El ugandés Moses Kibet ganó en categoría masculina la vigésimo sexta edición de la popular carrera vizcaína Desde Santurce a Bilbao. En categoría femenina, la vencedora final fue la marroquí Hanane Ouahaddou, con un tiempo de 54:10, seguida en línea de meta por sus compatriotas Kaoutar Boulaid, a 28 segundos, y tres minutos y medio más tarde, Majida Maayouf. Por su parte, a Kibet le acompañaron en el pódium el también marroquí Mourad El Bannouri, que necesitó ocho segundos más que el vencedor (Kibet hizo un tiempo de 46:20 para completar los 15 kilómetros y 800 metros) y el keniata Yusuf Biwott, quien partía con el dorsal número 1 y que terminó la carrera deteniendo el reloj en 46:46. El mejor corredor vasco fue Kike Sebastián, de Alegría-Dulantzi, en la decimoprimera posición, con un tiempo final de 49:40.
Los casi 16 kilómetros que dibujan el recorrido de esta carrera y que recorren los términos municipales de Santurtzi, Portugalete, Sestao, Barakaldo y Bilbao fueron rematados, según las clasificaciones oficiales, por un total de 3.699 corredores. Todos ellos y todas ellas le pusieron colorido, ganas, sudor y amor propio a una carrera que estuvo pasada por agua, se libró sin incidentes reseñables y reunió a unos pocos pero animados aficionados que se reunieron en la cuneta para animarnos a todos los que participamos.
Porque, como ocurrió en la Behobia, aunque en menor número, también aquí hubo representación pormaratoniana. A las 9:08 de la mañana (puntuales como un reloj de cuarzo), nos encontramos en Peñota unos cuantos miembros de esta secta zapatera para recoger los dorsales, marchar a tomar un café y regresar a línea de meta para dejar las mochilas en los camiones y calentar un rato por el tartán de la pista municipal. En concreto, allí nos reunimos Ricky, Gaxen y un servidor, más la ganadora absoluta de la última edición de la Pormaratoniana, Nuria, que vino acompañada de una pareja de amigos. Por allí también andaba David, tercer clasificado en la pasada edición de la Porma y al que, yo por lo menos, solo vi de pasada dejando la mochila junto al camión, porque en carrera como para verlo, fue el tío que ni a cámara lenta alcanzabas a atraparlo.
Él hizo el mejor tiempo pormaratoniano con unos extraordinarios 59:55 que le dejaron a un puesto de meterse entre los 130 primeros, casi nada. Espectacular la zancada del último fichaje pormaratoniano, y reseñables sus resultados. Un enorme aplauso para su carrerón. No tiene menos mérito la carrera de la actual poseedora de la txapela, Nuria, que corrió por debajo de los cinco minutos, aunque lo dudaba en la salida, para, acompañada de un Ricky que quería disfrutar y decidió echarla una mano, marcarse una hora y deciséis minutos de magnífica carrera. Según me confesaba Ricky en el viaje de vuelta, Nuria se mostró muy fuerte y dio sensación de haber podido ir incluso más rápido. Tampoco defraudó Gaxen, quien se fue a la hora y 24 minutos para completar su mejor Santurce-Bilbao, si no me confundo. Y eso a pesar de los impedimentos técnicos. Por último, el último, para seguir la tradición, que volvió a ser un servidor.
Mi tercera Desde Santurce a Bilbao ha sido la peor en tiempos, para no cambiar la tendencia en este año que, en lo atlético, ha sido muy negativo. Con 1:37 minutos, conseguí bajar de los cuarenta que era la humilde marca que me había puesto en una carrera que he hecho por debajo de la hora y media en dos ocasiones, estando mi mejor marca en una hora y 23 minutos. Hacerlo un cuarto de hora peor que en otras ediciones, sin embargo, no me ha supuesto ningún disgusto. Las sensaciones fueron más que positivas. Teniendo en cuenta que tras la Behobia volví a la pura realidad y solo salí dos días a correr, en ambos por debajo de los diez kilómetros y por encima de los seis minutos para cada uno de ellos, me presenté en Santurtzi con el único objetivo de ir recuperando sensaciones desde abajo. Supongo que todos sufrimos bajones, incluso a estos niveles tan amateurs de los que estamos hablando, y a mí me toca ahora superar un año catastrófico, con muy pocos kilómetros de entrenamientos y menos de ellos con fundamento y buen rendimiento. Sentir que las piernas respondían, que también lo hacía la cabeza, y que, a pesar de ser consciente de que llevaba un ritmo de carrera muy bajo, los kilómetros no hacían mella, me han traído más esperanza que preocupación. De hecho, la subida final hasta Jardines de Albia la hice a un ritmo de cinco y apreté los dientes antes incluso de torcer para Gran Vía, llegando a meta esprintando y muy sobrado, señal de que podía haber ido más rápido y espero que antesala de una nueva época en la que vuelva a calzarme más las zapatillas y recuperar mis ritmos. Y, sobre todo, volver a sentirme capaz de regresar a las cuestas y volver a correr por el monte que, como hablaba ayer con un pormaratoniano que no acudió a su cita con la sardinera atlética por cuestiones de ocio laboral, es algo que se echa mucho de menos.
Dicho todo esto, ya solo queda seguir entrenando para cerrar el año todos juntos en la San Silvestre de Barakaldo. Pormaratonian@s del mundo, quedáis invitados a reunirnos en la Herriko Plaza el próximo 31 de Diciembre, con nuestras camisetas y una buena sonrisa, a hacer hueco para el langostino y el champán y cerrar el curso deportivo entre colegas sudorosos. A todos los que no podáis venir, ánimo con vuestros planes para lo que queda de año y el que se aproxima. Y para los 3.699 de ayer, zorionak eta egurre!!
Y, iepa, termino con una mención a mi colega de andanzas y pasiones Raúl Luceño, al que me encontré desayunando y empapado en la Gran Vía, después de marcarse un excelente 1:28. ¡Imarginario atlético, claro que sí!
Enhorabuena a todos!!!
ResponderEliminarQué buen envidia! Tú tres y yo ninguna Santurtzi-Bilbao.
Animo con esos ánimos deportivos y con esas sensaciones. Es importante recuperarlas.
Tres no, cuatro. El año que viene te estrenas. Y muchas gracias
ResponderEliminarLa verdad una pena haberme perdido ese cambio de ritmo en la última recta. Lo dejamos para el año que viene esperando compartir espacio con otro Chaparro.
ResponderEliminarComo bien dice Álvaro, muchos ánimos el tu lucha por recuperar sensaciones; yo voy a intentar no perderlas e incluso mejorarlas.
Nos vemos el 31!
Go Gax Go!!
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