martes, 4 de diciembre de 2018

Gregorio Blasco



Esto no es cosa del mes pasado, llevamos años viviendo el movimiento incesante de jugadores de fútbol profesional que emigran a ligas que nos siguen pareciendo exóticas, aunque lo hagamos percutiendo una y otra vez en el mismo error eurocéntrico. No sé muy bien lo que quiero decir, o sí. Pero el caso es que hasta algunos periódicos deportivos de tirada nacional tuvieron que crear secciones para ser más rigurosos y seguirles el rastro a todos esos jugadores nacionales que se dispersaban por una variedad inabarcable de ligas internacionales. Empezó hace tiempo, años después de la ley Bosman, y quizás sea un reflejo de la visión mercantilista y globalizadora que rige ahora el fútbol mundial.

Me ha llamado la atención que, en este caso, el Athletic Club de Bilbao siempre pareció un poco apartado de estas tendencias. Expliquémonos, porque, así dicho, parece muy bruto e incorrecto. Los movimientos migratorios (llamarlo así puede resultar hasta insultante, pero, al fin y al cabo, emigrantes son los que se van) en el fútbol profesional se suelen dar en dos niveles. Y esta es una opinión personal. Uno, el más mediático, suele suceder cuando los jugadores tienen pedigrí o ascendente y son piezas de un mercado exigente y agresivo. Se pagan cláusulas o se negocian montantes, más o menos desorbitantes, para que equipos, a menudo con mayores poderes económicos que los que poseen al jugador apetecido, le capten o se apropien de sus derechos. Muy sencillo. Hay otro nivel, sin embargo, que sería el de esos jugadores menos mediáticos y relevantes para el mercado que buscan otro incentivo fuera de sus zonas de comfort, bien sea buscando una experiencia distinta, creyendo en la posibilidad de medrar en su estatus futbolístico o respondiendo a mejoras laborales que no suelen ser tan impactantes como las del primer nivel mencionado. Jugadores de ligas menores que firman por equipos de primera división en ligas con menos impacto económico en el fútbol internacional, llámalo Chipre o Polonia, muy de moda en el fútbol español como una salida socorrida, o ya sean Catar, Emiratos Árabes, Arabia Saudí, China, Japón u otros nuevos mercados pujantes y adinerados, si eres afortunado, ya seas del nivel 1 o del 2, porque, probablemente, tu nómina sea más envidiable en estos casos. Dentro de ese nivel 2, se podrían hacer distinciones o subniveles, por supuesto. No es lo mismo partir a lo desconocido en edad de meritorio que cuando ya se anuncia el ocaso de tu carrera. Entiendo que las motivaciones pueden ser muy distintas.

Volviendo al Athletic Club de Bilbao, casos recientes que pudiéramos incluir en el primer supuesto o nivel ha habido. Y muchos. Los hubo antes: se fue Bixente Lizarazu al Bayern de Munich, y eso que acababa de llegar, o Asier del Horno al Chelsea. Pero, en general, los traspasos o abandonos más significativos han ocurrido en época reciente, sobre todo, después del año de éxito europeo que comandó Marcelo Bielsa. Bien mediante el pago íntegro de la cláusula de rescisión (Ander Herrera, Javi Martínez, Aymeric Laporte o Kepa Arrizabalaga) o por la finalización del contrato (Fernando Llorente o Fernando Amorebieta) son varios los casos en los años más cercanos.

Ejemplos del segundo nivel, me atrevería a decir que no eran tan numerosos ni llamativos en el caso del club vizcaíno. O, por lo menos, si hacemos una distinción por subniveles y nos fijamos en los jugadores más jóvenes o en los que aún podrían declararse en edad de rendimiento pleno. Es distinto si el jugador sale desde la primera plantilla, después de una carrera larga, o si hablamos del excedente de jugadores de la cantera, ya hubieran llegado al primer equipo o no. Normalmente, hasta ahora, los jugadores jóvenes o en edades tempranas que salían fuera de Lezama y dejaban la institución, lo hacían, generalmente, en el ámbito local, enrolándose en otros equipos nacionales, ya fueran de la primera, la segunda o incluso de otras categorías menores. Escribo unos pocos y recientes: Unai Bustinza, Erik Morán, Mikel Vesga, Javier Eraso, Álvaro Peña, Ibai Gómez, Sabin Merino, Jonás Ramalho, Guillermo Fernández, Iñigo Egüaras, Markel Etxebarria, Unai Medina, Borja Viguera, Mario Barco, Xabier Etxeita... Todos son jugadores recientes, unos pocos ejemplos, que tanto habiendo formado parte de la primera plantilla como llegando tan solo al filial, salieron del Athletic Club para encontrar acomodo en equipos de primera y de segunda, pero siempre en ligas españolas. No era tan común, repito que es una sensación particular, ver a jugadores con pasado rojiblanco haciendo las americanas, viajando lejos de su entorno, destacando en ligas que, incluso, se escriben con alfabetos distintos. Los casos más habituales eran los contrarios, jugadores ya veteranos, mirando hacia la jubilación deportiva, que se aventuraban hacia una experiencia final o querían apurar unos ahorros: Javi González se fue a Israel con 32 años; Ismael Urzaiz un año al Ajax holandés tras once temporadas en la primera plantilla del Athletic; Fran Yeste, habiendo cumplido los mismos años de carrera que Urzaiz, viajó a Emiratos Árabes Unidos y a Grecia; Andoni Iraola se despidió del Athletic tras una temporada más que estos dos y vivió una experiencia distinta en Estados Unidos; Ander Murillo se fue a Chipre con 28 años, tras haber dejado el Athletic y pasar por Celta y Salamanca; Igor Gabilondo jugó en el mismo equipo que Murillo antes de retirarse; Ustaritz Aldekoaotalora, tras siete temporadas en el Athletic, y un breve paso por el Betis, probó en Georgia y Portugal; Aitor Karanka jugó en el Colorado Rapids de los Estados Unidos antes de retirarse y empezar su carrera como entrenador; en Grecia estuvieron Josu Sarriegi y Pablo Orbaiz, el segundo, después de once temporadas en el Athletic, en las que llegó a ser capitán, y pasando luego por Rusia; Kike Sola pasó una temporada cedido en Inglaterra; y Carlos Merino, que llegó de allí, salió pronto del Athletic, jugó varios años en segunda, y antes de volver a la península para jugar en segunda B y retirarse, emigró a Austria y Grecia. Aún hay alguno en activo, como Borja Ekiza, quien aún juega en Chipre; o Igor Angulo, quien, a sus 34 años, ha encontrado el éxito en Polonia tras buscarlo en Grecia y Chipre y durante años en segunda y segunda B; o el delantero Urko Vera, quien sigue en Rumanía, jugando para el Cluj. Los hay, incluso, que volvieron y aún están en activo: a sus 35 años, el navarro Mikel Arruabarrena aún juega en el Pontevedra de la segunda B, pero hasta llegar ahí, le costó debutar en primera con el Eibar, tenía 31 años, y para ello se labró una carrera en segunda, segunda B y Polonia; en la misma categoría, pero en el Badajoz, juega otro delantero salido de Lezama, Eder Díez, que pasó antes varios años intentándolo en Portugal; también ha vuelto a segunda B, en este caso más cerca de casa, al Barakaldo, David de Paula, quien, tras salir de Lezama, pasó por Alicante, Lemona, Ponferradina, Palencia y Logroñés antes de triunfar en Austria con el Wolfsberger y fichar por el histórico Austria de Viena; más corta fue las experiencia de Ager Aketxe en Canadá, donde estuvo cedido por el Athletic y ahora juega en el Cádiz de la división de plata; o la de Jon Aurtenetxe en Escocia, volviendo también a Bizkaia, donde juega ahora para el Amorebieta de la segunda B; Gorka Elustondo llegó al Athletic desde la Real Sociedad, se marchó al Atlético Nacional de Colombia y ahora juega en el Rayo Vallecano de la Liga BBVA; Aritz Borda, central de Real Sociedad B y Bilbao Athletic, ha jugado en Chipre, Tailandia, Rumanía y Australia; y, por supuesto, más mediático fue el traspaso de Yuri Berchiche de la Real Sociedad al PSG francés y su regreso a Bilbao, donde jugó en juveniles antes del salir a la cantera del Tottenham Hotspurs, al mismo tiempo que Mikel San José, ahora en la primera plantilla del Athletic, salía también a la cantera del Liverpool.

Excepto, quizás, en los casos de Berchiche y San José, jugadores en edad juvenil que prefirieron salir a Inglaterra e intentarlo en otro contexto, el resto de los jugadores mencionados arriba cumplían con lo que describimos en el nivel 2: o bien jugaban en categorías menores y vieron la posibilidad de medrar, mejorar sus emolumentos o vivir una experiencia; o se encontraban al final de su carrera y decidieron probar algo nuevo. Lo que me ha sorprendido ha sido encontrarme, en una sola temporada, hasta siete jugadores que, habiendo salido de Lezama, y sin que ninguno llegue a los 30 años, se encuentren ahora en lugares tan distantes como Chipre, México, Holanda, Polonia, Bélgica o Israel.

