sábado, 31 de mayo de 2014

Jose Iragorri



No es muy habitual que fallezca un periodista y te enteres porque algunos amigos te mandan mensajes. Supongo que eso da muestras del cariño o la notoriedad del periodista en cuestión. Para aquellos que somos seguidos del Athletic Club, y que, además, lo somos ya un poco talluditos, el fallecimiento de Jose Iragorri es, además de real, que es lo que duele y apena, también simbólico o poético. Con él parece que también desaparece una forma de retrasmitir los partidos y, en especial, de cantar los goles del Athletic Club de Bilbao.
Los que no hayáis podido disfrutar de él, o los que no tuviérais conocimiento porque lo vuestro son otros colores, otros deportes u otras pasiones, podéis descubrirle en la página web imanolco.athletictv.es. Pinchad en alguno de los partidos más memorables de la época de Bielsa, el de Manchester o alguno así, y recordad cómo describía los goles, lo cuenta, lo narra, lo describe, Jose Iragorri. 
No he querido leer mucho más allá de los titulares: José Iragorri fallece, 55 años, cáncer de páncreas. No he querido leer más panegíricos, noticias luctuosas, primeros homenajes, nada. Está uno muy a flor de piel últimamente como para recordar al hombre cuya voz enlatada supuso tantas emociones, que parecían efímeras, pero no lo fueron, para los que empezábamos a descubrir y a advinar el veneno del fútbol, ya fuese en directo, radiado o en diferido. 
Tengo una imagen en la cabeza, que me viene de manera recurrente y no sé por qué. Es una tarde de domingo soleado como cualquier otra. La luz entra por la ventana del balcón y parece que electrifica el polvo. Estoy solo en casa, la alfombra raída es más mullida que nunca. Estoy solo en casa y tengo un buen montón de papeles tirados por el suelo. Estoy solo en casa y la cadena está encendida, retrasmiten un partido y yo lo escucho de pie. Tengo los puños prietos, las piernas flexionadas y estoy mirando a la cadena como si allí pudiera ver el mismísimo estadio colorido. Se grita gol, no bacalao. Y yo me pongo a darle ostias con los puños a la pared de la sala. Hasta que me doy cuenta de que me siento gilipollas y que no me puedo llevar tal berrinche por un gol de José Luis Zalazar del Albacete contra el Athletic Club de Bilbao.
Quizás fue como una apoteosis temprana. Aquel día me di cuenta de que hasta las pasiones más venéreas y fogosas necesitaban algo de templanza. 
Por supuesto, la voz en la radio era la de Jose Iragorri. 
Igual que era la suya en aquella cinta de cassette que guardé con celo durante mucho tiempo y tuve a bien rular entre amigos dispares y repentinos hasta que un día desapareció. Era la cinta del gol de Joseba Etxeberria al Zaragoza que suponía el subcampeonato de Liga y la clasificación del Athletic Club para la Champions. Por supuesto, que mientras escuchaba el partido en directo, no tuve tiempo de grabarlo, pero sí al día siguiente, cuando escuchaba la radio por casualidad y algún compañero de Iragorri en Radio Popular tuvo a bien pasar otra vez el corte. La cinta de TDK se convirtió en un bien preciado, y, como decía, pasó de mano en mano hasta que una de ellas se la quedó y no volví a saber más. O quizás si regresó y acabó hundida en el fondo de algún cajón sin que yo volviera a prestarla atención. Pero, en mi cabeza, aún existe. Es lo que ha sucedido con el cromo, ya no sirve, pero sobrevive, aunque sea en nuestra más pura nostalgia. 
En esta época de partidos televisados, horarios estrambóticos, radios digitales, marcadores instantáneos en el móvil, repositorios en internet, servicios de alojamiento de vídeos... en esta época, parece que los tiempos en los que no teníamos otra fe que la de ver a través de la voz de Jose Iragorri suenan a nodo, a blanco y negro, a cuéntame, a grises y coderas, pero fue mucho después, fue hace poco, y fue un ejercicio vital de creatividad, imaginación, conexión y comunicación tan ceremonioso y trascendente que creo que Iragorri tiene mucha parte de culpa de que yo creciera con este bicho dentro y que ya no creo que consiga quitarme nunca por muchas apoteosis tempranas o tardías que tenga. Aunque él se haya ido, donde quiera que se fuera. 
Tengo otros recuerdos de Iragorri, casi todos unidos a las señales de audio, pero también a otro tipo de ondas, las musicales. El día en que yo conocí a Willy Vlautin, él también estaba en el concierto de Richmond Fontaine. Tan alto como un pinsapo, con una sonrisa estudiada y su cámara de fotos, en más de una ocasión se nos puso delante para detener en el tiempo a Vlautin y los suyos tocando sobre el escenario. 
Mi más sentido pésame para todos aquellos que le echen en falta más allá de su trabajo, pero también para todos aquellos aficionados que han perdido una voz. Los goles ya no serán iguales. Y como estoy seguro de que habrá homenajes suficientes por distintas fuentes y se recordará su manera de cantar los goles y de conseguir que estos hicieran aún más felices a la gente, yo voy a cerrar ofreciéndole una canción a él, más que un recuerdo a nosotros. Y como sé que le gustaba porque estuvo allí aquel día, y aunque no tenga nada que ver pero el título pueda servir de invitación, le dedico ésta y que te vaya bonito, Iragorri, allá donde estés:


