Dos entradas seguidas sobre fútbol en este blog, ¿eh? No es muy habitual, y, además, arreglándomelas para evitar hablar de fichajes teutones, croatas de peinados demodé, peinados cameruneses demasiado de moda, sanciones, aplazamientos y de más. No, de nada de eso voy a hablar, aunque hable de fútbol. Aunque, quizás, después de leer esta entrada os parezca que estoy intentando, y de mala manera, imitar al marido de Maite Zuñiga.
Pero es que ayer llegué a casa después de un día prácticamente entero fuera de ella y, sin mucha gana, encendí la televisión para poner las noticias. Mientras las daban y yo no les prestaba atención, se llegó a los deportes, hablaron del sorteo de la Champions, y me quedé con un nombre que, aunque me hubieras puesto un cuchillo en el cuello, no habría sido capaz de repetirlo o de escribirlo bien. Me pudo la curiosidad, igual que con el Avilés, y me puse a enredar, con la tele encendida, pero sin prestarle mucha atención a la lucha del profesor Bradford Crane con las abejas.
El equipo que llamó mi atención entre todos los que se pronunciaron ayer fue el Nordsjaelland. Aún hoy, he tenido que mirarlo dos veces para asegurarme que lo escribía bien. Son los actuales campeones daneses y, por lo tanto, tuvieron que luchar en las rondas previas su acceso a la fase final de grupos de la Champions League. Y lo han conseguido. Finalmente, han quedado encuadrados en el Grupo E, donde se enfrentarán al Chelsea de Fernando Torres, a la Juventus de sigo buscando delantero mientras alimento el hambre de rumores de los periódicos y al Shakthar Donetsk del croata Eduardo da Silva. Se lo pasarán bien en Farum Park esta temporada.
Siempre hay cenicientas en la Champions League, equipos que sorprendentemente acceden a la fase de grupos y que, sobre el papel, no tienen el nivel de sus rivales. Ni el nivel, ni la capacidad económica ni el soporte social. Este año, se podría nombrar al CFR 1907 Cluj, al Dinamo de Zagreb o incluso al Spórting de Braga. El año pasado al Otelul Galati rumano que terminó con seis derrotas en seis partidos, marcó 3 goles y recibió 11, al Viktoria Plzen o al Basel, pero, en el lado opuesto al de los rumanos, también se podría nombrar al APOEL Nicosia que lideró su grupo con 9 puntos y pasó de ronda para eliminar en dieciseisavos al Olympique de Lyon y caer en los cuartos contra el Real Madrid. Este año, sin duda, el papel de cenicienta, y el de bravo equipo humilde si las cosas le van bien y la prensa puede tirar de épica al mejor estilo L'Auto, será, sin duda, para los daneses de Nordsjaelland. También esta vez he tenido que cerciorarme de que lo escribía correctamente.
La historia de este equipo es corta. Es un equipo muy joven que nació en julio de 2003. En realidad, nació unos pocos años antes con el nombre de BK Farum, pero en 2003 se cambiaron de nombre y eligieron el actual para fomentar la participación de toda la región danesa del Northern Sealand. Para robustecer ese compromiso crearon una red de 57 equipos amateurs que busca el compromiso de todos los jóvenes de la zona.
Las cosas les han ido muy bien últimamente y sin cumplir ni diez años de historia. Ahora mismo, son segundos en la Superliga danesa con 14 puntos, a tres del primero. Pero ya andan celebrando, porque en su primera participación en la Liga de Campeones han tenido acceso a la fase de grupos. Así, han perpetuado la alegría que aún mantenían después de proclamarse campeones de la Superliga danesa en 2012, evitando que el poderoso Copenhague repitiera título. Y no es el único título que han alcanzado en los últimos años, porque ya fueron campeones de Copa en 2010 y 2011.
El Nordsjaelland representa a la ciudad de Farum. En algunos sitios he leído que es un suburbio de Copenhague, en otros, que está a 20 km de la ciudad. El caso es que Farum tiene, según la wikipedia, 18.442 vecinos. Ni uno más ni uno menos. Menos de 19.000 personas que pueden reunirse casi todas en el Farum Park para ver a su equipo, un estadio ultramoderno que, además de tener un hotel de cuatro estrellas o un complejo para conferencias, tiene capacidad para 9.800 espectadores, y, en busca del récord, alcanzaron los 10.300. Si eran todos de Farum, como que el pueblo se tuvo que quedar vacío. Pero, el que no creo que estuviera, es Peter Brixtofte, el famoso ex-alcalde de Farum, que, actualmente, cumple condena por corrupción. Brixtofte, durante muchos años, fue un ejemplo de buena gestión para otros políticos daneses que ensalzaban su labor al timón de la ciudad de Farum. Luego resultó que se descubrió que le encantaba el vino caro y que detrás de eso, además de una posible adicción al alcohol, había una trama de decisiones económicas ilegales. El caso incluso llegó a salpicar al equipo de fútbol cuando se descubrió que, presuntamente, Brixtofte, con intereses personales en el club, había utilizados tácticas inapropiadas para favorecer la esponsorización del equipo.
