lunes, 2 de diciembre de 2019

Jett Canfield



Sinceramente, no nos engañemos, esto está más cerca del final que del principio. Y hablo del blog, no de Creighton, por supuesto. Lo que fue poco a poco, va camino de ser definitivo, pero nos resistimos, y no sé muy bien por qué. No sé cuánto más lejos llegaremos, pero mientras lo hagamos, aunque sea con cuenta gotas, ¿para qué vamos a perder las buenas costumbres? Ya no será como antes, pero seguirá siendo. Alguno igual se acuerda de cuando hablábamos de la NCAA hasta antes de que empezara; cuando nos daba aún para cuatro o cinco entradas después de terminada. 

Ya van varias semanas de competición y aquí venimos ahora. Lo digo otra vez, me resistía a hacerlo, pero cumpliremos un año más siguiendo la temporada de los arrendajos azules de Creighton y de paso echándole un vistazo medio torcido al resto de la competición. 

Así que, como esta es la primera, y ya deberíamos haber hecho alguna antes, nos va a salir bien larga. Larga porque habrá que comentaros primero, por ejemplo, cómo quedó el plantel después del verano y, también, cómo ha ido la cosa en estas primeras jornadas de competición. Lo importante, de todas formas, es que lo vamos a hacer. Y ya que nos ponemos a ello, intentaremos seguir el rastreo y el muestreo por lo menos hasta marzo. Sin desaparecer del todo, pero sin aparecer con la asiduidad con la que lo hacíamos antes. Después, ya veremos. 

Para empezar, echémosle un vistazo a las previsiones. Ya sabéis, esas apuestas camufladas y cambiantes que llevan a cabo los entrenadores para US Today, los periodistas para la Associated Press y, en esta ocasión, le vamos a sumar la de la nueva herramienta de medición de la NCAA, la NET. En el primer ranking, el de los entrenadores, Creighton no aparece entre los 25 primeros, donde Duke encabeza la lista por delante de otros clásicos como Lousiville, Michigan State, North Carolina y Kansas. Sin embargo, sí aparece en la pequeña leyenda al final de la tabla, la que recoge el resto de universidades nacionales que han recibido al menos un voto. Creighton ha recibido 9 y está lejos de Florida, última de la lista en el puesto 25 con 71 puntos. En la clasificación de los periodistas, Creighton no aparece ni entre los primeros ni entre los que han recibido, al menos, algún voto. Duke, Louisville y Michigan State vuelven a ser los tres más votados aquí también. Por último, en la clasificación de la propia NCAA a través del NET, Creighton ocupa el puesto 54 de las 353 universidades clasificadas en la lista. Sorprende que según el NET, Virginia y Gonzaga están más valoradas que Duke. Los criterios son distintos, es verdad, pero que conste que los datos, en los tres casos, han sido tomados de la web oficial de la NCAA y aparecen actualizados a finales de noviembre para los dos primeros rankings; antes, en abril, creo, la clasificación de la propia NCAA. Vamos, que digamos que Creighton no está entre los grandes favoritos a tener protagonismo en la locura de marzo, pero, al menos, sobrevive entre la clase media del baloncesto universitario nacional. 

En cuanto al equipo, Greg McDermott seguirá una temporada más, y ya van diez desde que substituyera a Dana Altman, como máximo responsable deportivo del equipo. Del año pasado, siguen jugadores importantes como Ty-Shon Alexander,  Mitch Ballock, Marcus Zegarowski, Damien Jefferson, Davion Mintz o un Christian Bishop que este año, en su segundo, ha dado un salto de calidad, al menos, en cuanto a minutos. También siguen jugadores como Jordan Scurry, Jett Canfield, Denzel Mahoney o Jacob Epperson, que, en principio, tendrán un rol más residual. Son nuevos Shereef Mitchell, Kelvin Jones, Antwann Jones, Jalen Windham y Nic Zeil, y algunos han llegado con impacto al equipo, como veremos luego. 

