Fanzine deportivo literario. Crónicas caprichosas sobre héroes y villanos del mundo del deporte
miércoles, 31 de diciembre de 2008
Nate McMillan
Esta pasada noche, en la victoria de los Blazers contra los Celtics, McMillan nos ha dejado una jugada para la historia: durante varios segundos, incluso han metido una canasta, su equipo ha jugado con seis jugadores. Al final, las protestas de los Celtics, encabezados por Kevin "Bocachancla" Garnett han dado fruto y a los Blazers les han anulado la canasta y les han pitado técnica. Menos mal que al final, han ganado. Me acuerdo del canastón de Middleton cuando jugaba en el Barça. ¿Alguien se acuerda? Era el partido dominical de la mañana. Recuerdo que estaba tirado en la sala, solo en casa, haciendo algo más al mismo tiempo que veía el partido de reojo y de vez en cuando. Hubo un salto entre dos en la bombilla del Barcelona, saltaron, el balón le cayó a Middleton y éste se giró ágilmente y, sin oposición, machacó su propio aro. Aún puedo recordar la cara de sorpresa del jugador contrario, no sé por qué me suena que era Pepón Artiles y jugaba el Barça contra el Gran Canaria, aunque igual ni Pepón jugó en el Gran Canaria y estoy mezclando recuerdos otra vez. Pero la canasta, la cara gélida de Middleton y mi sorpresa, puesto de pie, buscando a alguien por casa para contárselo, sí que las recuerdo claramente. Creo que fue Chinche Lafuente, aquel base madrileño que también pasó por el Cajabilbao, quien se metió un triple en su propia canasta al intentar evitar la presión de un contrario junto a la esquina del campo. Si no fue él, quizás fue algún otro base nacional del Huesca la Magia. Y recuerdo una canasta de Isaiah Rider, otro "baby-Jordan" casi contemporáneo de Harold Miner, que al intentar evitar que el balón saliera por la línea de fondo, se lanzó de cabeza y, de espaldas, metió una canasta inverosímil. Hace un par de años, André Iguodola o Iguodala o como sea, metió una de esas canastas que yo intentaba cada dos por tres en el patio del colegio, y una vez me salió jugando un partido de tres contra tres y fue uno de los patéticos minutos de gloria como patético jugador de mi patético playground. Consistía en entrar a canasta desde un lateral, preferentemente, no sé por qué porque la lógica dicta lo contrario, por la izquierda, alargar el bote para hacerle creer a los demás que vas a intentar una bandeja a aro pasado, pero, en lugar de usar la mano derecha, usar la izquierda para lanzar el balón con efecto por detrás del tablero, que lo salve sin tocarlo y que caiga el balón limpio desde arriba hasta el aro. Iguodola lo hizo en un partido de la NBA, claro. Darius Songaila no pudo evitar que la pelota rebotara en su hombro y entrara por la canasta de su equipo... Y ya está, si me acuerdo de más, no me quiero acordar. Iguodala, Isiah Rider, Chinche Lafuente, Middleton, Songaila y... pongamos que Javi Salgado por decir uno de la casa y con un clásico, un triple desde muy lejos, sin mirar y con el contrario encima. Así ya tenemos los seis jugadores que Nate McMillan necesita.
martes, 30 de diciembre de 2008
Casey Harriman
Bueno, ya ni me acordaba donde lo había dejado. Me parece que nos quedamos con la crónica de las dos primeras victorias en el Findlay Toyota Las Vegas Classic, y pendientes de los dos partidos que les quedaban por jugar dentro de este torneo. Y los resultados no pudieron ser mejores, ya que la Universidad de Creighton cosechó otras dos victorias. La primera, por 84-65, ante Fresno State, y la segunda, por 83-75, ante De Paul. En la primera, Casey dispuso de quince minutos para aportar 7 puntos y 5 rebotes. El mejor volvió a ser, una vez más, Booker Woodfox. En la segunda, ante De Paul, Casey no anotó en catorce minutos y consiguió dos rebotes y una asistencia. ¿Quién fue el mejor? Pues sí, el mismo. Por De Paul destacó, como no, Dar Tucker, 32 puntos para un alero saltarín que ya tiene su propia web y una colección de vídeos en youtube. Con estas dos victorias, además de adjudicarse el Findlay Toyota Las Vegas Classic, Creighton sigue con un récord de victorias bastante positivo. Además, ya de regreso al Qwest Center de Omaha, añadieron una nueva victoria al bagaje de la temporada al vencer por 68-56 a Wichita State. Casey jugó dieciséis minutos en los que consiguió 5 puntos, 5 rebotes y 1 tapón. Después de una racha de ocho victorias consecutivas, ahora les toca a los Bluejays marcharse de viaje: los próximos dos partidos les llevarán hasta Indiana e Illinois. Ya veremos qué tal le va a Harriman y a sus compañeros.
