viernes, 5 de mayo de 2017

Michele Coppolillo



Alguno que sigue leyendo este blog desde que empecé hace ya años, se acordará de hasta cuando hacía porras, ¿verdad? Qué tiempos aquellos. Yo me acuerdo de hasta cuando las hacíamos en el instituto. No entendíamos un pijo de ciclismo por entonces, pero molaba dividir los equipos en líderes, sprinters, hombres importantes, y elegir papeles bien doblados para ver quién te tocaba y luego seguir la clasificación cada día. Recuerdo en especial un domingo de resaca en el Zazpi y hacer el sorteo allí y las risas cuando a mi amigo D le tocó Michele Coppolillo y solo por el apellido se reía, decía que le estábamos dando corredores inventados. Ya, por no hacer, ni hacía entradas antes, durante y después de las tres grandes. Las cosas cambian, el tiempo escasea, las responsabilidades crecen y este blog se mantiene a trompicones. Pero mira por dónde, este año, aunque sea sobre la bocina, vamos a abrir el Giro de Italia como en los viejos tiempos. 

Y es que este es el Giro del centenario. Es también un Giro emotivo por el reciente fallecimiento de Michele Scarponi. El Giro en el que querían premiar al mejor en las bajadas, pero, al final, se echaron atrás. El Giro con salida en una isla, Cerdeña, lo que obligará a que la primera jornada de descanso sea prácticamente ya. El Giro que se ha tambaleado justo un día antes de empezar con la confirmación del positivo de dos corredores italianos del Bardiani-CSF, Nicola Ruffoni y Stefano Pirazzi. La organización los ha expulsado y ayer mismo informaron de que se guardaban la posibilidad de tomar más medidas, algo que seguro que ha preocupado a los hermanos Bruno y Roberto Reverberi, dos veteranos que se encargan de dirigir al equipo transalpino. Por ahora, no hay más noticias. 

Hoy empieza un Giro que le pone 100 años a su historia con un recorrido de 21 etapas, algunas de ellas muy interesantes. La primera llegada en alto llegará en en la 4º etapa, con el Gran Premio de montaña en la línea de meta, en el Etna, con una pendiente media del 6%. En la 9º etapa se sube al Blockhaus, donde ganó Franco Pellizotti en 2009, 10 kilómetros al 9% con picos del 14%. Al día siguiente, una contrarreloj de 40 kilómetros entre Foligno y Montefalco que puede ser decisiva. Y el ecuador de la carrera lo completa una etapa típica de los Apeninos, de Florencia a Bagno di Romagna con muchos puertos en el medio. En la 14º etapa, otra llegada en alto, subida a Oropa, con buenas rampas y ese suelo de pórfido tan especial. Empieza lo gordo en la 16º etapa, con la llegada a Bormio, en una etapa alpina en la que tendrán que superar el Mortirolo, el Stelvio o Cima Coppi y el Umbrailpass a unos 20 km de meta. La carrera termina en descenso pero el paso por el Stelvio, sobre todo si hace mal tiempo y los corredores se lo proponen, puede ser épico. Al día siguiente, la llegada a Val di Fassa puede ser una tregua para la general pero es exigente. En la 18º etapa, volverá la dureza con la llegada a Val Gardena, con el paso del Pordoi al comienzo de la etapa. Al día siguiente, llegada en alto, Piancavallo, con quince kilómetros de subida donde quizás lo peor está al principio. Y en la 20º etapa, subida a Monte Grappa y Foza pero sin final en alto. La carrera terminará en la 21º etapa, que no será de trámite, ya que es una contrarreloj con comienzo en el circuito de Monza (¿dónde está el circuito de Monza?, le tocó una vez en el Trivial a ese mismo amigo que le tocó Coppolillo en una de aquellas porras del instituto. Respuesta: Monzambique, ¿que no?) y final en la Piazza Duomo de Milán. 

En mi opinión, es un recorrido cuya dureza está en la parte final, lo que siempre es un arma de doble filo, pero, sobre todo, esta es mi impresión personal, creo que será un Giro duro solo si quieren los corredores. Hay diseño para etapas extremas, pero creo que queda todo al albedrío de los corredores. Me da la sensación de que ellos serán los que hagan el recorrido más o menos duro. Y corredores para hacerlo duro, hay. Veamos quién corre. 

