viernes, 31 de agosto de 2012

Andreas Laudrup



Dos entradas seguidas sobre fútbol en este blog, ¿eh? No es muy habitual, y, además, arreglándomelas para evitar hablar de fichajes teutones, croatas de peinados demodé, peinados cameruneses demasiado de moda, sanciones, aplazamientos y de más. No, de nada de eso voy a hablar, aunque hable de fútbol. Aunque, quizás, después de leer esta entrada os parezca que estoy intentando, y de mala manera, imitar al marido de Maite Zuñiga. 
Pero es que ayer llegué a casa después de un día prácticamente entero fuera de ella y, sin mucha gana, encendí la televisión para poner las noticias. Mientras las daban y yo no les prestaba atención, se llegó a los deportes, hablaron del sorteo de la Champions, y me quedé con un nombre que, aunque me hubieras puesto un cuchillo en el cuello, no habría sido capaz de repetirlo o de escribirlo bien. Me pudo la curiosidad, igual que con el Avilés, y me puse a enredar, con la tele encendida, pero sin prestarle mucha atención a la lucha del profesor Bradford Crane con las abejas.
El equipo que llamó mi atención entre todos los que se pronunciaron ayer fue el Nordsjaelland. Aún hoy, he tenido que mirarlo dos veces para asegurarme que lo escribía bien. Son los actuales campeones daneses y, por lo tanto, tuvieron que luchar en las rondas previas su acceso a la fase final de grupos de la Champions League. Y lo han conseguido. Finalmente, han quedado encuadrados en el Grupo E, donde se enfrentarán al Chelsea de Fernando Torres, a la Juventus de sigo buscando delantero mientras alimento el hambre de rumores de los periódicos y al Shakthar Donetsk del croata Eduardo da Silva. Se lo pasarán bien en Farum Park esta temporada. 
Siempre hay cenicientas en la Champions League, equipos que sorprendentemente acceden a la fase de grupos y que, sobre el papel, no tienen el nivel de sus rivales. Ni el nivel, ni la capacidad económica ni el soporte social. Este año, se podría nombrar al CFR 1907 Cluj, al Dinamo de Zagreb o incluso al Spórting de Braga. El año pasado al Otelul Galati rumano que terminó con seis derrotas en seis partidos, marcó 3 goles y recibió 11, al Viktoria Plzen o al Basel, pero, en el lado opuesto al de los rumanos, también se podría nombrar al APOEL Nicosia que lideró su grupo con 9 puntos y pasó de ronda para eliminar en dieciseisavos al Olympique de Lyon y caer en los cuartos contra el Real Madrid. Este año, sin duda, el papel de cenicienta, y el de bravo equipo humilde si las cosas le van bien y la prensa puede tirar de épica al mejor estilo L'Auto, será, sin duda, para los daneses de Nordsjaelland. También esta vez he tenido que cerciorarme de que lo escribía correctamente.
La historia de este equipo es corta. Es un equipo muy joven que nació en julio de 2003. En realidad, nació unos pocos años antes con el nombre de BK Farum, pero en 2003 se cambiaron de nombre y eligieron el actual para fomentar la participación de toda la región danesa del Northern Sealand. Para robustecer ese compromiso crearon una red de 57 equipos amateurs que busca el compromiso de todos los jóvenes de la zona. 
Las cosas les han ido muy bien últimamente y sin cumplir ni diez años de historia. Ahora mismo, son segundos en la Superliga danesa con 14 puntos, a tres del primero. Pero ya andan celebrando, porque en su primera participación en la Liga de Campeones han tenido acceso a la fase de grupos. Así, han perpetuado la alegría que aún mantenían después de proclamarse campeones de la Superliga danesa en 2012, evitando que el poderoso Copenhague repitiera título. Y no es el único título que han alcanzado en los últimos años, porque ya fueron campeones de Copa en 2010 y 2011. 
El Nordsjaelland representa a la ciudad de Farum. En algunos sitios he leído que es un suburbio de Copenhague, en otros, que está a 20 km de la ciudad. El caso es que Farum tiene, según la wikipedia, 18.442 vecinos. Ni uno más ni uno menos. Menos de 19.000 personas que pueden reunirse casi todas en el Farum Park para ver a su equipo, un estadio ultramoderno que, además de tener un hotel de cuatro estrellas o un complejo para conferencias, tiene capacidad para 9.800 espectadores, y, en busca del récord, alcanzaron los 10.300. Si eran todos de Farum, como que el pueblo se tuvo que quedar vacío. Pero, el que no creo que estuviera, es Peter Brixtofte, el famoso ex-alcalde de Farum, que, actualmente, cumple condena por corrupción. Brixtofte, durante muchos años, fue un ejemplo de buena gestión para otros políticos daneses que ensalzaban su labor al timón de la ciudad de Farum. Luego resultó que se descubrió que le encantaba el vino caro y que detrás de eso, además de una posible adicción al alcohol, había una trama de decisiones económicas ilegales. El caso incluso llegó a salpicar al equipo de fútbol cuando se descubrió que, presuntamente, Brixtofte, con intereses personales en el club, había utilizados tácticas inapropiadas para favorecer la esponsorización del equipo.
En este equipo jugó Nicki Bille antes de ser traspasado al Villarreal. Actualmente juega en el Rayo después de triunfar en el Elche. Thomas Andreasen con 295 es el jugador que más partidos ha jugado.Hasta hace muy poco, el entrenador era Morten Wieghorst (ex jugador del Dundee o el Brondby, pero, sobre todo del Celtic de Glasgow). Sin embargo, desde Junio de 2011, su puesto pasó a ocuparlo Kasper Hjulmand, su antiguo ayudante, que ahora se ve ante el reto de dirigir al equipo ante los mejores clubes de Europa. 
La plantilla está compuesta por una mezcla de jugadores jóvenes y veteranos. Algunos de ellos les sonarán a los aficionados europeos más ignorantes de la actualidad danesa, otros, quedan solo para los pocos émulos de Maldini que saben hasta el color de las botas del delantero centro del Anorthosis Famagusta. 
El portero Jesper Hansen suele ser titular a sus 27 años. Ha estado prácticamente toda su vida deportiva en este equipo, donde, ahora mismo, le entrena Lars Högh, quien hizo toda su carrera deportiva en el Odense pero fue nombrado hasta en cinco ocasiones mejor portero del país y jugó el Mundial del 86 y la Eurocopa del 96 con Dinamarca. Hansen, que se ha confesado seguidor de Gianluca Buffon y aficionado de la Juventus, no es el único danés del equipo, por supuesto, pero no es, sobre todo, el único danés con peso en el equipo que apenas tiene renombre o bagaje fuera de su país. Jugadores como Kasper Lorentzen, salido del Brondby e internacional absoluto, Mikkel Beckmann, también internacional, Soren Christensen, Nicolai Stokholm, llegó al equipo procedente del Viking noruego, son importantes en las rotaciones pero sus nombres suenan a poco al resto de aficionados europeos. También pasa lo mismo con alguno de los jugadores que tienen pasaportes de otros países, ya sean jóvenes, como el ganés Enock Kofi Adu, el croata de la cantera del Hadjuk Split, Mario Ticinovic, el también croata y defensa central, Ivan Runje, el holandés cedido por el Twente, Joshua John, el marfileño de 20 años pero ya internacional absoluto, Jores Okore o el sueco de origen kurdo Rawez Lawan, o ya sean veteranos, como el americano Michael Parkhurst, internacional absoluto y olímpico, que ya llevaba unos cuantos años en Dinamarca donde llegara desde su país. 
Quizás los nombres que más les puedan sonar a los aficionados de la Liga BBVA son los de dos hombres de banda. Uno, defensa, Patrick Mtilinga, veterano lateral danés, que aquí acabó por conocérsele tras aquella desafortunada jugada con Cristiano Ronaldo como segundo protagonista. Antes de jugar un par de temporadas en Málaga, Mtilinga hizo casi la totalidad de su carrera deportiva en Holanda, donde jugó en el Excelsior, el Feyenoord y el NAC Breda. Ahora, ha vuelto a su país. Igual que volvió uno que, al menos durante un año, probó en la cantera del Real Madrid. Se trata del hijo de Michael Laudrup, el sobrino de Brian Laudrup, que, con 18 años, y tras no sentarle bien su experiencia en los juveniles del Real Madrid, regresó a su país y firmó su primer contrato profesional con el equipo de Farum. Aún sigue jugando ahí y su nombre es Andreas Laudrup.Como ha sido el último, para él va el título de la entrada.
Así que ya veremos si los daneses celebran o no celebran su participación en la Liga de Campeones. Aunque sospecho que celebrarlo, ya lo habrán celebrado antes incluso de que ruede el balón. Mientras tanto, el fútbol europeo seguirá mirando el reloj, esperando que se produzcan noticias en los despachos, hoy que se cierra el mercado de verano a eso de las 12 de la noche. Si me apetece, que seguro que no, lo revisaremos. Si no me apetece, que seguro que sí, ya volveré a encontrar, más tarde o más temprano, algo de qué hablar y que tenga que ver con un balón redondo rodando sobre un mullido césped verde. De hecho, creo que esto mismo debería haberlo dejado para otro día, ¿cómo puede ser que no use mi siguiente entrada para celebrar lo bien que me lo pasé viendo las vistas desde el Mirador de Ézaro aunque fuera por televisión?

