jueves, 28 de junio de 2012

Pancho Camurria




Aún no se ha levantado la calima. Aún no he aterrizado. Estoy sin estar. Incluso, en esta habitación de hotel todo parece un poco irreal. Dicen que vivir en una isla hace isleño al que la habita. Así dicho, no suena a nada. Como el viento aliso, aunque éste si sabe a algo, a promesa de que mañana quizás pueda ver el mar. Estoy en Tenerife, lejos de casa. Hoy me he perdido. He caminado perdido mientras intentaba buscarle un sentido a mi aventura. Al final, he desistido. He vuelto a atrás, he cogido un taxi como si fuera un bote de auxilio y le he dado el nombre de mi hotel como si fuera la x en el mapa del tesoro. Cuando he pagado y he bajado me he sentido derrotado, extranjero, inútil. Tengo un sabor extraño en la boca, como a tierra, a sal, a arena. Quizás sea el sabor de la distancia.
Aquí luchan a su manera.
Lo llaman lucha canaria. Y hay un estadio solo para ello. Se llama el Pabellón Pancho Camurria. Lo he visto esta mañana mientras otro taxi nos llevaba hasta la facultad. Me he dado la vuelta y lo he buscado con la mirada mientras nos alejábamos. Pancho Camurria y su lucha. Sonaba extraño. Extranjero. Sonaba a tierra, a sal, a arena. A distancia.
He entrado en la habitación y he encendido todas las luces, he abierto las ventanas, he subido la voz del televisor. Me da igual lo que digan, que digan algo. Necesito ruido, luz que llene esta habitación. Si éstas son las islas afortunadas, yo necesito fortuna. Fortuna y compañía. Aunque sea la compañía de un fantasma. Aunque sea la compañía de la memoria, de la distancia, de la sal, la arena y la añoranza. Eso me gusta: echar de menos, la promesa del viaje, irme y volver. El equilibrio inestable que apenas puede darle un sentido a esa tensión.
La habitación es enorme: tengo cocina, sala de estar, balcón, la impresión de que todo esto es una farsa, una comedia, la ilusión truncada de un hogar sin familia. Solo estoy yo. Así que enciendo el ordenador y me dejo de juegos de palabras, de poesía barata, de buscarle metáforas al bendito dolor de la morriña. Me gusta la morriña tanto como la excitación del viaje. Pero ahora necesito sentirme en casa, así que busco la red, enredo en el espacio imposible y ficticio y viajo en el tiempo como Marty McFly, no fue hoy, hacia atrás, hacia ayer, al martes que ya terminó y vuelvo a la plaza del pueblo, al bullicio, a los colores que se confunden, a los ruidos, las voces, los cánticos que se convierten en un recuerdo imborrable que despierta otros.
Veo fotos, veo vídeos, leo a la gente hablar sobre ello. Fue un día feliz. Un día de los que son felices con todas las consecuencias, de los que recuerdan los días que no lo fueron, de los que consiguen que la felicidad no se trunque aunque se evoque la tristeza que tampoco se corrije. Porque lo que dolió duele, pero lo que place, no lo puede estropear lo que dolía. Tenía en la garganta un grito, en la memoria un recuerdo, en el corazón una persona. Alguien desde el balcón se lo dedicó a otra, pero fue como si se lo dedicara a la mía, e hizo mi día aún más feliz, y quiero creer que también el de mi padre. Fue un día en negro y gualda que ahora es en blanco y negro. Pero me sabe la boca a sal, a arena, a distancia, y, sin embargo, solo soy capaz de sentir que la distancia se salva, que la arena se escurre, que la sal te da la vida. Que el martes fue un día feliz porque todos los días tristes solo sirvieron para que éste fuera aún más feliz.
Y aún sigo sin saber quién fue Pancho Camurria. Quizás cuando se levante la calima sea capaz de descubrirlo.
Cierro el ordenador, se acaban los vídeos, pero sigo sonriendo, y esta habitación es mucho más pequeña y acogedora de lo que me parecía. Así que pongo música, cojo el teléfono y me prometo que cuando subamos a Segunda A seré aún más feliz que en los días felices.

Posdata: cinco minutos después de escribir esto, como me sentía un poco gilipollas, le di al botón y lo publiqué, porque creeme, cuanto más te pongas en evidencia, más sencillo se hace llevarlo bien. Hay que ser imbécil. Pero... yo nunca me rindo, ya sabes de qué equipo soy.

lunes, 25 de junio de 2012

Txemi Talledo





Como a todos los que estábamos allí, casi que busqué el desfibrilador con la mirada cuando vi como se estiraba Txemi Talledo para despejar el remate del jugador del Águilas. Por supuesto, donde estaba, no había más desfibrilador que mi caña de cerveza y mis uñas. 
Fueron unos últimos minutos de partido de infarto. Soy sincero si digo que creo que hace mucho tiempo que no celebraba un gol así. ¡Si hasta salté! Y, creedme, igual que Xabi Alonso no recordaba la última vez que metió un gol de cabeza, a mi me cuesta recordar cuándo fue la última vez que despegué los pies del suelo. Ahora ya no, fue el domingo, en el bar Victoria de Barakaldo, rodeado de camisetas del club, bien acompañado por Kantzelara-Kantzelase, que, a buen seguro (es que no me di la vuelta para verlo), saltó y gritó tanto como yo. Para cuando nos abrazamos para celebrarlo, ya habían vuelto mis pies a aceptar con sumisión la gravedad. 
Aún no tengo claro quién metió el gol. Porque ni lo vi. No fue por la mala imagen de la retrasmisión, que no me quejo, bastante con que había retrasmisión, si no porque tal fue la excitación que ni distinguí a los jugadores, el balón, la portería. Todo era como un macizo bloque colorido y lo único que importaba era que los que vestían de negro y gualda llevaban los brazos en alto. Qué más da si fue Garrido, Ariño o Jon Martín, que en cada periódico dicen algo distinto. Lo que fue fue gol, y eso es lo que importó. Con todo el respeto a los muchos clubes que luchan con dignidad en esta categoría, es inmensa la alegría por abandonar la tercera división y regresar a la Segunda b, aunque nos espere un aumento de la cuota de socio y una temporada con menos posibilidades de visitar campos rivales. 
Ha sido una temporada difícil pero extrañamente positiva. El equipo ha sido irregular pero solvente, y, a mi entender, ha habido un inesperado resurgimiento de la afición local por el club de nuestro pueblo. El otro día lo dijo mi amigo J: "a veces, para dar un paso adelante, hay que dar dos hacia atrás." Espero que haya sido así. También en el lado positivo, habría que señalar la capacidad de compromiso y dedicación de una plantilla (y cuerpo técnico) que se quedó corta pero que ha sabido defender los colores del equipo con una capacidad digna de elogio. Y, por supuesto, la fidelidad de una afición que en Águilas demostró que se podía superar el borrón del partido de ida, aunque unos no deban manchar la reputación de todos. 
Sobre todo, y también a título personal, me gustaría felicitar al presidente del club por algo que va más allá de su gestión y administración de la temporada y del equipo. Me gustaría felicitarle porque sé que siente a este club como algo más que una responsabilidad administrativa y se merecía una alegría de este calibre. 
Yo, por mi parte, me quedo con la alegría instantánea y perecedera de unos minutos intensos pero inolvidables. No es hoy el día en el que profundizaré en mi sentimiento gualdinegro, porque luego me pongo dramático y estoy en el trabajo y hay que guardar las formas. Algún día, quizás lo haga. Por ahora, sirva con la promesa de que el año que viene, en la categoría que, como mínimo, nos corresponde, volveremos a estar en la grada, en la medida de lo posible, para animar una vez más a nuestro club con gran... y paro, que tampoco está bien visto que me ponga a cantar aquí ahora, y, además, me he confundido de canción. 
¡En Barakaldo se forja...!

