lunes, 2 de diciembre de 2019

Jett Canfield



Sinceramente, no nos engañemos, esto está más cerca del final que del principio. Y hablo del blog, no de Creighton, por supuesto. Lo que fue poco a poco, va camino de ser definitivo, pero nos resistimos, y no sé muy bien por qué. No sé cuánto más lejos llegaremos, pero mientras lo hagamos, aunque sea con cuenta gotas, ¿para qué vamos a perder las buenas costumbres? Ya no será como antes, pero seguirá siendo. Alguno igual se acuerda de cuando hablábamos de la NCAA hasta antes de que empezara; cuando nos daba aún para cuatro o cinco entradas después de terminada. 

Ya van varias semanas de competición y aquí venimos ahora. Lo digo otra vez, me resistía a hacerlo, pero cumpliremos un año más siguiendo la temporada de los arrendajos azules de Creighton y de paso echándole un vistazo medio torcido al resto de la competición. 

Así que, como esta es la primera, y ya deberíamos haber hecho alguna antes, nos va a salir bien larga. Larga porque habrá que comentaros primero, por ejemplo, cómo quedó el plantel después del verano y, también, cómo ha ido la cosa en estas primeras jornadas de competición. Lo importante, de todas formas, es que lo vamos a hacer. Y ya que nos ponemos a ello, intentaremos seguir el rastreo y el muestreo por lo menos hasta marzo. Sin desaparecer del todo, pero sin aparecer con la asiduidad con la que lo hacíamos antes. Después, ya veremos. 

Para empezar, echémosle un vistazo a las previsiones. Ya sabéis, esas apuestas camufladas y cambiantes que llevan a cabo los entrenadores para US Today, los periodistas para la Associated Press y, en esta ocasión, le vamos a sumar la de la nueva herramienta de medición de la NCAA, la NET. En el primer ranking, el de los entrenadores, Creighton no aparece entre los 25 primeros, donde Duke encabeza la lista por delante de otros clásicos como Lousiville, Michigan State, North Carolina y Kansas. Sin embargo, sí aparece en la pequeña leyenda al final de la tabla, la que recoge el resto de universidades nacionales que han recibido al menos un voto. Creighton ha recibido 9 y está lejos de Florida, última de la lista en el puesto 25 con 71 puntos. En la clasificación de los periodistas, Creighton no aparece ni entre los primeros ni entre los que han recibido, al menos, algún voto. Duke, Louisville y Michigan State vuelven a ser los tres más votados aquí también. Por último, en la clasificación de la propia NCAA a través del NET, Creighton ocupa el puesto 54 de las 353 universidades clasificadas en la lista. Sorprende que según el NET, Virginia y Gonzaga están más valoradas que Duke. Los criterios son distintos, es verdad, pero que conste que los datos, en los tres casos, han sido tomados de la web oficial de la NCAA y aparecen actualizados a finales de noviembre para los dos primeros rankings; antes, en abril, creo, la clasificación de la propia NCAA. Vamos, que digamos que Creighton no está entre los grandes favoritos a tener protagonismo en la locura de marzo, pero, al menos, sobrevive entre la clase media del baloncesto universitario nacional. 

En cuanto al equipo, Greg McDermott seguirá una temporada más, y ya van diez desde que substituyera a Dana Altman, como máximo responsable deportivo del equipo. Del año pasado, siguen jugadores importantes como Ty-Shon Alexander,  Mitch Ballock, Marcus Zegarowski, Damien Jefferson, Davion Mintz o un Christian Bishop que este año, en su segundo, ha dado un salto de calidad, al menos, en cuanto a minutos. También siguen jugadores como Jordan Scurry, Jett Canfield, Denzel Mahoney o Jacob Epperson, que, en principio, tendrán un rol más residual. Son nuevos Shereef Mitchell, Kelvin Jones, Antwann Jones, Jalen Windham y Nic Zeil, y algunos han llegado con impacto al equipo, como veremos luego. 

En el apartado de bajas, Kaleb Joseph y Connor Cashaw terminaban su carrera universitaria. Pero lo que más sorprende entre las bajas es la marcha de Martin Krampelj. Y, en menor medida, la de Samson Froling. Sam Froling volvió a su país, Australia, y acaba de firmar un contrato profesional con los Ilawarra Hawks, de moda por contar entre sus filas con LaMelo Ball, aunque no sea su único jugador reconocible, porque el capitán es David Andersen y en su plantilla también aparecen otros como Aaron Brooks, Andrew Ogilvy o Josh Boone. Por su parte, Krampelj se apuntó al draft, no fue elegido, jugó las ligas de verano con Denver y acabó de vuelta en su país, donde juega para el histórico Olimpia de Ljubljana, disputando la ABA League (van bien, 7-2) y la EuroCup (peor, enrolados en el grupo del Joventut, 3-5). Son un equipo competitivo, entrenado por Slaven Rimac, y Krampelj, por ahora, no ha contado con oportunidades. Tiene de compañeros a jugadores importantes como Jaka Blazic, Marko Simonovic, Ryan Boatright, Codi Miller-McIntyre, Maik Zirbes, Edo Muric o Mikael Hopkins. Por casualidad, en el mismo país, en Eslovenia, pero con un equipo con menos ambición, encontró acomodo su excompañero Kaleb Joseph, quien juega en el Zlatorog Lasko de Robi Ribezl donde es titular. Por último, más minutos que Krampelj está teniendo Connor Cashaw,  que no los tenía en Creighton, quien también emigró a Europa y consiguió un contrato en una liga más humilde, eso sí, la británica. Cashaw juega para los Sheffield Sharks y está contando con minutos.

Por cierto, hacía mucho tiempo que no mirábamos atrás y no habíamos dicho nada del accidentado final de Maurice Watson Jr, ex estrella de Creighton que se lesionó de gravedad en su mejor año y se vio en vuelto en un juicio del que, finalmente, salió absuelto al llegar a un acuerdo con la parte demandante. Watson Jr firmó su primer contrato profesional hace un año, con el equipo holandés de baloncesto ZZ Leiden, ganando la Copa ante el Zwolle donde, en su día, jugó otro ex Creighton, Grant Gibbs. Este año, Watson Jr juega en el Uniero Forli que entrena el histórico Sandro Dell'Agnello en la segunda categoría del baloncesto profesional italiano y promedia 14.4 puntos, 4.8 rebotes y 3.5 asistencias por partido, siendo el jugador más valorado del equipo.

Con Krampelj fuera, se necesitaba un referente interior. Kaleb Joseph le dio el año pasado algo más de profundidad de banquillo al equipo. Esas parecían las dos claves para este año, donde, además, se contaba con que Alexander y Mintz tomaran el liderazgo del equipo y gente como Zegarowski diera un paso definitivo adelante. Sin embargo, tanto estos tres como Jefferson o Ballock son jugadores exteriores y seguía faltando ese peso en la zona. Ese rol lo están tomando Christian Bishop como titular, con su 2'06, y Kelvin Jones, interior de 2'10, que ha llegado de Idaho State.

La temporada comenzó con la preparación que, este año, hicieron en Australia, en una gira en la que disputaron tres partidos, ganando dos y perdiendo uno. Antes de empezar a competir, hubo otro partido amistoso, en esta ocasión, en casa, en el CHI Health Center de Omaha, que también se saldó con victoria, esta vez ante McKendree.

Unos días más tarde, el 5 de noviembre, dio comienzo, oficialmente, la temporada 2019-2020. A falta del partido que disputarán mañana ante Oral Roberts, los de McDermott han jugado ya siete partidos, con cinco victorias y dos derrotas. Antes de comenzar la disputa directa por la Big East, aún les quedarán seis partidos, el de Oral Roberts y otros cinco más. Las sensaciones, con ese récord de 5-2, son encontradas. Queda la impresión de que el equipo puede con los rivales pequeños o a su altura, al menos sobre el papel, pero que le falta para sorprender a rivales de más alcurnia. Las dos derrotas han sido ante Michigan Wolverines en su casa, entrenados por el exNBA Juwan Howard, y ante la San Diego State de Brian Dutcher, esta contundente y dura, en Las Vegas. Eso sí, se resarcieron en el último partido ganando a los Red Raiders de Texas Tech, entrenados por Chris Beard, quienes aparecen en 12º posición en el ranking de los entrenadores para US Today. Por lo tanto, esperanzas hay y partidos como el derby ante Nebraska o los duelos que les quedan antes de la Big East contra Oklahoma y Arizona State pueden ayudarles a entrar en la conferencia con renovadas ilusiones.