En México, está Unai Bilbao. A sus 24 años, y tras cumplir el ciclo del Bilbao Athletic sin llegar a debutar en el primer equipo, decidió probar suerte en el Atlético de San Luis mexicano, equipo que disputaba la segunda división del país. Hace unos días, precisamente, Unai Bilbao acaparaba la atención de la prensa bilbaína porque su temporada está siendo mayúscula: titular indiscutible, ha colaborado, marcando goles incluso, para que su equipo juegue la final del play off de ascenso y aspire a tal logro, para lo que deberá batir al Dorados que entrena Diego Armando Maradona. Precisamente este fin de semana, se jugó la eliminatoria y el equipo de Unai Bilbao derrotó al equipo del entrenador argentino, consiguiendo un ascenso que el central vizcaíno ha disfrutado como titular. En Polonia, juegan Sergio Mendigutxia e Iker Guarrotxena. El primero lo hace en la segunda división, en en el Star Mielec. Llegó allí desde UD Sanse de la segunda B. A sus 25 años, y tras pasar por Baskonia y Bilbao Athletic, su momento de gloria llegaría en el filial del Spórting de Gijón, ya que su buen rendimiento le llevó a debutar en primera división con los asturianos y, precisamente, en San Mamés, si no me confundo. Iker Guarrotxena es un año mayor, aunque, a día de hoy, que escribo esto, aún tiene 25 años porque los cumple en diciembre. Él no llegó a debutar en liga con el primer equipo, pero dejó buenas sensaciones en el Bilbao Athletic antes de salir a otros equipos de segunda. Ahora, juega en Primera división, pero en Polonia, para el Pogon Szczec, donde, precisamente en la penúltima jornada, marcó un doblete que le dio la victoria a su equipo y le situó entre los cinco primeros. En Chipre, juega el más veterano en esta lista, Isma López, quien cuenta ya con 28 años. Su entrada en Lezama causó un pequeño revuelo en la de Tajonar. Salió del Bilbao Athletic para volver tras pasar por Zaragoza B y Lugo y debutar en primera con el Athletic antes de marcharse al Spórting de Gijón. Este año firmó por el Omonia Nicosia de la primera división chipriota donde también juegan varios españoles y otros ex jugadores de las ligas españolas como Raoul Loue, Marco Motta o Mickael Gaffoor. Por cierto, entrenando, que no jugando, en Chipre, se encuentra, como ya sabemos casi todos después de su exitoso periplo en las clasificatorias europeas, Andoni Iraola, quien tiene al AEK de Larnaca, donde Ander Murillo es su director general, en cuarta posición. En Bélgica, juega el menudo lateral Urtzi Iriondo, titular en el último filial bilbaíno en jugar en segunda división. Encadenó dos cesiones seguidas, sin mucho éxito, en Granada y Elche, y ahora juega en un Union Saint-Gilloise que ocupa la segunda posición tras el líder Mechelen e Iriondo lleva cinco jornadas consecutivas sin jugar. A Israel, se marchó Enric Saborit, quien llegó a Lezama para jugar en el juvenil desde Cataluña y llegó a disfrutar de minutos en primera en diferentes épocas, incluyendo la más reciente con José Ángel Ziganda. Su equipo lidera la Liga, él no es titular indiscutible pero ha jugado e incluso ha marcado algún gol. Finalmente, en Holanda, vive y juega ahora Iker Hernández, delantero guipuzcoano que llegó a Lezama para tener un breve paso por el Bilbao Athletic tras jugar cedido en el Barakaldo por la Real Sociedad B. Internacional en categorías inferiores, su progresión, que le llevó a debutar en primera división a las órdenes de David Moyes en la Real Sociedad, se frenó y ha decidio darle un vuelco y buscar una aventura en un país extranjero. En una entrevista reciente, explicaba que el Den Bosch es un equipo que ha caído en manos de un empresario ruso que ha metido dinero y ahora aspiran al ascenso. De hecho, ahora mismo, lideran la clasificación de segunda en Holanda e Iker Hernández lucha por encontrar un hueco en el equipo que le está costando conseguir. Como explicaba en la misma entrevista que hemos mencionado antes, llegó al equipo en agosto, cuando la liga ya estaba en marcha y el equipo estaba formado, con lo que le está costando entrar en la dinámica. 

No hemos pretendido ser exhaustivos ni concluyentes. El jugador que más temprano debutó en el Athletic, de todos los mencionados aquí, creo que fue Aitor Karanka, quien lo hizo en 1993 y cuatro años más tarde firmó por el Real Madrid, de donde volvería. Precisamente allá por 1997, debutaría en el Athletic Javi González, otro de los mencionados aquí. Es decir, que, evidentemente, todos estos movimientos listados aquí tienen un nacimiento con cercanía al cambio de siglo y un crecimiento exponencial en los tiempos más recientes. No quiere decir que no hubiera casos antes, aunque fueran pocos, y no hemos querido incluir aquí los casos más históricos, aquellos que elevarían la división doble que propusimos antes, a triple. Serían los de aquellos jugadores del Athletic que, por trágicos eventos ajenos al fútbol, se vieron obligados a huir del país y exiliarse. Solo para que quede constancia de esa ausencia, le daremos titular y fotografía a uno de ellos, que sirva de ejemplo de lo que no hemos incluido aquí. El portero mundakarra Gregorio Blasco emigró a México a finales de los años 30 del siglo pasado, después de jugar en el Athletic de 1927 a 1936, una fecha, la última, que nos deja bien claro por qué viajó a México y acabó muriendo en México D.F., con la doble nacionalidad, y tras alargar su carrera en aquel país, excepto por un breve periodo de tiempo en el que se embarcó en la aventura argentina y jugó para River Plate. Si, por cierto, queréis averiguar más cosas sobre Blasco o cualquiera de aquellos jugadores que siguieron sus pasos o los adelantaron, podéis encontrar recursos en internet, como por ejemplo, la web de la que sacamos la fotografía que ilustra esta entrada, Memorias del Fútbol Vasco, aunque nosotros llegáramos a ella a través del buscador de imágenes de google. Probablemente, en un futuro cercano, los candidatos a incluirse en estas listas, incompletas y relativas, ya lo hemos repetido en varias ocasiones, se multipliquen, pero, sin duda, ya hoy en día, dejan entrever los cambios en el fútbol moderno, cambios que, incluso, afectan más allá de lo meramente futbolístico. Si para bueno o para malo, queda a la opinión de los afectados y de los que quieran opinar. 

Para terminar, un caso curioso, que podría dar lugar a una entrada única, sería el de Justo Ruiz, actual entrenador, si no me equivoco, de la selección de fútbol de Andorra en categoría sub 21. El de la absoluta es también de Gasteiz, Koldo Álvarez. Los dos dieron sus primeros pasos en las categorías inferiores del Aurrerá de Vitoria, pero Justo Ruiz siempre despuntó y acabó pronto en Lezama, donde, durante años, se le consideró una de las perlas de la factoría rojiblanca. Llegó a jugar en el Bilbao Athletic, pero no llegó al primer equipo. Pasó por Gimnastic de Tarragona, FC Andorra y Figueres antes de probar en Portugal, con el Uniao de Madeira. Regresó a Andorra, de donde era su mujer y en aquel país alargó su carrera hasta conseguir la nacionalidad, debutar con el equipo nacional, y convertirse en uno de sus jugadores históricos: 67 veces internacional y 2 goles vistiendo la camiseta del principado a nivel internacional. 


jueves, 29 de noviembre de 2018

Larry Brown

Imagen encontrada en el buscador de imágenes de google, proviene de la web Sporting News.


Casos ha habido: Herb Brown llegó a Vitoria-Gasteiz, al Taugrés, por entonces, después de haber dirigido a Pistons, Rockets o Suns; en el caso de George Karl, según cuentan, Ramón Mendoza, presidente por entonces del Real Madrid, no aceptó que con Drazen Petrovic su equipo no arrasara y mandó a Lolo Sainz a la oficina y trajo a un norteamericano que ya había sido primer entrenador en Cavaliers y Warriors, y luego volvería para serlo también de Supersonics, Bucks, Nuggets y Kings. En Madrid, la muerte de Fernando Martín fue demasiado para todas las innovaciones que trajo Karl a la sección; Mike Fratello fue seleccionador de Ucrania después de pasar por los banquillos de Hawks, Cavaliers y Grizzlies. Esos tres se me ocurren ahora. Entrenadores norteamericanos en Europa ha habido un montón, a diferentes niveles y en diferentes épocas, aunque algunos de ellos no entrenaran en la NBA: Tim Shea, Bill McCammon, Rudy D'Amico, Randy Knowles, Chris Fleming, Mike Taylor, Scott Roth, George Fischer, Richard Dukeshire, Bob Hill (de los Knicks pasó a Bolonia y volvió a la NBA), Terry Driscoll... Y tantos que se me escapan, por supuesto.

Dos ejemplos históricos: aquel Lester Lane que a finales de los años 60 firmó con el KAS de Bilbao. Había sido olímpico y medalla de oro en un equipo norteamericano donde jugaban Oscar Robertson y Jerry West. Estuvo dos temporadas en Bilbao y no lo hizo mal. Según cuentan algunas crónicas, se dedicó a recorrer la geografía ibérica dando conferencias, con Moncho Monsalve como intérprete. El otro sería Dan Peterson, un entrenador norteamericano con pedigrí y currículo en Italia. Nacido en Evanston, Illinois, llegó a la Virtus Bolonia a principios de los 70 después de haber sido entrenador de Delaware en la NCAA y seleccionador de Chile. Estuvo cinco temporadas en Bolonia y nueve en Milán, donde volvió a entrenar, temporalmente, en 2011. Ganó la Euroliga con el Tracer de Milán en 1987, en aquel equipo de los Riccardo Pittis, Mike D'Antoni, Dino Meneghin, Ken Barlow o Bob McAdoo. Dos años antes, ganaron la Copa Korac y durante los ochenta dominaron el Pallacanestro con títulos de liga en el 82, 85, 86 y 87 y algún doblete en Copa. En 2008, con motivo de la celebración de los cincuenta años desde la disputa de la primera Copa Europa, un comité de expertos eligió a los 35 jugadores, 10 entrenadores y 5 árbitros que más habían hecho para la competición. Peterson estaba entre esos diez entrenadores, el único norteamericano, junto con los españoles Pedro Ferrándiz y Lolo Sainz, los serbios Dusan Ivkovic, Zeljko Obradovic, Bozidar Maljkovic y Aleksandar Nikolic, el ruso Alexander Gomelsky, el israelí Pini Gershon y el italiano Ettore Messina. Su reputación y trascendencia llegó hasta su país, y el Wall Street Journal llegó a publicar un artículo dedicado a su persona con el significativo titular que copiamos a continuación: "The Coach Who Changed the NBA From Italy".

Todos sabemos que Mike D'Antoni entrena a los Rockets y antes entrenó a Olimpia Milano o Benetton de Treviso. Que David Blatt llegó a los Cleveland Cavaliers desde Europa y luego volvió al viejo continente, y ahí sigue. Uno tiene pasaporte italiano y norteamericano. El otro es norteamericano pero gran parte de su carrera como entrenador ha transcurrido en Europa. Jay Triano trabajó con Gordon Herbet en la selección de Georgia, si no me equivoco, y el resto de su trabajo ha transcurrido en Estados Unidos y Canadá. El norteamericano Quin Synder, actual entrenador de Utah Jazz, ejerció de ayudante en el CSKA de Moscú.

De nuevo, repito, son solo unos pocos ejemplos... habrá mucho más, y alguno importante se me habrá escapado, pero, en general, igual que Igor Kokoskov ha abierto un camino en la NBA, lo cierto es que tampoco son muchos los entrenadores norteamericanos con recorrido en la NBA que han probado en Europa. Se podría discutir mucho el por qué. Más aún, cuando solo nos hemos fijado en nombres, y no hemos analizado el impacto o la calidad de sus experiencias en Europa.

