domingo, 31 de diciembre de 2017

John Roberson



La Eurocup. 
Esto. 
Se han clasificado para el Top 16 los siguientes equipos: Darussafaka, Galatasaray, Alba Berlín, Gran Canaria, Bayern Munich, Zenit de San Petersburgo, FIAT Torino, Lietuvos Rytas, Buducnost, Cedevita Zagreb, Dolomiti Energia Trento, Lokomotiv Kuban Krasnodar, ASVEL Villeurbanne, Reggio Emilia, Limoges y Unics Kazan. 
Una de las grandes decepciones ha sido el Bilbao Basket, penúltimo de su grupo, con solo dos victorias y ninguna de ellas en casa, si no me confundo. 
Antiguamente, hacía entradas más completas, lo sé. 
Pero es que, en realidad, hoy solo quería recordar un partido para resumir lo que ha ido siendo esta competición. 
Un partido que tuvo lugar en la última jornada, entre dos equipos finalmente clasificados, y que el que escribe vio por casualidad, porque alguien cambió de canal, la dejó en Teledeporte, y entre que juego con la niña, contesto al correo, frío unos huevos o me tumbo en el sofá, ahí estuvimos viéndolos, todos, como si fueran los saltos de esquí en año nuevo. 
Hablo del Herbalife Gran Canaria 128, ASVEL Villeurbanne, 129. Solo los guarismos ya nos dejan ver que fue un partido emocionante y atractivo. Las estadísticas nos aclararán aún más lo que supuso. Para empezar, una curiosidad. El contraste entre este partido y el Limoges 69, Lietuvos Rytas 71. Este no tuvo prórrogas y también estuvo apretado. También lo disputaron dos equipos que han acabado clasificándose, pero lo que sorprende aquí y contrasta con el partido del que queríamos hablar hoy, es que el Lietuvos Rytas ganó el encuentro con un 0 de 16 en triples. 
Pero volvamos al Gran Canaria-ASVEL. La primera parte terminó con un 45 a 33 para los españoles que parecía anticipar una victoria cómoda. Pero los franceses no arrojaron la toalla y empataron a 87 terminados los cuatro cuartos. En la primera prórroga volvieron a empatar. Y también en la segunda. Ambas terminadas con finales alocados, desesperados, y con mucho acierto en el tiro exterior. Todo se resolvió en el tercer periodo extra. 
En todo este tumulto, sorprendió el partido de John Roberson, quien, a la sazón, acabaría como MVP de la jornada. Los datos son estratosféricos. Acabó con 42 puntos, 8 asistencias, 4 rebotes y 1 robo para un total de 44 de valoración. Lo más sorprendente es que al descanso llevaba 0 puntos. Lo más sorprendente es que consiguió 11 de 16 en trios de tres puntos, récord de la competición. Lo más sorprendente es que su única canasta de dos (1 de 4 en todo el partido) fue la más importante para ganar el partido. Lo más sorprendente es que falló dos tiros libres que podrían haberle dado el partido a su equipo mucho antes. Vamos, que lo acaparó todo. Y eso que su compañero AJ Slaughter también consiguió un triple en el periodo extra que fue fundamental para ganar. Lo más sorprendente es que fue el único que consiguió de ocho intentos. Vamos, que todo fueron curiosidades. Los dos equipos parecían determinados a hacer un partido para guardar en la memoria. 
Durante gran parte del partido, el Gran Canaria se sustentó en el juego interior, con el gran partido de Pablo Aguilar (25 puntos y 3 rebotes), el destajo de Ondrej Balvin (14 puntos, 15 rebotes y 5 asistencias) y la garra de Eulis Báez (7 puntos y 7 rebotes). Aún así, el tiro exterior también fue un arma del equipo de Luis Casimiro: 11 de 28, destacando, sobre todo, Dennis Seeley (5 de 10) y muchos de ellos en los momentos más fatídicos. También destacó Oriol Paulí (12 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias), en un equipo en el que hasta siete jugadores hicieron dobles figuras; además de los ya mencionados Balvin Aguilar, Seeley y Paulí, también conseguirían diez o más puntos Aznejs Pasecniks, Marcus Eriksson y un Gal Mekel que también tendría protagonismo en los minutos principales. 
En el otro lado, además de Roberson, destacaron todos sus compatriotas, que no son pocos en el equipo que dirige JD Jackson, entrenador canadiense con pasaporte francés. Además de Roberson, los norteamericanos David Lighty, Darryl Watkins, DeMarcus Nelson, Justin Harper y AJ Slaughter (con pasaporte polaco) también forman parte del equipo francés y también jugaron este partido. Lighty (21 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias) y Watkins (18 puntos y 9 rebotes) fueron los grandes acompañantes del inspirado Roberson junto al francés Charles Kahudi (16 puntos, 12 rebotes y 5 rebotes) y el joven interior francés Amine Noua (10 puntos y 5 rebotes). Menos incidencia tuvo Alpha Kaba, interior galo de 21 años que jugó 14 minutos y aportó 4 puntos. Kaba, quien llegó a Villeurbanne desde el KK Mega Leks serbio, entró en la última posición del draft de 2017 elegido por Atlanta Hawks vía Golden State Warriors. 
Sin duda, el gran héroe de la victoria y protagonista absoluto del partido fue el menudo (1,80) John Roberson, un base jugón y anotador de 29 años ya que ha llegado al ASVEL este mismo año. Salido de los Red Raiders de Texas Tech, donde tuvo como entrenador a Pat Knight, hijo de Bobby Knight, y compañeros como Alan Voskuil o Mike Singletary, Roberson siempre fue un líder del equipo en sus cuatro años, encadenando temporadas por encima de los diez puntos de media, pero no consiguió salir en el draft de 2011, con lo que se vino a Europa y comenzó una carrera profesional que le ha mantenido en el extranjero los últimos años. Firmó primero por el Zlatorog Lasko esloveno, luego por el Club ComuniKT de Ecuador, pasó a Suiza para jugar en el BBC Monthey, ficharía por los Södertäljë Kings suecos, de ahí al Atomeromu húngaro, vuelta a Suecia para jugar en el mismo equipo, ficha por el Élan Sportif Chalonnais francés y ahí se destapa consiguiendo llegar a un equipo con más ambición como el ASVEL Villeurbanne. Un largo camino: Eslovenia, Ecuador, Suiza, Suecia, Hungría... No son etapas que, en principio, dejándote llevar por los estereotipos, esperas de un jugador que consigue establecer tantos récords en un solo partido de la segunda competición en importancia del continente europeo y de la competición internacional por estos lares. 
Al menos, a nosotros, y por pura casualidad, nos hizo pasar una tarde divertida. Ya veremos cómo le va a estos dos equipos en el Top 16 que empieza ahora. Lo contaremos aquí y prometemos que la próxima será una entrada más seria y concisa. 





viernes, 22 de diciembre de 2017

Martin Krampelj



Está a punto de comenzar el torneo Big East. Para Creighton, comenzará el próximo jueves, 28 de Diciembre, en Newark, New Jersey, enfrentándose a Seton Hall. Antes de que empecemos a contar eso, tenemos que hacer recuento de los partidos que han jugado por ahora. Los dejamos con un récord de 4 victorias y 1 derrota y los recogemos ahora con un récord de 10 victorias y 2 derrotas. Es decir, han añadido seis triunfos y una sola derrota. Lo cual, les sitúa en una buena posición antes de empezar la Big East. 
Solo tres equipos, Xavier, Villanova y la sorprendente Georgetown llegan con mejor récord que los bluejays. Xavier y Villanova llegan impolutos, con un récord de 11-0. Georgetown lleva un meritorio 9-1. Para los primeros, los Musketeers de Xavier es la temporada de Trevor Bluiett, quien está haciendo números de más de 20 puntos y 5 rebotes por partido. Villanova son uno de los grandes favoritos a nivel nacional. Los Wildcats se sustentan en el liderazgo de Jalen Brunson y Mikal Bridges, pero jugadores como Eric Paschall, Donte DiVincenzo, Omari Spellman o Phil Booth enriquecen las posibilidades del equipo. Por su parte, Georgetown ha encontrado en Jessie Govan a un líder. Sus 19.8 puntos y 12.6 rebotes por partido convierten a este pivote en edad junior en la gran esperanza de los Hoyas para alargar la historia de jugadores interiores de este equipo: Patrick Ewing, Alonzo Mourning, Dikembe Mutombo... 
Por detrás de estos tres, llegarán Creighton, Seton Hall y St. John's con el mismo porcentaje de victorias-derrotas, 10-2. Los Pirates de Seton Hall se reparten el protagonismo entre jugadores como Desi Rodriguez, Myles Powell, Angel Delgado o Khadeen Carrington, mientras que en St. John's Shamorie Ponds es su hombre más importante. 
Con 10-3 llegará la Butler de Kelan Martin; con 9-3 la Marquette de Markus Howard, Andrew Rowsey y Sam Hauser; con 8-4, Providence, liderados por Rodney Bullock; y, finalmente, con un pobre 7-5 la DePaul de Max Strus, donde también está jugando buenos partidos el croata Marin Maric. 
Ya veremos si Villanova y Xavier confirman su papel de favoritos o si tenemos sorpresa. Villanova, de hecho, es la gran favorita no solo a la Big East, si no al título de campeón nacional. De hecho, lidera tanto la AP Top 25 como el US Today Coaches Poll, las dos clasificaciones de favoritos que hacen los periodistas y los entrenadores a nivel nacional. En esas listas, los otros equipos de la Big East que aparecen son los siguientes: Xavier, 9º en AP y 8º en US Today; Seton Hall, 23º en AP y 22º en US Today; y los propios Creighton Bluejays, 25º en AP y 24º en US Today, justo justo en el filo, y así llevan toda la temporada, entrando y saliendo de esta clasificación que da ánimo y empuje, poco más. El resto de los participantes en la Big East ni han recibido puntos. 