Veamos partido por partido:

Empezaron ganando fácilmente a Kennesaw State en Omaha. Con la baja de Davion Mintz, Shereef Mitchell, nuevo en el plantel, comenzó de titular y no lo hizo mal con 8 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias. En cualquier caso, los mejores fueron Ty-Shon Alexander, 19 puntos y 4 rebotes, Marcus Zegarowski, 18 puntos y 5 asistencias, y Christian Bishop, 12 puntos, 7 rebotes y 3 tapones, quien partió de titular aunque solo actuó 18 minutos. De hecho, el interior suplente, Kelvin Jones, aprovechó bien su tiempo de reserva con 7 puntos, 6 rebotes y 1 tapón. Buenas sensaciones que no consiguieron confirmar en el Crisler Center de Ann Arbor ante una poderosa Michigan, liderada por Isaiah Livers, Zavier Simpson y Jon Teske. Por los de Omaha destacaron Ty-Shon Alexander, con 20 puntos, y Marcus Zegarowski, con 18 puntos, aunque los dos con la misma mano en los triples, 2 de 6. Bishop y Mitchell volvieron a ser titulares y se dejó entrever uno de los problemas que puede tener el equipo esta temporada. Y es que McDermott no parece tener mucha confianza en la profundidad de su banquillo. Actuaron 6 reservas, pero, y aquí está el dato relevante, cuatro de ellos, Nic Zeil, Jordan Scurry, Jalen Windham y Jett Canfield, jugaron un minuto. De vuelta a Omaha, regresaron a las victorias ante una Louisiana Tech donde destacó el nigeriano Mubarak Muhammed, con 14 puntos y 16 rebotes. Por Creighton, destacó Mitch Ballock, 5 de 11 en triples, para un total de 22 puntos. Ty-Shon Alexander y Marcus Zegarowski se quedaron en 17 y destacó Kelvin Jones desde el banquillo con 14 puntos y 4 rebotes en 16 minutos. Sin Mintz, Mitchell fue esta vez suplente. Ambas en Omaha, el equipo encadenó dos victorias más consecutivas. Primero ante Cal Holy, por 86 a 70, y después contra North Florida por 76 a 67. Fue la primera una victoria coral en la que los cinco titulares superaron los diez puntos para conseguir 75 de los 86 puntos del equipo. Zegarowski hizo 18 a los que sumó 6 asistencias, Ballock y Jefferson hicieron 17 (el segundo con 0 de 4 en triples pero sumando 8 rebotes), Alexander se quedó en 13 y Bishop en 10 más 4 rebotes. Contra North Florida las cosas siguieron igual, cargando el juego sobre el poder exterior del equipo, con Ballock yéndose a los 15 puntos y 11 rebotes, Alexander haciendo 16 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias, y Zegarowski con 19 puntos (3 de 7 en triples). La segunda derrota de la temporada fue contundente. Los Aztecs de San Diego se impusieron por 31 puntos de diferencia, 83 a 52, ampliando su récord a 7-0. Malachi Flynn con 21 puntos fue el mejor de los californianos. Por los Bluejays, destacar el 4 de 23 en triples y poco más, solo Mitchell y Ballock consiguieron dobles dígitos. Ante los Aztecs, Zegarowski consiguió un horroroso 1 de 10 en triples, pero ante Texas Tech se redimió y redujo a los Red Raiders con sus 32 puntos y 5 asistencias, su mejor actuación de la temporada y de su carrera. Le guardó bien la espalda un Ty-Shon Alexander que se fue hasta los 18 puntos y 12 rebotes.

Por lo tanto, las observaciones generales, desde nuestro humilde y parcial punto de vista, nos dejan ver un equipo que depende mucho de la inspiración y puntería de sus jugadores exteriores. Zegarowski, Ballock, Alexander y Jefferson definirán el futuro del equipo a la espera de que Mintz se recupere. Mientras lo hace, Mitchell está intentando cubrir su puesto desde el banquillo o de titular, mientras que Kelvin Jones saliendo de reserva y Christian Bishop como titular, intentan darle presencia al equipo en la pintura. Un dato: el máximo reboteador del equipo es Ty-Shon Alexander (5.6). Y el segundo, Ballock (5.4). Marcus Zegarowski, su mejor anotador hasta ahora con 18.4 puntos por partido, casi ha conseguido la mitad de sus canastas 21 de 48 desde la línea de tres puntos. De hecho, ha tirado más veces desde ahí que desde más cerca: 52 intentos de las 97 veces que ha tirado. A todo esto, hay que sumarle la poca profundidad de banquillo: tres jugadores (Zegarowski, Ballock y Alexander) han jugado más de 200 minutos. Otros cuatro jugadores han superado los 100 (Jefferson, Bishop, Mitchell y Jones). Entre los otros cuatro que han jugado suman 119 minutos (Canfield, Windham, Scurry y Zeil, quien solo ha disfrutado de siete minutos de juego). Y los problemas se acumulan con el resto: Antwann Jones no ha contado con minutos, Denzel Mahoney no puede jugar hasta diciembre, Davion Mintz parece que puede volver ante Oral Roberts y Jacob Epperson está lesionado de gravedad en una rodilla y nadie sabe cuándo volverá si es que vuelve. Así, el relevo en el banquillo se limita a dos, tres jugadores.

Y eso es un poco todo hasta ahora. Hasta que comience lo bueno, con los enfrentamientos directos, solo queda comentar el buen comienzo que están teniendo DePaul (8-0) y Butler (7-0) en la Big East. Veremos cómo va yendo todo. Volveremos en unas semanas y soltaremos otra tacada de resultados. Intentaremos llegar a marzo y cumplir una temporada más. En la anterior, hasta se nos olvidó cubrir la gran final después de haber hecho todo el trabajo anterior. En esta ocasión, no tengo yo todas conmigo y puede que incluso andemos más torpes, pero esperemos que no. Como ya he explicado al principio, el blog, en estos últimos tiempos, ha perdido mucha fuerza y continuidad, y ya ni duele cuando ocurre, así que no conviene engañarnos mucho más. Eso sí, por ahora, por un poco de tozudez y otro poco de inercia, seguiremos insistiendo. Así que, hasta entonces, vamos a elegir a Jett Canfield para que encabece y seguiremos intentando aportar algo con estas entradas. Con 1'77, el escolta de Topeka, Kansas, es el jugador más bajo de la plantilla. Igual que en años anteriores con Tyler Clement, Canfield es un "walk-on", esos jugadores que no llegan al equipo con el camino bien enfilado, recibiendo una beca, siendo atletas con aspiraciones, si no de una manera un poco más atropellada o por casualidad o sin darle tanta importancia al deporte y a los sueños de profesionalismo. Canfield, sin embargo, lleva ya siete partidos disputados, con pocos minutos, pero cuenta con la confianza del entrenador McDermott, quien valora su compromiso y falta de egoísmo. Le elegimos a él, por lo tanto. Ponemos una foto, reparto unas negritas y publico. Un año más y ya van... ¿diez, once?

miércoles, 27 de noviembre de 2019

Miguel Sola

Fotografía tomada de la web athletic-club.eus


El pasado cinco de noviembre, la peña Peña Athletic Juvenil, fundada en 1966, entregaba una nueva edición de sus reconocidos premios. Ahora lo explicamos todo.