jueves, 21 de junio de 2012

Luis Pasamontes



Curioso es su apellido y curiosa ha sido la entrevista que le he leído hoy en algún periódico deportivo, no recuerdo cuál. Tampoco es que haya leído más de uno, pero no recuerdo cuál es el que he leído. Recuerdo que el café me ha sentado de vicio, eso sí. Y que la entrevista era curiosa.
Sabía que el asturiano había cambiado el Movistar por el proyecto paralelo auspiciado por el mismo equipo en Colombia, pero pensaba que era cuestión de aceptar la oferta para seguir en el ciclismo profesional. No sabía que se trataba de una labor encomendada específicamente por Eusebio Unzué.
Y es que los responsables de Movistar decidieron abrirse camino en el mercado colombiano con un proyecto eficiente y bien estructurado. No era solo cuestión de firmar a un par de corredores del país, quizás para cumplir con algún requisito de patrocinio, si no que pretendía asentar las bases para aprovechar el buen momento por el que parece atravesar el ciclismo colombiano. Quedaban ya muy lejos los tiempos gloriosos de Lucho Herrera y Fabio Parra, pero, en los últimos tiempos, son varios los jóvenes ciclistas colombianos que apuntan maneras extraordinarias: los Sergio Henao, Rigoberto Urán, Jarlinson Pantano, Darwin Atapuma, Fabio Duarte, Nairo Quintana o Jhon Esteban Chaves, siendo estos dos últimos, los dos últimos ganadores del prestigioso Tour del Porvenir. Y para no desaprovechar esa nueva hornada, Movistar puso en marcha un equipo continental dirigido por Libardo Leyton en el que se enrolaron aspirantes a estrellas de distintas nacionalidades como los venezolanos José Alarcón y Carlos Gálviz, el uruguayo Ramiro Cabrera, el panameño Ramón Carretero, el costarricense Gregory Obando, el ecuatoriano Byron Guama, el boliviano Óscar Soliz y colombianos como Jader Betancur o Marvin Angarita. Junto a ellos, Unzué y Leyton convencieron a un puñado de corredores experimentados para que instruyeran a los jóvenes, gente como el mexicano Ignacio Sarabia, el colombiano Freddy Montaña, pero, sobre todo, Luis Pasamontes.
Y es que Pasamontes no disfrutará de mucho espacio en los libros de historia del ciclismo, a penas ha conseguido una victoria en el Memoria Galera y otra en el Tour de Valonia cuando corría para Unibet.com, pero a sus 33 años, mantiene una reputación de excelente gregario y de hombre de equipo experimentado que le hacía perfecto para ejercer de padrino y profesor de todos estos aspirantes. Se lo pensó, pero finalmente aceptó el reto, y parece que lo está disfrutando, parece que lo está disfrutando tanto en lo deportivo como en lo personal.
En lo que va de temporada, Pasamontes ha tenido 28 días de competición y más de 3.000 kilómetros. Ha disputado carreras como la Vuelta a Uruguay, la Clásica de Fusagasugá o la Vuelta al Valle colombiana. Ahora mismo está disputando la Vuelta a Colombia. Tras la séptima etapa que ganó ayer el italiano Marco Zanotti, Pasamontes ocupa el puesto 116 a más de 49 minutos del líder, el colombiano Alejandro Ramírez. Bastante más arriba, sus compañeros Freddy Montaña (10º a 1'25) y Óscar Soliz (21º a 2'02) aún aspiran a alcanzar mejores puestos y a buen seguro que contarán con la ayuda del veterano ciclista de Cangas de Narcea.
Lo que tardaremos más en averiguar es si, algún día, Juan Pablo Montoya, el joven ciclista de 15 años con el que Pasamontes subió entrenando el puerto de La Línea, conocido como el Stelvio colombiano, 21 kilómetros con más de 1600 metros de desnivel y pendientes de hasta el 13%, puede decir algún día aquello de "yo entrené con Pasamontes" cuando cumpla su sueño de ser profesional. Ésa es, precisamente, una de las historias que el asturiano se traerá de esta curioso experiencia.

martes, 19 de junio de 2012

Alberto Romero

Había decidido no hablar sobre ello. Ya he reconocido mis pasiones en este blog en muchas ocasiones, con unos colores o con otros. De hecho, a menudo, me parece que demasiado. He intentado contenerme.
Soy socio del Barakaldo CF y creo que eso no es un secreto. A poco que se lea el blog, se sabe. Lo fui cuando era un niño, lo dejé cuando más que entrar me zambullí en la edad del pavo, y volví a serlo cuando una desgracia familiar convirtió al club en algo más que el equipo del pueblo: para mí, se volvió un recuerdo simbólico de una persona a la que añoro mucho. Quizás por eso, todo lo que ocurra alrededor de este equipo acaba afectándome más de lo que debería. Y el domingo fue uno de los días más tristes que he vivido en un campo de fútbol.
Había decidido no hablar sobre ello, y no voy a hacerlo mucho. Solo quiero ver la parte positiva y alabar el comportamiento del presidente de nuestro club y sus declaraciones en el día de hoy. Sin entrar en más consideraciones, sin volver a recordar lo que pasó, sin puntualizar, sin añadir nada, la respuesta del club en la persona del presidente me parece una actitud digna de un club al que, él como yo, me consta, lo percibe como algo más que un club de fútbol.
Yo, como socio y aficionado, no estaré en Murcia, pero animaré desde lejos y siempre aplaudiré comportamientos como el de Alberto Romero cuando suceden hechos como el del pasado domingo en un estadio de fútbol. A título personal, le felicito por su loable reacción y, ¡aupa Baraka!

