Mañanas improductivas. Pero bueno, aún no son ni las diez. Todavía puedo arrancar. Por ahora, voy al ralentí y, enredaba por internet, sin rumbo ni control, cuando me ha venido un nombre a la cabeza: Iban Espadas. ¿Por qué? Puedo buscarle magdalenas proustianas, seguro. Leía la versión digital de elcorreo y hablaban de Llorente y su rodilla y leía otra versión digital de un periódico deportivo de tirada nacional y hablaban de Aritz Aduriz. Los dos son delanteros centros, los dos de la cantera de Lezama... Quizás ahí está la harina y la levadura para hacer la magdalena. El caso es que me vino ese nombre y como no quería levantarme del sofá, me he puesto a enredar por este pozo sin fondo que es la red de redes.
Iban Espadas.
¿Qué recordaba?
Recordaba que era un delantero guipuzcoano, bien peinado, guapetón, no muy alto, que despuntaba por la cantera del Athletic y era seleccionado por el combinado nacional en todas las categorías inferiores hasta la sub-20, si no me equivoco. Recuerdo que debutó en aquel partido de la copa de 1996 ante el Zalla donde también debutaron Raúl Otxoa, Álvaro Pérez y Javier Díaz Niera. En una temporada, la de 1996, en la que también debutó Edu Alonso. Y Mario Bermejo, si no me equivoco. De todos, incluído Espadas, se esperaba que se hicieran con un hueco en el primer equipo y acumularan partidos y éxitos. Pero no fue así. Edu Alonso y Mario Bermejo tuvieron bastantes partidos en Primera. Raúl Otxoa, que llegó a disputar el mundial sub-20 de Quatar con la selección española de los Raúl, Morientes o Etxeberria, era la joya de aquella generación, pero se retiró a los 30 años después de jugar en segunda B con Sabadell y Amurrio o con el Chaves en la segunda portuguesa. Álvaro Pérez, el pequeño delantero, se retiraría también joven tras pasar por el Aurrerá de Vitoria. Ahora juega con los veteranos del Athletic. Javier Díaz Neira también pasó por el Aurrera, después de hacerlo por el Lemoa y acabar haciendo carrera en Castilla La Mancha. Si mis datos no son incorrectos, aún jugaba en un equipo palentino de tercera división, el CD Aguilar, al que entrena (o entrenaba) el ex-jugador de primera Luis Sierra. Iban Espadas, por su parte, también saboreó la primera división, pero ha hecho, y hace carrera, principalmente en la Segunda división b, donde ya es todo un veterano de 33 años.
Que yo sepa, Espadas salió de Lezama para intentarlo primero en el Cartagonova, Recreativo y Cultural Leonesa. Entonces, le llegó su gran oportunidad. Se fue al filial del Zaragoza, donde Manolo Villanova le hizo titular indiscutible, marcó bastantes goles, y se hizo un hueco en el Zaragoza de segunda división. El equipo ascendió, fichó a David Villa, y Espadas debutó en primera división y participó del título de copa de 2004. Aquel Zaragoza de los Milito, Rebosio, Corona, Vellisca, Ponzio, Galletti, Savio, Villa... ganó su primer partido de aquella copa contra el Mirandés y Espadas marcó en el descuento. Le cedieron a Cádiz y Almería. Se fue al Ciudad de Murcia donde apenás jugó y marchó al Orihuela donde hizo un par de buenas temporadas. Hace un par de años fichó por el Pontevedra y vivió sus peores años en el mundo del fútbol, si él no dice lo contrario. Tuvo un encontronazo con un compañero en los entrenamientos, pero acabaron abrazándose e incluso Pablo Alfaro, entrenador por entonces del equipo gallego, acabó por pedirle a los compañeros que los mantearan. Lo malo vino con la temporada llegando a su final, el equipo en puestos de descenso y en crisis económica, cuando se enzarzó en una discusión con unos aficionados que le increpaban mientras calentaba, le esperaron a la salida, zarandearon su coche, acabó en comisaría para denunciarlo y le amenazaron de muerte. Acabó por salir del Pontevedra y regresar al Orihuela donde, ahora mismo, lleva ya un par de goles a pesar de no ser titular y el equipo está en la cabeza de su grupo de segunda b.
Una carrera larga e intensa. Y una mañana que ya avanza, se suben las persianas, sale el sol tímidamente y yo me he comprometido a bajar a la plaza y comprar algo de pescado. Así que mejor dejarlo aquí, a principios de 2012, y con legañas en los ojos. Hemos empezado con un ataque de nostalgia sin mucha explicación y vaticino que así seguiremos en el futuro. Es lo que tiene este blog que no tiene ni pies ni cabeza. Seguro que Espadas sí que sigue usando los suyos y la suya para marcar goles. Y me voy a duchar.
1 comentario:
Muy grande Iban Espadas, clave en el ascenso del Real Zaragoza en el 2003, mas por su juego combinativo que por sus goles. A mitad de temporada lo subieron a el y a Cani (ahora triunfando en Villarreal) y se convertieron en indiscutibles.
Publicar un comentario