Para darle un poco de contexto, dado que en este blog se habla un poco de todo y con perspectiva un tanto global, digamos que hablamos de peña como una agrupación o conjunto de personas que colaboran y contribuyen en torno a unos intereses comunes, generalmente relacionados con fiestas tradicionales, folclore, gastronomía, cultura... y, en este caso, deporte. En España, es bastante común, en diferentes categorías y regiones, que los aficionados al fútbol, por ejemplo, se agrupen en estos colectivos que, a su vez, pueden estar organizados y gestionados de diferentes maneras. Hasta tal punto es común esta práctica que, desde 1999, existe la Asociación de Federaciones Españolas de Peñas de Fútbol. Según la web del Athletic Club, este cuenta con un total de 465 peñas oficiales, de las cuales 153 (el 32,9%) se sitúan en el territorio vizcaíno, 42 (un 9,1%) en otros territorios de Euskadi, 15 (el 3,25%) en el extranjero y un total de 255, más de la mitad (el 54'8%) en otras regiones del estado español. La Peña Athletic Juvenil es solo una de ellas, la más antigua con sede social en Euskadi.

Esta peña se ha encargado, desde hace más de cuarenta años, de entregar dos premios (el de la furia y el de la regularidad, que desconozco las claves y criterios para su entrega) a los juveniles más destacados de la cantera de Lezama. Lo he dado por sentado, pero como queda claro, hablamos del Athletic Club de Bilbao, equipo de fútbol con 121 años de historia, que ha disputado todas las ediciones de la máxima categoría del fútbol profesional en España y que se distingue por su trabajo de cantera y por la ausencia de jugadores foráneos en sus filas. Por lo tanto, y por eso nos hemos decidido a escribir sobre estos premios, que no dejan de tener un alcance más bien local, su palmarés puede entenderse como un termómetro de la excelencia en edades tempranas y de la exigencia del salto final al profesionalismo. 

Y es que en estos casi 45 años de premios, llama la atención que algunos (muchos) de esos galardonados nunca llegaran a realizar una larga carrera en primera división. La mayoría, llegó a debutar con el primer equipo, pero otros no pudieron ni alcanzar ese logro. Ya vamos adelantando las conclusiones, premios como estos demuestran lo difícil que es alcanzar el fútbol profesional y el talento que acaba perdiéndose ante las demandas de la élite. 

No vamos a exponer aquí un análisis muy pormenorizado, y probablemente quede subjetivo, pero, al final, expondremos el palmarés completo para que cada uno, aficionados y curiosos, hagan su recuento y busquen su opinión personal. Empecemos por contemplar a los últimos galardonados, ya que dada la vigencia del premio, hay jugadores premiados que aún mantienen la incógnita de cumplir con las expectativas que su rendimiento produjo en estas edades. 

A saber, los ganadores de esta última edición han sido Alejandro Ibarrondo y Jon Guruzeta (2000). A sus 19 años, ambos jugadores permanecen a las órdenes de Patxi Salinas (quien, por cierto, ganó uno de estos premios en la temporada 1980-1981) en el Baskonia, segundo filial del Athletic Club, que compite en tercera división. Guruzeta ha jugado 12 de los 15 partidos disputados hasta ahora, siete de ellos como titular. Ibarrondo, por su parte, solo ha comparecido en 8, actuando 6 veces entre los once que comenzaron el partido. Ninguno ha marcado. El año pasado, en categoría juvenil, Ibarrondo fue el jugador con más partidos del equipo de División de Honor, 30, y marco 6 goles, mientras que Guruzeta actuó en 28 encuentros y consiguió 10 dianas. Aún están en época de meritorios y todo puede ocurrir con ellos. El año pasado los ganadores fueron Oihan Sancet y Unai Vencedor. El primero ya ha debutado a sus 19 años en el primer equipo y compagina este con el primer filial, el Bilbao Athletic, y Vencedor es titular indiscutible en el mismo, también es de la generación del 2000, y todos hablan de que está llamando ya a la puerta del equipo profesional. Antes que ellos, los ganaron Oier Zarraga y Mikel Kortazar. Los dos son titulares en ambos filiales: Zarraga en el Bilbao Athletic y Kortazar en el Baskonia. En otras palabras, todos ellos son jugadores que aún confían en debutar con el primer equipo y labrarse una carrera profesional. Cosa que ya están haciendo muchos de los galardonados en los siete años anteriores, todos los que corresponden a la segunda decena del siglo XXI (de 2009-2010 a 2015-2016). Porque entre los que recibieron uno de esos dos premios nos encontramos a jugadores como Peru Nolaskoain (Deportivo de La Coruña), Iñigo Vicente (Mirandés), Ager Aketxe (Deportivo de La Coruña), Iñigo Egüaras (Real Zaragoza), Iñigo Ruiz de Galarreta (Las Palmas) y Oskar Gil (Racing de Santander). Todos ellos están en segunda división, Vicente y Nolaskoain cedidos por el primer equipo, y solo Nolaskoain, Iñigo Ruiz de Galarreta y Ager Aketxe llegaron a debutar en primera división con el Athletic Club. Entre el resto de galardonados en esos años, tenemos a uno que juega fuera, Enric Saborit, en el Maccabi de Tel Aviv israelí, y que llegó a jugar varios partidos en el primer equipo, dos que juegan en segunda B, Gorka Garai en el Las Palmas Atlético y Markel Etxeberria en el Cartagena, y hasta cinco jugadores que actualmente están en el primer equipo, el Athletic Club, en primera división: Unai López, Iñigo Córdoba, Unai Núñez, Asier Villalibre e Iñaki Williams. 

Del resto de premiados en el siglo XXI (de la temporada 1999-2000 a la 2008-2009), pocos hicieron una carrera larga en el Athletic, aunque el tamaño, en este caso, sea subjetivo. Sin embargo, a nuestro parecer, solo las carreras de Markel Susaeta, Fernando Llorente y Beñat Etxebarria, y en menor medida las de Jon Aurtenetxe y Ander Murillo, podrían considerarse significativas en el primer equipo. Todos, por cierto, tuvieron experiencias o las tienen más allá del equipo bilbaíno. Entre el resto de premiados, los hubo que debutaron en primera división con el primer equipo (Jonan García, Ibon Gutiérrez, Gorka Azkorra, Igor Angulo, Joseba Garmendia, Unai Albizua) y quienes no lo consiguieron (Antón Olondo, Julen Goñi, Joseba Ariño, Iván Miñés, Alex Goikoetxea, Eneko Gorroño). Muchos de esos jugadores hicieron carrera o aún la hacen en equipos de segunda y segunda división B. Igor Angulo, por ejemplo, encontró su lugar en Polonia, ya a una edad veterana. 

Mirar más atrás nos lleva a repetir el patrón. Nos encontramos a jugadores que despuntaban y prometían en categorías inferiores pero cuya carrera profesional no fue tan trascendental, casos como los de David Asensio, Iker Urraka, David Cuellar, Álvaro Pérez, David Karanka, Francisco Javier Katxorro o Javi Ruiz Otxoa. De hecho, en toda la década de los 90, los únicos premiados que alcanzaron una carrera reconocible en primera división fueron Juanjo Valencia y Julen Guerrero, aunque también podríamos incluir a Felipe Guréndez (ocho temporadas en el primer equipo), Raúl Gañán (tres temporadas en primera con el Alavés) o Gontzal Suances (una temporada en primera con el Athletic y dos con el Racing de Santander). 

Más allá, remontándonos a las décadas de los ochenta y los setenta, la cosa da un poco de vértigo. Cierto es que algunos nombres son muy reconocibles, incluso admirables, al menos, para los aficionados del Athletic Club. Hablamos de gente como Santi Urkiaga, Miguel Sola, Iñigo Liceranzu,  Miguel Sola, Endika Guarrotxena, Genar Andrinua, Josu Urrutia o Ritxi Mendiguren, pero otros seguro que son desconocidos, en algunos casos, hasta para los más entendidos. 