En realidad, solo queríamos hablar del último que lo ha intentado ya que, al parecer, según noticias recientes, su experiencia está a punto de terminar. A muchos les sorprendió que, Larry Brown, 78 años, el entrenador en activo más veterano según algunas fuentes, a estas alturas de su carrera profesional, se atreviera con una aventura como la de entrenar al FIAT Torino en Italia y en la Eurocup. Hermano del ya mencionado Herb Brown, Larry Brown podía haberse dedicado ya a otros menesteres y disfrutar del lucimiento de un largo palmarés y de esa reputación que siempre le ha perseguido de entrenador que no duraba muchos en los proyectos que aceptaba pero hacía mejores a equipos que hasta entonces no habían rendido bien. Ex entrenador de las universidades de Carolina del Norte (como ayudante), UCLA, Kansas y los Mustangs de Southern Methodist University, su última experiencia, su recorrido en la NBA es igual de meritorio y revelador. En diferentes épocas, ha sido primer entrenador de los Denver Nuggets, New Jersey Nets, San Antonio Spurs, Los Angeles Clippers, Indiana Pacers, Philadelphia 76ers, Detroit Pistons, New York Knicks y Charlotte Bobcats. Fue campeón de la NBA en 2004 con los Pistons. Los Pistons de Chauncey Billups (MVP de la final), Richard Hamilton, Mehmet Okur, Tayshaun Prince, Ben Wallace, Rasheed Wallace y... Darko Milicic derrotaron a los Lakers de Phil Jackson y Kobe Bryant. Tres años antes, en 2001, entrenando a los Sixers de Allen Iverson, con quien tuvo sus más y sus menos, fue elegido mejor entrenador del año en la NBA. También fue dos veces entrenador en el All Star Game. También tuvo logros en la NCAA, por supuesto, vencedor de las finales de 1988 y nombrado Naismith College Coach of the Year cuando entrenaba a la Kansas de Danny Manning y Kevin Pritchard. Por todos estos éxitos, entró en el Hall of Fame. Y hay más: también tiene currículo con la selección nacional. En el año 2000, siendo ayudante de Rudy Tomjanovich, disfrutó de un oro inmaculado en las Olimpiadas de Sydney. Al mismo tiempo, se convirtió en el primer norteamericano en ser medallista con la selección de baloncesto como jugador y entrenador. En 2002, accedió al puesto de seleccionador nacional. Ganó el FIBA Américas pero en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 solo pudieron conseguir la medalla de bronce al salir derrotados en semifinales contra la Argentina de los Manu Ginobili y compañía. Y eso que, en su equipo, contaba con gente como Dwayne Wade, Carmelo Anthony, LeBron James o Allen Iverson. 

Sin embargo, este año, ansioso de más experiencias, al parecer, decidió aceptar la oferta que le llegaba desde Italia y probar suerte. Una suerte que no ha ido bien. Hace tiempo que volvió a Estados Unidos por problemas de salud y tampoco su ayudante ha conseguido mejorar los pobres resultados de lo que va de temporada: un bagaje de 2 victorias y 6 derrotas en la liga doméstica y un contundente 0-8 en la Eurocup. Por ello, ayer mismamente, los periódicos se hacían eco de la decisión de los gestores del Torino de dejar de contar con él. Ya hay rumores que sitúan a entrenadores como Gianmarco Pozzecco y Stefano Pillastrini en el banquillo. Su Torino se ha basado en la producción de un buen puñado de norteamericanos (Tyshawn Taylor, Jamil Wilson, Tony Carr, Victor Rudd, Tekele Cotton, James McAdoo) que no han sabido rendir lo esperado. Les han acompañado dos veteranos italianos como Giuseppe Poeta y Marco Cusin, más el argentino Carlos Delfino. En fechas más recientes, llegaron Dallas Moore desde el Hapoel de Tel Aviv y Mouhammadou Jaiteh. Ninguno ha conseguido que el equipo de Larry Brown funcione del todo. Poeta, un veterano de 33 años con pasado en Bolonia, Baskonia, Manresa y Trento entre otros, lo dejaba bien claro en una entrevista para el New York Times"For sure, Coach is a legend, and for sure, he is a genius. But it is also true that here, basketball is totally different." Mi traducción: "Por supuesto, el entrenador es una leyenda, y, sí, también es un genio, pero también es verdad que, aquí, el baloncesto es muy diferente." Ese reportaje del New York Times, bajo un titular elocuente "A Hall of Fame in Exile: Larry Brown's Italian Adventure", recuperaba la experiencia de Brown en Italia de la mano del escritor Alessandro Grassani quien habría su texto con una frase muy contundente: "Larry Brown has been always something of a enigma. But rarely has he been so misunderstood". Mi traducción: "Larry Brown siempre ha sido un enigma, pero nunca había sido tan incomprendido como ahora." 

Se refería Grassani, sobre todo, al berenjenal en el que parecía que se había metido en Italia después de varias, muchas décadas de carrera. Esta última experiencia, a no ser que ocurra un cambio inesperado, está apunto de terminar. Puede que haya sido la última. O igual no. Con Larry Brown, al parecer, nunca se sabe. 

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Andrea Tafi

Imagen encontrada en el buscador de imágenes de google, parece provenir de la web "ciclismo internacional"


El ciclismo profesional, a veces, tiene cosas que parecen sacadas de una novela surrealista. Ramón Gómez de la Serna escribiría un par de buenas greguerías. No sé si le gustaría el ciclismo, pero yo me lo imagino. 

En pocos días, hemos asistido a la despedida de dos jóvenes talentos del ciclismo vasco: Jokin Etxabe, 24 años, y Egoitz Fernández, 26. Ambas retiradas prematuras nos pillaron por sorpresa. Etxabe debutó como profesional con el Aevolo estadounidense y después siguió con el Interpro Stradalli, buscándose un sueldo en el ciclismo continental. Había dejado destellos, se podía esperar una progresión. Según se explicaba en prensa, tras su anuncio de retirada, la falta de ofertas para volver a correr cerca de casa le invitaron a tomar esa decisión. Por su parte, Egoitz Fernández, después de ser uno de los mejores amateurs del pelotón vasco, emigró a Japón y consiguió que la Fundación Euskadi le repescara. Nada, también desiste. Hace unos días lo hicieron otros veteranos corredores vascos, como Ricardo García, Igor Antón o David López. Iba pasando poco a poco, casi que con naturalidad, pero estas dos últimas duelen. Duele más leer, hace también unos pocos días, simplemente el titular de una noticia en la que César Ortuzar, para el periódico Deia, se hacía eco de la pérdida de cantidad en el pelotón vasco: a los ya mencionados, Ortuzar añadía la retirada, que yo aún no he escuchado anunciadas en otros sitios, de Jon Ander Insausti. También incluía a corredores como Beñat Txoperena, Aitor González, Mikel Elorza, Josu Zabala u Oskar Malaxetxebarria que, al parecer, no tendrían contrato para el año que viene. Solo algunos, hasta donde yo sé, han sido confirmados por medio de otras fuentes de información. Ortuzar incluía esta frase que leída suena lapidaria: "Los números, puñeteros, son despiadados y revelan que el pelotón vasco ha perdido 13 efectivos para encarar la próxima campaña en las tres categorías del ciclismo en las que tiene presencia."

Lo que destacaba de Etxabe y de Egoitz Fernández era su juventud. Han elegido otro camino, por las razones que sea, pero, en cualquier caso, hay espacio para el lamento. 

Y, al mismo tiempo, aparece Andrea Tafi. A sus 52 años, el conocido como "El Gladiador" anunciaba en una entrevista en el medio belga Het Laaste Nieuws que el año que viene correrá la París-Roubaix. Se cumplirán 20 años desde que la ganara él, en 1999, con el maillot del Mapei-Quick Step (en realidad, vestía el de campeón de Italia), y por delante de dos compañeros de equipo, Wilfried Peeters y Tom Steels, precisamente, ahora, ambos directores en el Quick Step Floors que gestiona Patrick Lefevre. En esa misma entrevista, Tafi anunciaba que tiene equipo, que un equipo profesional se ha prestado a ayudarle en su intención de regresar a los 52 años para correr una carrera tan dura como la clásica mencionada; se habla de Dimension Data. Es más, dice que habló antes con Lefevre pero no consiguió convencerle. Hubiera sido el colmo de las coincidencias que Steels y Peeters le dirigieran ahora. Tan curioso como lo que ocurrió tres años antes, en 1996, cuando al velodromo llegaron juntos Johan Musseuw, Gianluca Bortolami y Andrea Tafi. Los tres corrían en el mismo equipo, el mismo de antes, el Mapei de Patrick Lefevre, quien tuvo que llamar hasta al patrón del equipo para decidir quién iba a ganar. Llegaron como he puesto antes y lo decidió el equipo. Las imágenes en televisión, desde que a 75 kilómetros de meta se creó la escapada final fueron surrealistas. Tafi seguro que se acuerda. Si al final vuelve, no estaría mal que Musseuw (53) y Gianluca Bortolami (50) se lo plantearan también. Ya puestos...

Esto de los regresos no es cosa nueva. Hemos vivido muchos. Hace poco hasta nos asustamos. Riccardo Riccò se confesaba en la Gazzetta dello Sport y la noticia llegaba a España con un titular curioso: "Riccò fabrica helados en Tenerife y piensa volver a correr con 40 años." Casi nada. En la noticia explicaban que el italiano estaba sancionado hasta 2023 y que pensaba volver cuando se cumpliera la condena, es decir, cuando ya tendría 40 años exactos. Pues habrá que ver. A principios de noviembre, leíamos titulares como "Lance Armstrong vuelve a competir en Costa Rica". Y un mes antes, era Floyd Landis el que anunciaba que volvía, aunque fuera como patrocinador de un equipo, gracias a los beneficios de una empresa que ha montado en el campo de la venta legal de cannabis, lo que dio lugar a un titular insuperable en Noticias de Navarra: "La mejor calada de Floyd Landis". El ciclismo inspira épica y al periodismo le da por la poesía. 

En fin, veremos en que queda. Si Tafi corre, que disfrute. La París-Roubaix suele dar el espectáculo suficiente como para no necesitar estos alicientes, pero si es él el que lo necesita, adelante. Ya sabe lo que es, la ganó y se la hicieron perder. En realidad, duele más ver a esos nombres que mencionábamos al principio escribiendo escuetas notas de prensa para agradecer la experiencia vivida y anunciar su retirada. Visto que ni haber vuelto a tener a dos equipos profesionales en el pelotón vasco nos ha permitido evitar que, según los datos de Ortuzar en el Deia, hayamos perdido ya a trece corredores, empiezo a convencerme de que igual no es tan bueno que se junten los dos, como se lleva tiempo discutiendo, y sí que salgan media docena más de equipos, a ver si así se acaba el goteo. Es coña, pero las retiradas, no lo son. Por lo menos, se han anunciado ascensos como los de Urko Berrade, Unai Cuadrado y Jokin Aranburu y que Peio Goikoetxea vuelve a estar sano y a pedalear. Algo es algo, esperemos que salgan más nombres, tengan 52 años, o varias décadas menos.



martes, 27 de noviembre de 2018

Darko Rajakovic



Y para terminar nuestra obsesión por los movimientos globales y los flujos internacionales, una rápida y superficial mirada a la NBA. No sé si ocurre ahora o ya ocurría antes, pero me ha dado por cerciorarme justo hoy. Y, a día de hoy, y considerando a Turquía, que geográficamente se sitúa entre los continentes asiáticos y europeo, pero que política y baloncestísticamente mira mucho hacia arriba, e Israel, cuyo baloncesto compite también en Europa, todos, exactamente todos los equipos NBA tienen al menos un europeo en sus filas. 

No es este un estudio internacional, ya que no hemos incluido otras nacionalidades que también pueblan la NBA. Y no es un estudio de calidad, porque no tenemos en cuenta el impacto o la contribución de estos jugadores a sus equipos, aunque, los nombres de Giannis Antetokounmpo, Luka Doncic, Nikola Jokic, Serge Ibaka, Marc Gasol, Nikola Mirotic, Ricky Rubio, Jusuf Nurkic, Goran Dragic, Domantas Sabonis, Rudy Gobert o Kristaps Porzingis, hoy en día lesionado, no dejarían lugar a dudas sobre la trascendencia del juego de los europeos en la competición norteamericana. O, por supuesto, el de veteranos que aún aguantan como Nicolas Batum, Pau Gasol, Dirk Nowitzki o Tony Parker. Sin olvidar, claro está, que el debate existe y seguirá existiendo: llegan demasiado jóvenes, se equivocan al ir... Teodosic lo dijo hace poco, aunque su ejemplo es distinto. Pero bueno, eso, para otro momento. Ahora, simplemente, los números y los nombres.

