martes, 29 de diciembre de 2009

Juan Manuel Lillo


Aprovechando su fichaje por el Almería, hoy le concedían una página de gloria en un periódico deportivo. Que si el amigo de Pep Guardiola, que si el entrenador más joven de la Liga, que si juego de ataque, que si todo lo que parecía se quedó en nada. A mí me gustó cuando entrenó a la Real Sociedad. No por los resultados, pero sí por su actitud, pero eso ya es una opinión personal que no le interesa a nadie. En ese mismo reportaje, hablaban de aquel apodo que le pusieron hace ya tiempo: el Valdano vasco. Se ve que todo aquel que sepa hacer una frase entera con sujeto, verbo y un predicado con al menos tres complementos ya puede hacerse merecedor del título de Valdano, que en el fútbol, viene a ser algo así como ganar el premio Goncourt. De todas formas, es cierto que con Lillo no es gratuito. En el mismo reportaje, hablaban de un blog que le han dedicado al entrenador tolosarra (era de Tolosa, ¿no?). El blog en cuestión es el siguiente: queremosunblogdelillo. Se ve que alguien se ha propuesto reunir todas las frases rimbombantes del entrenador guipuzcoáno. Como contraste de los Totti, Cassano y compañía, no está mal. Yo voy a elegir tres, la última que han publicado en dicho blog y dos que me den al ojo de primeras, después, ya, si os pica la curiosidad, pues pincháis y a trastear:
1. "Messi representa el paradigma sistémico y contextual. Todos estamos en el contexto y el contexto está en nosotros. Leo Messi es la prueba más evidente."
2. "Soy totalmente huidizo de fronteras y muros, soy amigo de los puentes"
3. "La realidad es la que es y hay que asumirla, pero decidnos cuál es la realidad, por favor. Si no sabemos dónde estamos, ¿cómo podemos saber dónde vamos?"

Pero podría haber puesto muchas más. Voy a volver a pecar de sinceridad: muchas de ellas me parecen envoltorio, pero creo que Lillo en el fondo sabe cuál es el regalo perfecto para el fútbol. O no, no lo sé, la verdad. Espero que le vaya bien en Almería, que le vaya justo un peldaño por debajo del Athletic, pero que le vaya bien.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Úrsula Corberó


¿Quién es Úrsula Corberó? Según parece, una actriz de una serie de televisión que ha hecho un posado para una de esas revistas, digo yo, que no sé en cuál, que debemos leer los tíos. Y antes que Corberó, fue Berta Collado, y antes Amaia Salamanca, y si no Dafne Fernández, Jessica Alba, Elena Furiase, la mujer de Van der Vaart, la novia de Jaric. Con otras tres hace el Real Madrid su equipo galáctico de féminas y además con jugadoras de la cantera.
¿A qué viene esto?
Ya hablé antes de las ventajas tecnológicas de las ediciones digitales de periódicos. Lo mejor de cualquiera de ellos es que dejan a la vista más miserias que virtudes. Ahora me fijo en los top ten de lo más leído que publican cada día.
Y, si lo más leído en el Marca son las galerías de todas esas chicas que publican en uno de sus suplementos y lo más leído en El Correo son las noticias, sea cuáles sean, del Athletic... ¿no deberían ser los periódicos generalistas deportivos y los periódicos deportivos revistas diarias para hombres? ¿O ya lo son?
Solo es una pregunta que... lanzo al aire ponzoñoso del mundo virtual.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Chedli Tchita

Unos cuantos días abandonando el mundo del deporte. Abandonándolo tanto en la práctica como en "la teoría". El único ejercicio que he hecho ha sido subir y bajar el codo. Sin trapos calientes: tengo una panza que asusta. Además, he rehuido las noticias deportivas, he pasado más rápido que nunca las páginas de los periódicos y solo he visitado este blog por inercia. En fin. No han sido unas vacaciones como dios manda, porque aunque los días sigan en rojo en el calendario y las calorías se acumulen en mi cintura, tengo la sensación de que no he disfrutado del todo. ¿Por qué? ¿A quién le importan mis miserias? No me importan ni a mí. Y menos a Chedli Tchita. Si queréis saber bien quién es, ya sabéis, vuelta al blog amigo de los locos por las zapatillas asics, allí os lo explicarán mejor. Yo, por mi parte, solo uso su nombre porque es lo poco deportivo que ha salido en nuestras conversaciones estos días, y porque aspiro a, hoy mismo, imitarle un poquito y empezar a liberarme de los langostinos agazapados en mis intestinos. Algunos asiduos a este blog aunque más al del vecino de las asics, que está de vieja nuevamente, por cierto, estarán ahora mismo vistiéndose para participar en la carrera que te lleva si quieres desde Las Arenas hasta Bilbao. Yo, para variar, me he rajado. Que sí, que tengo disculpas: mucho curro que hacer, un resfriado, obligaciones familiares, pero que sean muchas no quita para que dejen de ser disculpas. La próxima cita será la San Silvestre de Rekalde y quien sabe si será, por fin, una cita o una nueva colección de disculpas. Espero que, como en la hiri krossa de la Aste Nagusia, yo sea el único que no lleva asics, pero al menos sea... de la partida, quiero decir.
Por lo demás, y a tiempo pasado, felicidades a todos los asiduos al blog, que la Nochevieja sea mejor aún que la Nochebuena y muchas gracias por tanta visita. Si os fijáis en ese contador que puse a la derecha, estamos apunto de conseguir un número redondo antes de que acabe el año. Es muchísimo más de lo que pensé que haría cuando empecé a escribir este blog. Y, aunque las conclusiones nunca se me han dado bien, y menos las previsiones, creo que puedo concluir que me siento satisfecho (te la robo, Marta) y que preveo que seguiré escribiendo, al menos, durante un tiempo. Lo dicho, que es muy pronto por la mañana en este extraño domingo, felices fiestas y gracias por todo.

martes, 22 de diciembre de 2009

George Mason


Otro de los padres de la constitución, éste el que le toca celebrar al estado de Virginia. Luchador a favor de la abolición de la esclavitud y redactor de la declaración de derechos del estado de Virginia en la que luego, y en parte debido a su empeño, se basaría la de toda la nación. Lleva ya más de trescientos años muerto y desde hace más de treinta le da nombre a una universidad del estado que le vio crecer como político, Virginia. La universidad de George Mason tiene campuses en varias localidades del estado, entre ellas Arlington o Loudoun pero el equipo de baloncesto juega en Fairfax, y fue allí donde Casey Harriman y los suyos perdieron por 72 a 75 el pasado 12 de Diciembre.
En un partido loco en el que hubo hasta 20 cambios de liderazgo en el marcador, todo se decidió en un último minuto más loco aún y especialmente con un triple desesperado de los de Virginia y una falta técnica señalada a los de Creighton con 18 segundos para el final. Por los de Omaha, destacó P'Allen Stinnett con 21 puntos, pero el mejor del partido fue el base-escolta en edad junior de los de George Mason, Cam Long, con 22 puntos y haciendo ganar a su equipo.
Cuatro días más tarde, los Bluejays se resarcieron de esta derrota venciendo con facilidad a Savannah State, por 77-62. Muchos minutos para casi todos y el mejor un suplente que aprovechó muy bien su oportunidad, Ethan Wragge que consiguió 18 puntos y 6 rebotes en 18 minutos.
Finalmente, el sábado los arrendajos azules viajaron hasta Alburquerque para caer ante los Lobos de New Mexico que llevan el mejor arranque de su historia desde la temporada 1973-1974. Creighton perdió por cinco puntos, a pesar del buen partido del trío Stinnett-Lawson Jr-Ashford porque Darlington Hobson se salió con 22 puntos. Hobson, más conocido por el sobrenombre de Butta, que usa para encabezar su myspace (ilustrativa su página) es un escolta alto y fuerte que apunta buenas maneras. Le ayudó mucho el buen trabajo del latino Roman Eduardo Martínez, con 11 puntos y 10 rebotes, un alero trabajador que es nieto de Francisco Martínez quien estuviera en la selección mexicana que en 1936 fue medalla de bronce en las Olimpiadas de Berlín.
Y... ¿Casey Harriman? Ante George Mason, 7 minutos, 0 puntos, 2 rebotes y 1 asistencia. Ante Savannah State, 2 minutos, 0 puntos y 1 rebote. Y ante New Mexico, 11 minutos, 0 puntos y 1 rebote. Las Merry Christmas no les traerá vacaciones a los chavales porque hoy mismo juegan ante Houston Baptists (duelo religioso también) y el 29 de diciembre y los días 1, 3 y 6 de Enero, comienza su verdadera lucha ante los equipos de su conferencia, Northern Iowa, Indiana State, Evansville y Drake. Espero que Santa Claus le traiga más minutos a Harriman y que éste los aproveche, claro, será para bien del equipo que no ha comenzado nada bien y sigue con récord negativo. Hasta después de vacaciones no hago otra crónica de los arrendajos.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Josep Guardiola


Suelo dejar la actualidad para el canal 24 horas de TVE, pero creo que, efectivamente, los logros deportivos de este equipo de fútbol sobrepasarán lo meramente actual. Quizás que jueguen bien o muy bien es un asunto sentimental que solo se evocará en la memoria individual y colectiva, porque, con el tiempo y con la frialdad retrospectiva de los medios de comunicación, lo que cuenta son los logros objetivos y cuantificables. Por eso, el éxito de este equipo será doble. No hará falta hacer un ejercicio literario, un esfuerzo romántico y sentimental para recordar cómo jugaban al fútbol. Ya, para siempre, quedarán seis títulos en 12 meses, a medio título por mes, que diría mi amigo el matemático.
Además, soy adivino. El viernes estaba contento, quizás simplemente aliviado, con ganas de olvidar una semana sobrecargada y descorazonadora. Cuando un culé dado al desánimo me dijo que qué creía que iba a ocurrir el sábado, y después de que me lo explicara porque no sabía, de antemano, por qué el sábado, le contesté: 2-1, goles de Pedro y Messi. Y acerté. Acerté como bien podría haber dicho cualquier otro y fallar, claro, pero acerté.
En fin. Ahora es fácil subirse al carro de los elogios y abandonar la crítica, que siempre se puede ejercer, siempre. Y se ejerce, y quien más la ejerce, es el culpable de que no se pueda ejercer con tanta facilidad. Dicen que en el descanso, Guardiola le dijo algo así a sus jugadores: "si perdéis, seguiréis siendo el mejor equipo del mundo; si ganáis, seréis eternos." La frase tiene un valor doble idéntico a la dualidad que explicaba al principio sobre el equipo. Primero, es una de esas frases contundentes, líricas, dignas de un primer plano seguido de un plano general con música épica de fondo para ilustrar la reacción de los jugadores, pura carne de biografías superventas. Segundo, es verdad. No es solo artificio, palabras. Es contenido, era la verdad. Ése es el peso que se llevará esta victoria.
No soy muy dado a magnificar las victorias deportivas, más bien me gusta humanizarlas, deconstruirlas, rebajarlas. Guardiola me parece lo más parecido a un buen ejemplo de deportista, cuidadoso con su imagen (y no me refiero a como viste), respetuoso con el rival (y hemos sido sus victimas en este sextenio histórico), ingenioso en la parcela deportiva, pertinaz en su trabajo y consecuente con sus ideales, fueran estos cuales fueran.
Así que no queda más que dar la enhorabuena a un equipo que ha bordado el fútbol en un tiempo moderno más dado a la mediocridad y el resultadismo, sin dejar de conseguir los resultados y sufriendo igualmente los vicios y pecados de la parte menos deportiva de este espectáculo. Se podría decir mucho más, pero tampoco serviría para añadir nada nuevo. Eso sí, a ver si tengo tanto acierto la semana que viene con la lotería de Navidad.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Pedro Picasso


