sábado, 30 de noviembre de 2013

Jesús Buendía



Me vuelve loco lo del buscador de blogger. No funciona, no sé si he usado los nombres que elijo para titular mis entradas y no quiero perder el tiempo buscando soluciones en los foros. Me desespera, pero me rindo. Y como no sé qué nombres de la ya extinta plantilla del Euskaltel-Euskadi he utilizado en mi archivo del blog, he decidido titular esta última con el nombre de un ciclista murciano. Pero tiene relación, que conste. Y es que el ciclista de Mula, retirado ya, está ahora de director técnico en el recién creado equipo chileno del Pinoroad, aunque dicen que probablemente cambie de nombre porque lo patrocine Viña Santa Cruz. Y aunque el equipo sea de Chile y la gran mayoría de sus corredores chilenos, tendrán la base en Murcia e intentarán participar en los circuitos de competición europeos. Y, para ello, se han hecho con algunos corredores nacionales, entre ellos, un par de ex-Euskaltel-Euskadis. Y eso me ha animado a hacer un recuento de cómo va la recolocación de corredores en el nuevo mercado de 2014. Aunque, para desesperación de los afectados, de muchos aún no se sabe nada, algunos ya han encontrado cobijo en otros equipos, y me apetecía pasar esta mañana lluviosa de sábado intentando recopilar la información para dejarla aquí por escrito.
Ahora mismo, pero siempre sabiendo que yo no soy infalible ni una agencia de noticias y puede que no haya escuchado todo (ni tan siquiera soy periodista), que yo sepa, no hay noticias sobre el futuro de Jon Aberasturi, Igor Antón, Jorge Azanza, Ricardo García, Egoi Martínez, Miguel Mínguez, Rubén Pérez, Steffen Radochla, Samuel Sánchez, Adrián Sáez de Arregi o Gorka Verdugo. Sobre alguno ha habido rumores y otros han mencionado ya la posibilidad de retirarse y seguir el camino que ha comenzado Mikel Astarloza, único corredor que, hasta el momento, ha confirmado que cierra su carrera deportiva. Bueno, más o menos, porque André Schulze tampoco correrá la temporada que viene, pero seguirá en el pelotón, ya que hace tiempo que se confirmó que tanto él como el austriaco Christian Pömer trabajarán junto a Enrico Poitschke, Ralph Denk y Alex Sans Vega en la dirección del Team NetApp. Su excompañero Jorge Azanza dijo hace poco en una entrevista al Diario de Navarra que existen un 99'9% de posibilidades de que, el año que viene, no sea profesional y tenga que ponerle fin a su carrera. Parecido pesimismo han mostrado Gorka Verdugo, Rubén Pérez y Egoi Martínez, aunque este último ha confesado en más de una ocasión que se resiste a retirarse. Del alemán Steffen Radochla no he encontrado ninguna noticia, aunque, si se decide a seguir, quizás encuentre un hueco en algún equipo continental alemán. Los jóvenes Jon Aberasturi, Ricardo García y Miguel Mínguez aparecieron unidos al fallido proyecto de Koldo Saratxaga y Jon Odriozola. Quién sabe, quizás tengan un hueco si finalmente Miguel Madariaga consigue sacar un equipo para la Fundación Euskadi; al parecer, ya ha solicitado la licencia a la UCI. Aberasturi señalaba en una entrevista reciente que, si no encuentra equipo, no tiene intención de recalificarse como amateur y que intentaría buscarse su futuro fuera del ciclismo. De Adrián Sáez de Arregi no sé nada.
Los nombres que más sorprende encontrar en esta lista son los de Igor Antón y Samuel Sánchez. El asturiano parecía ser la razón principal de que Fernando Alonso pretendiera invertir en ciclismo, pero, al final, el proyecto del piloto de Fórmula Uno no llegó a buen puerto, o a meta. Después de eso, los rumores le unieron con el Saxo Bank, pero solo fueron eso, rumores. Se habló de una oferta desde Colombia y del interés que había mostrado Hilarie Van der Schueren por sumarlo a su nuevo proyecto, pero, a día de hoy, en todas sus entrevistas, Samuel Sánchez repite que no hay nada de nada. Lo último, que se ha encargado en desmentir rápidamente, es que el asturiano se marchaba a Dubai para incorporarse a algún tipo de proyecto ciclista. En el caso del bilbaíno, parece ser cierto que estuvo apunto de fichar por el Omega Pharma, pero que él mismo paró el fichaje cuando apareció la posibilidad del nuevo equipo de Fernando Alonso. Cuando se confirmó que ese equipo no iba a salir, ya era demasiado tarde para retomar la oferta belga. Últimamente, algunos medios especializados escribieron que el bilbaíno tenía una oferta en firme del Colombia, pero Claudio Corti lo ha desmentido. Ambos siguen sin equipo, al parecer, sin  ofertas, y, últimamente, ya no hay ni rumores. 
Por supuesto, también quedarían los casos de dos corredores que, al comienzo de la temporada estaban en la plantilla vasca, los del ruso Alexander Serebryakov, tras cuyo positivo, no sé volvió a saber nada de él, y el del marroquí Tarik Chaoufi, quien cesó su contrato con el Euskaltel-Euskadi sin terminar la temporada para volver a su país. No sé si Chaoufi seguirá corriendo la temporada que viene, pero, a buen seguro, si lo pretende, no tendrá problemas para encontrar algún equipo en su continente. 
Los que, por ahora, han encontrado equipo son  Pello Bilbao, Garikoitz Bravo, Gorka Izagirre, Ion Izagirre, Jure Kocjan, Mikel Landa, Juan José Lobato, Ricardo Mestre, Mikel Nieve, Juan José Oroz, Romain Sicard, Ioannis Tamouridis, Pablo Urtasun y Robert Vrecer. Ordenémoslos por categorías. 
En el UCI Pro Tour seguirán unos cuantos. Los hermanos Izagirre, Ion y Gorka, Gorka y Ion, seguirán corriendo junto al andaluz Juan José Lobato, pero en el Movistar. Mikel Landa anunciaba hace poco que espera poder correr el Giro de Italia con su nuevo equipo, el potente Astaná de Alexander Vinokourov. Y Mikel Nieve encontró acomodo en uno de los equipos más fuertes del pelotón, el Sky británico, donde, a buen seguro, le tocará trabajar para Chris Froome y Bradley Wiggins, pero encontrará oportunidades para su lucimiento personal. 
Una categoría más abajo correrá Romain Sicard, en el Europcar de Jean René Bernaudeau, aunque se comentaba que los franceses igual solicitaban una licencia Pro Tour. No sé si lo han hecho o no. También ha encontrado un hueco en la segunda categoría Pello Bilbao, que correrá en un reforzado Caja Rural. 
El resto de los corredores de la plantilla vasca que han tenido la fortuna de conseguir un contrato para 2014 lo han hecho en la tercera categoría profesional, la continental. Garikoitz Bravo ha firmado por el Efapel-Glassdrive luso donde coincidirá con Ricardo Mestre, quien regresa a su país. Los portugueses se han reforzado, además, con Carlos Oyarzun, y han renovado a Joni Brandao, aunque han perdido a Ricardo Vilela. El esloveno Jure Kocjan, primer corredor extranjero en firmar por el equipo vasco, consiguió que le reclamaran para el nuevo equipo continental que dirigirá el recién retirado Michael Creed, el Team SmartStop. Allí coincidirá con los canadienses Zach Bell y Rob Britton o con Mike Torckler. Creed contaba, en una entrevista, la curiosa anécdota del fichaje de Kocjan. Según Creed, había decidido dar de baja su perfil en facebook, pero tuvo que volver a abrirlo porque una de sus grandes aficiones es jugar al videojuego de golf de Tiger Woods y, para ello, necesitaba la cuenta. Al recuperarla, se encontró con un buen montón de mensajes privados de Kocjan ofreciéndose para su proyecto. Y cuajó. Otro de los extranjeros de la temporada pasada, Robert Vrecer, regresa al equipo de donde vino, el Team Vorarlberg austriaco, que también ha incorporado a Grisha Janorschke. El griego Ioannis Tamouridis, tras su digna temporada con Igor González de Galdeano, expresó su intención de encontrar un hueco en algún equipo internacional del pelotón, pero, finalmente, se ha visto obligado a regresar a su país. Correrá en el SP Tableware, uno de los equipos más fuertes de Grecia que, según explicaban en la web de BiciCiclismo, será completamente griego la temporada que viene, ya que, entre otras bajas, no seguirán en el equipo el vasco Victor de la Parte, Joaquín Sobrino o el holandés Peter Van Dijk.
Finalmente, quedan los dos nombres que me han ayudado a encontrar un titular para esta entrada. Y es que Juan José Oroz y Pablo Urtasun seguirán siendo ciclistas profesionales, puesto que se enrolarán en el proyecto chileno de Jesús Buendía. Junto a ellos, también correrán Salvador Guardiola y Mikel Bizkarra, quien ha realizado una gran temporada en el equipo de la Fundación Euskadi y ha encontrado un premio al final. El recurso del pelotón latinoamericano parece que va a convertirse en tendencia. Por ejemplo, Melchor Mauri también participará en otro, esta vez el del Team Ecuador, y con él, varios corredores nacionales: Jaume Rovira, Higinio Fernández, Jordi Simón y Antonio Cabello.
Nada se sabe del futuro del cuerpo técnico, de los Igor y Álvaro González de Galdeano, de Alexander Díaz, de Gorka Gerrikagoitia, de Óscar Guerrero, de Iñaki Isasi o de Sergio Quilez. Dudo de que alguno de ellos pueda agarrarse al último clavo ardiendo, el proyecto continental de Miguel Madariaga. Puede que alguno de los ciclistas jóvenes que aún no han encontrado una continuidad tengan una posibilidad en este proyecto, si es que, al final, se confirma. Crucemos los dedos. Crucemos los dedos por todos los que no han conseguido un contrato aún. Crucemos los dedos por todos los trabajadores, ciclistas, directores, masajistas, médicos, mecánicos, empleados y cooperativistas de Fagor, trabajadores de tantas y tantas empresas que están sufriendo la crisis. Crucemos los dedos y, si podemos, hagamos algo más. No sé el qué. Pero no se me ocurre otra forma de cerrar esta entrada.