martes, 28 de agosto de 2012

José Manuel Suárez Rivas


Alias Sietes. No revelaré cómo, pero, por casualidad, me encontré hoy enredando en internet y buscando información sobre el club más antiguo de Asturias, el Real Avilés, con casi 110 años de historia. Empecé por curiosidad, y seguí por lo mismo, hasta que acabé por convencerme de que tenía entrada aunque no fuera más que basada en curiosidades y casualidades. 
El Real Avilés ascendió este año a Segunda B tras siete años en Tercera División. No lo hizo en el campo, porque le eliminó el Coria, pero lo consiguió en los despachos tras la renuncia de varios clubes y la invitación de la Federación Española. 
Este pasado fin de semana celebraron el regreso con un derby ante el Oviedo de Félix Sarriugarte. Los asturianos no serán entrenados este año por Ricardo Bango. El exjugador de Oviedo, Spórting, Sevilla y Atlético Celaya, internacional por España, comenzó su carrera como entrenador en el Tuilla, la siguió en el Lealtad y el año pasado pretendía conseguir el ascenso con el Avilés, pero no pudo ser. En su lugar, Chiqui de Paz, que fuera su ayudante, encabeza un nuevo proyecto lleno de ilusión. Empezaron perdiendo porque el ovetense Manu Busto acertó dos veces en la portería local, pero aún quedan 37 partidos.
Volvemos a Sietes. Porque por eso escribo esta entrada. No tengo los datos para corroborarlo, pero sospecho que el Avilés puede ser uno de los equipos más veteranos de las ligas profesionales y semi profesionales de España. José Manuel Suárez tiene ya nada más y nada menos 38 años. No se ha cansado de jugar al fútbol después de 11 temporadas en primera (dos en Oviedo, dos en Valencia y siete en el Rácing), más experiencias en otras categorías con el Alavés, el Murcia, el Watford FC, el Numancia y el Lealtad, de donde fichó por el Avilés. Sietes tambiém fue internacional sub-21 y olímpico en Atenas 1996. Ahora, además de al fútbol, también se dedica a la política, siendo concejal del ayuntamiento de Villaviciosa. 
Él, probablemente, sea el más veterano de todos, pero no el único. Alejandro Rebollo, Gerardo Noriega y Jeffrey Hoogervost rozan los treinta o llegan, pero no los superan, aunque sus currículos invitan a considerarlos ya como todos unos veteranos. Rebollo tiene 29 años y es de Gijón. Ha llegado este año al Avilés después de pasar por la cantera del Getafe, el Oviedo, el Granada, el Lorca, el Palencia y el Cartagena. Gerardo Noriega ya llega a los treinta, pero aún es joven. Eso sí, este canterano del Spórting de Gijón, que llegó a debutar con el primer equipo, también ha jugado en el Poli Ejido, el Hércules y la Gimnastic de Tarragona. Finalmente, el año pasado llegó al equipo el holandés Jeffrey Hoogervost, quien está apunto de cumplir los 28 años. Tiene 27 pero lleva ya un bagaje digno de destacar y todo ello en España, a pesar de que empezó jugando en la escuela de fútbol del Ajax. De allí vino a parar a la de Mareo, le cedieron al Marino de Luanco, volvió al Sporting de Gijón, pasó por las canteras de Real Madrid y FC Barcelona, regresó al Marino de Luanco, fichó por el Zamora, y el año pasado llegó al Avilés. 
Estos tres jugadores no son tan veteranos como Sietes, pero los próximos cinco miembros de la plantilla de los que queremos hablar, si se acercan un poco más al lateral asturiano. Geni tiene 32, igual que Boris, Miguel, 34, Juan Díaz, 35 y Aitor Tornavaca, 36. Además, todos ellos cuentan con una dilatada experiencia que llama la atención cuando repasas la plantilla completa del equipo de Chiqui de Paz. 
Eugenio Suárez, alias Geni, empezó, precisamente, en la cantera del Avilés, pero pronto marchó a la del Oviedo, con los que consiguió debutar en primera muy joven e incluso llegó a golear. Desde que dejó el Oviedo ha jugado en Rayo Vallecano, Jaén y Alavés. Sergio Boris González tiene la misma edad y debutó también en primera, aunque durante más tiempo. Llegó a primera a través de la cantera del Oviedo, fichó por la Real Sociedad en lo que se convirtió en un fichaje histórico al ser el primer jugador español del equipo donostiarra. Luego jugó en Córdoba y Numancia y llegó a ser internacional sub-21. Con 34 años, sigue subiendo la media de edad otro con una larga trayectoria: el espigado delantero centro Miguel López Cedrón. A sus 34 años, el asturiano juega ahora en el Avilés, después de haber pasado por el Spórting, el Leganés, el Eibar, el Numancia, el Elche y el Oviedo. Un año más tiene Juan Díaz Prendes, que salió de la cantera del Spórting y llegó a jugar más de 200 partidos en el primer equipo, además de ser nombrado capitán. También jugó en la Gimnastic de Tarragona y el Poli Ejido. Últimamente, jugó en el Montañeros y el RSD Alcalá antes de recalar el año pasado en el Avilés. Por último, este año se ha sumado otro experimentado veterano con experiencia en Primera y en Segunda. Éste es vasco, pero casi que asturiano de adopción, aunque gran parte de su carrera la haya hecho en Huelva. Aitor Tornavaca salió de la cantera del Spórting, jugó en Levante, Leganés, Jaén y Eibar, y, como decíamos, alargó su carrera en el Recreativo, con el que llegó a jugar de seguido en Primera e incluso sonó como candidato al Athletic de Bilbao. 
Fiándome de los datos de la Wikipedia y sacando la media, me sale a una plantilla de 27 años de media. No es tan alta, pero, de todas formas, creo que no deja de sorprender el puñado de jugadores veteranos o con un largo currículo que han reunido en el equipo más antiguo de Asturias. Ya veremos si los de Chiqui de Paz resuelven con éxito su regreso a Segunda B. La verdad es que experiencia no les va a faltar.

