jueves, 1 de agosto de 2019

Greg Monroe



Yo no lo entiendo como un cambio brusco en el mercado, como una revolución en las jerarquías, como indicio de nada, pero es cierto que ha ocurrido. En los dos últimos años, con la revisión de los contratos televisivos en la NBA, se dio una fuga de talento europeo hacia la liga comercial americana porque había dinero y muchos entendieron que era una buena oportunidad de probar la experiencia, aunque fuera la segunda vez, como el caso de Sergio Rodríguez, que regresó a Estados Unidos de la mano de los Sixers, o la primera, como en el caso de Milan Teodosic, quien, tras una larga y exitosa carrera en Europa, firmó por los Clippers. Los dos están ya de vuelta en el viejo continente. Sergio Rodríguez se volvió antes. Teodosic aguantó más, sin éxito. 

De hecho, Teodosic es uno de los nombres que culmina ese cambio brusco, esa revolución de las jerarquías, ese supuesto indicio que nosotros no queremos ver. Pero pasa. Ha pasado. ¿Qué ha pasado? No se ha invertido la tendencia, repetimos, pero es cierto que sorprende el número de jugadores NBA que, el año que viene, ha decidido regresar o probar por primera vez en Europa. El caso más paradigmático, por supuesto, ha sido el de Nikola Mirotic, quien, como él mismo confesó hace unos días, rechazó buenos contratos en la NBA para regresar a Europa, en este caso, para más sorpresa, al FC Barcelona, el archirrival del que fuera su equipo antes de saltar el charco. Se convertirá en el jugador mejor pagado en este lado del Atlántico, pero, aún y así, su firma sorprendió. Y lo que más ha sorprendido es, por supuesto, que Mirotic no es el único. Que ha habido más, más allá de Mirotic y Teodosic. Porque, que vuelvan europeos a su continente no debería sorprender. Lo hagan cuando lo hagan. Quiero decir, regresen tras una larga carrera, tras una apuesta fallida, o cuando parecía que aún lo intentaban. Lo sorprendente es que no son solo europeos regresando a Europa lo que tenemos en la lista que vamos a dar luego. 

Y queda verano por delante, que conste. La lista puede que se amplíe. Para algunos, tampoco será tan larga. Pero, a nosotros, que no queremos ver cambios, ni revoluciones, ni indicios, aún y así nos sigue pareciendo significativa. 

El pivot Greg Monroe ha firmado por el Bayern Munich, un movimiento inesperado que puede servir de redención para la carrera de un interior del que se esperaba mucho más después de sus primeras temporadas en la NBA. A sus 28 años, fue elegido en la 7º posición del draft y sus primeros años en Detroit Pistons y Milwaukee Bucks fueron muy prometedores. En Alemania, Monroe debería ser determinante. Al Olimpia Milano de Ettore Messina, quien deja su ayudantía en los Spurs de Gregg Popovych y regresa a Europa (igual que Fotis Katsikaris, quien hacía las mismas labores en otro equipo NBA y ahora regresa a la ACB para entrenar al Gran Canaria), ha llegado Shelvin Mack. Salido de Butler, ha alargado su carrera NBA por Wizards, Sixers, Hawks, Jazz, Magic, Grizzlies y Hornets. Su mejor temporada fue en Utah, hace tres o cuatro años. Jimmer Fredette ya sabía lo que era jugar fuera, aunque lo hiciera en China. El tirador de Brigham Young llegó a la NBA con un gran impacto, gracias a su carácter y muñeca, pero no cuajó. Ni en Kings, ni en Bulls, Pelicans, Knicks o, esta última temporada en los Suns, consiguió un hueco definitivo. Ha firmado por Panathinaikos con la intención, probablemente, de tener mucho protagonismo. A sus 26 años, Ron Baker, antigua estrella de Wichita State, deja atrás sus temporadas en los Knicks y los Wizards para probar suerte en Europa, y lo hace, nada más y nada menos que en el CSKA de Moscú. Menos impacto han tenido los fichajes de Wade Baldwin por Olympiakos y Wesley Johnson por Panathinaikos. El segundo, de 32 años, llegó a estar en el segundo quinteto rookie del año en 2011, y ha jugado para Wolves, Suns, Lakers, Clippers y, la última temporada, en los Wizards. Empezó bien, pero ha ido a menos, jugando muy poco en su última temporada. Baldwin, por su parte, es un base joven que no caló ni en Grizzlies ni en Blazers y que ahora intentará relanzar su carrera en Grecia. El último en firmar ha sido Nik Stauskas, de origen lituano, pero con pasaporte canadiense. Formado en Michigan, ha pasado por Kings, Sixers, Nets, Blazers, Cavaliers y ahora llega a la ACB para convertirse en un refuerzo de lujo en el Baskonia, aunque su nombre sonó para otros equipos, como Real Madrid y Valencia, antes. Su mejor temporada fue en Filadelfia, al comienzo de su carrera, promediando 9.5 puntos por partido. Josh Huestis, finalmente, es otro joven que salta a Europa y jugará con Greg Monroe en el Bayern Munich. De 27 años, este alero de 2.01 ha jugado en Oklahoma City Thunder con distintos contratos, siendo su temporada más regular la de 2017-2018, cuando llegó a jugar 69 partidos en la NBA. 