Pascal Donnadieu



Aunque aún quedan tres jornadas para terminar la primera fase de la Euroliga, ya tenemos equipos clasificados para la siguiente ronda. El formato de la competición indica que de los veinticuatro equipos divididos en cuatro grupos se clasificarán dieciséis, los cuatro primeros de cada grupo, para disputar una segunda fase de grupos divididos, esta vez, en dos grupos solo. De estos dos grupos, de ocho equipos cada uno, se volvería a hacer una clasificación con los cuatro primeros de cada uno de ellos, y esos ocho equipos disputarían un play-off, al mejor de cinco partidos, que daría la clasificación final para la final four a disputar, entre el 16 y el 18 de Mayo del próximo año, en Milán, Italia. A partido único, los cuatro mejores equipos de Europa, según los resultados, se repartirían los cuatro primeros puestos de la temporada de 2014. 
Así que estamos, como quien dice, empezando, pero ya empieza a haber triunfadores y los que no lo son tanto. La última jornada ha venido marcada, quizás, por la confirmación de que Lokomotiv, Olympiakos, y, sobre todo, Real Madrid, son los equipos más en forma en el continente. También, por supuesto, por las habilidades boxísticas de Pops Mensah-Bonsu y Mirza Begic. 
Pero hagamos un repaso un poco más exigente:
En el primer grupo, ya hay cuatro equipos clasificados, el flamante Fenerbahce de Zeljko Obradovic que, eso sí, vio cómo perdía su imbatibilidad ante un renacido FC Barcelona en la última jornada. Los de Xavi Pascual consiguieron, con esa victoria, la clasificación para la siguiente ronda. Clasificación que también comparten con el CSKA de Moscú. Los de Ettore Messina la sellaron en Kiev, donde derrotaron a un Budivelnik que ha pagado un poco caro su estreno en la Euroliga. Queda un puesto que, muy probablemente, sea para los sorprendentes franceses del Nanterre, porque ni Partizan ni Budivelnik parecen capaces de superar las dos victorias de ventaja que les llevan los de Pascal Donnadieu. Los de la ciudad de los Altos del Sena, un equipo fundado en 1927, consiguieron su primer título de liga nacional el año pasado, y, este año, encabezan la liga y están defendiéndose por Europa con mucha dignidad. 
En el segundo grupo, el Real Madrid, cómo no, con un 7-0 y un carro de victorias contundentes, ya tiene plaza asegurada en la segunda ronda. Esta misma jornada, la cerraron con otra victoria, esta vez a domicilio, por veinte puntos de diferencia. La suficiencia del equipo de Pablo Laso está siendo digna de estudio. Aunque todo parece indicar que Anadolu Efes, Emporio Armani Milán y Zalgiris Kaunas son los favoritos para conseguir las otras tres plazas, el Brose Baskets de Novica Velickovic, quien regresó a las canchas esta semana, desplazando a Damir Markota hasta Bilbao, aún tiene posibilidades de darles un disgusto a los tres anteriores. 
En el tercer grupo, el actual campeón, el Olympiakos de Giorgios Bartzokas también está intratable: no conocen la derrota. Parece que el Galatasaray, con 4-3, puede ser el segundo, pero, en este grupo, y faltando tres jornadas, todos se han mostrado lo suficientemente irregulares, como para que no haya quien no tenga posibilidades. Más fácil lo tendrán el Unicaja de Málaga, que consiguió una valiosa victoria en Polonia en la última jornada y el Bayern Munich, pero un Montepaschi Siena en proceso de reconstrucción y el sorprendente Stelmet Zielona Gora polaco no pierden la esperanza. 
Por último, en el cuarto grupo, el Lokomotiv Kuban, campeón el año pasado de la Eurocup, sigue con paso firme en su debú en la Euroliga, con un 6-1 que le pone de líder, mientras a su entrenador, Evgeny Pashutin, le han nombrado seleccionador nacional de Rusia. De líder, y ya clasificado. El Maccabi de Tel Aviv de David Blatt, aunque ya siembra dudas porque no lidera la liga doméstica y reúne ya tres derrotas, tiene cerca la clasificación con su 5-2. El siguiente en la lista es el Laboral Kutxa de Sergio Scariolo, quien también consiguió una valiosa victoria en casa, con apuros, pero derrotando al Panathinaikos, para ponerse con 4-3. Precisamente estos, con una victoria menos, ocupan ahora la cuarta plaza. El Estrella Roja de Dejan Radonjic aún tiene posibilidades, pero mucho más remotas, con una sola victoria, son las esperanzas que le quedan al Lietuvos Rytas. 
Así, y aunque quizás sea pronto para ir sacando conclusiones, las primeras impresiones aúpan al Real Madrid de Nikola Mirotic, Rudy Fernández y Sergio Rodríguez al primer puesto de las apuestas. Los de Pablo Laso están barriendo, en muchas ocasiones, y no parecen mostrar debilidades: una plantilla muy larga y jugadores en estado de gracia. Pero hay más nombres propios que están marcando estas primeras jornadas, incluso entre los que no están consiguiendo tan buenos resultados, como los de Daniel Hackett, que está sosteniendo, prácticamente el solo, al equipo de Siena, la buena temporada que está haciendo en Polonia Vladimir Dragicevic, cómo está alargando su buen Eurobasket Alexis Ajinca, o la capacidad de liderazgo de los americanos Keith Langford, con el Milán, Malcolm Delaney, con el Bayern Munich, o Derrick Brown, con el Lokomotiv.
No es que haya sido un análisis muy profundo el mío, pero es que, además, no creo que sea el momento más oportuno. Faltan aún tres jornadas para acabar esta ronda y otras rondas por delante, así que todavía nos queda mucho baloncesto al más alto nivel en Europa. De vez en cuando, ya lo iremos contando por aquí.
El título de la entrada va para un Pascal Donnadieu que sigue haciendo historia en el baloncesto de Nanterre. Entrenador del equipo desde 1987, hijo del presidente, Jean Donnadieu, a punto de cumplir los cincuenta años, ha llevado a lo más alto al equipo francés. Liderados por un cuarteto de americanos, los David Lighty, Will Daniels, Trenton Meacham y un Deshaun Thomas que rechazó al Estudiantes para disfrutar de la Euroliga, Donnadieu ha sabido explotar el potencial de todos sus jugadores y hasta un viejo conocido de la ACB como Sergii Gladyr está rindiendo a un buen nivel. Veremos si consiguen clasificarse finalmente, lo que sería un gran logro para el actual campeón de la Liga francesa y subcampeón de la Copa.