Esta es la lista completa. Primero en el este:

Celtics: el alemán Daniel Theis y el francés Gershon Yabusele
Bulls: el finlandés Lauri Markkanen
Hawks: el ucraniano Alex Len
Nets: el letón Rodions Kurucs y el bosnio Dzanan Musa
Cavaliers: el turco Cedi Osman y el croata Ante Zizic
Hornets: el francés Nicolas Batum, el español Willy Hernangómez y el francés Tony Parker
Knicks: el francés Frank Ntilikina, el croata Mario Hezonja, el turco Enes Kanter y el letón Kristaps Porzingis.
Pistons: el español José Manuel Calderón y el georgiano Zaza Pachulia
Heat: el esloveno Goran Dragic
Sixers: el turco Furkan Korkmaz
Pacers: el croata Bojan Bogdanovic y el lituano Domantas Sabonis
Magic: el francés Evan Fournier, el ruso Timofey Mozgov y el montenegrino Nikola Vucevic
Raptors: el británico OG Anunoby, el español Serge Ibaka y el lituano Jonas Valanciunas
Bucks: el griego Giannis Antetokounmpo y el turco Ersan Ilyasova
Wizards: el francés Ian Mahinmi y el checo Tomas Satoransky

Luego en el oeste:

Nuggets: el español Juancho Hernangómez y el serbio Nikola Jokic
Warrios: el sueco Jonas Jerebko
Mavericks: el griego Kostas Antetokounmpo, el esloveno Luka Doncic, el alemán Max Kleber y el alemán Dirk Nowitzki
Wolves: el británico Luol Deng y el croata Dario Saric
Clippers: el italiano Danilo Gallinari, el polaco Marcin Gortat, el serbio Boban Marjanovic y el serbio Milos Teodosic
Rockets: el suizo Clint Capela y el alemán Isaiah Hartenstein
Thunder: el español Álex Abrines, el francés Timothe Luwawu-Cabarrot y el alemán Dennis Schroder
Lakers: el alemán Isaac Bonga, el ucraniano Svi Mykhailiuk, el alemán Moritz Wagner y el croata Ivica Zubac
Grizzlies: el español Marc Gasol, el israelí Omri Casspi y el francés Joakim Noah
Blazers: el bosnio Jusuf Nurkic
Suns: el croata Dragan Bender y el francés Elie Okobo
Pelicans: el español Nikola Mirotic
Jazz: el español Ricky Rubio, el francés Rudy Gobert y el suizo Thabo Sefolosha 
Kings: el serbio Nemanja Bjelica y el serbio Bogdan Bogdanovic
Spurs: el español Pau Gasol, el italiano Marco Belinelli, el letón Davis Bertans y el austriaco Jakob Poeltl

El proceso colonizador del baloncesto europeo en Estados Unidos (una afirmación muy ligera y probablemente polémica) no lleva el mismo ritmo en el campo de la dirección técnica. Como todos sabemos, sin embargo, este año se ha dado un gran paso al confirmarse el primer caso de un entrenador europeo en convertirse en primer entrenador de una franquicia norteamericana. En este caso, se trató de Igor Kokoskov, con un largo pasado como entrenador ayudante en la misma liga, que acabó por convertirse en el primer entrenador de los Phoenix Suns. Me imagino que estará siendo una temporada dura para él, a pesar de la emoción y la ilusión del debut, por el 4-15 de bagaje que le lleva a ser el peor equipo de la conferencia Oeste, y el peor de la liga igualado con Cavaliers y Hawks, equipos de la conferencia este, que también tienen cuatro victorias a estas alturas de la temporada. Kokoskov se convirtió en el primer entrenador europeo porque nunca se ha considerado el pasaporte italiano de entrenadores como Vinny del Negro o Mike D'Antoni, actual entrenador de los Houston Rockets. Sin embargo, los movimientos existen, y empiezan a sumarse más ayudantes internacionales a los equipos técnicos de las franquicias, aspirando, en algunos casos, a que algún día les toque la oportunidad de convertirse en jefes. Aunque sea norteamericano de nacimiento, incluiremos en esa lista al irlandés de pasaporte y con pasado laboral allí Jay Larrañaga, ahora ejerciendo de ayudante de Brad Stevens en los Celtics de Boston. Otro compatriota suyo, también con pasaporte de los dos países, Jim Moran, histórico en la ACB por ser, junto con Anicet Lavodrama y John Pinone, el jugador extranjero con más temporadas en un mismo equipo de la ACB, trabaja ahora como ayudante en los Portland Trail Blazers. Igualmente, Pablo Prigioni es argentino, pero, además de tener el pasaporte italiano, gran parte de su carrera deportiva ha transcurrido en España. Después de fracasar en su intento de convertirse en entrenador con el Baskonia, ahora aprende como ayudante en los Nets. Uno de los fichajes más sonados, en parte porque aún sigue siendo el seleccionador nacional de España, fue la llegada de Sergio Scariolo a los Toronto Raptors. El español Jordi Fernández también hace funciones de ayudantía en los Denver Nuggets y, en circunstancias parecidas, nos encontramos al ucraniano Vitaly Potapenko trabajando para los Memphis Grizzlies. En los Oklahoma City Thunder nos encontramos con Darko Rajakovic, un entrenador serbio que pasó por la cantera del Estrella Roja y colaboró con el proyecto de formación baloncestística en Torrelodones, España. A él le vamos a poner en negrita y le vamos a dedicar el encabezamiento. La fotografía se la dedicamos a un Serge Ibaka que aparece muy concentrado y lo está, porque su temporada, por ahora, está siendo muy positiva y es muy culpable de todo lo bueno que le está pasando a Raptors. Seguimos: Gregg Popovych siempre ha sido conocido por tener un grupo de trabajo extenso y con pedigrí, y, ahora mismo, trabajan con él en los Spurs el italiano Ettore Messina (Spurs). Por último, otro viejo conocido de la ACB, donde ha entrenado en Valencia, Bilbao, Murcia y Tenerife, el griego Fotis Katsikaris, trabaja ahora para los Utah Jazz, donde coincide con varios ex jugadores de la misma liga como Raúl Neto, Royce O'Neale, Ricky Rubio o Joe Ingles.

Xavier Forcada


La Liga Francesa de Baloncesto (la ProA) será, probablemente, popular para los aficionados al baloncesto más alejados del mencionado país o accidentales por nombres con antecedentes o currículo internacional que han acabado últimamente jugando por allí. Nombres como los de Mantas Kalnietis (ASVEL), Roko Leni Ukic (Levallois), Mardy Collins (Strasbourg), Adas Juskevicius (Nanterre), Devin Ebanks (Chalons), Youssoupha Fall (Strasbourg) o Elmedin Kikanovic (Monaco) son los primeros en venir a la cabeza. El ex Laker Devin Ebanks y el joven pívot senegalés Youssoupha Fall están haciendo una gran temporada. 
Pero hay más, por supuesto, como el ex NBA Billy Outtara (Monaco), Zach Wright (Bourg), Jarrod Jones (Monaco), Yakhouba Diawara (Le Portel), el norteamericano ex de los Cavs London Perrantes (Limoges), el ex de los 76ers Isaiah Miles (Limoges), el veterano Malik Hairston (FOS Provence), Frank Hassell (Cholet), Pape Sy (Cholet), Aigars Skele (Antibes), el ex de los Nets Trevor Thompson (Antibes), CJ Harris (Pau Orthez), el senegalés Youssou Ndoye (Bourg), máximo reboteador de lo que va de temporada, Vitalis Chikoko (Pau Orthez) o una de las sensaciones de la temporada, el pequeño base norteamericano Justin Robinson (Chalon). 
Incluso, podríamos hacer una lista de jugadores importantes de la ProA que han llegado a Francia, ya sea esta temporada o en otras anteriores pero no mucho tiempo atrás, después de haber pasado por la ACB: el ex Unicaja DeMarcus Nelson (ASVEL); Ekenechukwu “Ekene” Ibekwe (Levallois), quien pasó por Donostia; el ex Murcia Scott Wood (Gravelaines); el veteranísimo Florent Pietrus (Strasbourg); Haukur Palsson (Nanterre), quien jugó en Manresa, Breogán y Baskonia; Richard Hendrix (Le Mans); el belga Jonathan Tabu (Le Mans); el ex Zaragoza Nicolas de JongKenny Chery (Boulazac), base canadiense que jugó en Gipuzkoa; Blake Schilb (Chalon), veterano norteamericano que jugó recientemente en el Betis; Kevin Cham (Mónaco), jovencísimo base francés que pasó por el Torrelodones; Abdoulaye “Papa” M’Baye (FOS Provence), pivot senegalés con pasaporte francés que jugó en la cantera del Barcelona y en el Lleida; el norteamericano con pasaporte georgiano Corey Fisher (FOS Provence); Taurean Green (Antibes); Jimmy Baron (Champagne Chalons-Reims); el veteranísimo Tariq Kirksay (FOS Provence); o el jamaicano ex del Zaragoza Samardo Samuels (Limoges).
No sé si, a sus 38 años, Carlos Cherry aún anda jugando al baloncesto en Francia. Puede, no sé si fiarme de los datos. Igual que parece que Ander García también ha emigrado al otro lado de los Pirineos, David Jofresa sigue allí y Mamadou Diop, senegalés con pasaporte español, también. Igual que el pamplonica de la cantera del Estudiantes David Sainsbury o el veteranísimo Miguel Montañana. Eso parece, pero no sé si fiarme de los datos que tengo. Lo que sí está claro es que se está abriendo una intensa vía para que jugadores nacionales (más allá de los internacionales que pasan por ambas ligas o países) emigren a Francia. Hay pocos o ningún jugador nacional en la ProA, solo incluiríamos a Juan Palacios (Chalon), veterano colombiano con pasaporte español que jugó en Vic, La Palma y Gran Canaria; pero en otras categorías, en la ProB, la NM1 o incluso en categorías más bajas del baloncesto profesional y semiprofesional francés nos encontramos a unos cuantos. 
Además de los ya mencionados, que, por encontrarse en categorías inferiores a la NM1, es difícil confirmar los datos, en esa tercera categoría del baloncesto francés (NM1) nos encontramos a jugadores nacionales como Alejandro Navajas (Lourdes), malagueño de 32 años que, entre otros, jugó en Breogán, Alicante o Basket Navarra; a Maodo Nguirane (Saint Vallier), senegalés con pasaporte español que pasó por la cantera del Unicaja; Lawrence Poilly (Stade Rochelais), joven jugador francés con pasaporte y formación en España y el navarro Mikel Uriz (Le Havre), quien, a sus 29 años, decidió cambiar la LEB Oro por esta aventura en el país vecino.
En la ProB, la segunda categoría del baloncesto francés, donde hay equipos fuertes con aspiraciones de regresar a la máxima categoría, nos encontramos a varios jugadores con pasado en España, como el ex del Gran Canaria, Laurence Ekpegerin, norteamericano con pasaporte británico que juega en el Nantes; Dinma Odiakossa, nigeriano que jugó en Melilla y La Palma y ahora lo hace para el Nancy; Makram Ben Romdhane, tunecino que pasó por el CB Murcia y ahora mismo, en las filas del Saint-Chamond es el máximo reboteador de la categoría; o Michael Fakuade, norteamericano que disfruta de un pasaporte Cotonou y jugó en los equipos de ciudades como Lugo, Donostia, Lleida y Palencia antes de hacerlo ahora en el Orleans de la ProB. En cuanto a los nacionales, son pocos, pero significativos, ya que, por ejemplo, en el Lille nos encontramos al veterano (34 años) Marcos Suka-Umu, madrileño con un extenso pasado en LEB Oro que llegó a debutar en 2013 en la ACB con el Valladolid. En el mismo equipo, el Gries/Oberhoffen, coinciden dos españoles con reconocido bagaje, Xavier Forcada y Asier Zengotitabengoa, de 30 y 31 años respectivamente. Los dos destacan en su equipo y en la ProB: Forcada es el mejor pasador de la categoría, con más de nueve asistencias por partido, y Zengotitabengoa es el décimo mejor anotador, con 16.0 puntos por partido. Forcada, además de jugar en EBA y LEB Plata, pasó muchos años en la LEB Oro (Cáceres, Breogán, Palencia y Prat), mientras que Zengotita fue una de las grandes promesas del baloncesto vasco, tras pasar por las canteras de Barcelona y Valencia, jugar en ACB con Bilbao, y acumular un palmarés reseñable en LEB Oro con Huesca, Cáceres, Canarias, Coruña, Andorra, Burgos, Melilla o Palma Air Europa. 
Le vamos a regalar el titular (y la fotografía) a Xavier Forcada, por encabezar la lista de mejores pasadores de la ProB y porque había que elegir a alguno. El Gries/Oberhoffen es un equipo alsaciano que, ahora mismo, ocupa la mitad de la tabla (10º con 3 victorias y 4 derrotas) después de la última victoria que consiguieron ante el colista a domicilio. En este equipo, dio sus primeros pasos Leo Westermann, y su padre llegó a entrenar al primer equipo en dos épocas distintas. En el último partido, Forcada fue el jugador con más minutos en la cancha (37) y dirigió y lideró a su equipo con 18 puntos y 5 asistencias. Su compatriota Zengotita no le fue al rebufo y añadió otros 18 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias. El joven ala-pivot francés, ex del Cholet, Ywen Smock contribuyó con 17 puntos y 7 rebotes. 