lunes, 26 de mayo de 2014

Txema Añibarro



64 años después de su fundación, la Sociedad Deportiva Eibar consigue ser de Primera. El ascenso matemático logrado en la tarde de ayer, después de vencer a un necesitado y bregador Alavés en Ipurua, ha instalado a los seguidores armeros en la nube a la que se refería Álex Aranzabal, su presidente. Una nube mullida y con buenas vistas, vistas a una urbanización, la de la primera división, construida en primera línea de playa y sin respetar la ley de costas. 
Llega el Eibar y Eskozia La Brava a lo más alto del fútbol profesional y seguro que le ponen colorido y lucidez con el mismo ejemplo que les ha llevado de Segunda B a Primera en dos años. Ese ejemplo que todo el mundo tiene en la boca cuando habla del Eibar: lo de gestión ejemplar, carácter humilde, afán competitivo, fútbol clásico y todo eso. Si se dice, tiene parte de verdad, pero al fútbol no solo se gana con casta y con buena gestión, aunque ayude mucho, también se necesita un buen entrenador y grandes futbolistas y el Eibar lo ha tenido este año. 
Hace solo dos años comenzaban la temporada en Segunda B de la mano de Gaizka Garitano. Esa temporada, ascendían después de pasar tres épicas rondas en el playoff de ascenso. El equipo del que yo soy socio, el Barakaldo Club de Fútbol les ganó en Ipurua con un solitario gol de Jon Orbegozo. Diez de los jugadores que disputaron aquel partido con los armeros estaban en esta plantilla que acaba de conseguir el ascenso a Primera División. Quizás esté exagerando, pero, la lectura que yo hago es que si ellos pudieron, nosotros también, y que su ejemplo es nuestra esperanza. De hecho, si nos permitimos el lujo de ponernos épicos y grandilocuentes, el ejemplo del Eibar es la esperanza de todos los aficionados al fútbol. En una noche en la que las caras de circunstancias de unos y las de alegría de otros políticos les robaban protagonismo, cuando aún se llenaban los periódicos digitales de fotografías celebratorias del partido del sábado (que no vi porque tenía cosas mejores que hacer: ¡rock and roll del bueno!), las redes contaban con sorna las líneas de músculo de uno de los goleadores y en Albacete y en Santander compartía las mismas emociones, Eibar reclamó su minuto de gloria con la misma modestia y serenidad con la que han venido jugando toda la temporada. Tuvo que esperar a pie de campo o en la caseta para oír como primero el canario Deivid Rodríguez en propia puerta, luego el uruguayo Hernán Menosse y finalmente el bético Ezequiel Calvente marcaban para el Recreativo de Sergi Barjuán y remontaban los dos goles que el veterano Carlos Aranda había conseguido para un Las Palmas que se resistía a perder opciones de ascenso.
Un club con un estadio para 5.000 espectadores y ese aspecto añejo que te remonta en el tiempo, representando a una ciudad de poco más de 25.000 habitantes, el más veterano en la categoría de plata y con el presupuesto más bajo de la misma llamaba a la puerta de la liga con nombre de banco, la de ejecutivos que hablan de beneficios más que de borceguíes, la de jugadores que cobran 20 millones y estadios levantados a base de recalificaciones y lo hacía con todo la potestad que le da habérselo ganado en el campo, con un puñado de jugadores que han conocido los campos estrechos de césped ralo de la segunda división b y la tercera y acompañados de una afición leal que se alimenta lo mismo de memoria que de sabia nueva: "quiero ver sus caras, ver cómo disfrutan", decía en la rueda de prensa ayer Gaizka Garitano cuando recordaba a los aficionados veteranos del Eibar que recibirán este ascenso como un regalo inesperado que parece ponerle la guinda a un pastel conmemorativo de varios pisos. 
Gaizka Garitano, precisamente, bien acompañado de Patxi Ferreira e Iñaki Lafuente, amén de otra serie de colaboradores que no puedo mencionar porque desconozco, pero a los que él hizo referencia en la mencionada rueda de prensa, ha sido uno de los grandes secretos de este club. Después de entrenar al filial, aceptó el reto de coger al primer equipo después de que Javier Mandiola no consiguiera devolverlo a segunda división (categoría en la que jugó, sin perderse un año, de la temporada 88-89 hasta la 05-06). Con una plantilla muy parecida a la actual, el equipo terminó segundo detrás del Alavés y superó con dificultad al Alcoyano y al Oviedo para jugarse el ascenso contra un L'Hospitalet que ayer mismo eliminó al Cádiz y volverá a intentarlo esta temporada. Apenas se hicieron incorporaciones y el equipo siguió siendo ese robusto conjunto que juega con solidez, claridad y concentración, rocoso en defensa, con querencia por las bandas y el talento justo para aprovechar las ocasiones de gol. Fueron pocas las incorporaciones pero, algunas de ellas, como las de Raúl Albentosa, Jota Peleteiro o José Luis Morales han sido fundamentales. 
En la portería, Xabi Irureta lo ha jugado todo y lo ha jugado bien. Ayer mismo, acabó con las ilusiones del Alavés y se llevó un golpe que no le dejó celebrar del todo el final del partido. El portero vizcaíno hace aún más grande la cantera futbolística de un pequeño pueblo en la frontera donde, en principio, la pelota era el deporte rey. El año que viene, Xabi Irureta se unirá a Jagoba Arrasate y Ion Ansotegi como representante de Berriatua. 
En defensa, Yuri Berchiche, ex jugador de aquel juvenil que entrenaba Julen Guerrero en el Athletic y que acabó marchándose a Inglaterra, volvió a encontrar su camino en la Segunda B y sus dos años como cedido por la Real Sociedad en el Eibar están siendo de enmarcar (igual que los dos goles que marcó en Miranda de Ebro), el alcireño Raúl Albentosa, que llegó en verano del Cádiz, ha sido un gran descubrimiento, igual que la confirmación del otro Raúl, Raúl Rodríguez Navas, ex canterano del Sevilla, el Valladolid y el Celta y quien ya fuera una pieza importante en el ascenso a Segunda. Manuel Castellano "Lillo", canterano del Valencia, completaría la defensa más habitual, mientras que los minutos de refresco y las oportunidades que han llegado a lo largo de la temporada las han disfrutado jugadores como Eneko Boveda, quien llegó a debutar en primera con el Athletic de la mano de Joaquín Caparrós, Gorka Kijera, el canterano Aitor Arregi y el veterano Txema Añibarro, ex del Sestao y el Lemoa quien, a sus 34 años, vive la gran alegría de una carrera meritoria y humilde que me ha invitado a regalarle al de Zeberio la oportunidad de titular la entrada.
En el centro del campo, Dani García ha sido una de las grandes sorpresas de esta temporada. El Eibar le pidió a la Real Sociedad que recuperara al de Zumarraga y se lo cediera y así lo hizo la temporada pasada. A sus 24 años se ha convertido en la dinamo del equipo, bien acompañado por Jon Errasti al principio de temporada, un canterano de la Real de 25 años, y, al final, por el veterano Diego Rivas, quien conoce de sobra la Primera división después de jugarla con Getafe, Atlético de Madrid y Real Sociedad. Las bandas han sido uno de los grandes argumentos de este equipo, gracias, en parte, al trabajo, mientras se lo permitieron las lesiones, del ex del Bilbao Athletic y la Real Sociedad B, Alain Eizmendi, el cedido por el Levante José Luis Morales, el brasileño Gilvan Gomes, quien ha jugado tanto de titular como de suplente, o la perla de la cantera eibarresa, el vizcaíno Ander Capa, quien, a sus 22 años, ha dejado muestras de su fuerza y su enorme zancada. Por supuesto, en la mediapunta, ha brillado un José Ignacio Peleteiro, alias Jota, a quien sus años en Madrid y ahora en Eibar no le han borrado su acento coruñés. El canterano del Celta jugará el año que viene en Primera, ya sea en Vigo, en Eibar, o donde sea, porque, además, tiene calidad y gol para hacerlo. Suyo fue el que derrotó al Alavés y le dio el ascenso al Eibar y suyos han sido una decena que han resultado fundamentales para que los de Gaizka Garitano disfruten ahora de tamaño éxito. Otros como Diego Jiménez han jugado menos. 
Por último, la delantera se la han repartido Mikel Arruabarrena y Urko Vera. Los dos con pasado en el Athletic, Arruabarrena salió de Lezama para buscarse la vida en lugares tan distantes como Leganés, Tenerife, Jerez de la Frontera o Varsovia. Ha conseguido siete goles, pero su labor como delantero veterano que presiona y defiende y como capitán va más allá de todos esos goles, igual que los 13 que marcó en el ascenso de Segunda B a Segunda no podían esconder esa otra labor oculta. Urko Vera, por su parte, descartado por Marcelo Bielsa para el Athletic, ha añadido cinco y ha salido casi siempre desde el banquillo para poner al servicio del club su porfía. Junto a ellos, llegó en invieron David Mainz. El aragonés marcó 11 goles en Segunda B antes de abandonar Eibar para aceptar la oferta exótica que le llegó desde la primera división de Bolivia. En el Wilstermann no consiguió acoplarse ni se cumplieron los retos y, con un bagaje de 18 partidos y 4 goles, regresó al Eibar para participar del ascenso, sobre todo, con sus dos goles, importantísimos, en el partido que les enfrentó al Mallorca en la isla. 
Esos han sido, si no me olvido a ninguno, los nombres más importantes de un equipo donde, además de la afición que se reúne en Ipurua, habría que destacar también la labor de la junta directiva, encabezada por el joven presidente Álex Aranzabal quien, hace poco, se dejaba ver en Madrid acompañado de Xabi Alonso, Asier Illarramendi e Iñaki Gabilondo para publicitar la campaña de ampliación de capital, un berenjenal en el que el club eibarrés se ha visto envuelto sin quererlo ni beberlo y que deja constancia de las incongruencias de este fútbol moderno que parece tan ajeno al Eibar pero que va a tener que aceptar que su propuesta es no solo válida, si no que mucho más sana, natural y meritoria que muchas otras que representan a este deporte en la actualidad. Quizás eso sea lo más importante ahora. A 72 días de que se termine el plazo para conseguir los 1.724.272,95 euros que, por ley, está obligado, aunque no lo necesite, a recaudar el Eibar en nuevo accionariado, el club ha conseguido el 38'07%, es decir, 656.450 euros. Si quieres participar y convertirte en defensa accionista, aún estás a tiempo. Puedes hacerlo por un pago mínimo de 50 euros y para ello no tienes más que visitar la página www.defiendealeibar.com. 
Si lo logran, y creo que la mayoría así lo deseamos, el club que vio nacer futbolísticamente a los José Eulogio Gárate, Pepe Muguerza, Agustín Guisasola o Diego Álvarez, y, últimamente, a otros que también defendieron su camiseta, con carreras de uno u otro estilo y calibre, como Antonio Karmona, Xabi Alonso, David Silva, Aitor Ocio, Bixente Oiarzabal, José María Luluaga, Manolo Almunia, Joseba Llorente, Jorge Azkoitia, Zigor Aranalde, Asier Riesgo, Joseba del Olmo, José Félix Guerrero, Moisés Hurtado, Lucho Iturrino, Josu Sarriegi, David Zurutuza, Gaizka Toquero, Javier Yubero, Aitor López Rekarte, Roberto Martínez "Tiko", Pizo Gómez, Miguel Fuentes o Iñaki Garmendia, por nombrar a alguno, conseguirá lustrar su historia con un logro mayúsculo que muchos no se atrevían ni a soñar. Alguno de los que he nombrado estuvo en el Eibar durante la temporada 96-97, cuando fueron quintos, o en la 01-02, cuando el puesto final fue el séptimo y Manolo Almunia se llevó el Trofeo Zamora de Segunda. Otros, como el entrenador, que hacía referencia a ello en la susodicha rueda de prensa y lo calificaba de "tren perdido", estuvieron en aquella temporada de la 94-95 cuando tan cerca lo tuvieron. Ya hablamos de ello, no lo consiguieron, pero esta vez sí. 
El Eibar jugará el año que viene en primera división si las oficinas, donde, hasta ahora, y a pesar de las trabas de otros, se han mostrado tan eficaces como en el campo, no estropean lo que se logró sobre el césped y, con los pies en el suelo pero el mismo denuedo, ojalá que los que venimos detrás, podamos disfrutar algún día, siguiendo su ejemplo, lo que ayer disfrutaron tantos en el vetusto Ipurua.