Lo cierto es que la única derrota de Creighton desde que perdieron con Baylor en la final del Hall of Fame Classic ha sido contra otro de esos favoritos que aparecen en los rankings, Gonzaga. De hecho, tanto Baylor como Gonzaga están por la mitad de la tabla tanto en AP como en US Today. Y Creighton no pudo con ninguno de los dos. Con Gonzaga se perdió por un contundente 74 a 91 en Spokane. El francés Killian Tillie, con 22 puntos y 8 rebotes, fue el mejor de su equipo, bien acompañado por Silas Melson, Zach Norvell Jr y Johnathan Williams, el mejor jugador del equipo. Entre los cuatro, hicieron 69 de los 91 puntos de los Bulldogs. Marcus Foster, con 21, y Khyri Thomas, con 18 puntos, pusieron el empeño por no alejarse mucho, pero en ningún momento pareció que se podía disputar el partido. Toby Hegner, con 10 puntos en 16 minutos, saliendo desde el banquillo, fue la buena noticia. Igual que el rol ascendente de Martin Krampelj, titular, con muchos minutos, y rindiendo: 13 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias, 2 robos y 1 tapón. 
Como decíamos, todo lo demás han sido victorias, pero bien es cierto que ante rivales asequibles o menores y con alguna victoria contundente. Y todas ellas en casa, en el CenturyLink de Omaha. A SIU Edwardsville se les ganó por 103 a 66. A North Dakota, por 111 a 68; a Maryland Eastern Shore, por 87 a 36, consiguiendo una de las mejores defensas de la historia de la universidad; a USC Upstate por 116 a 62; y, finalmente, los dos partidos más apretados fueron el derby ante Nebraska, donde se impusieron por 75 a 65; y la victoria ante UT Arlington de hace unos días, donde ganaron por 90 a 81. En total, estas seis victorias se resumen con una ventaja arrolladora máxima de 51 puntos y la menor de 9. Con una media de 97 puntos a favor por partido y 63 puntos en contra. Se debe mirar con perspectiva y sin exageraciones, ya que algunos rivales no estuvieron a la altura y será Seton Hall en unos días quien mida si realmente el equipo es tan sólido o se confirma que ante rivales de alcurnia les cuesta más. 

En todos esos partidos, y antes de mirar las estadísticas globales del equipo, ha destacado el rendimiento de un Martin Krampelj que se ha hecho al cien por cien con el puesto de titular y ha arrojado en estos siete partidos unas medias de 12,2 puntos y 7,7 rebotes. Su mejor partido en anotación fue contra SIU Edwardsville, llegando a los 20 puntos. Pero su partido más completo fue probablemente ante North Dakota, aportando 15 puntos y 14 rebotes. Se ha hecho definitivamente con el puesto de titular y con peso en la pintura de Creighton, aunque suele ser de los primeros en irse al banquillo. Aún tiene margen de mejora pero ha dado un paso adelante esta temporada y es uno de los secretos del buen rendimiento del equipo de Greg McDermott. 

El resto es, por supuesto, el liderazgo anotador de Khyri Thomas y Marcus Foster, el trabajo de gente como Toby Hegner y Ronnie Harrell Jr y, de vez en cuando, la aportación de los nuevos, jugadores como Manny Suarez, Ty-Shon Alexander y Mitch Ballock. Quizás el mayor punto a mejorar es la fuerza desde la dirección. En las últimas temporadas, Creighton siempre ha sido un equipo con un base sólido y con peso que lideraba el equipo. Desde Maurice Watson Jr hasta Austin Chatman, pasando por Antoine Young. A Davion Mintz le está costando más coger ese protagonismo. 

Ante SIU Edwardsville, cinco jugadores hicieron dobles figuras en anotación: Marcus Foster (15), Khryi Thomas (17), Martin Krampelj (20), Ronnie Harrell Jr (11) y Kaleb Joseph (12). Mitch Ballock, con 6 puntos, 6 asistencias y 4 rebotes, aprovechó sus 21 minutos. Ante North Dakota, el liderazgo lo llevó Martin Krampelj en la pintura, como ya hemos visto, y los habituales Marcus Foster (23 puntos) y Khyri Thomas (15 puntos y 5 rebotes), pero también hay que destacar el buen partido desde el banquillo de Toby Hegner (15 puntos y 3 rebotes) y Ty-Shon Alexander (11 puntos), además del trabajo de Ronnie Harrell Jr (7 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias). El mejor pasador, sin embargo, volvió a ser Mitch Ballock, con 6 puntos y 6 rebotes. Por cierto, en North Dakota, equipo para el que Greg McDermott trabajó como ayudante, estaba Marlon Stewart, antiguo jugador de Creighton, quien fue el mejor de los Fighting Hawks con 18 puntos y 5 rebotes. La rivalidad y el buen partido de Isaac Copeland (20 puntos y 11 rebotes) y James Palmer Jr (16 puntos) hizo que fuera más difícil ganar a Nebraska, pero siguieron con la racha de resultados favorables ante los rojos. De nuevo aportaron varios jugadores, liderando el equipo Marcus Foster, con 19 puntos y 7 rebotes, pero destacando el banquillo, donde sobresalieron Mitch Ballock (13 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias) y Ronnie Harrel Jr (12 puntos y 11 rebotes). Ante Maryland Eastern Shore se repartieron los minutos. Marcus Foster, con 15 puntos, siguió liderando al equipo, pero lo importante estuvo en el número de reservas que quisieron reivindicarse: Ty-Shon Alexander (12 puntos y 4 asistencias), Manny Suarez (10 puntos y 6 rebotes), Mitch Ballock (5 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias) o Ronnie Harrel Jr (4 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias). Ante UT Arlington, Marcus Foster jugó uno de sus mejores partidos, si no el mejor, consiguiendo 32 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias. Khryi Thomas, con 16 puntos, y los reservas Mitch Ballock, con 14 puntos, y Ronnie Harrell Jr, 9 puntos y 7 rebotes siguieron contribuyendo a la racha del equipo. Finalmente, USC Upstate no fue rival y Creighton se encontró con un partido tan sencillo que hasta cinco reservas jugaron más que jugadores titulares. Aún y así, Marcus Foster volvió a ser el máximo anotador (16 puntos) en un partido en el que hasta otros cinco compañeros (Toby Hegner, Khyri Thomas, Mitch Ballock, Ty-Shon Alexander y Tyler Clement) hicieron dobles figuras. No solo eso, otros cuatro compañeros (Davion Mintz y Martin Krampelj con 9, Manny Suarez con 8 y Jordan Scurry con 7) se quedaron solo a tres puntos de las dobles figuras. A destacar el buen partido de Kaleb Joseph, 6 puntos y 8 asistencias, el de Manny Suarez, 8 puntos y 9 rebotes y el de todos desde el triple: 19 triples en conjunto y de los 12 jugadores que jugaron solo dos no consiguieron uno. 

A punto de terminar la Big East, podemos dar por terminada la primera fase de la temporada. Los resultados son positivos y esperanzadores. El equipo parece que coge fuerza y tiene automatismos, roles bien establecidos. Khyri Thomas y Marcus Foster son capaces de aceptar el liderazgo y la responsabilidad. Martin Krampelj ha crecido y jugadores como Ronnie Harrell Jr y Toby Hegner han aceptado un rol expansivo que va a ser muy importante. A todo esto hay que añadir el buen rendimiento de jugadores nuevos como Ty-Shon Alexander o Mitch Ballock. Con ciertas irregularidades, es normal, pero con una aportación reseñable. Creo, sinceramente, que se puede esperar algo más de Manny Suarez y que habrá que confiar en el crecimiento de Davion Mintz en el puesto de base. Empieza ahora lo bueno, el nivel exigente, que permitirá averiguar si las derrotas ante Gonzaga y Baylor demuestran que les va a costar disputarle el triunfo ante equipos fuertes o, sin embargo, aún hay margen de mejora. Iremos viendo y contándolo aquí, por supuesto. 

David López



David López García nació hace 36 años en Barakaldo (Bizkaia). Empieza en breve su decimosexta temporada como corredor profesional en el pelotón ciclista internacional. Ha corrido dieciséis grandes vueltas, consiguiendo su mejor posición en la general de la Vuelta a España 2007, con un 14º puesto final. En la edición de 2010, en la misma carrera, consiguió su victoria más preciada, una victoria parcial ante rivales de enjundia. Es una de las tres victorias que adornan su palmarés. Para muchos, tres victorias en quince temporadas no será precisamente algo impresionante pero otros entienden el deporte en su inmensidad y saben que hay otros aspectos y méritos que trascienden a las victorias. No todo es ganar en el deporte profesional. Además, también es un trabajo, una profesión. Y, para algunos, una afición, una pasión. David López es uno de estos últimos. Entre sus logros más preciados están, por ejemplo, haber formado parte del equipo que ayudó a Chris Froome a ganar el Tour de Francia y la Vuelta a España. Sus logros son de equipo. El ciclismo no es un deporte tan individualista como puede parecer. Ahora, como nos contará en esta entrevista, le queda hacer lo mismo en el Giro de Italia. Era (y es, supongo) uno de sus planes. Esta entrevista se hizo antes de que se hiciera público el reciente resultado adverso en un control analítico realizado a Chris Froome, el líder de la escuadra Team Sky y el corredor al que David López ha ayudado a ganar grandes vueltas. Por eso no se toca el tema y porque, además, hablamos de él no de los demás.
En cualquier caso, el legado de David López, en opinión de este blog, será doble. Por una parte, el día que se retire, que, según nos dejará explicado en esta entrevista, no está precisamente cerca, habrá dejado un ejemplo meritorio de trabajo en equipo, dedicación por los objetivos colectivos y generosidad en el esfuerzo para con los compañeros. Pero, por otra parte, en un espectro más local y humilde, su carrera deportiva será un hito en esta margen izquierda de la ría del Nervión que siempre ha dado buenos ciclistas, pero con cuenta gotas, y, sobre todo, mucha afición. Nacido en Barakaldo, la tierra de Juan Tomás Martínez, "el volcán de Barakaldo", y residente en Trapagaran, la tierra de los Alfredo Irusta, padre e hijo, los niños que se monten en una bicicleta y crean, como hicieron ellos, en el sueño de hacerse profesional, tendrán ahora un nuevo espejo en el que mirarse, el de David López García, que no tiene apodo, pero sí, como hemos dicho, currículo como para ser ejemplo de los nuevos aspirantes.
En esta entrevista, le preguntamos por todo esto y por muchas cosas más. Hemos mantenido el texto tal y como nos lo hemos enviado por correo electrónico, sin editar, más allá de lo necesario para la presentación. Queremos, antes de darle paso ya al texto, darle las gracias a David por prestarse a esto, y a Emi, amigo de David, compañero en la carretera en ocasiones, como se puede ver en la foto, y también amigo de este blog, por haber hecho de mediador y habernos dado la oportunidad de añadir esta gran experiencia al blog. No hacemos muchas entrevistas, pero creo que las que hacemos son bastante interesantes, ¿no? 

