Ayer la televisión cayó en un canal en el que hablaban del Real Madrid. Creo que jugaba, contra el Malmoe. Creo, no, lo sé. Luego miré el resultado: 8-0, ¡Wauuu! "El despertar de la fuerza" titulaba el Marca, que fue donde marché a mirar cómo habían quedado. Cristiano Ronaldo, encima, marcó cuatro. Vamos, todo el mundo como unas castañuelas (excepto los suecos), y a olvidar toda la tragedia hasta que llegue la próxima, y los titulares se vuelvan tan dramáticos como eufóricos estos. Sé que no descubro nada. Ya, ni cansa. Ni hace gracia. Ni da pena.
Bueno, a lo que iba. La televisión estaba puesta en el canal que fuera y el Real Madrid calentaba sobre el césped del Santiago Bernabeu. Ni ellas ni yo le hacíamos caso, ocupados como estábamos en seguirle el ritmo a la vida. Pero, que no viera ni mirara, no quiere decir que no oyera, que es distinto a escuchar. Hablaban los comentaristas de Marcos Llorente, jugador del filial que había sido convocado por Rafael Benítez para el partido. Y dijeron que era hijo de Paco Llorente, aquel extremo del Real Madrid que yo recuerdo más en el Compostela y del que hablaban como uno de los jugadores más rápidos del fútbol español, capaz de hacer un resultado digno en la prueba estatal de los cien metros.
Recordé haberlo oído antes. Y haber escuchado como el apellido Gento tiene relación con el apellido Llorente, y se me ocurrió investigar (ya ves tú, qué investigación, lo sabe todo cristo, pero yo me puse a ello). Porque, la verdad, la familia Llorente es impresionantemente deportiva. El apellido lo es, de por sí. Jugadores como Fernando Llorente (Sevilla), Joseba Llorente (Real Sociedad, retirado), Diego Llorente (Rayo Vallecano) y otros muchos que no recuerdo ahora, le dan lustre al apellido aunque no tengan parentesco con la familia de la que hablamos hoy.
Hoy hablamos de los Gento que salieron de Guarnizo y emparentaron con los Llorente, enraizados en Valladolid, para terminar asentándose en Madrid. De Cantabria a Madrid pasando por Valladolid, una familia de deportistas que lo mismo practican fútbol que baloncesto.
Paco Gento López, cántabro de nacimiento, es una de las grandes figuras del fútbol español. De hecho, por palmarés y por historia, él debería encabezar esta entrada, aunque mereciera mayor atención... en fin, que se la doy: él va en el titular, que no en la fotografía. En breve: 18 temporadas en el Real Madrid, 12 títulos de Liga y 6 veces campeón de Europa y campeón de la Eurocopa de 1964 con la selección española. Lo hemos intentado resumir, porque el palmarés y el reconocimiento futbolístico de "la Galerna del Cantábrico" es mucho más amplio de lo que puede cubrir esta entrada. Los Gento, sin embargo, fueron tres, y, además de Paco, sus hermanos Julio y Antonio, aunque no alcanzaran la calidad y la cantidad de títulos del hermano, también fueron futbolistas. Julio Gento López fue jugador del Elche, el Deportivo, el Málaga, el Rácing de Santander y el Palencia, así como del AD Plus Ultra, lo que hoy llamamos el Real Madrid B. Jugaba de centrocampista y no fue internacional. Su hermano, Antonio Gento López, también conocido como Gento III actuaba como delantero. También salido del AD Plus Ultra, después pasó por Levante, Rácing de Santander y Oviedo. Llegó a debutar en el primer equipo del Real Madrid pero no hizo carrera. Todos ellos eran tíos de nuestros siguientes protagonistas, los que inauguran ya el apellido Llorente y su combinación con el de Gento.
Paco Llorente Gento jugó dos temporadas en el Atlético de Madrid, siete en el Real
Madrid y cuatro en el Compostela de José María Caneda y Fernando Vázquez. Fue internacional con España
en una ocasión y marcó un gol. Todos sus títulos fueron con el Real
Madrid: tres Ligas, dos Copas del Rey y cuatro Supercopas. Llegó con la Quinta del Buitre y encontró sus mejores años con Leo Benhakker. Su hermano, Julio Llorente Gento, un año más joven que él, también
fue canterano del Real Madrid, pero jugó cedido en el Mallorca antes de volver al Real
Madrid. En cualquier caso, hizo su carrera deportiva en el Tenerife, nueve temporadas,
los mejores años de la historia del equipo insular; los de Roy Makaay,
Juan Antonio Pizzi, Antonio Pinilla, Felipe Miñambres, Chemo del Solar,
Óscar Dertycia, Quique Estebaranz, Fernando Redondo o Pier Luigi
Cherubino, por nombrar solo a alguno de los muchos jugadores que tuvo como compañeros. Ganó dos Ligas, 1 Copa del Rey y 1 Supercopa en los dos años que
formó parte de la primera plantilla del Real Madrid (aunque, por
ejemplo, apenas jugó algo más de 20 partidos en liga). Hoy se dedica a
la representación de futbolistas.