lunes, 18 de junio de 2012

Slaven Bilic



Que estaba viendo la Eurocopa. Si no lo sabes, te lo cuento: jugaba España y ha ganado. 1-0, gol de Jesús Navas. Se ve que se clasifica y no lo hacen los croatas. Ahora hay que ver quién le toca en los cruces y no será Suecia, que empezaba a caerme bien, a pesar de Zlatan Ibrahimovic y gracias a Jonas Olsson, que acaba de ser papá, y según leí en un artículo es un apasionado de la música. Pues Olsson podría formar un grupo con Slaven Bilic, el seleccionador croata, porque esta semana también a esto le han dedicado un artículo y los periodistas han explicado que Bilic tocaba la guitarra en un grupo de rock and roll que se llama Rawbau. A mí no me queda claro si lo hace siempre o ha hecho algo con ellos ocasionalmente. Yo, por si acaso, cuelgo luego el vídeo y bailais. Él hoy no va a bailar.
El caso es que me he aburrido. Yo te soy sincero: el partido me ha parecido un peñazo. Lo he dicho tantas veces que igual cansa, pero lo mío no es el fútbol de selecciones. Apenas he visto unos minutos sueltos de un puñado de partidos. Por ahora, lo que más me ha gustado, han sido diez minutos que he visto jugar a Rusia justo antes de que la eliminaran. Por lo demás, no he visto gran cosa. Ayer cambié antes de que Cristiano Ronaldo comenzará su espectáculo. Un día vi algo a Francia y me gustó cómo jugaba un tío que no conocía y que se llama Yohan Cabaye. Y hasta aquí puedo leer. 
Hoy me he aburrido tanto que mientras se pasaban la pelota de un lado al otro, he tenido estos pensamientos que comparto con vosotros porque hace tiempo que gasté la vergüenza:

1) ¿Ya tiene la doble nacionalidad Shakira?
2) ¿Está jugando de central en Croacia Amets Chorruca?
3) Joder, si hasta Piqué parece pequeño al lado de estos.
4) Marko Mandzukic. ¿Mantxuki? ¿Por qué dicen Chorluka pero dicen Mantxuki?
5) Srna. Guay... el amor es super guay, que he estado un rato viendo el Intermedio y analizaban el anuncio de Loewe.
6) ¿Quién diseñó la camiseta de Croacia?
7) No le dejan silbar a Pinto, no se podrá silbar los himnos, ¿cómo vamos a hacer cuando suene la canción de Peter, Bjorn and John?
8) Si yo tuviera un canal de televisión que cubriera la Eurocopa lo hacía aún mejor: cinco locutores para narrar el partido, nueve comentaristas (uno por cada división del fútbol español, de primera a la tercera de territorial), cuatro compañeros a pie de campo, Rappel, Francisco Javier Fernández Perianes, David Guapo, Aitor Ibarretxe de Lendakaris Muertos, Leticia Sabater y el periodista que se encaró con Javier Clemente tuiteando el partido, Juan Manuel de Prada comentándolo en facebook, Xosé Ramón Gayoso moderando una tertulia in situ, Alfredo Urdaci en conexión con la Super Anchoas de Laredo Fan Fun Zone... Y yo qué sé qué más. 
9) David Silva se aburre, ¿o es cosa mía?
10) Que alguien le diga a Navas que se saque la camiseta, ¡por dívar!
11) A Bilic le da algo. A Del Bosque, no. 
12) Me están repitiendo las croquetas. 
13) Apagué el ordenador.
14) Gol. No. Casi. A sí, gol, pero de Balotelli. ¿Balotelli? Ah, no, que es otra pantalla. ¿Pantalla? 
15) ¿Por qué no juega Marko Banic?
16) Si yo fuera Pletikosa registraba mi nombre, por si acaso.
17) Odio la expresión: ya te lo digo yo.
18) ¿Por qué tiene los santos cojones de llamarle a Andrés Iniesta Andresito? Seguro que no se lo llama ni su madre. 
19) Joseph Angel of the Home. 
20) Voy a decirle a ésta que cree un grupo en facebook a ver a quién se le ocurre la mayor gilipollez en un partido de Eurocopa.
21) Si han eliminado a Polonia e Irlanda, pero siguen Grecia, Portugal y España, ¿bajará el riesgo de que mi prima pague la deuda que tengo con el banco?
22) Pipiripipipi pipiripipipi (Young Folks, sí)
23) Era el número de Michael Jordan.
24) ¿Por qué Carbonero sale comiendo chorizo en una foto y le queda bien y yo parezco un zampabollos?
25) Ya vale. 

Pues eso, que seguiremos comentando la Eurocopa en directo, en Strinic si escuchas la radio por internet. Que sí, que perdí la vergüenza y perdió Croacia también.   

domingo, 17 de junio de 2012

Fran Vázquez



Un invitado sorpresa tomó todo el protagonismo en la fiesta, ¿que no? Se acabó la Liga ACB o Endesa, como quieras, y al final, fue Juan Carlos Navarro quien levantó el trofeo. Los de Pablo Laso se quedaron a un pasito, a pesar del infartante minuto final, con triples agónicos de Kyle Singler y Jaycee Carroll. No empezó bien la cosa con un recital de fallos en el tiro, pero el partido fue un ejemplo de la tensión que se apoderaba de la cancha. Ambos equipos se imponían a rachas y los cambios en defensa decidían sobre la eficacia de los ataques. Al Real Madrid se le atragantó la zona de Xavi Pascual y no encontraron argumentos para superarla. Sergio Llull no encontraba a sus exteriores cuando jugaba de base, y Ante Tomic y Felipe Reyes podían en el rebote pero les costaba convertir. Por su parte, el Barcelona jugaba con más cuajo y le servía con la facilidad anotadora de Pete Mickeal y con la contundencia de un Fran Vázquez que se lució más que nunca. Al final, apareció un Erazem Lorbek que superó una lipotimia, según cuentan, antes de empezar a jugar, y cerró un partido en el que, como dice Pablo Laso, ganó el mejor porque el que gana es el mejor. 
Hubo mucha emoción, menos baloncesto que en los otros partidos de la serie, y un ganador final que no se cansa de hacerlo. En mi opinión, el Real Madrid contaba este año con una de las mejores plantillas en Europa, con dos hombres por puesto y de todas las cualidades, defensores, anotadores, reboteadores, currantes y estrellas, producto nacional y extranjero, hombres altos y bajos, y un entrenador en desarrollo pero con recursos tácticos. Aún así, se han quedado a un paso. Probablemente, les falte experiencia, aunque eso me suene un poco a disculpa. 
El verano nos traerá cambios, puede que solo retoques, aunque me huelo bastantes retoques en varias plantillas. En un año en el que puede que, al final, no haya ni descensos ni ascensos, parece que los rumores apuntan a que muchos jugadores de calidad abandonarán la liga: Víctor Claver, Aaron Jackson, Mirza Teletovic, Erazem Lorbek, Paul Davis, James Augustine... Pero seguro que vendrán otros. Se sospecha que en Europa no será menos, y ya ha empezado el baile en los banquillos, Ettore Messina, Dusan Ivkovic, Zeljko Obradovic, Oktay Mahmuti... Todos parece que van a cambiar bandos. Se presenta un verano tan emocionante en los despachos como ha sido el final de temporada en la cancha. 
En la medida de lo posible, iremos dando cuenta de ello. 
Por ahora, a disfrutar del regusto que ha dejado esta final.