Por supuesto, este estudio, que tampoco aporta grandes datos ni conclusiones, debería haberse hecho con una perspectiva más objetiva, esgrimiendo números reales de temporadas, partidos y otras estadísticas, pero no era nuestro afán. No creo tampoco que lo poco que hemos concluido, que es difícil que se confirme lo que se asoma en categorías como juveniles, sea algo que no supiéramos ya todos los aficionados al fútbol, pero, en cualquier caso, sirve esta entrada para felicitar a la peña Athletic Juvenil por la longevidad de sus premios y a los más aficionados para esperar con inquietud si los más recientes podrán sumarse a una u otra categoría. 

El titular se lo vamos a dar a Miguel Sola porque él fue el primer premiado, junto con Santi Urkiaga, allá por la temporada 75-76. Sola se llevó el premio de la regularidad y Urkiaga el de la furia vasca, nombres que los por entonces encargados de la Peña Athletic Juvenil eligieron para sus entorchados. Sola, pamplonés de nacimiento, llegó definitivamente al primer equipo del Athletic en la temporada 80-81 y la abandonó tras la 84-85, para después jugar varios años en el Osasuna. Urkiaga, por su parte, jugó nueve temporadas en el primer equipo y se retiró tras una breve estancia en el RCD Espanyol. En esos años, ambos jugadores coincidieron en aquel equipo de Javier Clemente que ganó 2 Ligas, 1 Copa y 1 Supercopa de España. Los dos comenzaron carrera de entrenadores. Sola permanece ahora mismo como primer entrenador del Calahorra en segunda división B después de ascenderle hace un par de temporadas. Antes, recorrió varios banquillos de la misma categoría, como los del Real Unión, Izarra, Peña Sport, Mirandés o Huesca, además de entrenar al Osasuna en segunda división durante unos pocos partidos. Por su parte, Urkiaga tuvo una carrera más corta y humilde y, en los últimos años, ha sido el encargado de las instalaciones de Lezama.  



PREMIADOS PEÑA ATHLETIC JUVENIL (**Info página web Athletic Club)
TEMP.REGULARIDADFURIA VASCA
75-76Miguel SolaSanti Urkiaga
76-77Javier BilbaoIñigo Liceranzu
77-78EchevarríaTeo Rastrojo
78-79Ritxi ArrienCarlos Cordero
79-80Endika GuarrotxenaRubén Bilbao
80-81Patxi SalinasAlberto Vaquero
81-82Félix SarriugarteGenar Andrinua
82-83Luis Fernando FdezJosé Luis Sarabia
83-84Andoni AiarzaPatxi Ferreira
84-85Josu UrrutiaIñigo Lizarralde
85-86Ander GaritanoRitxi Mendiguren
86-87Ion UribarrenaGoio Soria
87-88José M. GaldamesJusto Ruiz
88-89José M. GaldamesCrescencio Cuellar
89-90Roberto IbarraGontzal Suances
90-91Juanjo ValenciaJavi Ruiz Otxoa
91-92Julen GuerreroPatxo Larrinoa
92-93Patxi LarrinoaIgor Arenaza
93-94Felipe GuréndezRaúl Gañán
94-95David GalloÁlvaro Pérez
95-96David KarankaF.J. Katxorro
96-97Iker UrrakaDavid Cuellar
97-98David AsensioEgoitz Jaio
98-99Borja BasagoitiGorka Sánchez
99-00Jonan GarcíaAlex Goikoetxea
00-01Ander MurilloGorka Azkorra
01-02Ibon GutiérrezIgor Angulo
02-03Joseba GarmendiaFernando Llorente
03-04Anton OlondoEneko Gorroño
04-05Markel SusaetaBeñat Etxebarria
05-06Eritz GoiriaJoseba Ariño
06-07Julen GoñiUnai Albisua
07-08Gorka ErañaUnai Albisua
08-09Ivan MiñesJon Aurtenetxe
09-10Iñigo EguarasEnric Saborit
10-11Iñigo Ruiz de GalarretaAger Aketxe
11-12Oskar GilMarkel Etxebarria
12-13Unai LópezIñaki Williams
13-14Iñigo CórdobaAsier Villalibre
14-15Gorka GaraiUnai Núñez
15-16Iñigo VicentePeru Nolaskoain
16-17Oier ZarragaMikel Cortazar
17-18Oihan SancetUnai Vencedor
18-19
Alejandro IbarrondoJon Guruzeta


jueves, 24 de octubre de 2019

Salva Camps



No vamos a discutir ahora las carencias ni contradicciones de este blog. Llegamos tarde para esto. Lo que tenemos escrito abajo lo tenía escrito hace casi un mes. Ha permanecido ahí, en estado esquemático, sin ser desarrollado, durante todo ese tiempo. Probablemente, lo que procedía era obviarlo y borrarlo, pero aún así lo publicaré.

En realidad es una repetición de hábitos que teníamos antes y que hemos tenido siempre. En lugar de fijarnos en lo habitual, insistimos con lo menos visible. Ahora que acaba de comenzar la NBA, que la Euroliga está en marcha y que en la ACB ya se han jugado un buen puñado de partidos, nosotros vamos y hablamos de la LEB Plata. Siempre con la curiosidad de descubrir quiénes son esos jugadores que permanecen aún activos en ligas menores o que proponen un seguimiento con vistas a que medren deportivamente.

No es que sigamos con mucha atención la liga, solo con curiosidad, así que, probablemente, en estas listas haya ausencias, y falten jugadores que realmente están rindiendo y nosotros nos dejemos llevar por lo más evidente. Además, puede que incluso ya se hayan producido cambios en las plantillas. En cualquier caso, la lista, con sus carencias y errores puede presentarse como un resumen válido de los talentos ocultos que mantienen en activo y con emoción el baloncesto menos mediático.

Y es que en los 24 equipos de LEB Plata, divididos en dos grupos distintos, nos encontramos a viejos veteranos, con largas carreras en LEB Oro o incluso en ACB, que siguen dando guerra, y mucha en algunos casos. Gente como Eduardo Hernández-Sonseca (Basket Navarra), Iñaki Narros (Basket Navarra), José Antonio Marco Gaona (CB Morón), Marc Blanch (CB Prat), Carles Marzo (CB Prat), Alejandro Navajas (CB Marbella), Alberto Ruiz de Galarreta (Tizona), Albert Sabat (Girona), Javier Lucas (Igualatorio Cantabria), Edgar San Epifanio (L'Hospitalet), Urko Otegi (Hestia Menorca), Alberto Corbacho (Hestia Menorca), Joan Creus (L'Hospitalet)... Nombres como los de Otegi, Corbacho, Creus, Blanch, Sabat o Hernández-Sonseca nos retrotraen a otras épocas, algunas no muy lejanas. Igual que habrá gente que aún recordará los nombres de jugadores que aparecían siempre en las listas de prometedores jugadores, en diferentes generaciones, y que no lograron, quizás, el ascendente que se esperaba de ellos pero siguen rindiendo en categorías inferiores a la ACB. Hablo de gente como Borja Mendia (Zornotza), Kenan Karahodzic (Igualatorio Cantabria), Daniel Bordignon (Igualatorio Cantabria), Sergi Costa (Girona), Albert Homs (L'Hospitalet), Iván García (L'Hospitalet), Waly Niang (CB Prat) o Larry Abia (La Roda). Por supuesto, también hay jugadores como Héctor Manzano, Iván Martínez, Ayoze Alonso, Iker Salazar, Miguel Ortega, Adrián Fuentes, Kevin Navarro, Rafael Casanova, Pol Olivier, Guillermo Corrales, Jon Ander Aranburu, Antonio Morales, Gerard Sevillano y tantos otros con largas carreras en categorías inferiores, menos conocidos para el gran público pero con repercusión y efectividad en estos niveles.

