jueves, 30 de enero de 2014

Egoitz Murgoitio



La tercera prueba de la Copa del Mundo de ciclocross se corre en Koksijde, en la misma costa del Mar del Norte. Allí, en Noviembre de hace tres años, Egoitz Murgoitio acabó a 3:45 del ganador, Sven Nijs, en un decimosexto puesto que supo a gloria. Este año ya no fue lo mismo. En la última edición, hace un par de meses, Niels Albert se llevó el triunfo. Murgoitio no pudo repetir el éxito. Una caída le obligó a retirarse. Él dice que no tiene nada que ver, que viene todo de antes, incluso. Que la temporada ya empezó torcida. El caso es que Egoitz Murgoitio, uno de los mejores ciclocrosistas vascos de los últimos años, se retira, con tan solo 30 años. Aitor Hernández y Javier Larrinaga se van a quedar sin un buen rival, para su alivio, y desgracia de los aficionados.
Hoy le entrevistaban en el periódico Deia. Alain Laiseka, que de ciclismo sabe un rato, no podía evitar que en sus preguntas se notara la sorpresa que le producía esta retirada. Ya casi terminando la entrevista, le insiste en que solo tiene 30 años, si no pensaba que aún era joven para este deporte, que había margen de mejora. La respuesta de Murgoitio es contundente:
"Ya no (ríe). Sé que en un par de años más podía haber progresado bastante, pero eso es algo que ya no va a pasar y no me paro a pensarlo. La gente me lo dice, pero prefiero hablar de lo que he hecho en lugar de lo que ya no voy a hacer: aquella carrera de Igorre de 2011, el 12º puesto en Tabor o el 14º en Valkenburg..."
En algún momento de la entrevista, el propio Murgoitio, que parece incapaz de convencer a Laiseka de su decisión, insiste en que físicamente estaba mejor que nunca (ganador en Elorrio, los resultados en Tabor y Valkenburg son de esta temporada), pero que su cabeza estaba en otro sitio. Ya no disfrutaba. Iba obligado a las carreras, sin motivación, sin instinto ganador. Él sabe, quizás, por qué, pero también sabe que no importa mucho. Es así, y si es así, no merece la pena. 
Es mejor ser valiente. Encararlo. Atreverte. Porque, como él mismo explica en la entrevista, lo que empieza ahora es tan vertiginoso como una caída por un barranco. Tras toda una vida dedicada al ciclismo, a los 30 años, empiezas una vida nueva, sin saber nada más que darle a los pedales. 
Egoitz Murgoitio lo intentó en la carretera, y llegó a ser profesional en aquel Nicolás Mateos murciano que dirigía José Luis De Santos y donde, si no me confundo, tuvo de compañero a Beñat Intxausti. No funcionó. Decidió que podía intentarlo en el barro, ya había sido campeón cadete y sub 23 antes. Y no le fue mal, por supuesto: victorias en Karrantza, Ispaster, Asteasu... Subcampeón nacional, buenos resultados internacionales (esta temporada llegó a ganar en Eslovaquia), Campeón de Euskadi... Y aquella carrera en Igorre... decimoprimero. A un solo puesto de acabar entre aquellos diez primeros que tanto persiguió. Pero recuerda los apellidos que quedaron por delante: Albert, Mourey, Nys, Wellens, Pauwels, Vantornout, Aernouts, De Knegt, Walsleben y Heule. Y después Murgoitio, casi nada. 
Ahora, él prefiere hablar de eso. 
Dice que su decisión no ha sido consecuencia de un "calentón". Lo deja bien claro: "En alguna carrera se me echará de menos, pero luego llegarán otros y a mí me olvidarán."
Cuando lees la entrevista, te da la sensación de que entiendes a ambos. A Egoitz Murgoitio porque, realmente, no parece que su decisión sea un capricho ni un arrebato, y parece una persona cabal y reflexiva que ha tomado una decisión meditada y necesaria. Pero también entiendes lo que le cuesta aceptarlo a Alain Laiseka (igual no, y es solo impresión mía), aunque sea más por pena que por falta de comprensión. Quedan Aitor Hernández y Javier Ruiz de Larrinaga, y por detrás hay más, veteranos, como Aketza Peña, o jóvenes, como Jonathan Lastra y Álex Aranburu, pero da la sensación de que se pierde un activo importante y una promesa factible. De todas formas, lo dice Murgoitio, llegarán otros. Y barro siempre va a haber. Así que... 
Zorionak por su carrera deportiva al ciclista de Abadiño y suerte con su nueva vida. Y suerte a los que igual están ya en Hoogerheide, o en Bergen Op Zoom o en el mismo Amberes, que tampoco queda lejos. Este fin de semana es el campeonato del Mundo, que se disputa en la primera de las ciudades que he nombrado. Murgoitio quizás lo vea por la tele. Y yo también. Ahora, nos pareceremos en eso... porque lo que es en estilo encima de una bici, eso, ni en activo ni retirado, ni con las luces tan chulas que me regalaron por reyes y que aún no he colocado. Nop.  

Posdata: la foto la he encontrado en google. Parece que pertenece a rodamoncycling.com

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