jueves, 14 de junio de 2012

Vladimir Isaychev


Luego decimos que si abril y que si julio, pero anda que no viene cargado de ciclismo el final de mayo o el principio de junio, como quieras verlo.
Primero, porque llega la Dauphinè Liberè, a la que casi todos consideran un ensayo muy serio de cara al Tour de Francia. Después, porque casi que le pisa un pie la Vuelta a Suiza y, casi todos los anteriores y alguno más consideran a esta prueba un ensayo igual de serio. Encima, empieza la Vuelta a Colombia y todo esto no nos sacia, porque, en estos días extraños donde empieza el verano pero no acaba de empezar, también se corren, entre otras, pruebas como la Ruta del Sur, Tour de Luxemburgo,la Ster ZLM Tour, Tour de L'Oise, el Memorial Phillippe Van Coningsloo o el Tour de Serbia.
Pero es que hay más, aunque no tenga que ver en sí con lo propiamente dicho, con dar pedales y esprintar. Porque esta época del año suele ser campo propicio para los primeros rumores sobre fichajes, sobre equipos que renuevan patrocinios, sobre nuevos proyectos, sobre corredores que correrán o no el Tour. Y, añadido a esto último, suele ser la época del año en la que los aficionados aguantan la respiración cuando un favorito al Tour desciende a tumba abierta en una etapa lluviosa de la Dauphinè o cuando sospechas de su forma e investigas en qué grupo retrasado llegaron o cuando hasta buscas noticias sobre sus entrenamientos e intentas leer entre líneas las entrevistas.
Pues de todo eso, del asfalto, de los complejos vitamínicos, de las reuniones en despachos y hasta de tribunales, está teniendo mucho este comienzo de mes de Junio.
Y dejamos lo primero para la último.
Antes de eso, lo que ocurre encima de la bici, porque junio nos va dejando un Dauphinè un tanto descafeinado con victoria final para un Bradley Wiggins que va convenciendo a los demás tanto como parece estar convencido él mismo. También asomó Cadel Evans que parece más candidato que nunca. Y regresaron al panorama internacional los escarabajos, con Nairo Quintana y Cayetano Sarmiento a la cabeza. Se lució Daniel Moreno, apuntó Wilco Keldermann, y se llevaron etapas desde asentados como Edvald Boason Hagen hasta pujantas como Luke Durbridge o Arthur Vichot. La otra gran prueba, la Vuelta a Suiza, aún está en proceso. Y, a falta de correrse aún las etapas que decidirán la carrera, todo ha sido un monólogo de Peter Sagan, si descontamos la victoria del ruso Vladimir Isaychev, que encabeza, y que nos dejó, y dejó a Rubén Pérez, con la miel en los labios, y el olfato de Rui Costa que le birló a Franck Schleck una etapa en la que el mayor de los hermanos luxemburgueses se vino a bajo en los últimos metros.

Precisamente su hermano pequeño nos dejó una de las noticias más importantes de los últimos días que no ha tenido que ver del todo con el desarrollo de una carrera. Aunque en una se cayó, y todo ello ha dado al traste con sus aspiraciones de ganar el Tour 2012. Andy Schleck renuncia a correrlo por los problemas físicos que arrastra tras caerse en el Dauphinè, donde también se cayó Samuel Sánchez y nos temimos lo peor al ver que el primer día perdía casi treinta minutos y daban la vuelta al mundo (ciclista) las imagenes de su dolorido apeo de la bicicleta. Al final, Samu está hecho del mismo material que el robot malo del que tenía que proteger Schwarzenegger a John Connor, pero, la diferencia, es que a él le duele. Correrá el Tour aunque tenga dolorido el cuerpo y habrá que esperar para ver cómo le afecta este ligero parón a su preparación. Sin Schleck y Contador, todo parece destinado a un duelo Wiggins-Evans, aunque gente como Nibali o Valverde, el propio Sánchez y muchos otros seguro que intentan echar a abajo los pronósticos.

Las otras dos noticias de alcance que llegaban esta semana a prensa tienen un cariz muy diferente. Las dos salieron ayer, y las dos traerán cola, una, una cola mucho más larga. Por un lado, tras muchos tiras y aflojas, parece que se va aclarando el futuro deportivo del Euskaltel-Euskadi. El periódico Deia publicaba ayer una noticia en la que, en resumidas cuentas, se aseguraba el futuro del equipo con importantes cambios. Por un lado, el regreso de Igor González de Galdeano a la dirección deportiva, por el otro, la caducidad de la relación entre el equipo profesional y la Fundación Euskadi que formara Miguel Madariaga hace ya casi veinte años. En principio, según las fuentes que manejaba el periódico, todo apunta a una inyección económica y a un cambio sustantivo dentro del equipo, que abandonaría su ligazón con la fundación que amparó este proyecto desde sus inicios, para reconvertirse en un proyecto al uso, con un presupuesto económico gestionado por una gerencia profesional, con la empresa de telefonía acaparando la responsabilidad y con un giro en el protagonismo que ciertas personas han adquirido en este club. Ésa es la noticia. No hay confirmación, pero Deia, como fuente, en este apartado, siempre ha sido una fuente de toda solvencia. Ahora, los lectores apasionados de las opiniones cibernéticas, ya se han puesto manos a la obra para glosar esta noticia con todo tipo de comentarios, desde los reflexivos, hasta los que no aportan nada. Pero, a parte de ellos, no hay más reacciones. Yo, que precisamente no me caracterizo por ello, dejaré para más adelante mis valoraciones, para cuando todo se confirme y pueda ofrecer mi opinión, aunque se quede en eso, en opinión y en ofrecimiento. Por ahora, solo diré que espero que Madariaga, y evitaré el continuo corolario que siempre acompaña a su nombre sobre lo bueno y lo malo (¿ya lo he hecho otra vez?), siga trabajando en la Fundación Euskadi o que alguien tome su relevo, y que creo que es una buena noticia que, sea como sea, sea igual o distinto, el ciclismo vasco siga teniendo un proyecto profesional que aporte lo que tiene que aportar cuando menos: una oportunidad para que los ciclistas en ciernes tengan una salida profesional.

Y, en fin, aunque lo haya dejado para el final, llegó. La U.S. Anti-Doping Agency que tiene un acrónimo de lo más divertido. La USADA. La USADA que tiene una misión importantísima en esta vida: to be the guardian of the values and life lessons learned through true sport. Es decir: salvaguardar (ellos dicen ser el guardián, que suena más imponente) los valores y lecciones de vida que desde siempre (esto lo añado yo) se han aprendido a través del deporte de verdad (abierto a interpretación, a preguntas capciosas, vamos). El caso es que como ya habréis leído todos, en prensa, radio, televisión, internet, prensa gratuita del metro, cenáculos y desayunáculos tempraneros, en el taxi, el autobús, el metro, el tranvía o a pata, como todos habréis leído, escuchado o visto, la USADA acusa formalmente a Lance Armstrong de haberse dopado en un período de tiempo que abarca los años en los que ganó siete Tours de Francia.
Al parecer, las reacciones a esta noticia sí que no se han dejado esperar. Y no me refiero ya tanto a que los periodistas anden calculando los Tours que puede perder, si no a que Travis T. Tygart, director ejecutivo de la USADA, ya ha salido al paso de los comentarios, vía escritos en internet o declaraciones, que los implicados hicieron el día anterior para atestiguar lo siguiente:

USADA only initiates matters supported by the evidence. We do not choose whether or not we do our job based on outside pressures, intimidation or for any reason other than the evidence. Our duty on behalf of clean athletes and those that value the integrity of sport is to fairly and thoroughly evaluate all the evidence available and when there is credible evidence of doping, take action under the established rules.