Posdata: la foto, como siempre, la cojo de una búsqueda en google y parece provenir del archivo de www.sports.fr.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Sebastián Saíz



Justificado, digo, pero significativo. Me refiero a que los periódicos deportivos, hoy en día, se hayan visto obligados a crear secciones en sus versiones digitales para agrupar las noticias que recogen las actuaciones de los jugadores nacionales en otras ligas. Hasta ahora, como habréis podido sospechar, hablo de fútbol. No es solo que haya muchos, es que, encima, son buenos. La Liga del banco se ha quedado sin nóminas, porque muchas han emigrado a ligas más o menos exóticas, pero extranjeras, al fin y al cabo. En la última convocatoria que Vicente del Bosque pergeñó para los amistosos contra Guinea y Sudáfrica, había hasta nueve jugadores que venían de otras ligas.
En otros deportes profesionales, la tendencia no es tan marcada. Quizás en ciclismo, donde no queda otra, porque apenas hay equipos nacionales. En balonmano, también son muchos los que han tenido que emigrar. En la última convocatoria de la selección, para los partidos de preparación para el Europeo de 2014, de los dieciséis seleccionados, once juegan fuera: José Manuel Sierra, Valero Rivera, Antonio García, Jorge Maqueda y Ángel Montoro lo hacen en Francia, Joan Cañellas y Gedeón Guardiola en Alemania, Cristian Ugalde y Carlos Ruesga juegan en el Veszprem húngaro, Julen Aginagalde en Polonia, Albert Rocas en Dinamarca y solo Xoan Ledo, Víctor Tomás, Raúl Entrerrios, Dani Sarmiento y Viran Morros juegan en la Asobal.
Pero hoy quería hablar de baloncesto, donde no son tantos ni tan reconocidos, los jugadores que han abandonado la Liga ACB, pero no son pocos y sí que se ve cierto crecimiento en el número y la calidad de los jugadores nacionales que emigran a otros equipos europeos o internacionales. 
Por supuesto, no tenía intención de considerar a los que ya conoce todo el mundo, los jugadores nacionales que se ganan el jornal (y vaya jornal) en la NBA. Ese estudio ya se ha hecho y es innegable que ha habido un llamativo incremento en los últimos años. José Manuel Calderón, Ricky Rubio, Serge Ibaka, Víctor Claver, Marc Gasol y Pau Gasol son los actuales representantes, pero, en años recientes, también jugadores como Raúl López, Rudy Fernández, Sergio Rodríguez, Jorge Garbajosa o Juan Carlos Navarro convirtieron la aventura de Fernando Martín en una historia lejana. 
Precisamente su hijo, Jan Martín, es uno de los jugadores españoles (aunque también tenga la nacionalidad israelí) que se ha hecho con una carrera en una liga no española. En concreto, en Israel, donde juega en el Galil Gilboa, acompañando a Stu Douglass, ex Planasa Navarra, y a otro viejo conocido, Drago Pasalic. En el verano, estuvo ayudando en los entrenos del Bilbao Basket, pero regresó a Israel, donde ya jugó en los últimos años.
Si en Francia encontrábamos a muchos jugadores de balonmano, también hay unos cuantos jugadores de baloncesto cobrando de equipos franceses, aunque lo hagan en categorías inferiores. Carlos Cherry ya se ha hecho un nombre allí, y es titular indiscutible en el Angers BC de la tercera categoría del baloncesto profesional francés. Adrián García, ex del CAI Zaragoza y del Iruña Navarra entre otros, comparte equipo con Víctor Hidalgo, un interior que jugó LEB Plata en Coruña y Castellón, el Lorient, en la cuarta categoría.
En Inglaterra, juega Jorge Calvo, un exterior de la cantera leonesa, que ha encontrado minutos (unos catorce por partido) en la ciudad de Leicester, donde, por cierto, también juega Andre Sullivan. En la misma liga, juega un vizcaíno que, hace años, fue una de las promesas que cobijó el Bilbao Basket. Bajo su protección, jugó en Santurtzi y Zornotza, y ahora ha iniciado la aventura internacional con los Manchester Giants. Por ahora, juega casi diez minutos por partidos, aunque, a veces, lo hace durante veinte y otros solo juega uno. Su mejor partido lo jugó en la abultada derrota (más de cincuenta puntos de diferencia) ante uno de los grandes favoritos al título final, los Newcastle Eagles. Anotó 6 puntos, cogió 9 rebotes y dio dos asistencias en veinte minutos. Otro vasco, Mikel Esnaola, este más joven aún, 19 años, se ha marchado a Dinamarca para jugar, por ahora casi de manera testimonial, en el SISU del país del norte de Europa. También en Dinamarca juega un antiguo canterano del Fuenlabrada, Adrián Casas, que empezó bien, 14 y 16 puntos en sus dos primeros partidos, para bajar un poco su rendimiento en los siguientes partidos. Precisamente en el equipo que juega Casas, el Randers, jugó antes Miguel Ortega, un base andaluz de la cantera del Unicaja, con pasado en LEB y EBA, que también jugó aquí en el norte, en el Santurtzi, concretamente. Ortega jugó en Dinamarca, pero ahora lo hace en la Superleague rusa, donde juega con el Spartak Primorie Vladivostok. Allí, tiene de compañero a un veterano como Nikita Morgunov, y se ha convertido en el jugador con más minutos sobre la cancha. 
En ligas más exóticas, con todo el respeto, juegan Ismael Torres, Jan Orfila, Daniel López, Jesús Fernández y uno de los últimos en emigrar, Eduardo Hernández-Sonseca. El ex del Real Madrid o el Bilbao Basket ha emigrado hasta Irán para empezar una nueva experiencia en el Afra Fars a sus 31 años. También jugó en el Bilbao Basket, aunque no en ACB, Ismael Torres, todo un veterano de la LEB y la EBA, donde, además de en Bilbao, ha jugado en ciudades como Calpe, Huelva, Gijón, Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife... y muchos más. Ahora, Torres es el jugador estrella del AB Ancud de la liga de baloncesto profesional de Chile. A sus 34 años, este interior de 2'02 acumula medias de 22'5 puntos y 9'1 rebotes por partido. Un poco más al norte, dos veteranos como Daniel López y Jesús Fernández, el primero, un base salmantino que llegó a jugar en ACB con Manresa y debutó años antes con el Real Madrid, el segundo, un interior alicantino con muchos partidos en ACB en equipos como Alicante, Valencia, Ourense, Granada, Fuenlabrada y Vive Menorca, apuran sus carreras en México. El base tiene 31 años y juega unos 20 minutos por partido para aportar medias de 5.5 puntos en cada uno de ellos. El pivot tiene ya 38 años y juega menos, pero en los 14 minutos que le dejan, acumula casi cinco rebotes por partido. Ambos juegan en el Halcones de Xalapa, donde aspiran a grandes resultados, ya que el equipo cuenta con internacionales del país como Rogel Meza u Orlando Méndez-Valdez y con el norteamericano del que ya hablamos en este blog, Lance Allred. Finalmente, de vuelta a Europa, pero en un país con poca tradición baloncestística al más alto nivel, Kosovo, Jan Orfila se ha hecho con un hueco de titular en el Trepca. El menorquín, salido de la cantera del Siglo XXI en Getxo y debutante en ACB con el Granada, aporta medias de 13'4 puntos y 5'6 rebotes por cada partido que juega. 
Cerrar este escueto recuento con los jóvenes que juegan en las diferentes divisiones de la liga universitaria americana sería lo más adecuado, pero son muchos, y no hay fuerzas ni tiempo para ello. Por eso, solo voy a nombrar a cuatro. Uno es el que encabeza esta entrada, según los expertos, uno de los mejores jugadores nacionales de la generación del 94, y una verdadera apuesta de futuro para el baloncesto estatal. Este alero de 19 años y 2'06 dejó Magariños para jugar un primer año en una modesta universidad y hacer tan buenos números que obligó a interesarse por él a varias universidades de la primera división. Finalmente, elegió a una universidad histórica, la Universidad de Mississippi, más conocida como Ole Miss, aunque no con mucho bagaje en baloncesto. Terrico White, que jugó en los Pistons y en Serbia, sería el jugador más relevante que ha salido del equipo que, en los últimos años, entrena Andy Kennedy. Eso sí, Ole Miss, como se conoce a la universidad, es el escenario en el que ocurrió uno de los hechos históricos más importantes en la historia de los Estados Unidos, cuando, en 1962, y en plena lucha contra la segregación racial, James Meredith se empeñó en matricularse y en convertirse en el primer alumno afro-americano. Precisamente, se contaba en un libro que recogía aquellos hechos y cuyo título no recuerdo, que, después de matricularse, los alumnos que rechazaban esta nueva innovación social, solían molestarle botando balones de baloncesto durante toda la noche en el piso inmediatamente superior a la habitación que ocupa Meredith.
Los otros tres jugadores que quería resaltar de la experiencia NCAA son de por aquí cerca. Jorge Bilbao es de muy cerca y juega en Texas Arlington, la universidad de la que salió el ex del Joventut Derrick Obasohan. Por ahora, Bilbao ha jugado los siete partidos de su equipo y en dos ha sido titular. Tiene 18 años, mide 2'03, y por ahora disfruta de una media de catorce minutos por partido. Veremos si mejora sus números y consigue más presencia en las rotaciones. Aitor Zubizarreta, por su parte, no está teniendo tantos minutos. A sus 18 años, este escolta de 1'90, juega con los pilots de la Universidad de Portland, y solo ha tenido minutos (apenas nueve en total) en tres de los seis partidos que han disputado los de Oregón. Por último, el que sí tiene peso en las rotaciones de su equipo es el pamplonica Javier Lacunza, un alero de 2'06 que juega para Florida Atlantic, donde comparte equipo con otros internacionales como el argentino Pablo Bertone o el croata Dragan Sekelja. 
Si habrá más en el futuro, no lo sé. Puede que algún otro intente la aventura americana, pero, por ahora, no parece que mercados potentes como el ruso o el turco miren con interés el producto autóctono de la ACB. Generalmente, la migración en el baloncesto se ha dado vía transoceánica, y parece que la tendencia seguirá siendo la misma. Además, así como en el fútbol hay ligas internacionales como la inglesa o la alemana donde parece que no falta el dinero, en la Europa baloncestística parece que los recortes si han afectado a otrora ligas potentes como la griega o la italiana. 
De todas formas, como casi siempre, esto no era un estudio pormenorizado, y sí más bien, un breve apunte poco detallado, así que, si queréis saber algo más, buscad, que hay mucha información por ahí.

