lunes, 19 de septiembre de 2016

Anthony King


Bastian Doreth (Alemania) y Moritz Lanegger (Austria) en la victoria alemana por 78-58 (Grupo B, Jornada 5)

Ya estaban clasificados Finlandia, Israel, Rumanía y Turquía porque estos cuatro países, distanciados por muchos kilómetros y hasta por mares, harán de anfitriones en el Eurobasket 2017. Junto a ellos, también habían conseguido el pasaporte los que se lo ganaron en las Olimpiadas de Río de Janeiro 2016 o por otra vía, es decir, Croacia, República Checa, Grecia, Francia, Italia, Letonia, Lituania, Serbia y España. Olvidado, aparentemente, el conflicto burocrático, parece que todas ellas estarán disputándose el próximo título europeo. Es la segunda vez que varios países organizan la fase final. El año pasado fueron Croacia, Francia, Alemania y Letonia y este año los cuatro ya mencionados, haciendo de ciudades anfitrionas Helsinki, Tel Aviv, Cluj y Estambul. 
Ahora, ya conocemos las últimas selecciones que faltaban para completar las veinticuatro que intentarán cogerle el relevo a España (vencedora en tres de las últimas cuatro ediciones). Serán Bélgica, Alemania, Rusia, Polonia, Eslovenia, Montenegro, Hungría, Islandia, Georgia, Gran Bretaña y Ucrania. Fuera se han quedado países como Estonia, Bosnia o Macedonia.
Se han pasado gran parte del verano disputándose los últimos billetes y para algunos habrá merecido la pena y para otros menos. Se dividieron en siete grupos, clasificándose todos los primeros y los cuatro mejores segundos. 
Los cuatro mejores segundos fueron la Islandia de Hakur Palsson y Jon Stefansson, la Ucrania de Viatcheslav Kravtsov y Kyrylo Fesenko, la Montenegro de Nikola Vucevic y Boban Dubljevic, y la Gran Bretaña de Daniel Clark y Andrew Lawrence. Por orden contrario al de esta primera lista, todas quedaron segundas pero se clasificaron en apretados grupos donde ganaron la sorprendete Hungría (6 victorias y 0 derrotas) de Adam Hanga y David Vojvoda, la Georgia de Tornike Shengelia y Michael Dixon, la Eslovenia de Goran y Zoran Dragic y la Bélgica de Jonathan Tabu y Jean Salumu. En los otros tres grupos, solo se clasificó uno, el campeón, y estos fueron la Alemania de Johannes Voigtmann y obin Benzing, la Rusia de Sergey Karasev y Timofey Mozgov y la Polonia de Maciej Lampe y Mateusz Ponitka.
Mención especial, por lo bueno, aunque no se hayan clasificado de la Holanda (4 victorias y dos derrotas) de Worthy de Jong y Charlon Kloof. Muy cerca de la clasificación, pero empatados en el Grupo D y sin conseguirlo, se quedaron Estonia de Rain Veideman y la Bielorrusia de Artsiom Parakhouski. También hay que destacar la primera participación de Kosovo en una ronda clasificatoria (no consiguieron ninguna victoria), contando con jugadores como Justin Doellman o Scott Bamforth (solo un partido, 21 puntos). Tampoco consiguió ninguna victoria Suecia, a pesar del buen rendimiento de Ludde Hakanson. Sí consiguieron al menos una victoria selecciónes como Luxemburgo, donde brilló, sobre todo, el ala-pivot Alex Laurent, la Albania de Rashaun Broadus, máximo anotador del preeuropeo, la Eslovaquia que dirigía Ivan Rudez, hermano de Damjan Rudez, la Portugal de Joao Gomes y la Suiza de David Ramseier. Un par de victorias, pero insuficientes para clasificarse, se llevaron selecciones como la Macedonia de Vojdan Stojanovski y Aleksandar Kostoski, la Bulgaria de Alexander Vezenkov y Jason Washburn (también jugó Demarquis Bost), la Bosnia Herzegovina de Jusuf Nurkic y Mirza Teletovic, la Dinamarca de Alan Voskuil y Jonathan Gilling, la Austria de Thomas Schreiner y Rasid Mahalbasic, y la Chipre de Nikolaos Stylinaou e Iakovos Panteli y Anthony King. 
Precisamente, para este, ya que es el último, le regalamos el titular. Anthony Lamar King, de 31 años, nacido en Durham, Nueva Carolina, juega con Chipre porque tiene la nacionalidad de este país. Hace varios años, tras su paso por la liga alemana (Deutsche Bank Skyliners), se enroló en las filas del ETHA Engomis, con los que, si no me confundo, sería campeón de Liga y Copa. Por eso, fichó por el Aris de Salónica y después volvió a Alemania con los Artland Dragons. Hasta como quien dice ayer jugaba para el Gaziantep turco, el mismo equipo donde jugaron otros viejos conocidos como Joey Dorsey, Serkan Erdogan, Jaka Lakovic o Earl Calloway, pero no sé si la próxima temporada seguirá en un equipo que acaba de fichar al veteranísimo Marcus Haislip. 
Elegir a King, de paso, nos sirve para ilustrar esta (no es nueva tampoco) reciente costumbre de poner a un norteamericano en tu selección. Hemos mencionado a unos cuantos en este repaso, pero hubo más, claro. También hubo muchos más de los que hemos mencionado aquí que por fin acaban con sus obligaciones veraniegas y nacionales y regresan a sus equipos ACB. El Bilbao Basket, por ejemplo, agradecerá el regreso de Tobias Borg, Jonathan Tabu, Danilo Nikolic o Miha Lapornik, sobre todo, ahora que con las bajas de Michael Eric, Ivan Buva y Borja Mendía, lleva dos partidos de pretemporada jugando con solo cuatro jugadores de la primera plantilla, Axel Hervelle, Álex Mumbrú, Javier Salgado y Dejan Todorovic. A poco más, y tiene que volver a colgarse las botas Raúl López Molist.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Jeff Geggus