lunes, 26 de noviembre de 2018

Marcus Van

La fotografía la he encontrado en el buscador de imágenes de google, parece provenir de la web de la FEB y su autor se llama Matías Rodríguez.


Que hay baloncesto más allá de lo comerciable. Lo sabemos. En España, desde la LEB Oro hasta la EBA, podemos encontrarnos con decenas de equipos, representando a ciudades que no disfrutan de baloncesto de élite pero tienen una comunidad afanada que mantiene proyectos deportivos. Titubeantes algunos, pero ilusionantes otros. 

La LEB Oro tiene su público y su visibilidad. Desde que los cánones de ascenso a la ACB se relajaron, más aún, pero, ¿qué pasa más abajo? ¿Qué ocurre en esas competiciones donde los pabellones son más humildes y las plantillas menos rimbombantes? Bueno, pues, aunque sea sin la profundidad y rigurosidad que se podrían exigir, vamos a fijarnos en el tercer escalafón del baloncesto profesional o semiprofesional español, la LEB Plata. 

Este año se produjo una remodelación, una más, del sistema de competición, y la categoría se dividió en dos conferencias, este y oeste, con doce equipos en cada una. En total, veinticuatro equipos disputándola, entre ellos, algunos representando a clubes con alcurnia y pasado o ciudades con potencial económico. No es una liga que se dedique tan solo a la promoción de talentos, por ejemplo, aunque hay equipos que tienen ese planteamiento, como el Grupo Eleyco Baskonia, donde se curten promesas del equipo gasteiztarra como Lautaro López, Arturs Kurucs, Jurij Macura o Sander Raieste. En realidad, entre los participantes en esta liga nos encontramos con veteranos de larga carrera que apuran la misma y aún ofrecen rendimiento. El caso más paradigmático, quizás, es el que ha sucedido muy recientemente, con el estreno de Jordi Trias en la categoría, poco más de cien días después de lograr el ascenso a ACB con Manresa y no conseguir un puesto en la escuadra catalana para su regreso a la máxima competición. Trias, como él mismo ha confesado en entrevistas recientes, no tenía mucha motivación para volver a competir, aunque ofertas no le faltaban, pero acabó convencido por la insistencia de Marc Gasol, jugador de los Memphis Grizzlies y presidente de uno de los clubes que compite en la LEB Plata, el Basquet Girona. Con ellos ha vuelto a jugar al baloncesto y su impacto ha sido rotundo: 46 de valoración en 30 minutos en cancha, con 22 puntos (9 de 12 en tiros de campo), 16 rebotes, 6 asistencias y 2 balones robados. Tiene 38 años, pero, como demostró, también categoría y clase para seguir dando lecciones. 

No es el único nombre reconocible que podemos encontrar entre los veinticuatro equipos que disputan la LEB Plata. Un rápido vistazo a las plantillas nos dejan con recuerdos bien vivos al leer los nombres de jugadores como Eduardo Hernández-Sonseca (Basket Navarra), el brasileño Daniel Bordignon (Grupo Eleyco Baskonia), Alfons Alzamora (Basquet Girona), Jan Orfila (Hestia Menorca), Joan Creus (L'Hospitalet), José Antonio Marco (Aceitunas Fragatas Morón), Albert Homs (L'Hospitalet) o Edgar San Epifanio (L'Hospitalet). No son los únicos jugadores en LEB Plata, probablemente, que llegaran a debutar en ACB en el pasado. También hay apellidos reconocibles, aunque no tengan ese pedigrí de haber competido en lo más alto, como el hijo de José Miguel Antúnez, Lucas Antúnez (Quesería La Antigua-CB Tormes), recientemente lesionado. O gente que consiguió reputación en otras categorías, como Roger Fornas (Universidad de Vic), más de 400 partidos en LEB Oro. Probablemente, dos de los nombres más mediáticos y populares se reúnen en el equipo Teslacard Círculo de Gijón, y serían los del ex ACB Saúl Blanco y el ex NBA, con una biografía muy extravagante desde su prematura retirada, Robert Swift.

La mayoría de los nombres que hemos reproducido en esa lista son nacionales, pero la liga sigue estando, en gran medida, en manos del talento internacional, y jugadores como Jalen Nesbitt (Villarrobledo), Ervin Mitchell (Isover Azuqueca), Kevin Bercy (Zornotza), Jordan Gregory (Marín Ence Peixe Galego), el chadiano Placide Nakidjim (Igualatorio Cantabria Estela), Efosa Osayande (Telecard Círculo de Gijón), Connor Beranek (Murcia), Frederik Nielsen (Murcia), Duane Morgan (Extremadura), Jordan Davis (Albacete), William Thomas Jr (Igualatorio Cantabria Estela) o Jeffrey Solarin (Isover Azuqueca) son los que marcan la diferencia entre ganar y perder. Saah Nimley la marcaba en Amorebieta para el Zornotza hasta hace poco, que fue reclutado por un equipo de la primera división de Lituania. Los mercados se han ampliado mucho y todo el mundo puede acabar viajando. De hecho, muchos de estos jugadores han venido de países o ligas como Luxemburgo, Portugal, Canadá o Dinamarca. Un ejemplo claro: después de jugar en Finlandia y destacar en Portugal, donde llegó a ser capitán del Terceira, de la primera división de Portugal, a pesar de no ser nacional, Marcus Van acabó por firmar por el Albacete este verano. En el Terceira, por cierto, que nos lo hemos encontrado por casualidad, juega ahora un viejo conocido de Creighton, el exterior Isaiah Zierden, pero antes, dejó huella Marcus Van, quien ahora lo hace en Castilla La Mancha, siendo el mejor reboteador de la categoría a pesar de superar los 2 metros con dificultad. Le hemos elegido a él como podríamos haber elegido a cualquiera de los ya mencionados. 

No todas las buenas actuaciones en esta competición, sin embargo, llevan membrete en el pasaporte. Además de los ya mencionados en la primera lista, donde, por ejemplo, gente como Edu Hernández-Sonseca o Saúl Blanco ocupan posiciones altas en los rákings de líderes de la competición en diferentes apartados de la estadística, también hay gente nacional que destaca, jugadores con experiencia en esta y otras categorías como Iker Salazar, Jon Ander Aranburu, Sergio Mendiola, Antonio Pantín, Xabier Beraza, Jorge Lafuente, Juan Pablo Sutina...

Entre los entrenadores, también nos encontramos con algún nombre más mediático o popular. Por ejemplo, en el Girona de Marc Gasol trabaja ahora Joaquim "Quim" Costa, ex ayudante de Aíto García Reneses en tantas aventuras, incluyendo el FC Barcelona o la selección de España y anteriormente entrenador del Huesca en LEB Oro. Otro nombre a destacar podría ser el de Jenaro Díaz (Bodegas Rioja Vega), también ayudante en la selección del propio Aíto García Reneses y de otros seleccionadores como el actual, Sergio Scariolo, Mario Pesquera o Pepu Hernández. También trabajó para Joan Plaza en el Real Madrid y para Rimas Kurtinaitis en el Khimki. El guipuzcoano Lorenzo "Lolo" Encinas, entrenador del Juaristi, también tiene un amplio currículo como ayudante, en este caso de Pablo Laso, con quien estuvo en el Lagun Aro GBC y en el Real Madrid. Hizo la misma labor para Sito Alonso, Jaume Ponsarnau y Porfi Fisac en ACB y para Hugo López en Angola. Pedro Rivero ha debutado esta temporada como entrenador en Alicante, donde otro clásico, Guillermo Rejón, entró en la directiva, después de una larguísima carrera como jugador que le llevó por la EBA, la LEB, la LEB-2, la LEB Plata, la LEB Oro y hasta la ACB donde debutó con el Cajasol. A algunos quizás también les suene el nombre de Rafael Monclova, entrenador sevilla del Murcia, ex jugador de ACB con el Caja San Fernando, con los que llegó a ser subcampeón de la ACB en aquel equipo de los Alexander Petrovic, Mike Anderson, Carlos Montes, Raúl Pérez, Richard Scott, Warren Kidd, Benito Doblado, David Solé o Jordi Grau. Como entrenador, Monclova empezó en la cantera sevillana, llegando a ser entrenador ayudante en Cajasol antes de pasar a Dinamarca, donde ha estado varios años entrenando, con éxito, al Horsholm 79ers. 