lunes, 19 de mayo de 2014

Tyrese Rice



Ha dicho Pablo Laso que va a soñar con su triple. Podría soñar con cualquiera de las canastas que el de Richmond consiguió para apuntarse 21 de sus 26 puntos en el último cuarto y la prórroga y, así, de paso, haciendo campeón a su equipo, el Maccabi de Tel Aviv.
Con anterioridad, el Maccabi y el Real Madrid solo se habían enfrentado en una final por el máximo título del baloncesto europeo, ya fuera Liga Europea o la extinta Copa de Europa. Fue allá por la temporada 1979/1980. Ganó el Real Madrid de los José Antonio Corbalán, Rafael Rullán (27 puntos, el mejor), Randy Meister, Wayne Brabender o Walter, el padre de Wally, Szczerbiak por 89 a 85. En frente, estaba Miky Berkowitz y dos famosos americanos como Earl "The Whirl" Williams, el mejor de aquella final con 31 puntos, y Aulcie Perry, un espigado pivot. Williams había sido una estrella de los Rams de la universidad de Winston-Salem State que no tuvo mucha suerte en sus tres temporadas en la NBA, con los Phoenix Suns, los Detroit Pistons y los Nets, por entonces, de New York (después volvería a intentarlo en los Celtics), así que se marchó a buscarse la vida por Europa, primero en Suecia, en el Alvik BK, luego en el Maccabi, en donde jugó durante tres temporadas antes de marcharse a Italia y regresar a la liga israelí para retirarse jugando en el Hapoel Holon y el Bnei Herzliya. Williams y Perry aún serán recordados por alguno en Madrid, cuando protagonizaron aquella estrambótica anécdota (dejémoslo en anécdota) durante un partido de la Copa de Europa, no en la temporada en la que jugaron la final juntos, cuando Williams saltó a la grada para buscar a un aficionado que le había lanzado una moneda con muy buena puntería. Perry salió detrás de él y lo lanzó como si fuese un saco de patatas de regreso a la cancha. ¿Más curiosidades? Williams nació en Levittown en los años 50. En lugar de colgar ninguna fotografía de baloncesto, colgaré una del gran invento de William Levitt: el suburbio.
Solo se han enfrentado en dos ocasiones en una final, aquella de 1980 y la de este año, pero los israelíes y los madrileños son los equipos más habituales en estas lides (hablo de las dos versiones que ha conocido esta competición). Maccabi ha sido campeón en seis ocasiones (76/77, 80/81, 00/01, 03/04, 04/05, 13/14) y subcampeón en nueve ocasiones (79/80, 81/82, 86/87, 87/88, 88/89, 99/00, 05/06, 07/08 y 10/11). Por su parte, el Real Madrid ha sido ocho veces campeón (63/64, 64/65, 66/67, 67/68, 73/74, 77/78, 79/80 y 94/95) y ocho veces subcampeón (61/62, 62/63, 68/69, 74/75, 75/76, 84/85, 12/13 y 13/14). La de este año ha sido la última, la primera edición desde que se disputa en formato de Euroliga, en la que la final se resuelve tras prórroga, pero, probablemente, Milán no sea la última plaza en la que estos dos equipos diriman su rivalidad histórica.
En semifinales, el Maccabi sorprendió a un CSKA de Moscú que partía con la ventaja relativa del favoritismo. Durante la semana, se había hablado del posible regreso de David Blatt, actual entrenador de los de Tel Aviv, y ex seleccionador ruso, al CSKA porque Ettore Messina apuntaba a la NBA. Blatt acusó a los creadores de estos rumores de intentar desestabilizar a su equipo. Un equipo con el que algunos no contaban para la Final Four, porque, entre otras cosas, tuvo un comienzo renqueante en la liga doméstica (liga en la que acabó venciendo la clasificación regular y ya se encuentra en semifinales, además de ganar la Copa ante el sorprendente Hapoel Eilat de Oded Kattash). El partido se resolvió en los últimos segundos, tras una gran remontada de los macabeos que dejó a los rusos helados. Viktor Khryapa perdió un balón, Tyrese Rice se hizo con el balón y no paró hasta dejarlo dentro de la canasta, poniendo a su equipo un punto por arriba y con cinco segundos que los de Messina no supieron aprovechar. Sonny Weems y Nenad Krstic estuvieron muy flojos para los rusos, que, al principio, se apoyaron en un Milos Teodosic que acabó por desaparecer, y en el trabajo en la pintura de Sasha Kaun y del desafortunado Khryapa. Antes de que Rice, supuestamente montenegrino y ex del Bayern Munich o el Lietuvos Rytas, se llevara la gloria, el veterano David Bluthenthal, ahora David Blu, quien creo que ha anunciado su retirada para la próxima temporada, consiguió un triple fundamental para la remontada de los de David Blatt. David Blu es un israelí de California, un alero de 2'01 que jugaba por dentro pero anotaba de fuera, un producto de la misma universidad de la que salieron gente como DeMar DeRozan, Nick Young, OJ Mayo, Taj Gibson, Nikola Vucevic o Harold Miner, los trojans de Southern California. Comenzó su carrera profesional con el Maccabi, precisamente, pasó por los dos equipos boloñeses, el Benetton o la liga rusa para luego regresar al Maccabi, marcharse a Francia para jugar en el Le Mans, y regresar, ya definitivamente, al Maccabi de Tel Aviv. Él, junto con los americanos eléctricos encabezados por Tyrese Rice, han sido la clave de esta edición milanesa, una edición donde David Blatt ha contado con un buen puñado de ex-ACBs: Devin Smith, Joe Ingles o Andrija Zizic.
En la otra semifinal, las declaraciones de los protagonistas al terminar el partido lo dicen todo. Marcelinho Huertas hablaba de "vergüenza", Álex Abrines pedía perdón, Xavi Pascual decía que era "la derrota más dura" y Juan Carlos Navarro casi coincidía: "una de las más duras". El FC Barcelona se llevó una paliza (62-100) de un Real Madrid que sacó el rodillo y no dio ninguna oportunidad tras un primer cuarto más o menos igualado. Solo Ante Tomic, 16 puntos y 8 rebotes, pareció estar a la altura. Nikola Mirotic, con19 puntos y 4 rebotes, y el MVP de la temporada regular en Europa, Sergio Rodríguez, con 21 puntos y 6 asistencias, lideraron a un Real Madrid donde hasta cinco hombres superaron los diez puntos y anotaron todos menos el joven Daniel Díez.
La alegría madrileña, eso sí, se desvaneció el domingo por la tarde, cuando perdieron su segunda final consecutiva, después de dominar la competición durante más de cinco meses y estar en lo más alto de las apuestas. En un partido de infarto, donde todo el mundo parecía estar enchufado a la electricidad, los errores finales de un Real Madrid que no supo aprovechar una ventaja de cuatro puntos en la prórroga, le dieron la victoria a un equipo macabeo que se basó en la aportación de sus jugones, los Ricky Hickman y, sobre todo, un Tyrese Rice que hizo el partido de su vida. Alex Tyus y David Blu entraron bien al rebote de ataque y el partido se terminó ahí, en un Rice al que, en los minutos finales, le entraba todo y parecía estar jugando como si lo estuviera haciendo con sus colegas en la cancha de su barrio en Richmond, Virginia. La antigua estrella de Boston College (ahí aún le recuerdan por salirse ante Duke o meter 48 puntos en un partido), un menudo base con un buen tiro y una cintura zumbona cuando entra a canasta, repitió en un par de ocasiones la jugada que le dio la puntilla a los de Moscú y añadió buena puntería desde el perimetro, para liderar a su equipo, inesperado vencedor, pero digno tras una demostración de fe y competitividad. El partido, por lo demás, fue básicamente un elogio a la intensidad más frenética y a un juego un tanto individualista y desesperado. O ésa es la sensación que tuve yo como aficionado somnoliento que lo seguía a duras penas por internet.
Creo que oí decir que en el partido por el tercer y el cuarto puesto ganó el FC Barcelona.
Y así, más o menos, terminó la competición internacional en Europa, con Velimir Perasovic y Justin Doellman (dicen que acabará fichando por el Barcelona) haciendo grande al Valencia y un Pablo Laso que, por segundo año consecutivo, se queda a un paso de la gloria. Hace un año fue Vassilis Spanoulis en Londres, este año ha sido Tyrese Rice en Milán. A Pablo Laso, como entrenador, se le atragantan los juagdores que tantas veces tuvo que defender cuando se vestía pantalón corto. A ver si el año que viene, vuelven a tener otra oportunidad.