¿Quién te enseñó a andar en bicicleta?

Aprendí hace muchos años en el pueblo de mis padres. Algún chaval mayor me dejaría una bici y probando… Fuimos autodidactas.

¿Cuándo empezaste a tomarte más o menos en serio la bicicleta?

Con 13 años empecé a hacer carreras, pero realmente en serio cuando pasas a amateur con 18 años.

¿Cómo recuerdas tus años de amateur? ¿Fueron difíciles? ¿Te veías con posibilidades de ser profesional? 

Fueron buenos años. Estaba en un buen equipo, con gente buena para aprender. No me dio tiempo a pensar mucho en ser profesional porque enseguida tuve la oportunidad.

De aquellos tiempos, ¿recuerdas a algún compañero que apuntara mucho y se quedara en el camino?

La verdad es que, como nuestro propio equipo amateur pasó a profesionales, los mejores tuvimos nuestra oportunidad. Luego unos tuvimos más suerte que otros.

¿Cómo recuerdas tu debut con el Cafés Baqué?

Por suerte, ya había corrido algunas carreras con profesionales con la selección española amateur, pero la sensación de hacer un año entero con ellos asustaba un poco.

En aquellos años, tuviste como compañeros a colombianos con mucha carrera deportiva a sus espaldas, gente como Hernán Buenahora, Félix Cárdenas o Iván Parra, ¿coincidías mucho con ellos?, ¿qué recuerdos guardas?

El primer año corrí con ellos mi primera Vuelta a España y ya pude aprender un poco cómo trabajar para un líder. Era buena gente y muy cercana.

Firmas después por Euskaltel-Euskadi, en los años en los que, en el equipo, coincidían gente como Samuel Sánchez, Haimar Zubeldia, Iban Mayo, Roberto Laiseka… ¿Cómo recuerdas la llamada para incorporarte al proyecto y los dos años de experiencia allí?

Fue una buena experiencia. Compartí equipo con muy buenos corredores, gente que estaba entre lo mejor del mundo. Pero también con gente de mi edad que conocía desde chaval. Aquí ya teníamos un mejor calendario y pasábamos mucho tiempo fuera de casa.

El 21 de septiembre de 2012 tu nombre aparecía entre los siete firmantes de aquel comunicado en contra de la nueva gestión deportiva del Euskaltel-Euskadi, más allá de lo que ponía en el comunicado, ¿qué te llevó a firmarlo?

Tuve la suerte de vivir ese cambio en Euskaltel. Coincidí un año con la primera directiva y el segundo año ya cambiaron las cosas. Tanto yo como los demás firmantes queríamos apoyar al equipo tradicional que nos había dado la oportunidad porque sabíamos que el cambio no iba por buen camino. Por desgracia, el equipo no duró demasiado y se demostró que teníamos razón. Pero nadie nos hizo caso.

¿Cómo ves el futuro del ciclismo vasco profesional en la actualidad, en lo que compete a los equipos profesionales, con el ascenso de categoría del Murias Taldea y la llegada de Mikel Landa a la Fundación Euskadi?

Es bueno que haya nuevos proyectos: facilita la salida de nuevos corredores. Espero que en un futuro cercano siga mejorando la situación. 

Pasas por la estructura de Eusebio Unzué y acabas en Team Sky, si no el mejor, uno de los mejores equipos del mundo y con una de las infraestructuras y coberturas económicas más impresionantes de la historia del ciclismo profesional, ¿cómo llegas a Sky, con qué objetivos te contratan?

Tuve varios años buenos en Caisse d'Epargne y Movistar. Era como una pequeña familia y ya era uno de los mejores equipos del mundo, pero tuve algún bache y en el equipo empezaron a dudar de mí. No me daban buenas carreras. Por suerte, en Sky se fijaron más en la trayectoria anterior que en el último año. Y también tuve alguna recomendación de compañeros que habían pasado por allí. 

Ya has acumulado varias renovaciones y pareces haber conseguido que se reconozca tu trabajo, ¿estás satisfecho de tu experiencia con el equipo británico?

Sin duda. Salir a un equipo extranjero ha sido el mayor acierto en mi carrera.

Me atrevo a llamarte gregario, aunque no sé si te gusta esa palabra, pero me da la sensación de que tú mismo admites tu rol como auxiliar en los proyectos de victoria de otros compañeros, ¿está bien reconocido esa tarea en el ciclismo profesional?

En mi caso, sí. He tenido buenos jefes y líderes que han reconocido mi trabajo. No tengo ninguna presión y he tenido buenos resultados.

Parece que hay que ser veterano para convertirse en un buen gregario. Me llamaba la atención como Igor Antón lo admitía hace unos días al renovar con su equipo o como prolonga su carrera Markel Irizar, por hablar solo de dos corredores vascos. Parece que cuesta y lleva su tiempo convertirse en un corredor fiable para realizar esas tareas. ¿Es así?

En mi opinión, los corredores jóvenes pasan con mucha ambición. Todos piensan que pueden ganar muchas carreras. Lleva un tiempo entender que no todo el mundo sirve para ganar. Unos lo acaban dejando y otros tenemos que reconvertirnos.

Tu primera victoria llegó en Rettenbachferner, en 2007. Fue en una etapa dura y acabarías la Vuelta a Alemania en tercera posición, por detrás de Jens Voigt y Levi Leipheimer, ¿cómo recuerdas aquel día?

Fue bastante inesperado porque, en teoría, había mejores corredores que yo. Incluso, en mi propio equipo. Pero había entrenado bien, pensando en esa Vuelta a España. Perdí mucho peso y llegué allí en un buen momento. En otras circunstancias, podía haber ganado esa Vuelta a Alemania, pero estoy muy contento con esa etapa.

Tres años más tarde llegaría Alcoy, en otra durísima etapa, atacando en el momento oportuno para vencer a gente de la clase de Roman Kreuziger, Giampaolo Caruso o David Moncoutie. Recuerdo tus primeras palabras en la televisión: “Todavía no lo he asimilado” o “El día más grande encima de una bicicleta”, ¿ya lo has asimilado?

Sí, aún sigue siendo mi mejor victoria. En una carrera importante, con grandes rivales... para mí no es fácil tener días así. Hay que saber aprovecharlos. Es algo de lo que siempre podré presumir.

Finalmente, en 2013, vences en la llegada a Aywaille en el Eneco Tour. Era la penúltima etapa y otra vez fue dura. Te impusiste a Zdenek Stybar y Maciej Paterski y, por detrás, muy cerca, venían los que se disputaban la carrera. Otra vez rivales internacionales, etapa exigente y un ataque antes de llegar al sprint. ¿Qué recuerdos te quedan de ésta?

Ésa sí que fue inesperada. Después de trabajar todo el Tour de Francia, no esperaba llegar a ese nivel. No era una buena carrera para mí. Teníamos a Bradley Wiggins disputando la carrera, pero otra vez se juntaron las circunstancias y me vi ganando una carrera. Con el maillot del Sky, algo que nunca hubiera esperado.

¿Fue el de 2007 tu mejor año profesional?

Es difícil quedarse con uno. 2007 fue el primero a gran nivel; 2011, el más regular; pero creo que 2013 ha sido el más completo.

Siempre te ha costado ganar. Supongo que, en parte, es la punta de velocidad y, por otra parte, que se te haya utilizado para otras labores. Pero recuerdo una etapa en el Giro de 2016, tras intentarlo en la etapa, llegabas a meta y te entrevistaban para la televisión. De repente, aparecía Alejandro Valverde que te daba las gracias y un abrazo. Sin darle importancia, seguías con la entrevista y decías: “Me falta un poco el punto ese que tiene esta gente”. ¿Te referías a esa carrera o siempre has tenido la sensación de que estabas un peldaño por debajo de otros corredores?

Bueno, siempre hay niveles. Está claro que no estoy al nivel de gente como Alejandro Valverde y que no puedo disputar carreras con ellos. Siempre he tenido que hacerlo en escapadas o de lejos.

Hace unos días lo decías en Zikloland y antes en Marca: “Ya he ganado Tour y Vuelta con él, ahora me gustaría poder ayudarle a conquistar la maglia rosa.” ¿Es ese el objetivo principal para la próxima temporada?

Sin duda. Lo primero será ganarse el puesto para correr el Giro de Italia, que aquí no es nada fácil. Si lo consigo, tendré en Italia una motivación especial.