De acuerdo con la web letsingit.com, la letra es ésta:

I'm forever blowing bubbles,
pretty bubbles in the air,
they fly so high, nearly reach the sky
then like my dreams they fade and die.
Fortunes always hiding,
I've looked everywhere,
I'm forever blowing bubbles,
pretty bubbles in the air!

United "clap clap clap"
United "clap clap clap"
United "clap clap clap"

Let's go fucking mental
Let's go fucking mental
lalala
lalala

Let's go fucking mental
Let's go fucking mental
lalala
lalala

Mi propia traducción, fiable lo justo para entenderlo por encima, sería ésta:

Siempre haciendo pompas, 
lindas pompas en el aire que
vuelan alto, casi hasta el mismo cielo
pero siempre acaban desapareciendo,
desvaneciéndose como se desvanecen
mis propios sueños. 
La suerte me esquiva
por más que la busco
y mientras tanto sigo haciendo pompas, 
lindas pompas en el aire.

Juntos "palmas palmas palmas"
Juntos "palmas palmas palmas"
Juntos "palmas palmas palmas"
Volvámonos locos
Volvámonos locos
lalala
lalala
Volvámonos locos
Volvámonos locos
lalala
lalala

"I'm Forever Blowing Bubbles" es una canción con una historia maravillosa. No es para menos cuando alguien la escribe a principios del siglo pasado (en torno a 1918) y hoy en día es uno de los himnos más poéticos del mundo del fútbol internacional. Esta vieja canción que se convirtió en uno de aquellos éxitos comerciales del Tin Pan Alley en los años 20, tuvo su primera relación con el deporte cuando Ring Lardner, uno de los periodistas deportivos más famosos de la historia (al fin y al cabo, era el escritor preferido de Holden Caulfield, junto a su hermano D.B., en El guardián entre el centerno), cambió la letra para ilustrar, de alguna manera, su desilusión cuando tuvo que cubrir el escándalo deportivo que afectaba a su equipo preferido, los Chicago White Sox. Pocos años más tarde, los aficionados del West Ham United se apoderarían de la canción. Los historiadores de los Hammers han rebuscado hasta averiguar por qué los aficionados del West Ham adoptaron esta canción para celebrar su afición por el equipo londinense. Al parecer, tiene que ver con el fútbol escolar, el director de una escuela al que le gustaba la música tanto como el fútbol y un jugador con cierto parecido físico con el niño que hacía burbujas en una famosa pintura al óleo de John Everett Millais. El caso es que, desde entonces, la canción es parte de la identidad del club y de sus aficionados, y resuena en el Estadio Olímpico de Londres, igual que, hasta hace poco, lo hizo durante décadas en Boleyn Ground (Upton Park). Por supuesto, la letra se modificó, aunque queda parte del original waltz americano. En los años 80, el grupo de punk británico Cockney Rejects, aficionados confesos del club, lo grabaron para gloria de la estrecha relación entre música y fútbol (si no me confundo, creo que los Cock Sparrer y The Business también tenían al West Ham United como equipo preferido). Fue 1980, precisamente, el año en el que el West Ham consiguió su último gran éxito al ganar la FA Cup, la competición de clubes de fútbol más antigua del