En el apartado de bajas, Kaleb Joseph y Connor Cashaw terminaban su carrera universitaria. Pero lo que más sorprende entre las bajas es la marcha de Martin Krampelj. Y, en menor medida, la de Samson Froling. Sam Froling volvió a su país, Australia, y acaba de firmar un contrato profesional con los Ilawarra Hawks, de moda por contar entre sus filas con LaMelo Ball, aunque no sea su único jugador reconocible, porque el capitán es David Andersen y en su plantilla también aparecen otros como Aaron Brooks, Andrew Ogilvy o Josh Boone. Por su parte, Krampelj se apuntó al draft, no fue elegido, jugó las ligas de verano con Denver y acabó de vuelta en su país, donde juega para el histórico Olimpia de Ljubljana, disputando la ABA League (van bien, 7-2) y la EuroCup (peor, enrolados en el grupo del Joventut, 3-5). Son un equipo competitivo, entrenado por Slaven Rimac, y Krampelj, por ahora, no ha contado con oportunidades. Tiene de compañeros a jugadores importantes como Jaka Blazic, Marko Simonovic, Ryan Boatright, Codi Miller-McIntyre, Maik Zirbes, Edo Muric o Mikael Hopkins. Por casualidad, en el mismo país, en Eslovenia, pero con un equipo con menos ambición, encontró acomodo su excompañero Kaleb Joseph, quien juega en el Zlatorog Lasko de Robi Ribezl donde es titular. Por último, más minutos que Krampelj está teniendo Connor Cashaw,  que no los tenía en Creighton, quien también emigró a Europa y consiguió un contrato en una liga más humilde, eso sí, la británica. Cashaw juega para los Sheffield Sharks y está contando con minutos.

Por cierto, hacía mucho tiempo que no mirábamos atrás y no habíamos dicho nada del accidentado final de Maurice Watson Jr, ex estrella de Creighton que se lesionó de gravedad en su mejor año y se vio en vuelto en un juicio del que, finalmente, salió absuelto al llegar a un acuerdo con la parte demandante. Watson Jr firmó su primer contrato profesional hace un año, con el equipo holandés de baloncesto ZZ Leiden, ganando la Copa ante el Zwolle donde, en su día, jugó otro ex Creighton, Grant Gibbs. Este año, Watson Jr juega en el Uniero Forli que entrena el histórico Sandro Dell'Agnello en la segunda categoría del baloncesto profesional italiano y promedia 14.4 puntos, 4.8 rebotes y 3.5 asistencias por partido, siendo el jugador más valorado del equipo.

Con Krampelj fuera, se necesitaba un referente interior. Kaleb Joseph le dio el año pasado algo más de profundidad de banquillo al equipo. Esas parecían las dos claves para este año, donde, además, se contaba con que Alexander y Mintz tomaran el liderazgo del equipo y gente como Zegarowski diera un paso definitivo adelante. Sin embargo, tanto estos tres como Jefferson o Ballock son jugadores exteriores y seguía faltando ese peso en la zona. Ese rol lo están tomando Christian Bishop como titular, con su 2'06, y Kelvin Jones, interior de 2'10, que ha llegado de Idaho State.

La temporada comenzó con la preparación que, este año, hicieron en Australia, en una gira en la que disputaron tres partidos, ganando dos y perdiendo uno. Antes de empezar a competir, hubo otro partido amistoso, en esta ocasión, en casa, en el CHI Health Center de Omaha, que también se saldó con victoria, esta vez ante McKendree.