Es decir (la traducción es libre, por eso, ahí tenéis el original):

La USADA solo inicia procesos cuando existen evidencias. No está en nuestra mano elegir cuando actuamos y cuando no y no actuamos en base a presiones o intimidaciones, y solo en base a evidencias. Nuestro compromiso con los deportistas que mantienen una actitud limpia e íntegra consiste en evaluar con justicia y en detalle todas las evidencias a nuestro alcance y juzgarlas dentro del marco legal vigente.

Quince hojas de cargos que llegaron a casa de los seis acusados en el día de ayer y que detalla cómo la USADA entiende esto como el comienzo de un proceso en el que se estudiarán los cargos por dopaje en el US Postal , una trama que según la USADA, abarca desde el año 1998 hasta el 2011, para el suministro de sustancias dopaje. Además de Lance Armstrong, en el proceso se incluye a Johan Bruyneel, Michele Ferrari, Pepe Martí, Pedro Celaya y Luis García del Moral. A los tres primeros los conoce todo aficionado al ciclismo, los otros tres, puede que también. Pepe Martí es un preparador físico que, además de pertenecer al proyecto ciclista de Lance Armtrong y Johan Bruyneel, y según se informó en 2010 en varios periódicos (hemeroteca de superdeporte.es), también fue contratado por Bjarne Riis para el Saxo Bank como parte de las peticiones que Alberto Contador puso para su fichaje. Según se anunciaba por aquellos tiempos, Pepe Martí fichaba por Saxo Bank como entrenador privado de Contador, aunque, como decía en superdeporte.es "sin descartar alguna colaboración con el equipo o el resto de preparadores". Pepe Martí, y siempre citando la misma fuente, había empezado su carrera profesional en el mundo del atletismo para luego ser el preparador físico de Joan Llaneras. Por su parte, Pedro Celaya y Luis García del Moral son los dos médicos deportivos. Celaya nació en Elorrio y tiene 56 años. Luis García del Moral  ya había colaborado con el equipo olímpico español y trabajó en el ciclismo profesional de la mano de Armstrong, pero luego abandonó este deporte, aunque su nombre volvió a salir a la palestra, aunque fuera indirectamente, durante el conflicto entre Trent Lowe, Matt White y los gerentes del Slipstream.
Todos ellos, como también dice Tygart en su comunicado, son inocentes hasta que las alegaciones o el proceso prueben lo contrario. Así que habrá que esperar, antes de ponerse a descontarle Tours al americano o a condenar a los acusados. Igual que habrá que esperar a ver qué dice Miguel Madariaga. Igual que habrá que esperar para ver cómo se siente Samuel Sánchez. Igual que habrá que esperar para saber quién gana el Tour, y hasta quién gana la Vuelta a Suiza. A Isaychev todo esto le dará un poco igual. Ya ganó ayer y que le quiten lo bailao.

miércoles, 13 de junio de 2012

Erazem Lorbek

Yo entiendo que a los que están tomando partido por uno u otro, no les estará quedando sano el corazón, pero a los que no sentimos alteraciones cardíacas y podemos disfrutra de la serie sin empeñar nuestras emociones, nos está sabiendo a gloria. Por lo menos, a uno que es el que escribe aquí para bien... y más que nada para mal.
El primer partido reconozco que lo vi en los resúmenes. El segundo a trompicones. El tercero de principio a fin. El cuarto acabo de terminarlo a medias. La primera parte a penas la he visto. El tercer cuarto, mientras planchaba, un dato que no le interesará a nadie. El cuarto y último cuarto lo he visto intentado poner mucha atención. Así que, en resumen, no tengo un bagaje muy propicio para proponer juicios muy elaborados, opiniones que vayan mucho más allá de la que he dado: que estoy disfrutando como un enano de la serie final por la Liga ACB. Del baloncesto, y de las emociones que despierta, aunque las mías no vayan apostadas con ningún bando. Quizás precisamente por ello.
Pero da gusto ver jugar al Chacho, da gusto disfrutar de la raza de Llull, de los arrebatos de Carroll, de los destellos de clase de Tomic, del destajo de Singler, del talento de Mirotic, del pundonor de Reyes... Eso por un lado. Por el otro, del temple de Mickeal, de la velocidad de Navarro, del pie suelto de Huertas, de los brazos infinitos de Vázquez, del chicle de Wallace y, hoy, sobre todo, de la enorme clase de Erazem Lorbek. Un jugador de los de examen, de los que hay que ver a cámara lenta, de los que se te quedan en la retina esperando que pasen diez años desde su retirada para sacar su nombre en una de esas plomizas conversaciones de nostálgicos aburridos. Y de la guerra de estrategias de los entrenadores: las zonas, los bloqueos invertidos, los cambios de base, los pivots abiertos...
Aún queda un partido, el último, el definitivo, que parece que se jugará el sábado en Barcelona. Si me lo pierdo, me arrepentiré, pero apuesto, y a esto sí que apuesto, a que merece la pena no perdérselo. A Lorbek, por su parte, aún le quedan unos cuantos años para retirarse. Después de la Lega (Bolonia, Roma y Treviso), Rusia (CSKA) y la ACB (Unicaja y Barcelona), puede que ahora le toque la NBA. Supongo que a los cenizos como yo, esos que no veían ni a Bodiroga ni a Rigaudeau ni a Navarro ni a Nocioni ni a Scola ni a Splitter ni a Macijauskas ni a Kutluay ni a nadie entre el músculo y las individualidades de la NBA y en muchos de esos casos nos equivocamos, tampoco vemos a Lorbek en el playground de David Stern. Pero, y a esto también apuesto, seguro que merece la pena ver cómo lo intenta. Si se van también Teletovic, Fran Vázquez, Llull o Claver, que oírse se ha oído, ¿quién va a quedar para jugar aquí? Pues seguro que muchos. Y seguro que la próxima final de ACB, con estos dos o otros como ellos, vuelvo a disfrutarla igual de bien, sea planchando o intentando poner toda mi atención.

sábado, 9 de junio de 2012

Dogus Balbay


Centésimas de segundo, y gloria infinita. ¿Para qué necesitas más? No sé si la historia está teniendo mucha repercusión, supongo que en Turquía, sí. 
La historia es ésta: que se está jugando la final de la Liga de baloncesto turca. Y la cosa pintaba bien para Besiktas. Jugaban el quinto partido y ya había ganado tres por uno del Anadolu Efes. Una victoria le daba el título e iban 82-82 en la prórroga cuando solo faltaban tres segundos para que se fueran a la segunda. 
Entonces, una de esas jugadas que entran en el catálogo de maravillosos milagros de este deporte tuvo como protagonista al jugador más insospechado. Para entonces, Vujacic ya había metido 18 puntos, Kerem Gonlum, 18, Dusko Savanovic, 12 y menos otros jugadores importantes del Anadolu como Kinsey, Batista, Lafayette, Kurtoglu o Tunçeri. Vamos, que había candidatos. Y los rivales no eran mancos: Hawkins, Carlos Arroyo, Mensah-Bosu, Erceg o Marcelus Kemp intentan conseguir la liga para el Besiktas de Ergin Ataman. 
Pero ninguno de ellos fue el héroe final. De la nada, con un salto espectacular, el héroe local fue un Dogus Balbay que, en total, jugó tres segundos de partido. Los tres segundos finales en los que se decidió el partido. Así como lo oyes.
Balbay tiene 23 años y hasta ahora había hecho su carrera en la Universidad de Texas de la NCAA, donde recibió elogios como buen defensor de perímetro. Es un base menudo con un gran salto, que este año se llevó el concurso de mates de la liga turca aunque solo alcance el 1'85 de altura. Ahora, más que por eso, se le recordará por los tres segundos más eficaces en la historia del baloncesto. Sale, corre, le ve Tunçeri, se la pone allí (tampoco era fácil) y salta hasta el infinito para dejar el balón tan cerca del aro que era imposible fallarlo. 
No sé si acabarán ganando la liga, pero el premio a una de las jugadas más espectaculares de la temporada es suyo casi seguro.
Cuelgo el vídeo si puedo que supongo que sí, y me voy, que hoy toca fútbol de tercera división:

Tirso Lorente


He intentado resistirme a escribir una entrada sobre la muerte de Manuel Preciado. No tenía ganas de escribir banalidades y recorrer lugares comunes, porque su muerte me produjo la misma sorpresa que a todos los aficionados y lo que dijera no iba a añadir nada nuevo a todas las muestras de condolencia que ya se han dado. En quien más he pensado es en su hijo, ¿se puede consolar a alguien que recibe tantos golpes seguidos en tan poco tiempo? Espero que haya heredado el espíritu del padre.
No quería escribir sobre ello, y, aunque no se entienda, lo hacía por respeto, pero, al final, lo he hecho, porque no he podido resistirme ante un segundo fallecimiento en una misma semana. Éste, por mucho que el mundo del baloncesto si reconozca su figura, no tendrá la repercusión de la de el de Astillero, pero su muerte deja un hueco parecido en un deporte distinto. Y es que ha fallecido Tirso Lorente, durante más de veinte años entrenador fundamental de la cantera baloncestística española, y en especial de la del Real Madrid. Durante tiempo, compaginó su trabajo con los más jóvenes, con el poco reconocido pero elemental trabajo de segundo entrenador, siempre en las filas del Real Madrid, y donde ayudó en las labores técnicas a entrenadores como Emanuele Molin, Bozidar Maljkovic, Julio Lamas, Miguel Ángel Martín y Clifford Luyck. Tras la destitución de Miguel Ángel Martín en el banquillo madridista, Tirso Lorente llegó incluso a ser el primer entrenador durante un puñado de partidos.
Últimamente, ayudaba a Alberto Angulo en el trabajo de cantera con las promesas que el Real Madrid foguea en la liga EBA. Los Dani Díez, David Marina, José María Gil, Jorge Sanz o Jefferson Socas fueron los últimos en disfrutar de los conocimientos del técnico madrileño.
Quizás no pudo hacerlo, pero seguro que le hubiera gustado ver cómo su equipo ganaba ayer un partido disputado y emocionante en la final de la liga ACB. Descanse en paz los dos.

martes, 5 de junio de 2012

Ander Izagirre


Pues el libro ya había ganado el Premio Marca de Escritura Deportiva en 2005, pero yo me enteré como quien dice ayer. Precisamente, mientras adelantaba con cuidado y con respetable distancia a un cicloturista que dejaba Baranbio atrás y se dirigía hacia Orozko. Puse la radio, cualquiera, creo que era Radio Euskadi, y alguien entrevistaba a alguien y aunque no sabía de qué iba el asunto, el asunto me atrapó. Durante unos minutos, disfruté de una interesante conversación sobre las anécdotas del Tour de Francia sin saber que era una entrevista de promoción del libro Plomo en los bolsillos de Ander Izagirre. 
El entrevistado era él. 
Después, rebusqué al llegar a casa, y me enteré de que Ander Izagirre también fue ciclista, y después periodista, que aún lo es, y que no era la primera vez que publicaba, porque hasta tiene entrada en la wikipedia. También descubrí su curiosa aventura promocional: un viaje en bicicleta que le está llevando desde Donosti hasta Madrid, pasando por Pamplona, Logroño, Burgos y Navacerrada. Lo han llamado el Tour de Plomo y en las primeras etapas lo acompaña Peio Ruiz Cabestany. Hoy incluso he leído en su blog que ha tenido la sorprendente y agradable visita de Pedro Horrillo cuando iba por Tolosa. 
No creo que le haga falta la publicidad de este blog, pero tampoco está de más. Yo intentaré hacerme con el libro y lo leeré, porque, sin duda alguna, casa con el espíritu de este blog, y, además, me ha descubierto la figura histórica de un ciclista como Abdel-Kader Zaaf, del que no había oído hablar, pero cuya historia bien podría protagonizar una entrada en este cajón de sastre que aún me atrevo a llamar blog. Me lo guardo para cuando lea el libro y me atreva a hacer una reseña a buen seguro incompetente. 
Si os interesa, creo que ya está en las librerias, y si queréis saber más, google os puede llevar hasta el blog de Izagirre donde va dando cuenta de su particular vuelta por etapas. A pedalear. 
Y ya de paso, aprovecho para disfrazarme de Pedro Delgado y de Miguel Indurain, y como conductor más que como ciclista, os recuerdo las penosas noticias que conseguían un hueco entre las principales del día de hoy: España es el país europeo con más muertes de ciclistas en carretera. En lo que va de año, han fallecido 67 ciclistas en diversos accidentes. No sé me da bien lo de sermonear, pero no lo puedo evitar, como dice Miguel Indurain, yo también elijo Dana..., perdón, eso es para otra campaña, pero sí, escucha al de Villaba y todo irá mejor, para el colesterol, digo yo, pero sobre todo para cicloturistas y conductores.

Maya Nakanishi


Ha salido en todos los periódicos y seguro que en el parte, como decía mi abuela. He leído que ha habido polémica en Japón. Y no polémica por razones pudorosas, si no, éticas, que si pone en evidencia a la selección japonesa, que si no son maneras, que si tiene afán de protagonismo. Algo así he leído, que quizás lo estoy exagerando.
El caso es que Nakanishi es una atleta discapacitada que participará en las próximas Paraolimpiadas. A los 21 años, tras un accidente laboral, perdió una de sus piernas. Aún así, recuperó su carrera deportiva, no sin éxito. Pero sí sin dinero, porque por razones económicas, ha decidido posar desnuda en un calendario. Busca así costearse los gastos del viaje a Londres.
No sé si buscando justificarse, pero también ha añadido que hay un componente reivindicativo en su decisión: quiere que su desnudez demuestre que la belleza también pertenece a los que sufren una discapacidad física.
¿Mi opinión? Yo aún no he sido capaz de desnudarme delante de una cámara fotográfica, ni creo que lo haga, además, incluso sin discapacidad física, no creo que mis desnudos fueran a quedar tan atractivos como los de la atleta japonesa. De nuevo, ¿mi opinión? Ya la doy escribiendo la entrada, ¿no? Si se puede en el salón de apuestas del barrio, prometo que mi combinada para los 100 metros y los 200 metros es únicamente para ella.

