domingo, 2 de abril de 2017

Tyler Dorsey



Al March Madness solo le queda un día y ya tenemos a los dos protagonistas que se disputarán la locura de la gran celebración. No ha habido sorpresas y los dos grandes favoritos, en dos apretados, disputados y agónicos partidos, han confirmado sus papeles y se han clasificado para la gran final del lunes. Por un lado, Gonzaga. Lo dijimos antes, solo Mark Few parecía creer en su proyecto y aunque le haya costado 18 años conseguirlo, ya lo tiene, ha puesto a los Bulldogs de Gonzaga en lo más alto y lucharán por ser campeones nacionales. No lo tendrán fácil porque, en frente, tendrán a los Tar Heels de North Carolina. Roy Williams lleva 14 años en el cargo y ha sido ya campeón en dos ocasiones. El año pasado un triple fatídico de Kris Jenkins para Villanova les privó de uno más. 

Gonzaga se enfrentaba, como ya sabíamos, a la gran sorpresa de esta edición, los Gamecocks de South Carolina, un equipo aguerrido y luchador que habían encontrado en Sindarius Thornwell a un líder eficaz. Thornwell no estuvo tan inspirado en este partido, pero sus compañeros lo suplieron con garra y pundonor, manteniendo a los Gamecocks en el partido hasta bien entrado el final. Gonzaga tuvo activos y en pleno rendimiento a sus mejores hombres, pero, aún así, el repertorio de compromiso y beligerancia de los hombres de Frank Martin les obligó a disputar cada balón, remontar y saber jugar los últimos minutos. Si Sindarius Thornwell se quedó en 15 puntos y 5 rebotes  en este partido, Chris Silva (13 puntos y 13 rebotes), Duane Notice (10 puntos y 3 asistencias), el reserva Justin McKie (8 puntos) y, sobre todo, PJ Dozier (17 puntos y 9 rebotes), compensaron el partido de Thornwell. Entre todos, mantuvieron en vilo el resultado a pesar de que para los Zags, su estrella Nigel Williams-Goss, 23 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias, no perdió la concentración en ningún momento. Además, los de Gonzaga también estuvieron en forma en la zona, destacando Zach Collins (14 puntos y 13 rebotes sin ser titular) y Przemek Karnowski, el llamado "pívot montaña" que está recibiendo la atención de la prensa europea aunque su rendimiento no esté siendo el óptimo por sus problemas físicos (de hecho, su recuperación para el baloncesto ha sido, en gran parte, un milagro), 13 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias. Jordan Matthews (12 puntos y 4 rebotes) y el reserva Silas Melson, 6 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias (dos triples consecutivos en un momento importante) también hicieron un partido destacado, igual que fue muy oportuna la única canasta que consiguió Killian Tillie, el hermano de Kim Tillie, el jugador francés del Baskonia. 

La otra semifinal fue aún más apretada, y North Carolina venció por un solo punto, 77 a 76. Y eso que a los jugadores de Roy Williams les falló la puntería desde la línea de tiros libres en los momentos más oportunos. Sin embargo, Kennedy Meeks, pívot de último año, surgió como el gran bastión de North Carolina y, además de coger un último rebote que supuso la confirmación de la victoria, añadió 25 puntos y 13 rebotes más antes del último. Números que sumados al elegante alero Justin Jackson (22 puntos) y al completo partido de Theo Pinson (8 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias) explican por qué la mala puntería de los Tar Heels durante el resto del partido no supuso perder el marcador final. Por los Ducks, volvió a decepcionar Dillon Brooks, a quien los aros se le han hecho gigantes en este final de temporada. Llevaba 6 puntos al descanso, cuando su equipo perdía de tres, pero se quedó en 10 al final del partido. El mejor volvió a ser Tyler Dorsey, el mejor jugador de Dana Altman en esta fase final, quien, con 21 puntos y 4 rebotes, sostuvo a su equipo durante toda la contienda. No fue, sin embargo, el único de los Ducks a quien se debería mencionar, ya que el partido de Jordan Bell (13 puntos y 16 rebotes) y el de Dylan Ennis (18 puntos y 6 rebotes) estuvo a la altura de una semifinal de la NCAA. 

Por lo tanto, de los cuatro grandes favoritos (a los que se les otorgó la primera posición al diseñar las eliminatorias finales por el título), dos de ellos han pasado todas las pruebas y lucharán por conseguir el trofeo. Gonzaga ha ido eliminando a South Dakota State, Northwestern (el polémico tapón que les ayudó a ganar fue objeto de un curioso acto artístico, diría yo, en esta universidad, que parece no olvidarlo), West Virginia, Xavier y South Carolina. Para Mark Few (54 años, 18 en el cargo, antes fue asistente), es el mayor logro de su carrera, aunque ha ganado el torneo de su conferencia, la WCC, hasta en 16 ocasiones. Ha recibido el premio a mejor entrenador del año este mismo año, en 2017. Por sus manos, desde 1999, han pasado jugadores como Kelly Olynyk, Domantas Sabonis, Austin Daye, Dan Dickau, Elias Harris, Mario Kasun, Adam Morrison, Robert Sacre, Kyle Wiltjer, Ronny Turiaf o David Stockton. Su padre, John Stockton, sigue siendo el mejor jugador salido de esta universidad, pero eso ocurrió antes de que llegara Mark Few al programa. Por su parte, North Carolina ha dejado en la cuneta a Texas Southern, Arkansas, Butler, Kentucky y Oregon. Para Roy Williams (66 años, 14 en el cargo, ex jugador de la universidad y también ayudante antes de debutar como primero con Kansas) no es su mayor logro, aunque puede igualarlo, ya que ha dirigido a los Tar Heels en dos finales que ganaron, en 2005 ante Illinois y en 2009 ante Michigan State.Williams ha sido nombrado mejor entrenador del país en dos ocasiones, 1992 y 2006. La lista de jugadores que ha entrenado desde que en 2003 se convirtió en primer entrenador de los Tar Heels es muy interesante: Harrison Barnes, Wayne Ellington, Raymond Felton, Danny Green, Ty Lawson, James McAdoo, John Henson o Ed Davis. Michael Jordan, por supuesto, sigue siendo el egresado más famoso de North Carolina, pero hablamos de una universidad que vio crecer a jugadores como Sam Perkins, James Worthy, Rasheed Wallace, Jerry Stackhouse, Kenny Smith, JR Reid, Bob McAdoo, Walter Davis, Rick Fox, Brad Daugherty, Antawn Jamison o Vince Carter.

El partido promete y aunque, llegados a este punto, tenéis muchas fuentes y mejores recursos para enteraros de qué pasa, volveremos aquí y lo contaremos. Le damos el titular a uno de las víctimas y la fotografía, más general, la cogemos de google images, aunque, al parecer, proviene de nbadestiny.com y se ven las manos de los últimos jugadores que hicieron ganador de la NCAA a Roy Williams y sus Tar Heels, la generación de los Ty Lawson, Ed Davis, Deon Thompson, Tyler Hansbrough,  Wayne Ellington, Danny Green y Tyler Zeller. 

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