Unos días más tarde, el 5 de noviembre, dio comienzo, oficialmente, la temporada 2019-2020. A falta del partido que disputarán mañana ante Oral Roberts, los de McDermott han jugado ya siete partidos, con cinco victorias y dos derrotas. Antes de comenzar la disputa directa por la Big East, aún les quedarán seis partidos, el de Oral Roberts y otros cinco más. Las sensaciones, con ese récord de 5-2, son encontradas. Queda la impresión de que el equipo puede con los rivales pequeños o a su altura, al menos sobre el papel, pero que le falta para sorprender a rivales de más alcurnia. Las dos derrotas han sido ante Michigan Wolverines en su casa, entrenados por el exNBA Juwan Howard, y ante la San Diego State de Brian Dutcher, esta contundente y dura, en Las Vegas. Eso sí, se resarcieron en el último partido ganando a los Red Raiders de Texas Tech, entrenados por Chris Beard, quienes aparecen en 12º posición en el ranking de los entrenadores para US Today. Por lo tanto, esperanzas hay y partidos como el derby ante Nebraska o los duelos que les quedan antes de la Big East contra Oklahoma y Arizona State pueden ayudarles a entrar en la conferencia con renovadas ilusiones.

Veamos partido por partido:

Empezaron ganando fácilmente a Kennesaw State en Omaha. Con la baja de Davion Mintz, Shereef Mitchell, nuevo en el plantel, comenzó de titular y no lo hizo mal con 8 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias. En cualquier caso, los mejores fueron Ty-Shon Alexander, 19 puntos y 4 rebotes, Marcus Zegarowski, 18 puntos y 5 asistencias, y Christian Bishop, 12 puntos, 7 rebotes y 3 tapones, quien partió de titular aunque solo actuó 18 minutos. De hecho, el interior suplente, Kelvin Jones, aprovechó bien su tiempo de reserva con 7 puntos, 6 rebotes y 1 tapón. Buenas sensaciones que no consiguieron confirmar en el Crisler Center de Ann Arbor ante una poderosa Michigan, liderada por Isaiah Livers, Zavier Simpson y Jon Teske. Por los de Omaha destacaron Ty-Shon Alexander, con 20 puntos, y Marcus Zegarowski, con 18 puntos, aunque los dos con la misma mano en los triples, 2 de 6. Bishop y Mitchell volvieron a ser titulares y se dejó entrever uno de los problemas que puede tener el equipo esta temporada. Y es que McDermott no parece tener mucha confianza en la profundidad de su banquillo. Actuaron 6 reservas, pero, y aquí está el dato relevante, cuatro de ellos, Nic Zeil, Jordan Scurry, Jalen Windham y Jett Canfield, jugaron un minuto. De vuelta a Omaha, regresaron a las victorias ante una Louisiana Tech donde destacó el nigeriano Mubarak Muhammed, con 14 puntos y 16 rebotes. Por Creighton, destacó Mitch Ballock, 5 de 11 en triples, para un total de 22 puntos. Ty-Shon Alexander y Marcus Zegarowski se quedaron en 17 y destacó Kelvin Jones desde el banquillo con 14 puntos y 4 rebotes en 16 minutos. Sin Mintz, Mitchell fue esta vez suplente. Ambas en Omaha, el equipo encadenó dos victorias más consecutivas. Primero ante Cal Holy, por 86 a 70, y después contra North Florida por 76 a 67. Fue la primera una victoria coral en la que los cinco titulares superaron los diez puntos para conseguir 75 de los 86 puntos del equipo. Zegarowski hizo 18 a los que sumó 6 asistencias, Ballock y Jefferson hicieron 17 (el segundo con 0 de 4 en triples pero sumando 8 rebotes), Alexander se quedó en 13 y Bishop en 10 más 4 rebotes. Contra North Florida las cosas siguieron igual, cargando el juego sobre el poder exterior del equipo, con Ballock yéndose a los 15 puntos y 11 rebotes, Alexander haciendo 16 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias, y Zegarowski con 19 puntos (3 de 7 en triples). La segunda derrota de la temporada fue contundente. Los Aztecs de San Diego se impusieron por 31 puntos de diferencia, 83 a 52, ampliando su récord a 7-0. Malachi Flynn con 21 puntos fue el mejor de los californianos. Por los Bluejays, destacar el 4 de 23 en triples y poco más, solo Mitchell y Ballock consiguieron dobles dígitos. Ante los Aztecs, Zegarowski consiguió un horroroso 1 de 10 en triples, pero ante Texas Tech se redimió y redujo a los Red Raiders con sus 32 puntos y 5 asistencias, su mejor actuación de la temporada y de su carrera. Le guardó bien la espalda un Ty-Shon Alexander que se fue hasta los 18 puntos y 12 rebotes.