miércoles, 24 de diciembre de 2008
Sandra Myers
Tenía un amigo que estaba loquito por Sandra Myers. Se tragaba todos los campeonatos de atletismo: el campeonato nacional indoor, el outdoor, el campeonato de europa indoor, el outdoor, las Olimpiadas, el Campeonato del Mundo, la Golden League... Pongo puntos suspensivos porque no se me ocurren más. Empezó a correr él mismo. Se dijo: si consigo ser un buen corredor quizás se fije en mí. Poco le importaba que estuviera felizmente casada. A los pocos meses, abandonó la idea de ser un corredor de velocidad... e intentó serlo de fondo, pero, en el fondo, sabía que ni lo uno ni lo otro. Después, se enteró de que era profesora de piano, y empezó a tomar clases particulares. Si los demás íbamos a clase con la carpeta forrada de fotos de jugadores de fútbol y de la NBA o las chicas con miradas profundas de los tíos de Duran Duran y de Spandau Ballet, él llevaba a Sandra Myers por los dos lados. Sandra por uno, Sandra por el otro, y si no era en Historia, era en Religión, pero eran muchas las veces que si te girabas le veías ensimismado mirando la zancada de Sandra Myers. De verdad, nos llegamos a preocupar. Él se ponía muy serio. Decía que aquello no era una chiquillada, que sentía algo especial por Sandra y que no pararía hasta demostrárselo. El verano del 91 trabajó dos meses poniendo techos de pladur y así ahorrar dinero para el verano siguiente, el del 92, cuando pensaba viajar hasta Barcelona y, añadía, conseguiría acercarse hasta la Villa Olímpica, abordarla y confesarla su amor sentido y eterno. Ella se lesionó y tuvo que renunciar. Él se llevó tal berrinche que canceló la reserva de avión y el resto del dinero lo distribuyó en fines de semana que dedicó a dilapidar los ahorros en largas noches de cubatas y chupitos que sus amigos aún agradecedemos, sentida y eternamente, a Sandra Myers y su lesión. Aquel fue un golpe muy duro. Durante unas semanas, no habló más de Sandra. Un mes más tarde, dijo haber averiguado dónde vivía, pero no dijo qué quería hacer con esa información. Antes de que llegaran las olimpiadas de Atlanta, estaba casado, tenía un hijo y un trabajo fijo poniendo techos de pladur. Se había casado con la vecina que le dio lecciones de piano y a su hijo le pusieron Alejandro. Nunca más volvió a hablar de Sandra Myers hasta una nochebuena, y por eso me he acordado hoy, que salimos todos los amigos, algo poco común en la cuadrilla, y terminamos en la misma tasca de la entrada de Nigel Mansell, bebiendo cubatas y chupitos a costa de su paga doble de Navidad. Entonces, inconsciente por el alcohol y enardecido por las efusivas muestras de amistad, le guiñé un ojo y en una voz muy ronca pero audible para todo el bar, le pregunté: ¡oye!, ¿y qué fue de tu idilio con Sandra Myers? Aún hoy en día, cuando hace mal tiempo, puedo decirte si va a llover solo con tocarme la herida de mi sien izquierda.
martes, 23 de diciembre de 2008
David Seco
Hoy me han dicho que Sven Nijs cobra unos ocho mil euros solo por participar en aquella prueba que quiera contratarle. ¿De verdad? Buff, ¡cómo anda el ciclocross por Bélgica! Ahora que él y Lars Boom parecen repartirse la hegemonía en este deporte, la diferencia entre belgas, holandeses y checos en menor medida, y el resto del planeta parece agrandarse. Algún francés y algún italiano aún intentan colar su maillot entre tanto flamenco y valón. Aquí, en los circuitos embarrados del País Vasco, siempre ha habido mucha afición. Jokin Mujika fue quizás el que llegó más lejos: subcampeón del Mundo juvenil hace ya demasiados años. Sin embargo, luego no cumplió las expectativas, ganó la Bicicleta Eibarresa por delante de Robert Millar y Charly Mottet, pero poco más. Un año antes de aquel subcampeonato, Iñaki Vijandi ganó el campeonato del Mundo Junior, en 1979. Aún hoy es el único corredor hispano en haber sido campeón del Mundo. Otros ciclocrosistas vascos se conformaron con tener relevancia en el ámbito nacional: Yurrebaso, Izaguirre, Irusta, Mayora y Basualdo, quien fue subcampeón del Mundo amateur en 1970. El único que ha estado cerca de tales éxitos en los últimos años ha sido David Seco. El de Busturia ha sido campeón de España, de Euskadi y de Bizkaia en repetidas ocasiones, llegó a ganar pruebas en Bélgica y estuvo cerca de los mejores en pruebas tan importantes como las de Igorre y Asteasu, esta última llegó a ganarla. Al parecer, hace unos días se cayó corriendo una prueba fuera del País Vasco, eso me han contado. Hace unos días, volvía a las noticias de los periódicos al vencer en la prueba de Ermua y reivindicarse después de no ser seleccionado para correr en Igorre. Tiene ya 35 años. Richard Groenendaal corre con 37 y Erwin Vervecken con 36. No seré yo quien le entierre, pero, de todas formas, todas las historias tienen un final. En estos últimos años, son muchos los ex-corredores de carretera que se han centrado en el ciclocross durante el invierno, Tino Zaballa, Javier Ruiz de Larrinaga, Unai Yus, Egoitz Murgoitio, Aketza Peña... he oído cosas buenas y malas sobre esto. También son muchos los que vienen del mountain bike, José Antonio Hermida y David Lozano... he oído más cosas malas que buenas sobre esto. Dentro de poco será el campeonato nacional en Valladolid. Los Díaz Arrola, Suárez, Juárez, Erlantz Uriarte, en sus distintas categorías, competirán con algunos de los anteriores por el cetro del ciclocross nacional. Para que alguno de ellos pueda algún día, como en su día hicieron Vijandi o Mujika, luchar contra los belgas, checos, americanos, franceses, italianos y holandeses por el cetro mundial, creo que queda aún mucho, muchísimo. Si te lo paras a pensar, el ciclocross, quitando deportes como el críquet o el cróquet, es uno de los deportes dominado por menos naciones. ¿Las condiciones climatológicas? ¿La tradición? ¿La afición? Quién sabe, pero, me temo que aún quedan muchos años antes de que podamos volver a ver a uno de los nuestros, enfangado y sin respiración, pero contento por haberse batido en igualdad de condiciones con la última estrella belga de moda.