Han llegado a Sky corredores jóvenes de mucha proyección como Egan Bernal o Pavel Sivakov. ¿Es también labor tuya estar cerca de los jóvenes?

Siempre. Yo recuerdo que, cuando era joven, me fijaba mucho en lo que ocurría a mi alrededor. He tenido la suerte de tener buenos compañeros en quien fijarme. Ahora, también me gusta enseñar a los jóvenes a moverse en carrera o a tener buenas rutinas fuera de ella.

En una entrevista antigua que aún anda por internet, decías: “Al final, a alguien le tiene que tocar. Sigue habiendo equipos y corredores que van pasando a profesionales y nunca sabes a quien le puede tocar. Igual hay corredores muy buenos que se han quedado sin pasar a profesionales y hay otros más normalitos en los que un día alguien se fija y les da la oportunidad. Hay que ser constante en el trabajo, seguir intentándolo y aprovechar la oportunidad.” Era tu consejo para los corredores aficionados. ¿Es también un resumen de tu carrera?

Bueno, yo siempre digo que he tenido suerte porque he tenido oportunidades. He estado en buenos equipos y con buenos resultados. Hay que trabajar duro y no rendirse nunca.

¿Has hecho amistades en el ciclismo?

Muchas. Es difícil mantener contacto con compañeros, porque vivimos lejos unos de otros, pero siempre te queda gente que merece la pena.

¿Te da tiempo a disfrutar de los paisajes, de los lugares en los que corres durante la temporada?

Sí, la verdad es que para eso soy bastante turista. Me gusta cambiar y probar nuevas carrera. Intento disfrutar un poco de los sitios que visitamos.

Sé que alguna vez has dicho que te gusta conocer carreras distintas y que no paras ni cuando estás de vacaciones, haciendo cosas relacionadas con la bicicleta, como el Camino de Santiago por la noche. ¿Te ha dado la bicicleta la oportunidad de tener una vida abierta y original, por decirlo de alguna manera?

Desde luego. Para mí, esto nunca ha acabado de ser un trabajo del todo. Nunca lo veo así. Me gusta la bicicleta en muchos de sus aspectos. Sigo disfrutando de lo que hago.

Sé que esto no es de buena educación, pero te lo pregunto de todas formas, ¿tienes pensada una fecha para tu retirada?

No. Intentaré aguantar todo lo que pueda.

¿Has comenzado a pensar en cómo será o quieres que sea tu vida cuando se termine el ciclismo profesional?

Intentaré seguir en el mundillo, pero ahora que tengo familia hay que valorar muchas cosas.

¿Te ves como director técnico?

Podría probar, pero seguir en la misma rutina no sé si me gustaría lo suficiente.

Has coincidido en la carretera con algunos de los ciclistas que han marcado la época más reciente del ciclismo moderno, con algunos, incluso compartiendo la intimidad de luchar juntos por algo. ¿Cuál de ellos te ha impresionado más en la carretera? 

Todos tienen mucho que admirar. Tal vez, como se ve en carrera, parece que unos merecen más admiración que otros, pero hay que saber todo el trabajo que hay detrás.

Para terminar, volvamos a los comienzos. Por pura curiosidad, cuando empezaste a correr más en serio, ¿sabías quién era Juan Tomás Martínez? ¿Querías ser el nuevo volcán de Barakaldo?

Sí. Casualmente, vivía bastante cerca de mis padres y solía verle por el barrio. Luego era conocido por su tienda de deportes. Más recientemente hemos coincidido en varias salidas con la bici de monte.

¿Se te hace estrecho el Valle cuando vuelves de tantos viajes?

Para nada. Me encanta el sitio donde vivo. Es muy tranquilo y cómodo para la vida que llevo.

Dime dónde te ves ganando una carrera en este 2017-2018, soñémoslo y a ver si se cumple.

Aunque no sea para este año, me gustaría ganar alguna carrera cerca de casa, cuando pueda estar mi familia. Estaría bien que mi hija tenga algún recuerdo en mente antes de que yo me retire.


Lo dicho, muchas gracias a David López por prestarse a la entrevista, a Emi por ayudarnos a conseguirlo y a todos vosotros por, un año más, pasaros, ya sea puntualmente o habitualmente, por este blog, que ya acumula unos cuantos años y resiste a duras penas, pero ocasiones como ésta hacen que merezca la pena. 

martes, 5 de diciembre de 2017

Kathrine Switzer



La VII edición de la Carrera Pormaratoniana terminó a altas horas de la madrugada cuando los últimos participantes decidieron que ya no se podía alargar más la celebración. Es lo que tiene esta carrera, que al aspecto deportivo siempre le unimos el festivo, y en ninguno de los dos ámbitos reparamos en esfuerzo. Así llevamos ya siete ediciones consecutivas y nos acercamos a un número redondo, el de las diez ediciones, que, llegados a estas alturas, parece una cifra accesible y un mérito del que algún día podremos vanagloriarnos. 

Pero no adelantemos los años y vayamos disfrutándolos uno por uno. Bastante mérito tiene ya que hayamos encontrado la forma y el equilibrio para seguir organizando todo esto durante siete años consecutivos. En esos siete años, ha pasado casi de todo: lesiones, corredores que confunden el recorrido, otros que llegan tarde a la salida, granizadas, victorias al sprint y galopadas en solitario. La carrera ha crecido hasta conseguir que tengamos dos categorías, la masculina y la femenina, y una tercera que sigue creciendo poco a poco, la Txiki Porma, con la que hemos creado nuestra propia cantera. Hay cosas que mejorar y que estudiaremos para futuras ediciones, como un cambio de fechas, por ejemplo, para asegurarnos un poco de buen tiempo. Pero, de todas formas, son siete años consecutivos organizando una carrera con todos los privilegios de las oficiales, una buena bolsa al final del recorrido, dorsales, cobertura fotográfica, inscripción, regalos, premios, concursos, dorsales, otros años, hasta tuvimos pódium. Una carrera organizada que no es oficial y solo es una reunión de amigos que buscan una fecha para correr juntos. En ese tiempo, el grupo de amigos se han ampliado y hemos ido recibiendo gente que se dejaba llevar por el misterio o por las referencias. Si alguno lee esto y le pica la curiosidad, no os lo preguntéis más, apuntaros en la próxima ocasión. 

La edición de esta año comenzó con bajas de última hora, entre ellas la ganadora femenina de la última edición, a la que echamos de menos y homenajeamos dejando su dorsal junto a la línea de salida, y un total de 17 participantes a los que no les dio miedo madrugar en una mañana que amenazaba lluvia y bajas temperaturas. No salimos muy puntuales y ampliamos el recorrido para que la línea de salida y meta estuviera a cubierto y nuestros voluntarios no tuvieran que temerle al tiempo. Eso, como digo, obligó a ampliar un poco los metros de la carrera. Quizás por eso, el kilómetro neutralizado, con rodeo incluido hasta llegar a las cercanías del puente de Bengolea, fue más neutralizado y más tranquilo que nunca. Todo el mundo iba reposado y de cháchara. 

Sin embargo, fue dar el grito que anunciaba que se acababa la calma chicha y se desató la riña. Como una bala, salió a por la victoria David Sádaba, quien no miró para atrás mientras enfilaba la bidegorri y visualizaba el objetivo de ganar. Un poco por detrás, le dejaban marchar otros favoritos como Manu, Valen, Emi o Ricky, que tampoco parecían proponerse seguir el fuerte ataque de salida. El resto se iba desperdigando poco a poco. Un servidor se quedaba al final, junto a Cris y Jesús, viendo cómo Álvaro, primer ganador de la Pormaratoniana y habitual de los primeros puestos, se dejaba caer del grupeto que hacían Josema y Marian y se ponía a su vera pero, al llegar a las cercanías del pantano, Álvaro decidió retirarse y volver al trote hasta línea de meta. Había llegado lesionado desde Almería, pero se había empeñado en intentarlo. Cuando empezó a molestarle el gemelo, decidió que era mejor que aquello no se convirtiera en algo más grave. Una lástima, pero una buena decisión. Por delante, yo ya no veía a nadie. Por detrás, tampoco. Así, en tierra de nadie, la carrera se me hizo fácil. Siempre a mi ritmo, sin exigirme hasta el final. Y cuando me exigí, lo hice más que nada porque había empezado a llover. Al galope, entré en meta en casi veinte minutos más tarde de lo que lo hizo el vencedor. Y el vencedor fue el primero que atacó, David Sádaba, convirtiéndose en el primer navarro que gana la Pormaratoniana. Según su propio relato, salió al ataque desde el principio por convicción y estrategia y aprovechó la ventaja que tomó para relajarse en el descenso hasta El Regato. Por detrás, según contaba, los rivales le tenían cerca cuando giraban en la iglesia de San Roque, pero apretó en los primeros metros de vuelta por el interior del pantano y amplió su ventaja, manteniendo el ritmo en la parte final del recorrido, por Gorostiza y la trasera del polideportivo, ya sabiéndose primero. Entró un minuto por delante de Manu y Valen, quienes entraron juntos y completaron el pódium. Cerca de los tres primeros se quedó Asier, al que siguió David unos segundos más tarde. Rubén entró sexto y Gaxen y Ricky lo hicieron después, en compañía. Algo más le costó a Emi, dos veces ganador de la Pormaratoniana, quien entró acompañado de Miguelo. Cincuenta minutos después de que se diera la salida llegó Marian, la ganadora en féminas, seguida unos segundos después de Josema. Yo tardaría unos minutos más, y algo más tarde, llegaron Cristina y Jesús. En cualquier caso, y como decimos siempre, todo esto de los puestos da un poco igual. Que haya competición, y un ganador, y un pódium y una clasificación final mola, le da picante e interés al día, pero todo se olvida poco después, cuando en la mesa, mientras se celebra, todos estamos a la altura y hay tiempo para contar todo tipo de aventuras. 

