lunes, 8 de abril de 2013

Nairo Quintana



23 años (aunque cuando ella lo vio por televisión en una entrevista, dijo: "¿23 años?, ¡ni por el forro!, pero si parece que tiene cuarenta...").
Nacido en Tunja, Boyacá, Colombia. 
Profesional desde 2009, debutó con Boyacá es Para Vivirla, equipo colombiano que corre el circuito americano. La siguiente temporada la corrió con un equipo colombiano de mayores aspiraciones, el Café de Colombia-Colombia es Pasión. Con tan solo 20 años, cruzó el charco para correr el Tour del Porvenir y lo ganó, llevándose además dos etapas. Por eso, y por otras demostraciones, pasó a firmar por el Movistar español. 
En tres temporadas, y sin volver a insistir en lo del Tour del Porvenir, su palmarés, solo en Europa, ya reluce con las siguientes victorias:

1º en la Vuelta a Murcia 2012, donde además ganó una etapa.
1º en la Ruta del Sur 2012, donde además ganó una etapa.
1º en la Vuelta al País Vasco 2013, donde además ganó una etapa.
1º en el Giro de Emilia 2012.
1º en una etapa de la Dauphiné Liberé 2012. 
1º en una etapa de la Volta a Catalunya 2013. 

Mide 1'67, pesa 59 kilos.
Solo ha corrido una grande, la Vuelta a España 2012, en la que acabó en la posición trigesimosexta. 

Quizás solo sea la punta del iceberg: Darwin Atapuma, Fabio Duarte, Winner Anacona, Cayetano Sarmiento, Camilo Suárez, Edward Beltrán, Jarlinson Pantano, Johan Esteban Chaves, Julián Arredondo, Sergio Henao, Carlos Betancur... Lucho Herrera, Álvaro Mejía, Fabio Parra, Oliverio Rincón, Félix Cárdenas, Óscar de Jesús Vargas, Santiago Botero... Una nueva generación se apresta a superar a los que les precedieron. Todo parece que dispuesto para que así sea. Los escarabajos colombianos vuelven a plagar las carreteras. Y, en la Itzulia, no fue distinto. 

La recién terminada Vuelta al País Vasco acabó con gloria para Neil Stephens y su OricaGreenEdge que se llevó un par de etapas y lució maillot de líder. Más aún para el Movistar de Eusebio Unzué que se llevó la victoria final tras el sorprendente rendimiento de Nairo Quintana en la contrarreloj final, dos días antes, ya les hizo disfrutar en Arrate. Tampoco deberían quejarse los hombres del Sky quienes levantaron los brazos triunfales en dos de las etapas más duras de la semana ciclista vasca, con Sergio Henao en La Lejana y con Richie Porte en la monumental etapa de Beasain (más de setenta abandonos). Sin embargo, su condición de favoritos al triunfo final les habrá dejado con un sabor amargo. Contentos también se quedaron los hombres del Omega Pharma-Quick Step porque se llevaron la etapa que quedó libre, gracias a un Tony Martin al que, esta vez sí, le valió lo de reservar fuerzas para la última etapa. Sin victorias, pero reconfortados, deberían estar los hombres de Eugenio Goikoetxea. El Caja Rural ha dado una demostración de pundonor y bendita insensatez, especialmente en las piernas de Omar Fraile y Amets Txurruka. El de Etxebarria se ha pasado más tiempo escapado que abrigado por el pelotón, y el tiempo invitaba a ello. Lo ha hecho de todas las formas, y muchas desesperadas, sabiendo que la victoria era imposible pero que su esfuerzo, aunque sea baldío, contribuye a que el ciclismo sea ciclismo. Al final, de premio, se llevó un merecido maillot de la montaña. Su compañero Omar Fraile, a menudo compañero de aventuras, no ha sido un descubrimiento para los buenos aficionados, pero sí para el público en general. El de Santurtzi promete aún más de lo que ya produce y su galopada camino de Beasain, aunque se quedó en Olabarria, donde se va a quedar es en la memoria de muchos aficionados. 
En el debe, se podrían poner a muchos. Saxo Bank no hizo más que plantear la posibilidad de Alberto Contador pero al de Pinto le faltó un punto, y ahí se acabó el equipo. Simon Spilak intentó que se oyera el nombre de Katusha pero poco se escuchó. Jean-Christophe Peraud, Romain Bardet, John Gadret, Carlos Betancour y Matteo Montaguti convirtieron al Ag2r en uno de los equipos más activos, pero no lograron ponerle la guinda al pastel. Así, el mayor fracaso ha sido el de Euskaltel-Euskadi que, no solo no ha conseguido ninguna victoria (la rozaron con Samuel Sánchez en Beasain aunque solo fuera por el carácter y la brega del asturiano), si no que no ha metido a nadie entre los diez primeros de la clasificación general. Un dato que lo dice todo es la clasificación final por equipos: Euskaltel-Euskadi ha conseguido el puesto 12. Para más inri, el día después de la Vuelta, no trajo buenas noticias. Pablo Urtasun pegó en el póster en el Gran Premio de Primavera y Rui Costa le quitó la victoria final. Y, por si fuera poco, Alexander Serebryakov dio positivo en un control por sorpresa y admitió su culpa al tiempo que eximió de responsabilidad alguna al equipo. El Diario Vasco confirmaba hoy que el positivo es por EPO y que ocurrió tras un control sorpresa en su casa de la Toscana. Suspendido de empleo y sueldo, el corredor no tomó la salida en la París-Roubaix y apenas ha llegado a correr un puñado de días, sin ningún resultado, con la zamarra del equipo vasco. No es momento este para ser ventajista y analizar el cambio en la política deportiva del equipo naranja, sería injusto hacerlo ahora. Habrá que esperar a final de temporada para sacar conclusiones, aunque, por el momento, el rendimiento deportivo del equipo es negativo: es el único equipo del World Tour que aún no ha estrenado su palmarés. 