mundo, ante el Arsenal, gracias a un gol de Trevor Booking, una de las grandes leyendas de los Irons, junto a otros compañeros que también estuvieron aquella noche en Wembley, como el escocés Ray Stewart o el centrocampista Alan Devonshire (también jugó Frank Lampard, pero el padre, no el hijo). En la cara B de aquel EP, incluyeron otra canción futbolera, pero, esta vez, para homenajear a los miembros del Inter City Firm, un grupo de fanáticos del West Ham que, al parecer, eran famosos por sus botas de punta de acero. Los Rejects se ganaron fama gracias a la violencia que solía aparecer en algunos de sus conciertos, cuentan por ahí, y, también dicen, a menudo las razones eran futbolísticas, como la historia que cuenta la suspensión de un concierto en Liverpool al producirse un enfrentamiento entre seguidores de la banda de los hermanos Geggus (Jeff canta y Mick toca la guitarra) y aficionados de los Reds.
Volviendo a la música y siguiendo con los de Jurgen Klopp, se podría decir que el "You'll Never Walk Alone" de Gerry & The Pacemakers es probablemente el himno más conocido y simbólico del fútbol profesional, pero, sin desmerecerlo ni quererle faltar al respeto, la triste poesía de "Bubbles", con ese amargo reconocimiento de lo esquiva que es la felicidad y el éxito, me llama más la atención. No me oirás cantarla por dos razones: una, canto fatal; dos, yo ya tengo bastante con lo mío y del "...zelai orlegian..." y "...se forja el hierro..." no me vas a sacar.




lunes, 12 de septiembre de 2016

Lilian Calmejane



Lo sé, no he dicho ni mú durante tres semanas, pero sí, he seguido la Vuelta a España 2016, y con atención. No estuve en Bilbao, como lo hice al año en el que Igor Antón le dio una gran alegría a la afición vasca, pero lo vi por televisión. Por televisión he seguido el resto de la Vuelta y, ahora, me dispongo a proponeros, como hice ya anteriormente con las otras grandes, mis nueve corredores destacados que sirvan para hacer resumen de esta edición. Como siempre, eligiendo a nueve, hay que hacer descartes y ha sido difícil hacerlo en esta ocasión. Sobre todo, he dejado fuera al vizcaíno Omar Fraile, por ejemplo, flamante campeón de la Montaña, y no es la primera vez, o a otros que también han destacado como Simon Yates, Magnus Cort Nielsen o Pierre Latour, aunque les mencionaré. Y, sí, lo siento, así que lo menciono aquí para resarcirme, un Alejandro Valverde que ha hecho, aunque no salga en el palmarés, una de las grandes machadas de la temporada: Juegos Olímpicos, igual también campeonato del Mundo, y además, Giro, Tour y Vuelta, y haciendo entre los quince primeros (3º en el Giro, 6º en el Tour y 12º en la Vuelta) en todas ellas.
Ya sabéis, los que soléis aparecer por aquí, que mi criterio es muy caprichoso y no siempre vale el éxito, y, además, conocéis que, en realidad, yo no tengo ni idea de bicicletas, más allá de lo que sabe cualquier otro aficionado, así que haréis bien en no hacerme nada de caso. 
Pero va, este es el nueve de elegidos que yo he seleccionado para resumir la vuelta. El orden no tiene nada que ver:

Haimar Zubeldia

El guipuzcoano es de esos corredores que siempre premiamos en este blog. La diferencia es que él ya tiene una larga carrera y no descubrimos nada nuevo. Se dejó ver en las últimas etapas de montaña de la Vuelta (19º en Aitana o 6º en el Aubisque) y acabó la general entre los 20 primeros (19º). Hablamos de alguien que, con esta, corría su 12º Vuelta a España y, entre las tres grandes, ha disputado ya un total de 28 grandes vueltas: 1 solo Giro, 12 Vueltas a España y 15 Tour de Francias. De 28 ocasiones, ha acabado entre los 25 primeros en 14 ocasiones. Ha rozado el pódium en el Tour y nunca ha ganado una etapa en ninguna de las tres. Pero su constancia, su arrojo y su dedicación, siempre serán premiados por aquí.
Podíamos haber elegido a otros, como el veterano francés Jean-Christophe Peraud, del que poco se sabía desde que sorprendió a todos al hacer pódium en el Tour de 2014, pero, a sus 39 años, ha acabado en el puesto 13º de la General. O, también quizás, un Andrew Talansky que ha brillado al hacer 5º en la general final. 

Chris Froome

Bueno, pues esta es mi opinión: sus aplausos al entrar por meta en la línea de Aitana me parecieron un bonito gesto que no se merecía ni la ocasión. Alguno creyó que eran con ironía, pero a mí, en principio, no me lo pareció. Creo que el ataque de Quintana sobraba y el reconocimiento de Froome se agradece. Igual que se agradecen sus declaraciones sinceras, aunque sería mejor que se hubieran hecho bien las cosas y no mereciera la pena, aunque tampoco soy yo quién como para meterme en este debate que no conozco muy bien. Yo lo que aplaudo es que haya venido a la Vuelta a disputarla y que haya dado un gran espectáculo, ganando en Peña Cabarga con rabia, volando en Calpe, soportando los continuos ataques de Nairo Quintana y Alberto Contador hasta que el más importante se le escapó. No sé si, como muchos opinan, fue el corredor más fuerte de la carrera, pero, la verdad, es que hacía mucho tiempo que alguien no brillaba con tanta excelencia en dos grandes en la misma temporada y eso es síntoma de que estamos ante uno de los grandes corredores de la historia. Con un de los mejores equipos de la historia a sus espaldas, claro, por mucho que aquel día llegaran fuera de control y fallaran.  

Samuel Sánchez

Si miras en la clasificación, no aparece. Hasta la contrarreloj de Calpe, sí lo hacía. Tras los 37 kilómetros contra el reloj, ocupaba la posición número 12. Antes de la contrarreloj era 7º en la general. Estaba solo a medio minuto de Talansky (6º) y a un par de minutos de Simon Yates (5º). Acabó la contrarreloj en 53:02, a cinco minutos de Talansky y tres de Yates. Pero eso no fue así durante toda la etapa. De hecho, durante muchos kilómetros, Samuel Sánchez amenazó el puesto del australiano Yates y luchaba por el del norteamericano Talansky. Pero se fue al suelo: llegó a meta sin apenas poder apoyar un brazo, lleno de magulladuras y arena, diciendo que no con la cabeza. Al día siguiente, no tomó la salida. Como en el caso de Zubeldia, del que fue compañero, el asturiano Samuel Sánchez no es nuevo en esto. Tiene 38 años y ha disputado 19 grandes vueltas, siendo pódium en dos de ellas, 2º en el Tour de Francia 2010, 3º en la Vuelta a España 2007 y 2º en la Vuelta a España 2009. En otras cinco ocasiones ha hecho entre los diez primeros. Se le escapó, con crueldad, además, una oportunidad de repetirlo, pero eso no quita para que reciba el reconocimiento a su buena actuación durante la Vuelta a España 2016 donde fue la cabeza visible de su equipo, el BMC, tras el liderato de Darwin Atapuma y si no contamos la victoria de etapa de Jean Pierre Drucker. 

