sábado, 19 de enero de 2019

Eduardo Santas

Imagen tomada del buscador de google. Aparentemente, proviene de la web de EsCiclismo


Hace unos pocos días se celebró la presentación de la Fundación Euskadi para esta próxima temporada. Muchos medios se hicieron eco, así que nosotros pensamos evitar la redundancia y dejarlo pasar, pero, al final, no hemos podido resistirnos. Quizás porque nos sorprendieron algunos detalles, pero también porque estamos ansiosos por aprovechar esta racha de tiempo libre y alimentar el blog. Por lo que sea o fuera, pero aquí estamos para dejar testimonio de cómo se presenta la temporada profesional y amateur para el equipo que desde hace un par de años preside el ex corredor de la misma y actual ciclista del Movistar Mikel Landa.

La presentación del equipo tuvo lugar en Hernani, en el auditorio de la Fundación Orona. Antes, Mikel Landa y los corredores de la fundación se dieron un paseo de 110 kilómetros, más o menos. En la presentación, no se descubrió nada nuevo que no se hubiera deslizado ya en prensa y foros especializados, pero destacó el esfuerzo patente que se está haciendo con la base y el impulso que se va a dar a la formación. Mikel Landa, maestro de ceremonias y objeto de los focos, lo dijo explícitamente en su intervención: "La Fundación sigue creciendo, quizá no en resultados pero sí por la base, que hemos fortalecido. Esperamos que dentro de unos años este trabajo dé sus frutos." El equipo sub23 masculino, recogido en el acuerdo de colaboración firmado con el Goierriko, y el nuevo equipo de formación femenino, que se estrena esta temporada, reflejan ese interés en la formación. Ninguno de estos equipos vestirán de naranja, como sí lo hará el equipo continental, pero en sus maillots lucirá la evidencia de un nuevo acuerdo económico con Laboral Kutxa. Por muy pequeñas que sean las aportaciones de esas firmas, que empresas del calado de Etxeondo, Orbea, Laboral Kutxa u Orona, aunque esta solo haya prestado su auditorio, aparezcan relacionadas con este proyecto explica el aire positivo y esperanzado con el que muchos miran atentamente los pasos cortos que está dando la Fundación desde que Mikel Landa tomara las riendas de la misma.

El equipo continental, la cara más visible de este proyecto, volverá a estar dirigido por Jorge Azanza. Para la temporada, que comenzará ya en Mallorca, el equipo contará con diez corredores, más una sorpresa, la de una cesión, no muy habitual pero tampoco tan extraño en el ciclismo profesional. Ese decimoprimer corredor que competirá con los naranjas hasta que en julio se incorpore al equipo que tiene sus derechos es el prometedor escalador colombiano Sergio Higuita. Por sorpresa, el ex corredor del Manzanas Postobón ha llegado a crédito a la Fundación Euskadi hasta que en verano se pueda incorporar al equipo World Tour del Education First. Si no me confundo, en el equipo de Jonathan Vaughters trabaja el ex ciclista vasco Juan Manuel Gárate. No sé si él habrá sido el encargado de pensar que este trámite le vendría bien a Higuita y que Euskadi podía ser el mejor sitio para llevarlo a cabo, pero el caso es que correrá durante todos estos meses de naranja y se espera que su calidad cuando las cuestas se empinan sirva para reforzar la visibilidad del equipo y contagiar competitividad a los valores más jóvenes. No será el único corredor foráneo del equipo, aunque el otro, también nuevo en esta edición, lleva años formándose en la tierra de mano de Juanjo Oroz y su Lizarte. Se trata de Dmitriy Zhigunov. Otro compañero suyo en el equipo navarro, el murciano Antonio Soto, también tendrá la oportunidad de disfrutar de la categoría profesional en su debut con los vascos. Diego López, Iban Azurmendi, Mikel Alonso, Gotzon Martin y Txomin Juaristi siguen del año pasado. Igual que regresa, después de sus problemas físicos, Peio Goikoetxea. El joven zarauztarra Jokin Aranburu, que llega del AMPO-Goierriko, y su compañero Unai Cuadrado dan el salto con el equipo de Mikel Landa y Jorge Azanza.