Martin Krampelj



Pues, volvemos aquí. Ha empezado, sí, la temporada NCAA. Lo que nos suele llegar, me refiero, sobre todo, a los periódicos deportivos de tirada nacional, es lo mismo, siempre: Zion Williamson. Sin quitarle mérito, hay más. Y, como siempre, aquí nos vamos a dedicar a ello. Ya lo sabéis: un año más, y van unos cuantos, seguiremos, como podamos, superficialmente, a veces, la temporada de los Bluejays de la Universidad de Creighton y, de paso, iremos viendo con qué se encuentran, quiénes compiten contra ellos, y conoceremos algo más además de lo que pasa en Duke. Como siempre, os recomendamos acudir a otras fuentes y medios si, de verdad, lo que buscáis es estar informados. En esta ocasión, seguiremos contando con Martin Krampelj, jugador esloveno de los arrendajos azules, como encabezador de las entradas y, luego ya, si eso, hablaremos de quien proceda.

Os recomendamos que, si queréis empezar a leer esto con buen pie, primero recuperéis lo que os contábamos en la última entrada que escribimos sobre los de Omaha, allá por finales de agosto, cuando se iba acabando el verano. Hicimos un torpe repaso de cómo se presentaba la temporada que ya ha empezado (la 2018-2019), y os presentábamos a algunos de los nuevos componentes de la plantilla, aunque, por entonces, aún no lo teníamos muy claro.

Yendo ya al grano, el grano es la temporada en pleno funcionamiento, digamos que los jugadores de Greg McDermott han disputado ya siete encuentros, si contamos el de exhibición, el amistoso, con el que abrieron la temporada ante su público. Lo han hecho con un récord de 5-1, porque no vamos a contar ese primer partido, aunque hablaremos de él, y llevándose ya el primer título de la temporada, porque, en esta primera ronda de encuentros, antes de comenzar la Big East, los de Creighton han vencido en el Cayman Islands Classic, un torneo del que han salido inmaculados y con el MVP para Ty-Shon Alexander. Aunque lleve la palabra clásico en el nombre, este torneo de pretemporada, significando esto que se disputa antes de que empiecen los partidos de cada conferencia, solo lleva dos ediciones. En la primera, Cincinnati venció a Wyoming en la gran final y, en esta segunda, Creighton se deshizo de Clemson para inaugurar su palmarés en el año en curso. Es una buena noticia que, a buen seguro, aliviará la derrota que sufrieron ante Ohio State y les dará ánimo para lo que queda, partidos duros ante Montana, Gonzaga, Nebraska u Oklahoma entre otros, antes de comenzar con la temporada de su conferencia.

Vamos a repasar todos los partidos que se han disputado hasta ahora, las seis victorias, incluyendo la amistosa, que no contará en el récord final de la temporada, y la única derrota. Empezaremos por esta. La derrota llegó con el primer rival de entidad al que se enfrentaron esta temporada. Después de haber conseguido dos victorias oficiales ante rivales más asequibles, llegaban los Buckeyes de Chris Holtmann, ganadores de la NCAA allá por 1960 (llegaron a ser también subcampeones en 1961 y 1962). Era el equipo que entrenaba Fred Taylor y donde jugaban gente como Jerry Lucas o John Havlicek. Por cierto, también en aquel equipo estaba un tal Robert Montgomery Knight, alias Bobby Knight. Desde entonces, tuvieron que esperar para volver a vivir el éxito hasta 2007, cuando, de la mano de Thad Matta, los Buckeyes llegaron a disputar la final por el título nacional con un equipo en el que andaban gente como Othello Hunter, David Lighty, Mike Conley o Greg Oden. La temporada pasada, sorprendió que el lugar de Matta lo ocupara Holtmann pero ahí sigue, y, en Omaha no dieron la posibilidad de sorpresa alguna, sobre todo, con un parcial de 13-0 final que instaló el definitivo 60 a 69 en el luminoso. Keyshawn Woods fue el mejor jugador de Holtmann, con 19 puntos y 4 asistencias, mientras que, por los arrendajos azules, destacó Ty-Shon Alexander con 16 puntos y 6 rebotes, el único jugador del equipo en llegar a dobles figuras junto con el base titular Davion Mintz, 12 puntos y 4 rebotes. Nuestro encabezador, Martin Krampelj se quedó en 4 puntos, 7 rebotes y 2 tapones. 

El resto de partidos se saldaron con victorias, aunque la primera que vamos a recordar no cuenta porque tuvo lugar en un partido amistoso. Como todos los años, para abrir la temporada, Creighton recibió en su casa a un rival elegido para inaugurar el calendario. En este caso, fue Winona State, quienes no consiguieron oponer resistencia, como bien demuestra el 101 a 57 final. Hasta trece jugadores saltaron a la cancha por los de azul y blanco, siendo seis de esos jugadores locales (Ty-Shon Alexander, Davion Mintz, Samson Froling, Mitch Ballock, Martin Krampelj y Marcus Zegarowski) capaces de decorar sus estadísticas con dobles dígitos. Lo más destacable del partido fue, quizás, que McDermott puede encontrar recursos en el banquillo y que queda la sensación de que este año tendrá fondo de armario. 

Unos días más tarde, también rindió visita en Omaha Western Illinois, quienes salieron derrotados por 67 a 78 después de que la primera ventaja en el marcador de los de Creighton se reflejara en la última jugada del primer tiempo. Buen partido de equipo, con cuatro jugadores por encima de diez puntos (Mitch Ballock, Martin Krampelj, 13 puntos y 7 rebotes, Ty-Shon Alexander y Davion Mintz) y tres que se quedaron a dos puntos o menos de hacerlo (Kaleb Joseph, Damien Jefferson y Marcus Zegarowski). A destacar los 12 rebotes de Damien Jefferson en su primer partido oficial como bluejay. 

El resto de los partidos que se han disputado hasta ahora pertenecían al ya mencionado Cayman Islands Classic. El primero se disputó en el CHI Health Center de Omaha, nuevo nombre del CenturyLink después de una negociación entre empresas, y al que nos costará acostumbrarnos. Con su victoria ante East Tennessee State, los de Creighton se aseguraron un viaje a las Islas Caimán. Ganaron a los bucaneros por 69 a 75 después de dejar lo mejor para el final y apuntarse, esta vez, ellos la remontada. 20 puntos de Alexander, 7 y 2 rebotes para Krampelj y titularidad para un Damien Jefferson que lo celebró con 14 puntos, 2 rebotes, 3 asistencias y 2 tapones. 

Ya en las islas, si todo iba bien, los de McDermott debían disputar tres partidos en tres días y así fue. Ganaron primero a la Boise State de Leon Rice, después a la Georgia State de Ron Hunter y, en la final, a Clemson, entrenados por Brad Brownell. A estos, a los tigres, los derrotaron por 87 a 82 en un duelo excelso entre Marcquise Reed, con 27 puntos a pesar de su 0 de 5 de triples y un exultante Ty-Shon Alexander que se fue hasta los 36 puntos, con 7 de 12 en triples y apuntándose, además, el MVP del torneo. Antes, en semifinales, cayeron los panthers por un cómodo 93 a 68. Alexander se quedó, esta vez, en 13 puntos y los que destacaron fueron Damien Jefferson, con 20 puntos y 6 rebotes y Marcus Zegarowski con 14 puntos desde el banquillo. Pero, sobre todo, esta vez el héroe fue un Mitch Ballock inspirado quien se salió con 23 puntos (6 de 12 en triples), 7 rebotes y 6 asistencias. Antes, habían derrotado a los broncos de Idaho por 94 a 82 en un partido donde triunfaron los ataques sobre las defensas. Ty-Shon Alexander, con 18 puntos, y Damien Jefferson, con 16 y 6 rebotes, lideraron a un equipo donde destacó el curro desde el banquillo de gente como Marcus Zegarowski (14 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias), Jacob Epperson (10 puntos y 2 rebotes) y Connor Cashaw (8 puntos sin fallos en el tiro). Por cierto, para los broncos, 11 puntos y 8 rebotes de Derrick Alston Jr, hijo del entrenador ayudante de Westchester Knicks en la NBDL, Derrick Alston, al que muchos recordamos por sus buenos años de baloncesto en Europa. En todos estos partidos, el rendimiento de Krampelj fue irregular, más bien pobre. Ante Boise State fue titular pero jugó muy poco (16 minutos), teniendo problemas de faltas, y aportando tan solo 4 puntos y 3 rebotes. Contra Georgia State empeoró aún más su rendimiento, jugando solo 12 minutos en los que aportó 2 puntos y 2 rebotes. Mejoró contra Clemson en la final para jugar 27 minutos y contribuir con 5 puntos, 4 rebotes y 1 tapón. 

La temporada empieza a coger velocidad y lo hace sin vértigo para los de Omaha. El récord va en positivo y el equipo ha invitado a la esperanza tanto a la afición como a los medios de comunicación. Es muy destacable la aportación de los nuevos. Gente como Marcus Zegarowski o Damien Jefferson están sumando, y mucho, desde el principio. En su primer año, Zegarowski ha tomado el rol de sexto hombre y está exprimiendo sus oportunidades al máximo. Jefferson, por su parte, decidió arriesgar y pasarse un año en blanco para poder jugar con los bluejays, y quiere disfrutarlo esta temporada. Ellos dos son dos de las grandes noticias de este año, junto con el paso dado adelante por jugadores como Ty-Shon Alexander, quien ha aceptado el reto de ser el líder en anotación, y Mitch Ballock, un jugador completo, a la estela de Grant Gibbs, pero, quizás, con mejor mano. Solo queda un detalle para redondear este proyecto y es el juego interior. Por ahora, jugadores exteriores han liderado el rebote en una faceta donde Creighton, con tradición de buenos pivots titulares (Benoit Benjamin, Kenny Lawson Jr, Gregory Echenique, Will Artino o Justin Patton), siempre parecía ceñirse a la figura de un jugador responsable en la pintura, con físico y buen rebote. Martin Krampelj está corriendo con ese rol, pero es un jugador diferente a los mencionados anteriormente y, además, parece que aún le queda recorrido hasta llegar al nivel que tenía antes de su lesión. El australiano de primer año Samson Froling y Jacob Epperson podrían cubrir esa vacante. Sea como sea, cuando esa pieza encaje, parece que los argumentos de Creighton pueden ser muy esperanzadores: tienen jugadores con mano, posibles en la rotación y una buena mezcla de experiencia y juventud. Antes de que empiece la Big East tendrán unos cuantos rivales de entidad para confirmar si estos augurios son buenos o hemos exagerado. Por ahora, y aunque es muy pronto, ni periodistas ni entrenadores confían en estos comentarios alegres, ya que los bluejays no aparecen, ni tan siquiera han recibido puntos, en los ránkings de AP y US Today. Ránkings que, por supuesto, encabeza Duke, y donde si aparecen un equipo que ha derrotado a Creighton (Ohio State) y otro al que han derrotado ellos (Clemson). Veremos si esto cambia en breve... o no. Quizás mi lectura desde lejos es demasiado inocente. 