Además de todos esos jugadores que resuenan con o por su pasado, también tenemos la batería de jugadores internacionales que intentan medrar desde abajo. Por supuesto, en esa lista, sigue habiendo un gran número de norteamericanos, con jugadores como William Thomas Jr (Barcelona), Antonio Kurtis Hester (Girona), Tommy Bolte (Real Murcia), Beau Justice (Bogedas Rioja Vega), Thik Bol (Benicarló), Sean McDonnell (Ponferrada), De Angelo Hailey (Villarrobledo), Jamal Reynolds (Gijón), Robert Ukawuba (Gijón), Taylor Cameron (Marbella), Andrew Kelly (Algeciras), Wendell Corey Davis Jr (Lleida) o David Thomas McCulloch (Lleida). Pero también hay jugadores internacionales en esta liga con procedencias más diversas, como los ucranianos Yevgen Sakhniuk (Zornotza) y Volodymyr Orlov (Tizona), el británico Corey Johnston (Zornotza), los dominicanos Eddy Polanco (Albacete), Raúl Frías (Zornotza) y Gregorio Adón (Gijón), el ghanés Reginald Agbeko (Albacete), el jamaicano Marcel Robinson (Albacete), el holandés Menno Dijkstra (Girona), el georgiano Shota Gelazonia (CB Morón), el serbio Nemanja Dordevic (Benicarló), los lituanos Justinas Olechnavicius (Benicarló) y Erikas Kalinicenko (Algeciras), el camerunés Johan Kody (Tizona), los congoleños Kevin Zabo (Ponferrada) y Gullit Mukendiy (Villarrobledo), el senegalés Bruno Diatta (Marbella), el nigeriano Ryan Ejim (Algeciras), el venezolano Harold Cazorla (Igualatorio Cantabria), el chadiano Placide Nakidjim (Tizona) o el croata Filip Krajina (La Roda). No queríamos usar esta oportunidad para despertar este debate, pero es cierto que el porcentaje de jugadores internacionales es muy amplio, aunque estemos hablando de la tercera categoría profesional o semiprofesional del baloncesto estatal.

Por supuesto, una de las posibles categorías que más suelen interesar en estos niveles es el de las jóvenes promesas, los talentos que se curten en esta categoría a la espera de crecer e incorporarse a otros equipos de mayor nivel. Los proyectos del Barcelona, el CB Prat y el Gran Canaria y el trabajo de otros equipos hace que aquí se reúnan algunos de los jugadores que pueden protagonizar el futuro del baloncesto en el estado. Algunos de ellos nacieron incluso en este siglo. Muchos han demostrado ya que esta categoría se les ha quedado pequeña y se disputan minutos hasta en la ACB, como es el caso de Arturs Zagars (CB Prat) y Josep Busquets (CB Prat) en el Joventut o el argentino Leandro Bolmaro (Barcelona) en el primer equipo del FC Barcelona en ACB con los que ha tenido un gran impacto deportivo y mediático. Pero hay más, como los Sergi Martínez, el también argentino Juan Ignacio Marcos, el senegalés El Hadji Badio o Pau Carreño en el Barcelona, por ejemplo. Otro catalán con aspiraciones en el futuro es Maxim Esteban, que juega en el Girona. En esta lista también podríamos poner a la promesa del Estudiantes Diego Alderete, el holandés Terrence Bieshaar o el lituano Jonas Paukste, todos jugando en el Bodegas Rioja Vega. En el CB Prat, además de Zagars y Busquets, también hay otros jugadores a seguir como Vinicius da Silva, Arnau Parrado, Leo Cizmic o Pol Molins. El hecho de que alguno de ellos haya subido ya a ACB ha provocado que jugadores como el letón Kriss Helmanis, de la generación del 2002, ya haya debutado con el CB Prat en esta categoría. Hay más, como los vascos Xabier Beraza (Juaristi) y Unai Mendikote (Innova Chef Zamora). En el mismo equipo de Mendikote también hay dos prometedores jugadores como Mads Bonde Sturup y, sobre todo, el canterano del Real Madrid Ziga Samar. Los últimos jugadores que entrarían en esta categoría son los que se encuentran bajo el paraguas del Gran Canaria, en cuyo equipo de LEB Plata juegan jugadores como el polaco Aleksander Balcerowski, el bilbaíno Oier Ardanza, el montenegrino Jovan Kljajic, el finlandés Edon Maxhuni o el croata Antonio Vrankovic. Ha llegado a debutar ya esta temporada otro producto de 2002, en este caso, el senegalés Khalifa Diop.

Entre los entrenadores, nos encontramos con una mezcla de jóvenes y veteranos, muchos de ellos bien curtidos en categorías que van de EBA a LEB. Quizás los más reconocibles sean gente como Diego Ocampo, primer entrenador en ACB con Joventut, Estudiantes y Murcia y ayudante para Aíto García Reneses, Joan Plaza y Pedro Martínez en Sevilla y Girona en ACB; o Jenaro Díaz, ahora en el Bodegas Rioja Vega, entrenador para este mismo equipo en LEB Oro y con una amplísima carrera como ayudante, donde ha trabajado en el Real Madrid para Joan Plaza, en el Khimki para Rimas Kurtinaitis y, sobre todo, en la selección española para Mario Pesquera, José Vicente Hernández, Aíto García Reneses y Sergio Scariolo. A algunos quizás le suene el nombre del responsable de la cantera del Gran Canaria, Salva Camps, clásico jugador de LEB, con experiencia ACB en Gran Canaria, Menorca y Lobos Cantabria quien, como entrenador, ha sido ayudante en Gran Canaria, Joventut y, sobre todo, las categorías inferiores de la selección española. Su carrera como entrenador, por cierto, empezó donde terminó la de jugador, en Irlanda, con el Moycullen Basketball. 

Por ser el último que mencionamos, por nada más, el titular es para Salva Camps, que, además, rima, y nos queda un cierre que ni pintiparado.











martes, 22 de octubre de 2019

Rinaldo Nocentini



Como todas las temporadas, en todos los deportes, y más allá de ellos, la vida no pasa en balde y va llegando, para muchos, el momento de la despedida. En el pelotón ciclista internacional que cerró la temporada hace unos meses, por supuesto, son varios los corredores que terminan su carrera deportiva. No hay, probablemente, este año, grandes nombres de ganadores absolutos, pero sí muchos corredores de esos que han acompañado las retrasmisiones y las crónicas durante varias temporadas, de los que no se llevan titulares rutilantes pero escriben la historia de este deporte tanto como los que sí los hacen y se los llevan.

Gente como el italiano Manuele Mori (39), el español Rubén Plaza (39), el italiano Rinaldo Nocentini (42), el francés Samuel Dumoulin (39), el belga Maxime Monfort (36) o el danés Lars Ytting Bak (39) han sido nombres habituales y familiares en estos últimos años. No hay muchas victorias si sumamos los palmarés de todos ellos, pero sí que hay etapas del Tour, de la Vuelta y del Giro, campeonatos nacionales o victorias parciales o generales en pruebas como el Tour del Mediterráneo, el de California, la Vuelta a Polonia, la Copa de Francia, el Tour de Luxemburgo, el Tour del Porvenir... 

Todos ellos tienen una edad con la que no sorprende su retirada. Igual que no sorprendió que la anunciara Markel Irizar antes de que se terminara la pasada temporada. A sus 39 años, el vasco, con solo dos victorias en su palmarés (general de la Vuelta a Andalucía y etapa en el Tour de Poitou-Charentes) ha corrido sin embargo 21 grandes vueltas y se marchó dejando una ganada reputación de gregario de lujo en el pelotón. Igual que él, tampoco ha sido extraordinario el palmarés de otros corredores que, sin embargo, en algún momento de la temporada que viene seguro que, por casualidad, recuerdas sus nombres y te preguntas qué fue de ellos. Gente como el suizo Steve Morabito (36), Matteo Montaguti (35), Hubert Dupont (39), Amael Moinard (37) o Laurens ten Dam (39) no han amasado grandes palmareses pero sus nombres y sus intentos quedan tan vivos como sus triunfos no conseguidos. Algunos han sido regulares: Moinard fue 15º en un Giro, 18º en una Vuelta y 14º en un Tour; Laurens ten Dam llegó a ser 9º en el Tour de 2014 y 8º en la Vuelta de 2012; y el caso de Dupont es para enmarcar: nunca ha entrado entre los diez primeros (su mejor puesto fue 11º en dos Giros distintos), pero ha corrido 23 grandes vueltas y, sin contar algún abandono, su peor puesto ha sido un 55º y casi siempre ha quedado entre los cincuenta primeros, en esos puestos en los que sufres por estar lo más adelante posible pero nadie te lo reconoce. 