jueves, 15 de mayo de 2014

Joseba Rodríguez "Jaito"



Por aquí, no hablamos mucho de balonmano. De hecho, últimamente parece que solo hablamos de fútbol. Y podríamos seguir haciéndolo. Podríamos comentar las primeras convocatorias para el Mundial, la maldición de "Beto" Guttmann o el partido final por la liga BBVA, pero no vamos a hacerlo. Vamos a hablar de balonmano. Y lo hacemos justo al poco de que Juanín García anuncie su retirada y lo haga dejando a su equipo, el FC Barcelona, reinando en un balonmano estatal que no pasa por su momento más boyante. Al menos, en lo que se refiere a presupuestos y ambiciones económicas (hace unos días leía un artículo en la prensa escrita sobre la situación crítica de la liga española, la desaparición de equipos y la marcha de jugadores al extranjero). 

En realidad, vamos a hablar de la división de honor de Plata masculina y de la meritoria clasificación del Calmec Barakaldo para el playoff de ascenso, que para eso son el equipo del pueblo y se lo merecen. Atrás quedaron los tiempos de Txanpi Rivero y los años en la Liga Asobal, pero el equipo sobrevive a los avatares económicos y lo hace, en parte, por la dedicación de unos pocos aficionados a este deporte. Un deporte que, en una tierra donde el ciclismo y el fútbol, además del baloncesto, parecen copar las preferencias del público, nunca ha dejado de tener seguidores en Euskadi, y en Bizkaia no ha sido menos. 

Fue en la temporada 2003-2004 cuando el equipo barakaldés, fundado en 1979, disfrutó de su última experiencia en la Liga Asobal. Lo hizo durante tres años consecutivos, y ya había tenido la oportunidad de saborear la élite del balonmano estatal en otras tres temporadas anteriores, durante dos épocas distintas. Desde el descenso, el equipo no ha vuelto a tener el respaldo económico ni la fortaleza deportiva necesaria como para alcanzar, de nuevo, la primera división. Sin embargo, este año, gracias al arrojo de una plantilla repleta de jugadores vizcaínos, se han ganado el derecho a luchar por ello cuando casi nadie lo esperaba. 

La División de Honor Plata ha terminado la liga regular con el filial del Barcelona, el Barcelona B, encaramado a la primera posición. Si el primer equipo ya arrasa en la categoría más alta, habiéndose llevado las cuatro últimas Ligas Asobal, si no me equivoco, y esta última, la de este año 2014, con una suficiencia absoluta, su filial no le va a la zaga y la generación que lidera el capitán Beto Miralles se apresta para dar el relevo a los mayores en cuanto Xavi Pascual lo considere oportuno.

El segundo puesto, y, por supuesto, el ascenso, ha ido a parar a manos de un MMT Seguros Zamora que ha sido una sorpresa agradable. En el equipo zamorano que dirige Eduardo García Valiente, han destacado jugadores como Jorge Martín, Octavio Magadán, Miguel Camino, Guillermo García o Estevan Salinas. Todos ellos lucharon hasta la última jornada, donde una victoria solvente fuera de casa les dio el último puesto y el ascenso de categoría.

