martes, 18 de octubre de 2011

Gustavo Lionel Siviero

"El Pájaro" Siviero no sabe ni por qué le llamaban así. Dicen que se parecía a alguien que tenía ese apodo, así que se quedó con él y sin saber a quién se parecía. Empezó a jugar al fútbol en Argentina, en el Colón Santa Fé. Tuvo que emigrar a Colombia, al América de Cali para regresar con credenciales a Argentina. Antes de hacerse el petate e intentarlo en Europa, Siviero jugó en Argentina con San Lorenzo, Newell’s Old Boys y Lanús. Entonces, saltó el charco. Y saltó el Mediterráneo para jugar en la Liga española con el Mallorca. El de Laguna Pavia tenía ya 29 años y llegaba a Mallorca acompañado de otro compañero de Lanús, Ariel Ibagaza. Además, en la isla se reencontraba con Carlos Roa, antiguo compañero en Lanús, que había hecho el mismo viaje el año antes y acompañado por Óscar Mena, con el que ya no coincidiría en Mallorca porque se fue ese verano al Atlético de Madrid. También andaban por allí, claro, Gabi Amato o Héctor Cúper, del que después llegaría a ser segundo entrenador en equipos como el Betis o el Parma. Fue el Mallorca de los títulos y Siviero se quedó con el balón de la final de la Recopa para regalárselo a su mujer que andaba embarazada. Con 33 años, marchó al Albacete, donde volvía a coincidir con Roa. Ambos fueron fundamentales para ascender a primera después de siete años de ausencia de los macnhego en la Primera división. Sin embargo, el argentino no disputaría muchos partidos y decidió volver a Colón, donde colgó las botas.
Siviero aprovechó sus primeros y buenos años en Mallorca para llamar la atención del por entonces seleccionador argentino, Marcelo Bielsa. En 1999 fue convocado para un amistoso contra Holanda, pero no debutó y ya no le volvieron a convocar.
Desde que se retiró, Siviero estuvo haciendo labores de entrenador dentro de la cantera del Mallorca pero el año pasado, y tras la marcha de otro exjugador del Mallorca, Goran Milojevic, tomó las riendas del Atlético Baleares.
Milojevic anda ahora entrenando en Eslovaquia y Siviero triunfa en el histórico equipo balear.
El equipo es líder con 21 puntos. Han ganado seis partidos y empatados tres. No han perdido ninguno. Llevan 16 goles a favor y 6 en contra.

El Atlético Baleares, y creo que ya lo he dicho antes, es un equipo histórico. Excepto algunos años que disputó en la regional, siempre ha competido en la Segunda B y la Tercera división, de cuyo grupo ha sido campeón en once ocasiones. Fundado en 1942, aunque sus orígenes se remontan a 1904. Juegan en el vetusto Estadio Balear, con una capacidad para 18.000 espectadores. Visten de blanco y azul. En algún foro, he leído como se considera que el At. Baleares es el equipo del pueblo y de la izquierda. Incluso en la wikipedia, se lee lo siguiente: “tradicionalmente ha estado asociado a las clases trabajadoras de la ciudad.”
El club, al parecer, pasó por muy malos momentos no hace mucho. Se temió, incluso, por su supervivencia. La llegada de un nuevo presidente, Fernando Crespí, le dio aire al club. Según he podido leer, Crespí reflotó el club gracias a la ayuda económica de Matthias Kühn, un adinerado hombre de negocios alemán que reside desde los años ochenta en Mallorca. Es dueño de muchas propiedades en la isla y dicen que novio de Norma Duval. Algunos ponen en duda la legalidad o moralidad de sus negocios, pero yo no tengo los datos para corroborarlo ni he tenido el tiempo de acceder a más fuentes.
De todas formas, parece que Kühn ha dejado el club tras la renovación del mandato de Crespí como presidente. Crespí se propuso y logró convertir el club en sociedad anónima deportiva y lo ha hecho, en parte, gracias al apoyo económico de otro hombre de negocios muy conocido en la isla: Bartolomé Cursach. Cursach es un magnate del ocio nocturno, al que, ya allá por 2003 el diario El País le dedicó un artículo con el título de “un magnate misterioso.” Cursach es dueño de Inverfútbol, una empresa que lleva la representación de varios futbolistas. En su día llegó a ser dueño y presidente del Mallorca.
Con la inyección de dinero y las ambiciones deportivas, la nueva junta se propuso darle buenas cartas a Siviero para que ganara la partida del ascenso. Intentaron fichar a Ariel Ibagaza, pero no pudo ser. Aún así, el Atlético Baleares tendrá probablemente una de las plantillas más fuertes, si no es la más fuerte sobre el papel, de toda la Segunda B. Un rápido repaso no deja lugar a dudas:



Brayan Angulo, defensa colombiano, ex del Dépor y del Rayo.
Javier Dorado, ex del Real Madrid, Salamanca, Spórting, Rayo o Mallorca.
El portero francés Nicolás Bonis que jugó en el Alavés o el Pontevedra entre otros.
El brasileño de la cantera del Fluminense, Thiago Benevides.
El antiguamente prometedor exdelantero del Betis, Dani, que también jugó en Cádiz, Elche o Recre.
Otro delantero andaluz que fue promesa, Antoñito, que hace poco volvió a primera con el Xerez, y ha jugado también en Murcia, Recreativo o Sevilla, con este último también en Primera, donde también jugó con el Sevilla y el Rácing. Se le conocía, si no me equivoco, como el Romario del Polígono.
José Jesús Perera, jugador en Primera y Segunda, donde fue pichichi. Ha pasado, entre otros, por Mallorca, Celta, Elche, Rayo o Albacete.
David Sánchez, el sevillano que deslumbró en el Barça B de Sergio García y Andrés Iniesta. Aunque no llegó tan alto como estos, calidad no le faltó nunca, y, a menudo, a raudales. Acabó jugando en Albacete, Alavés, Gimnastic, FC Timisoara en Rumanía, Castellón y Elche.
Biel Ribas, otro portero. Debutó con el Espanyol en Primera. También jugó con el Lorca y el Salamanca.
El riojano que fue titular con Osasuna, José Izquierdo. También jugó en el Gimnastic y el Logroñés.
El senegalés César Diop que además de jugar en categorías inferiores de Francia ha jugado en el Gimnastic y el Lorca.
Además de esto tienen a tres nigerianos, un andorrano, otro francés y un argentino.

Estoy convencido de que con estos jugadores y con el resultado que están dando hasta ahora, la afición del Atlético Baleares estará bien contenta e ilusionada. No sé qué opinarán a cerca del cómo más que del qué, aunque, probablemente no se podría hacer el qué sin el cómo, como no me entiendo ni yo mismo, pregunto, ¿el qué? Pero yo creo que sí se entiende. Habrá diversidad de opiniones, supongo. En cualquier caso, como ya explicaba, esta entrada solo nace de la curiosidad y es hermana de la anterior. Me sorprendió ver a Siviero entrenando en Segunda B y más me sorprendió aún ver el elenco de jugadores que se habían reunido para jugar en el Estadio Balear. Pero ya está, los juicios, incluso los sumarios, se los dejamos a otros.

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