Por lo tanto, las observaciones generales, desde nuestro humilde y parcial punto de vista, nos dejan ver un equipo que depende mucho de la inspiración y puntería de sus jugadores exteriores. Zegarowski, Ballock, Alexander y Jefferson definirán el futuro del equipo a la espera de que Mintz se recupere. Mientras lo hace, Mitchell está intentando cubrir su puesto desde el banquillo o de titular, mientras que Kelvin Jones saliendo de reserva y Christian Bishop como titular, intentan darle presencia al equipo en la pintura. Un dato: el máximo reboteador del equipo es Ty-Shon Alexander (5.6). Y el segundo, Ballock (5.4). Marcus Zegarowski, su mejor anotador hasta ahora con 18.4 puntos por partido, casi ha conseguido la mitad de sus canastas 21 de 48 desde la línea de tres puntos. De hecho, ha tirado más veces desde ahí que desde más cerca: 52 intentos de las 97 veces que ha tirado. A todo esto, hay que sumarle la poca profundidad de banquillo: tres jugadores (Zegarowski, Ballock y Alexander) han jugado más de 200 minutos. Otros cuatro jugadores han superado los 100 (Jefferson, Bishop, Mitchell y Jones). Entre los otros cuatro que han jugado suman 119 minutos (Canfield, Windham, Scurry y Zeil, quien solo ha disfrutado de siete minutos de juego). Y los problemas se acumulan con el resto: Antwann Jones no ha contado con minutos, Denzel Mahoney no puede jugar hasta diciembre, Davion Mintz parece que puede volver ante Oral Roberts y Jacob Epperson está lesionado de gravedad en una rodilla y nadie sabe cuándo volverá si es que vuelve. Así, el relevo en el banquillo se limita a dos, tres jugadores.

Y eso es un poco todo hasta ahora. Hasta que comience lo bueno, con los enfrentamientos directos, solo queda comentar el buen comienzo que están teniendo DePaul (8-0) y Butler (7-0) en la Big East. Veremos cómo va yendo todo. Volveremos en unas semanas y soltaremos otra tacada de resultados. Intentaremos llegar a marzo y cumplir una temporada más. En la anterior, hasta se nos olvidó cubrir la gran final después de haber hecho todo el trabajo anterior. En esta ocasión, no tengo yo todas conmigo y puede que incluso andemos más torpes, pero esperemos que no. Como ya he explicado al principio, el blog, en estos últimos tiempos, ha perdido mucha fuerza y continuidad, y ya ni duele cuando ocurre, así que no conviene engañarnos mucho más. Eso sí, por ahora, por un poco de tozudez y otro poco de inercia, seguiremos insistiendo. Así que, hasta entonces, vamos a elegir a Jett Canfield para que encabece y seguiremos intentando aportar algo con estas entradas. Con 1'77, el escolta de Topeka, Kansas, es el jugador más bajo de la plantilla. Igual que en años anteriores con Tyler Clement, Canfield es un "walk-on", esos jugadores que no llegan al equipo con el camino bien enfilado, recibiendo una beca, siendo atletas con aspiraciones, si no de una manera un poco más atropellada o por casualidad o sin darle tanta importancia al deporte y a los sueños de profesionalismo. Canfield, sin embargo, lleva ya siete partidos disputados, con pocos minutos, pero cuenta con la confianza del entrenador McDermott, quien valora su compromiso y falta de egoísmo. Le elegimos a él, por lo tanto. Ponemos una foto, reparto unas negritas y publico. Un año más y ya van... ¿diez, once?

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