Lilian Calmejane

Porque al joven francés del Direct Energie no le esperaba a nadie. A sus 24 años, y en su primer año como profesional, el corredor de Jean-René Bernaudeau se llevó el premio gordo al sorprender a todos en San Andrés de Teixido. También se dejó ver en Aitana, donde hizo octavo, un puesto por detrás de otro francés que ha destacado en esta Vuelta, Rudy Molard. El ciclismo francés está de enhorabuena. Ha sido otro de los protagonistas de esta Vuelta aunque solo sea por las victorias parciales de Alexandre Geniez, Pierre Latour y el mencionado y elegido Calmejane, pero otros como Molard, Axel Domont, Maxime Bouet, Clement Chevrier, Stephane Rossetto, Julian Bernard, Romain Hardy, Julien Bernard, Kenny Elissonde... han dejado bien claro que, al otro lado de los Pirineos, viene una buena generación de ciclistas. 
Para él va el titular y la fotografía (sacada del buscador de imágenes de google pero con origen en sport.es) por ser el más inesperado en esta lista. Y también por acordarse, al ganar, de Romain Guyot, joven corredor francés muerto al ser atropellado por un camión mientras entrenaba el pasado mes de Marzo.

Nairo Quintana

Por que ha ganado, claro. Después de su pódium en el Tour de Francia, no todo fueron elogios. La gente se olvida de lo difícil que es ganar, pero todo el mundo parecía esperar más de él. No fue rival para Froome y no supo explicar cuál era esa enfermedad que le lastraba, así que todos empezaron a dudar de él. Incluso se ha seguido dudando de él en la Vuelta: que si sus ataques no acababan de servir para derrocar a Froome, que si la contrarreloj dura más le entierra... que si, que si. Pero lo que sí es, es campeón de la Vuelta a España 2016. Además, siempre conviene recordar una cosa: el colombiano tiene 26 años. Ha disputado solo tres Tours y en los tres ha sido pódium (dos veces 2º y este año 3º). Ha disputado solo un Giro de Italia y lo ha ganado. Esta Vuelta a España era su cuarta y su primer pódium y su primera victoria. Correr ocho grandes, ganar dos y ser pódium en otras tres no está al alcance de corredores normales o mediocres. Además, teniendo en frente a gente como Chris Froome, Alberto Contador o Vincenzo Nibali. Así que, enhorabuena para él y para su equipo por ser líderes desde la 10º etapa y acabar siéndolo en Madrid. 

Jhoan Esteban Chaves

Todos sabemos, a estas alturas, y no hace falta que repita sus nombres, que vivimos la época de gloria del ciclismo colombiano. Por mucho que gente como Fabio Parra o Lucho Herrera sean parte de la historia de este deporte en su país y auténticas leyendas, lo que está consiguiendo el deporte colombiano en estos años trasciende, en mi opinión, lo que hicieron aquellos primeros escarabajos. Ya nadie usa, tan siquiera, la palabra escarabajo. Dos colombianos en el mismo pódium de una grande es algo a destacar. Acabamos de recordar todos los pódiums que tiene ya Quintana, y este de Chaves tampoco es el primero para él porque esta misma temporada ya hizo 2º en el Giro de Italia, por detrás de Vincenzo Nibali y por delante de Alejandro Valverde. A sus 26 años, el joven corredor del Orica promete más alegrías. Y mira que no se ha llevado pocas el equipo australiano en esta Vuelta: ganó en Bilbao con Jens Keukeleire, se llevó el esprint final y otro más gracias a Magnus Cort Nielsen y Simon Yates ganó en Nogueira de Ramuín, además de acabar 6º en la general y llevarse, junto a su equipo, los aplausos de todo el mundo por la estrategia que aplicaron en la etapa del Aubisque. 