En este equipo jugó Nicki Bille
antes de ser traspasado al Villarreal. Actualmente juega en el Rayo después de triunfar en el Elche. Thomas
Andreasen con 295 es el jugador que más partidos ha jugado.Hasta hace muy poco, el entrenador era Morten Wieghorst (ex jugador del Dundee o el Brondby, pero, sobre todo del
Celtic de Glasgow). Sin embargo, desde Junio de 2011, su puesto pasó a ocuparlo Kasper Hjulmand, su antiguo ayudante, que ahora se ve ante el reto de dirigir al equipo ante los mejores clubes de Europa.
La plantilla está compuesta por una mezcla de jugadores jóvenes y veteranos. Algunos de ellos les sonarán a los aficionados europeos más ignorantes de la actualidad danesa, otros, quedan solo para los pocos émulos de Maldini que saben hasta el color de las botas del delantero centro del Anorthosis Famagusta.
El portero Jesper Hansen suele ser titular a sus 27 años. Ha estado prácticamente toda su vida deportiva en este equipo, donde, ahora mismo, le entrena Lars Högh, quien hizo toda su carrera deportiva en el Odense pero fue nombrado hasta en cinco ocasiones mejor portero del país y jugó el Mundial del 86 y la Eurocopa del 96 con Dinamarca. Hansen, que se ha confesado seguidor de Gianluca Buffon y aficionado de la Juventus, no es el único danés del equipo, por supuesto, pero no es, sobre todo, el único danés con peso en el equipo que apenas tiene renombre o bagaje fuera de su país. Jugadores como Kasper Lorentzen, salido del Brondby e internacional absoluto, Mikkel Beckmann, también internacional, Soren Christensen, Nicolai Stokholm, llegó al equipo procedente del Viking noruego, son importantes en las rotaciones pero sus nombres suenan a poco al resto de aficionados europeos. También pasa lo mismo con alguno de los jugadores que tienen pasaportes de otros países, ya sean jóvenes, como el ganés Enock Kofi Adu, el croata de la cantera del Hadjuk Split, Mario Ticinovic, el también croata y defensa central, Ivan Runje, el holandés cedido por el Twente, Joshua John, el marfileño de 20 años pero ya internacional absoluto, Jores Okore o el sueco de origen kurdo Rawez Lawan, o ya sean veteranos, como el americano Michael Parkhurst, internacional absoluto y olímpico, que ya llevaba unos cuantos años en Dinamarca donde llegara desde su país.
Quizás los nombres que más les puedan sonar a los aficionados de la Liga BBVA son los de dos hombres de banda. Uno, defensa, Patrick Mtilinga, veterano lateral danés, que aquí acabó por conocérsele tras aquella desafortunada jugada con Cristiano Ronaldo como segundo protagonista. Antes de jugar un par de temporadas en Málaga, Mtilinga hizo casi la totalidad de su carrera deportiva en Holanda, donde jugó en el Excelsior, el Feyenoord y el NAC Breda. Ahora, ha vuelto a su país. Igual que volvió uno que, al menos durante un año, probó en la cantera del Real Madrid. Se trata del hijo de Michael Laudrup, el sobrino de Brian Laudrup, que, con 18 años, y tras no sentarle bien su experiencia en los juveniles del Real Madrid, regresó a su país y firmó su primer contrato profesional con el equipo de Farum. Aún sigue jugando ahí y su nombre es Andreas Laudrup.Como ha sido el último, para él va el título de la entrada.
Así que ya veremos si los daneses celebran o no celebran su participación en la Liga de Campeones. Aunque sospecho que celebrarlo, ya lo habrán celebrado antes incluso de que ruede el balón. Mientras tanto, el fútbol europeo seguirá mirando el reloj, esperando que se produzcan noticias en los despachos, hoy que se cierra el mercado de verano a eso de las 12 de la noche. Si me apetece, que seguro que no, lo revisaremos. Si no me apetece, que seguro que sí, ya volveré a encontrar, más tarde o más temprano, algo de qué hablar y que tenga que ver con un balón redondo rodando sobre un mullido césped verde. De hecho, creo que esto mismo debería haberlo dejado para otro día, ¿cómo puede ser que no use mi siguiente entrada para celebrar lo bien que me lo pasé viendo las vistas desde el Mirador de Ézaro aunque fuera por televisión?