Ya no sé si he utilizado el nombre de este velocista belga antes. Además, no me funciona el buscador de blogspot y no me apetece andar mirando. A estas alturas, sigo empecinado en intentar no repetir nombres, pero ya no es una cuestión tan relevante. Si es así, que sea.
Una actitud parecida, en cuanto al pasotismo relativo, es la que me ha llevado a que no esté muy puesto en relación al mercado invernal en el mundo del ciclismo profesional. Las razones de esa indiferencia son algo distintas a la pasividad que me lleva a no preocuparme tanto por los asuntos formales de este blog, pero quizás tengan la misma raíz. Es un poco de desencanto, probablemente.
Me he cansado un poco, este verano, del ciclismo profesional, después de tantos dimes y diretes con el ciclismo vasco. Y yo no estoy para quejarme. Los que se deben quejar ya lo han hecho, por carta, en declaraciones, en notas de prensa, haciéndose eco de los reclamos de la afición... Los que sufren esta situación son los ciclistas, directores y auxiliares que ven como pierden sus trabajos y se presenta un escenario muy oscuro delante de ellos. Yo solo soy un aficionado que, de vez en cuando, lee los periódicos, cuando puede se acerca a la cuneta y, si le apetece, escribe de ello en un blog. Si a mí me han aburrido los desencuentros entre Koldo Saratxaga y Miguel Madariaga, los difusos proyectos grandilocuentes de las estrellas de la fórmula uno (se huele mi crítica, que no deja de ser caprichosa y subjetiva) o los quiero y no puedo de Jon Odriozola, qué no habrán vivido todos esos corredores que escuchaban buenas noticias un día para después recibir un bofetón. No se lo merecen. Tampoco creo que se lo merezca la afición. Espero que el optimismo de Miguel Madariaga se confirme y veamos, al menos, un equipo continental vasco en el pelotón. Si alguien se muerde la lengua sobre el dinero público, el deporte profesional, la crisis y todas esas cosas, que no lo haga, yo tengo mi opinión que intenta comprender ambas posturas. Esto no es un foro ni la aplicación de comentarios de un periódico digital, pero todo el mundo tiene derecho a tener una opinión... formada.
Si todo esto me cansaba, cómo no va a cansar más que el verano haya estado marcado por las desapariciones de equipos (no solo Euskaltel, Vacansoleil se fue a la porra, y, como explicaban hoy en el Correo, aunque no sea la lista definitiva, a día de hoy hay 88 equipos continentales que han solicitado plaza, cuando el año pasado, por estas fechas, fueron más de 160), retiradas que dejarán un hueco insalvable (ya hablé de esto), declaraciones de gente como Michael Rasmussen, Ryder Hesjedal y de más, o, para ponerle la guinda, una entrevista de Lance Armstrong con la masajista que le acusó desde el principio y un periodista del Daily Mail en la que el aspirante a campeón mundial de Triatlón, se despachaba a gusto lanzando la mierda más arriba aún. Ahora le toca a Hein Verbruggen, y le caerá encima a Pat McQuaid, y vete tú a saber a quién más. Hoy mismo, salía la noticia de que el Vacansoleil usó un falso médico en 2011. ¿Cómo vas a preocuparte por el mercado?
Y aún más: cómo vas a preocuparte si no ves más que a corredores quedándose en el paro.
De todas formas, hoy me ha dado por echarle un repaso a algunas fuentes y ver un poco cómo va el mercado. Algunas noticias ya las oí antes y las he recopilado ahora. Esto es lo poco que os puedo resumir sin muchas ganas, pero no os será difícil encontrar más información por ahí:
Lo más llamativo del mercado son los corredores que siguen sin contrato. A saber, más de medio Euskaltel y muchos de los corredores del Vacansoleil están levantándose todas las mañanas con los dedos cruzados y el teléfono móvil bien cerca.
En el equipo vasco, solo Mikel Landa, al Astaná, Mikel Nieve, al Sky, los hermanos Izagirre, Ion y Gorka, al Movistar, donde también correrá Juan José Lobato, Pello Bilbao al Caja Rural y Romain Sicard, al Europcar, han conseguido hueco. No es ya que Navarra se pueda quedar sin representantes: ni Jorge Azanza, ni Egoi Martínez, ni Juanjo Oroz, ni Gorka Verdugo tienen propuestas y Pablo Urtasun se ha quedado con la miel en los labios cuando parecía que podía tener un hueco en el Caja Rural. No es solo eso, Mikel Astarloza ya ha decidio retirarse. Rubén Pérez se lamentaba hace poco de que tuviera que decir adiós de esta manera. Los jóvenes empiezan a buscar otras alternativas para su futuro. Y gente como, ahí es nada, Samuel Sánchez o Igor Antón, se encuentran sin nada a estas alturas del año.
Tampoco tiene nada Juanjo Cobo, quien, a sus 32 años, quiere seguir corriendo, aunque puede que su amigo Matxin le encuentre un hueco en el Lampre italiano. Luis León Sánchez se despidió de un último y amargo año en el Belkin y tampoco tiene ofertas. Y lo que es más sorprendente, el reciente ganador de la Vuelta a España, Chris Horner, se encuentra sin equipo. En la misma noticia de El Correo que nombraba antes, se mencionaba a Brice Feillu, Allan Davis o Vladimir Karpets como otros ejemplos de corredores que se encuentran al borde de la retirada o del paro.