Por su parte, el equipo de categoría sub23 estará dirigido por el ex profesional Mikel Gaztañaga, siguiendo la estructura y la formación del equipo de Beasain AMPO-Goierriko, quien firmó hace unos meses este acuerdo con la Fundación Euskadi que le suponía un enorme alivio a su maltrecha economía en épocas recientes. De hecho, uno no sabe si hablar del renovado AMPO-Goierriko o comentarlo como un equipo nuevo. El caso es que Gaztañaga contará con una amplia lista de meritorios dispuestos a saber aprovechar la oportunidad para alcanzar el ansiado profesionalismo. Tirando de juveniles y amateurs, principalmente con origen en el antiguo equipo del Goierriko, se ha creado un equipo profundo, con un buen número de aspirantes, que incluye a corredores como Mikel Barandiaran, Arkaitz Sukia, Aitor Garmendia, Jon Arakama, Aritz Urra, Xabier Berasategi, Iñaki Murua, Ailetz Lasa, Imanol Álvarez, Ander Amonarriz o Xabier Mikel Azparren, campeón de Gipuzkoa sub23 contrarreloj el año pasado. Corredores como Unai Iribar y Asier Etxeberria, que ya hicieron buenos puestos en Lehendakari y Euskaldun el año pasado, deberán dar un paso adelante. Del Eiser-Hirumet y del Caja Rural respectivamente llegan Julen Latorre y Eneko Aramendia. Gaizka Sotil ya estuvo en la Fundación Euskadi y Mikel Paredes fue uno de los mejores corredores del año pasado en el AMPO-Goierriko. Quizás, a los que más cerca haya que seguir sea a Iker Ballarín, 2º en el Torneo Euskaldun, y a Xabier Murgiondo, campeón de Euskadi sub23 el año pasado. Sin embargo, la mayor atención se la llevó la incorporación más inesperada y sorprendente. Al parecer, por mediación directa del propio Mikel Landa, el equipo sub23 ha incorporado a Eduardo Santas, corredor aragonés con licencia navarra y residencia en Tudela que, a sus 29 años, será el corredor élite del equipo. Santas tiene un currículo envidiable que incluye hasta nueve medallas en campeonatos del Mundo y una en las olimpiadas de Río de Janeiro. Bueno, en las paraolimpiadas. Y es que Santas sufrió una hemiplejía a consecuencia de una varicela cuando tan solo tenía cuatro años. Desde entonces, es uno de los corredores paralímpicos más laureados y competitivos del estado español. De hecho, ya participó en los campeonatos nacionales absolutos de ciclismo en pista, convirtiéndose en el primer corredor paralímpico en hacerlo. Por mediación de Markel Irizar, el propio Mikel Landa, al escuchar su historia de penurias económicas y pocos medios, decidió comprometerse e incorporarle en su equipo sub23, con el que tendrá la oportunidad de disputar pruebas en categoría absoluta, vivir la experiencia de estar dentro de la dinámica de un equipo y contar con los medios y recursos de la estructura de la Fundación. Así, además de disfrutar de la experiencia, podrá preparar con más confianza y determinación su objetivo de estar cerca de las medallas en Tokio 2020. Vamos a dedicarle a él el titular. La foto, para todos. 

Finalmente, Landa, en la presentación, resaltó y dio mucha importancia al nacimiento de un equipo sub23 femenino en la estructura de la Fundación. Desde su llegada, parecía estar planteado el interés en contribuir al ciclismo femenino y, este año, se ha encontrado la fórmula adecuada. Bajo la dirección de Ángel Urreta, un veterano en la categoría al que se le ha encomendado arrancar este proyecto, el nuevo equipo femenino sub23 de la Fundación Euskadi contará con diez corredoras, encargadas de estrenar esta nueva faceta del ambicioso proyecto que lidera Mikel Landa. Las elegidas, algunas de ellas alavesas que tendrán, por fin, la oportunidad de no tener que ir muy lejos de casa para medrar y mejorar, son las siguientes: Miriam Gardachal, Jone Otaola, Zuriñe Otaola, Uxue Albizua, Nahia Eraña, Elena Cuenca, Paula Suárez, Paula Lanz, Isabel García y Ainara Sanz

Probablemente, la consolidación de este proyecto no sea tan visible si nos fijamos en la falta de resultados vistosos el año pasado, la reducción de corredores, la retirada prematura de algunos corredores que se podían considerar proyectos de futuro, la repetición de categoría y lo que esto conlleva en cuanto a calendario y repercusión. Aún así, si se mira con atención y perspectiva, este segundo año de Mikel Landa en la Fundación parece fortalecer las impresiones positivas de su llegada y lo hace, además, con más arraigo y validez, con más solidez y firmeza. Han entrado patrocinadores nuevos y aparentemente solventes, se ha multiplicado la raíz formativa del equipo y se sostiene la punta profesional del proyecto. Pensar en el futuro es atrevido pero, al menos, se presume que se podrá hacerlo. Algún titular o comentario periodístico lo decía así, que parece que la Fundación ha vuelto con fuerza para quedarse. Ojalá sea así: para quedarse y para crecer. Crear una buena estructura de cantera, con un engarce sólido y salida hacia el profesionalismo, vendrá bien al ciclismo masculino y femenino en Euskadi. 