En cualquier caso, enhorabuena a todos los participantes, a los que no pudieron venir en esta ocasión, a los dos voluntarios sin los que hubiera sido imposible hacerlo, y a todos los que nos echaron un cable en la organización. Zorionak a los dos vencedores, David en chicos y Marian en chicas porque si llegaron primeros, también fue porque lo intentaron más que nadie y su esfuerzo merece el reconocimiento. Igualmente, un aplauso enorme para nuestros tres participantes de la Txiki Porma, Martín, Elba y Alain, que lo dieron todo y nos hacen tener esperanza en que esto puede que siga mucho tiempo. Hubo más niños y niñas a los que el tiempo les estropeó el plan, pero seguro que hay otra ocasión en la que todos puedan participar. 

Y no queda más que desear que haya una próxima edición el año que viene, que vuelvan a ganar los mejores y que todos tengamos la oportunidad de pasar un buen día en buena compañía. Gora Porma!!

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Martin Krampelj



La temporada de baloncesto universitario ya ha empezado. Ya queda menos para marzo. Y, como cada año, lo vamos a contar aquí. Lo vamos a contar igual que lo hacemos siempre desde hace como diez temporadas, centrándonos en Creighton y luego hablando ocasionalmente de más cosas. Empezamos con esto en 2008 y de manera caprichosa. Solo porque uno de los integrantes de aquella plantilla había nacido y vivido en la misma ciudad que lo hice yo. Y así han pasado ya casi diez años. Empezamos con Dana Altman, vimos a un bluejay jugar en Bilbao, otros debutar en la NBA, les seguimos en el March Madness... Y aquí nos mantenemos, dispuestos, a pesar de que éstas sean las entradas menos leídas, y fíjate que las otras ya se leen poco, a continuar haciéndolo. 

La temporada 2017-2018 en la NCAA empieza con un gran favorito. Según los rankings de los 25 favoritos para la victoria final que crean los entrenadores para US Today y los periodistas para Associated Press a día de hoy el claro candidato a triunfar es uno solo: Duke. Un poco por debajo de ellos se apunta a otros programas como los de Kansas, Arizona, Villanova, Michigan State y Wichita State. Parece que el juego colectivo de Duke (al menos, tienen hasta cinco armas para crear y anotar) ha encandilado a los expertos. Grayson Allen, Marvin Bagley III, Trevor Duval, Wendell Carter Jr y Gary Trent Jr. forman la fuerza de ataque de los Blue devils. Un equipo, además, con pedigrí, ya que son muchos los hijos de. El padre de Wendell Carter Jr, Wendell Carter Sr hizo carrera universitaria y fue profesional en la República Dominicana. El padre de Gary Trent Jr, Gary Trent Sr también pasó por la universidad y luego en la NBA para Blazers, Raptors, Mavericks y Wolves, emigrando, luego, a Europa para jugar en Grecia con el Panellinios y en Italia con Virtus Roma. Pero tienen más, y más mediáticos, ya que en el banquillo Mike Krzyzewski cuenta con Antonio Vrankovic, el hijo de Stojko Vrankovic y con Justin Robinson, el hijo de David Robinson. Creighton no sale en esas predicciones, aunque ronda los puestos de honor con aspiraciones de escalar hasta los 25 primeros. Más aún cuando ha empezado la temporada con un esperanzador 4-1, siendo la derrota el último resultado cosechado, ante Baylor, equipo que sí entra en los pronósticos triunfantes, en parte gracias al rendimiento del belga Manu Lecomte y del australiano Jo Lual-Accuil Jr.

La temporada 2017-2018 comienza, como siempre, con bajas y caras nuevas. Se fueron los seniors Maurice Watson Jr, Isaiah Zierden, Zach Hanson y Cole Huff, más Justin Patton, quien, tras su prometedora temporada, decidió declararse elegible en el draft con antelación. Patton fue elegido en por Minnesota Timberwolves. Tuvo problemas físicos en verano y aún no ha debutado. De todos los demás, solo tengo noticias de Cole Huff, quien ha firmado por los Greensboro Swans, el equipo de los Charlotte Hornets en la nueva G-League. Allí jugará con Marcus Paige y Mangok Mathiang, entre otros, a las órdenes de Noel Gillespie. No sé nada de Zach Hanson y de Isaiah Zierden. El caso de Maurice Watson Jr es distinto, como se podía esperar. El líder de los Creighton Bluejays la temporada pasada vio cercenados todos sus planes de futuro por una inoportuna lesión cuando se había convertido en uno de los jugadores más resolutivos en su puesto a nivel nacional. Unos días después, su futuro se oscureció aún más cuando fue acusado de una agresión sexual. Watson Jr, desde entonces, contrató a un bufete de abogados y se dedicó a recuperarse de su lesión. Aún está en ello, pero lo que ya puede olvidar es la acusación y el juicio porque este ya fue resuelto este pasado mes de Septiembre y la acusación fue desestimada y Maurice Watson Jr declarado inocente después de que, durante el proceso, al parecer, surgieran dudas y otras evidencias. Habrá que esperar para ver si el que apuntaba a talentoso base de futuro será capaz de retomar su carrera deportiva. También han abandonado la ciudad de Omaha el filipino Kobe Paras, que se ha ido a Cal State Northridge y Sam Dunkum, a East Mississippi CC. 

Greg McDermott, quien comienza su octava temporada como primer entrenador de los arrendajos azules, contará con nuevos jugadores para equilibrar estas bajas. Una de las incorporaciones no podrá jugar hasta la temporada que viene. Se trata de Damien Jefferson, quien llega desde la Universidad de New Mexico, en su año de sophomore, y quien tendrá tres años más de carrera después de este en blanco. La otra incorporación es el jugador interior Manuel "Manny" Suarez. Suarez es un pívot que llega desde los Adelphi Panthers de la II división de la NCAA y podrá jugar desde ya al estar graduado. Hijo de madre chilena y padre español, ha superado problemas cardíacos para seguir insistiendo en su sueño de ser jugador de baloncesto profesional. Junto con Suarez y Jefferson, las otras caras nuevas son las de los jugadores reclutados desde el instituto. En este caso, son Mitchell Ballock, un exterior que llega desde Kansas y que ha tenido un impacto directo; Ty-Shon Alexander, un escolta que también ha empezado bien; y el interior australiano Jacob Epperson, con poca incidencia hasta ahora. Junto a estos cambios, los que siguen son Marcus Foster, Davion Mintz, Khyri Thomas, Ronnie Harrell Jr, Tyler Clement, Jordan Scurry, Kaleb Joseph, el esloveno Martin Krampelj y Toby Hegner. Hegner, Clement y Foster estarán en su año senior.

La temporada empezó con dos partidos de pretemporada: victoria ante Nebraska-Omaha por 96 a 67 y ante UNC Pembroke por 93 a 70, ambos partidos en el Century Link de Omaha. La temporada oficial empezó con la participación en el CBE Hall of Fame Classic, un típico torneo de apertura que se celebra en Kansas City, Missouri desde 2001, y que han ganado en los últimos años equipos como Kansas, North Carolina, Maryland, Wichita State o Duke. Creighton ha llegado a la final donde perdió ante Baylor, quien impuso su defensa y se llevó el título por 59 a 65. Para llegar a la final, Creighton derrotó a Yale y Alcorn State en el Century Link de Omaha en las rondas regionales. A los primeros los derrotó por 92 a 76 y a los segundos por un contundente 109 a 72. Ya en la fase final, los de McDermott ganaron a UCLA por un contundente 100 a 89, más contundente aún teniendo en cuenta que los de Steve Alford aparecen en el puesto 23 de favoritos tanto en la lista de Associated Press como en la de US Today. Antes de la final jugaron otro partido de comienzo de temporada, dentro del grupo de partidos del Gavitt Tipoff Games, otro torneo de comienzo de temporada pero con un formato distinto. En esta ocasión, se enfrentaron a Northwestern, un equipo que, como ellos, pero con algún voto más, anda ahí que rondando los 25 primeros en las predicciones, aunque, en el momento del partido, estaban entre ellos. Los de McDermott ganaron por 92 a 88 en Rosemont, Illinois.