El entrenador del equipo juvenil del club Indios de Ciudad Juarez fue asesinado hace dos días en el negocio de un familiar. Presuntamente al intentar evitar el atraco, tanto Pedro Picasso, de 35 años, como Pedro García, de 60 años, fueron acribillados a balazos. Con las de ellos dos, hicieron 8 muertes violentas en el mismo día para una ciudad que vive aún sobrecogida por los más de mil asesinatos de mujeres que se han producido, sin aclarar muy bien las causas, en los últimos 14 años. Ni los libros, artículos, películas de Jennifer López y cientos de manifestaciones y condenas que se han llevado a cabo en los últimos años, consiguieron aclarar del todo a que se debían, quién patrocinaba o qué móvil perseguían esa serie de asesinatos. Tampoco se ha arrojado mucha luz sobre la muerte de Pedro Picasso y su familiar. A pesar de que ya han pasado varios días desde su muerte, la familia sigue sin recibir el cuerpo y las autoridades encargadas de la investigación no consiguen desvelar completamente qué ha sucedido. Ahora le toca al mundo del fútbol, pero la ciudad del norte de México, con más de un millón de habitantes censados pero muchos más que viven en la ciudad de manera ilegal, quizás porque Chihuahua está tan cerca de uno de los muros vergonzosos que aún quedan en pie, lleva mucho tiempo siendo el escenario de demasiados ejemplos de violencia que no siempre tienen que ver con el narcotráfico. El viernes pasado fueron Pedro Picasso y Pedro García, y una mujer sin identificar tiroteada en el interior del bar El Elegante, y el conductor de un autobús público que tenía tan solo 22 años, y el conductor de una camioneta que esperaba a que el semáforo se pusiera en verde, y el de otra que acababa de aparcar, y otros dos que, igualmente, acababan de aparcar un Toyota y una furgoneta Silverado. Ocho personas el 18 de Diciembre de 2009 tiroteadas en Ciudad de Juarez y entre ellas un entrenador de fútbol de 35 años. Eso es todo, tan fácil, tan rápido como disparar a puerta, como apretar un gatillo, como aparcar una pickup. Tan fácil y tan rápido.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Papa Noel

Querido Papá Noel:
La verdad es que no puedo asegurarte que haya sido muy bueno este año, pero lo he intentado, que conste. Sé que ha pasado eso con los bancos y tal, y que papá y mamá ya no van tanto al bingo, por eso no te voy a pedir cosas de esas de videojuegos y esas cosas, además Pablito me deja el suyo cuando voy al baño de Pablito. Te voy a pedir, eso sí, un balón de fútbol nuevo, pero un balón pequeñito si no, de futbito y tal, o aunque sea una pelotita de esas de los perritos, cualquier cosa de esas, es que luego en el patio me aburro porque se van todos a un rincón o al patio de atrás y Pablito y yo ya no estamos para jugar a balones de fantasmas, ¿sabes? Ya es un poco aburrido. Después de eso, te voy a pedir más cosas pero son todas gratis, ¿vale? Así por lo de los bancos y el bingo y eso pues no creo que te cueste tanto, ¿vale? Son diez, pero gratis y tal, ya te digo:
1) Que el Athletic gane la Liga.
2) Que el Barakaldo suba a la división esa.
3) Que ya no salga en la televisión ese de las gafas de sol.
4) Que sea mentira lo de que Pocoyo y el elefante son pareja.
5) Que mamá no le vuelva a decir a papá que con eso que le cuelga poco más se puede hacer. No lo entiendo, pero por la cara que papá puso no quiero que se lo vuelva a decir.
6) Que si el Athletic no gana la Liga que por lo menos la gane casi.
7) Que que me digas si es que lo sabes que qué es mamellas.
8) Que Pablito deje de mirarme así.
9) Que olvida lo del balón, total, a Pablito le van a dar por el culo porque cada día me aburro más con él y me voy a acabar yendo con los del rincón, eso sí:
10) Que le regales a mi madre el dichoso bicho ese que huele a lavanda porque luego ya no podré ir a cagar al baño de Pablito.
Y eso, que no he sido bueno, pero tírate el largo que bastante miseria tenemos ya estas navidades con el rollo ese de que no hay cesta de navidad y los langostinos son del lidl.
Un abrazo muy sincero y tal.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Rubén Plaza


Hacía mucho tiempo que no hablaba de ciclismo. Ayer un periódico local anunciaba que quedaban unos dieciséis (o trece, ya no recuerdo) corredores vascos sin trabajo para el año próximo. La noticia no tenía el rigor necesario y se podía haber puntualizado. Sin embargo, ha sido una tendencia durante todo el otoño: prácticamente todos los periódicos han ido haciéndose eco de los corredores en para, bajando las cifras poco a poco mientras algunos se iban colocando. No cabe duda de que parte de razón hay, ya que cada vez hay menos equipos españoles y los que quedan van reduciendo sus plantillas. En el pelotón internacional, sin embargo (y aunque, uno por uno, yo creo que prácticamente todos los países han sufrido cierta recesión, por llamarlo de alguna manera), destaca la aparición de algunos equipos nuevos o de proyectos que suben un peldaño como Radio Shack, BMC Racing o Team Sky, del que ya hablamos aquí y que ha sumado una nueva pica con el fichaje de Bradley Wiggins (no sin cierta polémica por medio).
El mercado ha estado, o está, por ahora, porque todavía queda, más parado que nunca. En España, Euskaltel Euskadi hizo todo el trabajo muy pronto y ahora ya piensa en planificar la temporada que viene. Rejuvenecen la plantilla con Romain Sicard, Gorka Izagirre, Jonathan Castroviejo, Daniel Sesma, Beñat Intxausti y Miguel Mínguez y se mantienen con 24 corredores a la espera de lo que ocurra con Mikel Astarloza. Caisse d'Epargne ha perdido a Dani Moreno y a Óscar Pereiro, pero se refuerza con ilustres veteranos como Christophe Moreau, Marzio Bruseghin, Mauricio Soler, Juanjo Cobo y el último, uno de los parados que aparecían en los artículos, Rubén Plaza. El tercer equipo pro-Tour en España, un nuevo milagro de Matxin, se llamará este año Footon-Servetto-Fuji, y ha sufrido bajas considerables pero el director bilbaíno sigue en la lucha con corredores de calibre como Capecchi, David Vitoria, Cheula, Merlo, Enrique Mata, Mayoz, Arkaitz Durán o José Alberto Benítez. En la categoría continental profesional, que es la única que ya tiene prácticamente definidos todos sus equipos, y cabe destacar el descenso de Cofidis y Bouygues Telecom así como el nuevo equipo brasileño, correrán Andalucía-Cajasur y Xacobeo. Los andaluces mantienen el bloque, pierden a Martínez Oliver como director técnico y se apuntan un fichaje estrella como líder, el del madrileño José Ángel Gómez Marchante que sigue a la búsqueda de sí mismo. Los gallegos por su parte marean a David Herrero, desechan a Óscar Pereiro y se refuerzan con el campeón del mundo júnior Nelson Oliveira, pierden a Iván Raña que vuelve al triatlón y negocian con Adrián Palomares. El Orbea, que cambia a Álvaro González de Galdeano por Álex Díez y el Burgos Monumental parece que estarán en el pelotón continental que aún no ha anunciado la UCI porque los equipos están presentando sus candidaturas. También parece que lo hará Cajarural, el proyecto de un equipo que al parecer ya lo ha dado todo en aficionados, y que tiene la plantilla definida con varios neoprofesionales más Aketza Peña, Egoitz García y Victor Rodrigues, además del campeón de Europa júnior de contrarreloj, el polaco Michal Kwatkowski. Los murcianos, mientras tanto, se desesperan, después de que la renuncia de la empres vasca Ampo, les haya dejado sin patrocinador principal. Todo se resolverá en las próximas semanas.
Por lo demás, muchos españoles seguirán en el exilio y otros también hacen las américas, y nunca mejor dicho para Markel Irizar y Haimar Zubeldia que se van con Armstrong a Radio Shack. Flecha se irá con Wiggins, a Contador le ayudarán Noval, De la Fuente, Jufré, Pereiro, Navarro o Jesús Hernández, seguirán siendo legión en el pelotón portugués, Freire seguirá en Holanda y otros empezarán nuevas aventuras aún más exóticas, como Megías en Estados Unidos, Dani Moreno en Bélgica, Ventoso en Italia y muchos otros de los que no me hago eco por no alargar más esta entrada.
En la próxima que escriba sobre ciclismo, repasaré los cambios entre los equipos extranjeros, hablaré de los nuevos equipos, de Evans, del rumor sobre Kreuzinger y de todo lo que vaya conociendo por ahí. Y se acabó el esprint. Si alguien tiene alguna otra noticia interesante, que me adelante en un último golpe de riñón. Thanks