Jan Bakelants

Siempre destacamos a los aventureros, y, en esta edición de la Vuelta a España, ha habido muchos (y de distintas nacionalidades: desde el lituano Andreiy Zeits hasta el italiano Gianluca Brambilla), pero se lo vamos a dar a un Bakelants que lo ha intentado por activa y por pasiva y no sé cuántas escapadas habrá intentado y cuántas habrá cogido. Lo intentó, además, en todos los terrenos, pero, sobre todo, en montaña. Elegimos, además, a Bakelants, por otra razón: esta ha sido la edición del ciclismo belga. Probablemente, junto a los franceses, haya sido la nacionalidad con más vistosidad en la carrera. Como país, se han llevado cuatro etapas, dos de Gianni Meersman, una de Jonas Van Genechten y otra de Jens Keukeleire. Han metido a tres corredores entre los veinte primeros, pero, sobre todo, más allá de los puestos y las victorias, se han dejado ver en todas las etapas. A los cuatro que ya hemos mencionado aquí, podríamos sumarle muchos otros protagonistas, gente como Ben Hermans, Maxime Monfort, Pieter Serry, Thomas de Gendt, Dries Devenyns...

Robert Gesink

A sus 30 años, por fin le llegó la oportunida de disfrutar de un gran triunfo. El holandés ya ha ganado buenas carreras como el Giro d'Emilia o el Tour de California, pero nunca ha conseguido alcanzar los niveles que se le atribuyeron ya desde que andaba siendo un prometedor ciclista de la cantera del Rabobank y ganaba el prestigioso Circuito Montañés allá por 2006. Desde entonces, ha sido 4º y 6º en el Tour de Francia y 6º y 7º en la Vuelta a España, siempre buenos puestos, visible cuando se empinan las rampas, pero sin conseguir dar ese paso definitivo que el ciclismo holandés lleva esperando tanto tiempo. Su victoria en el Aubisque, con un esprint agónico, en la que muchos denominaban la etapa reina de esta Vuelta a España 2016 es como un ejercicio de justicia poética. Levantó los brazos y lo disfrutaría como el que más. Merecido, aunque solo sea por las veces y veces que lo ha intentado. 
Igual que se lo damos a él, se lo podríamos haber dado a Mathias Frank. A sus 30 años, este eterno aventurero, acabó por llevarse el gato al agua en Lucena del Cid después de haberlo intentado unas cuantas veces más en esta misma edición. 

David de la Cruz

Porque, en líneas generales, ha sido una Vuelta a España para extranjeros. Solo el catalán ha conseguido ganar una etapa. Fue, además, líder. Aunque el liderato también lo tuvo Rubén Fernández. Y a los dos les duró muy poco. Todas las victorias parciales, excepto la de De la Cruz, han sido extrajeras. Y el único equipo español en ganar, aunque tampoco es que haya muchos equipos, ha sido Movistar gracias a un colombiano. Ha habido tres españoles entre los diez primeros, cierto es, y merecen su ración de aplausos tanto Alberto Contador como Daniel Moreno, y otros tres más entre los veinte, pero, a pesar de ello, el protagonismo ha sido generalmente originario de otros países que no organizan esta carrera ni prestan su paisaje para el recorrido. Probablemente, sea una de las Vueltas con más protagonismo extranjero que recuerdo yo. Así que, por ello, la excelencia de David de la Cruz, entre tanta escasez, ha resaltado más aún si cabe. 
Además, el de Sabadell, tiene ya 27 años, no es un niño, pero después de dejar Caja Rural y buscarse la vida por Alemania, su llegada al Etixx le ha dado un protagonismo que le convierten, aunque no sea por edad, en uno de los nuevos protagonistas de estas generaciones que prometen. El neozelandés George Bennett, un hombre muy completo, 10º en la general final, el escalador italiano Davide Formolo, 24 años y 9º en la general final o Matvey Mamykin, irregular pero sorprendente corredor ruso que ha querido lucirse en esta Vuelta, aunque solo fuera a arreones sin mucho sentido (24º en la general final), son otros ejemplos de estos nuevos corredores llamados a coger el relevo a una generación que ya se empieza a hacer mayor. 


