No vamos a discutir ahora las carencias ni contradicciones de este blog. Llegamos tarde para esto. Lo que tenemos escrito abajo lo tenía escrito hace casi un mes. Ha permanecido ahí, en estado esquemático, sin ser desarrollado, durante todo ese tiempo. Probablemente, lo que procedía era obviarlo y borrarlo, pero aún así lo publicaré.
En realidad es una repetición de hábitos que teníamos antes y que hemos tenido siempre. En lugar de fijarnos en lo habitual, insistimos con lo menos visible. Ahora que acaba de comenzar la NBA, que la Euroliga está en marcha y que en la ACB ya se han jugado un buen puñado de partidos, nosotros vamos y hablamos de la LEB Plata. Siempre con la curiosidad de descubrir quiénes son esos jugadores que permanecen aún activos en ligas menores o que proponen un seguimiento con vistas a que medren deportivamente.
No es que sigamos con mucha atención la liga, solo con curiosidad, así que, probablemente, en estas listas haya ausencias, y falten jugadores que realmente están rindiendo y nosotros nos dejemos llevar por lo más evidente. Además, puede que incluso ya se hayan producido cambios en las plantillas. En cualquier caso, la lista, con sus carencias y errores puede presentarse como un resumen válido de los talentos ocultos que mantienen en activo y con emoción el baloncesto menos mediático.
Y es que en los 24 equipos de LEB Plata, divididos en dos grupos distintos, nos encontramos a viejos veteranos, con largas carreras en LEB Oro o incluso en ACB, que siguen dando guerra, y mucha en algunos casos. Gente como Eduardo Hernández-Sonseca (Basket Navarra), Iñaki Narros (Basket Navarra), José Antonio Marco Gaona (CB Morón), Marc Blanch (CB Prat), Carles Marzo (CB Prat), Alejandro Navajas (CB Marbella), Alberto Ruiz de Galarreta (Tizona), Albert Sabat (Girona), Javier Lucas (Igualatorio Cantabria), Edgar San Epifanio (L'Hospitalet), Urko Otegi (Hestia Menorca), Alberto Corbacho (Hestia Menorca), Joan Creus (L'Hospitalet)... Nombres como los de Otegi, Corbacho, Creus, Blanch, Sabat o Hernández-Sonseca nos retrotraen a otras épocas, algunas no muy lejanas. Igual que habrá gente que aún recordará los nombres de jugadores que aparecían siempre en las listas de prometedores jugadores, en diferentes generaciones, y que no lograron, quizás, el ascendente que se esperaba de ellos pero siguen rindiendo en categorías inferiores a la ACB. Hablo de gente como Borja Mendia (Zornotza), Kenan Karahodzic (Igualatorio Cantabria), Daniel Bordignon (Igualatorio Cantabria), Sergi Costa (Girona), Albert Homs (L'Hospitalet), Iván García (L'Hospitalet), Waly Niang (CB Prat) o Larry Abia (La Roda). Por supuesto, también hay jugadores como Héctor Manzano, Iván Martínez, Ayoze Alonso, Iker Salazar, Miguel Ortega, Adrián Fuentes, Kevin Navarro, Rafael Casanova, Pol Olivier, Guillermo Corrales, Jon Ander Aranburu, Antonio Morales, Gerard Sevillano y tantos otros con largas carreras en categorías inferiores, menos conocidos para el gran público pero con repercusión y efectividad en estos niveles.
Además de todos esos jugadores que resuenan con o por su pasado, también tenemos la batería de jugadores internacionales que intentan medrar desde abajo. Por supuesto, en esa lista, sigue habiendo un gran número de norteamericanos, con jugadores como William Thomas Jr (Barcelona), Antonio Kurtis Hester (Girona), Tommy Bolte (Real Murcia), Beau Justice (Bogedas Rioja Vega), Thik Bol (Benicarló), Sean McDonnell (Ponferrada), De Angelo Hailey (Villarrobledo), Jamal Reynolds (Gijón), Robert Ukawuba (Gijón), Taylor Cameron (Marbella), Andrew Kelly (Algeciras), Wendell Corey Davis Jr (Lleida) o David Thomas McCulloch (Lleida). Pero también hay jugadores internacionales en esta liga con procedencias más diversas, como los ucranianos Yevgen Sakhniuk (Zornotza) y Volodymyr Orlov (Tizona), el británico Corey Johnston (Zornotza), los dominicanos Eddy Polanco (Albacete), Raúl Frías (Zornotza) y Gregorio Adón (Gijón), el ghanés Reginald Agbeko (Albacete), el jamaicano Marcel Robinson (Albacete), el holandés Menno Dijkstra (Girona), el georgiano Shota Gelazonia (CB Morón), el serbio Nemanja Dordevic (Benicarló), los lituanos Justinas Olechnavicius (Benicarló) y Erikas Kalinicenko (Algeciras), el camerunés Johan Kody (Tizona), los congoleños Kevin Zabo (Ponferrada) y Gullit Mukendiy (Villarrobledo), el senegalés Bruno Diatta (Marbella), el nigeriano Ryan Ejim (Algeciras), el venezolano Harold Cazorla (Igualatorio Cantabria), el chadiano Placide Nakidjim (Tizona) o el croata Filip Krajina (La Roda). No queríamos usar esta oportunidad para despertar este debate, pero es cierto que el porcentaje de jugadores internacionales es muy amplio, aunque estemos hablando de la tercera categoría profesional o semiprofesional del baloncesto estatal.