lunes, 22 de diciembre de 2008
Matas Niparavicius
Este sí que es un jugador de baloncesto lituano. Un día estaba en el Dunixe, tomando un café y echándole una ojeada al periódico y, en una de esas pequeñas reseñas que añaden al final de la sección de baloncesto, leí que Niparavicius fichaba por un equipo alemán, creo. No tenía ni idea de quién era Niparavicius, pero el nombre me hizo muchísima gracia. He visto nombres muy curiosos en los periódicos, tanto verídicos como los que se inventan tras las erratas de algunos periodistas adormilados, como cuando Radio Ciu fichó por el Espanyol según el Mundo Deportivo. Pero lo de Ni-para-vicios ha sido lo más gracioso que he encontrado y además, sin erratas tipográficas. Vale, bueno, tampoco es que sea para empezar a soltar carcajadas, pero es un apellido curioso donde los haya, ¿o no? Hasta se podrían hacer chistes sobre el colmo de un jugador de baloncesto pobre, ¿no? Vale, me callo, ya lo dejo. El tal Niparavicius es un alero bastante alto, 2'07, que nació hace 26 años en Lituania. Se ha formado en Estados Unidos, principalmente en North Carolina, aunque jugó antes en el BBS Vilnus de su país. Tras terminar su carrera universitaria, empezó un periplo bastante curioso que le ha llevado a jugar en su país de nuevo (Neptunas Klaipeda y Panevezys Aukstaitija), en Alemania, en Chipre, en el KRKA Novo Mesto de Eslovenia y en la República Checa, donde juega esta temporada en el BK Synthesia Pardubice. Seguro, seguro que si algún día el destino le trae hasta la Liga ACB, seguro, seguro, que alguien será el segundo en hacer chistes con su apellido. Pobre Niparavicius.
Maris Valainis
Parece que voy a hablar de un jugador de baloncesto lituano, ¿verdad? Quizá el último escolta tirador salido del Lietuvos Rytas o el sucesor de Sarunas Jasikevicius en la selección. Pues no. Anoche volvimos a ver la película de 1986 Best Shot, más conocida por estos lares como Hoosiers: Más que ídolos. Maris Valainis era Jimmy Chitwood, la estrella del equipo, un joven húerfano de Hickory que se decidía a volver al equipo cuando los adultos se preparaban para cesar en su cargo al entrenador Norman Dale, una especie de alter ego de Bobby Knight. Algún día tengo que escribir sobre Bobby Knight, ¿que no? El caso es que aunque la película terminó casi a la una y media de la madrugada y a la mañana siguiente, ésta de hoy, día en el que la gente se ilusiona por que le cuadren cinco números caprichosos, había que levantarse temprano, antes de ir a la cama, me conecté a internet y busqué información para saber qué fue de Maris Valainis. Y lo que encontré fue curioso, porque Maris era el único jugador, o actor-jugador, de la plantilla de los Huskers de Hickory que no jugaba al baloncesto en el instituto. Y, aún así, fue elegido para el papel estelar. En alguna página, no recuerdo ahora, leí dos anécdotas sobre el rodaje de la película. La primera hablaba de esa escena en la que Jimmy está entrenando en una vieja canasta clavada sobre una calva de tierra roja mientras el entrenador le habla. Jimmy confesó que ni tan siquiera escuchaba lo que decía Gene Hackman, que se limitó a concentrarse en los tiros y que, una vez entrado el primero, todos los demás entraron, ¿falla el último cuando Gene Hackman se vuelve a propósito? La segunda anécdota también hablaba sobre un tiro, esta vez, el último, el que decidía en el último segundo la victoria en el campeonato del estado de Indiana. A Maris le dijeron que lo fallara o lo metiera, toda la gente iba a saltar a la cancha y había que seguir con el papel porque era necesario una toma general. Afortunadamente, Maris lanzó y convirtió el tiro. Al parecer, Valainis hizo un par de papeles más en el mundo del cine, pero su carrera como actor no fue ni larga ni exitosa. Ayer, mientras mi hermano y yo veíamos la película, ya, al final, nos reíamos porque, la verdad, es que el chaval no debió tener muchos problemas para aprenderse el guión. Solo habla en dos escenas de la película, cuando se presenta por sorpresa en la reunión para cesar al entrenador, dos frases para anunciar que vuelve con la condición de que el entrenador no se vaya, y punto. No vuelve a hablar hasta que al final de la película le pide al entrenador que no cambie de táctica y que le deje a él jugarse el último balón. Al parecer, en lo que Maris destacó fue en golf. Jugó al golf en la universidad y aún hoy en día es jugador profesional. Es difícil imaginárselo si no distinguimos a Maris Valainis de Jimmy Chitwood. Jimmy llegó a jugar para