Como a todos los que estábamos allí, casi que busqué el desfibrilador con la mirada cuando vi como se estiraba Txemi Talledo para despejar el remate del jugador del Águilas. Por supuesto, donde estaba, no había más desfibrilador que mi caña de cerveza y mis uñas.
Fueron unos últimos minutos de partido de infarto. Soy sincero si digo que creo que hace mucho tiempo que no celebraba un gol así. ¡Si hasta salté! Y, creedme, igual que Xabi Alonso no recordaba la última vez que metió un gol de cabeza, a mi me cuesta recordar cuándo fue la última vez que despegué los pies del suelo. Ahora ya no, fue el domingo, en el bar Victoria de Barakaldo, rodeado de camisetas del club, bien acompañado por Kantzelara-Kantzelase, que, a buen seguro (es que no me di la vuelta para verlo), saltó y gritó tanto como yo. Para cuando nos abrazamos para celebrarlo, ya habían vuelto mis pies a aceptar con sumisión la gravedad.
Aún no tengo claro quién metió el gol. Porque ni lo vi. No fue por la mala imagen de la retrasmisión, que no me quejo, bastante con que había retrasmisión, si no porque tal fue la excitación que ni distinguí a los jugadores, el balón, la portería. Todo era como un macizo bloque colorido y lo único que importaba era que los que vestían de negro y gualda llevaban los brazos en alto. Qué más da si fue Garrido, Ariño o Jon Martín, que en cada periódico dicen algo distinto. Lo que fue fue gol, y eso es lo que importó. Con todo el respeto a los muchos clubes que luchan con dignidad en esta categoría, es inmensa la alegría por abandonar la tercera división y regresar a la Segunda b, aunque nos espere un aumento de la cuota de socio y una temporada con menos posibilidades de visitar campos rivales.
Ha sido una temporada difícil pero extrañamente positiva. El equipo ha sido irregular pero solvente, y, a mi entender, ha habido un inesperado resurgimiento de la afición local por el club de nuestro pueblo. El otro día lo dijo mi amigo J: "a veces, para dar un paso adelante, hay que dar dos hacia atrás." Espero que haya sido así. También en el lado positivo, habría que señalar la capacidad de compromiso y dedicación de una plantilla (y cuerpo técnico) que se quedó corta pero que ha sabido defender los colores del equipo con una capacidad digna de elogio. Y, por supuesto, la fidelidad de una afición que en Águilas demostró que se podía superar el borrón del partido de ida, aunque unos no deban manchar la reputación de todos.
Sobre todo, y también a título personal, me gustaría felicitar al presidente del club por algo que va más allá de su gestión y administración de la temporada y del equipo. Me gustaría felicitarle porque sé que siente a este club como algo más que una responsabilidad administrativa y se merecía una alegría de este calibre.
Yo, por mi parte, me quedo con la alegría instantánea y perecedera de unos minutos intensos pero inolvidables. No es hoy el día en el que profundizaré en mi sentimiento gualdinegro, porque luego me pongo dramático y estoy en el trabajo y hay que guardar las formas. Algún día, quizás lo haga. Por ahora, sirva con la promesa de que el año que viene, en la categoría que, como mínimo, nos corresponde, volveremos a estar en la grada, en la medida de lo posible, para animar una vez más a nuestro club con gran... y paro, que tampoco está bien visto que me ponga a cantar aquí ahora, y, además, me he confundido de canción.
¡En Barakaldo se forja...!
8 comentarios:
Vaya alegría me diste nada más bajar del avión. Mejor no podía haber sido. Hasta en La Habana se habló de la eliminatoria del Barakaldo. Si, señor! Por fin un ascenso! Yo sólo pido que el club siga el camino de la lógica y no se meta en apuestas ni locuras.
Aupa Baraka!!!
Aupa Baraka Internacional!!!
Joder, Holden Caulfield... Tú, al menos, viviste el ascenso en uno de los (pocos) bares eminentemente gualdinegros del pueblo, rodeado con gente que vestía la zamarra del Baraka y con una cerveza.