viernes, 11 de diciembre de 2009

Myron Pretty Weasel


Estoy leyendo la segunda novela seguida de James Welch. Welch vuelve a repetir la historia, con un personaje muy parecido al de "Winter in the blood", con la misma desorientación existencial, fantasmas parecidos, e igualmente aficionado al alcohol. Sin embargo, Jim Loney, el personaje de esta segunda novela seguida que leo, "The death of Jim Loney" es una antigua estrella de baloncesto del instituto, un indio que mantiene una extraña relación con una profesora de primaria que huyó de Dallas para abrazar un futuro incierto en Harlem, Montana. Aún no la he terminado, pero acaba de aparecer un personaje que me ha llamado la atención: Myron Pretty Weasel. Con su habitual estilo despreocupado pero incisivo, Welch suelta a Pretty Weasel en la página 80, cuando faltan otras tantas para que Loney muera, y no nos da explicaciones. Pretty Weasel era compañero de Loney en aquel equipo de baloncesto, e incluso llegó a jugar en la universidad en Wyoming, pero lo abandonó en su tercer año para volver a casa, a Montana, y encargarse del negocio familiar y convertirse en un exitoso ganadero. Casi de sopetón, sin darle importancia Welch dice (y traduzco yo mismo): "No importaba que la decisión fuera simplemente volver a casa... Ahora, cuando miró hacia atrás, se dio cuenta de que no había sido una decisión en sí, si no una respuesta automática, tal y como un perro pastor regresa por inercia al campamento cuando cae el sol. Lo que importaba era que estaba hecho. Mientras regresaba a Montana, no dejaba de pensar en lo infantil que había sido su vida y el hecho de abandonarla se había vuelto algo irreversible, tan irreversible como la idea de morir. Meter un balón por un aro de acero sobre el que cuelga una red: aquella vida había terminado para siempre en aquel preciso momento."
Pero lo que más me gusta es cuando este vaquero que recuerda todo eso mientras ve a su antiguo amigo y vieja estrella del instituto entrar cabizbajo en una licorería, recuerda el que para él fue el momento más extraordinario de su ya casi olvidada carrera como jugador de baloncesto. Pretty Weasel recuerda que Jim Loney era el mejor base con el que había jugado, rápido, silencioso, impredecible. Nunca miraba al compañero a quien iba a pasar, siempre parecía que sabía de antemano lo que iba a ocurrir. Por eso, el día que tenía que jugarse aquel triple, cuando Jim Loney le miró antes de pasarle el balón, Myron Pretty Weasel no pudo más que detener el tiempo, enamorarse, esbozar una sonrisa y mantener aquella mirada tan indescifrable. Quizás por eso, el balón se escurrió entre sus manos, se estampó contra su cara y le dejó sentado en el suelo, sangrando de la nariz, pero feliz como no lo había sido nunca en la cancha.
Y el capítulo diez termina con Pretty Weasel dándole la vuelta a la cinta y Hank Williams canta aquello de me siento tan solo que podría morir.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Eugenia Silva

Al final va a hacer calor, pienso, pero no me quito el abrigo. Mi amigo bosteza. Estamos en la puerta del kiosko, esperando a que al tercero le vendan tabaco. Mientras espera en la cola, hace gracietas con la vieja que tiene delante, ya saben, de esas en las que tienes que mover tu cintura. La vieja viste un abrigo de pieles y estoy seguro que un collar de perlas, así que le queda muy bien la broma. Pero no le hacemos caso.
Cuando deja de bostezar, el segundo me pregunta:
- ¿Quién es Eugenia Silva?
- ¿Quién?
- Ésa.
- No sé, ¿una modelo o algo así?
- Será.
- ¿Qué la pasa?
- Fíjate que currículum, tío.
Y miro pero no veo nada. ¿Currículum?
- Le han pillado pegándose el filete con Pau Donés.
- ¿Pau Donés?
El tercero sale por la puerta abriendo ya el paquete de tabaco y miro dentro y la vieja sigue aún de espaldas así que me quedo sin saber si lleva collar de perlas. Canta mientras saca un cigarrillo y nos ofrece:
- Por un beso de la flaca, yo daríaaaaa lo que fuera...
- Mmmm...
Añado, a modo de sí, mientras enciedo el cigarro. Añado:
- Pau Donés, sí, ya. ¿Y? ¿Qué pasa?
- ¿A dónde vamos?
Nos ponemos a caminar por la calle Dato hacia abajo, con las manos en los bolsillos. Sin rumbo fijo.
- Que... yo qué sé, tío, qué más da.
- ¿Qué pasa?
- No sé, algo que ha dicho éste sobre el currículum de Eugenia Silva.
- ¿La modelo?
- ¿Ves? Era modelo.
- Es modelo. Está buenísima, mmmmmm, fufff.
Hace lo que le hacía a la vieja del supuesto collar de perlas pero se lo hace al aire o a lo que sea que él ve y nosotros nos vemos en el aire, al retrato hueco de Eugenia Silva, supongo. A su holograma. A un holograma invisible. Bueno, lo que sea, pero lo hace.
- Está saliendo con Pau Donés.
- ¿Con Pau Donés? Joder, qué variedad, vaya tía.
- ¿Lo ves?
- Joder. Pues con quién...
- De todo un poco, chaval, tuttifrutti a tuttipleni, ahora el de las rastas chungas, antes el con el hijo del primo segundo o no sé qué del rey, luego con un rico empresario y antes que la música, le dio por la literatura y se enrolló también con Ray Loriga.
- ¿Con Ray Loriga? No jodas.
- Te jodo.
- Te jode. ¿Ves que currículum?
- Joder, ¿y cómo estáis vosotros tan puestos en esto, la ostia?
Silencio.
- Pues anda que lo del Tiger Woods...
- ¡Eso sí que es saber meterla?
- Se ha hecho el par del campo y el par de todo el vecindario, macho...
- Lo que le gustan los hoyos...
- Pero ahora le ha salido un bogey....
- Tenía que haber elegido otro palito...
- Qué patéticos somos, tío.
Silencio.
Doble silencio... y ya hemos llegado al parque.
El tercero, que ya sabemos que es muy dado a la mímica, hace como que se coloca para el tee, y golpea fuerte, incluso con efectos sonoros. Los tres nos quedamos intentando mirar hacia dónde va la bola que no ve ninguno, la bola fantasma, el holograma invisible de la bola.
Pero cae.
Dentro.
- Hoyo en uno.
Dice.
Y el segundo le contesta:
- Sí, a ti con uno ya te valdría...
- Y te sobraría, añado.
- Pero que sea Eugenia Silva, dice muy serio.
- O cualquier amiga de Tiger Woods.
- Qué patéticos.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Sol Campbell


Sulzeer Jeremiah Campbell, alias Sol, puede volver al fútbol profesional, y además a lo grande. Eso es lo que se comenta en los mentideros oficiales de los que se hacen eco la prensa deportiva española. Al parecer, su fichaje por el Manchester United está cerca, ahora que el defensa de origen jamaicano se encuentra en el paro. La vida de Campbell da para un libro, o al menos, para una película dirigida por Ken Loach pero al estilo de aquella que protagonizó Geoffrey Rush sobre un pianista superdotado que tocaba a Rachmaninov. Campbell, nacido en Inglaterra pero de padres jamaicanos, creció en un barrio peligroso pero permaneció aislado en casa debido a la estricta educación de sus padres. Con tan solo 18 años, debutó con el Tottenham Hotspurs para jugar casi 300 partidos y convertirse en uno de las estrellas del equipo. Sin embargo, el revés vino cuando fichó por los rivales del Arsenal, aunque su decisión no sería un error, ya que con los de Arsene Wenger llegó a jugar una final de la Copa de Europa y ganó dos Ligas. Sorprendentemente, decidió irse al Portsmouth hace unos años y aún más sorprendente fue cuando abandonó este club para descender hasta la tercera división inglesa y firmar un contrato de cinco años con el Notts County, equipo que acababa de fichar al ex seleccionador Sven Goran Eriksson como responsable técnico. Sin embargo, el club y el jugador acordaron romper el contrato cuando tan solo había jugado un partido con su último equipo. Desde entonces, ha estado en el paro, y ha ocupado espacio en los programas televisivos por asuntos poco deportivos, como cuando desapareció durante un tiempo, preocupando a toda su familia, para aparecer tiempo después y confesar que sufría una fuerte depresión tras la muerte de su padre, la ruptura con su pareja y el nacimiento de un hijo con otra pareja anterior. Además, el pobre Campbell tuvo que sufrir durante años los cánticos de las hinchadas contrarias que, aunque bastante creativos, eran hirientes a más no poder, y se centraban con frecuencia en su supuesta homosexualidad, que llevó incluso a la cárcel a uno de sus hermanos cuando se peleó con un hombre que afirmaba que su hermano no era hetersexual, aún cuando el ex internacional inglés está prometido con la diseñadora de interiores Fiona Baratt, la que le acompaña en la foto de arriba.

martes, 8 de diciembre de 2009

Austin Ainge


El hijo de Danny Ainge es entrenador. Como su padre, fue un buen jugador para la Universidad de Brigham Young pero no fue mucho más lejos. Durante un tiempo, formó parte de la plantilla de técnicos de los Boston Celtics. Ahora, le han nombrado entrenador principal de los Maine Red Claws, uno de los 17 equipos que conforman la D-League, o NBA Development League, una liga auspiciada y organizada por la propia NBA en la que cada equipo es co-propiedad de entre 1 y 3 equipos de la NBA que los utilizan como recurso para darle minutos a los jugadores de sus plantillas que salen de lesiones o no tienen minutos en la NBA. Precisamente los Maine Red Claws fueron uno de los últimos equipos en incluirse en la liga, que antes se llamaba NBDL y empezó con un número mucho más bajo de equipos participantes. Los equipos, además, dan la posibilidad de ver baloncesto, aunque sea un poco descafeinado a ciudades que no albergan equipos NBA, ciudades como Alburquerque, Austin, Bakersfield, San Francisco, Sioux Falls o Tulsa, además de estados como Iowa o Idaho. O Maine, donde entrena Austin Ainge, y que es un equipo propiedad de los Boston Celtics y de Charlotte Bobcats.
Entre los diecisiete equipos, encontramos muchos jugadores conocidos que apuran en esta liga la última oportunidad de conseguir un mejor contrato en la NBA, regresar a las plantillas de los equipos que los han rebajado o regresar en forma a Europa. En el equipo de Ainge, por ejemplo, Alexis Ajinca, el joven talento francés o Will Blalock, que ya tuviera su oportunidad en la NBA. Pero hay más, jugadores como Yaroslav Korolev, Keith McLeod, David Noel, Mustafa Shakur, Cedric Simmons, Anthony Tolliver, Jeff Trepagnier, Cezary Trybanski, Reece Gaines, Pat Carroll o Earl Barron.
Hace poco leí algún artículo en algún sitio donde algún tío se mofaba de alguna ciudad hablando de algún equipo que jugaba en esta liga. Aprovechaba eso para describir lo triste, gris e inocua que era la ciudad. Y, sinceramente, no sé si Tulsa o Bakersfield serán ciudades tristes, grises e inocuas, pero no me extraña nada que usen esta liga como metáfora cuando quieren describir esas sensaciones.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Lance Jeter