la Universidad de Indiana después de conseguir una beca de baloncesto. Se licenció en ingeniería agrónoma y llegó a jugar en la CBA y dos temporadas en los Houston Rockets de la NBA. Sin embargo, en su segunda temporada en el equipo tejano, se lesionó de gravedad en su rodilla derecha y, tras jugar una temporada más en la CBA, se retiró. Vivió en Houston y New Orleans hasta que se casó con una antigua compañera de la universidad de Indiana. Entonces, volvieron a Hickory y aprovechó sus ahorros para comprar una vieja granja y sus estudios para poner en marcha una empresa pionera en la producción de azúcar de caña. Accedió a encargarse de entrenar al equipo del instituto y después de doce años en el cargo lo dejó cuando su hijo entró a formar parte de la plantilla. Jimmy Chitwood murió a los ochenta y siete años de vida, tan solo tres meses después de que lo hiciera su mujer. En Hickory, le han puesto su nombre al nuevo parque junto al estadio del Instituto.
viernes, 19 de diciembre de 2008
Casey Harriman
Dos partidos más para los Bluejays de Creighton. Sábado y lunes, los dos en Omaha, y dos victorias más. La primera ante Northern Colorado por 85-66 y la segunda contra Southern por 71-60. En la primera, Casey jugó 20 minutos y aportó 2 puntos y 1 rebote. El mejor volvió a ser Booker Woodfox aunque también destacó el hermano de Kyle Korver, Kaleb, con 14 puntos. En la segunda, Casey, otra vez mal en el tiro, solo 2 puntos y con malos porcentajes, jugó tan solo 13 minutos aunque aportó, esta vez, cinco rebotes y tres asistencias. El mejor anotador, una vez más, Booker Woodfox, bien secundado por los de siempre, Cavel Witter y P'Allen Stinnett. Estos dos partidos, y los próximos dos ante Fresno State y De Paul/Saint Louis forman parte de un espectáculo llamado el Findlay Toyota Las Vegas Classic y, por ello, los dos próximos partidos se jugarán en Las Vegas. Buena oportunidad, para echar unas partiditas y... esperemos que no ande Bruno Cirillo de vacaciones por allí.
Bruno Cirillo
Cirillo, jugador italiano de fútbol, ex-jugador del Levante en primera división, dice que desde pequeño soñó con ser actor porno y que no descarta dedicarse a ello algún día. Añade: "si mis compañeros me llaman superdotado por algo será." Decían que lo único que hizo Cassano mientras vivió en Madrid fue comer bollos y follar como un loco, lo sé, me he dejado llevar por un lenguaje poco expresivo, pero así me lo dijeron. Otro más: la novia de Cristiano Ronaldo dice de él que es un "animal en la cama." Bien por él, y por ella. Makelele dio lugar hasta a chistes en programas humorísticos televisados. Pelé declaró ser adicto al sexo. Ronaldo era adicto a tenerlo con mujeres que no eran mujeres del todo. Su famoso cumpleaños ayudó a La Costa Brava a escribir una canción. Al chileno Pinilla le pillaron con una modelo en la ducha y el video sigue colgado en Internet. Solo con decir su nombre, vale: George Best. John Carew se lesionó en un club de striptease, aunque si hiciéramos solo una lista con los asiduos a estos locales, deberíamos empezar con la selección inglesa casi al completo. Burrito Ortega, McManaman y Fowler, el gran Max Mosley, Romario, Adriano, Gascoigne, Benjamín Zarandona, Effenberg, Emmanuelle Petit y su linda autobiografía, todo un manual de excesos, Michel Salgado en Salsa Rosa... Mario Chalmers y Darrel Arthur, dos novatos este año en la NBA, se corrieron una buena juerga cuando asistían a los cursos de comportamiento que la NBA les obliga a atender antes de empezar su primera temporada. Kobe Bryant fue juzgado. La mujer de Andrei Kirilenko dijo, en su día, que dado el número de tentaciones que tenía su marido a lo largo de la temporada, había decidido permitirle una canita al aire por año. Paula Abdul y las famosas cheerleaders de los Lakers. Dennis Rodman y qué puedo decir... Y, como contraste, A.C. Green quien al batir el récord de la NBA de partidos consecutivos, más de mil partidos seguidos sin fallar por lesión o enfermedad, declaró que el secreto era "leer la Biblia todos los días y mantener la virginidad," Kaká quien, supuestamente, llegó virgen al matrimonio, Bodo Illgner y su recta y santa esposa... No se me ocurren más así y ahora. Si algún día Cirillo graba la película de sus sueños, por lo menos, ya tiene nombre artístico porque Bruno Cirillo, suena bastante bien, casi tan bien como esos apellidos de jugadores que han dado pie a tantas chanzas eróticas: Poyatos, Marica, Penev, Folhador... En fin, con esto y una cerveza, hacemos la tarde, ¿que no?
