lunes, 27 de julio de 2020

Iván Ramiro Sosa



La competición ya había vuelto. Mientras que Annemiek Van Vleuten se lucía por estas tierras, mucho más lejos, en Rumanía, Gregor Mühlberger vencía en el Sibiu Tour por delante de su compatriota Patrick Konrad y del suizo Matteo Badilatti. El propio Mühlberger se llevó dos victorias parciales y las otras tres fueron para Alemania, dos para Pascal Ackermann y una para Nikodemus Holler. Los datos estadísticos, por cierto, están muy bien registrados en la web procyclingstats.com, donde, además, han implementado una herramienta muy significativa. No sé muy bien qué criterios siguen para valorarlo, pero en el repaso histórico de la prueba, incluyen un gráfico con el valor cualitativo de los participantes en la carrera, y se puede observar como el Sibiu Cycling Tour ha pasado de una valoración de 45 puntos en 2019, cuando ganó Kevin Rivera, a una de 122 en esta edición de 2020, lo que da fe del extraño calendario condensado y la necesidad de carreras con la que se encuentra el pelotón internacional tras las consecuencias de la pandemia provocada por la Covid-19. 

Esta carrera rumana, por cierto, la ganó en 2018 Iván Ramiro Sosa quien, por cierto, es el último ganador, y por partida doble, de la Vuelta a Burgos, donde triunfó de manera consecutiva en 2018 y 2019. Y precisamente por ello volvíamos a escribir de ciclismo aquí, y de ahí que le demos a él el encabezamiento de esta entrada y esa es la razón de que empezáramos la entrada con la frase "la competición ya había vuelto". Y es que es así, ya había vuelto, pero la de Burgos parece, incluso siendo objetivos, la primera gran prueba del calendario, la primera oportunidad de ver a algunas de las estrellas de este deporte en plena competición. En la misma fuente de valoración cualitativa que mencionábamos antes, sin ir más lejos, Burgos recibió una valoración de 317 puntos en 2016, y aunque ha ido bajando en años posteriores, aún en 2019, el criterio de procyclingstats.com le situaba rozando los 180 puntos. Aún no están accesible los datos para 2020, ya que la prueba empieza mañana, pero, sobre el papel, mirando los dorsales que los equipos han anunciado parece que el plantel de competidores va a ser de aúpa. 

Para empezar, la Vuelta a Burgos no es una carrera cualquiera. Situada en estos últimos años en la carrera de preparación hacia la Vuelta, también aprovechaba los restos de la buena forma de aquellos corredores que habían terminado el Tour para proponer una batalla excitante en el paisaje montañoso de la provincia castellana. Desde 1946, se han disputado 40 ediciones, y destaca el alto porcentaje de triunfo nacional, ya que 28 de los 40 ganadores finales (un 70%) han sido españoles. Solo diez corredores extranjeros han ganado esta prueba desde que el suizo Alex Zulle fuera el primero en 1992: Armand de las Cuevas, Laurent Dufaux, Tony Rominger, Laurent Jalabert, Leonardo Piepoli, Mauricio Soler, Rein Taaramae y dos colombianos que han repetido, el ya mencionado Iván Ramiro Sosa y un Nairo Quintana que se llevó las ediciones de 2013 y 2014. Son pocos, cuantitativamente, pero entre esos ganadores hay 7 generales de la Vuelta y 2 del Giro, amén de muchas etapas en las tres grandes y una buena colección de pódiums. Sin embargo, lo que resalta es la calidad de los triunfadores nacionales, ya que se han llevado generales de la Vuelta a Burgos corredores tan importantes en el pelotón estatal como Joaquim Rodríguez, Abraham Olano, Samuel Sánchez, Mikel Landa, Alberto Contador, Alejandro Valverde, Pedro Delgado, Landelino Cubino o Marino Lejarreta, quien, con cuatro triunfos finales, sigue siendo el corredor más laureado en esta carrera. 

Hay otra razón por la que la Vuelta a Burgos es una carrera que siempre ha estado considerada entre las mejores en etapas de una semana (aunque permanezca en el UCI Europe Tour, un escalón por debajo del UCI ProTour) y esta razón es su recorrido. La habitual presencia de las Lagunas de Neila es una buena prueba de toque para los que se prueban para la Vuelta y los que estiran la energía del Tour. La prueba se termina en este puerto de largo (casi 15 km) con rampas del 17% desde 2008 (con excepción de la edición de 2014) y ha tenido un hueco, aunque no fuera para acabarla, en la prueba desde 1985. En su cima, han levantado los brazos corredores como Gianni Bugno, Raúl Alcalá, Michael Rasmussen, Iban Mayo, Juanjo Cobo, Ezequiel Mosquera, Esteban Chaves o Miguel Ángel López, además de muchos, más bien casi todos los mencionados anteriormente y que no hemos querido repetir aquí. Además de este puerto, la orografía propia de la tierra ha permitido siempre contar con otras etapas atractivas que definían, finalmente, el ganador final. 

