jackson o Theo Pinson será la gran oportunidad de clamar venganza por aquel último triple ganador de Kris Jenkins.
 
Los Bulldogs de Gonzaga sí que no se dejaron sorprender. Según cuentan las crónicas, pocos han confiado en Mark Few y el programa deportivo de los Zags. Siempre se les ha achacado partir desde una conferencia fácil que han ganado 16 veces en los últimos años, siendo habituales en las eliminatorias por el título desde 1999, pero sin haber alcanzado nunca algo mejor que un Elite Eight, y esto solo dos veces y en años tan dispersos como 1999 y 2015. Sin embargo, Few siempre creyó y el equipo del que salió en los 80 John Stockton ha puesto, casi 20 años después de que Few se hiciera cargo de la sección, el hito en la historia de esta universidad de Spokane, Washington. No han pasado malos jugadores por ella, sin embargo, ya que por las manos de Few, desde 1999, han pasado jugadores como Adam Morrison, Mario Kasun, Dan Dickau, Jeremy Pargo, Ronny Turiaf, Elias Harris, Kelly Olynyk, Kyle Wiltjer o Domantas Sabonis, pero son ahora los Nigel Williams-Goss, Johnathan Williams o Przemek Karnowski los que aspiran a ocupar las vitrinas de la universidad con el mayor brillo. Contra Xavier, el mejor fue Nigel Williams-Goss, quien con 23 puntos (4 de 7 en triples), 4 rebotes y 4 asistencias llevó la manija del equipo en todo momento. Esta vez su mejor escudero fue el alero Johnathan Williams (19 puntos y 8 rebotes), quien se multiplicó para ayudar al polaco Karnowski, aún renqueante mientras intenta recuperarse del todo de sus problemas de espalda. Desde el banquillo, buen partido para Zach Collins, 6 puntos y 6 rebotes. Por Xavier, poco que decir que no sea aplaudir lo lejos que ha llegado este equipo, destrozando las ilusiones de programas, en principio, más poderosos que ellos. También es digna de mención la gran temporada de Trevon Bluiett, quien se despidió con un flojo partido de 10 puntos y 7 rebotes. El mejor para los Musketeers, esta vez, fue J.P. Macura con 18 puntos y 5 rebotes, incluyendo una descomunal canasta desde su campo para cerrar el primer tiempo.
Gonzaga se enfrentará a los sorprendentes Gamecocks de South Carolina, otros a los que nadie esperaba en esta fiesta de cuatro. Se han cargado a los Gators de Florida y estarán en Phoenix con todo merecimiento. En su quinto año en el equipo, Frank Martin está viviendo la mejor temporada en la historia de una universidad que hacía 13 años que no llegaba a la fase final y cuyo mayor éxito había sido un Sweet Sixteen en 1973. La universidad de donde salió Alex English consigue su gran éxito gracias a cuatro hombres: Chris Silva, PJ Dozier, Maik Kotsar y, sobre todo, un Sindarius Thornwell que está siendo una de las grandes sensaciones de esta fase final. En este partido, 26 puntos, 7 rebotes y una asistencia a Maik Kotsar en el momento más oportuno, igual que su tiento con los tiros libros o sus robos de balón. Con fuerza, buenos pies y garra, el alero de South Carolina superó a sus defensores, Devin Robinson y KeVaughn Allen. Justin Leon fue el mejor de los Gators con 18 puntos y 6 rebotes que no fueron suficientes para evitar que los Gamecocks se fueran en el marcador en el momento adecuado. Y es que fue, como se esperaba, un partido disputado, con continuos cambios en el liderazgo del marcador y siete puntos de diferencia que, precisamente, eran los que llevaban los Gators al descanso.

En resumen, Arizona acogerá las semifinales el sábado y el lunes tendrá lugar la gran final en el University of Phoenix Stadium que, realmente, está en Glendale, Arizona, y que, de normal, tiene una capacidad para más de 63.000 espectadores, ampliable a más de 70.000, ya que acoge hasta la Super Bowl si hace falta. Allí se darán cita dos de los que partían como favoritos número uno y otros dos inesperados candidatos al triunfo final. Los cuatro pondrán todo el empeño por llegar a la final y, como viene siendo costumbre, os lo contaremos aquí.

Por ahora, nos despedimos dándole el titular a Luke Maye, para mayor gloria de su puntería y buena muñeca, y cogemos la fotografía que hemos encontrado en google image y que proviene de la web sportingnews.com. 

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