Así pues, los siguientes cuatro clasificados en la liga regular quedaron seleccionados para disputarse un puesto más de ascenso. En este caso, se trata del Alcobendas, el Servi Group Benidorm, el Amenabar ZKE de Zarautz y el Calmec Barakaldo, quien se ganó el último puesto en una jornada final de infarto. Las eliminatorias tendrán lugar el 24 de Mayo y enfrentarán al Alcobendas contra el Barakaldo y al Servi Group Benidorm contra el Amenabar ZKE. Los que ganen, se enfrentarán al día siguiente por conseguir el ascenso. Todos los partidos se disputarán en Alcobendas. Y, quizás por ello, el equipo que dirige Daniel Sánchez-Nieves, y donde también entrenó en su día Rafael Guijosa (hasta ahora, si es que no ha cambiado, actual seleccionador de Irán, aunque tras clasificarlo para el Mundial, igual que habían hecho Julián Ruiz con Emiratos Árabes y Valero Rivera con Qatar, parecía que tenía problemas con la federación), parte como favorito. Han superado la retirada de un jugador histórico como Ángel Castaño, y liderados por jugadores como Alejandro Márquez, Manuel Catalina, el argentino Sebastián Kramarz, Mikel Muñoz o Alfonso de la Rubia han estado apunto de conseguir el ascenso directo. El Zarautz es una muestra más de la profusa cantera vasca y en el Benidorm ha destacado David Jiménez con 212 goles durante la temporada. Después, están nuestros protagonistas, el Calmec Barakaldo.

Los vizcaínos han terminado la liga con 15 partidos ganados, 4 empatados y 11 perdidos. Han destacado muchos jugadores en una plantilla que no puede ser más autóctona, con un grupo de jugadores que demuestran una solidaridad y compenetración digna de subrayar (fuera de las canchas también, al menos, da gusto verles correr en grupo en carreras populares como la Hiri Krosa de Aste Nagusia en Bilbao), pero, por destacar a alguno, tendríamos que nombrar a Jon Ortuondo, con más de 150 goles esta temporada, a Oier García Mendiola, que le ha superado por unos 20 goles más o el jovencísimo Pablo Paredes, quien, rozando los veinte años, es toda una apuesta de futuro y se ha convertido en una pieza clave en el equipo barakaldés, superando, también, con creces, la cifra de los cien goles. Lucharon durante toda la temporada por no perder las opciones de entrar en playoff y lo han conseguido en la última jornada. Necesitaban ganar en casa, en el coqueto pabellón de Lasesarre, con capacidad para unos 3.000 espectadores, al Handbol Bordils, y lo hicieron con soltura, por 34 a 26, gracias, en parte, y según cuentan las crónicas, a la fiebre amarilla, los fieles aficionados que les acompañan. Pero con la victoria no les servía. Tenían que esperar las derrotas del Go Fit Sinfín y del Meridiano Antequera. Y, al final, se dio la carambola. Tuvieron que esperar en la cancha para conocer los resultados, como contaba su entrenador en una reciente entrevista, y, al final, conocidos los resultados, se desató la alegría. El MMT Zamora, que se jugaba el ascenso directo, no le dio ninguna opción al Go Fit Sinfín y ganó por 27 a 37. En el otro partido, un ARS Palma del Río que luchaba por no descender consiguió una apretada victoria, 25-24 ante el Meridiano Antequera.

He mencionado la entrevista que el entrenador del Calmec Barakaldo, Joseba Rodríguez "Jaito" concedió hace unos días al periódico Deia. Su sinceridad y naturalidad eran casi sobrecogedoras. Jaito se mostraba satisfecho con lo logrado, contento y orgulloso de un equipo sólido y comprometido, pero, aunque tenía, y tiene, la esperanza (y confianza) de convertirse en la sorpresa deportiva de la temporada, confesaba que no ve ninguna posibilidad económica de ascender a la Liga Asobal. El equipo, como el mismo explicaba, no contaría con el respaldo institucional que, en otras ocasiones, mantuvo al equipo en categorías superiores, y la aportación privada también escasea. Aunque, con un mérito irreprochable, los esforzados jugadores del equipo que patrocina la empresa barakaldesa de calderería y mecanización consiguieran el ascenso, parece difícil que los despachos dieran el empujón necesario para conseguir algo que, como el propio Jaito mencionaba en la entrevista, se merece el balonmano vizcaíno: un representante en la que, hasta hace bien poco, era la liga más importante de Europa.

Por cierto, se me pasó. Hay un vídeo en youtube.com en el que podéis ver cómo tuvieron que esperar en la cancha para recibir la noticia. Emociona su alegría, la del público y, también, el gran comportamiento del equipo rival que permanece en la cancha y aplaude:


martes, 13 de mayo de 2014

Rubén de la Barrera



El domingo fue un día futbolero donde los haya. Empezó a las cinco de la tarde, viendo el derby desde fuera del bar porque dentro ya no entraba ni un alma. Me perdí lo mejor, porque la primera mitad me pareció tan soporífera que me convencí de que era mejor bajar a Lasesarre y despedir al equipo y al entrenador que se marchaba. La primera parte del Barakaldo-Atlético de Madrid B, que terminó con un 2-0 gracias a los goles de Joseba Arriaga y Asier Goti me dio la razón. La segunda sirvió de resumen de lo que ha sido la temporada, pero, a pesar de ello, ganamos 2-1 y despedimos la temporada confirmando que la próxima jugaremos la Copa del Rey. Y de ahí subimos a paso rápido hacia la plaza donde nos aguardaban mordiéndose las uñas, aunque andaran comiendo pipas, los culés del grupo. Sin ganas de hacer leña y de pie junto a la puerta, acabé por salir a la plaza y terminar la tarde compartiendo dos bares porque, desde la calle, podía ver cómo en uno ni Leo Messi ni Andrés Iniesta acertaban con el gol y en el otro era Willy Caballero el que impedía que lo hiciera Adrián López. 
Todo quedó pendiente para la jornada que viene, la última que queda, pero en la liga del Barakaldo, ya está todo cerrado y finiquitado. Si los gualdinegros acabaron octavos (con los 60 puntos que han conseguido, habrían empatado con el Guijuelo en el cuarto puesto del Grupo 1) y jugarán la Copa, el filial del Atlético de Madrid, acumuló su cuarta derrota consecutiva y tendrá que jugar la promoción de descenso. La promoción de ascenso también está cerrada ya, por supuesto. En los cuatro grupos conocemos los cuatro equipos, por lo tanto dieciséis contendientes, que se jugarán las posibilidades de ascenso. Como sabemos, los cuatro primeros se enfrentarán entre ellos en una eliminatoria fatídica tras la cual los ganadores tendrán asegurado el ascenso, mientras que los perdedores se reengancharán a la lucha y se enfrentarán a los ganadores de las otras eliminatorias de ascenso. 
Ya se ha hecho el sorteo. Así que ya sabemos que el Algeciras se jugará continuar en la categoría de bronce contra el Mestalla, filial del Valencia, mientras que otro filial, el Atlético de Madrid B, como ya habíamos dicho, también se la jugará, esta vez contra el Caudal. Por la parte de arriba, la del ascenso, Sestao y Albacete dirimirán una de las eliminatorias y Llagostera y Rácing de Santander, la otra. Los dos equipos que empiezan como visitantes parten con el papel de favoritos. Guijuelo y Leganés, Gimnástic de Tarragona y Rácing de Ferrol, Cádiz y L'Hospitalet, Las Palmas Atlético y La Hoya Lorca, Toledo y Lleida y Cartagena y Avilés serán las eliminatorias cuyos ganadores aguardarán a los eliminados de las anteriores para seguir luchando por las últimas dos plazas. 
En lo que sigue, intentamos resumir, de aquella manera y sin preocupaciones de espacio, cómo han acabado los cuatro grupos (si me olvido de algo importante que contar, o no mencionó a algún jugador que lo merezca, disculpapas).  