Yo he vivido mi primer ascenso (consciente... no cuento aquel ascenso de 3ª a 2ªB en La Florida porque era muy pequeño y aún no sabía lo enfermizo que era el sentimiento gualdinegro) en Azagra, un pueblo de la ribera Navarra (cuyo equipo, casualmente, viste los mismos colores que el nuestro)
LO viví con mi mujer, con su familia, lanzando furtivas miradas al Watsapp de mi teléfono para ver si recibía mensajes positivos desde Barakaldo... Lo tuve que apagar cuando leí en Twitter que, en la 1ª parte, Mentxaka estrellaba un balón a la madera de una de las porterías del vetusto campo de El Rubial y, en ese momento, todos los fantasmas de antiguos playoffs me vinieron a la cabeza y caí en el derrotismo.
Y lo dicho: apagué el móvil y me esforcé en mantenerlo en ese estado hasta las 15:00 de la tarde. Hasta que a eso de las 14:10, una amiga llama al teléfono de Ana para informarle de la buena nueva y luego enciento mi teléfono y hablo con mi hermano (otro gran enfermo gualdinegro) y con mi amigo Andoni, eufórico desde el Viktoria, y hablo con gente desplazada a tierras murcianas y todos ellos me destacan más que el gol de Garrido-Arño-Jon Martín, el paradón, la mano de Dios-Txemi Talledo, el, ya para mí, símbolo de que este año algo ha cambiado.
POrque tú y yo sabemos, amigo Caulfield, que en antiguos playoffs, el arquero de nuestro Baraka JAMÁS habría llegado a evitar que ese balón perforara nuestra portería... Pero este año sí.
Espero que como dices que te decía tu amigo, el efímero paso por 3ª nos haya servido para coger carrerilla y de aquí a... yo qué sé... Por ejemplo 4 o 5 años (2017, año del centenario), el Baraka vuelva a dar miedo a sus rivales, vuelva a ser respetado y vuelva a intentar por qué no al fútbol de plata, a la categoría en la que históricamente más años ha pasado...
Ahora disfrutemos del momento y congratulémonos porque ESTE AÑO SÍ, hemos fulminado a las meigas de las promociones de ascenso...
Esa mano de Txemi... Esa mano...
Gracias y perdón por la txapa.
PD: y un recordatorio especial a Alberto Romero, presidente de este Barakaldo C.F. quien, como dices, vive este club de una forma especial.
Lucce, tío, te has estrenado en los comentarios de este blog por todo lo alto, la ostia. Bien me lo podías haber dicho y te daba la tribuna entera de una entrada para que te explayaras, que invitado hubieras estado cordialmente. Pero, bienvenido y muchas gracias por compartir tu experiencia, y aquí las txapas son bien recibidas que de eso va el rollo. Yo reconozco que no he sido muy txemista durante la temporada, pero esa mano me la ha puesto en la boca, porque no vuelvo a decir nada contra él, de por vida. En fin, mañana celebraciones con conciertos incluídos y, fuera de todo esto, y para agradecerte la participación, que sepas que ya tengo conmigo la dedicatoria de Altarriba en tu cómic. Me ha costado, he tenido que seguir sus huellas, pero lo tengo, y menos mal, porque, si no, el año que viene no lo hubiera conseguido, que se jubila.
Jajaja... Gracias por lo del cómic y por invitarme a participar... Obviamente, las palabras que me han surgido han sido a partir de leer tu entrada, no ha sido nada premeditado...
Eso sí, si algún otro día me da por elaborar un texto en clave deportivo-sentimental, te tomo la mano y me autoinvito a escribir algo por aquí, jajaja...
Un abrazo y a ver si mañana nos vemos por la Herriko Plaza.
Gracias por tu comentario,me enorgullece mucho,por lo que me toca,porque creo que la labor de un portero,siempre es más crítica,,,eso si el equipo es uno,,,,,AUPA BARAKA objetivo conseguido.
Tratando de recuperar vídeos y fotos del partido, he dado con la famosa parada de Txemi. Paradón. Normal que alguno diga que será siempre recordado. Aqui tenéis el vídeo. Grande Txemi!. Grande Baraka!
http://www.youtube.com/watch?v=S3vs1Qu1EE0
Si nuestro amigo el anónimo de arriba es el propio Txemi Talledo, flipo y te agradezco muy mucho que tengas tiempo y ganas de visitar este blog y de escribir aquí. Además, el comentario engrandece aún más tu parada. Si eres otra persona, da igual, el fondo es igual de elogioso, así que, sea quien sea, Aupa Baraka!
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