Creo que no tiene nada que ver con Pooh Jeter, el base del ViveMenorca que empezó esta temporada con Unicaja y por ahora ha terminado en Jerusalén, jugando para el Hapoel. Lance Jeter juega de base, como Pooh, pero lo hace para los Huskers de Nebraska y consiguió 12 puntos en la derrota de su equipo ante nuestros amigos de Creighton, que se resarcieron un poco de su mala experiencia en el Old Spice Classic. El héroe de la jornada fue Kenny Lawson Jr. El pivot de los de Omaha consiguió en el derby los mejores números de su carrera, con 25 puntos y 10 rebotes. Casey Harriman colaboró con 4 puntos, 3 rebotes y 1 robo en 11 minutos para que los de Altman vencieran por 67 a 61 a sus vecinos del estado.
Y eso es todo. Por lo demás, os recomiendo la novela que estoy leyendo ahora, "Winter in Blood" de James Welch, un escritor de la tribu de los Pies Negros que suele (o más bien solía) escribir sobre la situación de los nativos americanos en el estado de Montana. Me la recomendó Willy Vlautin, cantante de Richmond Fontaine, y ha merecido la pena. Eso es todo lo que puedo decir, y algo más, últimamente no tengo muchas fuerzas para seguir escribiendo en el blog, ¿necesitaré unas vacaciones? Seguro que es solo que últimamente he dormido mal y me siento cansado. Seguro. Por cierto, el de la foto es Lance Jeter, claro, no James Welch.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Periko Alonso


Mi madre ha entrado al eroski a comprar carne picada y yo he pasado, así que la he dicho, voy a bajar a longplay y te espero fuera y quien no lo sepa que sepa que longplay es una tienda de discos en la misma acera que el eroski donde mi madre ha entrado a comprar la carne picada y cuando yo estaba mirando el escaparate del longplay he visto como subían por la calle dos de los muchos heroinómanos que suelen reunirse en el parque de los hermanos en la esquina del frontón bajo la atenta mirada de la policía municipal, cuando han pasado a mi altura y mientras yo miraba el escaparate los dos se han parado un momento y uno de ellos le ha gritado al otro: ¡y esto, puta mierda de escaparate ni una puta peli como dios manda, tío! ha dicho apuntando a las carátulas de los dvds en oferta entre los que se encontraban el acorazado potemkin, la trilogía del padrino y una colección con las mejores películas de Lumet, Pollack y Newman, yo me he hecho el sueco y el otro le ha contestado: ¡ya tío! y el otro ha seguido el otro día me compré una y era un puto documental, chaval, y han vuelto a ponerse en marcha calle arriba mientras su compañero le decía ayer estuve viendo yo la de un hombre llamado caballo, ¡bah, tío! y ya no he podido seguir escuchando, pero me ha parecido poesía pura.
Y me ha recordado a otra conversación que un día mantenían dos yonkies en un bar afterhour que solíamos frecuentar cuando con veinte años las siete de la mañana nunca nos parecía una buena hora para volver a casa el sábado:
¡El puto mejor era Maradona, tío!
¡El puto mejor para pillar buena coca, no te jode!
¡Que no joder, que era el puto amo!
¡El puto amo era Periko Alonso chaval!
¿Periko Alonso?
Sí, tío, el puto Periko Alonso era el mejor.
Periko Alonso, Periko Alonso, Periko... el de los palotes, cabrón, que a tí te pone palote hasta tu puto padre, maricón.
¡Subnormal!
Pura poesía. Y perdón por los múltiples insultos que, con toda probabilidad, fueron otros aunque hicieran el mismo ruido.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

John Brickenhorff Jackson



Diría que no me gusta volar, pero el placer de mirar desde allí arriba es demasiado subyugante. No tengo miedo a las alturas, pero siempre siento cierta atracción ambigua cuando me asomo al vacío. Algo me repele al mismo tiempo que siento el comienzo de un pánico tan atractivo que parece una fuerza inevitable. No sé si a John Brickenhorff Jackson le gustaba volar, pero dedicó toda su vida a estudiar el paisaje como expresión de la presencia humana, y de su cultura. Hoy estaba leyendo un libro de Neil Campbell en el que usaba una de sus fotos para explicar una aplicación teórica basada en el modelo que los americanos llaman "the grid", la parcelación cartográfica del oeste americano (que tan bien se ve en el mapa del país y no tan bien en la foto de arriba, pero es lo mejor que he encontrado) y que no atiende a ningún razonamiento geográfico y, por lo tanto, para Campbell y otros expertos, es una manifestación física de la jerarquización y el poder ejercido sobre el espacio. No me gusta volar, creo, pero jamás podré olvidar cuando vi esto, aunque no fue esto lo que vi, porque ésta es una foto sacada de internet, pero sirve de evocación para recordar una imagen que en mi memoria permanece vívida como el fuego, y precisamente eso es lo que parece Chicago en esta foto, fuego, un traje de faralaes en llamas:

Pero todo esto me ha hecho recordar la última vez que volé en avión, que no fue hace mucho. Hace como un par de fines de semanas, me tocó regresar de un viaje a Cádiz del que ya he hablado en este blog desde el aeropuerto de San Pablo en Sevilla. Para cuando llegábamos al País Vasco, ya había oscurecido. Las montañas empezaban a aparecer como sombras inquietantes. El avión volaba ajeno a mi propia apreciación de la velocidad y la distancia, sin saber que me estaba jugando una mala pasada: llevaba varios minutos pensando que ya habíamos sobrevolado Vitoria y probablemente aquello fuera Burgos o vete tú a saber qué otra ciudad. Pero me quedé con un detalle, con dos: todos los paisajes son muy parecidos desde el cielo y por la noche. Y segundo: siempre que veía a lo lejos un foco de luz que alumbraba más que otros dentro del dibujo, las líneas, las extrañas armonías que se cruzaban, siempre que veía un foco de luz más brillante que otros, al acercarme, descubría siempre lo mismo: aquellos focos de luz eran campos de fútbol. Cada pocos metros, otro campo de fútbol, otra porción de tierra iluminada que desde lejos parecían los centros de perezosas vías lácteas. Campos de fútbol. ¿Será una metáfora aérea de nuestra cultura? ¿Qué pensaría J.B. Jackson?

martes, 1 de diciembre de 2009

Yosi Domínguez


Estaba de resaca y me tocaba jugar de portero. Quizás ya no sigue en el mismo sitio, pero antes, al menos, había un campo de futbito junto a la estación de trenes de Olabeaga. Todo el mundo lo cruzaba para subir luego por la calle de la Ventosa hasta San Mamés.
Era domingo. Las siete de la tarde. Aún no había oscurecido pero estaba de resaca y me tocaba jugar de portero. Por suerte, me tocaba jugar de portero. No había ido a casa en todo el fin de semana. Mis padres estaban en el pueblo, mi hermano con ellos, y yo tenía que disfrutar a la fuerza de las fiestas de Bilbao. El viernes acabamos rodando por la ladera de la Plaza del Gas, después de tomar la última con unos barraqueros en un bar con la persiana bajada y un camarero que no dijo ni una sola palabra. El sábado fue el concierto de Los Suaves. También rodamos por la ladera de la Plaza del Gas y A ayudó a V a echar la pota metiéndole los dedos junto al muro donde una punkie dormía cómoda y gozosa sobre el lodo de los meados. También meamos en una botella de dos litros de kalimotxo y la dejamos caer hasta que llegó al camino y otros dos pies negros la recogieron, la abrieron, le metieron un trago y gritaron: ¡gracias, está calentorra pero gracias! Yosi se puso de pie y empezó a gritar que viviera dolores y la madre que la parió. Así que todos botamos hasta rodar hacia abajo como había rodado antes la botella calentorra. A las cuatro me separé de mi cuadrilla y me junté con otros, y así siguió la vida dando vueltas hasta llegar de resaca al campo de futbito de Olabeaga, con resaca y me tocaba de portero.
Y no hablo con nadie porque se afanan por quitarse la pelota en el medio del campo. Todos están tan resacosos como yo así que aún no me ha llegado el balón. Y me entretengo con el eco de Yosi, y no me quito la canción de la cabeza: fuiste la chica de azul, en el colegio de monjas. Incluso me enciendo un trujas mientras mi equipo saca un córner en el otro lado del campo. El día es maravilloso. Ayer llovió, pero hoy el cielo se mantiene despejado. No hay nadie por el barrio y miro más allá de los tejados de las fábricas. Me siento bien, con resaca, pero bien: un fin de semana intenso, sin ningún recuerdo que memorizar pero con la sensación de que has puesto al límite tus pocas convenciones adolescentes. Estos tíos son gente guay, pienso con juvenil trascendencia, mientras les veo discutir por un balón que probablemente huyó por voluntad propia hacia la banda. Esto está bien, sigo pensando, mientras me cuelgo del travesaño y hago el mono: la amistad, las experiencias, esas cosas, murmuro, sin saber de qué coño estoy hablando: calcetines y coletas y estabas loca por Paco... Vuelvo a mirar al infinito que es el cielo y el tejado de la estación y se oye el murmullo de un tren que viene. El murmullo se vuelve más fuerte cuando el tren llega a la estación pero justo ahora les dio por atacar y el balón, gracias a dios que hace trampas al barajar, me llega manso hasta las manos. Me río. Hago que sé qué hago y busco a alguien a quien pasarle al balón: B me dice a mí con la mano, R bosteza, S se desmarca y lanzo el balón a J que era el único que no estaba mirando, pero me da igual. La gente ha empezado a salir por la puerta de la estación. Con esa agilidad mental de un adolescente a flor de piel me fijo en una chica rubia, delgada, que agacha la cabeza y camina sin mirar hacia la cancha. Me apoyo en el póster y la miro, la miro atento para ver si me mira, si me mira la sonrío, digo, no sé de qué valdría pero sería como ponerle la ginda al fin de semana. Mírame, murmuro, mírame. No mira. Mírame, no mira, lleva las manos en los bolsillos y no mira, ¿en qué estás pensando? ¿dónde vas? Míram... digo cuando oigo gritar mi nombre, muy fuerte, y vuelvo la mirada para ver como el balón ya ha salido disparado del pie de uno de mis amigos y sin poder reaccionar, no puedo más que dejarle que se estampe en mi cara, que me lance hacia atrás, que mi cabeza rebote contra el poster y que de ahí, ya puestos, acabe acompañada por todo mi cuerpo sobre el frío cemento de la cancha. No pierdo el conocimiento, pero sí la noción del tiempo, no sé si son segundos, un mundo, pero recuerdo los fragmentos del movimiento, gente a mi alrededor, me incorporo o me incorporan, veo el balón dentro de la portería, me preguntan algo que suena como una piedra al final de un pozo y al final miro a la derecha y la veo, me está mirando, me está mirando fijamente, con esa cara de quien está haciendo un gran esfuerzo por no partirse la caja. Se gira y sigue su camino con las manos en los bolsillos, la cabeza gacha y una sonrisa que estoy seguro de que ya no esconde. La ginda del fin de semana y entre el zumbido del golpe solo alcanzo a escuchar a Yosi: las vueltas que da la vida, el destino se burla de ti, donde vas bala perdida... Alguien me pregunta: ¿estás bien? Y le contesto: ¿dónde vas triste de ti?

