martes, 7 de enero de 2020

Peter Stetina



Con la temporada apunto de empezar... volvemos a mirar atrás, al verano, y el mercado, y los cambios que ha habido. Pero no vamos a hacer resúmenes ni descubrir nada nuevo, más bien nos vamos a quedar en lo anecdótico, como siempre, recuperando un tema del que ya hablamos. Ya hicimos una entrada sobre esto y dijimos que, este año, dicen adiós en el pelotón corredores de los que hacen afición, gente sin palmareses excelsos, pero con una buena colección de momentos memorables que el buen aficionado guardará con celo. Hablamos de rodadores, escaladores, hombres rápidos y/o de equipo como Daniele Bennati, Maxime Monfort, Peter Kennaugh, Stephen Cummings, Stijn Devolder, Manuele Mori, Bart de Clercq, Simon Spilak, Steve Morabito, Taylor Phinney, Amael Mainard, Rubén Plaza, Matteo Montaguti, Rinaldo Nocentini, Marcel Kittel, Roberto Ferrari, Svein Tuft, Matti Breschel, Lars Ytting Bak, Mark Renshaw, Markel Irizar, Samuel Dumoulin, Laurens ten Dam... La lista es más amplia. ¿Y qué hacen cuando se retiran? Algunos, dan un giro brusco, me imagino. Otros, siguen cerca del deporte que les ha dado madurez. O buscan otros. A Lance Armstrong, como se quejaba recientemente, no le dejan ni que lo intente con el ping-pong. 

Mathieu Van der Poel decía hace poco que "el ciclismo nunca es aburrido" y hablaba de eso, de ciclismo, en general. Al final y al cabo, uno de los corredores más mediáticos del momento, en parte por su excelso invierno en el barro, ha destacado en tres modalidades distintas, siempre sobre las ruedas tubuladas. Fue dos veces campeón del Mundo de ciclocross y este año ha hecho una gran temporada en ruta que ha levantado grandes expectativas para el futuro (Amstel Gold Race, Flecha Brabançona y Tour de Gran Bretaña, entre otros triunfos). Y solo tiene 24 años. Pero Van der Poel también ha triunfado en otra categoría, el mountain-bike, la MTB, donde fue campeón de Europa de cross-country.

Siempre ha habido trasvases entre disciplinas. Buenos ciclocrosistas fueron buenos ciclistas de ruta, y al revés. El padre del propio Mathieu Van der Poel es un ejemplo. Adrie van der Poel fue campeón del Mundo de ciclocross, igual que su hijo, pero también ganó en ruta la Lieja-Bastogne-Lieja, la París-Bruselas, la Amstel Gold Race, la París-Tours, el Campeonato de Zurich o la Klasika de Donostia, además de ganar etapas en el Tour de Francia, la Tirreno-Adriático, la París-Niza, la Dauphinè Liberè, la Vuelta a Andalucía, el Tour de Luxemburgo... No es el único caso, es solo uno. Igual que también ha habido corredores de ruta que disfrutan del ciclocross en invierno, porque les mantiene activos, porque se dejan atrapar por el barro, por lo que sea. Este mismo año, en nuestra región, es Gorka Izagirre quien se está luciendo. En Gran Bretaña, la pista es religión y muchos corredores de ruta han destacado en las diferentes categorías de esta disciplina, buscando, sobre todo, medallas olímpicas. El propio Bradley Wiggins, por ejemplo. Esta misma temporada, el Movistar ha incorporado a los pistards españoles Sebastián Mora y Albert Torres. También entre el triatlón y el ciclismo ha habido conversación: Iván Raña pasó del primero al último y, al revés, Héctor Guerra. Laurent Jalabert corrió el Ironman de Hawaii e hizo un puesto muy digno. 