En otro orden de cosas, y para alegría de algún asiduo lector de este blog, Fabián Cancellara sigue agrandando su palmarés. Con la de este fin de semana, consiguió su tercera París-Roubaix, alcanzando así a mitos como Eddy Merckx y situándose a una sola victoria de Roger de Vlaeminck y Tom Boonen. El suizo, que ya le dio toda una lección a Peter Sagan (es lo que tiene la edad, me refiero a cómo se divierte subido a un pódium) en la Milán-San Remo, no tiene ya sitio en casa para que luzcan sus trofeos. Sep Vanmarcke se quedó con las ganas y con la rabia se quedaron Stijn Vandenbergh y Zdenek Stybar, que se fueron al suelo, los dos, tras chocar o estar apunto de hacerlo con el numeroso público que se arrima a los caminos de tierra. Es el riesgo que corre el ciclismo por disfrutar de la belleza y la emoción que produce la cercanía entre el público y los deportistas. Si las clásicas de primavera suelen ser una demostración del nivel de fidelidad que tiene el público y la afición con este deporte, no lo es menos una Vuelta al País Vasco que, si puede subrayar algo más que los nombres propios de los ciclistas colombianos, es la afluencia de un público al que no le ha importado si llovía, nevaba, lucía el sol, tenían vacaciones o no. En cada rampa un tubo, y en cada tubo una marea colorida.

La foto la he sacado de una búsqueda en google y pertenece a www.deia.com.

Por cierto, la porra esa que colgué en la columna de la derecha, la borro ahora mismo y me vais a perdonar, pero no sé quién ha votado ni si alguien ha acertado. No sé cómo la configuré, o si no fui yo el culpable, pero, a mí, por lo menos, no me ha registrado más voto que el que yo hice. La próxima intentaré acertar, con la encuesta y con el ganador, por supuesto. 
 

6 comentarios:

  1. Yo voté por Tony Martin, corrió?.

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  2. La mare que te trajo... Ganó una etapa, lo pone en la entrada. En fin. Tanto navigacorpus o como sea...

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  3. Jajaja, qué gilipollas!!
    Si, claro, la crono! Si lo seguí, pero como solo hablan de Nairo Quintana... piensas que la ganó él!!! Perdón.
    Salem, Gallipoli, Newburyport, Norfolk, Yamouth, Bengali, Smyrna, Marblehead, Wiscasset...

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  4. Talavera de la Reina, Taskhent, Estoril, Wolverhampton, Helsinki, Yaundee, Mappleton, Gallion, Oostende... ¿A qué jugamos?

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  5. Ah, pues entonces creo que pierdo yo.

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