Por cierto, y con esta entrada con la que damos salida a la temporada, aprovechamos y recuperamos a los seniors del año pasado para saber qué fue de ellos. No ha sido fácil, y no tenemos datos de todos ellos, pero digamos que algo sabemos de Khryi Thomas, por ejemplo, quien, después de firmar por los Detroit Pistons, y debutar en la NBA (ha jugado dos partidos), espera una nueva oportunidad en los Gran Rapids Drive de la G-League. Manny Suarez juega en Chile y Marcus Foster en Corea del Sur. No sabemos nada de Toby Hegner ni de Tyler Clement, aunque, de este último, sospechamos que abandonó el baloncesto y se dedica a sus estudios de postgrado, ya que, hace meses, en una entrevista, hablaba de sus ambiciones en el mundo de los negocios sin descartar una carrera como entrenador. Por cierto, siguiendo con viejos egresados de la universidad de Creighton, una batería de noticias: Will Artino juega ahora en Taiwán, Gregory Echenique en Japón y Cole Huff firmó hace unas semanas por el Cáceres de la LEB Oro española. Por cierto, y así terminamos, el que parece que, finalmente, tras dejar atrás su abrupto final universitario y saldar cuentas con la justicia, ha encontrado equipo es Maurice Watson Jr. El base de Creighton ha encontrado equipo en Holanda, en el ZZ Leiden. Por ahora, su rendimiento es bueno y seguro que su motivación también.






martes, 13 de noviembre de 2018

Antonio Soto

Foto encontrada en el buscador de imágenes de google que proviene de la web zikloland.com


Los últimos habían sido Antonio Soto y Urko Berrade. La noticia del salto a profesionales del último de estos dos nos animó a escribir esta entrada. Poco después, se confirmó otro salto al profesionalismo, en este caso, el del colombiano Nicolás Sáenz al Manzanas Postobón. Probablemente, no añadamos nada nuevo, pero falta hacía. Tampoco queremos ser irrespetuosos con otras estructuras de cantera que también merezcan un aplauso y un reconocimiento. Hemos elegido a la Asociación Deportiva Galibier, para bien, no para crear comparaciones odiosas.

En su página web lo resumen ellos a las mil maravillas, aunque no sé si está actualizado, pero da igual, una idea ya nos da: 25 años, 330 corredores, 320 victorias y 43 corredores profesionales. El equipo lo fundó, y aún lo gestiona, Manolo Azcona, allá por 1993. La idea: hacer cantera y contribuir a la formación de aquellos que aspiran a dedicarse al ciclismo, supongo. Hablamos de un equipo amateur, por supuesto. Con asentamiento en Navarra, pero capacidad más global, el equipo, en estos más de veinticinco años, ha tenido una retahíla de patrocinadores, desde las dos empresas de construcción con las que empezaron, ACR y MRA, hasta la empresa de recambios de coche Lizarte, con la que ya llevan más de una decena de años, ya que el primer contrato de patrocinio se firmó allá por 2006. En este bagaje, Azcona ha sido siempre la cabeza visible de este proyecto, por el que pasaron, puntualmente, como parte del equipo técnico, corredores que tuvieron peso en su estructura, como Iban Latasa, Martín Iraizoz, Javier Iriarte o Gorka Beloki. Sin embargo, el que ha marcado una diferencia ha sido Juanjo Oroz. El ex ciclista de Euskaltel-Euskadi se retiró con 34 años y uno más tarde se incorporaba a la lista de colaboradores de Azcona. Desde 2015, para él han sido gran parte de los elogios cada vez que alguien sube a profesionales. Y no han sido pocos, como hemos visto en los números de arriba, más aún después del acuerdo de colaboración que alcanzaron con Movistar hace ya más de un lustro.

Sería fácil resumir la historia de este equipo en un par de nombres destacados que pasaron a profesionales y triunfaron, pero vamos a hacerlo un poquito más complicado, aunque tampoco muy exhaustivo. En 1993, debutaron con un equipo en el que todos eran navarros, excepto cuatro corredores: un pacense, un cántabro y tres guipuzcoanos. Consiguieron cuatro victorias. Muy pronto, al año siguiente, dieron un salto de calidad enorme, al menos, en lo más evidente, las victorias, ya que consiguieron un total de 25. Fue, sobre todo, el año de Claus Michael Moller, el ganador de la única Vuelta a España amateur. Al año siguiente, Juan José de los Ángeles se suma a Moller. Y, poco después, los dos hermanos Beloki, Gorka y Joseba, y el cántabro Isidro Nozal. Joseba Beloki destaca desde el principio y dura poco. El equipo, que mira más allá de Navarra, consigue muchas victorias y continúa con esa trayectoria expansiva hasta que rozamos el año 2000. El rendimiento de corredores como Jorge Ferrío, Julián Sánchez Pimienta o Benjamín Noval da una perspectiva sobre la apertura de fronteras, aunque sean nacionales, en el equipo. Eso sí, también hay producto autóctono y Patxi Ugarte es, durante varios años, uno de los grandes representantes del equipo. También llega, por esa época, el malogrado Ricardo Otxoa. Esa tónica se mantiene unos años más, pero, enseguida, se vuelve al pasado, se recupera un enfoque más navarro y un perfil más bajo. Iban Latasa se convirte en seña del equipo. Las victorias escasean durante unos años. Sin embargo, los triunfos vuelven a espuertas en torno a 2007 con la llegada del costarricense Andrey Amador. Junto a él se mantienen históricos del equipo como Garikoitz Atxa, Martín Iraizoz e Iban Latasa. Enrique Sanz y Javier Iriarte se sumarán al proyecto. Desde 2010, en los últimos ocho años, por la estructura del equipo han pasado corredores que ahora son profesionales como Jorge Arcas, Marc Soler, Dayer Quintana, Antonio Pedrero, Higinio Fernández, Aitor González, Rafael Márquez o los recientísimos Sergio Samitier, Óscar Rodríguez, Héctor Carretero, Egoitz Fernández, Jaime Castrillo, Richard Carapaz y Nicolas Sessler. Sus ascensos dan testimonio del buen trabajo que se hace en el equipo. La procedencia de los corredores sigue siendo diversa, resaltando una mirada hacia el otro lado del Atlántico. Interpretamos que, en parte, sobrevenida por el acuerdo de colaboración con Movistar.

Los últimos en dar el salto, como ya explicamos al principio, han sido Urko Berrade (1997), quien correrá la próxima temporada con el Euskadi-Murias en la categoría profesional continental, Nicolás Sáenz, quien volverá a su país para debutar con Manzanas Postobón, y Antonio Soto (1994), uno de los mejores corredores en el pelotón amateur durante la temporada pasada, que lo hará en la categoría de continental con la Fundación Euskadi. A Soto le llega la oportunidad con ciertos años ya, y seguro que su labor será doble en el equipo de Mikel Landa, incluyéndose, a pesar de ser nuevo, la labor de consejero experimentado para algunos corredores más jóvenes.

Hasta que empiece la temporada igual se suma alguno más, quién sabe. Mimbres y candidatos hay en el equipo. El gallego Martín Bouzas (1997), el vasco Iñigo Elosegi (1998) o el catalán, campeón de España juvenil, Álex Jaime (1998), por ejemplo. Corredores del 96 como Martí Márquez, Dimitry Zhigunov o Iván Moreno aún aspirarán a conseguir algo este año. Roger Adriá, José Félix Parra, Kiko Galván... El equipo ha destacado este año en pruebas exigentes como el Giro amateur, donde acabaron terceros por equipos, solo por detrás del Hagens-Berman Axeon continental y la selección de Colombia. Los méritos de sus corredores se han perpetuado en otras carreras y geografías. Si no lo hacen ahora, lo harán más tarde, pero otros, a buen seguro, seguirán multiplicando el número de corredores que ascienden de categoría y cumplen su sueño de convertirse en profesionales. Azcona seguirá encabezando un proyecto en el que, como ya decía en una entrevista antigua, "hay que trabajar duro y no valen medias tintas". Las tintas, en este equipo, no les salen a medias. 

Posdata: de entre los muchos nombres que podríamos haber elegido para encabezar esta entrada vamos a elegir el de Antonio Soto. No es el corredor más veterano en dar el salto a profesionales, pero su ejemplo de constancia y determinación le servirán a muchos que vienen por detrás. En diciembre cumplirá 24 años y tendrá la oportunidad de debutar en profesionales con la Fundación Euskadi, como ya hemos dicho. En estos días, ha dado bastantes entrevistas: ha explicado cómo es un corredor valiente y aspira a seguir siéndolo, cómo dejó de obsesionarse por ser profesional y entonces consiguió su mejor temporada. Y es que este año se ha alzado con la Copa España. Eso hizo que su nombre sonara para el Burgos pero, finalmente, una llamada personal de Mikel Landa le convenció de que su futuro estaba con los de naranja. Uno más del Lizarte que correrá en el pelotón que todos los amateurs ansían. No será el último. Ya no lo es. 

jueves, 18 de octubre de 2018

Glenn Murray



A los que viven o vivimos lejos de Inglaterra, Brighton nos puede sonar a muchas cosas. A cursos de idiomas en el extranjero, a Graham Greene si te gusta leer, a los Mods y The Who si te gusta la música, y casi que a aparatos musicales, altavoces o algo así. Pero Brighton, ante todo, es una ciudad costera en el sur de Inglaterra, con su acuario, su emblemático museo y palacio real y un precioso muelle de recreo. Y tiene un equipo de fútbol: el Brighton & Hove Albion.

Fundado en 1901, casi nada, visten de azul y blanco y, desde hace muchos años, arrastran el apodo de las gaviotas, supongo que, en parte, por tener su sede en una ciudad de costa pero, también, por llevarle la contraria aviar a sus eternos rivales del Crystal Palace, que responden al sobrenombre de las águilas. En 2008 o así, por cierto, alguien hizo un estudio de las rivalidades deportivas inglesas más destacadas, y esta se quedó entre las diez primeras. Más que nada, por sorprendente, y es que representan a ciudades alejadas geográficamente y, a lo largo de su historia, tampoco se han enfrentado tantas veces.

No vamos a hacer aquí historia del Brighton porque no estamos tan puestos y no tenemos tiempo para acabar estándolo. Digamos, tan solo, que llevaban 34 años, si no me confundo, lamentando que no estaban en la Premier League. Lo consiguieron hace dos, tras el ascenso de la 2016-2017. La temporada pasada acabaron en la 15º posición, siete puntos por encima de un descenso con el que coquetearon. Disputadas las primeras ocho jornadas de esta edición, las gaviotas merodean por la mitad de la tabla, en la decimotercera posición, a cinco puntos del descenso.

Por el Brighton han pasado varios jugadores con experiencia en la liga española, como Gai Assulin, Adrián Colunga, Florin Andone, David López, Martín Montoya, Andrea Orlandi, Francisco Sandaza o Leonardo Ulloa. De hecho, quedan algunos. Martín Montoya y Florin Andone juegan cada quince días en el Falmer Stadium como locales. Y no son los únicos, también está el ex portero australiano del Valencia Matthew Ryan o Bruno Saltor.

Precisamente este es un caso especial. Y es que el catalán cumple su séptima temporada en el equipo, es su capitán y, además, uno de los jugadores más veteranos de la liga. De hecho, si no me confundo, es el jugador más veterano de la Premier League. Pero, esta temporada, hay otro jugador, también veterano, también en el Brighton & Hove Albion FC, que le está robando todo protagonismo a Bruno Saltor y al resto de sus compañeros. Y ese es nuestro protagonista, el veterano delantero inglés Glenn Murray.