Javi Ros



Un día que me aburría, hace ya un par de semanas o así, me puse a escribir esta entrada. Dejé los datos escritos y luego no le hice mucho caso. Ahora, ya que tampoco pierdo nada, lo edito un poco y lo publico. Simplemente, me llamó la atención el número de jugadores vascos que van a jugar este año la segunda división, como quiera que se llame ahora. Creo que estaba viendo o leyendo sobre un partido en concreto, cuando me llamó la atención que había bastantes canteranos del Athletic Club de Bilbao entre ambos contendientes. Como ya sabéis que aquí cojeamos de dos pies, y uno de ellos es rojiblanco y mira a la costa cantábrica, pues me puse a mirar y hacer listas. 
Los datos creo que los saqué de la página web oficial de la liga, así que si, en algo fallo, no es culpa mía. Bueno, sí, porque se me ha podido colar algún jugador que igual es vasco y yo no me he enterado. Como siempre, puntualizo que entre los vascos he considerado a los navarros aunque a muchos esto les pueda parecer una incongruencia. 
Pero bueno, lo dicho, que sí, que me llamó la atención, por tercera vez, que este año en la segunda categoría del fútbol profesional español va a haber mucho jugador de por aquí. 
En concreto, a saber, solo Córdoba, Gimnastic de Tarragona, Rayo Vallecano y Sevilla Atlético no tienen jugadores de esta zona en sus plantillas. Si se me ha colado alguno, es por desconocimiento. El resto de los 18 equipos de la categoría, tienen, al menos, un jugador que haya nacido en Euskadi o Navarra. 