Posdata: La foto, como siempre, de las imágenes de google, aunque proviene de la web tribunalsalamanca.com.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Carles Castillejo



Hoy he tenido, casi sin darme cuenta, la verdad, porque yo estaba a otra cosa, la oportunidad de ver en directo el campeonato de España de maratón. El catalán Carles Castillejo se ha proclamado vencedor de la Maratón de San Sebastián, acontecimiento que aprovechaba la Federación para celebrar también el campeonato de España, con lo que el atleta catalán se ha llevado doble premio: txapela y título nacional. Lo ha hecho con un tiempo de 2:12:43 que no mejora su marca personal de dos horas y diez minutos, pero que no ha impedido que el bravo corredor de Barcelona llegara a meta extenuado y muy emocionado. Le han acompañado en el pódium Pablo Villalobos y Eliseo Martín, olímpico y mejor atleta español en 2003. En categoría femenina, Estela Navascués, atleta navarra del New Balance Team, ha conseguido la victoria y, por lo tanto, de la misma manera se ha hecho con el título de campeona nacional de maratón. El segundo puesto ha sido para María José Pueyo, de Sabiñánigo, quien fuera olímpica en Pekín 2008. Tercera ha sido la también navarra Ana Casares, quien ya fuera campeona de España de maratón en 2010. Por lo tanto, hoy había mucho pedigrí en el tartán de Anoeta. 
Por supuesto, como siempre, ellos no han sido los únicos vencedores. Miles de atletas populares llegaban a la línea de meta del estadio donostiarra, luchando contra sí mismos y convirtiendo el deporte en una oportunidad de celebrar los retos más íntimos y satisfactorios. Como no cabía esperar de otra manera, la familia pormaratoniana centraba su atención en nuestro único representante, el ganador de la primera edición de la Porma, Álvaro Chaparro Sainz, quien, tras un largo viaje desde la costa azul francesa, se presentaba en Donostia con la intención de romper su sequía en carreras de 42 kilómetros y confirmar el trabajo de los entrenamientos con bajar de la barrera de las tres horas y quince minutos. Aún sin tiempos oficiales (por lo menos, yo no los tengo), Álvaro ha batido sus expectativas y se ha presentado en meta con buen ritmo, saludando a los que hemos ido a verle, y bajando con solvencia de las tres horas y cuarto: 3:13:28 era el tiempo según la aplicación RunLoc. Aplicación que, por cierto, me ha tenido en vilo y creo que me resistiré a volver a utilizar. Bravo por Álvaro que ha dejado el pabellón alto y amenaza el récord pormaratoniano de Jon Maiztegi. Ya os hará él la crónica en el blog de pormaratones, así que estad atentos, dadle algo de tiempo y disfrutad de lo que os cuente. 
He dicho que era nuestro único representante, pero me refería a la distancia más larga, porque en la media maratón, José Manuel García Enjamio también ha llevado la representación del grupo a lo más alto, con un tiempo de una hora y cuarenta y un minutos que le ha dejado satisfecho, sobre todo, en un día desapacible en el que solo el colorido de las camisetas técnicas le ha puesto algo de alegría al clima gris y lluvioso. 
Buen ambiente en los aledaños de Anoeta, muchos corredores que sonreían y se dolían, y, uno, Carles Castillejo, que lloraba emocionado al recordar lo que le ha costado tras un año que ha confesado difícil pero que le ha guardado un premio más que reconfortante. Daba compasión verle los problemas que tenía para subir al peldaño más alto del pódium, la verdad. Los pormaratonianos, como ya hemos dicho, hemos tenido a nuestros campeones particulares. 
No era la única carrera del día, porque hoy también se corría la Desde Santurce a Bilbao, que celebraba efeméride con el récord de participantes. Después de varios años seguidos corriéndola, este año me ha tocado ser espectador y cronista sin protagonismo. Eso sí, la comunidad pormaratoniana también ha tenido representación, en esta ocasión, en manos (o pies) de Gaxen Murua quien se ha limitado a resumir su actuación diciendo que ha ido tranquilo y bien. Ya contará más, aquí le dejo la invitación, y así nos cuenta como ha sido una edición en la que los ganadores han venido desde lejos: en categoría masculina, el eritreo Samuel Tsegay y en femenina, la etíope, residente en Cantabria, eso sí, Marta Tigabea. 