Enric Cuxart


Que me ha costado elegir el nombre. Tantas opciones, algunas felices, muchas tristes, todas emocionantes. Recientes y otros nombres que te retrotraen a tiempos donde todo parece que sucedió en blanco y negro. Voy a evitar ponerme intenso o magnánimo. Solo introduzco el vídeo y luego que cada uno lo disfrute de la manera en que le afecte.
Al final, elegí a Enric Cuxart. Ese gigante que imita a marijaia después de marcar el gol que acabaría por darle el ascenso a segunda división al Elche. Tenía treinta años y de aquello han pasado ya más de quince. Pero Cuxart, que prometía cuando debutó en primera con el Valencia, pasó a la historia del Elche por aquel solitario gol en Lasesarre que le daba el ascenso a los franjiverde. Yo estaba allí, y no lo celebré.
Se acabaron los grupos de ascensos, ahora nos tocan las eliminatorias, Girona nos volvió a hacer llorar, pero ahora volvemos a soñar, aunque sea en una categoría más abajo. Los que como yo lo sienten, que disfruten con el vídeo. Los otros, dejaros llevar por la curiosidad.
Por cierto, enhorabuena al tío que ha editado el vídeo porque ha hecho un buen curro.

Iker Karrera



Esto de que el tío de las asics, nuestro vecino de pormaratones, ande de visita por aquí, me está matando. Yo que arrastraba ya un largo periodo de deterioro físico y modorra. Ahora me duelen hasta las orejas. El domingo le enseñé al de las asics nuestra ruta jacobea. La llamamos jacobea porque la descubrió un pormaratoniano con nombre de patriarca. Consiste en seis kilómetros de continuo ascenso hasta llegar a la ermita de Santa Águeda, descenso por Las Delicias pasando por el camino mediaval, un curioso atajo que no lo es y te obliga a rodear una inquietante iglesia, bajar unas empinadas escaleras, cruzar un puente tembloroso y seguir por la orilla fabril que se acerca a la carretera de Balmaseda para cruzar de vuelta por el puente que comunica con la siniestra fábrica de coke, y se sigue por la dársena abandonada que rodea la fábrica, se desciende junto a lo que parece un viejo horno de calcinación, se aparece junto a unas abandonadas oficinas de Altos Hornos y pa'lante hasta llegar a Burceña, cuesta arriba hasta Cruces y ya todo para abajo hasta volver a casa con un esprint cuesta arriba para llegar a Bide Onera. ¿Te has perdido? Casi trece kilómetros, con mucha pendiente (por lo menos, para un servidor) y un entorno agradable que te alivia el peso de una larga vida urbana.
Eso fue el domingo y hoy martes, un par de kilómetros más que el domingo, creo, y un recorrido que te lleva hasta por cinco localidades distintas de la provincia. Entre lo más sugerente, un túnel cenagoso donde durante un minuto no ves absolutamente nada y un terreno pestoso de camino a las minas. El calor ha fundido el resto, por lo menos, de nuevo, para un servidor, que ha llegado a casa con las piernas más duras que una encimera de marmol. Hora y media después de salir.
Nada comparado, por supuesto, con el espectáculo que dio Iker Karrera este pasado fin de semana en la Hiru Handiak. Si hay alguien aún que no sea de aquí, Hiru Haundiak, significa los tres grandes, y lleva ese nombre porque consiste en una carrera de montaña que organiza la Sociedad Excursionista Manuel Iradier y que con 100 kilómetros de recorrido y 5.000 metros de desnivel, cubre un recorrido que supera las tres grandes cumbres del País Vasco: Gorbea, Anboto y Aizkorri. Salen de Ondategi en Álava, pasan por Bizkaia y terminan en Araia, Gipuzkoa. Salen a las doce de la madrugada del sábado y llegan cuando puedan, pero en menos de 24 horas.
El ganador invirtió un tiempo total de 10 horas y 22 minutos, batiendo en una hora y media el anterior récord. Casi nada. Por supuesto, y sin quitarle mérito a un Iker Karrera que no es nuevo en esto de las pruebas de gran fondo, la historia de esta carrera no termina aquí, y es importante mencionar todas esas historias más humildes de corredores (y corredoras) que terminan la prueba con más amor propio que fuerza. Pero para eso, podéis buscar en la hemeróteca, porque ya ha habido prensa escrita que se ha hecho eco de ello.
No está entre mis objetivos, pero como el vecino de las asics pase más tiempo de visita por aquí y nuestro amigo M siga con su progresión, vamos a acabar todos emulando a Kilian Jornet o a Iker Karrera, aunque sea de lejos y en sueños.

lunes, 4 de junio de 2012

Mario Bermejo


Digamos que, por cuestiones matemáticas, el suyo era el nombre más adecuado. Vayamos al grano diciendo que el rollo de esta entrada era hablar de los trascendentales pero últimos coletazos del fútbol profesional y semiprofesional.
Ahora que Mourinho descansa, el Real Madrid celebra, Guardiola pasea de vacaciones, Bielsa toma notas en el hotel, Falcao se pasea por su patria, la alcaldesa de Houston recibe al Valencia y los periódicos se inventan rumores y se afanan por buscar noticias que no existen en las aburridas concentraciones de las selecciones nacionales, parece que todo ha llegado a su fin, pero queda lo mejor. La parte del fútbol profesional más genuina y dramática: los ascensos. Porque los descensos ya se dieron, ahora toca el otro drama. Primero, se huye de la tristeza, ahora se persigue el drama. Todo esto es opinión personal, por cierto.
Desde Lloseta hasta Tenerife, desde Ourense hasta Ávila, desde Miranda de Ebro hasta Villarrobledo o de Ponferrada a Yecla, pueblos, ciudades y hasta capitales de provincia sueñan con tener un verano feliz en equipos por definición modestos y generalmente ajenos a los focos y las portadas de los periódicos. Equipos que, a menudo, disfrutan de una reducida pero fiel afición. Vecinos y conocidos, residentes en el pueblo, que viven el fútbol con la emoción con la que se elegía la caja final en el Un, Dos, Tres.
En lo más alto de este sufrimiento particular, ya disfrutaron de la gloria en Galicia gracias al Deportivo, y ahora lo hacen por el Celta. Alegría por partida doble en la tierra prometida que ya había sufrido suficientes desgracias. A la espera, quedarán el Hércules de Urko Vera, el sorprendente Alcorcón, el renacido Córdoba y un Valladolid que ha hecho una gran temporada y se ha quedado muy cerca de meta. De entre todos los nombres que podría haber utilizado, he ido a por el de Mario Bermejo porque las estadísticas lo indican: a sus 33 años, el santanderino ya va por el tercer ascenso. Ya lo hizo con Xerez y Almería, y ahora lo ha logrado con el Celta de Vigo.
Pero aquí no acaba todo. Por debajo, andan otros locos por llegar donde Celta y Depor ya no estarán. Ya lo han conseguido el filial del Real Madrid y el histórico Mirandés de Carlos Pouso. Los primeros han puesto de moda una cantera que nunca ha dejado de estarlo. Los Jesé, Morata, Joselu, Carvajal y compañía quizás no alcancen a ser pavones pero probablemente harán carrera profesional y con éxito. Los segundos no solo le han puesto la guinda al pastel, si no que han soplado las velas y se les ha cumplido el deseo. A su magnífica temporada en la Copa, le han añadido el logro de conseguir su ansiado objetivo. En un equipo plagado de veteranos curtidos en los campos más humildes del fútbol, Pouso ha sabido ponerle orden y cordura a un ambicioso proyecto que cuenta con el apoyo de toda una ciudad. Quedan otras dos plazas. Lucena, Ponferradina, Albacete, Cádiz, Tenerife, Lugo, Atlético Baleares y Linense se pelearan por ellas: norte, sur, islas a doquier... Un poco de todo y pasión en las gradas. Yo, lo añoro.
Y lo añoro porque este año a mí y a los que comparten conmigo el carné de socio del club del pueblo nos toca vivir la misma emoción pero un peldaño más abajo. Queda ese otro ascenso, el de tercera a segunda b, plagada de ciudades, barrios, pueblos y anteiglesias que buscan recuperar su espacio o conseguirlo por primera vez. Varios filiales, equipos históricos venidos a meno y ciudades de cierta importancia como Ávila, que es, precisamente, el rival que le ha tocado al Barakaldo en esta segunda ronda. En el partido de ida, ambos equipos han empatado a cero. La vuelta, el próximo fin de semana en Lasesarre, promete grandes emociones. La anterior ronda ya lo fue. Un Parla que se vio superado por los gualdinegros en su estadio, no cedió en el empeño en Lasesarre, pero el empeño de la afición y un equipo bastante sólido, no dieron pie a la sorpresa. Eso sí, el hermanamiento entre aficiones dio razones para no dejar que el cinismo acabe con nuestra afición por el fútbol. Buen rollo entre ambas y un equipo visitante que repitió por dos veces saludo desde el medio campo a base de aplaudir a todo un estadio que, en principio, les deseaba la derrota. Son los pequeños gestos que a veces se olvidan o se ensombrecen ante otros que no convendría repetir.
Lo dicho, queda por vivir, por sufrir, y por soñar. A todas las aficiones inmersas en este empeño pasional, buena suerte. Y, eso sí, habrá que intentar fichar a Mario Bermejo para el año que viene.