En el grupo primero, Rácing de Santander, Rácing del Ferrol, Real Áviles y Guijuelo jugarán la promoción de ascenso. Se ha quedado fuera el Oviedo. Ya estaba todo prácticamente decidido para la jornada 37, aunque el triple empate de Avilés, Rácing y Guijuelo a 60 puntos mantenía la emoción hasta el final.

El Rácing de Santander ha hecho una temporada mayúscula, tanto en Liga como en Copa, más aún dada la situación institucional. Con la llegada del exjugador Tuto Sañudo a la presidencia parece que se calmaron las cosas, pero el equipo no se ha relajado y no ha abandonado el primer puesto de su grupo. En líneas generales, el equipo se ha apoyado en las virtudes de los goleadores Mamadou Koné y Javi Soria, este último, ex del Mirandés. El entrenador Paco Fernández ha tenido también otros jugadores importantes como el valenciano Borja Granero, el asturiano Pedro Orfila, el joven canario del Las Palmas, Juanpe Ramírez, el portero santanderino Mario Fernández, quien ha estado lesionado durante mucho tiempo y dejó su puesto a un experimentado gijonés llamado Alejandro García, el riojano Iñaki Sáenz, ex del UD Logroñés o el veterano barbateño ex del Xerez Francis Pérez. El vizcaíno Ander Lafuente también ha formado parte de esta plantilla.

El Rácing de Ferrol, por su parte, ha contado con la inspiración de un Manu Barreiro que ha superado la veintena de goles. El delantero suplente Jorge Rodríguez también ha hecho una buena temporada. Los de José Manuel Aira han tenido como jugadores relevantes a otros miembros de la plantilla. Valgan como ejemplo, las buenas temporadas del pontevedrés Iosu Villar, el portero coruñes Ian Mackay o el capitán del equipo, Pablo Rey.  
Los del Avilés se despidieron con un contundente 4-0 al Zamora. Esta temporada, en el equipo entrenado por Josu Uribe, ha destacado Álex Arias quien, si no me equivoco, ha marcado catorce goles. El joven Jorge Delgado "Ito", el delantero Javier López Iglesias "Camochu", el portero de la cantera del Oviedo David Armengol, el ex jugador del Barakaldo Mikel Méndez o el ex del Rácing en Primera División, Iván Bolado han sido otros jugadores destacados en el equipo de Uribe. 
Finalmente, el Guijuelo ha sido la gran sorpresa de este grupo. Iniciaron la temporada con la aspiración de mantenerse en la categoría y con el riesgo de proponer como entrenador a un jovencísimo técnico (aún no ha cumplido los 30 años, si no me equivoco), el gallego Rubén de la Barrera, que no tenía experiencia en Segunda división B y que venía de estar un año sin entrenar. Anteriormente, había rozado el ascenso desde tercera con el Villaralbo zamorano, pero no lo consiguió. Los goles de Antonio Manuel Pino, cordobés que llegó del Espanyol B y el trabajo de jugadores como el ex del Athletic Club Ander Gago, el veterano medio centro palentino Jesús Jorqués, Manu Moreira, Javi Ballesteros o el rumano Iulian Razvan ha contribuido a que el equipo salmantino, un clásico en la categoría, disfrute de una extensión de la temporada que no se esperaban.

En el grupo dos hubo emoción hasta el final. Las dudas finales se resolvieron con la confirmación de que el Sestao sería líder, tras un brillantísimo final de temporada. Ganaron 3-1 al Real Madrid C con goles de tres de los jugadores más destacados en el conjunto de Ángel Viadero, Álex García, Pape Maly Diamanka y el delantero catalán Juan José Silvestre "Jito", máximo goleador de la categoría con 25 goles. De nada le sirvió la victoria por 1-0 al Leganés (acabó segundo) contra un Bilbao Athletic que se quedó sin un playoff que tenía en el descanso. El Toledo se apoderó de su plaza y acabó tercero, al ganar fácilmente al defenestrado Laudio y el Las Palmas B, que rozó la tragedia después de estar toda la temporada en los puestos de ascenso, acabó empatando a dos en Cuenca y se clasificó. Fuera, como decíamos, se ha quedado un honroso Bilbao Athletic, un competitivo Fuenlabrada, un Huesca al que le lastró su mal comienzo de temporada y nuestro Barakaldo, al que su buen inicio de temporada no le sirvió de mucho.
El Sestao River ha realizado una de sus mejores temporadas desde su refundación de la mano del ex entrenador del Alavés y del Noja Ángel Viadero. Encabezados por el veterano Jito, el talentoso Álex García, la gran sensación de la categoría Diamanka, y otros, como el navarro Fernando Cabero, el asturiano Gerardo Carrera, el catalán Dani Guerrero o los vascos Isaac Aketxe, Iosu Esnaola y el rápido extremo Josu Hernáez, la llegada de la sección cántabra, con el entrenador Viadero a la cabeza y los jugadores Fernando Resines, Alberto González o Luis Alberto “Tato” Díaz o el portero Raúl Domínguez ha sido fundamental para el éxito de los de la margen izquierda, cuya remontada durante la segunda vuelta ha sido espectacular.
El Leganés buscó el apoyo de Samuel Etoo y de toda su afición, pero, a pesar de ganar al Athletic B de José Ángel Ziganda, no pudieron tener acceso al primer puesto. Uno de los jugadores más destacados de los madrileños, precisamente, estuvo a las órdenes de Ziganda la temporada anterior. Javier Eraso, con ocho goles, algunos de muy bella factura, se ha hecho con el timón del centro del campo del Leganés y se ha convertido en una pieza clave en el equipo que entrena Asier Garitano. El delantero navarro Fran Moreno, el ovetense Carlos Álvarez o el andaluz Fernando Velasco, ex del Cádiz, han sido otros jugadores importantes. 

El Toledo de Imanol Idiakez ha andado toda la temporada en el filo, y, al final, acabó arrebatándole una plaza de promoción a los bilbaínos. El equipo toledano ha apostado por el fútbol vasco, no solo con el entrenador, si no que también ha contado con jugadores como Julen Colinas, Alex Albistegi y Urko Arroyo. El joven toledano Diego Aguirre ha sido una noticia agradable. El veterano Rufino Segovia, que debutó en primera hace años con el Atlético de Madrid y llegó a jugar en la primera división de Hungría ha sido otro hombre a subrayar en la temporada del equipo de Castilla La Mancha. 

Y, por último, la Vela Chica. El Las Palmas B, filial del Las Palmas que también busca el ascenso pero éste a primera división, consiguió meterse con sufrimiento en la fase de ascenso, después de ser líder durante muchas jornadas y estar siempre en los puestos de privilegio. La gran temporada de los entrenados por Víctor Afonso Mateos ha tenido como secreto los goles de Héctor Figueroa, el ex del Barakaldo Tyronne del Pino o Roque Mesa, precisamente estos dos últimos fueron los goleadores en el partido decisivo en Cuenca.