Posdata: la fotografía, de esta misma mañana, está cogida de una búsqueda en google imágenes y, al parecer, le pertenece a la página web del periódico mundo deportivo.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Kenny Van Hummel



Ya no sé si he utilizado el nombre de este velocista belga antes. Además, no me funciona el buscador de blogspot y no me apetece andar mirando. A estas alturas, sigo empecinado en intentar no repetir nombres, pero ya no es una cuestión tan relevante. Si es así, que sea. 
Una actitud parecida, en cuanto al pasotismo relativo, es la que me ha llevado a que no esté muy puesto en relación al mercado invernal en el mundo del ciclismo profesional. Las razones de esa indiferencia son algo distintas a la pasividad que me lleva a no preocuparme tanto por los asuntos formales de este blog, pero quizás tengan la misma raíz. Es un poco de desencanto, probablemente. 
Me he cansado un poco, este verano, del ciclismo profesional, después de tantos dimes y diretes con el ciclismo vasco. Y yo no estoy para quejarme. Los que se deben quejar ya lo han hecho, por carta, en declaraciones, en notas de prensa, haciéndose eco de los reclamos de la afición... Los que sufren esta situación son los ciclistas, directores y auxiliares que ven como pierden sus trabajos y se presenta un escenario muy oscuro delante de ellos. Yo solo soy un aficionado que, de vez en cuando, lee los periódicos, cuando puede se acerca a la cuneta y, si le apetece, escribe de ello en un blog. Si a mí me han aburrido los desencuentros entre Koldo Saratxaga y Miguel Madariaga, los difusos proyectos grandilocuentes de las estrellas de la fórmula uno (se huele mi crítica, que no deja de ser caprichosa y subjetiva) o los quiero y no puedo de Jon Odriozola, qué no habrán vivido todos esos corredores que escuchaban buenas noticias un día para después recibir un bofetón. No se lo merecen. Tampoco creo que se lo merezca la afición. Espero que el optimismo de Miguel Madariaga se confirme y veamos, al menos, un equipo continental vasco en el pelotón. Si alguien se muerde la lengua sobre el dinero público, el deporte profesional, la crisis y todas esas cosas, que no lo haga, yo tengo mi opinión que intenta comprender ambas posturas. Esto no es un foro ni la aplicación de comentarios de un periódico digital, pero todo el mundo tiene derecho a tener una opinión... formada. 
Si todo esto me cansaba, cómo no va a cansar más que el verano haya estado marcado por las desapariciones de equipos (no solo Euskaltel, Vacansoleil se fue a la porra, y, como explicaban hoy en el Correo, aunque no sea la lista definitiva, a día de hoy hay 88 equipos continentales que han solicitado plaza, cuando el año pasado, por estas fechas, fueron más de 160), retiradas que dejarán un hueco insalvable (ya hablé de esto), declaraciones de gente como Michael Rasmussen, Ryder Hesjedal y de más, o, para ponerle la guinda, una entrevista de Lance Armstrong con la masajista que le acusó desde el principio y un periodista del Daily Mail en la que el aspirante a campeón mundial de Triatlón, se despachaba a gusto lanzando la mierda más arriba aún. Ahora le toca a Hein Verbruggen, y le caerá encima a Pat McQuaid, y vete tú a saber a quién más. Hoy mismo, salía la noticia de que el Vacansoleil usó un falso médico en 2011. ¿Cómo vas a preocuparte por el mercado?
Y aún más: cómo vas a preocuparte si no ves más que a corredores quedándose en el paro. 
De todas formas, hoy me ha dado por echarle un repaso a algunas fuentes y ver un poco cómo va el mercado. Algunas noticias ya las oí antes y las he recopilado ahora. Esto es lo poco que os puedo resumir sin muchas ganas, pero no os será difícil encontrar más información por ahí:

Lo más llamativo del mercado son los corredores que siguen sin contrato. A saber, más de medio Euskaltel y muchos de los corredores del Vacansoleil están levantándose todas las mañanas con los dedos cruzados y el teléfono móvil bien cerca. 
En el equipo vasco, solo Mikel Landa, al Astaná, Mikel Nieve, al Sky, los hermanos Izagirre, Ion y Gorka, al Movistar, donde también correrá Juan José Lobato, Pello Bilbao al Caja Rural y Romain Sicard, al Europcar, han conseguido hueco. No es ya que Navarra se pueda quedar sin representantes: ni Jorge Azanza, ni Egoi Martínez, ni Juanjo Oroz, ni Gorka Verdugo tienen propuestas y Pablo Urtasun se ha quedado con la miel en los labios cuando parecía que podía tener un hueco en el Caja Rural. No es solo eso, Mikel Astarloza ya ha decidio retirarse. Rubén Pérez se lamentaba hace poco de que tuviera que decir adiós de esta manera. Los jóvenes empiezan a buscar otras alternativas para su futuro. Y gente como, ahí es nada, Samuel Sánchez o Igor Antón, se encuentran sin nada a estas alturas del año. 
Tampoco tiene nada Juanjo Cobo, quien, a sus 32 años, quiere seguir corriendo, aunque puede que su amigo Matxin le encuentre un hueco en el Lampre italiano. Luis León Sánchez se despidió de un último y amargo año en el Belkin y tampoco tiene ofertas. Y lo que es más sorprendente, el reciente ganador de la Vuelta a España, Chris Horner, se encuentra sin equipo. En la misma noticia de El Correo que nombraba antes, se mencionaba a Brice Feillu, Allan Davis o Vladimir Karpets como otros ejemplos de corredores que se encuentran al borde de la retirada o del paro.
El ciclismo vasco se va a quedar con un único representante, el Caja Rural, que hace unos pocos días, daba por cerrada su plantilla. Han incorporado corredores muy interesantes, como Ángel Madrazo, que aspirará a liderar, David Vigano para las volattas, un aventurero como Lluis Mas o los prometedores Pello Bilbao y Heiner Parra. También suben dos nuevos hombres de su cantera, Fernando Grijalba y Antonio Molina. Sigue la columna vertebral del año pasado: Amets Txurruka, David Arroyo, Javier Aramendia, Antonio Piedra, Fabricio Ferrari, Karol Domagalski, Omar Fraile, Marcos García, Rubén Fernández, Ramón Domeñe y Francesco Lasca. Se esperará a Iban Velasco que, como rezaba un titular hace poco, lucha por volver a ser ciclista.