miércoles, 17 de diciembre de 2008
Javier Clemente
Con la edad, si quieres, aprendes que no es bueno tener respuestas para todas las preguntas. Tampoco es que las cosas se solucionen con preguntas y más preguntas. Quizás, lo que vale, es intentar buscar las respuestas. En la búsqueda está la respuesta, igual que a Huckleberry Finn le valía con ir aunque no supiera muy bien a dónde ir. ¿Qué? Nada. Que todo forofo del Athletic, a poco que se precie, ha tenido que tomar, alguna vez en su vida, la decisión de odiar o amar a Javier Clemente. Parecía que no existía término medio. Y eso que, para una gran generación, el nombre del rubio de Barakaldo ya no iba ligado a Manolo Sarabia, si no más bien a De la Morena. Muchos echamos de menos, algo que ni tan siquiera podemos recordar con exactitud. Nos acordamos de faltar al colegio, de que nuestra madre nos zurzió una bandera, de salir con ella al balcón, y de la gabarra, surcando la ría, de lejos, hermosa y colorida desde lo alto de la colina. Muchos nos acordamos de aquellos jugadores que, pase el tiempo que pase, tuvieran entonces la edad que tuvieran, parecían nuestros padres. ¿Lo hemos idealizado? Los hechos son los hechos: ganaron dos ligas y una copa y, muchos de ellos, tenían el talento más preciado hoy en día, el del trabajo duro y en equipo, poco más. No sé si lo hemos idealizado o no, pero echarlo de menos, lo echamos. Y, supongo, echamos de menos a Javier Clemente. Ahora que acaban de cesarlo en el Murcia, se da uno cuenta de cómo pasa el tiempo. Y, cuando el tiempo pasa, es muy difícil que algo que añoras vuelva a suceder. Podrá ser algo parecido, pero nunca lo mismo. La gente pertence al tiempo más que el tiempo a las personas y nunca somos conscientes de ello. El Rubio de Barakaldo... buff, cómo ha paseado el nombre del pueblo por toda España, y por el extranjero, hasta por Irán. Además, lo ha hecho de la única manera en la que se podía pasear el nombre de este pueblo, sin extremos, en gris, con amor y odio en la misma medida. No sé cómo le habrá sentado a él. A mí, que ni me va ni me viene, me hace pensar: ¿dónde está Benito Floro? ¿Dónde está Nevio Scala? ¿Dónde está Bozidar Maljkovic? ¿Dónde está Cees Priem? ¿Dónde está Ferretti? ¿Dónde estoy yo? Cómo pasa el tiempo. Hace unos días, un amigo mío que trabaja para una gran empresa productora de acero corrugado, me comentaba que habían venido a instalarle una nueva caseta en la entrada a la fábrica y que el comercial de la empresa que se encargaba de ello era Ricardo Moreno. ¿Sí? Los socios de mi equipo sí se acordarán de él. Pues eso, que en días como éste, en el que a Clemente le finiquitan el contrato y, probablemente, se la trae un poco floja, a aficionados sentimentales como yo lo que nos afecta es el paso del tiempo, el inexorable paso del tiempo. Que se lo pregunten a Dikembe Mutombo.
jueves, 11 de diciembre de 2008
Casey Harriman
Los Bluejays recibían esta semana una mala noticia, uno de sus ex-jugadores era cortado en su equipo: los Spurs han enviado a Anthony Tolliver a la liga de desarrollo y han recuperado al francés Ian Mahinmi. Sin embargo, para el equipo de esta temporada, todo son buenas noticias: dos victorias más. La primera, en el Palestra ante Saint Joseph's por 69-58 y la segunda ante Dayton en casa por 77-59. En el primero, Harriman disfrutó de diecisiete minutos en la histórica cancha universitaria, aportando 6 puntos, 1 rebote, 2 asistencias y 1 robo. La estrella del encuentro fue Booker Woodfox con 29 puntos. Por Saint Joseph's, destacó el senior Ahmad "Slim" Nivins con 18 puntos y 11 rebotes. Contra Dayton, Harriman bajó su aportación en puntos, solo tres, pero jugó más minutos, 21, y secundó el buen trabajo anotador, una vez más, de Booker Woodfox (21 puntos), con 7 rebotes. El escolta de Lewisville, Texas, Booker Woodfox ha sido nombrado esta semana mejor jugador de su conferencia, por cierto, antes incluso de enfrentarse a Dayton y conseguir que estos salieran derrotados por primera vez en la temporada.