El grupo tercero ha sido el más apretado, con los siete primeros equipos en un puño de cinco puntos. Sin embargo, los cuatro que estaban en cabeza al principio de la jornada mantuvieron sus posiciones al finalizar la misma: Llagostera, L´Hospitalet, Lleida y Gimnàstic de Tarragona jugarán el play-off de ascenso. 
El Llagostera de Lluis Carrillo, visto desde fuera, al menos, ha sido una enorme sorpresa. El valor en ataque del veterano defensa Enric Pi, máximo goleador del equipo, más las buenas prestaciones de gente como el canterano del Villarreal Salva Chamorro, el delantero zurdo catalán que jugara en el Betis B, Eloy Gila o el veterano catalán Marc Sellarés, además del rendimiento de Josep María Comadevall "Pitu", antiguo canterano del Barcelona que llegó a debutar con el primer equipo en San Mamés de la mano de Frank Rijkaard, todos ellos han sido algunas de las claves del éxito de los de Lluis Carrillo.

En L’Hospitalet, Kiko Ramírez substituyó allá por octubre al ex jugador del Espanyol Martín Posse. Los goles del joven centrocampista David Haro han ayudado a que el equipo catalán repita en la lucha por la promoción, porque a jugaron playoff el año pasado. El defensa Ismael Moyano o el delantero Aridai Cabrera han sido otros hombres importantes para Kiko Ramírez.

El Lleida disputó la pasada temporada en el grupo dos y también tuvo acceso a la liguilla de ascenso. De la mano de José Antonio Seligrat, más conocido como Toni Seligrat, ex entrenador del Gandía, los de Lleida han vuelto a tener en los goles de Jaime Mata y Jesús Imaz una de las claves de su juego. El veterano defensa, ex del Eibar, Biel Medina, el portero Pau Torres, Manuel Jesús Casas “Molo” o el mediapunta Didac Devesa también han ofrecido un rendimiento muy importante para el equipo.
El último puesto ha sido para la Gimnàstic que entrena Vicente Moreno, histórico ex jugador del Xerez, donde también ejerció como entrenador. En su primera temporada en la Gimnàstic, solo un año después de que los catalanas descendieran de segunda división, el equipo de Moreno ha conseguido billete para apuntarse a la lucha por el ascenso. En parte, gracias a la buena temporada en ataque de Marcos Jiménez y del marfileño Lago Junior Wakalible, ex del Eibar. El cacereño Jesús Rubio, el sevillano, ex del Barcelona y talentoso jugador, David Sánchez o el también cacereño, y ex del Albacete, David Rocha han sido otros mimbres importantes en el éxito de Vicente Moreno.

Por último, el grupo cuarto ha visto como el Albacete, con 82 puntos, terminaba campeón de Liga, seguido por el sorprendente Hoya Lorca, el Cartagena y un Cádiz que defendió su puesto ante el empuje del Guadalajara de Carlos Pérez Salvachúa, que, al final, se tuvo que conformar con el quinto puesto.
El Albacete de Luis César Sampedro ha hecho una gran temporada y ha dominado la Liga. Los 23 goles de Rubén Cruz y el buen trabajo de otros como César Díaz, Jorge Díaz, Mario Ortiz, el ex del alavés Carlos Indiano, el portero Francisco Javier Dorronsoro, el veteranísimo Antonio Sánchez “Calle” o el más veterano, 37 años ya, Francisco Noguerol, capitán del equipo ha sido fundamental para que los albaceteños se fueran sobreponiendo a los problemas económicos del club y se concentraran en lo deportivo.

La Hoya Lorca de José Miguel Campos ha sido, para muchos, la gran sorpres. El canterano del Valencia Pablo Pallarés, con 16 goles, ha sido una de las razones de ese éxito. Más aún cuando, en invierno, el equipo perdió a Alfredo Ortuño, quien hasta entonces llevaba diez goles, porque fue fichado por el Granada para cederlo al Girona. El argentino Nico Fernández, el ex de Osasuna Fran Carnicer, Armando Ortíz, Juan Pedro Pina o el capitán Juanjo Prior se sumaron a Pablo Pallarés para cubrir la baja de Alfredo Ortuño y conseguir que los de José Miguel Campos se hicieran con una meritoria segunda plaza.

Tercero ha terminado el Cartagena de Luis García Tevenet. Ya lucieron en la Copa y en la Liga lo han hecho gracias a los goles de Fernando Rodríguez, delantero que tambié fue noticia en la Copa al marcar el gol que tuteó al Barcelona. Carlos David Moreno, Mariano Sánchez, Miguel Ángel Riau, José Manuel Muñoz Zurdo, ex del Cádiz, Albacete o Jaén, el ex del Zamora Marcos Rodríguez, Antonio Megías, el pacense Carlos de Lerma, o un ex del Athletic, Javier Tarantino, que no ha jugado mucho, pero ya sabe lo que es ascender con el Tenerife, han sido algunas de las claves del equipo que entrena el ex sevillista Tevenet.
Por último, el Cádiz consiguió la última plaza. Aún no tengo claro si Quique Pina, finalmente, tomó las riendas del club gaditano o no, porque, la última vez que leí sobre ello, se había encontrado con algún problema legal. Eso sí, Pina estaba detrás de algunas de las incorporaciones con las que se reforzó el club en invierno, jugadores como el barakaldés Jon Ander Garrido, cuya baja tanto daño le ha hecho al equipo fabril. Garrido fue, precisamente, titular en la victoria ante el Cacereño por 0-2 que le aseguraba el play-off a los de la Bahía. El malagueño Dionisio Villalba, ex del Leganés y Hércules, y el canario Airam López, máximo goleador del equipo con más de veinte goles, fueron los responsables de la victoria al marcar sendos tantos. Los dos han sido dos de los hombres más importantes de Raúl Agné, además de otros como el también ex gualdinegro Fran Pérez, Jorge Luque, Kike López, Juan Villar, o el veterano ex del Zaragoza, Jorge López.

Felicidades a los afortunados y afortunadas que podrán disfrutar de la angustia de la promoción. Los demás nos dedicaremos a mirarlo con reojo y a empezar a pensar ya en la próxima temporada. En lo más personal, como socio del Barakaldo CF, nos espera aguardar el nuevo giro deportivo que parece que quiere dar el club con la incorporación de Axier Intxaurraga, ex entrenador de la Cultural de Durango y el Amorebieta, y con pasado como jugador en nuestro equipo, y Jon Solaun, también ex jugador, como nuevos responsables del área técnica del equipo. Se habla ya de una profesionalización de la plantilla y se escuchan los primeros rumores, muchos de ellos, nombres que no sorprenden ya que se han cruzado en la carrera profesional del nuevo entrenador. Ya veremos como se desarrolla el verano y, mientras tanto, solo queda agradecer su trabajo al anterior míster, Iñaki Zurimendi, que consiguió por la vía rápida el regreso a la categoría de bronce y ha colaborado en asentar al equipo en la Segunda división B a expensas de ese empujón final que nos devuelva las aspiraciones que, en otros tiempos, tuvimos.