En los amistosos, destacaron Marcus Foster y Khyri Thomas. En el primero, Foster aportó 22 puntos y 5 rebotes y Thomas, 19 puntos y 5 rebotes. En segundo, Foster se fue a los 19 puntos y 4 rebotes y Thomas contribuyó con 22 puntos y 3 rebotes. En estos amistosos, también dejó buena impresión el nuevo center, Manny Suarez. En el primero, el jugador de origen chileno sumó con 13 puntos y 8 rebotes desde el banquillo; mientras que en el segundo destacó con 13 puntos y 12 rebotes saliendo de reserva. Mitch Ballock, con 6 puntos en el primero y 10 en el segundo partido también dio buenas sensaciones. Nuestro elegido para titular, el esloveno Martin Krampelj salió los dos partidos como titular. En el primero, sumó 5 puntos y 5 rebotes; el segundo, 8 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias. En el primer partido oficial, la victoria por 92 a 76 ante Yale, Marcus Foster, 23 puntos, y Khyri Thomas, otros 22, volvieron a ser los líderes en ataque, algo que parece que se repetirá a lo largo de la temporada de manera general. Igual que parece que Krampelj, Toby Hegner y Davion Mintz formarán el quinteto titular junto a los dos ya mencionados, con Ronnie Harrell Jr siendo el sexto hombre y la primera opción para substituir casi cualquier posición. 7 puntos y 7 rebotes ofreció Harrell Jr, por ejemplo, en este partido ante Yale aunque también destacaron Hegner y Krampelj, el primero con 11 puntos y 3 rebotes; el segundo con 12 puntos y 9 rebotes. Ante Alcorn State, la diferencia final de 37 puntos explica que todos tuvieran minutos, aunque Foster volvió a ser el mejor con 23 puntos y buenos porcentajes. 55 puntos, más de la mitad, vinieron del banquillo, destacando Mitch Ballock (15), Ty-Shon Alexander (10), Kaleb Joseph (10), Ronnie Harrell Jr (8) y Manny Suarez (7). Krampelj, 7 puntos y 12 rebotes, siguió de titular y fue el máximo reboteador del equipo. Más apretada e importante fue la victoria a domicilio ante Northwestern. En este partido, Marcus Foster, que se quedó en 12 puntos, tuvo una actuación más floja, pero surgieron Khyri Thomas (24 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias) y Martin Krampelj (17 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias). También sobresalió Ty-Shon Alexander, quien con 14 puntos desde el banquillo llamó a la puerta de las rotaciones en su primer año como jugador universitario. La siguiente victoria fue aún más importante por derrotar a UCLA y hacerlo llegando a tres dígitos. Marcus Foster se resarció, a pesar de seguir con malos porcentajes, y lideró al equipo con 23 puntos y 6 rebotes. Sin embargo, las sorpresas vinieron desde el banquillo, por el buen partido de Harrell Jr, solo 3 puntos pero 15 rebotes, y sobre todo de los dos rookies, Mitch Ballock, 22 puntos (con 4 de 5 en triples) y Ty-Shon Alexander con 12 puntos. Krampelj se quedó, esta vez, con 8 puntos y 5 rebotes. Sin embargo, los Bluejays no pudieron con la defensa de Baylor en la final de este torneo ni, sobre todo, con el poder de Jo Lual-Accuil Jr en la pintura: 15 puntos y 15 rebotes. Hegner fue baja y salió Harrell Jr como titular, pero la atención se la volvió a llevar Ty-Shon Alexander, 10 puntos y 3 asistencias desde la reserva y, por supuesto, los de siempre: Khyri Thomas, 15 puntos y 5 rebotes, y Marcus Foster, 12 puntos y 5 rebotes, pero su serie de triple fue horrorosa, ya que, entre los dos, solo consiguieron 3 triples de 19 intentos. Buen partido de Krampelj con 11 puntos y 6 rebotes. Los malos porcentajes de tiro en un equipo que rozaba casi los 100 puntos de media en sus anteriores partidos fue clave. Pero aún queda mucho y el inicio ha sido prometedor.

Antes de que empiece la Big East, los chicos de Greg McDermott jugará hasta seis partidos en el CenturyLink: ante SIU Edwardsville, North Dakota, Nebraska, Maryland Eastern Shore, UT Arlington y USC Upstate; por solo uno fuera, el más complicado, ante la potente Gonzaga de Josh Perkins y Killian Tillie. Parece que McDermott tiene las cosas claras y un equipo relativamente equilibrado este año. Ha entrado sangre fresca que puede aportar desde el principio, pero, aparentemente, falta más profundidad. La temporada es larga y queda pendiente ver si McDermott confía en más jugadores de lo que ha asomado hasta ahora. Parece claro que Foster y Thomas serán las referencias en ataque, Davion Mintz parece el elegido para dirigir el equipo y Krampelj y Hegner se fajarán en la pintura. También parece confirmarse que Ronnie Harrell Jr será un hombre importante, aunque lo sea desde el banquillo. La parte más prometedora la aporta el rendimiento instantáneo que han tenido tres jugadores nuevos: los debutantes Ty-Shon Alexander y Mitch Ballock y el nuevo pero veterano Manny Suarez en quien creo que el equipo puede encontrar una sorpresa para aquilatar las prestaciones de su juego. Son nueve jugadores para una rotación, no está mal, tampoco exageremos. Sin embargo, de esos nueve, tres son nuevos, y de los seis veteranos, varios se ven en la obligación de dar un paso adelante. Veremos si lo dan. 

Veremos, porque vamos a verlo. Como ya he dicho al principio, un año más, seguiremos haciendo nuestra cobertura de la temporada en la NCAA y, sobre todo, en Omaha. Lo iremos contando como venimos haciendo en los últimos años, tras periodos más o menos largos, resumiendo lo que le vaya aconteciendo a los de la universidad de Creighton y ampliando en momentos puntuales y, en general, cuando lleguen los torneos finales. Como siempre, lo haremos sin aspiración de sentar cátedra ni ofrecer juicios de valor, que lo estamos viendo desde muy lejos y sin mucho conocimiento. Pero, lo dicho, verlo, lo veremos. Un año más. Estáis invitados a seguirlo si os apetece. 

Raúl Fernández-Cavada

Fotografía encontrada en el buscador de imágenes de google.com (aparentemente viene de marca.com)


En este blog, no nos distinguimos por hablar de temas que estén de actualidad. Menos aún, de rumores, del mercado, casi ni hablamos de fútbol. Pero, precisamente, hoy vamos a escribir de eso, aunque sea por proximidad, como se suele decir. 

La procelosa (qué bonita palabra que no sé muy bien qué significa) renovación de Kepa Arrizabalaga Revuelta por el Athletic Club, y el supuesto interés de equipos como el Real Madrid o la Juventus de Turín, ha puesto al portero de Ondarroa en el disparadero de la actualidad y la información. De la información... más o menos informada... en apariencia. Parece, sin embargo, que las aguas se han calmado, aunque el portero siga sin estampar su firma sobre el papel de su contrato. 

La cobertura de su renovación, se produzca o no, ha sido un resumen gráfico y fidedigno de gran parte del espíritu y la práctica periodística actual. Las noticias estaban repletas de expresiones como "según fuentes cercanas", "según el círculo privado", "según un miembro de", "según fuentes consultadas por", según el santo espíritu y el fantasma de Philip Marlowe. En solo veinticuatro horas de diferencia, las fuentes consultadas concluían en blanco o en negro, en Madrid o en Bilbao, en sí o en no. En lugar de aceptar que no hay noticia, se crea, claro. Ha habido incluso titulares que son como para utilizarlos en debates de bar y/o en foros de discusión académica. Por ejemplo, yo recuerdo los dos o tres seguidos, así, del tirón, de una publicación que no conocía hasta entonces y que no sé de dónde sale, quién la dirige o si tiene un código ético en concreto. Me quedé ojiplático, por la extensión y el contenido de titulares como: "Así se baja los pantalones el Athletic Bilbao en la renovación de Kepa Arrizabalaga" (14/11/2017) o "El Athletic Bilbao pierde 50 millones en la renovación de chirigota de Kepa Arrizabalaga"(17/11/2017). La publicación se llama elgoldigital.com y yo no digo que no sea cierto ni apropiado, simplemente, lo repito: me quedo ojoplático. 

El caso es que, en este blog, nunca desarrollamos un tema en profundidad, y, por el contrario, nos pasamos como la inspectora de La casa de papel buscando hilos de los que tirar. Y esta situación nos dio uno. Nos llevó a detenernos en una cuestión algo más general: la portería del Athletic Club de Bilbao y la tradición de ese puesto dentro de la institución. 

Creo que cualquier aficionado al fútbol por estas latitudes, sabe y entiende que, en el club vizcaíno, el puesto de portero siempre ha sido mirado con lupa; siempre ha llevado consigo un peso, un nivel de exigencia, unas expectativas que, a veces, incluso, parecen como intangibles, poco medibles: un aura, no sé muy bien cómo explicarlo. Por su puesto, en parte, esa carga y exigencia tiene un origen positivo: la cantidad de buenos porteros que han defendido la portería de este club y, por lo tanto, como se suele decir literariamente, han agrandado su leyenda. Solo con mencionar a José Ángel Iribar Kortajarena valía, pero si añades a Andoni Zubizarreta Urreta, Carmelo Cedrún Ochandategui o Raimundo Pérez Lezama ya nos hacemos una idea de lo que queremos explicar. 

En septiembre de 2012, Juan Carlos Latxaga escribía un artículo en juegodecabeza.com que llevaba el siguiente titular: "El Athletic sigue buscando al sucesor de Iribar". Y en el interior del artículo daba un dato revelador: "Por no remitirnos a la noche de los tiempos y partiendo desde la barrera temporal de la guerra civil, el Athletic cubrió treinta y ocho años, los que van de 1942 a 1980, con solo tres porteros (...) Desde la retirada del Txopo en 1980 hasta nuestros días, han pasado 32 años en los que el Athletic ha recurrido a 15 porteros que se han repartido 1.535 partidos." De Lezama, Cedrún e Iribar a quince porteros hasta 2012. Y eso que Gorka Iraizoz Moreno se mantendría como titular absoluto de la 2008-2009 a la 2015-2016, jugando 286 de los 304 partidos de liga que disputó el Athletic en esos años. 

Pero precisamente el de Iraizoz es un ejemplo de la enjundia y exigencia del puesto en Bilbao. Incluso con sus 10 temporadas en el club y a pesar de encontrarse entre los 20 jugadores con más partidos en la historia del club (años en los que el equipo volvió a ganar un título), Iraizoz no consiguió, del todo, digamos, que se le reconociera como relevo de esas figuras históricas que mencionábamos antes. El Athletic, y creo que éste sería un sentimiento bastante generalizado, sigue buscando su nuevo Iribar.

Y muchos creen que lo ha encontrado en Kepa Arrizabalaga. Eso sí, pendientes de su renovación, muchos empiezan a pensar que quizás lo que el club y la afición han encontrado es a su nuevo Zubizarreta. Y es que Iribar jugó 614 partidos con su icónica zamarra negra, 18 temporadas como portero del Athletic Club. Por el contrario, Zubizarreta firmó por el FC Barcelona cuando solo llevaba cinco temporadas en el primer equipo del Athletic Club. Tenía 25 años y estaría ocho años consecutivos siendo portero culé. 