Zvi Sherf


Hoy termino de currar a las seis y me queda una hora de viaje por la ap-68 para intentar llegar a tiempo a mi cita. Me han invitado al partido de competición europea que el Bilbao Basket disputará ante el Spartak San Petersburgo, y no me lo puedo perder. Hoy tengo la oportunidad de ver en directo a uno de los mejores entrenadores de la historia (y esto suena a mucho, y quizás no sea tanto, pero prefiero ser exagerado). El israelí Zvi Sherf cuenta ya con 58 años. Sherf no se convirtió en entrenador principal del Maccabi de Tel Aviv hasta la temporada 83/84, hace ya la friolera (bonita expresión, ¿verdad?, que el paso del tiempo dé frío) de 26 años, pero antes fue ayudante de Rudi d'Amico en aquel equipo que ganó la Liga, la Copa Israelí y la por entonces Copa de Europa en 1980/81. También en el 84, con 33 años, le nombraron por primera vez seleccionador nacional, consiguiendo como mejor éxito un séptimo puesto en los campeonatos del Mundo de 1987. Después regresaría a la selección nacional del 91 al 97 y creo que ahora ha vuelto a ser seleccionador. En su trabajo como entrenador, además sus primeros años en Maccabi y hasta otras cinco ocasiones en las que regresó al equipo más famoso del baloncesto judío, que ya he comentado, Zvi Sherf ha entrenado a media liga israelí (Maccabi Elitzur Netanya, Maccabi Rishon LeZion, Hapoel Jerusalem, Hapoel Tel Aviv, Hapoel Galil-Elyon) y en otros países como Grecia (Aris de Salónica, Makedonikos y PAOK), Polonia (Slask Wroclaw), Francia (Limoges) y Rusia (antes Dynamo de Moscú y ahora el Spartak de San Petersburgo). Ha ganado unos dieciséis campeonatos en Israel (entre ligas y copas), dos (o tres, no tengo claros los datos) Ligas Europeas y 1 Copa Saporta.
Así que hoy le veré dirigir a su nuevo equipo, que ganó por los pelos su primer partido de competición europea, pero en la Liga rusa llevan un registro muy malo. Además de a él, tendré oportunidad de ver a un ilustre veterano como Zakhar Pashoutin, al mejor reboteador de la pasada Lega, Sharron Ford, al ex de los Rockets James White pero sobre todo a Goran Suton, del que ya hablé aquí largo y tendido durante las crónicas de la pasada NCAA. El pívot de la universidad de Michigan State acabó entrando en el draft por decisión de Jerry Sloan, pero, al final, el entrenador de los Utah Jazz prefirió quedarse con Fesenko y Koufos como pivots reservas y dejó a Suton libre. De vuelta en Europa, con la guerra ya olvidada, veremos si Suton es tan bueno como pintaba cuando llevó a Michigan State hasta las últimas rondas de la fase final de la NCAA.
Pero todo eso será sobre las ocho, hasta las seis hay curro, y me estoy escaqueando, así que... punto y final, ya sabéis mis planes para un martes cualquiera.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Casey Harriman


Lo dejé con la victoria ante Florida A&M, ¿verdad? Después vino otra victoria en el Qwest, ante Arkansas-Little Rock, donde nuestro amigo Casey Harriman regresó a las canchas ya recuperado de su gripe porcina. Jugó 8 minutos y aportó 3 puntos, 2 rebotes y 1 robo. El resto de la semana Harriman y sus compañeros se fueron de viaje a Orlando, Florida, para celebrar el día de acción de gracias jugando el Old Spice Classic, un campeonato bastante joven, con solo 3 años de historia. En las anteriores ediciones, los ganadores fueron Arkansas, North Carolina State y Gonzaga. Este año, no sé quién ha sido el ganador final, pero los católicos de Omaha ni por el forro. Tres partidos, tres derrotas, ante Michigan por 7, ante Xavier por 13 y ante Iona por 8. Casey Harriman jugó en los tres, poco y sin gran cosa que resaltar: 2 puntos y 3 rebotes en 15 minutos ante Michigan, 1 punto y 1 rebote en 7 minutos ante Xavier y 1 punto y 5 rebotes en 15 minutos en el último. Por lo tanto, en resumen, mal rollo. Poco juego, malos resultados y a la espera de que Harriman encuentre el ritmo. El bagaje en lo que va de temporada es malo, malo, pero ahora es cuando tienen que empezar a enfrentarse a los equipos de su propia conferencia, la Missouri Valley Conference. Ya veremos si la cosa mejora. Los arrendajos azules han recuperado pronto a Justin Carter, que ha sido el mejor en el estadio de Disney World, a Harriman y a Millard. Kenny Lawson Jr. empieza a pillar protagonismo por dentro, y los nuevos han aportado bastante, así que mantengamos la esperanza. La cosa acaba de empezar. Y ya está, que me estoy quedando frío aquí delante del pórtatil. La próxima vez, a ver si la estrella del instituto de Ida Grove nos trae mejor noticias. Buenas noches y un cordial saludo.

Julia Otero


Hoy es el día de cada año en el que el tiempo se detiene en los periódicos, en las secciones deportivas de los telediarios y supongo que entre los aficionados de los que se suponen son los dos equipos más importantes de la liga española. Ahora mismo, que acabo de terminar de comer y me estaba fumando un cigarrillo, en una televisión de pago, ya han empezado con el típico reportaje nostálgico sobre los Madrid-Barça. Y me he acordado de que esta semana, en un periódico afín a uno de los dos lados, publicaban una lista de las mejores frases dichas por famosos en relación a este partido. Y merece la pena recordarlas. Empezamos ya que encabeza la lista con la de la famosa periodista:
1. No me parece que Beckham esté tan bueno. Lo estaría más si jugase en el Barça (Julia Otero)
2. Nuestro rival histórico ha sido el Atlético de Madrid y no el Barcelona (Florentino Pérez)
3. De pequeño me hice del Barça sólo para llevar la contraria en mi casa ya que todos eran del Madrid (Enrique Iglesias)
4. Fue una humillación. El Barcelona pudo ganar 11-2. Los madridistas tenemos que saber perder (Esperanza Aguirre)
5. La referencia para el Madridismo es el Barça (Joan Laporta)
6. El Barcelona mira desde Cataluña hacia adentro, el Madrid desde España hacia fuera (Jorge Valdano)
7. Ronaldinho no tendría hueco en nuestro equipo. ¡A ver a quién quitas! (otra vez Valdano)
8. Un león da más miedo que el Real Madrid de Florentino (Gerard Piqué)
9. El Barça juega de puta madre (Alfredo di Stéfano)
10. Desde pequeñito, siempre he sido del Barça (Alfonso Pérez Muñoz, ésta es la mejor, de verdad)
11. No me veo en el Madrid ni en los cromos (Luis Enrique, para muchos, alias "El Traidor")
12. El Madrid aunque quiera nunca tendrá la moral del Barcelona! (Sir Alex Ferguson)
13. No hay mejor campo para sentirse culé que el Bernabéu (otra vez Luis Enrique)
14. Para que voy a hablar del Madrid si soy culé de pies a cabeza (tercera seguida de Luis Enrique)
15. Mi madre y la de Luis Enrique son las más populares en el Bernabéu (Joan Gaspart)
16. Bote, bote, bote, polaco el que no bote (Ramón Mendoza)
17. Blancos llorones saludad a los campeones (Luis, buff, Figo)
18. Madrid cabrón saluda al campeón (Samuel Etoo)
19. Lo que más me jode es que ha ganado la Copa del Rey un equipo que no es español (Chendo después de que el Barça ganara la Copa de 1990)
20. Hay pocos eventos que den tanto sentido a la vida (Joan Laporta)

Con veinte son suficientes y más que significativas, darían para analizar con profundidad sobre la calidad humana, nuestros vicios, virtudes... Mi novia acaba de bufar, por dios... ha cambiado y de nuevo, más reportajes sobre lo mismo. Lo dicho, que el mundo se detiene, la respiración se contiene... y el mundo sigue girando sobre el eje de nuestros mitos más inútiles. Atención como empezaban las noticias de Antena 3: "España entera no mira a otro sitio, todos atentos al partido de esta tarde" o algo así. Y mi novia ha vuelto a bufar, y yo a coro.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Gaspar de Espinosa