Por supuesto, una de las posibles categorías que más suelen interesar en estos niveles es el de las jóvenes promesas, los talentos que se curten en esta categoría a la espera de crecer e incorporarse a otros equipos de mayor nivel. Los proyectos del Barcelona, el CB Prat y el Gran Canaria y el trabajo de otros equipos hace que aquí se reúnan algunos de los jugadores que pueden protagonizar el futuro del baloncesto en el estado. Algunos de ellos nacieron incluso en este siglo. Muchos han demostrado ya que esta categoría se les ha quedado pequeña y se disputan minutos hasta en la ACB, como es el caso de Arturs Zagars (CB Prat) y Josep Busquets (CB Prat) en el Joventut o el argentino Leandro Bolmaro (Barcelona) en el primer equipo del FC Barcelona en ACB con los que ha tenido un gran impacto deportivo y mediático. Pero hay más, como los Sergi Martínez, el también argentino Juan Ignacio Marcos, el senegalés El Hadji Badio o Pau Carreño en el Barcelona, por ejemplo. Otro catalán con aspiraciones en el futuro es Maxim Esteban, que juega en el Girona. En esta lista también podríamos poner a la promesa del Estudiantes Diego Alderete, el holandés Terrence Bieshaar o el lituano Jonas Paukste, todos jugando en el Bodegas Rioja Vega. En el CB Prat, además de Zagars y Busquets, también hay otros jugadores a seguir como Vinicius da Silva, Arnau Parrado, Leo Cizmic o Pol Molins. El hecho de que alguno de ellos haya subido ya a ACB ha provocado que jugadores como el letón Kriss Helmanis, de la generación del 2002, ya haya debutado con el CB Prat en esta categoría. Hay más, como los vascos Xabier Beraza (Juaristi) y Unai Mendikote (Innova Chef Zamora). En el mismo equipo de Mendikote también hay dos prometedores jugadores como Mads Bonde Sturup y, sobre todo, el canterano del Real Madrid Ziga Samar. Los últimos jugadores que entrarían en esta categoría son los que se encuentran bajo el paraguas del Gran Canaria, en cuyo equipo de LEB Plata juegan jugadores como el polaco Aleksander Balcerowski, el bilbaíno Oier Ardanza, el montenegrino Jovan Kljajic,
el finlandés Edon Maxhuni o el croata Antonio Vrankovic. Ha llegado a debutar ya esta temporada otro producto de 2002, en este caso, el senegalés Khalifa Diop.
Entre los entrenadores, nos encontramos con una mezcla de jóvenes y veteranos, muchos de ellos bien curtidos en categorías que van de EBA a LEB. Quizás los más reconocibles sean gente como Diego Ocampo, primer entrenador en ACB con Joventut, Estudiantes y Murcia y ayudante para Aíto García Reneses, Joan Plaza y Pedro Martínez en Sevilla y Girona en ACB; o Jenaro Díaz, ahora en el Bodegas Rioja Vega, entrenador para este mismo equipo en LEB Oro y con una amplísima carrera como ayudante, donde ha trabajado en el Real Madrid para Joan Plaza, en el Khimki para Rimas Kurtinaitis y, sobre todo, en la selección española para Mario Pesquera, José Vicente Hernández, Aíto García Reneses y Sergio Scariolo. A algunos quizás le suene el nombre del responsable de la cantera del Gran Canaria, Salva Camps, clásico jugador de LEB, con experiencia ACB en Gran Canaria, Menorca y Lobos Cantabria quien, como entrenador, ha sido ayudante en Gran Canaria, Joventut y, sobre todo, las categorías inferiores de la selección española. Su carrera como entrenador, por cierto, empezó donde terminó la de jugador, en Irlanda, con el Moycullen Basketball.
Por ser el último que mencionamos, por nada más, el titular es para Salva Camps, que, además, rima, y nos queda un cierre que ni pintiparado.