martes, 9 de diciembre de 2008
Chuck Hayes
Chuck Hayes se lleva el premio. No lo había visto, la verdad. Me lo he encontrado de casualidad enredando en internet. Alguien colgó el video de su partido contra los Denver Nuggets y la cara de asombro que ponía Allen Iverson, así que todavía estaba jugando Iverson con los Nuggets. Bueno, me explico. Yo había estado esta tarde viendo el tercer partido del Bilbao Basket en su debú en competiciones europeas. Jugaban contra el Nymburk, en la República Checa. Ellos tenían, y tienen, no le ha pasado nada, a un alero llamado Sokolovsky a quien, en un momento dado, le ha tocado tirar tiros libres. Y él chaval los ha tirado desde la izquierda, creo, no en el centro como todo el mundo. Y me he puesto a pensar en quién tiraba los tiros libres así antes, y quién era buen tirador de tiros libres y quien era malo. Yo creo recordar que alguna vez vi a Michael Adams lanzar los tiros libres escorado. Adams triunfó muy a principios de los noventa con aquellos Denver Nuggets que entrenaba Paul Westhead, con 119 puntos de media por partido y 132 en contra. Quién no se acuerda de los Blair Rasmussen, Abdul-Rauf, Orlando Woolridge, Walter Davis, Reggie Williams, Todd Lichty, Jerome Lane, Marcus Liberty o Joe Wolf, corriendo y tirándose hasta las zapatillas. Adams terminó con medias de 25 puntos y 10 asistencias por partido y se hizo famoso por lo que los americanos llaman "push-shot", tirar con una sola mano y por encima de tu hombro. Y otro que solía hacer eso, me he acordado de repente era John Korfas, el base americano, y griego también, ¿no?, de PAOK y Panathinaikos que tiraba con una sola mano. Volviendo a pensar en quién tiraba bien o mal, me he acordado de Mark Price para lo bueno, con los Cavs. De Tracy McGrady en aquel partido contra los Lakers donde se llevo un golpe en la mano derecha, su mano de tiro, y lanzó los tiros libres con la izquierda e intentando no usar como apoyo la otra: el primero entró limpio, el segundo fue una piedra. Y ya, me he concentrado en los malos tiradores de tiros libres. He pensado en los de siempre, el viejo Chamberlain, según lo que decía un amigo mío, porque yo no tengo ni idea, y los más famosos en los últimos años, Shaq y Ben Wallace, quien, probablemente, tenga la peor estadística de la historia. Entonces, me he puesto a rebuscar en internet, para ver si encontraba algún video de Arinze Onuaku, un pivot de la universidad de Syracuse del que había oído hablar en algún foro sobre baloncesto universitario, más bien por lo famoso que se hizo cuando se cargó el cristal de un tablero al hacer un mate, pero también por algún tiro libre horroroso que se había permitido el lujo de dejar para la posteridad (ambos videos se encuentran fácil en youtube), pero, a lo que iba, mientras buscaba a Onuaku, me he encontrado con Chuck Hayes. Y Chuck se ha llevado el premio y el honor de encabezar esta entrada. No lo dudeis, intentad encontrar los videos de Chuck Hayes en la red, no será difícil, es lo bueno y lo malo de las nuevas tecnologías. Si los veis, intentad ayudarme, ¿ha tirado siempre así?, ¿le pasó algo?, ¿nadie puede ayudarle? No me sé la historia completa, igual tiene explicación. Espero que tenga explicación. Por el bien de Chuck. Su cara en los videos, es todo un poema. Todo un poema de Sylvia Plath justo antes de meter la cabeza en el horno.