Dicen que Gaspar de Espinosa, explorador, conquistador y político de Medina de Rioseco, fue el descubridor de la provincia del Chiriqui en la actual Panamá, allá por el año 1519. Hay como unos cuatro cientos mil chiricanos y la capital se llama David, sí. A mí lo que me llama es lo de los nombres, tú, y por eso escribo esta entrada, no te creas, porque la provincia del Chiriqui está dividida en distritos que a su vez se dividen en corregimientos y entre ambos te encuentras nombres como Divalá, Querévalo, Canta Gallo, Limones, Progreso, ¡Baco!, Rodolfo Aguilar Delgado, Boquerón, Bagalá, Pedregal, Tijeras, Boquete (que se divide en Alto y Bajo Boquete), Caldera, Aserrío de Gariché, Bugaba, Gómez, Sortová, Volcán, El Bongo, Cochea, Los Anastacios, Potrerillos y Potrerillos Abajo, Los Algarrobos, Tinajas, ¡Paja de Sombrero!, Hornito, Rincón, El Nancito, Juay, Lajas Adentro, Horconcitos, Boca Chica y Boca del Monte, Tolé, Quebrada de Piedra, Justo Fidel Palacios o Potrero de Caña. Dime que no, dime que con algunos no se te va la risa estúpida y con otros la imaginación, no me digas que no, ¿por qué Quebrada de Piedra o Paja de Sombrero? Se me ocurren historias que bien podría haber escrito el poeta panameño romático José María Alemán.
Bueno, pues en el Chiriqui corren ahora mismo la Vuelta al Chiriqui. Porque los meses de finales de año son meses para conocer latinoamérica a pedales. Ahora mismo se disputan la Vuelta a Ecuador, la Vuelta a Chiapas y la susodicha Vuelta Internacional al Chiriqui, pero es que en noviembre también tenemos la Vuelta a Santa Catarina en Brasil, la Vuelta a Guatemala y la Vuelta a Bolivia. Y Octubre contaba con la Vuelta al Chihuahua, que ya está cogiendo peso en el calendario, y en diciembre tendremos la Vuelta a Costa Rica. Todo un tour por el mundo latino y por un ciclismo distinto, cuentan, pero competitivo. Y si continuo con el chiste de los nombres estrambóticos (y este adjetivo siempre es relativo, como todos), nos podemos poner ciegos mirando los nombres de los corredores que toman parte en estas carreras, de verdad, de manera frívola e infantil si queréis, pero es que entre colombianos, panameños y de más naciones de américa del sur, nos encontramos con nombres que a los europeos, incluso si somos parcialmente latinos, nos suena a chanza. Ejemplos, y solo digo nombres de pila, no apellidos: Stiver, Arley, Yoedison, Yelko, Edwin, Maicol, Huberlino, Mojamed, Marconi, Eibar, Eddier, Jefferson, Randall o Hinolt. Esos están todos corriendo ahora en Panamá, de hecho, Stiver Ortiz es el líder y Eibar Villarreal ganó la última etapa. Pero en Ecuador hay más: Exson, Ferney, Geovanny, Lenin, Asbel, Uriel o Grover. Y en Chiapas, el ganador del segundo sector de la primera etapa fue el dominicano Norlandys Taveras, casi nada.
Con lo que tenemos que he perdido media hora de trabajo haciendo el gilipollas y poniéndome en evidencia con mi ridículo sentido del humor. Por lo tanto, voy a fumarme un cigarro y vuelvo con renovados bríos a enredarme en papeleo. Mientras tanto, que me perdonen los nombrados, pero es que sus nombres, a mí, por lo menos, me chocan bastante. El de la foto es Gaspar de Espinosa, por cierto, handsome, isn't he?

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Fernando Amorebieta


Ayer me gritó un tío. De verdad, aunque parezca un blandengue de mierda, me dio miedo, y me explico. Yo venía con prisa, conduciendo (el acto de conducir creo que debería estar regulado psiquiátricamente), y cuando llego a la entrada de mi garaje, que es un rincón oscuro al final de un callejón, un viejo negocio familiar a diez minutos a pie de mi casa y que heredé de mi padre, con armarios que él mismo hizo y donde aún guardo todas sus cañas de pescar, el tío de la autoescuela de enfrente tiene el coche aparcado bloqueándome el paso. Todo lo que sigue ocurrió en menos de medio minuto. Yo pito, pero, cierto, me quedo parado en medio de la calle. El tío de la autoescuela automáticamente dice voy desde la puerta de su local. Pero, cosa de diez segundos, el coche que venía detras mío, también usa el claxon. Miro por el retrovisor y le veo gesticular. Sé qué dice y yo intento contestarle con los mismos gestos. Conversación de necios. Sigue pitando y gesticulando así que casi de manera imposible, pego el coche más al de la autoescuela, que ya está a la altura de la puerta del conductor y me está pidiendo perdón y el coche que venía detrás se pega a mi altura. Su ventana con la mía del copiloto y me mira con agresividad. Sin usar mis cuerdas vocales, le digo: ¿no ves que es cosa de un segundo, que me bloqueaban el paso? Incluso intento añadir: yo también tengo prisa y no me has dado casi tiempo ni a pisar el freno. Pero el tío no debe entender nada de lo que digo, porque pega un frenazo, echa marcha atrás, vuelve a ponerse a mi altura, baja su ventanilla y me dice que baje la mía. Obedezco y abro la boca, pero él me corta: o te pones a la derecha o a la izquierda y no me toques los cojones porque te par... ostias, cagüen mi puta madre... Pero lo que me da miedo son sus ojos, que ya no gesticula, que ha dicho todo eso con una agresividad hierática, tan flemática que sonaba a matón de encargo de los Soprano. Y ahora no me voy a hacer el valiente, pero no me dio miedo la amenaza, me dio miedo la agresividad, la potencia en sí, el origen de una reacción tan violenta por medio minuto perdido en un incidente de tráfico. ¿Cómo se puede llegar a ese extremo?
Sigo. Solo una vez he discutido en un campo de fútbol. Fue en el Nuevo Lasesarre, durante un derby entre el Barakaldo y el Bilbao Athletic. Detrás nuestro había un grupo de unos cinco hombres de mediana edad que habían venido de algún lado a ver jugar al Bilbao Athletic. Nos miraban con recelo, pero quizás cuando vieron que mi fila de amigos no éramos de los que gritábamos e insultábamos, más bien nos reíamos y nos contábamos como fue el sábado, empezaron a animarse. Uno decía que nunca volvería a aquel estadio. Otro bufaba cada vez que algún aficionado gritaba al árbitro o a un jugador del equipo rival. Tenía razón, siempre hay mucha tensión en ese lado de la grada, una tensión irracional que por más que intento comprender solo logro explicármela de una manera demasiado literaria. Pero al final, ocurrió algo que me hizo saltar. Un jugador del Bilbao Athletic, recuerdo su nombre, Gontzal, de Santurtzi, al ir a sacar de banda se encaró chulescamente con el público, se puso a su altura y se dejó llevar. En la siguiente jugada, además, hizo una entrada muy dura y volvió a mirar desafiante al público. Y la masa, aunque sea posmoderna como la que analiza Eloy Fernández Porta, no necesita mucho para entender las cosas de la manera más primitiva posible. El problema vino cuando aquellos hombres que estaban en la fila de atrás, empezaron a justificar al jugador. No a justificarlo en plan, bueno, es normal, está revolucionado y bla bla bla, si no en plan, no te jode, normal, con esa panda de brutos, que les jodan... Y entonces yo me di la vuelta y, de manera educada, lo juro, les expliqué que ellos que llevaban todo el partido quejándose de la violencia en potencia que se acumulaba en el graderío, debían entender que lo que había hecho el jugador estaba de más. Uno me gritó que quién coño me había dado vela en ese entierro, otro me decía date la vuelta y cállate, otro quiso ponerse de pie, pero yo no mi me inmuté, aunque no me giré, y les miré desafiante, como Gontzal, y quizás porque con la misma parsimonia, J, y M, y A, y V e I e incluso alguno más que no estaba con nosotros, también se giraron con flema pero sin miramientos, el que gritaba se calló, el que me pedía que me girara dejó de hacerlo y el que había intentado ponerse de pie se quedó a medio camino. Y yo, al final, me giré, pero lo que se quedó a medias me estubo repateando el estómago durante toda la semana. Y no había sido la discusión en sí, si no el diálogo que nunca hubo, la sana discrepancia, la conversación que no existió nunca. No lo entendí ni lo entendía. El partido terminó en empate, creo.
Y eso. El sábado también discutí un poco con alguien cercano por la patada de Amorebieta a Messi. Uno decía que había que meterlo en la cárcel. Otro que si hubiera sido del equipo contrario ya estaría ahí. Y mira que es difícil defender a Amorebieta y además explicar que no lo haces por forofismo, pero yo intenté ser magnánimo, comprensivo, expliqué el gesto de la cabeza del jugador, el ángulo del balón, yo qué sé, pero no, tampoco hubo acuerdo, y me rendí antes de tiempo, está bien, me estaré equivocando.
En este último caso la discusión fue sana, pero en las otras dos, no, y yo no acabo de entenderlo del todo. Igual que no entiendo las polémicas políticas porque como explica Murders solo se pueden entender dentro de un contexto político pero a mí eso me parece tan estrecho, tan ridículamente inútil. Igual que no entiendo tanta agresividad en el mundo del deporte, tanto en el estadio como en los bares, igual que no entiendo a qué coño viene esta entrada. Quizás también el fútbol debería estar regulado psiquiátricamente. Y, a pesar de eso, y de como juegue el Real Madrid, y si lo puede hacer o no Cristiano Ronaldo, el fútbol sigue siendo maravilloso, igual que la vida, Salinas.

martes, 24 de noviembre de 2009

Andre Riddick


Al momento, tú, casi como una máquina expendedora de refrescos: crónica del encuentro que acaba de terminar entre el Spirou Charleroi y el Bilbao Basket correspondiente a la primera jornada de la Copa ULEB o Eurocup o como se llame ahora. Victoria de los bilbaínos por más de diez puntos, gracias a un encuentro muy serio, con una defensa eficaz, trabajo en equipo y buenos sistemas sobre todo en el pick and roll. Todos los jugadores han aportado: Salgado, 10 puntos y 6 asistencias, Mumbrú, 13 puntos y 5 rebotes, Banic, 17 puntos y 3 rebotes y Guardia, 12 puntos y 4 rebotes, pero cerca de las dobles figuras se han quedado jugadores como Markota con 9 puntos y Conley con 7, resumen evidente de que el equipo ha funcionado en conjunto. Por los belgas, han jugado bien el base Tabu, que el año pasado no jugaba o el americano Wilkinson. Mi amigo Riddick, lider histórico de las estadísticas reboteadoras y taponadoras de la Copa ULEB se ha quedado en 3 puntos. Verle jugar es como si a la tele se le hubiera ido el color, viajar en el tiempo. Con ese físico que recuerda a un cruce entre Manute Bol, Mo Malone, Olajuwoon y Jabbar por las gafas, Riddick sigue jugando a punto de cumplir los 37 años y después de haber viajado por los Estados Unidos, Japón, Francia, Venezuela, República Dominicana y Tailandia. Al final, ha perdido un poco los papeles en un roce con Mumbrú y ha vuelto a demostrar que a algunos pívots lo de los tiros libres no se les da nada bien. Pero bueno, lo dicho, que ya se me abonarán estas crónicas tan inmediatas algún día, y, en resumen, buen partido de los bilbaínos que han conseguido domar las lagunas repentinas que les atacan esta temporada y así empezar con buen pie en la competición europea. Ala, con esto y un bizcocho...