Con las bajas de gente como Dupont, Moinard o Dumoulin el pelotón francés pierde a muchos de sus grandes clásicos, pero no son los únicos. También esta temporada se retiran otros nombres habituales como Alexandre Pichot (36), profesional desde 2006, Benoit Vaugrenard (37), campeón de Francia contra el reloj aunque su última victoria se remonta al 2010 o Yohann Gene (38), nacido en Guadalupe, uno de los primeros corredores que empezó a darle voz al ciclismo no europeo por su origen y por sus victorias para equipos franceses en pruebas como el Tour de Langkawi, la Tropicale Amissa Bongo o el Tour de Sudáfrica. Nacionalidad francesa también tiene el belga David Boucher (39), quien, junto con el holandés Roy Curvers (40) y el belga Preben Van Hecke (37) resumen tres bajas del pelotón del norte que, aunque, de nuevo, no hayan conseguido grandes victorias, dejan un hueco reconocido para los aficionados. 

Otros veteranos que se retiran serían el británico Russell Downing (41), el italiano Roberto Ferrari (36), ganador de etapa en el Giro de Italia, o el australiano Mark Renshaw (37), hombre de confianza de Mark Cavendish y buen pistard, quien deja el Dimension Data y su carrera deportiva. Pero, de entre todos los mencionados hasta ahora, el más veterano de todos es el canadiense Svein Tuft quien, con 42 años, igual que Nocentini pero nacido unos meses antes, se retira en el Rally UHC con el récord de haberse convertido en el mejor contrarrelojista de su país: 11 títulos nacionales en la especialidad.

Sin embargo, no son estas retiradas las que destacan al término de la última temporada profesional. Lo que nos ha llamado la atención es el número de corredores que han decidido poner fin a sus carreras cuando parecía que aún les quedaba recorrido por delante, algunos, incluso, estando al comienzo de su experiencia profesional. 

Quizás no sea tan sorprendente que decidan terminar su currículo gente como Simon Spilak (33), ganador de la Vuelta a Suiza, el Tour de Romandía o el Gran Premio Miguel Indurain, porque ya lleva muchos años en esto. Igual que Brice Feillu (34), ganador de una etapa en el Tour de Francia o del británico, clásico en el pelotón de su país, Ian Bibby (33). Todos estos, por edad, podían plantearse la retirada y nadie se sorprendería, igual que ha pasado con el danés Matti Breschel (35), ganador de etapa en la Vuelta o Kevin Pauwels (35), quien destacó más en el ciclocross, ganando la Copa del Mundo en el 2012 y el 2015. Por el mismo criterio, tampoco sorprende que a Brice le haya acompañado suy hermano Romain Feillu (35), quien llegó a ser 6º en el campeonato del Mundo en ruta de 2011, subcampeón del Mundo sub23 al comienzo de su carrera y se retira sin grandes resultados en las grandes pero con victorias en el Tour de Luxemburgo, la Vuelta a Burgos, la Vuelta a Gran Bretaña o la París-Bourges. Todos estos podían haber estado igualmente encuadrados entre los veteranos, aunque, de la misma manera, dada la tendencia a prolongar las carreras ciclísticas hoy en día, tampoco hubiera sorprendido que alargaran sus carreras. 

Más sorprendente es la retirada de corredores que a penas sobrepasan la treintena o la acaban de estrenar. Corredores como el alemán Bjorn Thurau (31), el sudafricano Jean Jacques Janse Van Rensburg (32), Yoann Bagot (32), hijo de Jean-Claude Bagot, Dominik Hrinkow (31), Marco Minnaard (30) o Kirill Pozdnyakov, ruso nacionalizado azarí quien se retira a los 30 años después de su positivo en 2017. Por supuesto, de entre todos estos, el más mediático fue el alemán Marcel Kittel quien, con 31 años, y habiendo sido uno de los corredores más rápidos del mundo, decidió retirarse y dejar el Katusha por falta de motivación. Sin embargo, no hace mucho, empezaron los rumores sobre una posible vuelta, en concreto, para correr con el Jumbo. 

Igual de mediática fue la retirada anunciada hace unas semanas del norteamericano Taylor Phinney, corredor del EF Education First que nació en 1990, con lo que se retira con apenas 29 años. Llegó a ganar la París-Roubaix sub23 y fue campeón del Mundo CRI en la misma categoría. Todo el mundo esperaba grandes cosas de un corredor al que, sin embargo, los problemas físicos lastrarían en el final de su carrera. Una caída le destrozó una rodilla, si no recuerdo mal, y no volvió a ser el mismo. Ahora, ha decidido retirarse a edad temprana, pero lo ha hecho con una sonrisa y dispuesto a cambiar la bicicleta por el arte, donde ya destaca en pintura y composición musical, disciplinas a las que dedicará ahora su tiempo. De la misma generación que Phinney son el italiano Eugenio Alafaci, el norteamericano Nate Huffman, el británico Richard Handley, el albanés Eugert Zhupa, el francés Angelo Tulik y, sobre todo, el italiano Moreno Moser, otro acostumbrado a ganar que se retira con 28 años porque no tiene explicación física para su falta de fuerza en las últimas temporadas. Ganador de la Vuelta a Polonia, el Trofeo Laigueglia o la Strade Bianche, por supuesto, se esperaba mucho más de una carrera que termina sin haber llegado a la treintena, igual que todos los anteriores. 

Más jóvenes aún son el belga Moreno de Pauw (28), del Vlaaderen-Baloise, especialista en pista, el español del Caja Rural Antonio Molina (28), el francés del Arkea Maxime Daniel (28), el luxemburgués del Team Leopard Gaëtan Pons (27) o el holandés del Team Jumbo, salido de la cantera del Rabobank, igual que el ya mencionado Marco Minnaard, Daan Olivier (27). Según ha trascendido, Molina (arteria ilíaca) y Olivier (rodilla) lo han dejado por razones físicas. 

También por motivos físicos se han retirado jóvenes prometedores como el portugués del Burgos-BH Nuno Bico, quien no ha podido superar los dolores producidos por problemas en la vena ilíaca y, a sus 25 años, tras terminar la Vuelta a España decidió poner punto y final a su carrera; o el prometedor corredor suizo Patrick Müller, 23 años, quien deja el Vital Concept francés porque no soporta más los dolores en sus piernas. En el mismo equipo corría Marc Fournier quien, a sus 25 años, tras buenos resultados en la pista y haber corrido para la Française des Jeux, deja el ciclismo. Más jóvenes aún son sus compatriotas Corentin Ermenault (23), quien corría en el mismo Vital Concept y antes lo hizo en el Team Wiggins, o el hijo de Fred Moncassin, Maxence Moncassin, quien se retira en el Amore e Vita a los 22 años. El hermano pequeño de Tobias Ludvigsson, Frederik Ludvigsson, ex corredor del Giant, también lo deja a los 25 años, igual que el ex del Caja Rural, el suizo Dylan Page (26) o el ruso del Gazprom-RusVelo Ildar Arslanov, 25 años. 

Aún no se ha cerrado el mercado y, además, la rueda del tiempo no para nunca. Termino con dos puntualizaciones: una, todos los años se han calculado con respecto al año 2019, aunque a algunos corredores que cumplan años en los últimos meses de 2019 probablemente les hayamos sumado ya el año que aún no han cumplido. En todos los casos menos en el de Moreno Moser que sabíamos que tenía 28 años. Dos, los datos provienen de la web cyclingfever.com en su apartado de "transfers" o movimientos de mercado, haciendo una búsqueda por "end career" (última actualización de 22 de octubre de 2019). Si alguno de los corredores mencionados aquí, en realidad, no se retira, el error viene tomado de los datos publicados en esa web. Por cierto, no he querido incluir en esta lista el desgraciado caso del prometedor corredor holandés Edo Maas, quien sufrió un atropello en plena carrera y parece que sufrirá graves secuelas. En la web mencionada, hace poco, actualizaron su estado y lo incluyeron en el listado que hemos utilizado para hacer este pequeño resumen. Sin embargo, no sé muy bien por qué, yo me resisto a hacerlo. 

