domingo, 30 de septiembre de 2018

Ana Carrasco

Encontrado en el buscador de imágenes de google, la fotografía parece provenir de la web de Cadena Ser. 


A los que entendemos poco de motociclismo, lo de las superbikes no suena un poco a algo más, a eso, no sé, a aquello. Vamos, que no entendemos. Entre moto GP, moto 3, 125... Nos han cambiado tanto de nombres las competiciones que encima es peor. Pero puede parecerte que correr en moto se reduce a las tres grandes competiciones que suelen aparecer en los periódicos. Por supuesto, no todo es motoGP, moto2 y moto3, que, si no me confundo, se distingue tan solo de otras categorías como Superbikes, Supersport y/o Superstock porque las segundas usan motos derivadas de las de serie que puede utilizar cualquier persona en la carretera, la ciudad o el campo mismamente. Por supuesto, hay más categorías, como el motocross, el trial... y yo qué sé cuántas más. 

Hoy se ha prestado atención a una de esas categorías que normalmente se ven arrinconadas por la prevalencia y popularidad de las más mediáticas, la de Superbikes, en categoría supersport300. Lo ha hecho porque, por primera vez en la historia del motociclismo, una mujer ha ganado un campeonato mundial. Ana Carrasco, murciana de 21 años, se ha hecho con el triunfo final en esa categoría al aprovechar los problemas de su más directo rival en la temporada, remontar en la carrera al final y sumar los pocos puntos que necesitaba para confirmarse como la mejor corredora de esta categoría en la presente temporada. Lo ha celebrado, dicen, dando la vuelta de honor con una bandera donde se leía la leyenda, "Ride like a Girl", conduce como una chica, y dedicándole la victoria a Luis Salom, compañero que falleció en un circuito hace un par de años. 

Carrasco debutó en Moto3 cuando era solo una niña, porque lo hizo en 2013 y ahora cuenta con 21 años, así que calcula. Ya por entonces hizo historia: no era la primera mujer, pero era la más joven. Durante tres temporadas seguidas participó en la categoría con KTM. Desde 2017 corre con Kawasaki en Superbikes. Consiguió su primera victoria en la categoría el año pasado, en Portugal, terminando 8º en la clasificación final. Pero lo mejor estaba por llegar y lo ha logrado rápido, ya mismo: dos victorias este año, Italia y Gran Bretaña, y clasificación final. Cuando ganó en Portugal el año pasado, ya lo explicaba bien, según se hacía eco el diario El País: "Cuesta encontrar marcas que apoyen a una mujer." Puede que, a partir de ahora, no le cueste tanto. O quizás sí, es posible. Algunas costumbres es más difícil romperlas que las barreras de los récords. 

Carrasco ha ganado en la categoría supersport300, una prueba que nació muy recientemente, en 2017, y que venía a substituir a la European Junior Cup, buscando, como la anterior, ayudar a que aparezcan nuevos talentos. La Federación Internacional de Motociclismo le otorgó valor mundialista y de ahí la importancia y el valor de la victoria de Ana Carrasco. El año pasado, el ganador también fue un español, Marc García, y otro, Mika Pérez, ha sido uno de los grandes rivales de Carrasco este año, junto con el holandés Scott Deroue, de 22 años. 

Los titulares, hoy, están muy fácil. Mañana, ya, volverán a ser más caros. Y, a buen seguro, a pesar de su triunfo, Ana Carrasco seguirá teniendo que luchar mucho para conseguir poles, triunfos y, tan solo, oportunidades. Ojalá que se vuelva a pronunciar su nombre. Y que otras la sigan, aunque el número ordinal ya no se podrá volver a utilizar. Enhorabuena por ello. 


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