El nuevo equipo Bahrain lo apuesta todo, como no podía ser de otra manera, a Vincenzo Nibali. Tienen corredores para ganar en otros sitios y de otras maneras, pero entiendo que los Manuel Boaro, Enrico Gasparotto, Giovanni Visconti, Javier Moreno o Franco Pellizotti estarán más bien al servicio de El Tiburón. El Ag2r La Mondiale viene con Domenico Pozzovivo para la general. Estuvo bien en el Tour de los Alpes y cuesta verle ganando la general final, pero siempre está entre los mejores. Gente como Matteo Montaguti o Hubert Dupont siempre pueden aparecer. En Astaná, Tanel Kangert, otrora currante para otros, parece ahora el mejor corredor de los kazajos para la general. Siempre puede hacer puesto entre los diez primeros. Pello Bilbao, Luis León Sánchez, Dario Cataldo o Paolo Tiralongo buscarán aventuras, victorias parciales o currarán para Kangert. El Bardiani está en una situación incómoda. Estaba claro que Stefano Pirazzi era su líder y Nicola Ruffoni, quien ya había sorprendido en Croacia, era otra de sus grandes bazas. Ahora todo quedaría al talento del jovencísimo Vincenzo Albanese, al que muchos apuntan para el futuro, o de gente de escapada y aventura como Nicola Boem, Enrico Barbin o Giulio Ciccone, quien ya ganó el año pasado una etapa. En el BMC, Tejay Van Garderen llega un poco silenciado, y la gente habla más del talento creciente de Dylan Teuns, un corredor que están llevando poco a poco. Francisco Ventoso, Rohan Denis o Ben Hermans pueden tener protagonismo. El Bora tiene corredores a los que probablemente se les vea, ya sea cuando se empine la carretera, de lejos, en el sprint... Gente como Jan Barta, Patrick Konrad, Sam Bennett o Matteo Pelucchi buscarán la gloria. El Cannondale es un equipo, sobre el papel, que yo elegiría para ganar la general por equipos. No tiene ganadores ni hombres fuertes para salir como favoritos para la victoria final, pero corredores como Davide Villela, Michael Woods, Pierre Rolland, Hugh Carthy, Tom Jelte Slagter, Joseph Dombrowski o Davide Formolo, todos, pueden estar entre los 30 primeros y siempre entre los mejores de la carrera. En el CCC, habrá que seguir al checo Jan Hirt o al austríaco de apellido complicado Felix Grossschartner. Los franceses del FDJ pondrán a Thibaut Pinot en la palestra de favoritos al triunfo final, pero también vienen con otros corredores fuertes como el francés Rudy Molard o el suizo Sebastien Reichenbach. El Gazprom aportará aventureros, buscará victorias parciales y un buen puesto en la general con gente como Sergey Firsanov o el veterano Pavel Brutt. El Lotto Soudal trae a Andre Greipel para las volattas, pero también cuenta con la juventud de Sean de Bie, y gente veterana como Maxime Monfort o Bart de Clerq, que pueden ser regulares en la general. El Movistar tiene al que, según las casas de apuestas, es el gran favorito, Nairo Quintana, y un equipo hecho a su medida, con escaladores como Winner Anacona para protegenerle en la montaña. Orica apostará por Adam Yates, pero también trae quilates para el sprint, con el trío de Luka Mezgec, Caleb Ewan y Michael Hepburn pueden dominar esta especialidad, pero, en Italia, cuando el pelotón se lanza, siempre salen cientos de candidatos. Quick-Step apuesta por Bob Jungels para la general y el colombiano Fernando Gaviria para el sprint, quien tendrá casi tanta atención como su compatriota Quintana. Dimension Data parece venir con un equipo flojo, pero buscará aventuras y escapadas con gente como Kristian Sbaragli, Igor Antón, Nathan Haas u Omar Fraile. Katusha, con Ilnur Zakarin a la cabeza, trae también a otros que pueden ayudarle en la general, hacer buen puesto o buscar victorias parciales: Matvey Mamykin, Ángel Vicioso, Alberto Losada o Robert Kiserlovski. El Lotto NL-Jumbo, porque no hay contrarreloj por equipos, si no serían los grandes favoritos, ya que vienen con Victor Campanaerts, Jos Van Emden, Stef Clement y su líder, Steve Kruijswijk, quien el año pasado rozó la gloria hasta que se cayó, y este año cuenta en las apuestas, contando, además, con la ayuda de un veterano como Jurgen Van den Broeck o la brega del italiano Enrico Battaglin. El Sky se presenta con Mikel Landa y Geraint Thomas como colíderes, según ellos mismos han confesado, y con un equipo de garantías para arropar a cualquiera de los dos: Diego Rosa, Kenny Elissonde, Vassil Kiriyenka... El Sunweb tiene Tom Dumoulin para la general, pero también a Laurens ten Dam o Wilco Keldermann para ayudarle y/o hacer puesto final. Phil Bauhaus será su gran apuesta para los sprints. Trek de Bauke Mollema también tiene a Giacomo Nizzolo para la velocidad. El UAE Team Emirates parece confiar en Rui Costa, pero también en Jan Polanc y en el veterano Roberto Ferrari y Sacha Modolo para los esprints. Atención también al joven talento Edward Ravasi. Y, finalmente, el Wilier Triestina de Filippo Pozzato tienen en el joven Jakub Mareczko una buena baza para las victorias rápidas en el pelotón. 

