sábado, 25 de agosto de 2018

Arnaud Demaré



Agosto siempre es un mes que a este blog se le hace cuesta arriba y, por eso, con esfuerzo, vamos a elegir el ciclismo para seguir escribiendo, a pedaladas lentas, y que no nos pille el coche escoba. Voy a publicar dos entradas seguidas, ambas de ciclismo, o eso me propongo. Una va a ser más desenfadada y enfangada, así que voy a empezar por esta.

Porque también empieza la Vuelta a España.

Después de la confirmada ausencia de Mikel Landa, quien tampoco hubiera arrojado mucha luz a las quinielas de haber llegado, parece que todo el mundo está de acuerdo en que la nómina de corredores presenta muchos candidatos pero no hay ninguno en el que apostar con seguridad. Todos parecen llegar tras una temporada de dudas y sobresaltos, ya sea por una razón o por otra.

En cualquier caso, no vamos a escribir la típica entrada resumiendo participantes, recorrido y expectativas. Vamos, mejor, a enredarnos con números y porcentajes.

Siempre que escribimos una entrada así, primero puntualizamos y nos lavamos las manos, pero esta vez, solo vamos a insistir en la falta de rigurosidad y la parcialidad y relatividad de todo lo que expongamos, incluidas las conclusiones. Vamos a usar números y porcentajes, como ya he dicho, pero, aún y así, creo que todo seguirá siendo relativo.

La motivación ha llegado cuando me he encontrado con este titular en un periódico deportivo de tirada nacional: "España está de vuelta en la Vuelta a España". Ocurrente, ¿verdad? El artículo, firmado por Nacho Labarga, venía a decir que desde 2012 no se juntaban cuatro equipos profesionales con arraigo en España (dejemos política e identidad a un lado). El dato, así, en frío, es bueno. En otra noticia, añadían un número más: 37 españoles se reunirían en el pelotón que tomará la salida en Málaga hoy mismo. ¿Son 37 de 176 muchos o pocos? ¿Son datos para generar ilusión, para hablar de recuperación en el mermado pelotón estatal? Vamos a intentar contestar a esa pregunta aunque, como ya he anticipado, acabaremos por concluir que todo es relativo.

Para hacerlo, y aunque no nos guste, nos vamos a ceñir a las tres grandes, ya que estamos hablando del pelotón de la Vuelta, y lo compararemos con los logros y participaciones en el Giro de Italia y el Tour de Francia de este año 2018. Lo haremos, además, centrándonos en esos tres países, Italia, Francia y España, ya que ellos albergan y organizan estas tres grandes. Aquí solemos abrazar la internacionalizad del pelotón y la diversidad del calendario, las pruebas y las categorías del ciclismo profesional y semi profesional, pero, en este caso, vamos a hacer un esfuerzo y ceñirnos a esto.

Es cierto, que haya cuatro equipos nacionales en el pelotón de salida de la Vuelta es una buena noticia. No podemos obviar, sin embargo, que solo uno es de la máxima categoría de la UCI, el Movistar. Los otros tres equipos, Caja Rural, Burgos-BH y Murias Taldea, recibieron una invitación para poder tomar parte en esta edición. Merecida, dirán algunos. Sí, se puede decir. Pero la escasez de proyectos profesionales en la élite del ciclismo internacional sigue latente. 

En total, como ya hemos dicho, participarán en esta vuelta un total de 176 corredores, y 37 serán clasificados como nacionales. De esos 37, 22 participarán vistiendo un maillot de un equipo español. Es decir, el 59,4%. Hasta 15 corredores nacionales participarán en la vuelta cobrando su nómina en otros equipos con sede en países extranjeros. Si hay 4 equipos españoles, quiere decir que podrían haber alistado hasta 32 corredores, ocho por cada escuadra. Si, entre los 4, aportan 22, quiere decir que el 68% de los corredores de equipos nacionales son del país. Solo un equipo, el Murias Taldea, completa su ocho de salida sin contar con corredores que no hayan nacido en el estado español. Queda al criterio de cada uno colegir y/o decidir si los porcentajes o los números invitan a sacar conclusiones. Sean cuales fueran esas conclusiones. 