En cualquier caso, como decíamos al principio, esta entrada no quería detenerse en la figura y el contrato de Kepa Arrizabalaga. Lo parezca o no, todo esto era solo era la introducción. 

Lo que nos llamaba la atención es que el portero titular del Athletic Club, un joven de 23 años que se labró su puesto en primera haciendo de meritorio con cesiones en segunda (Ponferradina y Valladolid), internacional absoluto con la selección de España y codiciado por equipos de mayor potencial económico, es, en realidad, solo la punta de un iceberg que, en su función metafórica, representaría lo que podríamos considerar uno de los periodos de mayor eficacia productiva de Lezama en ese puesto. 

Veamos, si no, qué otros porteros se mantienen en nómina en el club, están cedidos o triunfan después de haber comenzado su formación en el Athletic Club. A saber, ahora mismo, y tras la marcha de Gorka Iraizoz al Girona, el Athletic Club tiene como portero reserva a Iago Herrerín Buisán, de 29 años, un portero que el año pasado salió cedido al Leganés y jugó 21 partidos como titular en primera división. Hasta entonces, había jugado solo 12 en tres temporadas como reserva en el Athletic. Tras salir de la cantera de Lezama para jugar cedido en el Barakaldo, regresó al Bilbao Athletic y marchó a la cantera del Atlético de Madrid, para después jugar en el Numancia y regresar a Bilbao. Ahora, lleva varias temporadas jugando la Copa del Rey o la competición europea. Pero además de Herrerín, José Ángel Ziganda, actual entrenador de la primera plantilla del Athletic Club, cuenta con el alavés Unai Simón Mendibil como tercer portero, un guardameta de 1'90 y 20 años que actúa de titular en el filial en segunda división B y que es el portero titular de la selección nacional sub21. Hasta ahora, también era portero de la sub21 Alejandro Remiro Gargallo, quien, a sus 22 años, juega como cedido en el Huesca, líder de la segunda categoría del fútbol profesional español. Es el portero menos goleado de la categoría y ha pasado por varias etapas internacionales en categorías inferiores. Solo con Arrizabalaga, Herrerín, Remiro y Unai Simón, el Athletic Club debería vanagloriarse de ser uno de los equipos europeos con el puesto de portero mejor cubierto. Y, además, aún habría oportunidades de encontrar más relevos en los equipos de formación del club, ya que los expertos destacan las prestaciones de Christian Atangana Assimba, de 17 años, actual portero del Baskonia de la tercera división, segundo equipo filial del Athletic Club, y habitual en las convocatorias del primer filial y en los entrenamientos del primer equipo. Nacido en Doula, Camerún, Atangana es un reflejo de los cambios sociales del territorio y otra promesa de la fértil cantera bilbaína. Igual que lo es Hodei Oleaga Alarcia, portero reserva de Unai Simón en el Bilbao Athletic, quien, con 21 años, destaca por su envergadura: 1,98 metros de altura. En el Baskonia, cuando no juega Atangana, juega Ander Iruarrizaga Díez, un portero de 19 años y natural de Igorre, Bizkaia, y que, si no me confundo, es hijo de Aitor Iruarrizaga Amarika, también canterano del Athletic y debutante en primera división con el Compostela gallego, y cuyo hermano, Patxi Iruarrizaga, por lo tanto tío de Ander, también jugó de portero en la plantilla del Athletic Club. Una buena saga de porteros, por lo tanto. 

Si esto no fuera suficiente para reflejar el buen trabajo en la portería que se lleva a cabo en Lezama (Peio Agirreoa es el coordinador de la formación de porteros, en cuyo equipo trabajan el propio Aitor Iruarrizaga, Armando Ribeiro, Unai Julián e Imanol Etxebarria en el primer equipo), coincide que, fuera del Athletic Club, y además del cedido Álex Remiro, también hay ex porteros del Athletic Club que destacan en el fútbol profesional. Uno de ellos, desgraciadamente, lleva tiempo en el dique seco por problemas de lesiones. Nos referimos a Jon Ander Serantes Simón, portero de 28 años del Leganés, quien participó, y con mucho protagonismo, en el histórico ascenso del equipo madrileño a primera división; empezó, además, la temporada del debú en la máxima categoría como titular. Solo una lesión le sacó de ahí y aún le mantiene fuera. Serantes salió de Lezama para medrar en la cantera del Barakaldo y llegar al primer equipo. Regresó al Bilbao Athletic, volvió al Barakaldo, salió al Lugo y se salió en el Leganés. También jugó en el Barakaldo Aitor Fernández Abarisketa, un guipuzcoano que, durante años, fue la gran promesa en la portería de la cantera de Lezama. Destacó en Barakaldo y acabó marchándose a la cantera del Villarreal. Ahora juega en el Numancia que dirige Jagoba Arrasate, tercero en la clasificación de la segunda división. A sus 26 años, es titular indiscutible: ha jugado 14 partidos y ha recibido 12 goles. Fue internacional en categorías inferiores. Quizás el que está recibiendo más elogios y atención es Raúl Fernández-Cavada Mateos, y no solo porque mida 193 centímetros y, por lo tanto, se le vea más. A sus 29 años, Raúl Fernández salió de la cantera del Bilbao Athletic para jugar cedido en el Conquense y el Granada y regresar al Athletic para jugar poco más de cinco partidos de Liga en 3 temporadas. Tras eso, ha tenido que buscarse un sueldo en la categoría de plata, jugando para Numancia, Rácing de Santander, Valladolid, Mirandés y, finalmente, Levante. Igual que Serantes en el Leganés, Raúl Fernández se convirtió en uno de los grandes argumentos para entender el ascenso de los valencianos. Ahora, en el regreso a primera de los granotas, Juan Ramón López Muñiz le ha elegido para defender la portería del equipo en la primera división del fútbol profesional nacional. Esperemos que las lesiones no lo estropeen, en este caso. Vamos a darle a él titular y fotografía porque lo merece y porque, al fin y al cabo, ya habíamos y han hablado suficiente del que parece seguir siendo el gran protagonista de todo este baile de buenos porteros.

Podríamos ampliar la nómina de nombres desde un nivel más humilde, y es que, ahora mismo, son varios los porteros que comenzaron carrera en Lezama, aspirando algún día a emular a los Iribar, Zubizarreta o... Arrizabalaga, y han acabado jugando en categorías menos destacadas, pero, al fin y al cabo, consiguiendo una carrera deportiva. Hablamos de jugadores titulares hoy en día en segunda B como Gorka Magunazelaia Garrido en el Cerceda del grupo I, Jon Altamira Areizaga en el Gernika del grupo II, Urtzi Iturrioz Urkiza en el Leioa del grupo II o Javier Mandaluniz Rentería en el FC Jumilla del grupo IV. Hay más, seguro, claro, pero creo que ha quedado claro lo que queríamos decir, estemos en lo cierto o no. Eso, ya, es opinión de cada uno. Igual que es solo opinión (o decisión) de él mismo que Arrizabalaga siga siendo o no jugador del Athletic Club. Nosotros, no teniendo ningún dato, no vamos a inventarnos noticias. Cuando suceda, seguro que lo leeréis, y todos podrán, entonces, usar una de esas expresiones, de nuevo, tan habituales en la prensa actual: "como ya habíamos avanzado..."


sábado, 18 de noviembre de 2017

Kathrine Switzer



Como siempre, hemos elegido a un personaje histórico o conocido, dentro de las muchas disciplinas que multiplican las diversas maneras que hay de competir corriendo, para reunir nuestras próximas entradas en relación con el anual acontecimiento que acoge este blog y nuestro blog hermano de PorMaratones. Sí, ya ha pasado un año, y a pesar de todo, repetimos: os anunciamos la celebración de la séptima edición de la Carrera Pormaratoniana que, como decimos, siempre auspicia el blog PorMaratones con el que nosotros colaboramos.

Para esta edición, y antes de entrar en harina, hemos elegido a Kathrine Switzer. Lo hacemos porque la alemana cumplía 70 años en 2017 y porque la fotografía que ilustra esta primera entrada celebraba su cincuenta aniversario en este mismo año. Cincuenta años han pasado desde que Switzer se convirtió en la primera mujer en correr la maratón de Boston con dorsal y pasó a la historia por el intento de Jock Semple, un miembro de la organización, de arrancárselo (el dorsal).

Pero, como decíamos, el nombre de Kathrine Switzer para lo que nos sirve es para anunciaros que ya tenemos fecha para la VII Carrera PorMaratoniana. Tendrá lugar el próximo sábado 2 de Diciembre de 2017, y, como viene siendo habitual, tendrá lugar en los alrededores del polideportivo de Gorostiza en Barakaldo y por el circuito pedestre que bordea las dos orillas del pantano de El Regato. En realidad, no hay nada que cambie con respecto a las últimas ediciones. El horario de salida será a las 9:00 de la mañana y la carrera se lanzará en el parque contiguo a las instalaciones deportivas de Gorostiza. Si estás pensando en apuntarte, te sugerimos que estés con antelación en las inmediaciones (entrada a los vestuarios). Si no tienes carné de socio del Instituto Municipal de Deportes de Barakaldo, los organizadores te facilitarán la entrada. Después de cambiados y de reunidos, el recorrido, como decimos, saldrá junto a los merenderos del parque de Tellaetxe en dirección al barrio de Retuerto. Antes de llegar a la rotonda del barrio, torceremos en dirección a Cruces para cruzar la antigua plaza de Cantarranas y dirigirnos hacia la vía ciclística que nace junto al puente de Bengolea. Todo este primer tramo será neutralizado, así que no tiene pérdida, porque iremos todos juntos. Donde empieza la pista rojiza de la bidegorri, se dará la salida lanzada. El resto del circuito seguirá el diseño de la vía ciclística hasta que esta cruza la carretera BI-4743 y enlaza con el paseo que nace junto a la antigua presa del pantano. Los corredores tendrán que seguir dicho paseo hasta llegar al barrio de El Regato, donde, a la altura de la iglesia de San Roque, cruzarán el puente que da al frontón y volverán hacia Gorostiza por el interior del pantano, siguiendo la senda hormigonada hasta llegar a las inmediaciones del carrejo de bolos. En este punto, deberán seguir por el interior del barrio, siguiendo la bidegorri que nace un poco más adelante al borde del río Castaños y subiendo la cuesta que rodea el polideportivo de Gorostiza por su parte trasera, para bajar después la pendiente hacia los merenderos y tomar la primera curva que lleva de vuelta a la recta desde la que se dio la salida a la carrera. Si no es tu primera ocasión, te sabrás el recorrido. Si te animas por primera vez, tendrás compañeros que te ayuden, puedes guiarte por las imágenes que encontrarás abajo, o, incluso, ponerte en contacto con los organizadores para concertar un entrenamiento orientativo días antes de la carrera.