lunes, 27 de agosto de 2012

William Buford



Una de las típicas conversaciones veraniegas sobre baloncesto ha sido la siguiente: dónde va la gente con tanta prisa. Y es que parece que se ha ido todo el mundo de vacaciones... y ya no va a volver. Se van donde está la pasta, y la pasta, me refiero al dinero y no al mejor invento italiano, ya no está en la ACB. 
Esta entrada persigue centrarse solo en jugadores norteamericanos. Durante años, ellos fueron el peso que desequilibraba la balanza, la razón de que un equipo ganara y otro perdiera. Nombres como los de Joe Arlauckas, Joe Kopicki, Audie Norris, Mark Simpson, Mark Davis, Rickie Winslow, Lance Berwald, Granger Hall, Mike Schlegel, George Singleton, Andy Toolson, Mike Smith, Reggie Johnson, Andre Turner, Elmer Bennett, Corny Thompson, Kevin Magee, Kenny Green, Ken Banister, Mike Ansley, Ricky Brown, Johnny Rogers, Louis Bullock, Nate Davis, Chandler Thompson, Brian Jackson, Walter Berry, Essie Hollis, Shelton Jones, Ray Smith..., me faltan e igual me sobran, pero nombres como esos marcaban diferencias y decidían partidos. El peso específico de los jugadores con pasaporte de los Estados Unidos siempre ha sido fundamental en el baloncesto profesional español.
Ahora, vivimos un periodo en el que su ascendente ha decaído un poco. Otro tipo de jugadores han retomado su liderazgo, ahora, cuando más se han abierto las fronteras y más posibilidades de nacionalizaciones varias nos encontramos. El valor de los jugadores norteamericanos que juegan debajo del aro parece haber perdido pedigrí. Los últimos jugadores de este país en tener un rendimiento exquisito en la liga ACB siempre suelen ser jugadores exteriores. Pero todo esto son generalidades que deberían ir acompañadas de justificaciones estadísticas, fiables y que atestiguaran todo lo que digo. 
A falta de eso, nos centramos en esta temporada que se avecina. Las plantillas empiezan a estar bastante enfiladas y equipos como Bilbao Basket, Manresa y CB Canarias ya las pueden dar por cerradas. Otros, como Valladolid, aún no tienen ningún jugador con pasaporte extranjero. Así pues, aún puede haber cambios, pero con lo que tenemos, saquemos las primeras conclusiones. 

Lo primero que sorprende es el número de jugadores con cierto renombre y estadísticas significativas que han abandonado la Liga ACB por otras ligas. Jugadores como Chuck Eidson, Aaron Jackson, Marquez Haynes, Jimmy Baron, Kyle Singler, Andy Panko, Tremmel Darden, Nik Caner-Medley, Paul Davis, James Augustine, D'or Fischer, Quincy Douby, Michael Bramos, Jason Robinson, Cedric Simmons o Micah Downs no jugarán el año que viene en España. En su lugar, aparecen muchos otros, aunque unos pocos se mueven de un equipo a otro y menos, retornan. Vuelven a la ACB, el jugador de origen eritreo Thomas Kelati, Clay Tucker, ambos a Valencia, o Lamont Hamilton, que tras varios años en Francia, vuelve a España para debutar en ACB con el Bilbao Basket. Ben Dewar, Justin Doellman, Earl Calloway y Lamont Barnes han cambiado de equipos pero no de liga. Y solo un puñado de jugadores norteamericanos continuan en los equipos en los que ya jugaron el año pasado: CJ Wallace, Pete Mickeal, Jaycee Carroll, Brad Oleson, Chad Toppert o Josh Asselin.

Si alguien se pregunta por qué no están en esta lista ni Nathan Jawai, que estaría, de estar, en la próxima, la de los nuevos, ni David Barlow, Joe Ingles o Brad Newley. Fácil, son australianos. Igual que Levon Kendall y Carl English son de Canadá.

Entre los que vienen nuevos, hay algunos movimientos repetidos que vale la pena destacar. Sorprende que hasta cinco jugadores vienen de LEB Oro. Troy De Vries (técnicamente ya jugó el año pasado en Unicaja, pero no la temporada completa), Charles Ramsdell, James Feldeine, Levi Rost y Jakim Donaldson (quien ya tuvo una oportunidad en ACB pero no le fue muy bien). Creo que esto habla mejor de la LEB Oro que peor de la ACB. También sorprende que, a excepción quizás de Jon Scheyer que llega a Gran Canaria tras jugar en Maccabi y triunfar en Duke, ninguno de los americanos que se incorpora a la Liga ACB lo hace con un caché relevante y muchos proceden de ligas que podríamos llamar inferiores, como la francesa o la alemana (o de las ligas de desarrollo americanas). Esa frase entera, ha sonado muy soberbia y me deja en evidencia, pero creo que es un dato significativo que, probablemente, no sirva para mucho. Las ligas francesa y alemana están repletas de jugadores con talento y los cachés quizás no sean relevantes pero la gran mayoría ha hecho méritos suficientes para jugar en ACB, así que me tragaré mis palabras por adelantado. Pero, el caso es que jugadores como Taylor Rochestie, Dontaye Draper, Marcus Slaughter, Kim Tillie, Marcus Lewis, Charles García, Tony Gaffney, Brad Buckman, Michael Roll, Brian Asbury o John Holland es probable que no les suene a nada a los aficionados menos meticulosos o interesados. Quizás a alguno les suene Ryan Toolson por el apellido. O Marcus Williams. O si siguieron el año pasado la Liga Europea, puede que se acuerden de James Gist, un gran fichaje para Unicaja. Puede que alguien hasta se acuerde de los 105 puntos de Corey Fisher, de los que ya hablamos en este blog. 
 
Todos ellos serán nuevos el año que viene en ACB. Pero habrá más, más que representan otra línea repetida en las estrategias de fichaje de los equipos ACB en este verano de 2012. William Buford encabeza la entrada porque él parece que va a ser el último en integrarse en la categoría. Su fichaje por Blu:sens está cerca de cerrarse y, con él, serían cinco los jugadores norteamericanos que debutarían no ya en la ACB, pero en el mundo profesional. Cinco jugadores que pasan directamente de la universidad a la que muchos aún llaman la liga profesional más importante de Europa. Buford jugó la Final Four 2012 con Ohio State, tiene 21 años y mide 1'98. Al parecer, apuntalará el juego exterior del equipo gallego. Y, precisamente en Santiago, se encontrará con otro ex-compañero de la liga universitaria, el ala-pivot de 2'03 y 23 años, Robbie Hummel, que este año fue elegido en el puesto 58 del draft por los Wolves, pero ha preferido pasar de Purdue a España. Otros dos jugadores que salen recién licenciados de la NCAA para España lo hacen al mismo sitio, Murcia. Se tratan de Matt Gatens, estrella de los Hawkeyes de Iowa, quien a sus 23 años, pondrá su 1'95 al servicio del UCAM Murcia. El año pasado promedió más de 15 puntos por partido con los de la Universidad de Iowa. Compañero suyo en la costa mediterránea, Joe Ragland promedió 13'4 puntos con Wichita State en la posición de base o escolta. Tiene 22 años y mide 1'82. Por último, el quinto en discordia será Kyle Kuric, fichaje del Estudiantes de Txus Bidorreta que llega del Louisville de Rick Pitino, por lo tanto, otro que jugó la Final Four de 2012. Con 23 años y 1'95, promedió más de 12 puntos por partido en su temporada senior, aunque destaca tanto por su defensa como por su ataque. 