A saber, el Alcorcón, por ejemplo, consiguió la cesión, por parte del Eibar, del central vizcaíno Unai Elgezabal, quien, el año pasado, jugaba en segunda división B con el Barakaldo Club de Fútbol. Durante muchos partidos de esa temporada pasada, Elgezabal hizo pareja de centrales con Álex Quintanilla, también ex canterano del Athletic y del Valencia, quien ha firmado, este año, por el Almería. En el Barakaldo, también jugó, aunque hace ya unos años, cómo pasa el tiempo, Jon Ander Garrido, héroe del ascenso a segunda B, quien firmó por el Cádiz, salió cedido, y esta temporada ha vuelto al equipo para ser titular en segunda división. Junto a él, en el Cádiz, también juega Gorka Santamaría, delantero cedido por el Athletic Club, y desafortunado protagonista hace unas jornadas por una polémica expulsión. En el Elche, candidato al ascenso a Primera división, nos encontramos con otros dos ex canteranos del Athletic Club, Guillermo Fernández, quien ya se ha estrenado como goleador esta temporada y ya lo fuera hasta de Champions League con la camiseta del primer equipo bilbaíno, y Urtzi Iriondo, un menudo lateral que contó con muchos minutos en la misma categoría pero con el Bilbao Athletic durante la temporada pasada. También en el Elche juega Pablo Hervías, nacido en Logroño, pero canterano de la Real Sociedad, quien encadena su tercera cesión consecutiva tras jugar en Osasuna y Oviedo antes de hacerlo para el Elche. El Getafe se hizo con Kike Sola, delantero navarro que pasó por el Athletic y el Osasuna, antes de que se cerrara el mercado. Compañero de Kike Sola en el Athletic fue Jonás Ramalho, quien, tras terminar su vinculación con el equipo vizcaíno, ha firmado contrato con el Girona. Otro ex del Athletic, Urko Vera, quien consiguió el ascenso con el Osasuna el año pasado, firmó, también a última hora, contrato con el Huesca. En el Lugo está el alavés Igor Martínez, ex jugador del Alavés y del Athletic Club. En el Tenerife, juega el bilbaíno Álex García, quien también pasó por el filial del Athletic Club. El mismo equipo tiene cedido en Valladolid a un jugador del que se espera mucho, Markel Etxeberria, quien no ha empezado la temporada como titular. En el recién ascendido Reus, dos veteranos, el guipuzcoano Álex Albistegi, que el año pasado hizo una gran temporada en segunda división B con el Lleida y Aritz López Garai, quien regresa a la categoría tras haber bajado un peldaño el año anterior. En el UCAM Murcia, donde, por cierto, encontramos a otro ex del Barakaldo, aunque, en esta ocasión, cántabro, no vasco, Fran Pérez, también juega Unai Albizua y otro ex canterano del Athletic Club que no es vasco, si no riojano, el portero Miguel Escalona. Porteros vascos sí encontramos en el Levante, y dos. La lucha por la titularidad se la ha llevado el talento navarro Alejandro Remiro, una de las apuestas futuras para la portería del Athletic Club. En el banquillo queda Raúl Fernández, espigado portero vizcaíno que debutó con el primer equipo del Athletic Club. Otro portero navarro que juega en segunda división es Roberto Santamaría, esta vez, en el Mallorca, donde tiene cómo compañeros a otro ex del Barakaldo CF, Ion Ansotegi, y al prometedor ex del Alavés, Álex Vallejo. Más porteros, esta vez de la cantera bilbaína de Lezama, y que juega en segunda división, es Aitor Fernández, también ex jugador del Barakaldo CF, quien se ha unido a la extensa nómina de jugadores vascos del Numancia. Allí también esta otro ex del Barakaldo y de Lezama, Unai Medina, el veterano navarro Iñigo Pérez, el talentoso mediapunta Iñigo Ruiz de Galarreta, el ex de la Real Sociedad, Eneko Capilla, u otro canterano de los de Donostia, aunque, en este caso, peruano, Alexander Callens. Sin embargo, no es el equipo con mayor número de jugadores vascos o navarros, ya que se lleva la palma el Mirandés, donde, además de los ex del Athletic Club de Bilbao, Jon Aurtenetxe, Iker Guarrtoxena, Iñigo Egüaras y Néstor Salinas, nos encontramos con otro que tuvo un efímero paso por Lezama, Gorka Kijera, y más jugadores de por aquí arriba, gente como el portero vitoriano Sergio Pérez, Marcos Sangalli, de la cantera de la Real, al igual que Alain Oiartzun, o el ex del Osasuna Roberto López "Rúper". Precisamente, también en el Osasuna jugó Jon Erice, quien ahora lo hace en el Oviedo de Fernando Hierro donde también juega Néstor Susaeta y llegó cedido del Athletic Club, tras hacer la pretemporada con el primer equipo, el central navarro Óscar Gil. Finalmente, en el Zaragoza se ha asentado el vizcaíno Erik Morán, quien también formó parte de la primera plantilla del Athletic Club, el ex portero del Eibar, Xabi Iruretagoiena y, por último, el pamplonica, ex de la cantera de la Real Sociedad y del Mallorca, Javier Ros.

Tampoco es que esto sea una competición, igual hay más jugadores madrileños, andaluces y/o catalanes, pero, como ya he repetido más de una vez, me llamó la atención. Así que pongo sus nombres en negrita y lo dejo aquí escrito para quien guste de estas curiosidades sin más. Por ninguna otra razón que no sea la casualidad (ha sido el último en aparecer en nuestra lista y, aunque lo parezca, no hemos seguido ningún orden, aunque empezamos alfabéticamente y más o menos se ha seguido) le damos titular y fotografía (encontrada en google images pero proveniente de marca.com) a Javi Ros, jugador, actualmente, del Zaragoza de Luis Milla y Luis Cembranos.