viernes, 18 de enero de 2019

Andrew Gaze



Hacía mucho que no venía por aquí y va a ser así de aquí en adelante. Apareceremos de pascuas a ramos, como se suele decir, o igual de golpe nos soltaremos vete tú a saber cuántas entradas, siempre que podamos, o nos apetezca o tengamos oportunidad. El primer instinto ha sido abandonar, pero somos tozudos y como no tenemos que cumplir con nadie, seguiremos manteniendo abierto este blog y visitándolo cuando nos plazca, de manera caprichosa, y con el mismo espíritu amateur y desinhibido. Si algún lector se pierde por el camino, tampoco pasa nada. Seguro que es porque ha encontrado cosas más interesantes que hacer en su vida.

Nuestro regreso, en esta ocasión, llega por el baloncesto australiano. Y como casi siempre ocurre con este blog, llega por casualidad. Hace unos días leímos una noticia por ahí que tocaba tangencialmente la competición profesional que se disputa en este país y con este deporte y nos dio por enredar un poco, echar un vistazo, averiguar algo más y, claro está, venir luego aquí a contarlo. Nada más. Solo eso. Nos hemos permitido perder unos minutos de nuestra ocupada vida para visitar un par de páginas webs y después explotarlas aquí con nuestras propias palabras para enterarnos un poco más, como, por otra parte, hemos hecho en muchas otras ocasiones y circunstancias anteriores, de lo que ocurre en un baloncesto que, literalmente, nos queda en las antípodas y al que, muchas veces, no conocemos por falta de información. Pero existir existe, y es tan interesante como muchos otros, y por eso, se nos ocurrió, venimos aquí ahora a dedicar unos pocos párrafos para desentrañarlo sin mucha ambición y con un criterio de perfil bajo. Vamos a ello.

Hay baloncesto en Australia más allá de la NBA. Y es que parece que solo conocemos el baloncesto de este país si sus jugadores disputan la liga comercial norteamericana más importante. Jugadores como Dante Exum, Joe Ingles, Matthew Dellavedova, Thon Maker, Patty Mills o, sobre todo, Ben Simmons, parecen resumir el baloncesto en este país. Y es que en la NBA juegan hasta once jugadores australianos, si incluimos, por ejemplo, a un Kyrie Irving que nació en Melbourne pero juega para la selección de Estados Unidos. Sin embargo, también hay baloncesto local y con peso en el país. La liga australiana de baloncesto profesional, NBL, la disputan ocho equipos que juegan 28 partidos durante la liga regular. Siete de esos equipos son australianos, la mayoría de la costa este de la isla y uno siempre es de Nueva Zelanda. Al finalizar la misma, los cuatro primeros disputan el play off final por el título. En estos momentos, se han disputado 20 partidos de liga regular, y los Sydney Kings encabezan la clasificación con 13 victorias. Tienen cerca al Melbourne United, con 12 victorias. Los otros dos equipos que entrarían en play off serían los Perth Wildcats y Brisbane Bullets. Estos últimos, con 11 victorias, ponen el límite pero tienen cerca a otros equipos con posibilidades aún de robarles el puesto como Adelaide 36ers, Illawara Hawks y New Zealand Breakers, el último de esta terna de candidatos con ocho victorias. Más descolgados se han quedado los Taipans de Cairn.

El año pasado los Melbourne United se conviertieron en los campeones nacionales, rompiendo la racha de dos victorias consecutivas de los Perth Wildcats, el equipo más laureado en la historia de la NBL con ocho victorias totales. Antes que estos, hubo victorias finales de los Cairn Taipans y de los mismos Perth Wildcats que acabaron con la tiranía de los New Zealand Breakers, campeones de la NBL durante tres años consecutivos. Los Sydney Kings, actuales líderes, fueron los dominadores de la liga a principios de este siglo, con cinco victorias entre los años 2003 y 2008. Desde entonces, no han vuelto a ganar.