A todos estos, habría que sumar los fichajes, ya mencionados, de Milos Teodosic por la Virtus Bolonia de Aleksandar Djordjevic y el de Nikola Mirotic por el FC Barcelona de Svetislav Pesic. Pero no son los únicos europeos que regresan a su continente. Dairis Bertans, tras su breve pero intenso paso por los New Orleans Hornets, vuelve a Europa, esta vez para jugar en el ambicioso Khimki ruso. También regresó Álex Abrines, quien jugará con Nikola Mirotic en el FC Barcelona. Dos más, estos con una carrera más larga que la de Bertans, también regresan, aunque, para uno, el segundo, sea incluso su primera vez en Europa. Hablamos deTimofey Mozgov Kostas Koufos. Para el primero, significa regresar a su país. Jugará con Bertans en el Khimki, donde ya jugó, tras estar en Estados Unidos desde 2011, jugando para los Nuggets, los Cavaliers, los Lakers y los Nets. Ganó la NBA con los Cavaliers de LeBron James en la 2015-2016, llegando a ser titular en 48 partidos de liga regular. El segundo, Koufos, llegó a la NBA desde la NCAA, donde tuvo muy buenos años en Ohio State. En la NBA, su carrera ha sido irregular, como reserva en la mayor parte, excepto la temporada 2012-2013, donde fue titular en los 81 partidos que jugó con los Nuggets, promediando 8.0 y 6.9 rebotes por partido. En Moscú deberá ser un jugador determinante. 

Todos estos jugadores están confirmados. Si no han firmado ya sus contratos, parece que pronto lo harán. Igualmente, parece casi seguro que otros les seguirán. Aunque sean solo rumores, otros nombres han aparecido en estas listas, como los de Dragan Bender Jeremy Lin. De hecho, el segundo, sí que debió recibir una oferta de CSKA de Moscú, pero no cuajó. El jugador de los Raptors la rechazó para apurar sus opciones de firmar por un equipo de la NBA. El último rumor ha sido el de Jonas Jerebko. El sueco parece muy cerca de recalar en Khimki, y, de ser así, el equipo de Rimas Kurtinaitis, quien también contará con Stefan Jovic o Alexey Shved, tendrá un equipo de lo más competitivo. 

Creo que a todos estos podríamos añadir jugadores como Gustavo AyónNando de ColoKostas Sloukas Facundo Campazzo. Más que nada, porque van a seguir en Europa, cuando, a principio del verano, se rumoreó que podían acabar en la NBA. De hecho, alguno de ellos lo intentó. Que todos estos jugadores estén el año que viene en el viejo continente, en lugar de al otro lado del Atlántico o, incluso, en China, donde cada vez se colocan más jugadores ante la llamada del dinero, parece subir la expectación y el nivel de las competiciones locales y continentales. Por supuesto, cuando pase el verano y se cierre el mercado, quedará por ver si todos estos nombres se transforman en el rendimiento que se les supone. 

Le damos titular y fotografía a Greg Monroe, por cierto, que es el primer jugador norteamericano que mencionamos en la entrada. Por ninguna otra razón. 

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