Por todo ello, ya hemos dicho que el ascendente de la prueba nunca ha sido pequeño, pero este año, y por las razones que mencionábamos al principio, la colección de corredores laureados y bregados que se va a presentar en la línea de salida de la capital es excepcional. A saber, entre los confirmados para comenzar a competir, se encuentran corredores como los tres que pisaron el pódium el año pasado, Iván Sosa (INEOS), Óscar Rodríguez (Astaná) y Richard Carapaz (INEOS), más el ganador de 2017, Mikel Landa (Bahrain), pero, además, entre los muchos candidatos al triunfo final también encontramos a corredores como Alejandro Valverde, Enric Mas y Marc Soler en Movistar, Rafal Malka del Bora-Hansgrohe, Fabio Aru y David De la Cruz en el UAE Team Emirates, Louis Meintjes (NTT), Simon Yates y Esteban Chaves (Mitchelton) o el francés del Groupama David Gaudu. También serán de la partida corredores como el campeón del Mundo Mads Pedersen (Trek-Segafredo), el niño prodigo Remco Evenepoel (Deceuninck), el todoterreno Matteo Trentin (CCC), los escaladores del Team Jumbo Sepp Kuss y George Bennett, el belga del Israel Ben Hermans, los australianos Ben O'Connor (NTT), Jack Haig y Lucas Hamilton (Mitchelton) o el escudero de Mikel Landa, Pello Bilbao (Bahrain). Destaca, además, este año, que hay buenos candidatos en la especialidad de la lucha contrarreloj cuando no hay una etapa para ello (Evenepoel, Alex Dowsett, Lennard Kämna, Filippo Ganna, Patrick Bevin...) y, sobre todo, mucho galgo que obligará a varios equipos a buscar volattas para intentar ganar: Giacomo Nizzolo, Arnaud Demaré, Mark Cavendish, Fernando Gaviria, Matteo Moschetti, Sam Bennett, Max Walscheid...

En cuanto a la perspectiva más humilde y local, destacar que participarán en esta prueba los equipos Caja Rural, Euskaltel-Euskadi (debutará con su nuevo patrocinador), Kometa, Kern Pharma y el equipo que probablemente tenga más ilusión de todo el pelotón por correr en casa, el Burgos-BH. Estos se presentarán con su equipo de gala, destacando dos de sus mejores corredores en la Vuelta a España del año pasado, el cántabro Ángel Madrazo y el holandés Jetse Bol, además de otras dos bazas internacionales como el sudafricano Willem Smit y el colombiano Juan Felipe Osorio. Caja Rural llega con el rápido Jon Aberasturi, que ya consiguió una parcial en esta prueba el año pasado, más el combativo Jonathan Lastra u otro escalador colombiano como Alejandro Osorio. Por parte de los dos equipos continentales, Kern Pharma y Kometa, ganas de dar la sorpresa y comenzar a probar el talento más joven, con corredores como los italianos Alessandro Fancellu o Antonio Puppio en Kometa y Urko Berrade o el colombiano Daniel Méndez por los de Juanjo Oroz, quienes, eso sí, también contarán con corredores más veteranos como Jaime Castrillo y Enrique Sanz. Por último, el Euskaltel-Euskadi regresará con ganas y con un plantel competitivo en el que se incluye gente para la general como Rubén Fernández, velocistas como Juan José Lobato y escaladores como Mikel Bizkarra, además de gente rápida y aventurera como Julen Irizar y Mikel Aristi. No serán los nacionales los únicos equipos humildes con aspiraciones de dar la sorpresa, ya que también serán de la partida los francés del Nippo Delko Provence (Mauro Finetto, Riccardo Minali, Delio Fernández), los rusos del Gazprom-Rusvelo (Sergeii Chernetski, Marco Canola, Simone Velasco) y el Bingoal WB que dirigen los belgas Olivier Kaisen y Christophe Detilloux (Jelle Vanendert, Baptiste Planckaert, Eliot Lietaer). 

Un pelotón con pedigrí que empezará a rodar mañana, empezando en la capital de la provincia y terminando en la misma, pero cuesta arriba, para alcanzar las laderas del Alto del Castillo, de tercera categoría, una rampa urbana donde ganarán, probablemente, hombres rápidos a los que no se les atraganten los porcentajes. La segunda etapa, con salida en Castrojeriz y llegada en Villadiego, será, probablemente, la mejor oportunidad para los hombres rápidos, porque en la tercera, con los 8 kilometros de subida finales a Picón Alto no les dejarán oportunidad de luchar por la victoria, a buen seguro. Será la primera lucha por la general, que tendrá su continuidad en la última etapa, el sábado, con el ya mencionado final en las Lagunas de Neila. Antes, la cuarta etapa, sí que puede ver otro sprint en la meta de Roa de Duero. 

Hace unos días, en una entrevista a Remco Evenepoel le leía resumir la actual situación con sencillez pero contundencia: "Cinco meses sin correr son muchos meses". Esa incertidumbre será, en parte, la que defina una carrera que, sobre el papel, abre el nuevo y socorrido calendario de competición, repleto de cambios de fecha y con grandes ausencias, con un listado de lujo y un recorrido de perfil atractivo. Habrá que aguardar a mañana, mientras hacemos la digestión de la comida, para empezar a responder a las incógnitas. 

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