Por lo demás, nunca nos parece inoportuno recordar que esta es una carrera sin rango oficial, sin cobertura médica, sin permiso municipal, porque, en realidad, no es una carrera organizada, aunque juguemos a que lo sea. Es simplemente una reunión de amigos que disfrutan de una ocasión específica para reunirse y correr juntos. Sin embargo, nos gusta organizarlo bien, procediendo a una inscripción, cobrando (que, en realidad, es poniendo bote) diez euros para gastos logísticos, tomando tiempos, entregando una bolsa del corredor al final, regalos, premios, cobertura fotográfica y, por supuesto, celebrándolo a la tarde con una comida (voluntaria, por supuesto) que se suele alargar. Pero, lo dicho, es una carrera furtiva, amateur y festiva, una reunión de amigos a la que estáis invitados. Por todo ello, es conveniente recordaros que sois responsables de vuestra propia seguridad y que se debe actuar con sentido común y precaución, atentos al tráfico, al resto de los deportistas y peatones y con respeto al entorno. 

En el siguiente enlace encontraréis la inscripción. Todo el mundo está invitado a participar e ingresar en la familia pormaratoniana. Si os interesa, no lo dudéis:


Si necesitáis más información, pinchad en el siguiente enlace y visitad el blog de PorMaratones:


Y, finalmente, aquí tenéis algunas fotografías del recorrido:





viernes, 17 de noviembre de 2017

Steven Adams



Me he puesto a hacerlo en un plis plas, que me podía la curiosidad. Hablando de África en la anterior entrada, surgió el comentario del carácter internacional que está tomando la pintura en la NBA. Cada vez son más los jugadores nacidos fuera de los Estados Unidos, aunque alguno haya crecido en las universidades del país, que reclutan las franquicias americanas para ocupar el puesto de pívot o center, como dicen ellos. 
En un trabajo de la ESPN en 2016, recogiendo los diez mejores pívots de la historia de la NBA, todos eran norteamericanos: Kareem Abdul Jabbar, Wilt Chamberlain, Bill Russell, Shaquille O'Neal, Hakeem Olajuwon, Moses Malone, David Robinson, Patrick Ewing (aunque nació en Jamaica), George Mikan y Bill Walton. Por ese orden según la ESPN. Si lo reducimos a los años que han corrido desde el cambio de siglo, la diversidad empieza a aparecer. Tanto en el número de webs, quizás menos fiables que la ESPN, que hacen los recuentos, como en la procedencia de los jugadores: empiezan a aparecer los Marc Gasol, Yao Ming, Tim Duncan, Zydrunas Ilgauskas, Dikembe Mutombo...
Echándole un rápido vistazo a la web basketball-reference.com, y sin incluir los datos aquí, me he guiado por la posición en la que juegan, los partidos en los que han aparecido como titulares, los que han jugado y hemos llegado a la conclusión de que más de la mitad de los equipos NBA hoy en día juegan con pívots que no han nacido en los Estados Unidos. 
Veamos primero el producto nacional. 

Son pívots titulares, al menos en estos primeros 15 partidos, más o menos, jugadores norteamericanos como Karl-Anthony Towns en los Minnesota Timberwolves, Andre Drummond en los Detroit Pistons, Robin Lopez en los Chicago Bulls, Brook Lopez en Los Angeles Lakers, DeAndre Jordan en Los Angeles Clippers, Willie Cauley-Stein en los Sacramento Kings, Dwight Howard en los Charlotte Hornets, Kevin Love en los Cleveland Cavaliers, Dewayne Dedmon en los Atlanta Hawks o DeMarcus Cousins en los New Orleans Pelicans. Menos claro, aunque yo los incluiría en esta lista, están los casos de Myles Turner en Indiana Pacers, quien creo que ha jugado la mitad de los partidos de su equipo, más o menos, como titular, debido a las lesiones, pero al que podemos calificar de pívot titular del equipo; Hassan Whiteside en los Miami Heat, quien no ha salido siempre de titular en esta temporada, pero hace las veces de referencia reboteadora del equipo; o Nerlens Noel en los Dallas Mavericks. Noel ha jugado seis partidos como titular, pero es que los otros se los han repartido entre el propio Dirk Nowitzki, Salah Mejri o Harrison Barnes, y quizás esa falta de un referente de confianza en la pintura es uno de los problemas de los actuales Mavericks. Otro caso pendiente es el de los Phoenix Suns, porque hasta ahora el pívot titular, desbancando al ucraniano Alex Len, ha sido Tyson Chandler, pero el reciente traspaso de Eric Bledsoe a los Bucks ha traído a Greg Monroe a Arizona. En cualquier caso, tanto Chandler como Monroe son estadounidenses. Precisamente en los Bucks, nos encontramos el caso más igualado, ya que esta temporada, se han repartido exactamente igual (por ahora) las titularidades el norteamericano John Henson y el sudanés Thon Maker. 
Si los sumamos a todos son, en total, quince norteamericanos actuando de titulares en la mitad de los equipos de la NBA. Justo la mitad. 
En los otros quince equipos, el pívot titular nació o proviene de otro país que no sea los Estados Unidos. En los Celtics, por ejemplo, hace esa labor el dominicano Alfred Joel Horford Reynoso, Al Horford; en los Toronto Raptors, el lituano Jonas Valanciunas. En los New York Knicks, el turco Enes Kanter. El camerunés Joel Embiid es el pívot titular en los Philadelphia Sixers; el ruso Timofey Mozgov lo era hasta ahora en los Brooklyn Nets; el serbio Nikola Jokic es indiscutible en los Denver Nuggets; el que fuera reserva de Jokic, el bosnio Jusuf Nurkic, es titular en Portland Trail Blazers; el neozelandés Steven Adams está destacando como pívot titular en los Oklahoma City Thunder; el francés Rudy Gobert se acaba de lesionar, pero es uno de los jugadores clave en los Utah Jazz; el georgiano Zaza Pachulia no juega tantos minutos como se esperan de un titular, pero siempre sale entre los cinco primeros en los Golden State Warriors; el polaco Marcin Gortat es la referencia interior de los Washington Wizards; y el montenegrino nacido en Suiza Nikola Vucevic, la de Orlando Magic; Clint Capela, también suizo de pasaporte, es titular en los Houston Rockets. Finalmente, quedarían los dos ejemplos más claros en estos últimos años: a sus 37 años, el español Pau Gasol sigue siendo el pívot titular de los San Antonio Spurs y su hermano Marc Gasol, de los Memphis Grizzlies,  es uno de los mejores pívots titulares de la NBA, promediando, en lo que va de temporada, 20.1 puntos, 9.3 rebotes, 3.4 asistencias y 1.9 tapones. Quince en total, la otra mitad. 

Hay otros jugadores internacionales que, aunque no sean titulares, tienen peso en las rotaciones interiores de sus equipos, como los ya mencionados Thon Maker y Alex Len, u otros como el griego Kostas Koufos, Gorgui Dieng, Domantas Sabonis, el brasileño Lucas Nogueira o el austriaco Jakob Poeltl en los Raptors, Alexis Ajinca, Omer Asik, Bismack Biyombo, el brasileño Cristiano Felicio, Nene Hilario, Boban Marjanovic o el francés Ian Mahinmi. 

Un nuevo ejercicio un tanto inútil en nuestra exploración de las plantillas y las estadísticas de la NBA. Por supuesto, se podría hacer una lectura más profunda y crítica de estos datos, y esgrimir conclusiones que hablen de la flexibilidad moderna en las posiciones del baloncesto, de la querencia por los jugadores completos, del tiro exterior, de la pérdida de movimientos tradicionales en el baloncesto más reciente... Pero no soy yo el más indicado para hacerlo (ya se ha hecho, en realidad). Aquí, nos quedamos en lo superficial. 

Vamos a regalarle el titular (y la foto) a Steven Funaki Adams. A sus 24 años, y en su quinta temporada con los Thunder, se está convirtiendo, de manera inesperada (quizás) en uno de los jugadores más importantes del equipo. La lleva tres temporadas siendo el pívot titular (acumula 227 partidos como titular de los 230 que ha jugado en las tres últimas temporadas) y en la última hizo sus mejores números: 11.3 puntos y 7.7 rebotes por partido. Esta temporada, por ahora, los mejora, 12.3 puntos y 8.4 rebotes. Su historia, además, es curiosa: tiene 17 hermanos, que su padre tuvo con cinco mujeres distintas, y todos los hijos rondan o superan los dos metros. Creció en una zona rural de Nueva Zelanda y él mismo se enorgullece de su procedencia, aceptando el sobrenombre del hombre del bosque, o del arbusto, si hacemos la traducción literal.