El ciclismo vasco se va a quedar con un único representante, el Caja Rural, que hace unos pocos días, daba por cerrada su plantilla. Han incorporado corredores muy interesantes, como Ángel Madrazo, que aspirará a liderar, David Vigano para las volattas, un aventurero como Lluis Mas o los prometedores Pello Bilbao y Heiner Parra. También suben dos nuevos hombres de su cantera, Fernando Grijalba y Antonio Molina. Sigue la columna vertebral del año pasado: Amets Txurruka, David Arroyo, Javier Aramendia, Antonio Piedra, Fabricio Ferrari, Karol Domagalski, Omar Fraile, Marcos García, Rubén Fernández, Ramón Domeñe y Francesco Lasca. Se esperará a Iban Velasco que, como rezaba un titular hace poco, lucha por volver a ser ciclista.
En el pelotón internacional, ha habido movimientos, pocos pero significativos. Quizás algunos de los más sonados sean las llegadas de Adriano Malori y John Gadret al Movistar; los fichajes de Vinokourov para el Astaná, quien, además de a Mikel Landa, ha incorporado, entre otros, al renacido Franco Pellizotti, a Michele Scarponi y a Lieuwe Westra; la llegada de Jonathan Hivert al Belkin; los fichajes de Peter Velits, Darwin Atapuma, Ben Hermans o Rick Zabel por el BMC; la apuesta del Cannondale por la juventud con las incorporaciones de Alberto Bettiol, Matej Mohoric y Davide Villella; el toque holandés para el Garmin-Sharp, que, además de incorporar al portugués Andre Cardoso del Caja Rural, también se ha hecho con Dylan Van Baarle, Sebastian Langeveld y Tom Jelte Slagter; ya en el Tour fue noticia el fichaje de Rui Costa por el Lampre, a donde también llegan Sacha Modolo, Nelson Oliveira y Rafa Valls; Egor Silin cambia el Astaná por el Katusha; el ganador de la Klasika, Tony Gallopin, se marcha a un Lotto que también firma a Maxime Monfort, Pim Ligthart y al campeón de Europa sub 23 Sean de Bie; el Omega Pharma le ha robado a Rigoberto Urán al Sky, le ha regalado a Mark Cavendish a Alessandro Petacchi y Mark Renshaw y se ha hecho con un buen paquete de potencial autóctono, al firmar a Jan Bakelants, Thomas de Gendt y el holandés Wouter Poels; los australianos del Orica GreenEdge, tras su gran temporada del año pasado, incorporan a un par de buenos veteranos como Matthew Hayman e Ivan Santaromita y se apuntan a la moda colombiana con Esteban Chaves; el recién estrenado Trek sigue formando su plantilla, donde, por ahora, destacan una dupla de hermanos, los Schleck y los Van Poppel, Fabio Felline, el talento luxemburgués de Bob Jungels y muchos más; y el Sky se refuerza para la montaña con Mikel Nieve y Philip Deignan.
Esos podrían ser los movimientos más sonados de este mercado invernal en lo que afecta a los equipos más importantes.
Por abajo, empezando por el Pro Continental, también ha habido muchos cambios. Algunos muy sonados, como el fichaje del siempre eficiente Sylvain Chavanel por el ambicioso proyecto suizo IAM Cycling. El francés quiere ser líder y el equipo suizo quiere crecer: junto a él llegan Matthias Frank, todo un ídolo en Suiza, Roger Kluge, Vicente Reynés o Jerome Pineau.
Como siempre, hay fichajes exóticos, como la llegada de Lucas Haedo y Francisco Mancebo a un equipo de los Emiratos Árabes Unidos, el Sky Dive Dubai. La renovación de Davide Rebellin por el CCC Polsat Polkowice polaco, que ficha también a Branislau Samoilau y Maciej Paterski. La españolización del equipo luxemburgués del Differdange, donde ha renovado Diego Milán, siguen Lubos Pelanek y Damien García, los dos con pasado en el pelotón estatal, y llega desde Grecia Joaquín Sobrino. O el fichaje de nuestra cabecera, el belga Kenny Van Hummel, por el equipo italovenezolano del Androni. Por supuesto, los corredores estatales siguen encontrando un hueco salvador en el pelotón portugués, y los últimos en llegar al país vecino serán Víctor de la Parte y Gari Bravo.
Dos proyectos que han llamado la atención llegan desde el norte. Uno, el crecimiento del equipo que gestiona el belga Hilarie Van der Schueren, el Wanty-Groupe Goubert que parece estar interesado en Samuel Sánchez y ya ha fichado a gente experimentada como Mirko Selvaggi, Wesley y Michel Kreder, Nico Sijmens, Bjorn Leukemans, Marco Minnard o Jan Ghyselinck. Y, sobre todo, el nuevo equipo que ha formado el recientemente retirado Bobbie Traksel. En facebook, Traksel hace una última llamada para conseguir los 75.000 euros que le faltan para completar los 600.000 de presupuesto y sacar un equipo que llevará su nombre y en el que, según anuncia, ningún corredor cobrará más de 750 euros al mes.
Ha habido y habrá más fichajes hasta que empiece la temporada. Mientras tanto, y a la espera de lo que siga diciendo Lance Armstrong, toca vivir del barro e ilusionarse con la gran temporada que están haciendo, entre otros, Egoitz Murgoitio y Aitor Hernández. Del resto, ya iremos dando cuenta, aunque sea con cuentagotas.
Posdata: la foto pertenece a la web veloveritas.co.uk.
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