sábado, 2 de junio de 2012

Orlando Woolridge



A los de mi generación, si les gustaba el baloncesto, el nombre les suena aunque sea por la segunda y no por la primera razón. Quiero decir, la primera razón es pura, tiene que ver con su profesión. Si te gustaba el baloncesto y eras de mi generación, conocías a Woolridge. Pero había una segunda razón, cuando te gustaba el baloncesto, y eras de mi generación, pero tanto como te podía gustar el fútbol o ir al monte con tu padre. Entonces, igual te suena Orlando Woolridge por eso, por las 16 letras de su nombre, más que por lo que hiciera o dejara de hacer en una cancha de baloncesto. Y es que Orlando Woolridge sonaba bien. El típico nombre que se te queda en la cabeza. Si tus colegas se explotaban el acné mientras hablaban de baloncesto y tú no te enterabas de nada pero querías participar, entonces saltabas, con nombres como el de Orlando Woolridge, o el de Mark Aguirre, o el de Rony Seikaly, o el Mitch Richmond porque, así pronunciados, sin acento y sin propiedad, sonaban, en orden contrario, a héroe del ejercito sureño, detective privado de Miami, ganadero del oeste y Woolridge podía ser cualquier cosa, un corsario, un policía dicharachero afro-americano, el primer hombre de negocios de color, un bluesman en un cruce de caminos o un simple jugador de baloncesto.
Y Woolridge fue eso, un jugador de baloncesto. Una estrella al cobijo de Bill Laimbeer en Notre Damme. Una elección alta del draft por los Bulls de los ochenta (Mark Aguirre fue el primero, por cierto). Un jugador empeñado en atacar el aro, alto, delgado, de largos brazos, que saltaba siempre buscando machacar el aro. Llegó a jugar hasta en siete equipos de la NBA: los Bulls, los Nets, los Lakers, los Nuggets, los Pistons, los Bucks y los Sixers.
Sus primeras temporadas en los Bulls fueron exitosas, pero su juego no combinaba del todo con el surgimiento de Michael Jordan, así que fue traspasado a los Nets, donde siguió anotando y machacando pero no duró mucho y acabó en los Lakers. Según sus propias palabras, allí disfrutó como un niño. Eran los tiempos en los que Magic Johnson corría por el centro y todos se ponían alrededor para pedirle la pelota, aquello le encantaba a Woolridge, que había fichado para darle puntos al banquillo angelino. Sin embargo, volvió a ser traspasado, y fue traspasado al epítome de la locura de ataque. Sus temporada en los Nuggets al mando del visionario Paul Westhead se convirtió en su mejor año de anotación bajo aquella tutela de corre y tira en cuanto puedas, pero aquello no se veía reflejado en triunfos. Woolridge apuró algunos años más, pero pronto, decidió iniciar la aventura europea para despedirse del profesionalismo, y eligió Italia. Y no vino de paseo. En sus dos experiencias acabó ganando títulos, aunque le fue mejor en la primera, la del Benetton de Treviso de Mike D'Antoni. Después, se despediría en aquel Bologna que patrocinaba una cerveza sin.
La vida deportiva de Woolridge tuvo sus extraños momentos de incertidumbre. Como cuando fue sancionado por abuso de drogas en una de sus temporadas en los Nets o cuando se temió lo peor al ser operado estando en Denver por un desprendimiento de retina. Para otros, la aventura italiana también podría entrar en este grupo. Cuando se retiró, lo intentó con los banquillos y entrenó en la WNBA y la ABA, pero se veía que no era lo suyo. Sus hijos seguían su camino y el regresó a Louisiana, donde todo empezó.
En Febrero pasado, su nombre volvió a la prensa de una manera sorprendente, otro extraño momento de incertidumbre. Los periódicos se hacían eco de su arresto en DeSoto Parish, Louisiana, por robo de aluminio. Se libraba de la cárcel tras pagar una fianza, y no se volvía a saber mucho más. Hasta antesdeayer, cuando murió tras una larga enfermedad cardíaca que no pudo superar. Murió en Mansfield, Louisiana, en casa de sus padres. El primo de Willis Reed, el compañero de Bill Laimbeer, el pistolero de Magic, el ejecutador de Westhead, el tío de las muñequeras con el cero en la camiseta, murió en casa de sus padres, de un ataque el corazón, tres meses después de ser detenido por robar aluminio. ¿Alguien quiere escribir el libro? Yo no, yo prefiero quedarme con aquella final del 95 ante el Taugrés de Manel Comas. Y como Ferrán López le robaba el balón, pero Petar Naumoski le daba el título a los de Mike D'Antoni. Woolridge y Pittis hacían el resto para que los sueños de Perasovic, Rivas, Laso, Kenny Green o Santi Abad se quedaran en nada.
Los de mi generación, y mi barrio, se acordarán de eso si les gusta el baloncesto. En DeSoto Parish, Louisiana, igual se acuerdan de él porque aún andan renovando las tuberías del agua. Sea por lo que sea, descanse en paz.