En el pelotón internacional, ha habido movimientos, pocos pero significativos. Quizás algunos de los más sonados sean las llegadas de Adriano Malori y John Gadret al Movistar; los fichajes de Vinokourov para el Astaná, quien, además de a Mikel Landa, ha incorporado, entre otros, al renacido Franco Pellizotti, a Michele Scarponi y a Lieuwe Westra; la llegada de Jonathan Hivert al Belkin; los fichajes de Peter Velits, Darwin Atapuma, Ben Hermans o Rick Zabel por el BMC; la apuesta del Cannondale por la juventud con las incorporaciones de Alberto Bettiol, Matej Mohoric y Davide Villella; el toque holandés para el Garmin-Sharp, que, además de incorporar al portugués Andre Cardoso del Caja Rural, también se ha hecho con Dylan Van Baarle, Sebastian Langeveld y Tom Jelte Slagter; ya en el Tour fue noticia el fichaje de Rui Costa por el Lampre, a donde también llegan Sacha Modolo, Nelson Oliveira y Rafa Valls; Egor Silin cambia el Astaná por el Katusha; el ganador de la Klasika, Tony Gallopin, se marcha a un Lotto que también firma a Maxime Monfort, Pim Ligthart y al campeón de Europa sub 23 Sean de Bie; el Omega Pharma le ha robado a Rigoberto Urán al Sky, le ha regalado a Mark Cavendish a Alessandro Petacchi y Mark Renshaw y se ha hecho con un buen paquete de potencial autóctono, al firmar a Jan Bakelants, Thomas de Gendt y el holandés Wouter Poels; los australianos del Orica GreenEdge, tras su gran temporada del año pasado, incorporan a un par de buenos veteranos como Matthew Hayman e Ivan Santaromita y se apuntan a la moda colombiana con Esteban Chaves; el recién estrenado Trek sigue formando su plantilla, donde, por ahora, destacan una dupla de hermanos, los Schleck y los Van Poppel, Fabio Felline, el talento luxemburgués de Bob Jungels y muchos más; y el Sky se refuerza para la montaña con Mikel Nieve y Philip Deignan. 
Esos podrían ser los movimientos más sonados de este mercado invernal en lo que afecta a los equipos más importantes. 
Por abajo, empezando por el Pro Continental, también ha habido muchos cambios. Algunos muy sonados, como el fichaje del siempre eficiente Sylvain Chavanel por el ambicioso proyecto suizo IAM Cycling. El francés quiere ser líder y el equipo suizo quiere crecer: junto a él llegan Matthias Frank, todo un ídolo en Suiza, Roger Kluge, Vicente Reynés o Jerome Pineau. 
Como siempre, hay fichajes exóticos, como la llegada de Lucas Haedo y Francisco Mancebo a un equipo de los Emiratos Árabes Unidos, el Sky Dive Dubai. La renovación de Davide Rebellin por el CCC Polsat Polkowice polaco, que ficha también a Branislau Samoilau y Maciej Paterski. La españolización del equipo luxemburgués del Differdange, donde ha renovado Diego Milán, siguen Lubos Pelanek y Damien García, los dos con pasado en el pelotón estatal, y llega desde Grecia Joaquín Sobrino. O el fichaje de nuestra cabecera, el belga Kenny Van Hummel, por el equipo italovenezolano del Androni. Por supuesto, los corredores estatales siguen encontrando un hueco salvador en el pelotón portugués, y los últimos en llegar al país vecino serán Víctor de la Parte y Gari Bravo.
Dos proyectos que han llamado la atención llegan desde el norte. Uno, el crecimiento del equipo que gestiona el belga Hilarie Van der Schueren, el Wanty-Groupe Goubert que parece estar interesado en Samuel Sánchez y ya ha fichado a gente experimentada como Mirko Selvaggi, Wesley y Michel Kreder, Nico Sijmens, Bjorn Leukemans, Marco Minnard o Jan Ghyselinck. Y, sobre todo, el nuevo equipo que ha formado el recientemente retirado Bobbie Traksel. En facebook, Traksel hace una última llamada para conseguir los 75.000 euros que le faltan para completar los 600.000 de presupuesto y sacar un equipo que llevará su nombre y en el que, según anuncia, ningún corredor cobrará más de 750 euros al mes.
Ha habido y habrá más fichajes hasta que empiece la temporada. Mientras tanto, y a la espera de lo que siga diciendo Lance Armstrong, toca vivir del barro e ilusionarse con la gran temporada que están haciendo, entre otros, Egoitz Murgoitio y Aitor Hernández. Del resto, ya iremos dando cuenta, aunque sea con cuentagotas.

Posdata: la foto pertenece a la web veloveritas.co.uk.

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lunes, 18 de noviembre de 2013

