martes, 26 de septiembre de 2017

Colin Kaepernick



No me da pereza. Porque hace falta. Allí y aquí, aunque cambien las coordenadas, los detalles o los protagonistas. Pero no tengo tiempo. No tengo tiempo para hablar de él, y de LeBron James, Alejandro Villanueva, Stephen Curry o Colin Kaepernick, que es quien se va a llevar el titular y la fotografía. Os invito a indagar, pensar, decidir y escuchar. Pero algo tenía que decir, y he decidido que Gregg Popovich lo diga por mí. 

Ayer fue el media day, un día en el que las franquicias de la NBA se exponen públicamente, se presenta y responden a la prensa. Siempre hay alguna declaración más sabrosa que otra, pero, generalmente, es una oportunidad para hacer fotos coloridas y resumir las predicciones sobre la temporada que se avecina. De todas formas, siempre que le ponen un micrófono delante, el entrenador de los San Antonio Spurs nos mantiene expectantes, porque podemos estar ante un nuevo ejercicio suyo de humor sarcástico y flemático, pero también porque, sobre todo en los últimos tiempos, no tiene problema en ofrecer su opinión, siempre acompañada de argumentos razonados y desarrollados pero con sinceridad y sin medias tintas. Ayer, ése fue el caso, tanto en lo concerniente al humor (abrió su turno ante la prensa con su habitual aspecto cansado e irónico para decir: "Es genial volver a estar delante de todos ustedes. He estado esperando todo el verano para que llegue este momento. Vale. Háganme las mismas preguntas que me llevan haciendo desde hace 15 años") como a las respuestas de alcance social y político. 

Quizás el origen de esta polémica no quede bien expresado en sus palabras, porque no menciona el asunto de manera directa, pero lo que dice, y cómo lo dice, ofrece una panorámica general, personal y comprometida de toda la polémica mediática, ideológica, política, deportiva y racial que ha explotado en los últimos días allí en los Estados Unidos. 

A propósito, he elegido unas declaraciones que no revelen los detalles, para incitar a los posibles lectores a que sean ellos mismos los que comiencen o prosigan con la búsqueda de información, e, igualmente, he hecho lo posible para esconder mi punto de vista y opinión, aunque esté mordiéndome las teclas para dejarlo aquí escrito y utilizando, además, el bloqueo de mayúsculas. 




I don’t think about some platform that I have. I’m an individual. I live in this country. I have the right to say and think what I want. It’s got nothing to do with my position. If it helps someone think one way or another about something, great. But the discussion has to take place.

Obviously, race is the elephant in the room and we all understand that. Unless it is talked about constantly, it’s not going to get better. ‘Oh, they’re talking about that again. They pulled the race card again. Why do we have to talk about that?’ Well, because it’s uncomfortable. There has to be an uncomfortable element in the discourse for anything to change, whether it’s the LGBT movement, or women’s suffrage, race, it doesn’t matter. People have to be made to feel uncomfortable, and especially white people, because we’re comfortable. We still have no clue what being born white means. And if you read some of the recent literature, you realize there really is no such thing as whiteness. We kind of made it up. That’s not my original thought, but it’s true.

It’s hard to sit down and decide that, yes, it’s like you’re at the 50-meter mark in a 100-meter dash. You’ve got that kind of a lead, yes, because you were born white. You have advantage that are systemically, culturally, psychologically rare. And they’ve been built up and cemented for hundreds of years. But many people can’t look at it that way, because it’s too difficult. It can’t be something that’s on their plate on a daily basis. People want to hold their position, people want their status quo, people don’t want to give that up. Until its given up, it’s not going to be fixed.
       
(Transcripción de una parte de la rueda de prensa de Gregg Popovich ayer durante el media day de los San Antonio Spurs. Esta transcripción fue publicada en sbnation.com, en un artículo firmado por Tim Cato y publicado digitalmente el 25 de Septiembre de 2017).


No pienso en que tenga ningún tipo de plataforma. Soy un individuo. Vivo en este país (Estados Unidos). Tengo el derecho de decir y pensar lo que quiera. No tiene nada que ver con la posición en la que me encuentre. Si a alguien le ayuda a reflexionar de una u otra manera, estupendo. Pero hay que discutir sobre el tema.

La cuestión racial es un asunto ignorado por la mayoría pero que todo el mundo entiende. Y no mejorará salgo que se hable de ello constantemente. 'Oh, van a hablar de eso otra vez. Ya están sacando de nuevo la cuestión racial. ¿Por qué tenemos que hablar sobre ello?'. Bueno, porque resulta incómodo hacerlo. Tiene que haber elementos que no sean cómodos en la agenda para conseguir que las cosas cambien, tanto si nos referimos al movimiento LGTB, el sufrimiento de las mujeres, la raza... La gente necesita que se le incomode al respecto de estos temas, sobre todo a los blancos porque vivimos con comodidad. Seguimos sin tener ni idea de lo que significa nacer blanco. Y si uno lee parte de la literatura más reciente, te das cuenta que no existe nada parecido a la blancura. Es algo que nos hemos inventado. No es lo que yo creía en un principio, pero es verdad.

Es difícil sentarse y pensar sobre por qué hemos nacido blancos. Esto supone una ventaja sistemática tanto a nivel cultural como psicológico que ha sido cimentada a lo largo de cientos de años. Pero hay muchas personas que no pueden verla de esta forma. Resulta muy complicado. No pueden lidiar diariamente con ello. A la gente le gusta conservar su posición. Mantener el statu quo y no dar su brazo a torcer. Pero hasta que esto no sea así, el problema no se va a arreglar.

(Traducción del extracto anterior publicada en as.com. La noticia la firma Manuel de la Torre Sanz y fue publicada digitalmente el 26 de Septiembre de 2017). 

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