Quizás cinco os parezcan poco, pero a mí, me parece muy ilustrativo. Más aún si vemos que, en la Liga LEB Oro, la tendencia se repite: seis jugadores firmarán su primer contrato profesional en España. Stu Douglass llegará de los Wolverines de Michigan a Planasa Navarra. Olu Ashaolu, nigeriano del que ya se oyó hablar por sus famosos mates, dejará la Universidad de Oregón para jugar en Cáceres. James Johnson, máximo anotador histórico de los Bobcats de Quinnipiac, donde jugó James Feldeine, debutará en Lleida, donde también lo hará el ala-pivot Djim Bandoumel que proviene de la Universidad de Idaho y aunque nació en Nigeria, creció en Canadá y tiene pasaporte de El Chad. Nick Barbour llegará a Ourense desde la Universidad de High Point, después de sobresalir en el Portsmouth Invitational Tournament. Por último, Jamar Samuels, de la Universidad de Kansas, firmó por Huesca para ganar su primer sueldo como baloncestista profesional. 

Dicho todo esto, os prevengo de mis opiniones personales. De baloncesto sé lo que sabe cualquier aficionado que pretende tener una mirada crítica, pero no voy más allá. Aún así, sospecho que el rendimiento de los jugadores norteamericanos durante esta temporada no será tan estratégico como en otras, aunque habrá sorpresas y jugadores que tendrán un protagonismo inesperado. Se puede jugar a apostar. Yo quizás lo haría por alguno de esos chavales que llegan desde la universidad y que intentarán seguir la estela de Kyle Singler, pero veremos. Baloncesto no nos va a faltar, y nombres que aprendernos, está claro que tampoco. 


sábado, 25 de agosto de 2012

Iván Hierro Peña



Mi tercera participación en la Hiri Krosa de fiestas de Bilbao comenzó como la menos estimulante y prometedora y acabó por ser la más sufrida pero reconfortante. Mucha gente y mucho calor. Y mucho simpatizante de este blog y del de nuestro vecino el de las Asics. Ahora yo también tengo Asics, me las regaló él, y ayer, precisamente, las estrené en carrera. Entre otras cosas, porque también ayer, a estas alturas de año, estrené la temporada 2012 de carreras populares. Por una cosa o por otra, hasta ahora, no había conseguido debutar en este año deportivo.
Como decía, nos reunimos unos cuantos el día grande de fiestas para celebrarlo sudando, aunque también, he de decirlo, fallaron algunos a los que se les echó de menos. Por un lado, estaba el bloque que formaban el co-organizador principal de la porma el año pasado, su hermano y una pareja de intrépidos korrikalaris amigos, más un servidor, M con su gorra negra y G que aprovechó el dorsal que dejó libre una de las ausentes. Más tarde llegó el segundo grupo de pormaratonianos, con nuestro diseñador particular de logotipos y carteles, su valiente esposa, la hermana de ésta, su pareja y otro G aunque éste sí que tenía su propio dorsal. 
Las clasificaciones ya están disponibles en la página web de las comparsas de Bilbao y podéis acceder a ella pinchando en este link: clasificación final. En resumen, el primero de nuestro amplio grupo fue D con 26:29 en el puesto 260. Cerca, con 27:47, en el puesto 342 entró X, el hermano de nuestro co-organizador, M, que fue el siguiente del grupo con 30:13 en el puesto 498. En realidad, fue el cuarto, porque según la clasificación oficial, aparece primero, en el puesto 497, I, que no fue I si no G, que aprovechó su dorsal, con dos segundos menos. Según la versión de los propios implicados, hubo sprint final entre ambos y el resultado fue el contrario, primero entró M y luego G, y los dos coinciden en el veredicto, así que... En cualquier caso, después entró un servidor en el puesto 514 con un tiempo oficial de 30:35. Por supuesto, y creo que eso también le ocurrirá a muchos de los que nombro aquí, mi tiempo oficial no coincide con el que yo tomé en mi reloj y que fue 29:58. Con estos tiempos, poco más da que te pongan o te quiten segundos, pero a mí me reconfortó bajar de la media hora y sé que lo hice y que pudo hacerlo aún mejor, así que, esta vez, y siempre es más fiable, me quedo con lo que marcaba mi reloj y no el de la línea de meta. Poco después, me siguió en meta otro M, el de la gorra, en el puesto 640, con 33:08, quien pagó el fuerte ritmo que se impuso al principio y acabó padeciendo el calor. Por último, llegó el gran pelotón R, V, C, A y G, todos en tiempos entre los 38:30 y los 38:40 y en los siguientes puestos: 816, 817, 818, 819 y 823. Justo un poco antes llegó N, pareja del particular vencedor de nuestra comunidad, que hizo un tiempo de 38:27 para llegar en el puesto 813. Lo dicho. Por las conversaciones que tuvimos mientras bebíamos líquido, sé que muchos no estarán de acuerdo con los tiempos oficiales, pero estos desajustes suelen ocurrir. Nos quedamos con las sensaciones, la experiencia y el tiempo de la pulsera, si preferís. 
En general, al cobijo de los plátanos de El Arenal, ya pasado el largo periplo por el desierto de sudor de la meta y habiendo bebido todo el líquido que se pudo, las conversaciones placenteras post-carrera parecían coincidir en las buenas sensaciones de todos los amigos que nos reunimos ayer en Bilbao. Unos porque terminaron, otros porque mejoraron sus tiempos, otros porque se sintieron bien, o mejor, o porque, al fin y al cabo, lo has hecho y punto, pero todo el mundo parecía estar, en mayor o menor medida, satisfecho. Y era para estarlo porque, aunque sean solo seis kilómetros, el calor y la humedad del día de ayer hicieron la prueba más dura de lo que lo fue en otras ocasiones. Subió también el número de participantes y, a las alturas de pelotón en las que nos movemos nosotros, hubo hasta algún problema para trazar y adelantar, incluyendo una lamentable caída cerca de la rotonda del ayuntamiento. No voy a quejarme yo de la organización de una prueba que ha mejorado en los últimos años y que, además, persiste en su carácter gratuito y ofrece una manera distinta, saludable y agradable de celebrar las fiestas, pero quizás sí que haya algunos aspectos a mejorar, como la recogida de dorsales, las estrecheces de parte del recorrido y las aglomeraciones en meta. Como digo, solo lo comento de buena fe porque no se puede uno quejar del ánimo y la predisposición de los organizadores ni de los resultados, porque la prueba es atractiva y supera los mínimos que se pueden esperar de una buena organización. Con todo eso, una vez más, satisfacción general, una buena sudada, y el ganador un tal Iván Hierro Peña, del Club Saucony Sport y natural de Boo de Piélagos quien se presentó en meta a 17:42 minutos de haber empezado. Me crucé con él a la altura del Guggenheim, mientras yo iba para el Euskalduna y él ya lo había dejado atrás. Su zancada era espectacular pero más aún lo era el hueco que le sacaba ya al segundo. Enhorabuena para él y enhorabuena para todos los que participaron, llegaron o se quedaron en el camino, que alguno hubo que se les veía pegados a las fuentes públicas sin mucho ánimo de seguir peleando con la velocidad y el sol. 
No quiero cerrar esta crónica sin invitar al que quiera a dar su particular punto de vista y, por supuesto, no podía despedirla sin recordar a los que no pudieron estar. En especial, a P, con quien en años anteriores tuve emotivos duelos, a J que anda de viaje, a E que aún no conoce esta carrera y a nuestro vecino de las Asics que tuvo el detalle de llamar por la noche para interesarse por los resultados y se hace eco de la carrera en su blog. Y mención especial a I. Aunque su nombre aparezca en la clasificación, no corrió porque tiene un corazón muy grande y aceptó de buen grado que se le chafara su fin de semana por cuidar de alguien. Se quedó un tanto triste porque había puesto ilusión en debutar en esto del atletismo popular y, por segundo año consecutivo, se quedó a un tris de hacerlo. Espero que, por lo menos, se quede con las buenas sensaciones que ha tenido esta semana, cuando ha conseguido rebajar en cincuenta segundos por kilómetro sus ritmos habituales y en distancias que normalmente no corre. Eso demuestra que tiene margen, amor propio y buenas piernas, así que, ánimo para la próxima, que la habrá, porque esta comunidad de korrikalaris parece que crece gracias, en parte, al empeño del vecino de las Asics, ya sabéis quién.