Si nos fijamos en la aportación nacional en las otras dos grandes vueltas por etapas, vemos que los números son relativamente parecidos. En esta última edición del Giro de Italia hubo 3 equipos italianos, mientras que en el Tour de Francia contaron con hasta cinco escuadras francesas. Sin embargo, en el Giro de Italia participaron un total de 42 corredores italianos, mientras que en el Tour, a pesar de tener más equipos nacionales, el número de corredores autóctonos fue incluso menor que el de españoles en la Vuelta, aunque solo ligeramente: 35 corredores franceses en total. Parece que los números en cuanto a corredores son bastante parejos, aunque sí se puede interpretar que Francia cuenta con una salud más sana en cuanto a la creación de proyectos deportivos. Al fin y al cabo, cinco escuadras tomaron parte en el Tour, 2 de ellas repitieron en el Giro y hasta 3 representarán a los galos en la Vuelta a España. Justo en el extremo opuesto, Italia no contará con ningún equipo ni en la Vuelta ni lo hizo en el Tour, aunque proyectos como UAE Team Emirates y Bahrain tienen un gran peso italiano en su formación. Sin embargo, lo que no se puede negar es que los italianos, aunque no tengan equipos, siguen siendo competitivos en el pelotón internacional. En esta Vuelta a España, por ejemplo, a pesar de no tener equipos, tendrán hasta 20 corredores, 4 más que los franceses, quienes contarán con 16 participantes y eso que cuentan con 3 equipos profesionales en la Vuelta. En el Tour, la comparativa fue parecida si lo hacemos, esta vez, comparando a españoles e italianos. Italia no tuvo ningún equipo en el Tour pero contó con 13 corredores, los mismos que España, pero estos contaban con un equipo tomando parte. En el Giro, los franceses tuvieron, como ya hemos dicho, 2 equipos y 14 corredores en liza, mientras que los españoles contaron con 1 solo equipo y 12 corredores participantes. Lo que resaltó en este Giro fue la fidelidad de los equipos italianos para con el talento nacional, ya que teniendo 3 equipos, contaban con un potencial de 24 corredores y hasta 22 de los que alistaron fueron italianos. Un 91,6% que mejora mucho el 68% de los equipos españoles en la Vuelta, a su vez, parecido al porcentaje que presentaron los franceses en el Tour, ya que de los 40 corredores que pudieron elegir los 5 equipos franceses en este Tour, 30 fueron nacionales, 75%.

Si nos fijamos en las victorias, los resultados son más escasos, pero ponen, aún y así, el listón muy alto para los españoles en la Vuelta. Y es que en el Giro de Italia hubo hasta 5 victorias italianas, aunque ninguna tuviera como protagonista a un corredor que participara con el nombre de un proyecto nacional. Elia Viviani se llevó cuatro y Enrico Battaglin, una. En el Tour, los corredores nacionales consiguieron hasta 3 victorias, dos para Julian Alaphilippe y una para Arnaud Demaré, quien, de paso, consiguió la única victoria para un equipo francés, el Groupama-FDJ. Habrá que ver si los españoles consiguen repetir estos triunfos en la Vuelta. Eso sí, ningún equipo francés y ningún corredor francés mojaron en territorio italiano, y ningún equipo italiano (ninguno participó) y ningún corredor italiano mojaron en territorio francés. Sin embargo, tanto corredores españoles como el único equipo español participante en Giro y Tour consiguieron victorias en ambas carreras. Mikel Nieve, corriendo para un equipo australiano, y Omar Fraile, corriendo para un equipo kazajo, triunfaron en Giro y Tour respectivamente. Finalmente, el Movistar ganó en ambas pruebas, aunque con corredores extranjeros: Richard Carapaz, ecuatoriano, en el Giro y Nairo Quintana, colombiano, en el Tour. 

