martes, 19 de octubre de 2010

Jeannie Buss


Es lo que tiene trabajar con la familia, que responde con demasiada sinceridad a las preguntas de los periodistas. Jeannie Buss, además de ser vice-presidenta de los Lakers desde 1997 o por ahí, es la hija de Jerry Buss, dueño de los Lakers desde 1979, ya ha llovido, coño, todas las fotos del anterior propietario, el canadiense Jack Kent Cooke, son en blanco y negro. Pero, para hacerlo aún más complicado, Jeannie Buss es también la novia de Phil Jackson.
Y hoy ha retirado a su novio.
Son las cosas de los Lakers, que no dejan de generar noticias. Si no es porque Pete Mickeal se encara con Ron Artest, es porque quieren enfrentar a Michael Jordan y Kobe Bryant, porque Phil Jackson se pone duro con Pau Gasol, porque siguen riéndose de Sasha Vujacic o porque Lamar Odom continua protagonizando portadas de la prensa rosa en compañía de su mujer Khloe Kardashian, eso es, una de las archiconocidas hijas del abogado Robert Kardashian. Y ahora Jeannie Buss dice que Phil Jackson se retirará al final de temporada.
Y él que va a decir. Si lo dice ella... Aunque también dijo en abril que sabía que seguiría entrenando porque lo de su marido no era poner pañales, pero que no sabía dónde. Y dónde va a ir. Si trabaja para el suegro y la mujer, ¿va a tener narices de abandonar la oficina conyugal? Igual sí, quién sabe.
Lo de los Lakers en la oficina es curioso. La biografía de Jerry Buss ya es curiosa por si sola. Un doctorado por la Universidad de Southern California y un reputado químico que trabajaba en la industria aeroespacial y que un día pretendió conseguir algún otro ingreso comprando unos terrenos. Al final, se le dio tan bien, que abandonó la química y se dedicó al negocio inmobiliario. Después, pasó a comprarse equipos. Los Lakers, los Kings de hockey, las chicas del Sparks... Y cualquiera le dice nada. Como comenta su propia hija, que hace ya unos años le dijo, papá, quiero ser vicepresidenta y ahí sigue, desde que en 1979 su padre se hizo con las riendas del equipo, éste siempre ha sido solvente. Y, además, cualquiera le saca las cuentas de los títulos que se han llevado. Piensen en lo que ha pasado por el Forum de Inglewood y por el Staples Center desde 1979. Casi nada. Y algo de culpa del exito en los últimos tiempos, también tendrá la gestión realizada por su hija, de la que siempre se señala que fue conejita de playboy y que la NBC quiso hacer una teleserie con su vida, pero optaron por Mujeres desesperadas.
Detrás de todo esto, queda Mitch Kupchak, o Ketchup, como le llama un amigo mío. Cuando Jerry West se fue a obrar milagros a Memphis, Kupchak, que había trabajado con él, se puso al frente como General Manager (que suena la ostia así con mayúsculas y todos) de Los Ángeles Lakers (más mayúsculas). Y aguanta aún. Aguanta porque acertó con Pau Gasol y así enmendó lo que para muchos fueron errores mayúsculos (con minúscula): rechazar a Kevin Garnett a cambio de Andrew Bynum y el traspaso de Shaquille O'Neal a los Miami Heat. Algunos ya sabréis lo de aquella supuesta historia de Kobe Bryant subiedo al despacho de Buss para darle un últimatum: o West o me voy al East.
Y detrás de todo esto, claro, quedan aún muuuuchos nombres, algunos rutilantes, con estrella en el paseo de las estrellas, valga la redundancia astronómica. Pequeños propietarios y caras conocidas en la primera fila del Staples Center. De todas ellas, hay una que también ha sido noticia hoy, la más grande posiblemente, Earvin "Magic" Johnson, que al tiempo que Buss anunciaba la retirada de su novio, hacía público que vendía su paquete de acciones al Dr. Patrick Soon-Shiong, reputado médico en la lucha contra el cáncer y habitual de la cancha de los Lakers desde hace 25 años. Según Magic, se desprende de sus acciones por razones familiares, aunque, según los rumores repetidos hasta la saciedad, Magic quiere involucrarse en otros proyectos deportivos que le exijan mayor responsabilidad (se habla de que puede estar dentro del grupo que pretende comprar los Golden State Warriors).
Así que, en resumen, entre doctores en química, ex-jugadores de baloncesto, potenciales protagonistas de telecomedia, entrenadores sesentones, médicos de prestigio, actores de Hollywood y leyendas sobre la promiscuidad de las cheerleaders, los Lakers seguirán siendo un equipo competitivo que se enfrentará en esta temporada a la 11ª secuela de la colección de baloncesto del director Phil Jackson, que, según su novia, abandonará, después, los banquillos. ¿Con éxito? ¿Vencerán Gasol, Odom, Derek Fisher, Bynum y Bryant a los Dwayne Wade, Chris Bosh y LeBron James? ¿Serán los favoritos los Celtics de Paul Pierce, Garnett, Ray Allen, Rajan Rondo y Shaquille? ¿Alguien más? Pues no lo sabremos hasta el final, como siempre, claro. Mientras tanto, el Dr. Soon-Shiong disfrutará de los 28 millones de dólares que se ha gastado desde un bonito palco del Staples Center, probablemente, comparta charla y botellita de champagne con los Buss, Kupchak e invitados. Abajo, en el banquillo Phil Jackson seguirá a la suyo con su espalda maltrecha y sus dos metros de poderosa presencia. ¿Quién le tomará el relevo? Brian Shaw y Chuck Person, dos jugadores de mi generación como aficionado, esperan su oportunidad.
Y con estos dos, anda que no me he quedado agusto escribiendo nombres propios.

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