Posdata: yo no salgo en la foto. 

domingo, 19 de agosto de 2012

Darryl Middleton


En el año 2006, la universidad tejana de Baylor celebró el resultado final de una encuesta que, durante varios meses, había realizado entre sus aficionados. Se trataba de crear una plantilla ficticia que recogiera a los mejores jugadores de baloncesto de la historia de la Universidad. 
Aunque el año pasado llegaron a las rondas finales por el título nacional, la sección masculina de baloncesto de la universidad de Waco, se ha visto, en los últimos años, ensombrecida por el éxito de la femenina. Las chicas de Kim Mulkey, primera entrenadora y tercer entrenador, junto con Dean Smith y Bobby Knight, en ganar el campeonato nacional como jugador y entrenador, han ganado los títulos de 2005 y 2012. Aún así, Baylor siempre ha contado con cierto ascendente en el mundo del baloncesto. La plantilla que eligieron los aficionados hace ya más de un lustro y que reunió a lo más granado de su historia para celebrar la excelencia de su programa deportivo, contaba con jugadores, algunos ya retirados, otros aún en activo, como el australiano Aaron Bruce, Terry Black, Brian Skinner, Terry Teagle, David Wesley o Vinnie "Microondas" Johnson. Otros, alguno muy reciente, como Quincy Acy, Curtis Jerrells o John Lucas III, otros, menos, como Alex Holcombe, se quedaron fuera. Los que no lo hicieron, fueron dos que dejé, a propósito, fuera de la primera lista de jugadores, dos jugadores que nacieron en el mismo año, 1966, y que compartieron carrera universitaria: Michael Williams y Darryl Middleton. Para cuando se celebró el acto, el base de los Indiana Pacers y Minnesota Timberwolves, ya llevaba varios años retirado aunque su récord de tiros libres consecutivos durante la liga regular sigue sin batirse. El pívot de Queens, sin embargo, aún estaba en activo. Lo estaba entonces, y lo está aún hoy.
Darryl Middleton nació en Queens, New York, en 1966, como ya he dicho. Fue reclutado por Baylor y no pasó desapercibido. No solo le incluyeron en esa plantilla histórica, antes de ello, Middleton ya recibió agasajos. En los premios All-American, recibió una mención de honor en 1988. En sus dos últimas temporadas fue elegido en el mejor equipo de la conferencia, por entonces la Southwest, ahora Baylor juega en la Big 12, junto con su compañero Michael Williams. Con todos esos reconocimientos como credencial, los Atlanta Hawks le seleccionaron en el draft, pero nunca llegó a jugar en la NBA. En lugar de lamentarse, hizo las maletas, y comenzó una carrera deportiva en Europa que le ha mantenido en el viejo continente van ya para 25 años. Toda una vida. Y aún sigue. 
Después de intentarlo en Turquía e Italia, en 1991 llegó a la que se convertiría en su casa, Girona. Jugó en el equipo cuando se llamaba Valvi, cuando se llamaba Casademont, cuando se llamó Akasvayu y en otras categorías que no fueron la ACB. Ayudó a reflotar el proyecto cuando ya superaba los cuarenta y el proyecto fallido de la inmobiliaria había dejado al club herido de muerte. Fue protagonista en el mayor éxito del club, la victoria final en la Eurocopa de la FIBA, hoy EuroChallenge. Aquel impresionante equipo, en el que, junto con Middleton, jugadores de la calidad de Dalibor Bagaric, Marko Marinovic, Marko Keselj, Gregor Fucka, Víctor Sada, Dainius Salenga, Fernando San Emeterio, Marvis Thornton, Germán Gabriel, Marc Gasol o, el héroe de aquel partido, Arriel McDonald, atendían las indicaciones de Svetislav Pesic para ganar al sorprendente Azovmash Maripol de los Khalid El-Amin, Serhey Lishchuk, Kenan Bajramovic, Robert Gulyas o Panagiotis Liadelis. Poco después, los sueños de grandeza del club de Girona terminarían.
Pero no los de Middleton, aunque lo mejor de su carrera ya parecía haber pasado. Y es que antes de esa final, Middleton ya había jugado unas cuantas más. Además de en Girona, jugó en Caja San Fernando, Barcelona y Joventut. Y, no contento con recorrerse España, también cogió las maletas y marchó al este, cuando le llegó la oportunidad de jugar en el Panathinaikos primero y el Dínamo de San Petersburgo ruso después. En esos años, recogió frutos como dos ligas ACB, dos Ligas griegas, 1 Copa griega, una Suproliga y, su mayor éxito, la Euroliga de 2002. 
Jugaba entonces en el Panathinaikos y tenían como rivales para llevarse el triunfo final a un equipo potentísimo liderado por Emanuele Ginobili, la Kinder Bolonia. Manu Ginobili estaba acompañado de un ejército de talento con generales del nivel de Marko Jaric, Antoine Rigaudeau, Rashard Griffith, David Andersen, Sani Becirovic o Matjaz Smodis. Precisamente el esloveno y el argentino fueron los mejores de su equipo en aquella final, pero no pudieron ante la inspiración de dos compañeros de Middleton en el Panathinaikos, Dejan Bodiroga y el turco Ibrahim Kutluay. Bien acompañados por Pepe Sánchez, Lazaros Papadopoulos, Johnny Rogers, Damir Mulaomerovic, Fragiskos Alvertis o nuestro protagonista, que aportó 10 puntos, los de Obradovic se hicieron con un título que le ponía la guinda a una trayectoria deportiva. Sin embargo, Middleton amaba mucho este deporte como para dejarlo. 
Regresó a Girona tras su aventura rusa y ahí ha permanecido el último lustro, en categorías menores del baloncesto español, excepto un breve periodo de tiempo de dos meses en los que, tras sufrir las bajas por lesión de James Augustine y Víctor Claver, el por entonces Power Electronics Valencia, lo recuperó para la ACB. Ya tenía 44 años.
Y ahora tiene 46 años y acaba de fichar por el Lucentum Alicante para ayudar con su experiencia y profesionalidad al nuevo equipo alicantino, que, tras una gran temporada deportiva pero una lamentable crisis económica, se vio obligado a renunciar a su plaza ACB y comenzar un nuevo proyecto en LEB Oro. Dirigidos por Josep María Berrocal, por ahora han firmado al americano Shaun Green y a los nacionales Pedro Rivero, Albert Sabat, Romà Bas y Rafa Huertas. Darryl Middleton es los dos. Entra en las dos categorías. Tiene la doble nacionalidad. Por tener, tiene también un bar restaurante en Platja de Aro que se llama New Orleans. Si no conseguía un equipo donde seguir jugando, ése era su plan B, cocinar en su bar. Pero tendrá que esperar. A sus 46 años, Alicante vivirá el prodigio de longevidad de un jugador cuyo único secreto es una vida sana y mucho entrenamiento. 
Volverán a reunirse en Baylor para celebrar otra gesta, y él seguirá estando en activo.

viernes, 17 de agosto de 2012

Javier Guillén


Si él lo dice, será que va a ser verdad, ¿no? No creo que lo diga por decir, por comentar, que diría el otro. Si no, es tontería, que también decía aquél. Lo que dice Javier Guillén, director de la Vuelta a España, es que la 67ª edición va a ser "un vueltón", y, así, con ese término tan redundante y redondo, ha salido en todos los periódicos luciendo el, permítaseme la licencia de dar mi opinión, "llamativo" (para esto también soy muy tradicional) maillot de líder de la Vuelta.
Empieza ya, ¿que no? Mañana mismo, en Iruña. Sin toros, pero con mozos. En cuadrillas de nueve. Así, pum, todos a una resbalándose en estafeta. ¿Habéis visto el buzo del Caja Rural? No comments, que diría el exseleccionador de Macedonia. A lo que vamos, que empieza la Vuelta del Cuitu Negru. La Vuelta de la montaña, "para escaladores", según el propio Guillén. La vuelta que promete un duelo interesante entre el hijo pródigo y el hijo rebelde. Estará, hasta el hijo modélico. Toda la familia reunida para disputar la 67ª edición de la Vuelta que empieza encá Miguel Indurain y terminará donde siempre. Aunque últimamente había dejado de hacerlo, hagámoslo de nuevo. Una breve introducción al espectáculo que empieza mañana: recorrido y participación.

