jueves, 16 de abril de 2020

Eric van der Luer

Imagen encontrada en el buscador de imágenes de google, pero aparentemente proviene de panenka.org


Ni bajo confinamiento encontramos el tiempo para dedicarle a esto lo que antaño hicimos, pero aún así, seguimos, tozudos y a estirones, caprichosos y sin aspiraciones, viniendo de vez en cuando a contar cosas que no alteran los ritmos ni atienden a modas e intereses. Como muestra, un botón: ¿por qué esto ahora? Pues no lo sé. Porque me encontré, por casualidad, con uno de esos vídeos nostálgicos que le rememoran y me dio por enredar más de la cuenta y acabé hilando tan fino y enredado que salió esto. 

El dato que me llamó la atención fue este: 30 goles y 15 asistencias. Eso quería decir que había participado en 45 goles de su equipo. En concreto, fueron 30 goles en 33 partidos. En concreto, fueron 45 participaciones activas en 83 goles que marcó el equipo: el 54% de los goles, más de la mitad. 

Hablo de Ronaldo Nazário y del PSV Eindhoven de la temporada 1994-1995. Ronaldo tenía apenas 18 años, había destacado en el Cruzeiro y llegaba recomendado por otra apuesta brasileña de los holandeses, Romário de Souza Faria, actual senador por Río de Janeiro en el Senado Federal de Brasil. Romário fue una apuesta exótica de los holandeses en su época de mayor esplendor, los años de Guus Hiddink y luego de Bobby Robson, los del máximo logro en la historia de los granjeros: la orejona de campeones de la Copa de Europa que levantaron en 1988. Romário llegó justo después y se quedó hasta el 93 en aquel PSV por el que pasaron jugadores como Ronald Koeman, Gerald Vanenburg, Eric Gerets, Jan Heintze, Hans van Breukelen, Edward Linskens, Georghe Popescu, John Bosman, Erwin Koeman, Jozef Chovanec o un Stan Valckx que también llegaría a jugar con Ronaldo. Los dos brasileños no coincidiría en Eindhoven. Ronaldo, de hecho, duraría menos que su compatriota. Para su segunda temporada, tras aportarle al PSV 51 goles en 54 partidos, se declaró en rebeldía y acabó marchándose al FC Barcelona donde se encontraría con Bobby Robson, quien había entrenado a Romário en el PSV. Ronaldo no disfrutó de tantos éxitos deportivos como Romário en Eindhoven y empezó a descubrir sus problemas físicos que, en parte, no le dejarían sacarle lustro completo a una carrera que, de por sí, y a pesar de sus rodillas, fue deslumbrante. Eso sí, dejó detalles. Era un niño, y a los 10 minutos de su debut contra el Vitesse marcó su primer gol. En su segunda temporada, creo, en un partido ante el Bayern Leverkusen, cayeron eliminados pero Rudi Völler no pudo contener sus elogios para el joven talento. 

Sin embargo, aquel PSV de los 30 goles y 15 asistencias de Ronaldo no ganaría la liga. Ni tan siquiera sería subcampeón. Ronaldo no estaba mal acompañado. Entrenados por Dick Advocaat desde diciembre de aquel año, además de Ronaldo, los rojiblancos contaban con gente como el talento belga Luc Nilis, histórico del Anderlecht al que cuentan que Ronaldo siempre tuvo como uno de sus mejores compañeros en el fútbol, Boudewijn Zenden, quien luego acabaría en el Barcelona, Jan Wouters, los porteros Stanley Menzo y Ronald Waterreus, quien luego jugaría en Rangers y Manchester City, Arthur Numan, Peter Hoekstra, quien luego jugaría en el Compostela o el Stoke City o Erik Meijer, que seguiría carrera en equipos como Bayern Leverkusen, Liverpool o Hamburgo.  A pesar de ellos y del sorprendente talento de Ronaldo, los de Advocaat se tuvieron que conformar con un tercer puesto en aquella temporada de 1994-1995. 

Acabaron terceros porque primero fue un equipo imparable. La lista de jugadores, con más o menos presencia aquel año, es sobrecogedora, ahora, sobre todo, que sabemos lo que fueron consiguiendo luego: Danny Blind, Frank de Boer, Michael Reiziger, Clarence Seedorf, Edwin Van der Tar, Finidi George, Marc Overmars, Jari Litmanen, Frank Rijkaard, Ronald de Boer, Patrick Kluivert, Edgar Davids, Nwankwo Kanu, Winston Bogarde... El Ajax de Louis Van Gaal que sería campeón de Europa en el Praterstadion de Viena con aquel gol de Kluivert en el 85 para doblegar la resistencia del todopoderoso Milán de Fabio Capello, de los Christian Panucci, Franco Baresi, Alessandro Costacurta, Paolo Maldini, Marcel Desailly, Zvonomir Boban... Más sorprendente, quizás, que la victoria de estos fue el segundo puesto del equipo de los mineros, del humilde Sport Verenigning Roda Juliana Combinatie Kerkrade o simplemente Roda JC, el Koempelclub o club de los mineros. Este equipo, que hoy es propiedad del empresario mexicano Mauricio García De la Vega, con intereses también en el Real Murcia, siempre ha sido un equipo humilde, que ha luchado continuamente para evitar el descenso. Aquel año, entrenados por un joven Huub Stevens, actual entrenador del Schalke 04 alemán, los de Kerkrade sorprendieron a propios y extraños con un meritorio subcampeonato gracias al portero Ruud Hesp, quien unas temporadas después firmaría por el FC Barcelona, y otros como Tijjani Babangida, quien jugó poco pero pasaría luego al Ajax, los delanteros goleadores Maurice Graef y Max Huiberts, quien se iría luego al Borussia Mönchengladbach o un histórico del club como Eric van der Luer. Fueron los años en la gerencia de Nolan Hendriks, los mejores años del club, llegando a ganar dos Copas de Holanda. Por detrás de Ajax, Roda y PSV quedaron el Feyenoord de Peter Bosz, Rob Witschge y Henrik Larsson, el Twente de Michael Mols y Paul Bosvelt, el Vitesse de Raimond Van der Gouw, Philip Cocu y Roy Makaay o el Heerenveen de un Jon Dahl Tomasson que aún era joven. 

Por el mérito de aquel Roda, aunque nuestro protagonista fuera Ronaldo, le vamos a dar el titular a Eric van der Luer. 14 temporadas en el Roda le llevaron a convertirse en una leyenda para los seguidores del equipo holandés. Desde que llegó del MVV Maastricht, su localidad natal, tras un breve paso por Bélgica, Van der Luer amasó más de 400 partidos y unos 30 goles con los mineros, participando en los mejores momentos del club y llegando a ser internacional. Como entrenador también pasó por el club, empezando su carrera de entrenador en la cantera del Roda y volviendo a la misma años después, siendo incluso entrenador principal del primer equipo de manera interina y brevemente cuando Robert Molenaar fue cesado el año pasado. Aquella temporada del subcampeonato, Van der Luer fue el jugador de campo con más minutos, 2926 en 34 partidos, los mismos que jugó el portero, Ruud Hesp, quien contó con más minutos. La fotografía, por el contrario, se la damos al protagonista, Ronaldo.