Fanzine deportivo literario. Crónicas caprichosas sobre héroes y villanos del mundo del deporte
jueves, 22 de enero de 2009
Agustín Abadía
La primera y única vez que he estado en Logroño, bueno, miento, estuve una vez más, en coche, volviendo de Oyón, porque me perdí, pero ni tan siquiera bajamos del coche. La única fue hace muchos años, quizás a penas rebasara la veintena entonces. Mi amigo digamos que M tenía familia allí. Mi otro amigo, digamos que G, y yo fuimos a pasar el fin de semana. M no nos esperaba en la estación de autobuses, justo antes habíamos pasado por el viejo estadio de Las Gaunas. Pasamos el resto del mediodía comiendo en un Burger King, lo más barato, mientras G me contaba las fechorías que cometió mientras trabajó para uno de estos restaurantes de comida rápida en Bilbao. Después, nos tomamos una franziscaner en un bar irlandés vacío. Era la cerveza más grande que tenían y aún y así nos la terminamos antes de que llegara M a buscarnos. Nos llevó de excursión: solo recuerdo que el primer sitio al que nos llevó fue a verle los cojones al caballo de Espartero. El resto del día fue muy largo. Dejamos las mochilas en su casa y nos marchamos de excursión, una excursión muy distinta. Muchos bares. En uno, el Quinto Pino, le escribimos una carta macabra a D. En otro, alguien dijo que un borracho apuesto que le entraba a unas chicas muy dispuestas era un jugador del Logroñés. Estuvimos apunto de dormir en un banco del parque porque G se quedó sopa mientras M y yo nos colábamos en un edificio en obras. Por ningún motivo en especial, solo por ver la ciudad a oscuras desde una altura respetable. G roncó tanto que a penas pude dormir. Esos son mis recuerdos de Logroño. Mis recuerdos del Logroñés, son más viejos: David Vidal, Manolo Sarabia, Toni Polster, Andoni Cedrún, el Tato Abadía, Oleg Salenko, José Ignacio, Ruggeri, Lopetegui, Dulce, Lucho Iturrino, Poyatos, Quique Setién, Islas, Elgezabal, Santi Aragón, Marcos Alonso... Qué aficionado del Norte de la península no se acuerda de los partidos en Las Gaunas, del barro, del Tato Abadía marcando dos goles contra el Real Madrid para remontar y ser incluído en un once internacional de lo mejor de la jornada. Recuerdo también que el Tato pugnaba por entrar en el once ideal de un conocido programa de televisión de por entonces que intentaba gloriosamente hacer un once con los jugadores más feos de la competición: Dertycia, Ferrer... El Logroñés está herido de muerte. A punto de desaparecer. Dos incomparecencias le obligan a descender a Preferente. Dicen que ya no se salva. A nuestros vecinos de Sestao les costó recuperarse. Más les está costando en otra provincia norteña con el equipo de la capital. Me encantaría volver a ver Las Gaunas y el Tartiere con afición de primera. Es una cuestión romántica e irracional, pero esa parte del fútbol tiene casi más valor que cualquier fichaje millonario de relumbrón. Ojalá no tarden en ver buen fútbol por la capital riojana.
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