Recorrido

Como ya hemos dicho, todo empieza mañana con una contrarreloj por equipos en Pamplona. 16 kilómetros y medio que terminan en la Plaza de Toros, dándole un homenaje a los San Fermines, digo yo, y a un Miguel Indurain que, precisamente, perdió todas sus opciones de ganar el sexto Tour en una etapa que terminó en Iruña. Desde entonces, han pasado ya más de dieciséis años, y, esta vez, nada se le parecerá: la Vuelta da una vuelta de tuerca con un recorrido que habrá que esperar que no produzca sobresaltos. Aunque no corran los Cebada Gago.De Pamplona saldrán al día siguiente para llegar a Viana, donde nunca ha llegado la de España pero sí la del País Vasco.Al tercer día, y sin abandonar la tierra, llega la primera llegada en alto. Una cima ciclista por excelencia en el deporte vasco, Arrate. Saldrán de Oion para llegar a Eibar antes de subir los 5 kilómetros y medio del puerto hasta bajar al Santuario. Antes subirán Kanpazar pero parece muy pronto y muy poco para que este puerto marque el devenir de la carrera. El espectáculo vendrá de la mano de los locales que quieran lucirse y, en el lado negativo, de aquellos que se encuentren desde el principio con las miserias de una mala preparación. No salen al día siguiente de Eibar, porque nuestro querido ayuntamiento fabril ha invertido en el negocio para organizar la salida de una cuarta etapa que, después de un pequeño recorrido urbano por Barakaldo que desconozco, no dejará de subir hasta llegar a Orduña, otro lugar mágico de la geografía vasca, y tomar en el descenso dirección hacia La Rioja para terminar con el segundo final, además consecutivo, en alto de esta Vuelta. La estación de Valdezcaray recogerá a los que lleguen en cabeza. Desde que lo hiciera Sean Kelly al final de los ochenta, nadie ha vuelto a ganar en esta cima si no ha sido contra el reloj. Y es que las últimas tres ocasiones en las que la Vuelta subió hasta allí, lo hizo con tres cronoescaladas seguidas a principios de los noventa que ganaron Pedro Delgado, ya lo contará él, Jean François Bernard y Fabio Parra, casi nada. Homenaje a Logroño al día siguiente con una etapa urbana y ocho vueltas a un circuito de 21 kilómetros que, probablemente, designe un vencedor final al esprint. Con esto llevamos cinco etapas, y empezamos a abandonar el norte.
La sexta etapa llega a Jaca desde Tarazona. Pero Jaca guarda una sorpresa, porque, desde la ciudad, tendrán que subir un laberinto de herraduras de poco menos de cuatro kilómetros, con rampas de hasta el 8% que les dejará en Fuerte Rapitán. Joaquín Rodrígues, ésta es para ti. La séptima etapa también guarda sorpresa, una más. Un recorrido llano terminará con cinco kilómetros finales en Motorland, circuíto de velocidad en Alcañiz. Pero el llano no dura porque la siguiente vuelve a empinarse. Final en el Collado de la Gallina (7'2 km al 8%), un puerto inédito andorrano que guarda lo mejor para los últimos kilómetros. Desde Andorra, la novena etapa viaja hasta Barcelona. El final pica un poco, pero probablemente los aventureros tengan que intentarlo un poco antes del último kilómetro, en la rampa de mil metros empinados del alto de Montjuic. 
Por arte de magia, los corredores cruzarán la península sin dar una sola pedalada. La siguiente etapa, siguiendo a la que terminó en Barcelona, saldrá de Ponteareas en Galicia. Termina en Sanxenxo, después de cruzar O Grove por el medio, en un recorrido estrecho y complicado que recibirá a los ciclistas con la playa de A Lanzada haciéndoles de escolta. Un buen sitio para estirar luego las piernas, aunque no creo que puedan, porque al día siguiente tienen contrarreloj por tierras de Pontevedra. Saliendo de Cambados y acabando en la capital, casi 40 kilómetros y un puerto de tercera al principio para la única oportunidad de los contrarrelojistas. Aún les queda más turismo por Galicia, porque la decimosegunda etapa regalará otra oportunidad para los ciclistas explosivos: final en el Mirador de Ézaro, dos kilómetros solo pero con una media de más del 13 por ciento y rampas de hasta el 29% según avanzan los organizadores. La siguiente también recorre la provincia de Coruña pero aprovechando el llano hasta llegar a El Ferrol donde los libros anuncian un repecho que puede romper el esprint final. Y no se termina de subir, porque la 14ª etapa que sale de Palas do Rei, terminará en el Puerto de Ancares. Y antes de Ancares, tendrán que subir Folgueiras de Aigas, también de primera. Un final muy exigente. Pero, si no habían tenido suficiente, el fin de semana aguarda otro final determinante con la subida final a los Lagos de Covadonga. Antes, subirán el Mirador del Fito, pero el interés estará puesto en un final histórico dentro del ciclismo, los trece kilómetros y medio que llevan hasta los lagos. Se termina esta sección montañosa con un final inédito y muy esperado, el Cuitu Negru. Tras 183 kilómetros de recorrido que comenzarán en Gijón, los corredores descubrirán que había algo más después de llegar a Pajares. Entre Valgrande, Pajares y el nuevo añadido, son casi 20 kilómetros de subida con una media del 7% pero los últimos kilómetros tienen una media del 13'5% y rampas de más del 20%, y, recuerda que antes habrán subido San Lorenzo y La Cobertoria. 
Descansarán por segunda vez después de este empacho de rampas. Pero, cuando vuelvan, se encontrarán con un regalo, porque, la 17ª etapa que comienza en Santander termina en Fuente Dé tras casi 190 kilómetros. Los últimos hasta meta, después de pasar el precioso desfiladero de La Hermida (aunque cualquiera conduce por ahí después de un largo viaje sin acojonarle las aristas de piedra), les quedarán casi 20 kilómetros de continua pero ligera subida hasta llegar a Fuente Dé. Un recorrido de una gran belleza paisajista que generalmente ha sido una cita ineludible en el Circuito Montañés. La siguiente etapa llegará a Valladolid tras 200 kilómetros en bici. Perfil llano donde el gran peligro puede ser el viento. La 19ª también parece plana, pero ya se encargará Perico Delgado de descubrirnos los rincones secretos de Segovia. Y es que los últimos quince kilómetros están repletos de emboscadas de adoquín y repechos que no puntuan, como el barrio de Zamarramala o la última cuesta empinada que da acceso a la meta con un kilómetro al 5%. Con todo esto hecho, solo quedará una última etapa para decidir la clasificación final, la penúltima, que termina en la Bola del Mundo. Tras subir Navafría, Canencia, la Morcuera y el Puerto de Cotos, la etapa termina con la subida hasta la Bola del Mundo, donde las medias puede que no sean tan espectaculares pero, tras cruzarse con Navacerrada, el puerto esconde las peores rampas. Cuando terminen, todo estará decidido. Ya solo quedará la llegada a Madrid, que esta vez, empezará en Cercedilla. 115 kilómetros para disfrutar y celebrar quienes tengan algo que celebrar. 
En resumen, sobre el papel, un recorrido para los escaladores. Mucha montaña (en negrita, los diez finales en alto que suelen recalcar los organizadores), muchas emboscadas, finales explosivos, pocas oportunidades para los hombres rápidos, y solo una contrarreloj si excluímos la primera por equipos. Sin embargo, sinceramente, creo que faltan esas etapas que destapan las esencias del ciclismo épico, las etapas largas con puertos largos de mucha altura, encadenados uno detrás del otro. La mayoría son etapas sin mucha carga anterior que terminan en puertos cortos aunque con mucho porcentaje. De todas formas, hay espacio para el espectáculo y habrá oportunidades para todos, aunque, mi sensación, es que puede ser una Vuelta más apta para corredores de combustión, y menos para aquellos afanados que sufren en silencio. Habrá que esperar sorpresas en lugares inesperados, tener cuidado con los descensos, mirar el parte meteorológico todo el día y puede que sea una buena Vuelta para calibrar las estrategias del trabajo en equipo. Veremos. 