En los Sydney Kings nos encontramos a un buen puñado de jugadores con pasado en la NBA o en el baloncesto europeo que seguro que le resultan familiares a los que conocen poco de esta liga. Para empezar, el entrenador es el australiano Andrew Gaze, quien hasta en siete ocasiones fue MVP de esta liga cuando era jugador. Se retiró en 2005 como jugador, después de 20 años de carrera, y de haber pasado por Italia (Udine), Grecia (Apollon Patras) y la NBA (Spurs). Ahora, dirige con buen tiento a unos Kings donde juegan varios viejos conocidos de la ACB como Kevin Lisch, ex CAI Zaragoza; Brad Newley, ex Valencia y Gran Canaria; Daniel Kickert, ex Breogán, Gran Canaria y Tenerife; y David Wear, norteamericano que jugó para el Fuenlabrada. No son los únicos jugadores con cierto pasado internaciona, ya que uno de los jugadores más destacados del equipo, máximo anotador de los Kings y MVP de la competición hace un par de años, es Jerome Randle, norteamericano con recorrido en Turquía, Lituania, Francia, Ucrania o Bélgica. También son importantes en este equipo el jovencísimo norteamericano Brian Bowen, quien no ha pasado por la liga universitaria, si no me confundo, y a sus 20 años ya es profesional, pensando en reeditar lo que hizo Terrance Ferguson quien llegó a la NBA, a los Thunder, tras pasar por los Adelaide 36ers; o Deng Deng, australiano de origen sudsudanés, quien tras salir de Baylor pasó por la NBDL, Finlandia o Líbano. Pero, sobre todo, el gran nombre de estos Sydney Kings es el máximo reboteador actual de la competición y uno de los grandes nombres de la misma, Andrew Bogut, número uno del draft de 2005 en la NBA y con una larga carrera allí que le hizo pasar por los Milwaukee Bucks, Golden State Warriors, Dallas Mavericks, Cleveland Cavaliers y Los Angeles Lakers. Un buen plantel que parece que podrá aspirar a recuperar un título nacional que se les resiste desde hace unos diez años.

En los Perth Wildcats del australiano Trevor Gleeson, mejor entrenador de la NBL en 2011, nos encontramos al máximo anotador de la competición y MVP de la temporada pasada, un Bryce Cotton nacido en Tucson, Arizona, que ha jugado en Italia para el Brescia, en Turquía para el Anadolu Efes, en China y en la NBA para los Grizzlies, los Suns y los Utah Jazz. Junto a él, encontramos a su compatriota Terrico White, con experiencia en Serbia, Turquía e Israel y al australiano Nick Kay, rookie del año en la NBL en 2016 y uno de los hombres más importantes del equipo.

Kevin Braswell entrena a los New Zealand Breakers donde nos encontramos a jugadores como Corey Webster, jugador neozelandés que ha viajado hasta las ligas de Serbia, China, Israel y Grecia para conseguir contratos profesionales, a su compatriota Tom Abercrombie, quien pasó por la ACB de la mano del Gipuzkoa Basket después de jugar en el ASVEL francés, al norteamericano Tai Wesley, quien empezó su carrera deportiva en Holanda y Francia, a Shawn Long, ex jugador de los Sixers en la NBA y con experiencia en China, uno de los mejores hombres de este equipo, o a Patrick Richard, quien también tiene pasado en la ACB, en este caso con el Joventut.

En los defensores del título, los Melbourne United que entrena el australiano Dean Vickerman, también nos encontramos a varios ex ACB y ex NBA. David Barlow, por ejemplo, jugó en CAI Zaragoza, Murcia y Obradoiro, y Chris Goulding, en Zaragoza, además de en el Torino en Italia. Por su parte, Josh Boone tiene experiencia en la NBA con los New Jersey Nets y ha jugado también en Turquía, China, Filipinas, Baréin, Estonia o Rusia; Casper Ware, también norteamericano, en los Sixers, además de haber jugado en Italia, Alemania, China y Francia; y, finalmente, DJ Kennedy no les va a la zaga en currículo. Jugó en la NBA con los Cleveland Cavaliers y después se ha buscado la vida por Francia, Israel, Rusia, Alemania, Turquía o China. No son los únicos jugadores importantes en el equipo porque también destaca el australiano Mitch McCarron, quien jugó en LEB Oro con el Palencia y en Eslovenia.