domingo, 22 de noviembre de 2009

Casey Harriman


Ya estamos de vuelta con nuestra particular crónica de la temporada NCAA. Por segundo año consecutivo, seguiremos la andadura de los chicos de la universidad católica de Creighton, en Omaha. Ya conocéis el Qwest Center, ya me habéis oído hablar de ellos, ya sabéis que sigo sin saber dónde coño está la estrella del año pasado, Booker Woodfox (perdí el interés cuando leí en un blog que presuntamente Woodfox no quería jugar en Europa porque allí había muchos conflictos bélicos, aunque no sé si es cierto), y ya conocéis que relación (prácticamente no relación) tuve con Casey Harriman y que no es más que una disculpa para enredar un poco en el mundo del baloncesto universitario.
Pues bueno, tras un par de victorias en partidos amistosos, los bluejays inauguraron la temporada con una derrota en Dayton, Ohio. Los de Nebraska perdieron por diez puntos, 80-90, ante la universidad local. Eso sí, la semana pasada, se repusieron con una contundente victoria por 78 a 53 ante la Florida A&M. Prácticamente ahora mismo, los de Casey Harriman se enfrentan a Arkansas-Little Rock, también en Omaha. Pero de eso, ya os hablaré el domingo que viene, después de que esta semana también jueguen el Old Spice Classic.
Como decía, los bluejays se estrenaron con derrota ante una universidad competitiva, la de Dayton, donde destacan el alero Chris Wright que consiguió 25 puntos y 8 rebotes y el jugador exterior Chris Johnson, que a sus 18 puntos, añadió 15 rebotes. Por los bluejays, decepción para todos los que os interesáis por nuestro amigo, Casey Harriman, que había sido titular en los partidos de exhibición. El de Ida Grove no jugó porque está enfermo, al parecer, está afectado por la gripe porcina. Así lo confesó su entrenador, Altman, que también tiene de baja a Chad Millard y a Justin Carter, quien puede que vaya para largo. Así pues, Wayne Runnels, uno de los nuevos, tomó el liderazgo del equipo con 16 puntos y 9 rebotes, aunque hasta otros cuatro jugadores estuvieron por encima de los diez, Darryl Ashford, Cavel Witter, Ethan Wragge y el que debe coger el relevo de Booker Woodfox, P'Allen Stinnett, con 18 puntos.
Con tanto inconveniente, los bluejays se presentaron ante su afición con el temor de romper una larga racha de exitosos debuts, pero no fue así. Ganaron fácilmente a la humilde universidad de Florida A&M, con un gran partido de Ashford y Wragge, dos nuevos, con 17 y 16 puntos respectivamente y el pívot titular Kenny Lawson Jr, 11 puntos y 6 rebotes. Nuestro amigo Harriman, sigue en reposo.
En resumen, la lectura positiva es la aportación de los nuevos y la sensación de que el equipo puede ser muy competitivo cuando Justin Carter, Harriman y Millard se incorporen al equipo. Esta semana, ya veremos como les va en el Old Spice Classic, donde se enfrentarán a Michigan y después puede que a universidades tan potentes como Alabama, Marquette o Florida State.
Ya os contaré, y a ver si el pobre Harriman se repone cuanto antes de la swine flu.

Tony Cascarino


Cuando jugaba un kino, su jugador preferido era Tony Cascarino. Música y humor: CascaCascaCascarinooooou. Dejó el colegio a los trece años y aprendió a conducir. Cinco años viendo fútbol y recogiendo ferralla. A los dieciocho se sacó el carné. Le dieron la ruta del este de Francia. En Marsella se compró una camiseta del Olympique, detrás, el nombre de Tony Cascarino. Tony Cascarino. Tony Cascarino. Suena a cascabeles. Sigue conduciendo el camión por el norte de Francia. Cerca de Portbou para en un bar de carretera. Le saludan detrás de la barra. Hola, Tony, le dicen, ¿Lola?, ¿como siempre? Lee su biografía, y sueña que algún día se casa con Lola y tienen un niño al que llaman Tony. Internacional con la selección de Irlanda, ¡por qué no! Al fin y al cabo, se dice frente al espejo mientras se afeita, Cascarino era inglés y fue internacional por Irlanda porque sus padres eran irlandeses. Con lo que nadie contaba, repite de memoria mientras se perfila la patilla izquierda, era con que Tony era adoptado. Una noche en Portbou, los dos desnudos y fumando, dijo las pocas palabras que quería decir: Lola... ven conmigo. Tuvieron una niña, que se llamó Lolita. Primero perdió la ruta, luego el camión, y finalmente a Lola y a Lolita. Empezó a jugar al póker, a beber, y cambió su verdadero nombre por el de Antonio Cascarinez. Un día en otro prostíbulo le contaba a una puta: Cascarino fue un gordo hijodeputa, juerguista, un delantero torpón hasta que a los 31 años se fue a Francia, y, pum, se dijo que a partir de entonces se iba a dejar de gilipolleces, iba a ser un profesional y dedicarse al fútbol. Fueron sus mejores años y jugó hasta los 38 años. ¿Y quién dices que era ése? Le pregunta la puta mientras empieza a vestirse. Tony Cascarino, y algo se casca. ¿A qué se dedica ahora el amigo Cascarino? La puta se ha dado la vuelta para verse en el espejo. Él se ha puesto de pie, se ha acercado a la ventana, corre la cortina, algo se ha cascado, Tony Cascarino, Tony Cascarino, Tony Cascarino... Juega al póquer, escribe en un periódico... Fuera la noche parece ensordecer el murmullo de la autopista. Las farolas de la comarcal alumbran una hilera de coches abandonados junto al arcén. La pared vibra, apenas imperceptible, retumba por la música del piso de abajo. Pues que bien, escucha como la puta sube una cremallera, y añade: ¿y a ti que coño te ha dado el puto Tony Cascarino ése? Tiene 31 años, piensa, y una hija pequeña que se llama Lolita a la que no ha visto en seis meses, piensa. La puta no espera: bueno, hijo, sabes qué toca ahora, ¿verdad?

viernes, 20 de noviembre de 2009

Thierry Henry


Tendré que pedirle al maratoniano que anda por París que me cuente como se está viviendo esto en el país vecino. Ya no nos sorprende ver como el fútbol abandona los terrenos de juego para alcanzar los rincones más insospechados. Los protagonistas se suceden: seleccionadores, presidentes de federaciones, comités, ministros... Todo el mundo a manotazos por una mano. Y en todo esto, un protagonista ofrece sensatez, justo el mismo que ha cometido la triquiñuela. Henry confiesa sentirse avergonzado y asegura que la mejor solución sería repetir el partido. También he leído que el propio Henry decía que sobre el campo le comentó al árbitro que había tocado el balón con la mano. Nunca hay mejor solución que mirar hacia otro lado, ¿verdad? No es solo la más sencilla, si no la más rápida y la menos dolorosa. El tiempo lo cura todo, y si no cicatriza, al menos se olvida. No quiero ni imaginarme como estarán mis amigos irlandes. Seguro que ahogaron la pena de la misma manera que lo habrían celebrado. Con el poco bagaje de experiencias que tengo a los 33 años, menos consecuencias puedo sacar para ser un hombre de fuertes ideales y de grandes convicciones, que supongo que tengo, algunas, las menos, pero más que nada soy un animal dubitativo y en proceso, por eso, son pocas las lecciones que he conseguido aprovechar aún. Una de ellas, repetidas varias veces, me ha ayudado a hacerme una pregunta que ya empieza a ser recurrente: ¿cómo puede ser tan fácil vivir con la conciencia sucia? Porque nuestra conciencia es mucho más poderosa de lo que creemos. Sin embargo, día tras día, la gente es capaz de librarse de ella y seguir viviendo con una alevosía que no entiendo. Quizás Henry se ha hecho la misma pregunta.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Shannon Brown

Lo siento, últimamente está la cosa jodida y no tengo tiempo de escribir, y mucho menos de escribir nada interesante, si es que alguna vez lo he hecho. Nuevas obligaciones laborales, un zapatero del conforama que hay que montar, viejas obligaciones laborales y tareas colaterales que me apetecen mucho más pero apenas puedo acometer, y me gusta que haya usado el verbo acometer porque da lugar a metáforas que últimamente tampoco tengo tiempo para hacer. Pura alegoría. Ni tengo tiempo para leer la prensa deportiva, pero esta mañana me he dado un lujo y he bajado a tomar un café. Hasta estaba vacilón y menos mal que la camarera me conoce desde hace años. Cigarrillo, café con leche y el marca a mano así que qué remedio. Después he ido a casa y he seguido con el lujo, más relax, vamos a enredar por internet, y como el marca andaba por la red, qué remedio. Me he puesto a ver los vídeos de la NBA, bostezando y todo: la mejor filigrana de Kobe y el tapón más brutal del curso, decía uno. Éste:

Pobre Shannon Brown, con lo bien que le iba a quedar. Porque todo el mundo se queda con Maxiell y su esbozo en el aire, pero ¿y la participación tan necesaria del que se lleva el tapón?
No es el mejor, otros blogs antes que éste han apuntado al que le hizo Laphonso Ellis a un tipo de los Dallas Mavericks de cuyo nombre no quiero acordarme, como el mejor tapón de la historia:

Y quién no recuerda los cuatro tapones seguidos de aquel milagro de la naturaleza llamado Manute Bol, cuya historia da para mucho más que una entrada y quizás por eso nunca la he escrito:

Y en España hay muchos, muchos, y el que yo recuerdo quizás es fruto de mi imaginación, que casi es lo mismo que mi memoria, y puede que por eso no haya encontrado el vídeo, ¿alguien se acuerda de un tapón espectacular de Mike Smith sobre Arvydas Sabonis con dos manos y quedándose el balón al estilo Laphonso Ellis? Hace unos años, ¿no fue Javi Rodríguez quien le puso un tapón a John Peter Ramos quien probablemente le sacara más de 30 centímetros? No sé si hoy mismo, porque no he visto bien la jugada, le ha puesto uno Javi Salgado, 1'80, a Martynas Andriuskevicius, 2'17. Y habrá cientos, pero ni los conozco ni los recuerdo (ni me los imagino ya).
Y de postre ya esto. Un video con los mejores tapones de la historia de la NBA que no tengo ni idea de dónde ha salido, ni tan siquiera lo he visto entero, pero va:

domingo, 15 de noviembre de 2009

Nikolai Valuev

Mi entrada va a ser de lo más frívola, vaya por delante, porque yo de boxeo no entiendo nada. He visto las pelis de rocky y raging bull un par de veces, pero de ahí no me saques. Si quieren hablar de eso, llamen a Ray Loriga. Recuerdo que por aquí hubo un boxeador bastante bueno en un gimnasio de Sestao. Un sábado de fiesta un amigo buscó bronca con un desconocido que se mostraba especialmente seguro de sí mismo a pesar de ser enclenque y torpe. Unos minutos más tarde descubrimos quién era uno de los amigos de su cuadrilla. Si me piden que les diga nombres me los sé, claro, desde Legrá o Urtain hasta Cassius Clay o De la Hoya, pasando por Poli Díaz o Pacquio, quien, precisamente hoy, es protagonista en las portadas de algunos periódicos digitales bajo titulares como el de haberse convertido en el mejor boxeador del mundo. Los nombres me los sé, pero eso no vale de mucho. Vale, sí que vale, ¿eh? A veces sabes unos nombres, y con un poco de capacidad comunicativa y performativa, ya consigues aparentar lo que realmente no es: los libros no se leen, le decía una doctoranda a mi amigo, los abres, los hueles... y ya está. Pues eso, que yo no entiendo nada de boxeo, pero sin verle boxear, la figura de Valuev ya me impresiona. Me impresiona porque su físico es impresionante, con 2'13 de altura y 150 kilos de peso, ha sido el boxeador más alto y más pesado de la historia, según tengo entendido. Por supuesto, su presencia física no es solo cuestión de altura y peso, sus rasgos, que ya es acostumbrado relacionarlos con un famoso personaje del cine de dibujos, le dan un carácter agresivo y poderoso que, a mí, me animan a buscarle el reverso, a encontrar el lado escondido de tanta voluptuosidad corpórea. Tengo entendido que sus aficiones son la caza, la pesca y su todo terreno, además de leer. Dicen que tiene un verbo con ritmo, que cita a Dostoievski y que demuestra una sensibilidad ajena a la impresión de su físico. No se descubre nada nuevo, pero en el caso de Valuev, su profesión y las medidas desmedidas, lo multiplican por cien, lo convierten en una exageración simbólica que, conmigo, por lo menos, funciona. Ahora solo me queda verle boxear.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Armando Ribeiro


Por fín tengo un cable. Un cable que me conecta al mundo. Un cable que me devuelve a mi rutina virtual. Qué putamente extraño se ha vuelto el mundo. Las carreteras son cibernéticas, los lazos que nos unen teóricos, la identidad no es más que un burdo asunto metafísico que solo les importa a los doctorandos. Llevo dos días en Cádiz. He pasado de la ponencia plenaria de Ben Okri y me he ido a tomar unas cervezas con Eduardo junto a la plaza Manuel de Falla. Ayer me perdí en el Pópulo. Laberinto de callejas. Mi vista se perdía en los portales. Todos sin fondos, con patios floridos, oscuros, rizomáticos. El rizoma de Deleuze. La poesía de E. E. Cummings, la memoria del holocausto. Aula 3. Me toca el segundo. Hangover, fear and loathing in Las Vegas, How I Got Cultured, ¿de qué coño estoy hablando? El mundo es extrañamente postmoderno, como Armando Ribeiro. Llegué a Cádiz a las ocho de la noche, Hotel Las Cortes, me registro, cuelgo las camisas, un par de llamadas y vuelvo a la calle. No sé a dónde voy. Pregunto a una pareja de autóctonos que miran el escaparate de una relojería. Me acompañan. El hombre me cuenta que el no entiende el fútbol como un asunto de rivalidad regional. El fin de semana pasado, ostias entre los del Betis y el Cádiz, ¡treinta y siete autobuse lleno de borrashos! me dice. El restaurante cerrado. Callejeo: calle compañía, sagasta, enrique de las marismas. Nadie pone el partido. Encuentro un local: Salón Bahía, o algo así. Gente del vulgo. Currantes. Beben cerveza. Gritan, pisha. Se golpean. Barba de tres días, cuerpos fláccidos, relamidos. Grasa. A los tres minutos mete gol Llorente. Grito y un señor de venerable barba blanca me acompaña. El camarero me pregunta: ¿ese e armandoooo? Y le digo que sí con la cabeza. Armando de Cádiz. Miraloquetedio, le dice uno al otro, yoquieroqueganelbilbaopoelcaparró. Y yo me río. Sonrío. Entra un travesti. Es un travesti, coño. Llevo cuatro cervezas ya. Otro. Empate a dos. Puta mierda, me vuelvo para el hotel. Campbell, Glotfelty, Boardman... teorías, nombres, Cádiz, ¿qué coño hago aquí? Eduardo dice que se vuelve al hotel, mañana a las nueve le toca hablar de David Lynch. La última la tomamos en el Club de Tenis. ¡En el Club de Tenis! Se va, yo me junto, al grupo, con nuestras etiquetas, con nuestros nombres, con nuestros teléfonos móviles, con nuestras hipótesis, nuestros sesudos artículos, nuestros errores, nuestras exnovias, y novias, y cumpleaños sin regalos. En el casino de Cádiz, lunch. Krunch. Protocolo, anécdotas, asociaciones, poderes fácticos, estado de la cuestión pero todo el mundo deja el lacón en el plato. Volvemos al hotel, me acompañan hasta la puerta pero hago que entro y me vuelvo, me meto en un bar, hay un concierto, pido una heineken que me sirve una sonriente camarera adolescente y extranjera que luego sale a la pista y baila ojalá no te hubiera conocido nunca mientras dan palmas y entran gaditanos que piden ron con agua dos cubatas gin tonic y yo de pie mientras fumo bebo heineken pienso qué coño hago aquí. ¿Qué coño hago aquí? Armando Ribeiro, Deleuze y un cable que me conecta a la rutina, a mi vida virtual. El mundo es inaprensible, indefinible, puramente gaditano, como las callejas del Pópulo.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Robert Enke






















Demasiadas noticias luctuosas en poco tiempo. El blog va a acabar cogiendo un aire elegíaco que no me motiva, la verdad. El último ha sido Robert Enke, el antiguo portero del FC Barcelona y el Tenerife que, al parecer, acabó con su vida lanzándose a las vías del tren en Hannover, Alemania. Kaarem Abdul Jabbar anunció que sufre un tipo raro de leucemia, pero, al menos, encaró la noticia con optimismo, dejando bien claro que a sus 62 años iba a luchar más por superar esto que por ganar la NBA. Hace unas semanas fueron dos venerables hombres del arte, uno del cine, José Luis López Vázquez, y otro de las letras, Francisco Ayala. Al mismo tiempo que fallecía otro hombre indispensable en la historia académica del siglo que dejamos atrás, el antropólogo francés de origen judío, Claude Lèvi-Strauss. Al menos, estos tenían 87, 103 y 100 años respectivamente, que probablemente para muchos no sea consuelo, pero es que Enke solo tenía 32 años, y el último que me queda, Agustín Sagasti, 39.
Como ya habrán podido adivinar los asiduos al blog, el más emotivo para el que escribe ha sido el del ex corredor de Mungia, al que ya dediqué una entrada hace mucho tiempo. Sagasti fue encontrado muerto hace unos días en su apartamento y, desde entonces, algunos comenzaron a elucubrar sobre su fallecimiento. Laiseka confirmaba hoy en las páginas de Deia que Sagasti se había suicidado, al tiempo que se lamentaba y decía no explicárselo. Todo el mundo coincide en señalarlo como una persona humilde y de gran carácter que vio truncada una carrera deportiva prometedora en aquel descenso de los Valles Mineros, cuando se le cruzó un Ford Fiesta en el vértigo de su destino. En la entrada que en su día le dediqué, ya rememoré aquella primera victoria que dedicó a la ilusión de miles de aficionados que veían el comienzo de un equipo que tanto ha crecido hasta hoy. Sagasti fue el primero en ganar y también, desgraciadamente, ha sido el primero en decir adiós. Un socio del Euskaltel Euskadi recordaba aquella primera victoria hoy, en el periódico Deia, con anécdotas que dan más emotividad a aquel día. Yo tampoco lo entiendo. Y espero que cese la racha. No tengo tiempo para contar más, y menos las ganas que me quedan. Un abrazo a todos los que les lloran.

martes, 10 de noviembre de 2009

David Murders


and the Representatives of Evil. ¿Por qué aquí? Porque, a veces, escribir es más largo que una maratón y más duro que un combate de boxeo. Porque si algo te enseña el deporte es que el esfuerzo merece la pena. Lo mismo la literatura. Porque el trabajo de equipo siempre debe primar ante la individualidad, y, por ello, nunca está de más echarle un cable a los colegas. Porque en este mundo sistematizado, estandarizado, televisado y semanalizado por las revistas culturales de los periódicos, hay que buscar cualquier otro medio para darle luz y publicidad al talento y a las obras de arte alternativas, distintas o personales, llámalo como quieras. Porque el deporte también tiene algo de literario y mucho de rock and roll, y todo de cultura popular, o, al menos, en este blog, nos hemos empeñado en encontrarlo. Porque sí, en definitiva. Porque todo aquel que quiera y que lo tenga cerca, puede acudir al Elkar de Pozas en Bilbao el 27 de Noviembre a la presentación del libro de David Murders and the Representatives of Evil, pseudónimo o heterónimo de un bilbaíno que jugaba al baloncesto cuando estudiaba en Maristas, creo. Ya me corregirá si me confundo. Y los que lo tengan lejos, siempre pueden esforzarse en conseguir el libro por otros medios. Terrorizer, que así se titula, tiene de obra literaria lo que aquí no desgranaré porque no es el foro, pero tiene de deportivo, el esfuerzo y el valor de las hazañas románticas, a veces frustradas, épicas como son épicas las pequeñas historias que no van a cambiar el mundo, que tantas veces hemos intentado describir aquí. Así que, a los que además de correr, practicar cualquier deporte o verlo por televisión, también os gusta ejercitar el físico más etéreo, no dudéis en haceros con el libro. Para más información: david murders & RoE