Desde la mountain-bike, también ha habido siempre traslados: Ryder Hesjedal, por ejemplo, pero hubo muchos más. Michael Rasmussen, Jean-Christophe Peraud, Cadel Evans, Floyd Landis... El propio Peter Sagan fue campeón del mundo junior de Mountain bike antes de dedicarse a la ruta. En 1996 se instauró la MTB como prueba olímpica: Cadel Evans fue 9º en la prueba masculina. En Sydney 2000, 7º. Otros corredores con pasado o futuro en la ruta también aparecerían por allí: Roberto Lezaun (15º), Pavel Cherkassov (20º), Michael Rasmussen (22º)... En las posteriores ediciones, se han asomado en esta prueba corredores que también se fajan en ruta como los ya mencionados Jean-Christophe Peraud, Peter Sagan y Ryder Hesjedal, Fredrik Kessiakoff, Yuri Trofimov, Jakob Fuglsang, Ondrej Cink, Sam Bewley o Scott Bowden. Pero parece que la tendencia se perpetúa e incluso se amplía, sobre todo en corredores que, por sorpresa o por desgaste, abandonan su carrera en ruta para pasarse a esta disciplina. Probablemente, esa decisión, para algunos, sea digna de discusión y dé lugar a polémica. 

Javi Moreno, por ejemplo, después de 14 temporadas en la ruta profesional, anunciaba hace poco su retirada. Lo hace con un palmarés que muestra buenos resultados: fue ganador final de una Vuelta a Madrid, de otra en Andalucía, de la de Castilla y León, Aragón o también de la Vuelta a Asturias, además de acabar una Vuelta a España en la 21º posición. Al mismo tiempo que anunciaba su retirada, también anunciaba que dedicaría parte de su tiempo al calendario MTB con el equipo Sport Bike. Otro ejemplo de esta misma temporada, y en la línea del mismo Mathieu Van der Poel, es el de Lars Boom. El holandés ya fue campeón del Mundo de ciclocross, seis veces de su país en la misma disciplina y también sub 23 a nivel mundial, para después despuntar como rodador en ruta, apuntar a mucho y, quizás, quedarse en menos. También deja el ciclismo esta temporada tras la desaparición de su equipo, el Rompoot. También Boom se pasa al MTB. Boom fue ganador de etapa en Vuelta y Tour, además de en carreras como Dauphinè, Tirreno, París-Niza o Mediterráneo, ganó el Eneco Tour, actual BinckBank Tour, la Vuelta a Bélgica y su carrera preferida, el Tour de Gran Bretaña, que ganó en 3 ocasiones, sumando 7 victorias parciales. Ahora, aspira ahora a que en mountain-bike pueda apurar sus últimas gotas de talento. Menos palmarés tiene el norteamericano Peter Stetina, quien abandona la ruta con una sola victoria, en la Cascade Cycling Classic de su país, pero con fama de corredor de equipo y regular. Por ejemplo, nunca ha bajado de la 51º posición en sus ocho grandes disputadas, siendo 21º y 27º en el Giro, 35º en el Tour, y 21º y 28º en la Vuelta. Stetina, ahora, igual que Moreno y Boom, intentará despuntar en otra disciplina, la misma que los anteriores, pero siempre sobre ruedas. 

Cierto es que Nino Schurter, Julian Absalon, Jaroslav Kulhavy, Marco Aurelio Fontana, Bart Brentjens, José Antonio Hermida, Carlos Coloma, Miguel Martínez, Filip Mierhaeghe, Thomas Frischknecht, John Tomac, Gary Fischer, Sam Gaze y compañía, laureados especialistas que han copado las grandes citas de la especialidad, no lo han hecho luego en ruta y, probablemente, ni falta que hace, porque ya han derrochado talento en una especialidad, tan espectacular o más, para algunos, que la que transcurre sobre asfalto. Sin embargo, se mantiene este continuo diálogo entre disciplinas distintas, pero con muchas cosas en común, creando un movimiento que, en realidad, creo que no es solo anecdótico y que puede aportar otras lecturas al deporte profesional de la bicicleta. 

Y, eso, que por eso y por aburrimiento, probablemente, decidimos escribir esta entrada. Ahora, le vamos a regalar el titular a Peter Stetina por la única y reseñable razón de que, de los tres protagonistas de nuestra entrada, es el que peor palmarés tiene. La foto, genérica, sobre el mountain-bike. 

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