martes, 19 de junio de 2012

Alberto Romero

Había decidido no hablar sobre ello. Ya he reconocido mis pasiones en este blog en muchas ocasiones, con unos colores o con otros. De hecho, a menudo, me parece que demasiado. He intentado contenerme.
Soy socio del Barakaldo CF y creo que eso no es un secreto. A poco que se lea el blog, se sabe. Lo fui cuando era un niño, lo dejé cuando más que entrar me zambullí en la edad del pavo, y volví a serlo cuando una desgracia familiar convirtió al club en algo más que el equipo del pueblo: para mí, se volvió un recuerdo simbólico de una persona a la que añoro mucho. Quizás por eso, todo lo que ocurra alrededor de este equipo acaba afectándome más de lo que debería. Y el domingo fue uno de los días más tristes que he vivido en un campo de fútbol.
Había decidido no hablar sobre ello, y no voy a hacerlo mucho. Solo quiero ver la parte positiva y alabar el comportamiento del presidente de nuestro club y sus declaraciones en el día de hoy. Sin entrar en más consideraciones, sin volver a recordar lo que pasó, sin puntualizar, sin añadir nada, la respuesta del club en la persona del presidente me parece una actitud digna de un club al que, él como yo, me consta, lo percibe como algo más que un club de fútbol.
Yo, como socio y aficionado, no estaré en Murcia, pero animaré desde lejos y siempre aplaudiré comportamientos como el de Alberto Romero cuando suceden hechos como el del pasado domingo en un estadio de fútbol. A título personal, le felicito por su loable reacción y, ¡aupa Baraka!

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