viernes, 5 de diciembre de 2008
Daryl Morey
Daryl Morey, general manager de los Houston Rockets, ha afirmado en una entrevista reciente que utiliza los videjuegos para hacer su trabajo. Según Morey, los simuladores de juego son herramientas fiables para mejorar su labor de "scouting". Morey explica como se puede seguir a los jugadores rookies y analizar sus movimientos y sus prestaciones en un ficticio equipo elaborado para simular su aportación al club. La respuesta de distintos mánagers de la Liga ACB contenía expresiones como: "me quedo alucinado," "eso es una chorrada de los de la NBA" o "me parece una broma." Morey dice que en ocasiones no dispone de suficientes videos para juzgar las cualidades de un rookie. Joder, que le presten los vídeos los programadores del videojuego. Quizás así se explique como un equipo que tiene a dos mega estrellas, Tracy McGrady y Yao Ming, a dos jugadores que quisieron serlo, Ron Artest y Steve Francis, a una leyenda del playground, Rafer Alston, a jugadores regulares y con mucho talento y aportación al trabajo de equipo, como Luis Scola, Shane Battier o Brent Barry, quizás así se explique, decía, como, aunque no tuviera a todos estos jugadores las temporadas anteriores pero casi, los Rockets no llegan a las finales ni tiene pinta de que vayan a llegar tampoco este año. Yo juego al NBA Live, acabo de derrotar a New Yersey Nets en la primera ronda del play off y ayer gané el primer partido de las semifinales de conferencia contra Washington Wizards. Juego con los New York Knicks, y aunque sigue apareciendo el nombre de Isaiah Thomas, me imagino que soy yo el entrenador y que les he sacado del fondo del pozo en el que llevan sumidos tantos años (a ver si lo consigue D'Antoni por lo menos). Normalmente, juego con Shaun Livingston de base titular, Josh Childress de escolta, Adam Morrison de alero, Jorge Garbajosa de ala-pivot y de cinco pongo a Pau Gasol. En el banquillo, Sergio Rodríguez, Aleksandar Pavlovic, Shane Battier, David Lee y Robert Swift. Todos han terminado la liga regular con más de diez puntos de media en sus estadísticas. A Pau Gasol le ha nombrado la máquina MVP de la temporada regular. En lo que va de play-off, tiene una media de más de treinta puntos, diez rebotes, ocho asistencias y siete robos por partido. ¿No le daría un telele a Morey si viera el rendimiento de mis jugadores? Yo soy profesor. No me quiero ni imaginar la que se montaría si a alguien se le ocurriera hacer un simulador de mi aula. Sería divertido, eso seguro. Di que sí, Morey, espero que al menos juegues con tu hijo y así ejerzas de padre responsable y cariñoso, claro.
jueves, 4 de diciembre de 2008
Casey Harriman
Pues después del buen comienzo de temporada, con las tres victorias consecutivas en casa, los arrendajos azules de Creighton perdieron dos partidos seguidos antes de conseguir su cuarta victoria de la temporada. Perdieron en sus dos primeras salidas del año, primero contra Arkansas-Little Rock en Little Rock, Arkansas, por un apretado 69-71; y la segunda, en el derbi estatal ante la Universidad de Nebraska en Lincoln, la capital del estado, por otro apretado resultado, 52-54. En la primera derrota, nuestro amigo Harriman jugó solo nueve minutos, en los que solo tuvo tiempo de coger dos rebotes en defensa, anotar un triple y cometer dos faltas personales. En la siguiente derrota, a pesar del paupérrimo marcador, Casey tuvo más presencia en el juego del equipo y, de hecho, fue el segundo máximo anotador del equipo con 9 puntos, cogió 4 rebotes, puso 1 tapón y robó dos balones en 24 minutos de juego, el quinto jugador más utilizado. Sin embargo, perdieron el derbi, gracias en parte a la labor de Steve Harley, autor de 18 de los 54 puntos de su equipo. Y la cuarta victoria vino de nuevo en casa y ante Mississippi Valley State, por un contundente 82-58. Casey Harriman metió 8 puntos, cogió 3 rebotes y robó dos balones en tan solo 16 minutos. No está nada mal. Los mejores del equipo fueron P'Allen Stinnett con 18 puntos y Kenton Walker con 10 puntos y 10 rebotes. Por Mississippi Valley destacaron Tashan Newsome (¿tendrá algo que ver con la reina del arpa indie Joanna Newsome) con 22 puntos, y Dwayne Harmason con 12 puntos y 12 rebotes. El próximo partido les llevará hasta Pennsylvania donde jugarán contra la universidad de Saint Joseph's. La noticia es que Saint Joseph, que llevan esta temporada un registro de 3 victorias y 3 derrotas, tiene su campo cerrado por reformas y el partido se jugará en el mítico Palestra, uno de los campos más veteranos de las competiciones universitarias y conocido habitualmente como la Catedral del Baloncesto Universitario. Durante un tiempo fue el estadio de baloncesto más grande de los Estados Unidos (terminó de construirse en 1927) y en él jugaban antiguamente sus partidos, los cinco grandes equipos de Pennsylvania, Penn, Saint Joseph's, Temple, La Salle y Villanova. Seguro que a Casey Harriman le hará ilusión saltar a esa cancha. Por ahora, su temporada está siendo bastante buena, diría yo. No sé si él es ambicioso o está contento de su aportación al equipo. El balance de victorias es bueno, quizás doliera la derrota en el derbi y sus estadísticas son muy positivas para un jugador de equipo que nunca sale en el quintento titular. Esperemos que siga con la progresión