Le damos el encabezamiento a Rinaldo Nocentini porque, aunque el canadiense Tuft fuera el más veterano por meses, a él ya le dimos el encabezamiento de una entrada hace como seis años. Ahora, se conformará con la fotografía, que también la tuvo en su día.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Bjorg Lambrecht



Hace tiempo, cuando nos asomábamos más asiduamente por este blog, ya solíamos aventurarnos con este tipo de entradas. Ahora, que nos cuesta mucho más asistir a nuestra cita con la escritura, se nos hace más cuesta arriba. 

Sería muy fácil hacer simplemente una lista de nombres, por supuesto. Dado que hemos seguido con atención toda la temporada ciclista profesional, que aún no ha terminado, nos podíamos permitir ir añadiendo, uno detrás de otro, un montón de nombres sin contexto ninguno y ya tendríamos el trabajo hecho. 

Mira: Stephen Williams, Gino Mäder, Max Kanter, Robert Stannard, Marc Hirschi, David Per, Miles Scotson, James Shaw, Enzo Wouters, Matteo Moschetti, Luis Villalobos... Australianos, mexicanos, suizos... De todo un poco. Para ampliar la lista, añadiríamos a los que han destacado este año en el Tour del Porvenir, de Tobias Foss a Nils Eekhoff pasando por Stefan Bisseger, Ethan Hayter, Thomas Pidcock, Kaden Groves, Stefano Oldani, Simon Guglielmi, Giovanni Aleotti, Harold Tejada, Mauri Vansevenant, Samuele Battistella, Ilan Van Wilder, Matteo Jorgenson, Clement Champoussin, Sylvain Moniquet... El Porvenir no falla. En los últimos años lo han ganado corredores que, ahora mismo, están disputando con trascendencia la temporada profesional: Miguel Ángel López, Marc Soler, David Gaudu, Egan Bernal y Tadej Pogaçar. Todos han nacido en 1994 o después, excepto Soler, que lo hizo en 1993. 

Para completar esta lista de nombres añadiríamos tres de la casa, ya que somos de donde somos: Iñigo Elosegi, Urko Berrade y Unai Cuadrado. 

Bien, voy a explicarme ya. Por supuesto, esta colección de nombres responde solo a la juventud de los implicados y su futuro en el ciclismo profesional. La línea límite es el año 1994. Es decir, como mucho, tienen 25 años. Todos ellos cuentan con años por delante para cumplir con lo que ahora mismo prometen. 

Como decía, podríamos hacerlo así, rápido y sin mucho fundamento. Antes lo hacíamos, y ahora nos da un poco más de pereza. Pero lo vamos a hacer. Y distinto, de alguna manera. La razón principal de que volvamos a escribir una entrada sobre jóvenes prometedores en el ciclismo profesional es que, en esta ocasión, ya están haciendo lo que prometen. Y por eso, aunque, como he dicho anteriormente, haya caído la asiduidad y el compromiso con el que nos asomamos por este blog, nos animamos a escribir de nuevo sobre ello. Porque sabíamos que no iba a ser la típica lista con decenas de nombres de corredores que no conocemos, en realidad, pero que hemos leído u oído que serán buenos. No, era simplemente un resumen del año, constatando que el cambio ya está aquí. Que irrumpe con fuerza una nueva generación de ciclistas que amenaza con apoderarse del presente tanto o más que del futuro. El nivel de competitividad y de éxito que ya han demostrado un buen puñado de jóvenes valores es tan significativo que entradas como esta se están reproduciendo como artículos periodísticos, o simplemente titulares, en varias fuentes deportivas. 

Básicamente, mi idea era ceñirme a los resultados de las tres grandes, por reducir el campo y la exigencia de trabajo y así mostrar lo que estamos diciendo, pero también es cierto que hay algún corredor que es obligado meterlo en esta lista y que no ha rendido o resaltado en ninguna de las tres grandes. Vamos a empezar por este grupo, donde solo incluimos a cuatro corredores, y veréis cómo era necesario hacer estas salvedades. 

En concreto, los corredores que hemos elegido, corredores jóvenes que ya han logrado buenos éxitos este año, aunque no haya sido en grandes vueltas, son, por supuesto, uno de los grandes protagonistas de esta generación, Remco Evenepoel, más Mathieu Van der Poel, Alexander Vlasov y Maximilian Schachmann. Este último es alemán, nacido en el año 1994, y este año ya ha sido campeón de ruta en su país, Alemania, ha ganado una etapa en Volta a Catalunya y el Gran Premio Industria y Artigianato-Larciano y, sobre todo, asombró en Euskadi, donde se marchó con tres victorias parciales de la Itzulia, una de las pruebas de una semana más importantes en el calendario UCI World Tour. El ruso Vlasov es, probablemente, de los cuatro elegidos el que menos ruido ha hecho. Nacido en 1996, corre en el Gazprom RusVelo, y este año ha ganado una etapa en la Vuelta a Austria y el campeonato en ruta de su país, Rusia. Pero ha hecho resultados más sorprendentes que dejan intuir un gran futuro, que ya demostró al ganar el Giro amateur en 2018: fue 3º en la Vuelta a Asturias, ganó la montaña en el Tour de Eslovenia, fue 10º en el Tour de los Alpes, 4º en el Giro de Sicilia, 8º en la Vuelta a Andalucía... Por supuesto, los que más trascendencia mediática han tenido son Evenepoel y Van der Poel, con Van Aert, probablemente, los grandes abanderados del futuro del ciclismo europeo. Evenepoel deslumbró en la Klasika de Donostia, una de las grandes clásicas del calendario internacional, a cuyo palmarés se incorporó gracias a su victoria con tan solo 19 años (es del 2000). No ha sido su única victoria de la temporada. Ha ganado también la Vuelta a Bélgica y el campeonato de Europa contrarreloj. El futuro es suyo y el presente probablemente también. Aunque, en parte, lo tendrá que compartir con Van der Poel, Mathieu. Nacido en 1995, su palmarés en la categoría de ciclocross le eleva ya a lo mejor del mismo, pero empieza a despuntar en ruta con exhibiciones como la que dio para imponerse en la prestigiosa Amstel Gold Race. No ha sido su única victoria de la temporada. Acaba de llevarse la Vuelta a Gran Bretaña y ya antes se llevó, entre otras victorias, la Flecha Brabançona o el GP de Denain. Ninguno de ellos ha despuntado (algunos ni han disputado) grandes vueltas pero todos merecían incluirse aquí, ¿no?

Sin embargo, como digo, la mayor evidencia de ese cambio generacional se ha dado en las tres grandes vueltas. Lo podríamos resumir con la confirmación de Caleb Ewan (1994) y Pascal Ackermann (1994) como grandes velocistas en el Giro de Italia, la victoria absoluta de Egan Bernal (1997) en el Tour de Francia y la destacable actuación de Tadej Pogaçar (1998) en la Vuelta a España. Pero, por supuesto, hay más. Y vamos a empezar por el final. 

