martes, 4 de febrero de 2014

Samuel Sánchez



Los dos sobre la bocina pero el año que viene ambos estarán en el pelotón internacional. Por supuesto, hablo de el asturiano Samuel Sánchez y del norteamericano Chris Horner.
Al segundo, le ha socorrido Brent Copeland, quien regresaba en Noviembre al ciclismo italiano, después de volver al ciclismo, en general, unos meses antes, cuando aceptó la oferta de el MTN-Qhubeka y dejó atrás sus tres años trabajando para el piloto de Moto GP Ben Spies. Y es que el sudafricano ya trabajó en estas tareas cuando, con tan solo 27 años, el mismo equipo, el Lampre, le dio una oportunidad como ayudante de dirección. Ahora llega con más peso y con la obligación de capitanear la internacionalización de un equipo que ha recibido el apoyo económico de un segundo patrocinador. Tampoco es que se hayan internacionalizado mucho por ahora, pero es verdad que la llegada de Rui Costa, a la que se suma ahora la de Chris Horner, refuerza el poder que el castellano ya se había ganado en el equipo con la ascendencia que empezaban a lograr los Winner Anacona, José Serpa o Rafa Valls.
Por contra, el segundo llega a un equipo que ya tenía de internacional todo, espíritu, negocio y plantel. Samuel Sánchez llega al BMC para ayudar al que hasta ahora era su rival, el australiano Cadel Evans. A última hora, Jim Ochowicz le ha hecho un hueco al exlíder de Euskaltel en una plantilla donde Cadel Evans y Tejay Van Garderen se repartían, hasta ahora, las obligaciones del liderazgo. Dijo Alan Peiper que aspiraban a las 40 victorias esta temporada, y, para ello, Sánchez será un añadido donde, además de los ya mencionados, el equipo norteamericano contará con Phillippe Gilbert, Taylor Phinney, Thor Hushovd, Marcus Burghardt, Greg Van Avermaet o los recién llegados Peter Stetina y Darwin Atapuma.
La sensación, ahora que las incorporaciones ya están cerradas, es que ambos fichajes apuntalan a los dos equipos y que van a sumar mucho en ambas plantillas. Además, su sufrido verano, con tanto problema para encontrar equipo, va a hacer que estos dos veteranos (Samu cumple 36 en dos días y a Horner le falta un embarazo para alcanzar los 43) lleguen a sus nuevos equipos con la ilusión de un neo. El de Oviedo ya lo ha comentado.
Lo que sí queda claro es que, con el desesperado fin de la cuenta atrás que se impuso el asturiano, y su fichaje por el BMC, ya sí que podemos afirmar que es el fin de una época. Ya estaba claro y era rotundo. Euskaltel no iba a volver ni nada parecido le iba a coger el testigo, pero ver a Samuel Sánchez sin el naranja en el torso era como oír que dictan sentencia finalmente. Yo añadiría que oír la despedida con calma de Egoi Martínez ya lo anticipaba, pero bueno, creía que no iba a ver al asturiano ni a Igor Antón felicitándose por encontrar un equipo que no fuera el que ya estaban, qué quieres que te diga. Menos aún, cuando parece que ambos firman para estar al servicio de otros. Supongo que es ley de vida. O de mercado.
Finalmente, la desaparición del proyecto que en su día capitaneó Igor González de Galdeano, se salda con cuatro corredores retirados (Andre Schulze, Mikel Astarloza, Egoi Martínez y Adrián Sáez de Arregi) y otros cuatro que aún mantienen la misma esperanza que mantenía hasta ahora a su antiguo compañero y nuevo fichaje del BMC (Rubén Pérez, Jorge Azanza, Gorka Verdugo y Steffan Radochla). El resto del equipo han conseguido equipo, aunque, para ello, alguno haya tenido que emigrar a lugares tan recónditos para nosotros como el Japón o Chile. El último ha sido Samuel Sánchez, antes lo hizo Igor Antón a Movistar, donde también correrán Ion y Gorka Izagirre y Juan José Lobato (anda que no ha encontrado filón ahí Eusebio Unzue). También en la máxima categoría han encontrado acomodo Mikel Landa, que correrá en el Astaná, y Mikel Nieve, que pasa a convertirse en un escudero de lujo para Bradley Wiggins y Chris Froome en el Sky. Una categoría más abajo consiguieron trabajo Peio Bilbao (en el Caja Rural) y Romain Sicard (en el Europcar). A la última de las categorías profesionales se fueron todos los demás. Al Pino Road chileno se marcharon Pablo Urtasun y Juan José Oroz. Al Efapel portugués, Ricardo Mestre y Gari Bravo. Al Tableware de su país, el griego Ioannis Tamouridis. Al Smart Stop estadounidense se marchó el esloveno Jure Kocjan.  Al Voralberg austriaco volvió Robert Vrecer. Ricardo García se fue al Team Ukyo japonés. Y, por último, tanto el director Gorka Gerrikagoitia, como los corredores Jon Aberasturi y Miguel Mínguez, volvieron a las raíces para reforzar el enésimo intento de Miguel Madariaga con el equipo Euskadi. 
Se sentirá aliviado Samuel Sánchez. Estaba convencido de que aún tenía ciclismo en sus piernas y, tras no fraguar el proyecto de Fernando Alonso (ayer oía hablar a Paolo Bettini, quien lidera la planificación deportiva, sobre cómo va el equipo), ni su fichaje por Colombia o Saxo Bank, veía como podía ocurrirle lo mismo que a sus gregarios (lástima de final de carrera para gente como Verdugo o Egoi quienes se merecían más reconocimiento) y verse obligado a una retirada forzosa. Alguien que el año pasado ganó en el Dauphinè Liberè e hizo entre los quince primeros en Vuelta y Giro (ha quedado ocho veces, a lo largo de su carrera, entre los diez primeros de una grande, siendo pódium en Tour y Vuelta), que ha ganado la Vuelta al País Vasco, el Campeonato de Zurich, la Vuelta a Burgos o la medalla de oro en las Olimpiadas, debía esperarse otro interés, igual que alguien que acaba de ganar una grande, aunque tenga ya 42 años, no creo que se espere verse en el paro cuando ya andan corriendo por Australia, pero así ha sido. Afortunadamente para ellos, han corrido mejor suerte que muchos otros y, al final, han conseguido un hueco en este nuevo ciclismo moderno al que le seguiremos, esta temporada, la pista con cierta sensación de estar fuera de lugar y de que falta algo. Ya veremos cómo va. Por ahora, enhorabuena a los dos por conseguir seguir en activo.

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