martes, 2 de diciembre de 2008
Tintín Márquez
Hacía unos días que no escribía y, aún hoy, hubiera seguido sin hacerlo, pero por aquello de que necesitaba relajarme un poco y olvidarme de las obligaciones que tanto me agobian, me he puesto a ordenar el rincón de la despensa donde me dejan que apile mis antiguos apuntes, y, al ordenarlo, ha salido, como del fondo de un armario, uno de aquellos viejos suplementos que la revista deportiva Don Balón solía publicar al final del año, resumiendo toda la temporada, desde la primera hasta el campeonato de juveniles. No sé si siguen haciéndolo, hace mucho que no compro un Don Balón. Ya ni lo ojeo gratis en el hipermercado. El caso es que el que ha aparecido era el de la temporada 93/94, y como tampoco es que tuviera muchas ganas de ordenar, me he distraído echándole un vistazo al librillo. Aquella fue la temporada que jamás olvidará Djukic. El Barcelona se llevó la liga con treinta goles de Romario y Johan Cruyff aún en el banquillo. El Athletic quedó quinto justo por detrás del Real Madrid, con aquel rombo mágico en el centro del campo. Un dibujo ideado por Jupp Heynckes, con Escurza, Garitano, Guerrero con el pelo corto por la mili y Urrutia. Julen marcó dieciocho y Cuco diecisiete. En el once tipo, solo había dos jugadores que no fueran de la cantera, Larrainzar y Ziganda, y de los once, 8 eran vizcaínos, si no me equivoco. Pero, a lo que iba, y de ahí el título de la entrada. El divertimento extravagante y apasionante del día para desconectar ha sido repasar los cuatro grupos de la segunda división B de hace ya catorce años. Al pasar una página, me he topado con una foto de Tintín Márquez, con pelo y con la camiseta del Figueres, debajo una leyenda que decía: Márquez sigue siendo, con 32 años, el alma del centro del campo. El ex españolista cumple su sexta temporada en el Figueres. Ahora que al pobre le han cesado en el Espanyol, lo de pobre me da hasta no sé qué decirlo porque ayer le vi en la televisión abandonar las instalaciones en un enorme Mercedes, me he dado cuenta de que él estaba entrenando al Espanyol, porque, la verdad, ni sé quién es ni de dónde había salido hasta hoy. Y, ahí vamos, me ha dado por repasar y mirar las plantillas, a ver qué sorpresas encontraba. En concreto, y para parecer más patético, me he puesto a repasar las plantillas para ver si encontraba entrenadores de hoy en día en sus últimos años como jugadores. Pura diversión. El caso es que he encontrado unos cuantos, en fin. Lo primero, de los 80 equipos que conformaban los cuatro grupos en aquellos años, solo 9 juegan ahora en primera y, menos, cuatro, Getafe, Numancia, Almería y Recreativo en Primera. Entre los que entrenaban en alguno de esos ochenta equipos, encontramos a actuales entrenadores de cierto renombre, sobre todo, el también recién cesado, Juande Ramos, por entonces en el Alcoyano, a Lillo, a Lotina, a Fernando Vázquez, a Gonzalo Arconada, Iñaki Saez, Manolo Villanova, Francisco Chaparro o veteranos ya incluso por entonces como Luis Costa, Nando Yosu, Yosu Ortuondo, Pepe Grande, Blas Ziarreta o Periko Alonso. Algunos entrenadores de éxito ahora, entonces comenzando sus carreras y buscándose las habichuelas, como decía mi abuelo, por campos de tierra y lodo. Y en lo que consistía mi juego era en encontrar entrenadores entre los jugadores, y una vez visto a Tintín, pensé que encontraría muchos, pero tampoco es para tanto. Encontré a Roberto Olabe, a Balta que creo que ahora entrena en Logroño, a Javi López, a Oli, a Luis César, a Unai Emery que estaba en el filial de la Real, a Mendilibar metiendo goles en Lemoa, a Loren, a José Luis Oltra, el ahora entrenador del Tenerife jugando aún en el Levante, a Asier Garitano que hasta hace poco entrenaba al Alicante si es que no sigue, al Raúl Agne jugando en el equipo que el año pasado consiguió ascender a Segunda A como entrenador, para desgracia del equipo de mi ciudad, a Pepe Mel, a Chuchi Gómez Cos que no sé qué andará haciendo ahora que desapareció Piterman, y a algunos entrenadores vascos sin mucho éxito que a algunos le sonarán a chino: Juan Luis Fuentes, González Etxeberria, Moska, Antonio Karmona o Jon Aspiazu, siempre de segundo de Ernesto Valverde, así que supongo que ahora andará en El Pireo. Y ese ha sido el juego con el que esta mañana he intentado desconectar. Lo escribo al mediodía en este blog y para la tarde ya se me habrá olvidado. A veces, conviene mirar atrás y darte cuenta de dónde vienes, o de dónde vienen otros para así recordarte que tú vienes (o aún no has salido) de un sitio parecido. Pues sí, filosofía barata para disfrazar un poco lo ridículo que parecen los ejercicios de distracción que utilizo últimamente, pero, de verdad, es que Tintín Márquez estaba guapísimo con tupecillo, la camiseta del Figueres y, encima, mordiéndose el labio inferior. Buff, necesito unas vacaciones
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