Will Artino



¿Aún nos acordamos de quién es Will Artino? Supongo que los asiduos y fieles al blog, sí. Sabéis que desde hace ya unos años, desde que Casey Harriman andaba jugando para la universidad de Creighton, nos dio, en este blog, por seguir los avatares de esta universidad católica de Omaha, Nebraska, y, de paso, hacerle un repaso a lo que iba aconteciendo en la NCAA. 
Primero fue Casey Harriman acompañado por gente como Booker Woodfox, quien después de intentarlo en el Líbano y en la NBDL, creo que anda jugando por Lituania, o del entrenador Dana Altman, que acabaría por irse a Oregón. Después, llegaron los tiempos de Antoine Young y Kenny Lawson Jr. El primero, el base, jugó en México y Suiza, y creo que andaba, ahora, jugando en Holanda. Por su parte, el segundo, el pívot, tuvo un relativo éxito en Corea del Sur y China y se ha hecho un hueco, si no hay cambios, en la liga israelí. En los últimos tiempos, el protagonismo es para la familia McDermott. Para el padre, que cogió con éxito el puesto de primer entrenador, y para el hijo, que aspira este año a convertirse en el primer jugador, desde Tyler Hansbrough, de North Carolina, que es nominado en tres ocasiones consecutivas para la lista final del prestigioso premio John Wooden. Doug McDermott es ya toda una institución en Creighton, dos años consecutivos mejor jugador de su conferencia, la MVC, tres años consecutivos en el mejor equipo de la conferencia, y dos años consecutivos All-American, lo que no es broma. Su nombre aparece entre los quince primeros en casi todos los mock drafts para el año 2014. Mock drafts que, por supuesto, encabeza Andrew Wiggins. Si antes que él, cualquier aficionado une los nombres de la universidad a los de gente como Paul Silas, Benoit Benjamin, Rodney Buford, Kyle Korver, Nate Funk o Anthony Tolliver, Doug McDermott, quien decidió aguantar el cuarto año de universidad y no declararse ya elegible el año pasado, se postula como el nombre más grande de la historia de los blue jays a poco que su carrera profesional confirme lo mucho que promete ahora mismo. 
Este verano, el alero de los arrendajos se fue hasta Kazan, Rusia para jugar las olimpiadas universitarias con la selección de su país. No tuvieron mucho éxito y acabaron novenos en una disciplina, la del baloncesto, que dominó una Rusia liderada por Sergey Karasev. McDermott, eso sí, fue el máximo anotador y el mejor jugador de su selección. 
Así pasó el verano y ha llegado noviembre y comienza la competición. En principio, el equipo del entrenador McDermott contaba con tres bajas destacables: la del pívot venezolano Gregory Echenique, el exterior Josh Jones y el competitivo Grant Gibbs. Por razones que se me escapan, la NCAA le dio a Gibbs un sexto año de competición en la NCAA y, a pesar de que el pasado era su año senior, volverá a jugar esta temporada con los de Creighton, lo que es una gran noticia para todo el equipo porque Gibbs es uno de esos jugadores que pasa desapercibido pero hace una tremenda labor. Echenique lo intentó en verano con los Boston Celtics pero ha acabado jugando la liga alemana con el Ludwigsburg, un equipo de la mitad de la tabla, donde juega el hijo de John Stockton, Michael Stockton (tiene a otro, David Stockton, jugando para Gonzaga), además de otros cuantos norteamericanos y veteranos europeos como Mario Stojic y el finlandés Shawn Huff. El venezolano empezó muy fuerte (22 puntos en su primer partido) pero se ha mostrado un tanto irregular en lo que va de temporada. Por su parte, Josh Jones tuvo que dejar la práctica del baloncesto por problemas coronarios. 
Con todo esto, McDermott se encargó de reclutar a nuevos jugadores que imprimieran un nuevo carácter al equipo, siempre manteniendo una base que en los últimos años no ha dejado de darle alegrías a la afición. Más aún cuando, como recordaréis los que seguís estas entradas, el programa de la Universidad de Creighton y aquellos que lo dirigen, decidieron correr un riesgo, que supongo calculado, y apostar por cambiar de conferencia para esta temporada. El equipo abandona la MVC donde ha jugado estos últimos años, y pasa a la Big East, una de las conferencias más potentes y con mayor repercusión de todo el país, donde, entre otros, tendrá como rivales a universidades del calibre de Butler, Providence, Xavier, Villanova, Georgetown o Marquette. Por ello, como decía, el equipo incorporó a gente como Devin Brooks, Isaiah Zierden o Zach Hanson y consiguió retener a Doug McDermott y Grant Gibbs. Con todos ellos, junto con los Will Artino, Avery Dingman, Austin Chatman, Jahenns Manigat y Ethan Wragge, los de Omaha aspiran a presentarse como un candidato al título en la Big East y un rival peligroso en el bracket final por el título nacional, para lo que habrá que esperar, como siempre, al loco mes de Marzo. 
Por ahora, la temporada ha empezado con éxito. Tres partidos oficiales más uno de exhibición y cuatro victorias, tres de ellas contundentes. McDermott sigue siendo la referencia, Chatman gana peso y sigue la tradición de buenos bases, Will Artino se convierte en el cénter titular y muchos otros jugadores se suman a una rotación profunda que seguro que hace que crezcan las ilusiones del entrenador McDermott. Y todo ello, con un detalle que a los que lo vemos desde Europa nos seguirá sorprendiendo y poniendo los dientes largos: en el primer partido que abría la temporada, 17.740 espectadores (ahí es nada, casi 18.000 espectadores) se dieron cita en el CenturyLink Center de Omaha para ver el partido. 
Ese primer partido lo ganaron por un rotundo 107 a 61 contra la universidad de Alcorn State. Doug McDermott apenas jugó 20 minutos pero le dio para conseguir 20 puntos. Nuestro Will Artino jugó de titular y alcanzo dobles dígitos: 12 puntos y cuatro rebotes. Otros tres hombres superaron la decena: el recién llegado Devin Brooks, con un gran partido y 15 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias, Jahenns Manigat, con 13 puntos, y el letal triplista Ethan Wragge, con 15 puntos y 4 de 5 en triples. Chatman dirigió al equipo con su habitual eficiencia y Zach Hanson, interior de brega también nuevo en el equipo, dio buenos minutos desde el banquillo. Las sensaciones no pudieron ser mejores. 
En el siguiente partido oficial, también se deshicieron sin problemas de la Universidad de Missouri at Kansas City, con un contundente 96 a 70. McDermott dio una exhibición de las que ya son costumbre: en 31 minutos, consiguió 37 puntos y 7 rebotes, con 15 de 25 en tiros de campo. Austin Chatman se lució con grandes números: 12 puntos, 9 asistencias y 7 rebotes para el base titular de los arrendajos. Gibbs también repartió asistencias, Artino cogió rebotes y el eléctrico novato Zierden se fue hasta los 10 puntos saliendo desde el banquillo. 
El último partido lo jugaron este fin de semana ante una universidad, la de Saint Joseph's, que en su casa opuso más resistencia: 83 a 79. El buen partido de Chris Wilson, DeAndre Bembry y Halil Kanacevic no fue suficiente para detener los 7 de 11 en triples de un imparable Ethan Wragge, quien acabó con 21 puntos en 26 minutos desde el banquillo. McDermott sumó otros 20, además de 5 rebotes, y Grant Gibbs recuperó galones: 11 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias. Devin Brooks demostró para lo que ha venido y sus 16 puntos fueron fundamentales para ganar. 
Aún falta mucho y tienen que enfrentarse a toda la Big East. Esto no ha hecho más que empezar pero los comentarios de los aficionados de Creighton no pueden ser más positivos. La institución anunciaba, además, este mes, que se había hecho con dos talentosos jugadores para la próxima temporada. 
Como siempre, con más o menos regularidad, seguiremos dejando testimonio, aquí, de cómo le va la temporada a los chicos del entrenador McDermott. Y, si queréis verlos en directo, sabed que este año, vía internet, y con el cambio de conferencia, hay mucha más oferta para acceder a sus encuentros, o, al menos, ver los resúmenes de los partidos. 

Posdata: la imagen la he cogido del buscador de google de imágenes y no pertenece a esta temporada. Pero os puede ayudar a imaginar lo que supone para un jugador en edad universitaria enfrentarse a partidos con ese ambiente. Una buena escuela, sin duda.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Claudia Behobide


Para Behobide la Behobia. He visto un vídeo, hace solo unos segundos, en los que -- se podía oír hasta su sonrisa -- decía: "Por fin, ya era hora". Y se refería a resultar ganadora de la Behobia-San Sebastián. Creo que he leído que Behobide lleva en esto del atletismo popular, me refiero a lo de disputar victorias, poco más de media docena de años. Ya ha ganado los maratones de Gasteiz y de San Sebastián. Precisamente, este último se disputará en un par de semanas, y  habrá presencia pormaratoniana. Contaba en aquella entrevista que leí hace poco, que empezó a correr casi por casualidad, siguió por curiosidad, y ahora ya, como no, tiene entrenador y nutricionista, pero sigue siendo una madre trabajadora que, de vez en cuando, se calza las zapatillas y se enfrenta al viento. Hoy se ha enfrentado al viento y se ha llevado la alegría de ser la primera mujer en cruzar la línea de meta. 
Hasta aquí, bien. Ahora hablaba de Pedro Nimo del Oro, el ganador en categoría masculina, después de mí mismo, del resto de pormaratonianos que hoy han desafiado a la lluvia y el viento, y seguro que conseguía terminar con alguna curiosidad graciosa, de esa gracia tan autóctona. 
Pero... ¿cómo continuar sin más si desde que he escrito esa frase que decía que Behobide fue la primera mujer en cruzar la línea de meta... no he sido capaz de quitarme de la cabeza la tragedia de que otra no fuera capaz de cruzarla?
En mi primera experiencia con la Behobia, allá por 2010, falleció un vizcaíno de 40 años, más o menos a la misma altura donde hoy ha vuelto a aparecer la fatalidad. En la recta final de meta, a la sombra del Kursaal, hoy, una mujer de unos treinta años, natural de Navarra, según he leído, no ha superado una insuficiencia cardíaca y ha fallecido. Llámalo como quieras: su corazón ha sucumbido. No sé lo que ha pasado ni, sinceramente, creo que tenga necesidad de entender el infortunio. No va a cambiar nada: una joven ha muerto mientras practicaba deporte en el contexto de una fiesta popular y lo único que siento es una profunda tristeza, por mucho que parezca postiza o lejana. Cuando participas en un acontecimiento que parece sostenerse en una ilusión compartida por miles de personas, por mucho que te parezca fingido o desmesurado, no puedes evitar que te afecten cosas como ésta. No he conocido a esta corredora, ni la conoceré. Quizás he podido cruzármela. Quizás pudo adelantarme o yo lo he hecho con ella. Podemos sacar conclusiones, hacer reflexiones, o simplemente lamentarnos. A ninguna de esas tres posibilidades alcanzo: solo siento una pena sosegada y amortiguada, casi inapreciable. Nos hemos enterado cuando ya volvíamos por la autopista, igual que hace cuatro años. Las sensaciones han sido parecidas. Solo queda hacer llegar nuestras condolencias a su familia y amigos, para quienes la pena será mucho más desoladora y concreta. No puedo imaginarme su dolor ni encuentro forma de consolarlo con todas estas torpes palabras que llevo escribiendo un buen rato. Yo seguiré corriendo. Creo, incluso, que estaré en la próxima edición de la BSS, en 2014, si el año que queda por delante no me sorprende con algún inconveniente. Y, aunque no sirva de homenaje, no se me ocurre nada que pueda hacer con más franqueza y respeto. 
El día ha sido gris y ceñudo. La lluvia apareció brevemente, casi con liturgia, para celebrar la cima de Gaintxurizketa. El resto ha sido territorio del viento. Cuatro años seguidos, te ayudan a memorizar el recorrido. La lentitud de tu esfuerzo, la pesadez con la que el sudor registra tu sacrificio, te ayuda a memorizar cada pendiente, cada rugosidad del terreno. Hoy he aprovechado todo eso. Mi intención era utilizar la carrera como un sortilegio, como una purga. Sabía que no iba a superar el tiempo que el año pasado me ayudó a cambiar de color mi dorsal, pero también sabía que esta edición significaba mucho más que lo que apuntan los dígitos. Correr, para mí, es sobreponerme. Sobreponerse, hoy, era correr. Hoy he disfrutado de cada tobogán y de cada zancada. He jugado a escuchar mi respiración, a atender a mi cuerpo, a interpretar mis sensaciones, a calcular el esfuerzo justo que necesitaba para adelantarme a mi debilidad, para aprovechar mi firmeza. Mis tiempos son humildes pero intento que las lecciones que aprendo les superen en vigencia. 
Los cinco pormaratonianos que nos presentamos en la línea de salida de Behobia hemos terminado esforzados y empapados. Con alguna agradable compañía por sorpresa, todos hemos compartido la ilusión del comienzo y la satisfacción del final. Algunos más satisfechos, otros menos, pero todos sabiendo que esto consiste en correr, sudar y dejarte de abstracciones pseudofilosóficas como las que he soltado sin vergüenza alguna en el párrafo anterior. 
Y, sinceramente, hace como doscientas palabras que llevo con más ganas de acabar esta entrada que las que tenía de cruzar la línea de meta del Boulevard. Así que es mejor que lo deje aquí. Invito a nuestros pormaratonianos a que dejen aquí sus experiencias, algunas más apasionantes (y rápidas) que la mía. Zorionak a Claudia Behobide, a Pedro Nimo, a todos los pormaratonianos, al resto de participantes y, nuevamente, toda la fuerza y el aliento para los que hoy han sufrido tan terrible desdicha.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Juan Muguerza