Sí, Pogaçar, a sus 20 años, ha sorprendido a propios y extraños en la Vuelta a España: se ha llevado el maillot blanco de mejor joven, ha ganado tres etapas y se ha encaramado a la 3º posición de la clasificación final después de una exhibición en la penúltima etapa. Ya había ganado en Algarve y California a lo largo del año. Pero ha habido más éxitos precoces. Sergio Higuita (1997) ganó una etapa y fue 14º en la general. Lo ha hecho con Education First, pero la primera parte de la temporada la corrió con la Fundación Euskadi y ya se había estrenado en la Volta ao Alentejo. El francés Remi Cavagna (1995) se pasó media Vuelta escapado y, al final, demostrando ser un rodador de primera, se llevó una etapa. Entre los hombres rápidos, Sam Bennett fue el mejor, pero el único que le plantó cara, ganando, además, dos etapas, la última en Madrid incluida, fue Fabio Jakobsen (1996), aspirante a ser uno de los corredores más ganadores del pelotón internacional. Este año, además de en la Vuelta, ya había conseguido victorias parciales en Turquía, California y Algarve, además de ser campeón de Holanda o llevarse la Scheldeprijs. Además, lleva ganando desde 2016, donde se estrenó con una victoria en el ZLM Tour, teniendo apenas 20 años. El norteamericano Sepp Kuss (1994) también se llevó una victoria parcial, además de destacar como gregario del ganador final, Primoz Roglic, y acabar 29º en la general final. Todos estos se han ido con victorias de la Vuelta, pero es obligado mencionar a otros que lo han intentado o han destacado, aunque no hayan ganado, como Miguel Ángel López (1994), 5º en la Vuelta después de ser 7º en el Giro este año y de haber pisado ya el pódium en grandes, además de haber ganado en su corta carrera etapas en la Vuelta, Tour de Suiza, Vuelta a Catalunya y la general del Tour del Porvenir. James Knox (1994) fue 11º en la general final y Tao Geoghegan Hart (1995) del Team Ineos acabó 20º y se pasó media Vuelta escapado, igual que el portugués del Katusha Ruben Guerreiro (1994), quien acabó finalmente 17º. Y la lista sería enorme, un buen puñado de corredores que, de una u otra manera, se han dejado ver en esta Vuelta, demostrando pundonor, talento y futuro y dejando claro que la próxima generación viene dispuesta a tomar el relevo rápidamente: Domen Novak (1995), Sergio Samitier (1995), Kilian Frankiny (1994), Óscar Rodríguez (1995), Ben O'Connor (1995), Cyril Barthe (1996), Fernando Barceló (1996), Szymon Sajnok (1997), Daniel Martínez (1996), Mark Padun (1996), Neilson Powless (1996), Amanuel Gebreigzabhier Egerzeigzaarhka (1994), Matteo Fabbro (1995), Michael Storer (1997), Fernando Gaviria (1994), Nikklas Eg (1995), Alex Aranburu (1995)...

En el Giro de Italia pudo más la veteranía, pero también hubo ganadores que nacieron antes o en el 94, como el belga Nans Peters (1994) o el velocista colombiano Fernando Gaviria (1994). En las volatas, un clásico del ciclismo italiano, además de Gaviria, como ya hemos dicho, destacaron el australiano Caleb Ewan y el alemán Pascal Ackermann (este se llevó también la clasificación por puntos), los dos del 94, confirmando que son dos de los corredores actuales que más rápidos se muestran en esta especialidad. Otro corredor de la generación de 1994 que destacó en esta edición del Giro de Italia fue el italiano Giulio Ciccone, quien acabó 16º en la general final, se llevó la clasificación de la montaña y ganó una etapa. Pero, además de todos estos corredores, hubo otros que, aunque no levantaran los brazos, disfrutaron de visibilidad en el Giro de 2019. Destacaron gente como el francés Valentin Madouas (1996), 13º en la general final, Hugh Carthy (1994), 11º en la general y que este año ya ha ganado una etapa en la Vuelta a Suiza o el propio Miguel Ángel López, 7º y mejor joven. Por sus maneras y lo que promete, también destacó el ruso Pavel Sivakov (1997), del Team Ineos, quien acabaría 9º en la clasificación final. Este año, Sivakov ya se ha llevado las generales del Tour de los Alpes y de la Vuelta a Polonia, proponiéndose como otro de los favoritos a ocupar portadas en el futuro. Y hubo más, como Edward Dunbar (1996), 22º en la general final, Lucas Hamilton (1996), 25º y ganador este año de la Settimana Coppi e Bartali, Chris Hamilton (1995), Jai Hindley (1996), Giovanni Carboni (1995)... No lo hizo tan bien (acabó 44º en la general) otro talento del Team Ineos, el colombiano Iván Sosa (1997) quien este año revalidó con soltura su triunfo en la general de la Vuelta a Burgos. 

En el Tour de Francia, sin duda, el gran protagonismo en cuanto a juventud y éxito fue para Egan Bernal (1997), ganador de la clasificación final, secundando en ello a dos compañeros como Chris Froome, ausente, y Geraint Thomas, segundo en la clasificación de este año. Su talento tan precoz no ha sorprendido a muchos, que ya veían que esto podía pasar desde que corría en Italia y se llevó la general del Tour del Porvenir. Su éxito no puede ocultar el de otros, por supuesto. Sobre todo el del joven belga Wout Van Aert (1994), quien se llevó una etapa de este Tour de Francia, pero en su palmarés de la temporada 2019 también se incluye ser campeón de Bélgica contrarreloj o dos etapas de la Dauphinè Liberè. Escaladores como el francés David Gaudu (1996), quien acabó 13º en la general, o el español Enric Mas (1995), 22º finalmente, y quien ya fuera segundo en la Vuelta de 2018, también son apuestas seguras para próximas ediciones. Hubo más: Laurens de Plus (1995), ganador este año del BinckBankTour, fue 23º en la general del Tour de 2019. Gregor Mühlberger (1994), acabó 25º y Giulio Ciccone, 31º. Otros que también destacaron o se dejaron ver fueron gente como el alemán Lennard Kämna (1996), Tiesj Benoot (1994), Nils Politt (1994), Elie Gesbert (1995), Kasper Asgreen (1995), Benoit Cosnefroy (1995), Iván García Cortina (1995), Matej Mohoric (1994), Jasper Philipsen (1998), quien ya se ha estrenado en el Tour Down Under con 20 años, o su compatriota Aimé de Gendt (1994).

Todos estos corredores, pero sobre todo los Pavel Sivakov, Wout Van Aert,  Remco Evenepoel, Mathieu Van der Poel, Egan Bernal, Caleb Ewan, Pascal Ackermann, Tadej Pogaçar, Fabio Jakobsen y Sergio Higuita han demostrado, no solo que se puede confiar en ellos para el futuro, si no que ya están aquí; que, probablemente, el presente ya sea suyo también. Bernal ya se ha llevado el Tour, Evenepoel y Van der Poel ya han ganado clásicas prestigiosas, Ewan y Ackermann ya son grandes velocistas, y gente como Pogaçar, Higuita, Van Aert, Jakobsen o Sivakov ya conocen el triunfo desde edad temprana y en más de una ocasión. Entre el 94 de los más veteranos y el 2000 del precoz Evenepoel se apresta a triunfar una generación de ciclistas a la que, con la debida perspectiva, aspiramos a incluir algo de talento del que tenemos por aquí. Los Óscar Rodríguez, Urko Berrade, Unai Cuadrado, Iñigo Elosegi, Álex Aranburu y compañía intentarán emular a esa generación de los hermanos Izagirre, Pello Bilbao, Castroviejo, Landa, Nieve o Fraile que aún prometen alegrías y resistirse a esta nueva generación. Por cierto, todos estos veteranos corredores tienen algo en común. De alguna u otra manera estuvieron, en algún momento, unidos a la estructura de la Fundación Euskadi. Esperamos que los que ya despuntan o los que prometen por abajo consigan tener el abrigo de un equipo que apoye y empuje el talento como en su momento ocurrió con los más veteranos. 

Finalmente, hay que explicar que, por supuesto, hablando de juventud y éxito, nos vemos obligados, aunque sea con dolor y tristeza, a dedicarle la entrada a Bjorg Lambrecht. Si no hubiera sido por el trágico accidente que sufrió en Polonia y que acabó con su vida, este joven de Gante nacido en 1997 hubiera estado seguro en esta lista. A sus 22 años, ya sabía lo que era ganar, habiendo dejado grandes éxitos como su medalla de plata en el Campeonato del Mundo sub23 o su victoria en la Lieja-Bastón-Lieja en la misma categoría. El futuro también era suyo hasta que la desgracia lo evitó. Aunque no sirva de mucho ni tenga gran alcance la repercusión de este blog, era necesario hacerle un pequeño y merecido homenaje, lamentando su muerte y reconociéndole el talento que hasta entonces pudo demostrar.