En resumen, si aspiramos a dar una visión global, parece que las volattas, y va a haber más de una, serán cosa de corredores extranjeros: Phil Bauhaus, Andre Greipel, Caleb Ewan, Luka Mezgec o Fernando Gaviria. Eso sí, los italianos siempre aparecen, siempre lo intentan y siempre lo consiguen. Si no es Jakub Mareczko será Giacomo Nizzolo, si no, Sacha Modolo, si no, Matteo Pelucchi y, si no, alguno que no he mencionado. Para la victoria final, los expertos lo resumen todo en dos grandes favoritos, Nairo Quintana y Vincenzo Nibali, y parece que solo los más avispados o aquellos que pueden leer el futuro, son capaces de asegurar que hay alguien más fuerte que estos dos. La carretera siempre da sorpresas, por supuesto, y el cuerpo también. Un puesto por debajo quizás estén Mikel Landa, Thibaut Pinot, Steve Kruijswijk, Bauke Mollema o Tom Dumoulin, y cualquiera de ellos puede acabar ocupando el puesto de los dos anteriores si aprovechan las debilidades del rival, su propia fortaleza o las inesperadas sorpresas de la competición. Hay más corredores que pueden luchar por puestos de honor y soñar con la sorpresa, corredores como Domenico Pozzovivo, Tejay Van Garderen, Bob Jungles, Ilnur Zakarin, Geraint Thomas u otros de los que he mencionado ahí arriba o de los muchos que ni he señalado. Porque esto siempre ocurre cuando escribes sin tener mucha idea, solo la justa, que luego ocurre justo todo lo contrario a lo que tú proponías o augurabas. 

A eso nos dedicaremos a partir de hoy mismo. Veremos cómo va este Giro del centenario y os lo comentaremos por aquí. No día a día, por supuesto, que no llegamos, pero esperemos que sí, al menos, cuando lleguemos a la mitad y al final. Para los aficionados, nada, ala, a disfrutar. 

Y, aunque lleve retirado desde 2001, le vamos a dar el titular, ya que le hemos mencionado al principio, a Michele Coppolillo. Nacido en Cosenza, se retiró con pocas victorias en su palmarés, destacando el Trofeo Pantalica y una etapa en el Tour del Mediterráneo. Disputó las tres grandes, aunque el Tour en una sola ocasión y se retiró. Su mejor puesto final fue 29º en el Giro de Italia de 1994. Pero más allá de su curioso apellido, por lo menos para nosotros, su carrera quedó marcada por su obcecada obsesión por escaparse. Siempre parecía saltar del pelotón, estar entre los aventureros, lanzarse a la locura sin pensar si tenía posibilidades o no. Si corría un Giro, parecía que no había escapada, triunfara esta o no, en la que no estuviera Coppolillo. Es de ese carácter de corredor que no puede quedarse quieto en el pelotón donde podríamos incluir tantos y tantos nombres, gente como Fabio Roscioli, Ludo Dierckxens, Thomas Voeckler, Jesús Cruz Martín, Francisco Aramendia... y tantos y tantos otros, la lista sería interminable.  

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