Que llevaba tiempo sin escribir en el blog creo que no hacía falta decirlo, pero ya lo he dicho. Y, como siempre, mira que he tenido cosas de las que poder hablar: sigue la Eurocup y la Euroliga, comienza la NBA, en la NFL salen caras las novatadas, los jugadores brasileños se vuelven a hacer españoles, se celebran las exquisitas jornadas de montaña en Vitoria-Gasteiz, la gente le vacila a Iker Casillas y su mujer con el asunto del nombre de su primer hijo, se corre la maratón de New York, se bate el récord en la de Berlín, el equipo gualdinegro sigue viéndolo todo más gualda que negro, Joseph Blatter se pone en ridículo y en sintonía todos le siguen el juego convirtiéndolo en un sainete, Marc Márquez y Jorge Lorenzo se buscan el rebufo, Fernando Alonso no lo encuentra, Sebastian Vettel no lo necesita, Haris Seferovic se mete en un berenjenal... y yo qué sé qué más. Sí, lo sé: he dejado el ciclismo escorado, por cuestiones de salud, la verdad. Más de un día durante este tiempo que he estado sin escribir he pensado en hacerlo para hablar primero de Koldo Saratxaga, después de Jon Odriozola, de Gari Bravo, de Miguel Madariaga, y del Santo Job. Hace poco me apeteció hacer publicidad de la página de facebook que ha abierto un grupo de aficionados al ciclismo, pero también entonces, algo me detuvo, o me impidió que hiciera lo que había pensado. Así que he estado sin escribir cuando bien podía haberlo hecho. 
Y ahora, pues tampoco me apetece ponerme a glosar la actualidad, a divagar, a hacer recuento de estadísticas o a elucubrar nombres de varón. De verdad, que lo que más me apetecía era practicar deporte, no hablar de ello. Y eso he hecho hace unas horas: me he puesto las zapatillas y he salido a perderme en la oscuridad. Nada, poca cosa: nueve kilómetros y medio a 5:45 el kilómetro. Pero, cuando he parado, me he sentido a gusto. No llevo una buena racha, ni mental ni física, y hace unos días intenté salir a correr pensando que aquello me ayudaría y acabé disgustado, devastado y agobiado. Lo de hoy me ha venido bien. La semana pasada, me puse a prueba: dieciséis kilómetros y medio en un recorrido urbano digno de recomendar. No hay un momento en el que no tengas algo interesante que ver: el edificio Illgner, el viejo paseo de Kaiku, Simondrogas, el horno de María Ángeles, el muelle de la Benedicta, la iglesia de Santa María, la plaza de El Solar, el Puente Colgante, la Náutica, el muelle de hierro, el puerto deportivo de Santurtzi, las cofradías, un giro alrededor de la virgen del Carmen y vuelta por arriba con más cosas que ver: el Palacio de Oriol y el hospital San Juan de Dios, los chalets de Peñota, el parque de la UNED, la Iglesia de Santa María otra vez, el paseo de Sotera, Chávarri... El test fue bueno: aguanté dieciséis kilómetros. Y el test fue malo: corrí por encima de seis y cuando paré estaba tan molido que dudo de que hubiera sido capaz de añadirle otros cuatro kilómetros. 
Cuento todo esto porque el domingo es el día "d". "D" de dedo y de domingo y de que me voy a destrozar las piernas subiendo Gaintxurizketa. Es la Behobia. La Behobia-San Sebastián. Cuatrigesimonovena edición. El año que viene se va a armar la marimorena con la quincuagésima edición. ¿Quín? ¿Cuá? ¡Gésima!
Y allá nos vamos a ir otra vez. Y eso que llegamos como llegamos y que el sábado tengo cena y de cena tengo caracoles. Pero hay que seguir hacia adelante. Allí estaremos cinco pormaratonianos: el que suscribe, Gaxen, Ricky, Josema y Ander. Saldremos todos al alimón a eso de las 11:00. Para algunos será la primera vez, para un servidor la cuarta consecutiva: la más rara, la más inquietante, la más escéptica. Habrá también ausencias que recordaremos y no olvidaremos, por supuesto, que el objetivo es disfrutar y superarse, cada uno a su nivel. Eso sí, seguro que alguno deja el pabellón pormaratoniano bien alto, aunque dudo que consigamos ganar a los que saldrán una hora antes que nosotros para suceder en el palmarés a Jaume Leiva. Y a Juan Muguerza, que encabeza la entrada, porque allá por 1919, este pionero del atletismo vasco, olímpico allí por Amberes en los años 20 del siglo pasado, y que ahora da nombre a otra importante prueba del calendario atlético vasco, se convirtió en el primer vencedor de una prueba que ha crecido hasta convertirse en uno de los grandes acontecimientos del atletismo popular. 
Crónicas habrá. 
Y mucha información. 
Así que volveremos y esperemos volver a pillarle el ritmo a esto de escribir y no perderlo en Lezo cuando estemos con lo de correr.

Posdata: la fotografía la he encontrado en el buscador de imágenes de google pero aparentemente pertenece a nosgustaeldeporte.com