Igual que Salvatore "Toto" Schillaci sorprendió a todos en el Mundial de Fútbol de 1990 cuando nadie le conocía y ya tenía 26 años. Igual que Aritz Aduriz se destapó como goleador por encima de la treintena. Igual que Vicente Engonga debutó con la selección española a los 32 años. Igual que Sergio Pelegrín fue el jugador más veterano en debutar en la liga española, con el Elche, hace como cinco años, a sus 34 años... Igual que todos estos, con el tiempo y los años, a Glenn Murray le ha salido el talento. 

Murray no juega con el 9 pero es un delantero tradicional, de los de merodear por el área a ver si cae. Roza los 190 centímetros, es espigado, algo desgarbado, viste barba y se faja. Podría pasar desapercibido. Podría haberse pasado toda la vida en el anonimato, jugando por ahí abajo. Sin embargo, se ha ido labrando una carrera por las categorías inferiores del fútbol inglés hasta que ahora está disfrutando del éxito. 

Murray emigró a Estados Unidos muy joven y luego volvió a Inglaterra para pasar por una retahíla de equipos, hasta que destacó, hace como diez años, en el Brighton & Hove Albion. Curiosamente, fueron los archirivales de estos, el Crystal Palace, los que se fijaron en él. Para más curiosidades, en la temporada 2012-2013, ambos equipos se enfrentaron en el play-off de ascenso a la Premier, pero Glenn Murray sufrió una grave lesión de rodilla y se perdió el ascenso de su equipo, el Crystal Palace, y la tristeza de su antiguo equipo. Volvió de la lesión en la temporada 2013-2014 y debutó en la Premier cuando ya alcanzaba la treintena. Su primer gol, lo lograría jornadas después, gracias a convertir un penalty que cometió sobre él mismo el español José Manuel "Chico" Flores, actual jugador del Rubin Kazan. Tras una cesión en el Reading y un regreso, acabó siendo traspasado al Bournemouth y, una temporada más tarde, regresó al Brighton. Sus 23 goles en la 2016-2017 ayudaron a aúpar a las seagulls a la Premier, después de un porrón de años. El año pasado, primero en el que jugó con asiduidad en la Premier, marcó 12 goles en 35 partidos. 35 años tiene ahora. Lleva 8 partidos jugados, todos los de la temporada, y ha marcado 5 goles. 

Desde que debutó con el Crystal Palace en la Premier, a los 30 años, había disputado 52 partidos y marcado 11 goles en tres temporadas con las águilas y una con el Bournemouth. Cuando solo llevamos ocho partidos de esta, en las dos últimas temporadas, si hacemos el cómputo ya, lleva 43 partidos y 17 goles. Pero lo que llama la atención es lo que queda por venir. Y lo que ya ha pasado. Entre los jugadores más veteranos de la liga, debutante en la Premier cuando ya era talludito, goleador de los de antes con bagaje en la Championship, parece que, ahora, le llega su momento, cuando muchos ya habrían desistido. Hay quien incluso piensa en la selección. Martin Keown jugaba con su edad en el equipo nacional. Franck Lampard con uno más. Los porteros David Seaman y David James lo hicieron con 39 años. Peter Shilton, con 40. Stanley Matthews vestía el jersey de la selección con 42 años. No hablamos de debuts. Dicen que el jugador más veterano en debutar con la selección de Inglaterra fue Alec Morten, con unos 40 años, pero como ocurrió allá por en torno a los años 70 del siglo XIX. No está muy clara ni su fecha de nacimiento, así que... Lo que si queda claro es que Leslie Compton debutó con 38 años en 1950. Por lo tanto, a Murray, esos records, le quedan lejos, pero, a buen seguro, le daría igual no cumplirlos. Ahora, lo que le queda por delante, es una temporada apasionante, en la que él y sus compañeros del Brighton & Hove Albion, una plantilla muy internacional (dos españoles, un nigeriano, un australiano, un colombiano, dos holandeses, un austriaco, un francés, un israelí, un camerunés, un brasileño, un rumano...) y con experiencia, buscarán la permanencia y, a título personal, probablemente, Murray aspire a conseguir un buen puñado de goles y seguir disfrutando de una madurez repleta.

martes, 2 de octubre de 2018

Claudio Pizarro



Mañana cumple el tío 40 años. Y, ahí, sigue, ampliando sus estadísticas en la Bundesliga. Ya ha batido varios récords, no podía ser de otra forma. De manera resumida, digamos que es el jugador extranjero que más partidos ha jugado y más goles ha marcado en la historia de la liga alemana y, en general, es el jugador que más partidos ha jugado y más goles ha marcado y que aún se mantiene en activo.

Precisamente, el sábado pasado, si no me confundo, Pizarro jugó su partido 450 en la Bundesliga. Acaba de empezar la temporada, pero no conseguiría, en esta, entrar en el top ten de jugadores con más partidos en la historia de la liga. Sí, quedarse cerca. Uli Stein, estrella del Hamburgo, ocupa la décima posición en esa clasificación con 512 partidos. Si el peruano consigue estirar su carrera, quién sabe, quizás consiga escalar tan alto y meterse entre los diez primeros, convirtiéndose, por supuesto, en el primer jugador no alemán que lo hace. Donde si aparece entre los diez mejores es en la clasificación histórica de goleadores. Pizarro, ahora mismo, es el quinto mejor goleador en la historia de la Bundesliga, el mejor extranjero en esa clasificación, ya que Robert Lewandowski está un puesto por abajo, eso sí, con apenas una decena de goles menos. Pizarro está a 21 goles de Manfred Burgsmüller, cuarto en esa clasificación y lejísimos, por supuesto, del casi insuperable Gerd Müller, máximo goleador en la historia de la Bundesliga con 365 goles.

En esas clasificaciones históricas encontramos a dos jugadores que nos ayudarán a recorrer la historia de Claudio Pizarro en Alemania y el legado que está dejando tras su dilatada carrera. Klaus Allofs es décimo máximo goleador en la historia del fútbol alemán, empatado con Dieter Müller, el noveno, ambos con 177 goles; por otro lado, Klaus Fichtel, histórico del Schalke 04, es el cuarto jugador con más partidos en la Bundesliga, 552, habiéndole arrebatado Oliver Kahn el pódium hace no muchos años. Tanto Allofs como Fichtel fueron jugadores del Werder Bremen, equipo en el que actualmente juega Claudio Pizarro, y para el que ya lo había hecho hasta en tres periodos distintos anteriormente.  Ambos guardan una relación con Claudio Pizarro que nos ayudará a entender el pasado, los comienzos de este jugador en Alemania y el que puede ser su futuro.

Y es que Klaus Allofs era gerente del Werder Bremen cuando, acompañado por su presidente, Jürgen L. Born, un banquero alemán que dejaría la presidencia del equipo bremense por algunas cuentas turbias, viajó a Lima para ver a un joven jugador peruano de apenas 20 años. La leyenda dice que lo vieron entrenar a través de un agujero en la valla del estadio. El caso es que Pizarro aterrizó en Alemania, en la ciudad del río Weser, y en su primera temporada convencería, jugando 25 partidos en la liga y aportando 10 goles y 3 asistencias. Por otro lado, Fichtel mantiene un récord que le costará batir al peruano Pizarro. Si lo hace, probablemente también le reclame su puesto entre los jugadores con más partidos en la Bundesliga. Y es que Fichtel, quien jugó cuatro años en el Werder Bremen, tras haber pasado anteriormente 15 temporadas en el Schalke 04, volvería de nuevo a su equipo anterior para rematar su carrera con otros cuatro años y retirarse a los 43, convirtiéndose en el jugador más veterano en disputar partidos de liga en Alemania. Pizarro va a cumplir los 40. Tampoco lo tiene tan lejos. Pero, al hilo de esto, el propio Fichtel, en una entrevista, decía que veía complicado que Pizarro, dada la exigencia física del fútbol moderno, pudiera llegar a igualarle o batirle.

Las estadísticas de Pizarro, que, como las de cualquier futbolista, son bien frías, nos cuentan que el peruano llegó a Bremen allá por 1999, a punto de cambiar de siglo. En dos temporadas en la Bundesliga, marcó 29 goles, 10 la primera y 19 la segunda, y lo fichó el todopoderoso Bayern Munich. Con el Bayern, jugó seis temporadas consecutivas en las que marcó 71 goles, bajando de diez solo en la última. Se marchó al Chelsea, donde no le fue tan bien, y una temporada después, regresó a Alemania, a su primer club, el Werder Bremen. Otras cuatro temporadas seguidas en las que recuperaría su arma más celebrada, el gol: 60 goles en total. Con esos números, volvió a Munich, donde no le fueron tan bien las cosas y tuvo un papel más residual. Tras tres temporadas, firmaría el tercer regreso a Bremen. La temporada pasada, sin embargo, la disputó con el Colonia. Y, en esta, volvió a aparecer en prensa al confirmar que, por cuarta vez, volvería a vestirse de verde y blanco para jugar con el Werder Bremen. El equipo es quinto, ha ganado tres partidos, empatado dos y perdido uno, tienen 11 puntos. Pizarro salió desde el banquillo contra el Hannover 96, el Frankfurt y el Sttutgart. No jugó contra el Nürnberg ni el Hertha Berlín y fue titular contra el Augsburgo. Aún no ha marcado. Si juega contra el Wolfsburgo esta próxima jornada, ya lo hará con 40 años. 

Su palmarés, además, es para enmarcar. Ha ganado 6 Bundesligas, 6 Copas de Alemania, 2 Copas de la Liga, 1 Supercopa de Alemania, 1 Champions League, 1 Copa Mundial de Clubes, 1 Supercopa de Europa y 1 Copa Intercontinental. Todo lo ha ganado con el Bayern Munich excepto un título, aquella Copa que ganó con el Werder Bremen en 2009. Aquel equipo que dirigía Thomas Schaaf estaba liderado por gente como Diego Ribas, Naldo Aparecido, Hugo Almeida, Torsten Frings, el propio Pizarro y, sobre todo, Mesut Ozil, el goleador de la final. 

Curiosamente, el capitán de aquel equipo era Frank Baumann, quien, ahora, con 42 años, es el director general del Werder Bremen. Dicen que Pizarro negociará con él su renovación. En una entrevista a Bild, antes de que el peruano cumpliera los 40, Baumann comentó que no descartaba su renovación. En otra, dijo estar asombrado de que alguien que era solo unos pocos años más joven que él siguiera rindiendo así sobre un campo. Fue el propio Pizarro el que dejó caer que esta sería su última temporada. Y su actual entrenador, Florian Kohfelt, ya debió comentar que no le importaría contar con su ayuda en la dirección. Pero, si sigue participando, si los récords siguen cayendo, ni Baumann se atreve a confirmar que este sea el último año de aquel joven jugador al que Allofs espiaba por un agujero. Fichtel dice que no cree que ocurra, pero tampoco creo que mucha gente en Trujillo, Extremadura, pensaran, en su día, que algún día el pequeño Francisco acabaría descubriendo el Perú. Y ya ves. Nunca se sabe con los Pizarros.