Otros dos hermanos se dedicaron también al deporte profesional pero en otra disciplina: el baloncesto. Y ambos alcanzaron tantos o más éxitos que los dos anteriores. José Luis Llorente Gento fue, probablemente, el más internacional de todos los hermanos. Joe Llorente fue 112 veces internacional con España y consiguió la medalla de plata en el Europeo de 1983 y en las Olimpiadas de Los Ángeles 84. En el Europeo fue la Italia de los Dino Meneghin, Pierluigi Marzorati, Antonello Riva o Roberto Brunamonti la que les dejó sin el oro. Y en Estados Unidos, la selección local, donde jugaban los entonces jovencísimos Patrick Ewing, Michael Jordan, Chris Mullin, Wayman Tisdale o Sam Perkins, dirigidos todos por Bobby Knight. Llorente, junto con Nacho Solozabal y Juan Antonio Corbalán, formaba el trío de bases de esta primera época dorada del baloncesto español. Actual presidente de la ABP (Asociación de Baloncestistas Profesionales, o algo así), además de en el Real Madrid (con los que ganaría la Copa Korac, la Recopa y la Copa de Europa, por resumir) también fue jugador del Cajamadrid, el CB Zaragoza, el Andorra y el Fuenlabrada. Toñín Llorente Gento, su otro hermano que eligió el baloncesto, también fue canterano del Real Madrid, pero le costó tanto debutar con el primer equipo que no lo hizo hasta los 38 años y poco antes de retirarse. Fue durante una mala temporada del Real Madrid, en la que cayó eliminado en la primera ronda del play off por el Estudiantes de Pepu Hernández y los hermanos Reyes. Toñin Llorente llegó como temporero y al final de su carrera, pero pudo cumplir uno de sus sueños. Además de en el Real Madrid, Toñín Llorente también jugó con su hermano en aquel Andorra de Edu Torres, repleto de veteranos como Quique Villalobos, Paco Zapata, Andy Toolson, Conner Henry, Ricky Brown, Chris McNealy o Silvano Bustos, que llegó a jugar play-off dos años consecutivos. Su carrera fue mucho más larga que lo que indican estas dos experiencias: jugó en el Cajabilbao, el Caja San Fernando, el Mayoral Maristas, Cajamadrid, León, Valladolid...
La tercera generación es la que han comenzado los hijos de estos hermanos. Y también en su caso, unos se han decidido por el baloncesto, y otros por el fútbol. Sergio Llorente Paz, canterano del Real Madrid y del Estudiantes ha hecho carrera entre LEB Oro y LEB Plata: Peñas Huesca, Carrefour el Bulevar de Ávila, CEBA Guadalajara (con ellos ganó la Copa Adecco Plata y fue el MVP de la final), Força Lleida, Palma Air Europa y Cafés Candelas Breogán. Siempre con buenos números, esta misma temporada tiene medias de 8 puntos y 3'4 asistencias en un Breogán que es 7º en la clasificación general de la LEB Oro. Tiene 25 años y juega de base como su padre José Luis Llorente. Por cierto, no es el único "hijo de" ahora en Lugo, porque, junto a él, está Juwan Howard Jr, hijo del ex jugador profesional de la NBA y actual entrenador ayudante de Miami Heat, Juwan Howard. Su hermano Juan Llorente Paz, de 22 años, escolta, y canterano del Estudiantes, llegó a debutar la temporada pasada en la ACB de la mano del equipo de Magariños (jugó hasta tres partidos en la 2014-2015). No sé dónde juega ahora, aunque, por su twitter, parece que anda por Holanda, pero igual me estoy equivocando. Por último, y el incitador de toda esta entrada, nos queda Marcos Llorente Moreno, hijo de Paco Llorente y primo de estos dos jugadores de baloncesto. Marcos Llorente es jugador del Real Madrid B-Castilla que entrena Zinedine Zidane, con quien, al parecer, ha tenido sus desencuentros.
Es un centrocampista de 20 años, ganador de la Copa del Rey Juvenil en 2013 y
de la Copa de Campeones Juvenil en 2014, que ha hecho toda la ronda de la cantera madridista desde el
Infantil A hasta el primer equipo. Debutó esta temporada ante el
Levante, al substituir a Mateo Kovacic. "El Lechuguita", como creo que le
llaman, ya llamó la atención de Carlo Ancelotti, eso sí, y ayer
estaba en el banquillo para jugar contra el Malmoe, pero no salió. Seguro que tiene más oportunidades.
No me quiero ni imaginar de qué hablarán en la mesa de Navidad como se reúnan todos juntos, seguro que no de la filmografía de Jim Jarmusch, pero, de verdad, que alguien les estudie en un laboratorio. Tiene que haber algo genético en esta familia. O quizás son otros intangibles los que definen tal acopio de éxito deportivo en dos apellidos. Quién sabe. Yo no he hecho mucho más que rebuscar por la red y cortar-pegar, cometiendo, probablemente, hasta errores, pero seguro que algún día (si es que no lo han hecho ya), algún periodista, profesional y con mejor verbo que yo, pone todo esto en orden y concluye. Hasta entonces, que sigan saliendo Llorentes para el mundo del deporte.
Posdata: la imagen, como siempre, del buscador de imágenes de google, pero parece provenir de algún otro lugar. Según el rastro del mismo programa, de la web de marca.com.
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