domingo, 6 de enero de 2013

Jon Ander López



El esfuerzo de levantarse esta mañana mereció la pena. Con dos mandarinas para atajar la leve resaca, y escuchando a Nacho Vegas, eran las diez y media pasadas de la mañana cuando disfrutaba del frío mientras caminaba despacio. Me encontré con mi inusual compañero, poco habitual en Lasesarre, y decidimos ir a tomar un café. El bar lo elegí yo, porque la de hoy era una de esas mañanas, la de reyes, ya sabes, en las que a uno le apetece ponerse nostálgico, y quería volver a los bares donde, antes, cuando Lasesarre no tenía los asientos de colores y, por no tener, no tenía ni asientos, se reunían los aficionados antes de entrar. 
El partido comenzó insistente, siempre a corriente del Barakaldo, con la falta de puntería y la poca resolución que tanto daño les está haciendo esta temporada. Entre preguntas sobre si éste era el Logroñés heredero del histórico o no, contando aficionados rivales (seis, pero ruidosos), y anécdotas varias, se fue consumando la superioridad del Barakaldo hasta que Unai Medina, el mejor del partido, aprovechó un rechace para abrir el marcador. A partir de ahí, fue todo más fácil si cabe. Jon Moya (ex-del Barakaldo, hoy la pareja de centrales eran viejos conocidos, porque Metola también jugó aquí) tenía que retirarse, aparentemente lesionado, y lo que se sospechaba se cumpliría en el segundo tiempo y los gualdinegros aprovecharon la merma de centímetros. 
El Logroñés parecía aseado, con un veterano como Gerardo García León haciendo de acicate y general de mando desde su banda. Ya hemos hablado de él en este blog (y de su hermano Moisés). A sus casi 38 años, este veterano jugador sevillano que ha pasado por Villarreal, Valencia, Osasuna, Málaga, Real Sociedad o Córdoba, entre otros, aún tenía ganas de jugar al fútbol y consiguió estirar su carrera con un contrato en segunda b; quién sabe si por mediación de su hermano, Manuel Candelas, quien había decidido volver a Logroño para jugar en el SD (hace años jugó en el CD) tras pasar por Amorebieta, Mirandés o Vecindario (otro hermano, Moisés, acabó por retirarse y ahora ejerce de segundo entrenador para Quique Hernández en el Hércules; y el cuarto hermano, Eduardo, se retiró del fútbol profesional como jugador en Logroño y aparentemente aún trabajaba en el área técnica). Y decía: el Logroñés parecía aseado, bien posicionado mientras el histórico Agustín "Tato" Abadía los dirigía desde el banquillo, pero no fueron más allá de parecerlo. Aún en la primera parte consiguieron algún remate peligroso, pero, a la vuelta del descanso, con el Barakaldo obligado a cambiar sus delanteros centros por problemas físicos de Antonio Moreno, el SD Logroñés regaló un penalty al Barakaldo que Basagoiti no consiguió transformar, pero si convirtió Orbegozo en gol tras el rechace. Con el 2-0, el partido se terminó, y Garrido rubricó su esforzado partido con un gran remate de cabeza a la salida de un córner (creo, la verdad, me pilló lejos y no me acuerdo). En la grada, disfrutábamos asombrados, agradecidos con un regalo de reyes que no esperábamos. Hacía tiempo que no nos aburríamos de manera tan agradable durante los últimos minutos de un partido. Hubo un gol más, en propia meta (podría hacer un chiste muy fácil con el apellido del infortunado Metola), debutó Katxorro (también le hemos mencionado en este blog) y lució, finalmente, la satisfacción de los aficionados gualdinegros. Tres victorias seguidas de los jugadores de Iñaki Zurimendi que se aprecian más por la distancia con la cola que por acercarnos a la cabeza (muy sólida este año, la verdad) del segundo grupo de la Segunda División B. 
Pero la entrada no la encabeza ninguno de los jugadores que hoy han estado sobre el campo. Ya estábamos en la sobremesa de la comida de Reyes, cuando el vecino de las asics llamaba desde Francia para felicitarnos la última fiesta navideña y me daba la noticia luctuosa del día. Aún no había, y sigue sin haber, mucha información sobre el inesperado fallecimiento del exportero barakaldés Jon Ander López Maqueira. Por lo poco que he podido averiguar, parece que un infarto se ha llevado, a temprana edad, al jugador salido de la cantera del Retuerto, donde jugó con uno de los primeros protagonistas de este blog. Desde el barrio barakaldés, pasó después por equipos como el Rácing de Santander, el Baskonia, el Eibar, el Levante, el Jaén, el Salamanca, el Valladolid o el Lucena, donde dejó el fútbol sobre el césped, para acabar como presidente del club andaluz en una época convulsa. Tras el ascenso a Segunda B, dejó la presidencia. Yo me enteraba esta tarde, pero parece ser que la noticia ya llegaba a las gradas de Lasesarre durante una agradable mañana que se empañaba con esta noticia. Mis más sentidas condolencias para sus familiares, amigos y allegados.

1 comentario:

achasa dijo...

Pues sí, las dos caras de la moneda. Uno de los mejores partidos (por el resultado por lo menos) de los últimos años en Lasesarre y la pérdida de un joven ex-jugador por un infarto. Un pena.