Participantes

Los 22 equipos ya tienen dorsales oficiales. De antemano, el elenco de participantes es más que interesante. Sin duda, todos los focos apuntarán al regreso de Alberto Contador, que ya contó con su ración de protagonismo en el pasado Eneco Tour. Él y Chris Froome serán los favoritos de la mayoría. Aunque muchos seguirán contando con el ganador del año pasado, un Juanjo Cobo que ha tenido una temporada muy relajada y cuenta con un equipo potente. Con su equipo comenzamos el análisis porque parten con el número 1, y luego seguimos por orden alfabético. 

Movistar: Cobo tendrá a Valverde a su lado, que ya ha anunciado que no viene a ganar la Vuelta, aunque siempre se puede contar con él, más aún, cuando el libro de ruta tiene etapas que parecen llevar su nombre. Junto a ellos, Beñat Intxausti intentará demostrarse que lo suyo son las tres semanas, Castroviejo querrá dar un paso adelante y José Joaquín Rojas intentará aprovechar las pocas oportunidades que tenga. Habrá que vigilar a Nairo Quintana, porque apunta a protagonista cuando se empine la carretera.

Ag2r: Los franceses han traído un buen equipo después de leer el recorrido. Tendrán protagonismo, aunque a veces sea secundario, en la montaña. Nocentini, Gadret, Riblon y Roche lo pueden hacer bien, aunque todos llevan ya bastantes kilómetros. 

Andalucía: Estarán otra vez en la Vuelta con intenciones de dejarse ver en las escapadas aunque este año, su tierra lo va a ver por televisión. Palomares, Veloso, Rosendo o Ramírez Abeja serán veteranos que se dejarán ver desde lejos. Juan José Lobato ya ha dejado destellos de su clase. 

Astaná: Sin un líder claro pero con Kessiakoff, que ya hizo un buen comienzo de Vuelta en la última edición. Tiralongo, Silin, Seeldrayers, Kashechkin y, sobre todo, Gasparotto, son corredores que asomarán alguno de los días.

BMC: A la caza de etapas con un Gilbert que no ha cumplido con las expectativas de su millonario contrato. Si él falla, lo intentarán Ballan o Moinard. Quizás Morabito mire a la general pero muy por abajo.

Caja Rural: Todo ilusión para unos navarros que se estrenan con un equipo relativamente veterano. Manuel Cardoso lo intentará en los pocos esprints que haya. De la Fuente luchará como solo él sabe luchar y Hernani Broco puede guardar los muebles cuando toque mirar atrás. Los demás, a buscar escapadas. 

Cofidis: Moncoutie le tiene tomada la medida a la Vuelta. Leonardo Duque puede buscar las escapadas y habrá que ver como responden Luis Ángel Maté o un Egoitz García que este año ha estrenado palmarés.

Euskaltel-Euskadi: En principio, un equipo fuerte, veterano, e ilusionante. Gente con mucha experiencia más Mikel Landa y Romain Sicard, que también pueden tener protagonismo en la montaña. Igor Antón será el líder, aunque, en las últimas semanas, su discurso parece poco ambicioso para unos, y muy maduro, para otros. Serán protagonistas casi con total seguridad. 

FDJ-Big Mat: Un equipo inquietante. Habrá que esperar a ver qué pueden hacer gente como el rápido Nacer Bouhanni o Arnold Jeannesson. 

Garmin-Sharp: Koldo Fernández para esprintar, Johan Van Summeren para escaparse, Christophe Le Mevel para la media montaña, y, para la general, un pasado, el de Thomas Dekker, y un futuro, el de Andrew Talansky.

Katusha: Uno de los equipos más fuertes del pelotón con Joaquim Rodríguez a la cabeza y su guardia pretoriana, los Dani Moreno, Alberto Losada o Ángel Vicioso. Junto a ellos, Denis Menchov.

Lampre: Hace mucho tiempo que la gente dejó de contar con Damiano Cunego, pero siempre está ahí, y, a veces, gana. Mucho trabajador en el resto del equipo.

Liquigas: Parece que Capecchi hará de líder, ahora que ya ha fichado por Movistar. Viviani y Paterski pueden ser rápidos en llegadas con poca gente.

Lotto: Van den Broeck viene relajado y con ganas. Es valiente y resistente. Tiene un buen equipo para cubrirle en el llano, aunque, en la montaña, estará solo.

Omega Pharma: Con Tony Martin intentarán buscar el liderato al comienzo, aunque no parece fácil. Gert Steegmans puede ser un rival en los pocos esprints que haya y Serge Pauwels o Dario Cataldo en las escapadas.

Orica GreenEdge: Mucho aventurero como Allan Davis o Pieter Weening. Le darán una oportunidad el eritreo de nombre inabarcable Daniel Teklehaymanot. 

Rabobank: Un equipo muy fuerte, capaz de todo, y bien formado para ayudar a Gesink o Mollema si estos cumplen con las expectativas. Clement, Gárate, Ten Dam o Niermann son garantía de buen trabajo. Lars Boom y Matti Breschel buscarán la victoria parcial. Candidatos a la contrarreloj por equipos.

Radioshack: Sin los Schleck y sin Zubeldia, pero con Monfort, Bakelants o el culo inquieto de Tiago Machado. Daniele Bennati al esprint y Linus Gerdemann en las cabalgadas buscarán más victorias. Pueden ser los favoritos en la primera etapa.

Sky: Chris Froome será por fin líder absoluto. Tendrá a su cargo un equipo veterano donde habrá que ver si pasa factura lo que ya han hecho. Rigoberto Urán, Xabi Zandio, Sergio Henao, Flecha, Danny Pate o Richie Porte pueden manejar un maillot de líder muy bien. Ben Swift buscará el esprint.

Team Argos: Además de Johannes Fröhlinger o Koen de Kort, cuentan con grandes proyectos de futuro que, con distintos perfiles, pueden empezar ya a despuntar, hablo de John Degenkolb, Tom Dumoulin, Simon Geschke o Alexandre Geniez.

Saxo Bank: Todo para Alberto Contador. Eso sí, escaladores como Rafal Majka o Sergio Paulinho pueden tener su oportunidad.

Vacansoleil: Thomas de Gendt vuelve tras su gran Giro de Italia, junto a él, escaladores listos para la aventura como Tomasz Marczynski o Rafa Valls y clasicómanos con clase que pueden tener oportunidades, jóvenes y veteranos a partes iguales, Martijn Keizer, Rob Ruijgh, Pim Ligthart o Bertjan Lindeman.