El pelotón internacional se ha hecho más internacional que la propia palabra que lo describe. Ya no se puede señalar a Italia, Francia y España como las únicas potencias. Nunca lo fueron en realidad. Los datos son igual de significativos si miramos solo al palmarés y contamos los ganadores finales en estas pruebas. Sobre todo en el caso de Francia, donde llevan años sin conseguir formar un ganador de grandes vueltas. Hay que remontarse hasta 1985 para ver ganar a un francés el Tour, Bernard Hinault. Hasta 1989 para ver a Laurent Fignon ganar el Giro de Italia. Y hasta 1995 para que Laurent Jalabert hiciera lo mismo en la Vuelta. Vincenzo Nibali ha sido el último italiano en ganar el Giro y el Tour, y lo hizo relativamente cerca; en 2014 el segundo y en 2016 el primero. Fabio Aru fue el último italiano en ganar la Vuelta, en 2015. Más hay que remontarse en el caso de España, ya que Alberto Contador, retirado, acapara los últimos triunfos: el Tour de 2009, el Giro de 2015 y la Vuelta de 2014.  

Lo cierto es que otros países han tomado el relevo ganador en estas categorías y pruebas. Colombia vio a Nairo Quintana ganar la Vuelta de 2016 y el Giro de 2014, y aún confía en que repita en otras ediciones, se estrene en el Tour o corredores como Iván Sosa o Egan Bernal le tomen el relevo. Pero, el país que más ha acaparado triunfos en estas ediciones finales de las tres grandes es sin duda el Reino Unido. En parte, por supuesto, gracias al éxito de Chris Froome. De él son la Vuelta de 2017, el Giro de 2018 y cuatro de los siete últimos Tours. Pero es que, además, Bradley Wiggins y Geraint Thomas también han ganado Tours desde 2012, uno cada uno, con lo que completan 6 Tours de los 7 últimos, todo un éxito en Inglaterra. 

El éxito británico en esta temporada es más absoluto, habiéndose llevado ya dos de las tres grandes vueltas. Será difícil que consigan el triplete y alguno de los cuatro ingleses en esta Vuelta agrande el éxito, pero quién sabe si alguno de los dos Yates, Simon y Adam, el veterano Stephen Cummings y el joven Tao Geoghegan Hart no podrían dar la sorpresa o, al menos, acaparar más triunfos parciales, que no son pocos los que llevan ya: cinco victorias en el Giro (tres de Simon Yates y dos de Chris Froome) y 2 más en el Tour, ambas de Geraint Thomas. El éxito de las islas se completaría con los irlandeses Sam Bennett y Daniel Martin, ya que el primero ganó tres etapas en el Giro y el segundo una en el Tour de Francia. 

Así pues, ahora dejaré espacio al final de la entrada para que cada uno saque sus conclusiones. ¿Se pueden echar las campanas al vuelo? ¿Son estos cuatro equipos participando en la Vuelta el comienzo de una nueva época de vacas gordas en el ciclismo español? ¿37 participantes son muchos, pocos? ¿Se confía en el producto nacional en los equipos españoles? ¿Han dejado de ser potencias internacionales estos tres clásicos países? ¿Es una chorrada y una pérdida de tiempo plantearse estas preguntas? Yo no voy a contestar ninguna. Tiro la piedra, y luego, esconderé la mano. 

Hoy, para empezar, en la Vuelta se ha llevado la primera etapa un australiano. Ya veremos cómo sigue todo. 

Posdata: Le voy a dar el titular y la fotografía a Arnaud Demaré. Más que nada, porque él ha sido el único ganador, por ahora, en su país con un maillot de su país. Y porque, aunque no participe en la Vuelta, acaba de hacer una auténtica exhibición en el Tour de Poitou-Charentes al llevarse las cinco etapas parciales que se disputaron y, por supuesto, de paso, la general final. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario