viernes, 7 de noviembre de 2014

Dieter "Didi" Senft



Tiene entrada en la wikipedia. Y en varios idiomas. No solo eso, tiene su propia página web, didisenft.de, y ahí podéis encontrar más información sobre todo lo que vamos a decir ahora. Pero, en cualquier caso, la noticia es ésta: Dieter Senft, lo deja, se retira. En realidad, ni Dieter ni Didi ni Senft pueden que os digan nada. Si dices "El diablo del Tour", entonces sí. Ya sabes quién es. El del tridente. El de la espesa barba blanca. El que da un brinco enorme cada vez que pasa el pelotón a su lado.
Dicen que de joven fue ciclista en la Alemania Oriental, pero pronto se dedicó a diseñar bicicletas y, al final, acabó ganando un dinero con la esponsorización que se sacaba por animar las cunetas de las Grandes Vueltas y alguna otra prueba, como los Campeonatos del Mundo, las Olimpiadas o la Vuelta a Alemania. 
Ahora, dirige un museo en la ciudad de Storkow, a las afueras de Berlín, donde el nació. Se pueden ver más de cien modelos distintos de bicicleta, entre ellos, los modelos que le hicieron entrar en el libro Guinness de los récords: el tándem más grande del mundo (más de 6 metros) y la bicicleta más grande del mundo (7,8 metros).
Por supuesto, se dedica también a disfrazarse de diablo y animar a pie de carretera, como ya hemos dicho. Lleva más de 20 años haciéndolo. Su primer Tour de Francia fue en 1993 y, desde entonces hasta ahora, ha conseguido mantener su afición y convertirla en otra manera de tener ingresos. Sin embargo, parece que la crisis ha reducido el número de empresas interesadas y el Diablo, que eligió este disfraz para hacerle un homenaje a uno de sus ciclistas preferidos, Claudio Chiappucci, ha anunciado su retirada, según publicaba Bild.
Yo lo he leído en noticia de Enrique Bernaola para el diario Marca. Bernaola anunciaba que Senft, de 62 años, había anunciado su retirada. A las razones económicas, en el artículo se apunta a otras, físicas, que eran, en realidad, bien conocidas en el mundillo ciclista. Hace un par de años, más o menos, se echó en falta a Didi Senft en algunas carreras. Había sido operado de un coágulo en la cabeza. Ya sea por ello, por su avanzada edad, porque bastante tiene con el resto, o porque comenta que ahora apenas saca 500 euros en patrocinio y no cubre los gastos de su cobertura del Tour. 
El caso es que es posible que no volvamos a ver al Diablo barbudo en las carreteras francesas. Le saldrán imitadores, o herederos, quizás, incluso, discípulos, pero, el auténtico, el diseñador de bicicletas alemán al que un día multaron por hacer una pintada en una carretera suiza, ése se retira. Y merece un aplauso tanto o más como lo merecen aquellos a los que él animaba.

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