En resumen, parece que los candidatos al triunfo final son pocos y bien seleccionados. Si no quieres arriesgarte y tienes porra, lo fácil sería apostar por Alberto Contador, Chris Froome, Joaquim Rodríguez, Juanjo Cobo o Igor Antón. Jurgen van den Broeck, Damiano Cunego, Robert Gesink, Bauke Mollema, Thomas de Gendt, Denis Menchov, Alejandro Valverde o Eros Capecchi, podrían ser otras apuestas más arriesgadas. Pero, recuerda, siempre hay un Ryder Hesjedal. Quién sabe, quizás los jóvenes colombianos, los talentos norteamericanos o algún otro inesperado ganador aparece de la nada para dejarles a todos los anteriores con la miel en la boca. Lo que parece claro es que la mayoría de los equipos han dejado a sus esprinters en casa y habrá licencia para las aventuras, las fugas y el lucimiento de los secundarios, así que seguro que además de todos esos nombres que te he dado, otros muchos dados a la aventura se piden su cuota de protagonismo: Mikhail Ignatiev, Pavel Brutt, Blel Kadri, Rubén Pérez, Sergey Lagutin, Nicki Sorensen, Gregory Rast, Kristof Vandewalle, Bart de Clerq, Kevin de Weert, Gianni Meersman, Mauro da Dalto, Morris Possoni, Przemyslaw Niemec, Michel Kreder, Remi Pauriol, William Bonnet, Mikel Astarloza, Amets Txurruka, Nico Sijmens, Klaas Lodewyck, Mauro Santambrogio, Amael Moinard, Matteo Montaguti... Todos estarán afinando las llantas para echar a rodar... y a atacar. En nada, los tenemos pasando por debajo de la ventana de casa. Asómate y disfruta.

POSDATA: Por cierto, si os fijáis, debajo de los enlaces, he recuperado una vieja tradición.

martes, 14 de agosto de 2012

Paul Roli Backer



Llevo varios días con su nombre escrito en un mensaje guardado del móvil. Desde que lo vi tallado en una lámina de piedra en el pequeño jardín que rodea el albergue público de Melide, tuve la intención de escribir esta entrada. 
Yo andaba merodeando a pie de carretera, fumándome un cigarro y haciendo que esperaba, mientras lo que realmente hacía era fijarme en ellos, en sus gestos, en sus pies, en sus miradas. Si reían, si bostezaban, si suspiraban. Si estaban felices o tristes. Que estaban cansados lo tenía claro. Vi la lápida en homenaje al peregrino holandés, tiré el cigarro al suelo y entré dentro. En recepción, me recibirieron con una sonrisa mientras M tomaba nota de los números de pasaporte y sellaba las credenciales. Cuando se alivió el trabajo, interrumpí a I y pregunté: ¿quién era Paul Roli Backer?
Después de que me lo contara, cuando llegó la hora de marcharse, salimos fuera y nos asomamos al jardín. M estaba orgullosa de sus plantas, aunque la tomatera estaba desnuda y la tierra curtida, reñida con las colillas de los peregrinos fumadores. Todo me resultó aún más simbólico. Paul Roli Backer en una esquina de aquel jardín que M intentaba hacer crecer con la determinación perezosa propia del carácter gallego. Días más tarde, ayudaba a K, el hijo de tres años de M, a regar las plantas con un barreño de plástico. El niño, no, pero yo imaginé que, de alguna manera, estábamos regando el recuerdo de Paul Roli Backer, aunque suene lo suficientemente cursi para destrozar aquel momento.
Paul Roli Backer era un peregrino holandés de avanzada edad que en 1996 falleció en el albergue de Melide, a dos etapas de culminar su viaje por el camino de Santiago. Su mujer lo encontró por la mañana, después de sufrir un ataque al corazón. 
Me picaba la curiosidad, y volví a preguntar. No te cuento la pregunta, pero te doy la respuesta: sí, muere gente en el camino, todos los años. Incluso, añadieron, la muerte más común es perderse por los bosques que rodean Roncesvalles y acabar desorientado, pereciendo de hambre y frío. Para más detalles, me dijeron que los coreanos suelen sufrir estas desgracias. Ahora, no te cuento mi respuesta, porque todo fueron preguntas, preguntas que me hacía a mí mismo: ¿de verdad?, ¿en Roncesvalles?, ¿cuántos?, ¿cómo?
Me dediqué a comer pulpo y beber ribeiro tinto. Volví al albergue, fumé mientras miraba el nombre cincelado de Paul Roli Backer, intenté robar peras de la finca de enfrente y seguí observándolos. Algunos llegaban tarde, y ya no había plazas en el albergue. Se sentaban en las escaleras, intentando que el cansancio no les impidiera buscar una solución. Estudiaba sus muecas, sus posturas, sus semblantes. Intentaba imaginarme por qué lo hacían, qué buscaban, qué iban encontrando. ¿Habían descubierto el sentido esotérico del camino? ¿Sí, no? ¿Lo encontró Paul Roli Backer? ¿Supo que se iba a morir? ¿Le dio tiempo a averiguar si había merecido la pena? Y volvía a mirar la piedra, la letra burilada como si fuera un petroglifo, un mensaje cifrado, una marca de cantería que escondía algún tipo de energía regeneradora que, en realidad, a mí no me correspondía. Yo vestía vaqueros, estaba allí quieto, fumando, con mis pies sanos y ninguna intención de quemar mis zapatillas en Finisterre. 
Seguí comiendo pulpo, y cocido, y churrasco, y bebiendo ribeiro y cerveza y hasta agua, cruzándome con peregrinos de piel atezada mientras yo buscaba un bar para ver las Olimpiadas. Y eso también me parecía simbólico, pero ya me he puesto bastante en evidencia. Así que volvimos a casa, me olvidé de los peregrinos, del mensaje que guardaba en el móvil y de todos los simbolismos facilones que reducen al mínimo mi dignidad alegórica. 
Hasta hoy, que me aburría. Y tenía el móvil en la mano y me he puesto a enredar. Paul Roli Backer. 
Me he puesto a enredar en la red, hasta que la he sacado, y no había pescado nada. Mientras tenía la red en el mar, he leído. He leído quién fue el apostol Santiago y cómo se volvió cabizbajo a casa después de evangelizar sin mucho éxito por las costas del Mar Tenebroso. He leído cómo se le apareció la virgen, cómo se hallaron sus restos, cómo se le otorgó la gracia del jubileo a la Catedral. Por leer, casi hasta me he leído el Códex Calixtinus. Pero no, no he encontrado cifras, datos, pistas en las estadísticas que recoje la Oficina de Acogida de Peregrinos. Al final, he encontrado una entrevista de 2008 a Genaro Cebrián, Director de la Oficina del Peregrino por aquel año. La entrevista venía a razón de la muerte de un peregrino francés en Mañeru. Solo una peregrina recibió la "Compostela" sin haber llegado a Santiago. Tenía 19 años y murió cerca de Palas de Rei. La última pregunta de la entrevista intentaba averiguar si alguien guardaba un registro de los fallecidos en el Camino. La respuesta fue negativa. Solo se hace una reseña en la revista oficial cuando la familia informa de la muerte de los peregrinos. 
Tengo un cenicero en casa con forma de vieira. Me la trajeron de Galicia. Dicen que los peregrinos llevan como símbolo una vieira para reconocerse porque los primeros que se atrevieron a iniciar la tradición de caminar para visitar las reliquias, volvían con ellas a casa como si fuera una credencial de que, en realidad, sí que habían hecho el camino. Yo no lo he hecho, y fumo, y veo la ceniza en la vieira como si dibujara algún tipo de misterioso mensaje en clave. Las reliquias son cenizas, ¿no? Me pregunto si Paul Roli Backer fumaba. Si algún día, me dejaré de símbolos, y haré el camino, ya sea por devoción, por interés cultural o por probar mis límites físicos. Lo que está claro es que mis alegorías... sí que son un poco peregrinas. 
Ánimo a todos aquellos que estéis en camino...