Illawarra Hawks de Rob Beveridge también cuentan con un viejo conocido de la ACB como Andrew Ogilvy, australiano que tras salir de la universidad de Vanderbilt pasó por Valencia, Manresa y jugó en Turquía y Alemania. El norteamericano Brian Conklin, con pasado en Latinoamérica, también jugó en Francia antes de llegar a Australia. A la NBA, sí llegó su compatriota Cedric Jackson, uno de los jugadores más importantes de este equipo, quien jugó en los Cavaliers, los Wizards y los Spurs antes de empezar a viajar y pasar, entre otros países, por Eslovenia e Italia. También tienen un rol importante en este equipo el norteamericano Jordain Jett y el australiano Todd Blanchfield, pero, probablemente, el nombre más mediático y reconocible de este equipo es el de David Andersen. El ala-pívot australiano, tiene un larguísimo currículo que es difícil resumir. Para muchos, será recordado por sus años en el CSKA o el Barcelona, pero en Europa su bagaje es extenso y llegó a jugar en la NBA para Rockets, Hornets y Raptors. Desde hace años, combina su país con otras experiencias europeas durante el parón nacional. Tiene ya 38 años, pero Andersen aún promedia 9.4 y 3.7 en la liga regular de su país, lo que no está nada mal.

Con Mike Kelly en la dirección, los Taipans Cairns también cuentan con uno de los grandes nombres de esta liga, el de Nathan Jawai. El ex de Raptors, Wolves, Partizan, UNICS Kazan, FC Barcelona, Galatasaray o Andorra ingresó en la liga de su país hace cinco años. Ahora es una de las referencias de este equipo donde, sobre todo, destaca el norteamericano de la Universidad de Maryland, Melo Trimble, uno de los mejores anotadores de la liga. Él, junto a sus compatriotas DJ Newbill, ex del Villerbaune o el Oostende y Devon Hall y el neozelandés con pasaporte británico y experiencia en Grecia y Bélgica, Robert Loe, son la columna vertebral de este equipo. 

En los Brisbane Bullets ejerce como entrenador principal Andrej Lemanis, australiano de origen letón que también ejerce como seleccionador nacional. En su equipo encontramos al internacional Cameron Bairstow, nacido en la ciudad y con pasado en los Chicago Bulls. Él, junto con Lamar Patterson, Cameron Gliddon, Reuben te Rangi, Matthew Hodgson y Jason Cadee son los argumentos para entender que este equipo aspire a los play offs. El neozelandés te Rangi es una de las sorpresas de esta temporada. Cameron Gliddon es un exterior australiano con experiencia en Europa (Polonia y Rusia), mientras que su compatriota Matthew Hodgson juega por dentro y nunca ha salido del país. También es nacional Jason Cadee, uno de los mejores bases de la liga en la actualidad, que hace poco tuvo su primera experiencia fuera en Grecia. Por último, el norteamericano Patterson es uno de los mejores jugadores del equipo y tiene experiencia en Italia, Turquía y la NBA (Atlanta Hawks).

En Adelaide 36ers tienen como entrenador a uno de los preparadores más laureados de la liga, el norteamericano Joey Wright, con pasado como jugador en la NCAA y la liga filipina y amplia experiencia como entrenador en Australia. A sus ordenes, tiene a un viejo conocido de la ACB como 
Demetrius Conger, norteamericano que disputó la ACB con el Joventut, además de tener experiencia en otros países europeos. En el equipo de Adelaida también juegan jugadores como el norteamericano Jacob Wiley, el australiano Nathan Sobey, mejor pasador de la liga y con pasado en el PAOK, su compatriota de origen sudanés Majok Deng, ex NCAA en Louisiana-Monroe, Daniel Johnson, un veterano pívot australiano con experiencia en las ligas de Puerto Rico, Polonia, Irán no Argentina y Anthony Drmic, exterior australiano con pasado en los Broncos de Idaho State. 

Seguro que hay más jugadores interesantes y con buena producción. Seguramente, nos hayamos dejado llevar por nuestro limitado conocimiento y habremos dejado algún buen nombre en el tintero. Sin embargo, los que hemos dejado aquí expuestos, ya dan una buena medida del nivel en el país y de lo interesante que se presentan los play off por el título. No creo que lo contemos, pero, bueno, hemos vuelto, quizás volvamos a ausentarnos, pero nos conformamos con resistir. 

Por todos los logros mencionados anteriormente, vamos a darle el titular a Andrew Gaze. Además, hay que reconocer, aunque no le falten argumentos para explicarlo, que está haciendo una gran labor este año con los Sydney Kings. Así que, para él el titular.