El título de la entrada para Rubén de la Barrera por su juventud y resultados y porque no se me ocurría mejor candidato. Por último, la foto está sacada de una búsqueda de google y, al parecer, pertenece a la Gaceta de Salamanca. La foto es del titular de la entrada, por supuesto.

jueves, 8 de mayo de 2014

Youri Tielemans





Les Diables Rouges o Rode Duivels o Rote Teufel se encuentran, ahora mismo, en el puesto 12º en el Ránking FIFA. Llegaron a ser 5º el año pasado. En estos últimos años, muchos son los que les han señalado como una realidad y como una gran opción de futuro. No puede ser de otra manera. 
Los belgas han jugado once copas mundiales, siendo su mejor puesto el cuarto en 1986, donde perdieron en semifinales ante Argentina. Maradona les dejó fuera. Bélgica había eliminado a España en octavos porque tuvo más puntería en los penalties. Acabaron empate a uno tras el gol de Juan Señor que empató el de Jan Ceulemans. En la tanda de penalties, Eloy Olalla falló el suyo. En la final de consolación, Francia no les dio opción y ganó 4-2 a aquella selección que entrenaba el histórico Guy This, fallecido en 2003. Jean-Marc Ferreri, Jean Pierre Papin, Bernard Genghini y Manuel Amorós, sobre todo estos dos en la prórroga, dejaron sin valor los goles de Jan Ceulemans y Nico Claesen. Era la selección de los Enzo Scifo, Stephane Demol, Eric Gerets o Jean-Marie Pfaff que quedaría en la memoria de los aficionados belgas. Prácticamente el mismo equipo ya había sido subcampeón de Europa en 1980 en Italia. Con Guy This en la dirección técnica, los Eric Gerets, Jean Marie Pfaff, Jan Ceulemans, François Van der Elst o René Vandereycken, goleador en aquella final y seleccionador, posteriormente, de Bélgica entre 2006 y 2009, no consiguieron ponerle la ginda al pastel. Les ganó la Alemania Federal de Klaus Allofs y Horst Hrubesch, quien precisamente marcó dos goles en la final. 

Hasta entonces, el mejor éxito de la selección de fútbol de Bélgica había sido la Eurocopa de 1972 donde fueron terceros. También esta edición la ganó Alemania Federal, en esta ocasión, la que lideraba Gerd Müller. Los belgas ganaron a Hungría y consiguieron el tercer puesto. Si no contamos, claro, la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de 1920 de la que yo no me acuerdo porque me faltaban más de cincuenta años para nacer.
En resumen, que la selección de Bélgica es una selección con recorrido, con historia, con ese fondo que queda tan bien en las fotos en blanco y negro, con jugadores de piernas delgaduchas, sin espinilleras y pantalones tan cortos que casi se les ve la braguilla. Así, en blanco y negro, que también así se nota el rojo de los diablos. Timmy Simons, Franky Van der Elst, Paul Van Himst, Bart Goor, Lorenzo Staelens, Marc Wilmots (actual seleccionador), Wesley Sonck, Marc Degreyse, Luc Nilis, Michel Preud’homme... o Jan Ceulemans, 96 veces internacional, un jugador que debutó en el Lierse y ya no salió del Brujas, equipo al que prefirió irse en lugar del Milán, según cuentan. Al retirarse, lo intentó con los banquillos. Tras pasar por el Westerlo, le llegó la oportunidad de entrenar a su club, pero sin éxito, volvió al Westerlo, donde renunció a su carrera allá por 2012, sin que, eso sí, quedara maltrecha su figura de histórico del fútbol belga. Ceulemans y los que he nombrado antes son solo unos pocos de los nombres que han ido protagonizando la historia internacional de la selección belga de fútbol.

Sin embargo, dicen los que saben de esto que lo mejor debería estar por llegar. Algunos pronosticadores les colocan en las semifinales del próximo mundial, aunque muchos se quedan en los octavos, que no es poco pronosticar. Dicen, aunque así dicho suena un poco bruto, que les falta un hervor, un poco de ebullición. Lo que es cierto es que, sin saber aún cuál será la lista definitiva de Marc Wilmots, los jugadores belgas menores de 25 años que disfrutan ya de una exitosa realidad profesional y prometen más éxitos en el futuro son tantos como para formar una plantilla profesional. 
El último en despuntar ha sido insultante, porque Youri Tielemans no tiene más que 16 años. Puede ser sospechosamente atrevido empezar a proponerle como una baza inminente, pero ya ha debutado en la Liga Jupiler, que también en Bélgica la primera división tiene nombre de patrocinador, y ha despuntado por sus dotes técnicas. De origen congoleño, también ha debutado ya en la Champions y dicen que tiene buen toque de balón y mimbres para hacerse con el timón de cualquier equipo.  
Pero hay más. Hay gente que, entre los 24 y los 25 años, ya ha encaminado su carrera deportiva pero aún se puede esperar un último estirón que vaya más allá de las competiciones de club. Son los casos del delantero del Genk Jelle Vossen, el mediocentro del Tottenham Nacer Chadli o el defensa del Atlético de Madrid Toby Alderweireld, todos de 24 años, además de los que les superan en unos pocos meses, el centrocampista de la Roma Radja Nainggolan, el portero del Liverpool Simon Mignolet, la estrella del Zenit Axel Witsel o el defensa del nuevo equipo de Julen Lopetegi, el Oporto, Steven Defour.
A todos ellos les acompañan jóvenes ya asentados, como el delantero del Everton Romelu Lukaku (20 años), el medio del Chelsea Eden Hazard (23 años), Kevin de Bruyne (22 años), que juega en el Wolfsburgo, el delantero del Aston Villa Christian Benteke (23 años) o, por supuesto, el portero del Atlético de Madrid, Thibaut Courtois (21 años). El último en sumarse a este elenco de talento casi juvenil ha sido Adnan Januzaj, la única buena noticia en el Manchester United, quien, a sus 19 años, ha elegido, entre las cuatro o cinco posibilidades que tenía, la opición que le proponía Bélgica. 
Pero hay más, porque por ahí andan el hermano de Eden, Thorgan Hazard (20 años), el portero del Hoffenheim, Koen Casteels (21 años), otro portero como el que juega para el Anderlecht, Thomas Kaminski (20 años), el delantero del Brujas Maxime Lestienne (21 años), el mediocampista del Mónaco, de 21 años, Yannick Ferreira Carrasco, el jovencisimo y habilidísimo, además de escurridizo delantero del Lieja Zakaria Bakkali (17 años), el jugador del Anderlecht Dennis Praet (19 años), Michy Batshuayi (20 años), delantero del Lieja al que llaman el Balotelli belga o el defensa Bernard Malanda-Adje (19 años), más conocido como Junior Malanda, que pertenece al Wolfsburgo. 
Todos esos, junto con los Marouane Fellaine, Thomas Vermaelen, Vincent Kompany, Dries Mertens, Nicolas Lombaerts, Moussa Dembelé, Sebastian Pocognoli, Daniel Van Buyten, Jan Vertonghen o Kevin Mirallas, en general, jugadores expertos y resabidos, han conseguido que de Oostende hasta Bastogne, de Genk a Charleroi no quede un solo aficionado belga al fútbol que no albergue ilusiones de ver a su selección enfrentándose con dignidad y posibilidades a rivales que siempre han parecido más fuerte que ellos. 
Que lo que parece se convierta en realidad ya no depende de que yo haga listas y otros lo analicen mucho mejor de lo que lo hice yo. Todo depende de Marc Wilmots y de los hombres que elija para viajar a Brasil. Hace unos días, el ex jugador del Schalke 04 ya anunció cinco de esos nombres. Los afortunados fueron Axel Witsel, Eden Hazard, Vincent Kompany, Kevin de Bruyne y Thibaut Courtois. Para saber el resto, habrá que esperar, aunque también ha deslizado ya que el último en llegar, Adnan Januzaj, estará en una primera lista preliminar con la que empezará a trabajar. Argelia, Rusia y Corea del Sur estarán esperándoles en la primera fase. Después, ya veremos si, de verdad, se convierten en el equipo revelación o, como ha ocurrido tantas otras veces, el talento no acaba de conjugarse bien con el verbo vencer. 

Foto: aparentemente proveniente de www.sundinfo.be